La bendición del Sol

Afueras de Canterlot, Salón de la Justicia:

Twilight Sparkle se encontraba observando cuidadosamente una enorme proyección de todos los rincones de Equestria, lista para reaccionar y llamar a los miembros de la Liga ante cualquier actividad sospechosa. Nada se le escaparía, desde los crímenes más pequeños hasta las fechorías más grandes, ella estaría lista y llamaría de inmediato a los especialistas, ya sea a uno solo… o en caso de ser necesario a todos ellos.

Entonces la puerta se abrió dejando pasar a cierto dragón morado cubierto por un traje negro y un aura esmeralda que surgía de su anillo.

─ Conque aquí estás, ¿sabías que todo el mundo te está buscando? Están muy preocupados.

─ Hola Spike, ─ suspiró Twilight. ─ ¿Qué, acaso pensaron que me había pasado algo?
─ No, estábamos preocupada que por el estrés te estuvieras escondiendo en algún lado temblando ─ dijo él. ─ O bien, tratando de ahogarte en alguna tarea sin sentido para no pensar, en serio Twilight si te abruma tanto la tarea solo tienes que decir que no.

─ No Spike, es que sí quiero… o no, no sé pero esto es lo que esperan de mí, y no hay nadie que no quiera ser una Princesa, ¿pero y qué tal si lo hago todo mal? No puedo decepcionar así a mi maestra, o a todos en Equestria… pero al mismo tiempo he querido esto por tanto tiempo que no puedo esperar, pero luego recuerdo que si fallo no solo voy a decepcionar mucho a las personas que quiero, sino que todos los ponis sufrirían las consecuencias.

─ Te entiendo ─ dijo Spike sentándose junto a ella. ─ Por mucho que estás segura que estás preparada las dudas vuelven una y otra vez. Sobre todo lo de la responsabilidad con todos.

Twilight fulminó con la mirada a Spike. ─ Sí claro, ¿Cuándo fue la última vez que tú tomaste una decisión de este calibre, Spike?

El dragón se limitó a mostrarle su Anillo. Twilight se sonrojó.

─ Ah… claro, ja-ja. Supongo que ponerme nerviosa por un Reino le sonará ridículo a alguien que tiene a su cargo todo el universo.

─ Un sector solamente ─ dijo Spike retrayendo su traje y ofreciéndole una garra a su hermana mayor. ─ Ahora vamos, vamos antes que a Celestia le dé un infarto.

Los dos se dirigieron al fondo del edificio, al sótano. Usar los cristales de teletransportación era mucho más rápido que usar el tren, de un viaje de cuarentaicinco minutos a unos dos.

─ Por cierto, ¿cómo me encontraste Spike? ─ Preguntó Twilight. ─ Creí que nadie me buscaría en el Salón de la Justicia…

─ Twilight, entre el doctor y tú instalaron el mejor sistema de vigilancia que la magia y la tecnología pueden crear. Todos sabíamos que estabas aquí, pero decidimos que yo era el más indicado para que te tranquilices. Ahora vamos, una taza de té y a dormir. Te hace falta un buen descanso, te necesitamos lista para tu gran día.

Twilight sonrió a su hermano mientras el cristal los llevaba de regreso a su hogar.

─ Por cierto Spike, ¿los miembros de la Liga van a asistir a la Coronación o no?

─ Pues lo estuvimos discutiendo y decidimos que es tu gran día, así que no te quitaremos los reflectores. Iremos pero como nosotros mismos y nos mezclaremos entre el público.

Twilight chasqueó la lengua, de hecho confiaba que el público estuviera demasiado confiado en los nuevos héroes de Equestria, ídolos de chicos y grandes, como para fijarse en ella y así no meter la pata enfrente de miles de ponis.

Spike lo notó y le guiñó el ojo.

─ Tranquila Twilight, si cometes un error muy grande yo mismo me aseguraré de causar una escena, y nadie lo notará. Palabra de Linterna Verde.

Twilight solo pudo reírse y abrazar a Spike de nuevo. ─ Sí de acuerdo Linterna. Cuento contigo entonces.

Castillo de Canterlot, al día siguiente:

Aquel era el evento de la década, y teniendo en cuenta los grandes cambios que hubo durante la susodicha, eso ya era decir mucho. Comenzando por el retorno de la Princesa Luna y los muchos otros incidentes que involucraron a las Portadoras de la Armonía… y luego el surgimiento de la Flecha y The Dash, comenzando una nueva de héroes. La era de los vigilantes enmascarados y los metaponis.

Pero esto se llevaba las palmas.

Después de quién sabe cuántos años reinando, las Princesas Celestia y Luna finalmente se retiraban y dejaban las riendas del Reino con Twilight Sparkle.

─ ¿Oye Twilight, y no te preocupa que alguno de los chicos malos se aproveche de la conmoción para causar una escena? ─ Preguntó tímidamente Fluttershy, mirando hacia todos lados.

─ Tranquila Flutters ─ dijo alegremente Rainbow Dash, señalando el dispositivo en su oído. Todos los miembros de la Liga estamos listos para actuar en caso algo pase.

Era cierto. Aunque se habían presentado como sus identidades secretas, o no tan secretas según el caso, estaban listos para saltar a la acción si algo pasaba.

Rainbow Dash, Rarity y Spike estarían en el cortejo de Twilight durante la ceremonia, justo en primera fila. Mientras, en los palcos VIP, las CMC estaban listas para la acción; y entre el público general, Diamond Tiara, Silver Spoon y Blue Blood. Blood había tenido que teñirse la melena de negro, y se la había desarreglado de tal modo que nadie lo reconociera, después de todo el príncipe estaba oficialmente muerto.

Finalmente en la retaguardia, Trixie estaba a cargo del espectáculo de fuegos artificiales para cuando la coronación fuera oficial, pero también estaba vigilante junto a todos.

Si alguien venía a aguar la fiesta, se las vería con todo el poder de la Liga de la Justicia.

─ ¿Todos en posición? ─ Susurró Blue Blood.

Todos murmuraron un rápido 'listos' mientras esperaban.

Los soldados, liderados por un muy orgulloso Shining Armor, tocaron las trompetas con furor mientras la Corte avanzaba. Liderados por Celestia y Luna, y seguidos por una muy nerviosa Twilight que saludaba tímidamente a la multitud.

Y cerrando la procesión se encontraban sus muy preciadas amigas, y por supuesto Spike quien le guiñó un ojo.

Ella

agradeció el gesto y se inclinó ante su mentora y la Princesa Luna.

Celestia le sonrió.

─ Levántate Twilight, no hay necesidad de inclinarse. De hecho, si hay alguien quien debería inclinarse esas seríamos nosotras…

Celestia le sonrió a Twilight, y luego miró al público.

─ Twilight Sparkle, durante todos estos años no has sino probado una y otra vez que eres digna… tal vez cometido m ás de alguna equivocación en el pasado.

─ Pero esas equivocaciones prueban que eres y siempre serás una poni… y que este lado tuyo siempre estará presente conmigo. Que nunca olvidarás quién eres, pase lo que pase…

Ambas se inclinaron, tanto que sus cuernos tocaron el de Twilight. Una chispa combinada salió de la punta de los tres cuernos.

Entonces Celestia y Luna se quitaron sus respectivas coronas con su magia y las combinaron en una sola, que mostraba los símbolos del Sol y de la Luna.

Twilight solo acertó a sonreír mientras Celestia y Luna le colocaban la Corona con sus alas.

Twilight sintió el peso de la Corona, tanto sobre su cabeza como figurativamente.

Entonces Celestia retrocedió un par de pasos y miró a la audiencia.

─ Ahora… mis pequeños ponis, a esta nueva Portadora le entrego el Poder del Sol…

Cargó su poder sobre la punta de su cuerno.

Twilight permaneció inclinada ante su antigua maestra… esperando recibir el Poder del Sol…

El poder descendió sobre Twilight, que lo recibió con un escalofrío abrumada por el Poder que recibía.

Sentía los tibios rayos del Sol cubriéndola, bañándola por completo al tiempo que el poder de Celestia crecía en su interior, cambiándola. A medida que la magia de Celestia se extendía sobre su cuerpo, sus células absorbían el poder del Sol. Podía sentirlo haciéndola más fuerte, mucho más fuerte… y aguzaba sus sentidos.

─ ¿Cómo te sientes, Twilight Sparkle? ─ Preguntó Celestia.

─ Increíble… puedo oírlo… puedo verlo todo…─ respondió Twilight mientras seguía recibiendo el poder del Sol. Todo su cuerpo temblaba mientras seguía recibiendo tan abrumador Poder.

─ Muy bien Twilight Sparkle… ahora permíteme otorgarte el Poder de la Luna ─ sonrió la Princesa de la Noche acercándose.

Pero paró, se dio cuenta que algo andaba mal, terriblemente mal.

Twilight seguía mirando fijamente al Sol, como hipnotizada. Lentamente extendió sus cascos y sus alas recibiendo los rayos solares.

Sus orejas se movían mientras que su sentido del oído se hacía más fino por momentos. Incluso sentía que su vista se hacía más clara, y que percibía muchos más detalles que antes. Incluso sentía como si viera a través de las cosas. Un brillo dorado la rodeaba.

Todos los ponis en la audiencia soltaban diferentes expresiones de asombro, mientras veía la transferencia de Poder comentando muy emocionados cómo todo esto era nuevo para ellos.

Incluso las amigas de Twilight murmuraban entre ellas, solo Celestia y Luna podían saber que esto no era para nada normal.

Twilight comenzó a temblar, abrumada por el nuevo Poder que recorría su cuerpo. Crecía cada vez más y más, su cuerpo apenas si podía resistirlo, lo supo cuando un gran dolor recorrió todo su cuerpo.

Pero nadie se dio cuenta de lo que ocurría hasta que Twilight gritó de dolor.

─ ¡AAAAAAAHRRRRGH!

El cuerpo de Twilight se elevó por los aires y de su cuerpo, sus ojos y su boca toda su magia fue expulsada de su cuerpo en un chorro de luz morada que atravesó el techo, muy para espanto de todos los presentes.

La combinación de su magia y su nuevo poder era demasiado para el cuerpo de Twilight Sparkle, uno de estos tenía que salir.

─ ¡Twilight, Twilight! ─ Gritó Celestia, tratando de llegar a su estudiante, pero un aura de poder puro la envolvía y no era capaz de acercarse.

Twilight seguía temblando, de nuevo sintiendo un tremendo dolor, pero esta vez dentro de su cabeza. Todo este tiempo sus sentidos seguían agudizándose, y cada vez captaba más y más información. Desde los ponis hablando… hasta el leve zumbido de los insectos a kilómetros de distancia, incluso su visión que captaba más y más a cada segundo se hacía más clara,captandomás y más.

Toda esta nueva información era mucho para su cerebro, y sentía una horrible migraña que aumentaba junto con las cosas nuevas que captaban sus sentidos.

Entonces alcanzó su punto máximo.

El brillo surgiendo de su cuerpo así como el aura abrumadora de Twilight pareció calmarse por unos instantes.

─ ¿Twilight Sparkle, estás bien? ─ Preguntó Celestia.

Por el rabillo del ojo Twilight miró quién le hablaba, la cercanía hacía que su voz sonara mucho más atronadora que el resto. Entonces soltó un grito al ver al horrible ser como esqueleto que se acercaba a ella, con un asqueroso corazón pulsante, y los nervios enmarañados por debajo de sus aterradores huesos.

Twilight soltó un grito de horror, y siguiendo sus instintos, golpeó a la criatura lanzándola lo más lejos posible de ella.

El impacto mandó a Celestia a través de todas y cada una de las paredes del castillo y terminó rodando por los jardines, chocando contra un roble, que se partió en dos a causa del impacto.

Trató de levantarse pero se dio cuenta que se había roto las costillas y la clavícula. Apretando los dientes trató de realizar sobre sí misma un hechizo de curación.

─ ¿Qué demonios?

Mientras, Twilight seguía gritando, tratando de sofocar las voces que le llegaban de todos lados a la vez.

En su dolor comenzó a golpear el suelo, un golpe tras otro, creando un pequeño temblor con cada impacto, tanto que del suelo las paredes comenzaron a agrietarse poco a poco. Las grietas se expandieron hasta el techo, hasta que terminó por colapsarse pieza por pieza.

Rainbow reaccionó rápido, volando a máxima velocidad para sacar a sus amigas a los jardines una a una antes que el techo las aplastara. Fluttershy, Pinkie Pie, Applejack, pero Rarity ya se había apartado gracias a sus sentidos entrenados de vigilante enmascarada. Otra enorme porción de techo estuvo a punto de caer sobre Rarity cuando un escudo verde esmeralda la protegió justo a tiempo.

─ Gracias Spikey-Wikey.

─ Es Linterna ─ dijo él mientras un traje negro y verde emergía de su anillo.

Una gran porción de techo cayó encima de ella, pero este se partió en dos cuando tocó la cabeza de ella.

─ ¿Twilight? ─ Preguntó Spike, acercándose con cautela.

Twilight miró al monstruo no-muerto que se le acercaba, un monstruo esqueleto, una especie de dragón que se atrevía a hablarle con la voz de su hermano pequeño.

Ella soltó un grito de furia y saltó sobre Linterna, que la repelió con un campo de fuerza color verde.

Ella se mostró confundida por unos instantes pero arremetió de nuevo, esta vez con tanta fuerza que el Anillo de Linterna no pudo contenerla, haciéndolo añicos ante el impacto y lo siguiente que supo el dragón fue que un casco lo golpeó en la cara con una fuerza descomunal, lanzándolo a él a través del agujero que había creado Celestia cuando fue golpeada por la misma fuerza.

Celestia acababa de recuperarse, cuando vio al dragón a punto de impactar a toda velocidad. A duras penas si pudo usar su telequinesis para reducir la velocidad del impacto de Linterna, pero lo detuvo justo antes que impactara contra el tocón de lo que antes era un árbol.

─ ¡Spike! ¿Te encuentras bien?

Linterna se limpió la sangre que rezumaba de su boca.

─ Twilight…

Voló a toda velocidad hacia donde la yegua color lavanda intentaba desesperadamente de acallar las voces que le llegaban de todos lados, así como intentar de enfocar su visión en un solo punto.

─ ¡Twilight Sparkle! Espera por favor ─ llamó la Princesa Luna.

Twilight vio a otro de esos monstruos esqueléticos acercarse hacia ella.

Sin pensarlo dos veces tomó lo primero que tenía a casco… un gran pedazo de techo, la mitad de lo que le cayó encima. Trató de usar su magia, pero no le respondía. El monstruo seguía acercándose hacia ella.

Lo tomó con su casco… y encontró el pedazo de techo inesperadamente ligero. Lo lanzó hacia el monstruo, que no tuvo tiempo de reaccionar.

El pedazo de techo se hizo añicos contra Luna, que rodó por el suelo por la fuerza del impacto. Sacudió la cabeza, tratando de recuperar el sentido. Hacía milenios que no la habían golpeado así.

Los ponis huían despavoridos, nadie entendía en qué momento las cosas habían empezado a salirse de control, pero ahora tenían en claro una sola cosa, ellos tenían que huir por sus vidas.

Entre ponis grandes y pequeños, las CMC, Diamond Tiara y Silver Spoon se quedaron en el medio de la confusión.

Scootaloo miró a Diamond Tiara, que le devolvió la mirada y asintió.

Sabiendo que nadie le hacía el menor caso, la potrilla corrió como pudo, haciéndose espacio entre la aterrorizada multitud.

─ ¡SHAZAM!

Alicorn Marevel saltó sobre Twilight.

─ ¡Princesa Twilight, no sé qué le está pasando pero le pido que se controle por favor!

Twilight miró al nuevo monstruo esquelético que se le lanzaba encima y de nuevo la golpeó.

Marevel recibió de lleno el golpe.

─ ¡Princesa Twilight por favor!
─ ¡Tontaloo! ─ Resonó la voz de Diamond Tiara en el oído de Marevel.

─ ¿Qué demonios quieres? ¿Y a quién te crees que llamas Tonaloo!

─ Noquéala, ¡es la única oportunidad!

Scootaloo asintió y golpeó a Twilight en el rostro.

La Princesa sintió el golpe, extrañamente carnoso para tratarse de un monstruo esquelético.

Ella lo devolvió con furia, pero la otra la detuvo en su casco.

─ ¡Princesa Twilight no me obligue a lastimarla!

Twilight no escuchaba, solo quería librarse de la visión de este horrible ser sobre ella. La golpeó, pero Marevel le devolvió el golpe sin dificultad y luego la inmovilizó con sus cascos.

Twilight intentó usar su enorme fuerza para librarse del agarre de Marevel, pero ella redirigió su poder, el relámpago le dio la fuerza para resistir la desesperada lucha de Twilight, pero se dio cuenta que la alicornio tenía una fuerza descomunal, tal vez más fuerte que Magic Storm.

Twilight miró fijamente a la criatura no-muerta sobre ella y concentró su mirada. Lo siguiente que Marevel supo fue que un rayo de energía pura la lanzó lejos de Twilight.

La Princesa gritó, dándose cuenta del tran poder que irradiaba de sus ojos, y tratando desesperadamente de pararlo, pero no podía, la energía seguía surgiendo de sus ojos. Sacudió la cabeza en un desesperado intento de parar esto.

Rarity gritó cuando el ataque de energía pura se dirigía hacia ella a toda velocidad. The Dash reaccionó y sacó a Rarity de la línea de fuego justo para regresar y darle una patada a Twilight a toda velocidad.

El impacto logró que la alicornio lavanda recuperara la conciencia por algunos instantes, parando su ataque de fuego. The Dash gimió de dolor, era como patear un bloque de acero.

Twilight paró por una fracción de segundo, recuperando relativamente la conciencia y parando su ataque de fuego.

Rainbow se recuperó a gran velocidad y trató de alejarse de Twilight, a quien reconocía ahora como un peligro inminente. Sin embargo, a pesar que el mundo se movía en cámara lenta para ella, por alguna extraña razón Twilight aún se movía a velocidad normal y esta la atrapó por el casco.

─Twilight…

Sin mucha dificultad, Twilight levantó a Rainbow Dash solo con un casco y la giró sobre su cabeza para luego arrojarla hacia el cielo.

Sweetie Borg y Linterna se acercaron.

─ Twilight solo queremos hablar, detente por el amor de Faust.

Ella miró hacia los dos nuevos objetivos, lista para contratacar, cuando Spike habló.

─ Twilight… aun estamos a tiempo que haga una escena… pero tienes que parar ya.

Una escena… pensó Twilight.

Miró al monstruo… y luego comprendió. Era su visión, aguzada por el Poder del Sol… era Spike, solo que veía a través de él.

Sacudió la cabeza, intentando concentrarse y luego volvió a abrir los ojos. Ahí estaba Spike, vestido con su traje de Linterna Verde.

─ Spike… es demasiado… no puedo, no puedo con todo… ¡JAMÁS DEBÍ ACEPTAR ESTO!

─ ¡Déjanos ayudarte! ─ Dijo Linterna, acercándose poco a poco.

A su alrededor, los ponis ya habían terminado de huir, lo que había disminuido el ruido pero aun los escuchaba. Escuchaba cosas a kilómetros.

─ No puedo más… es demasiado, ¡demasiado!
─ Está bien, si estamos juntos todo pasará más rápido ─ dijo Sweetie Borg.

Rainbow Dash se unió poco después. ─ No sé qué te haya hecho Celestia, pero podemos remediarlo ¡juntas Twilight! Vamos, ¡déjanos echarte un casco!

Twilght solo se cubrió los oídos.

─ No puedo… es demasiado… demasiado… no puedo soportarlo más…

Comenzó a elevarse centímetros del suelo.

─ ¡Twilight espera por favor! ─ Gritaron Dash y Linterna al unísono.

─ ¡Princesa! ─ Gritó Sweetie.

Pero Twilight no las escuchaba, en su lugar se elevó por los aires y se alejó lo más rápido que pudo del mundo entero, la civilización. Aun el mundo salvaje. Era el ruido, ella tenía que alejarse de todo el ruido.

Salió disparada en el aire, rompiendo en un instante la barrera del sonido.

La onda expansiva empujó a todos los héroes hacia atrás.

Rainbow miró alrededor. ─ ¿Oigan, soy yo o ni siquiera tuvo que agitar sus alas para volar?

Celestia, ya recuperada, fue a socorrer a Luna, quien también había tenido que usar un hechizo de recuperación sobre sí misma.

─ ¿Estás bien, Luna?

─ Sí tía, gracias. Eso… ¿qué fue lo que acaba de pasar?

─ No tengo ni la menor idea, pero lo que sí sé es que…

Linterna se acercó y empujó a Celestia. Su empujón no logró mover siquiera a la alicornio, pero la repentina hostilidad del dragoncito era algo para lo que no estaba preparada.

─ ¿Spike?

─ ¿Qué fue lo que le hizo? ─ Preguntó el dragón muy seriamente.

─ Spike, no sé de lo que hablas.

─ Pregunté qué fue lo que le hizo a Twilight ─ dijo Linterna, en un tono más autoritario.

─ Spike, Tia claramente no tiene ni idea de este incidente ─ trató de intervenir Luna.

─ No estoy hablando con usted, Princesa Luna ─ dijo Linterna firmemente.

Celestia finalmente comenzó a alejarse. ─ Spike, no tengo tiempo para esto. Ahora mismo hay que detener a Twilight Sparkle antes que pase algo de veras malo.

Celestia comenzó a caminar, cuando fue detenida por un aura verde esmeralda.

─ No, usted no se mueve de aquí hasta que me diga bien claro qué fue lo que le hizo a Twilight. ¿Entendió? ¿QUÉ LE HIZO?

Luna se adelantó.

─ Spike basta ya. Entiendo que estés molesto pero si sigues así vas a obligarnos a lastimarte.

Rainbow Dash se plantó frente a Luna, con relámpagos surgiendo de su cuerpo.

─ Adelante, atrévase. Tóquele una escama y le juro que me va a conocer.

Marevel se unió. ─¿Qué le hicieron a la Princesa Twilight? Hablen ahora, o les sacaremos la verdad a golpes. Saben bien que los metas tenemos la ventaja.

Las dos hermanas se miraron, sabiendo que lo que decía Marevel era cierto. Aquí tenían las de perder.

─ La razón por la que tenemos que hallar a Twilight Sparkle es porque literalmente no sabemos nada de lo que está pasando ─ trató de explicarse Celestia. ─ Tenía que entregarle a Twilight Sparkle el poder del Sol… pero esto… no tenemos ni idea de qué ocurrió. Mientras antes la encontremos antes podremos ayudarla. Por favor, Liga de la Justicia… esta vez no es para ayudar a la ponidad sino a Twilight Sparkle. Por lo que más quieran, ayúdennos a ayudarla…

Después de considerarlo unos instantes, Rainbow habló por todos.

─ Más les vale hacer algo, porque si no en serio que van a saber de nosotros.

Ubicación desconocida:

La Hechicera avanzó por aquella cueva perdida en el medio de la nada, desconocida aún para Grogar, y se inclinó profundamente ante una pequeña oruga que miraba las estalactitas aparentemente aburrido.

─ ¿Lo tienes? ─ Preguntó la Mente Maestra.

La Hechicera sonrió y sacó de entre su melena un cristal que emitía un misterioso brillo color lavanda.

─ Tal como ordenó, Señor Mente Maestra. La Magia de Twilight Sparkle.

La Mente Maestra se rio.

─ Perfecto, esto es tan genial. Lo hiciste bien, Hechicera.

─¿Y dígame, Señor Mente Maestra, qué planea hacer con esta poderosa Magia?

La Mente Maestra amplió su sonrisa.

─ Alimentar al grandote, ¿qué más? Está tan hambriento de magia que no veo por qué no darle una golosina.

La Hechicera pareció extrañarse. ─ ¿Señor? Pero, ¿no le parece un desperdicio?

─ ¿Yo qué sé? A lo mejor quién sabe ─ respondió la Mente Maestra. ─ Yo solo sé lo que les pasa a los necios que consumen demasiado poder ajeno.

La Hechicera solo miró a su mentor, esperando que continuara.

─ Por favor ilumíneme, Señor Mente Maestra.

La oruga suspiró. ─ ¿No lo sabes? Te lo expliqué al menos un millón de veces. Supongo que típico de ustedes las mentes inferiores, tienden a olvidar aquello que no creen les sea de utilidad.

─ Le perdono mi incompetencia Señor Mente Maestra, pero en verdad me gustaría saber…

La oruga se relamió los labios con deleite, regresando su atención a las estalactitas. ─ Digamos que tanto poder es mucho, demasiado para que cualquier mente pueda manejarlo. No pasará mucho antes que su poder consuma su diminuto cerebro convirtiéndolo en un títere mucho más fácil de manejar. Jajajajajajajaa…


Y de regreso a mi universo DC/MLP. A todos los que siguen este universo espero les haya gustado el nuevo proyecto con la introducción de uno de mis personajes menos favoritos de este universo pero supongo que un DCEU sin Superman esa algo así como una dona sin agujero.

De cualquier manera espero les haya gustado el primer cap. Para los que tengan alguna idea de los planes de la Mente Maestra por favor no duden en comentarlas. Creo que es muy obvio pero también me gusta jugar a las adivinanzas.

Chao; nos leemos!