Al mediodía decidimos salir, guardé algunas cosas en un bolso y fuimos a la orilla de la playa, justo detrás de la casa había un acceso directo y Alexis caminaba feliz delante de nosotros, usaba un traje de baño amarillo con un estampado de flores al frente, en una de sus manos llevaba una pequeña cubeta y una pala, Castle caminaba a mi lado, en sus hombros llevaba un par de toallas, al llegar al punto deseado las colocó sobre la arena y se sentó sobre una de ellas, se quitó la camiseta que usaba y sacó del bolso el bloqueador solar ofreciéndomelo.

Lo esparcí sobre su espalda y pecho, luego hice lo mismo con Alexis que jugaba con la arena, hacía figuras con la pala, Castle jugaba con ella, me agradaba ver como jugaban y hablaban de diversas cosas mientras intentaban hacer un puente en la arena.

-Kate vamos al agua.- Alexis me miraba parada frente a mi, después de que dejara de lado sus juegos con rick.

-vamos.- me levanté, deshaciéndome del vestido que usaba.

Tomó mi mano y caminó conmigo hasta donde el agua mojaba nuestros pies, se aferró a mi cintura cuando el nivel del agua sobrepasó su cintura, la tomé entonces en mis brazos, me rodeó con sus brazos mientras avanzaba, Castle nos miraba desde su sitio en la toalla, levantó su mano para saludarnos cuando Alexis lo hizo, podía sentir sus piernas rodeándome, reía mientras señalaba las cosas que veía a la distancia.

Volvimos a la orilla después de unos minutos, Rick nos esperaba con la toalla en la mano, de nuevo Alexis se sentó en la arena mientras llenaba la pequeña cubeta con arena.

-este lugar es increíble.-dije después de que él pusiera la toalla sobre mis hombros.

-si, lo sé, por eso me gusta, es tranquilo, casi no hay gente por aquí y a Alexis le encanta venir siempre que podemos.

-ya veo.

-podemos caminar por el muelle mas tarde, de noche es aun más hermoso.

-eso me gustaría.

-podemos cenar y luego dar un paseo.

-perfecto.

Me di vuelta para besar sus labios, apoyé la cabeza en sus piernas mientras él me contaba anécdotas que había vivido en esa casa.

Volvimos un par de horas más tarde, cocinamos algo ligero y nos sentamos a ver una película antes de salir, Alexis se durmió, buscaba algo que ponerme para la cena cuando sentí sus brazos rodeando mi cintura, sus labios se posaron en mi cuello.

-Alexis podría despertar en cualquier momento.

-seré rápido.- susurró en mi oído.

-no me gusta hacerlo así, me gusta disfrutar cada parte de tu cuerpo con calma.

-lo sé, pero.- tomó mi mano y la puso sobre su erección.- no creo poder esperar hasta después de la cena.

Sus manos se deshicieron de mi ropa interior en cuestión de segundos y pronto lo sentí penetrándome, al principio con lentitud, luego con cierta rapidez, cubrí mi boca con mi mano para no hacer ruido, sus manos se posaron en mi cadera marcando el ritmo, me dejé caer sobre la cama cuando todo terminó y él besó mis labios con ternura.

La cena estuvo deliciosa y el paseo fue bastante entretenido, Alexis se esmeraba por describir cada cosa mientras caminábamos, tomó mi mano y luego de un rato volvimos a casa.

Escuché a Rick contándole una historia antes de dormir, intentaba vestirme cuando él entró a la habitación, tenía en mis manos una camiseta larga que pretendía ponerme, hacía calor.

-qué planeas?.- dijo apoyado en el marco de la puerta.

-no se de que me hablas.- entonces él cerró la puerta y se acercó a mi arrebatándome la camiseta de las manos.

-sabes bien de que hablo, te encuentro paseándote desnuda por la habitación, sabiendo que estoy enamorado de ti y que me encanta tu cuerpo.

-bueno, yo…- besó mis labios deseoso de mucho más.-creí que te dolía la espalda.- mi voz sonaba entrecortada, sus labios hacían un recorrido desde mi pecho hasta mi vientre.

Él solo sonrió y continuó con su tarea, sujetó mi cadera haciéndome elevarla, su lengua hizo maravillas mientras sus dedos apretaban mis pezones provocándome toda clase de sensaciones.

Su corazón latía acelerado, apoyé la cabeza en su pecho, su dedos aun acariciaban mi espalda mientras dejaba pequeños besos en mi cabeza, podía sentir la brisa entrando por la ventana, me dormí unos segundos después.

-quieres café?.- preguntó Rick apoyado en la cama.

-qué?

-café.- dijo una vez más y entonces pude ver la luz del sol.

-qué hora es?

-cerca de las 9.

-que haces de pie, deberías estar aquí a mi lado.

-lo sé, pero Alexis ha despertado con hambre y tiene la idea de hacer algo en el patio, iremos a comprar algunas cosas, te dejé el desayuno listo, vístete.- dijo levantando la sábana y sonriendo.- dijo que vendrá a despedirse de ti.

-bien.- un par de minutos más tarde Alexis apareció, besó mi mejilla y salió de la mano de su padre.

Me senté a la mesa y comí con tranquilidad, bebí el café mientras veía a través de la ventana, el cielo de nuevo lucia azul, el sonido de las olas del mar y el aroma del aire fresco inundaba todo, salí un momento, el día anterior no había puesto atención a la piscina que se encontraba al lado de la casa, era grande, rodeada por pasto verde, en absoluta calma, un par de horas pasaron antes de que volvieran, recorrí el lugar observando todo alrededor.

-ya volvimos!.- escuché a Rick decir desde la puerta, llevaba en sus manos un par de bolsas.

-Kate!.- gritó Alexis buscándome.

-aquí.- conteste desde el jardín trasero sentada en el pasto mirando un par de mariposas volar entre las flores.

-qué haces aquí?.- dijo Alexis acercándose.

-mira eso, son hermosas.- señalé las mariposas.

-que lindas.

Castle apareció detrás de ella, besó mis labios, colocó algunas cosas sobre la mesa, luego entró a la casa y varios minutos después se acercó a nosotros, extendió su mano para que la tomara, caminamos hasta la orilla de la piscina y se sentó señalando el lugar a su lado para que yo lo hiciera, sentí el agua en mis pies al momento, Alexis corría de un lado a otro persiguiendo las burbujas de jabón que salían de un juguete que sostenía en sus manos.

-me gusta este lugar.

-lo sé.- dijo después de besar mi mano.- tranquilidad absoluta, por eso la compré.

-vienes con frecuencia?

-un par de veces al año, no siempre se puede, el trabajo, el colegio.

-entiendo.

-en alguna ocasión he venido cuando no encuentro como seguir con un libro.

-has venido con alguien que no sea Alexis?

-si en alguna ocasión, no puedo negarlo, por qué lo preguntas?

-no lo sé, solo lo pensé.

-Kate… fui muy sincero con lo que dije el otro día, asi como tu, yo también tuve alguna relación después de mi divorcio, pero ahora la situación ha cambiado, te amo, mi hija te ama, mi madre te ama, estoy muy enamorado de ti y en lo último que estoy pensando es en arruinarlo por una estupidez, la que sea, entiendes?

-entiendo, solo no pude evitar preguntar, me gusta que seas sincero conmigo.

-quieres beber algo?.- preguntó después de levantarse.

-si, claro.

Pasamos el resto del día jugando con Alexis en la piscina, por la noche vimos una película y cenamos sentados en el piso entre los juguetes de Alexis, hicimos un pequeño fuerte en la sala y el juego terminó cuando Alexis se durmió entre las mantas, era casi media noche cuando la llevamos a la cama y nos fuimos a nuestra habitación.

Me encantaba el tiempo que estábamos pasando juntos, éramos una familia y era increíble estar allí.

Estábamos recostados en la cama, Rick acariciaba mi espalda, suspiraba a veces y dejaba pequeños besos en mi frente.

-nunca me has hablado de tu familia.- dijo de pronto.

-quizá conozcas a mi madre pronto.

-donde está?, no vive aquí?.- preguntó curioso.

-es una larga historia.

-cuéntame.

-bien, pues ella tuvo que irse, ella estaba pasando por un momento difícil y decidió que era momento de tomar una gran decisión, se internó en un centro de rehabilitación.

-pero ahora está bien?

-eso parece, me llamó hace unos días, en un semana más podrá salir y puede ser que la conozcas.

-bien, y tu padre?

- él, falleció hace algunos años.

-lo siento tanto.

-yo también, pero no podíamos hacer nada por él, estuvo enfermo un par de años hasta que murió, fue algo triste pero creo que al final nos sentimos aliviadas, no merecía vivir asi.

-por eso tu madre?

-si, después de eso todo parecía estar bien, ella siguió en su empleo, empezó a viajar más, también a beber más, estar sola le facilitaba las cosas hasta que llegó al punto de no poder controlarlo, cada vez era más frecuente que hiciera algo de lo que luego se arrepentía y venía a pedirme perdón, lloraba y me suplicaba que no la dejara sola pero luego volvía a lo mismo.

-debió ser difícil para ti.

-frustrante, nunca sentí que yo fuese de ayuda, me dolía verla así ,sabía que me ocultaba cosas pero se negaba a aceptar que tenía un problema, me molestaba no ser suficiente para ella.

-no digas eso, tu madre tenía un problema, aun lo tiene, tomó una decisión pero nada de eso es tu culpa.

-bueno ha sido difícil para mi aceptar eso, saber que no es por mi, ella es una mujer adulta y aunque yo siempre estaré para ella creo que aun nos queda mucho camino por recorrer.

-eso es seguro, ahora nosotros estamos contigo.

-lo sé, me siento mejor ahora.

-deberíamos dormir, Alexis se despertará mañana con mucha energía y ganas de jugar.

-eso es seguro.

Rick besó mis labios y acarició mi cintura un poco más pero luego de un rato ambos nos quedamos dormidos, abrazados.

Asi como lo dijo Rick, Alexis fue la primera en levantarse, la puerta de la habitación se abrió y ella entró corriendo y saltando sobre la cama, llevaba el cabello suelto y su pijama purpura, en su mano tenía un diente que se había caído unos minutos antes.

- papá, papá, papá, el diente, el diente.

-se ha caído?

-si, el hada vendrá esta noche.

-bien, guarda muy bien ese diente, sin diente no hay hada.

-si papi.- y corrió de nuevo hasta la puerta, sin embargo no salió volvió de nuevo hasta la cama y me abrazó.- buenos dias Kate.

-buenos dias nena.

Entonces salió, lo último que vi fue su cabello volando debido a la carrera, Rick me abrazó.

-buenos días cariño, desayunamos.

-desayunamos.

Para entonces Rick se movía más, aun tenía dolor en la espalda pero la cicatriz estaba sanado muy bien, se veía feliz y eso me gustaba, en la cocina Alexis daba vueltas sacando cosas para cocinar, cerca del mediodía Rick recibió una llamada.

-debo salir.- dijo cuando terminó.

-a donde vas?

-Gina quiere verme, hay una entrega pendiente, puedes quedarte con Alexis, debo hacer un par de cosas.

-quieres que te lleve puedo ir con Alexis de paseo mientras tu atiendes tus asuntos.

-eso estaría bien, gracias, iré a cambiarme la ropa.

-bien, iré por Alexis.

Castle se perdió detrás de las puertas de un edificio donde Gina ya lo esperaba, lo último que vi fue su mano diciendo adiós y su sonrisa, Alexis caminaba a mi lado, llegamos a un pequeño jardín donde nos sentamos un momento, comimos un helado y hablamos de todo lo que veíamos alrededor, la tarde era cálida, había una ligera brisa y se podía escuchar el murmullo de los árboles siendo movidos por la misma.

-vayamos a los columpios.-dijo Alexis cuando el helado se terminó y tomó mi mano para que la acompañara.

-bien.

La vi sentarse en uno de ellos esperando que le ayudara, escuché sus carcajadas mientras se balanceaba en el.

Los minutos pasaron tan rápido que no fue hasta que vi a Rick cruzar la calle que me di cuenta de que habíamos estado allí más de una hora.

Caminamos de nuevo por uno de los muelles tomados de la mano, mientras Alexis caminaba delante soplando burbujas, el viento movía su cabello y su sonrisa iluminaba su cara, pensé de nuevo en la posibilidad de tener una familia con Rick, de algún día tener hijos.

Para cuando volvimos Rick llevaba a Alexis en sus brazos, ella estaba cansada y antes de subir al auto para volver había bostezado un par de veces, antes de llegar ya se había dormido en el asiento trasero y Rick la llevó en sus brazos hasta su habitación.

Me quedé un momento en la cocina, veía la luz de la luna reflejada en el agua mientras bebía agua y pensaba en lo que quizá haríamos al día siguiente, sentí los brazos de Rick rodeándome, sus labios besando mi mejilla.

-quieres ir a nada un poco?.- dijo en mi oído.

-y Alexis?

-no creo que despierte, no ahora, podemos ir un rato y pasarlo bien juntos.

-bien, iré por un par de toallas.

- ok.

Unos minutos mas tarde, estábamos sentados en la orilla, mirando el cielo estrellado, sintiendo la brisa tibia.

-entonces no volverás al trabajo ahora?.- pregunté apoyando la cabeza en su hombro.

-no, me tomaré un par de semanas, además Alexis necesita que esté con ella al menos unos días.

-su madre no volverá?

-no lo creo.

-pero Alexis estará bien?

-si, será complicado unos días pero luego estará bien, ahora está bien, le hace bien que estés aquí con nosotros.

-no creo merecer tal responsabilidad.

-no creo que se trate de eso, se que te preocupan muchas cosas, créeme que Alexis entiende lo que sucede, sabe muy bien quien es su madre y quien eres tu, le gustas mucho, te admira, cree que tu trabajo es increíble y que eres muy linda, te quiere en verdad.

-vaya, yo también la quiero mucho.

-pues el amor es mutuo, todos nos queremos.

-que esperas de esto, de nuestra relación?

-lo sabes ya, todo lo que te dije la vez pasada, quiero estar en tu vida mucho tiempo y también quiero que algún día aumentemos la familia, pero no te asustes, puedo esperar el tiempo que sea necesario.

-lo sé, lo sé, es solo que miró a Alexis y no puedo evitar pensar en lo maravilloso que sería que tuviéramos un bebé, ella es tan linda y fantaseo con esa idea, debo parecer una loca.

-por qué?, por fantasear con tener bebés tan lindos como Alexis?.

-si.

-yo creo que es normal, te diria mentiras si te dijera que no lo he pensado antes pero la verdad es que asi ha sido, sin embargo creo que deberíamos esperar un poco más y no apresurarnos, todo llegará a su debido tiempo y será lo mejor que nos haya pasado, ya lo verás.- besó mis labios y acarició mis dedos.

Nos quedamos un momento en silencio solo acariciándonos y besándonos suavemente.

El resto de los días fueron igual de increíbles, Alexis estaba feliz y nosotros también, el domingo el día estuvo nublado y antes de salir una ligera lluvia cayó, Alexis estaba abrazada a mi en el sillón, Rick estaba del otro lado, nos miraba y sonreía, creo que fue el mejor de todos los momentos que pasamos juntos el fin de semana y ya deseaba volver a hacerlo por que tenerla entre mis brazos había sido simplemente reconfortante.

El lunes muy temprano estaba de vuelta en mi escritorio, mis compañeros llegaron un poco más tarde, en cuanto llegaron nos fue asignado un nuevo caso y de nuevo estábamos ocupados en algo.

El martes comí con Rick y Alexis, por la noche de nuevo me quedé con él, el miércoles fue lo mismo y el jueves me sorprendí deseando salir del trabajo para ir a casa con ellos, hasta entonces no me había dado cuenta de lo mucho que me gustaba estar rodeada por ellos, me encantaba despertar entre los brazos de Rick y sentir las manos de Alexis sobre mi cara, por primera vez en mucho tiempo no me sentí sola, sentí que era parte de algo y eso me gustaba mucho.

El sábado recibí una llamada poco antes del mediodía, estaba sentada en el piso de la sala, Rick había salido más temprano y Alexis y yo hablábamos de distintas cosas mientras vestíamos y peinábamos muñecas.

-hola.-dije sin saber quien se encontraba del otro lado pues la pantalla mostraba un número desconocido.

-hola, es la srita Beckett?

-si soy yo.

-su madre nos ha dado este número, no se si ella le comentó que podría salir en estos dias.

-oh, si ella, ella me lo dijo.

-bien cree que pueda venir por ella en una hora.

-esta bien, ella está bien?

-si pero necesitamos que un familiar suyo conozca algunas reglas.

-bien, yo estaré allí.

Justo en el momento que terminé la llamada Rick entró, me miró sonriente y después de saludar a Alexis se acercó y besó levemente mis labios.

-Rick debo irme.

-tan pronto.

-ha surgido algo y no puedo llegar tarde.

-puedo acompañarte?.-dijo Alexis.

-no, yo, bueno es que… Rick?

-te podemos acompañar si quieres, esperaremos en el auto.

-bien.

Llegamos al lugar unos 10 minutos antes de la hora indicada, antes de bajar del auto respiré profundo, hacia varios días que no veía a mi madre y solo había hablado con ella una vez, así que realmente no sabía que era lo que sucedería, me ponía bastante nerviosa no saber a lo que me iba a enfrentar, me despedí de ellos y bajé del auto, caminé hasta la puerta y presione el timbre, espere a que abrieran unos segundos, un hombre joven apareció, llevaba en sus manos un juego de llaves.

-si, diga?

-me han llamado, vengo a recoger a alguien.

-oh, es usted, venga conmigo.

El joven caminó lentamente por un sendero empedrado, el lugar parecía un hotel aunque era silencioso, muy silencioso, no se veían otras personas, solo nosotros, se detuvo frente a una puerta de madera, la abrió y se hizo a un lado dejándome pasar.

-siga el camino, ve esa puerta blanca?.- asentí.- toque allí.

-gracias.

Caminé hasta donde dijo, una puerta de madera blanca estaba frente a mi, una mujer muy joven apareció del otro lado del pasillo me miró pero no dijo nada solo continuo con lo que hacia, voltee hacia la puerta cuando el sonido de alguien girando la perilla me hizo mirar.

-Beckett?.- preguntó una mujer mayor.

-si, soy yo.

-pasa, tu madre te espera en el pasillo.

Di la vuelta en el corredor, mi madre estaba sentada en un sillón, leía una revista, levantó la vista cuando escuchó mis pasos, se veía diferente, era diferente, su rostro ligeramente maquillado, su cabello recogido en una cola de caballo y una timida sonrisa enmarcada por algunas arrugas, se veía más joven a pesar de ello, se puso de pie y dio un par de pasos, usaba un perfume cuya fragancia inundó mi nariz, era dulce, afrutado, usaba unos pantalones de algodón y una camisa de la misma tela, bajó la vista al suelo, parecía estar un poco nerviosa.

- mamá.- dije sorprendida.- vaya te ves mejor que la última vez.

-lo crees?

-si, lo creo.

-es usted Katherine Beckett.- la voz grave de un hombre parado detrás de nosotros me interrumpió.

- si.-fue lo único que dije.

-venga conmigo, debemos hablar un minuto antes de que puedan irse.

-ya vuelvo mamá.

El hombre me mostró una oficina, había una silla de cuero frente al escritorio donde me indicó sentarme, su gesto era serio, sus manos grandes y tenía bastantes canas en el cabello, no me miraba solo veía hojas sobre el escritorio.

-es tu madre, verdad?

-si.

-supe que llegó sola, algo que normalmente no vemos, es raro que alguien que tiene un problema admita que tiene un problema.

-entiendo.

-pero parece que ha completado el programa con éxito.

-que bien.

-ella vive sola?

-si, ella viaja frecuentemente, por su trabajo.

-bueno ese podría ser un inconveniente, por si tiene una recaída, no es bueno que esté sola.

-bien, puedo vivir con ella un tiempo, asegurarme de que eso no suceda.

-te digo esto por que nuestro trabajo esta hecho, es responsabilidad de ellos y sus familias que continúen así, le daré un par de tarjetas de grupos de apoyo es su decisión si quiere asistir, espero que entienda que ahora dependerá de ustedes.

-entiendo, perfecto.

-ahora, se le iba a dar un período de prueba pero estamos sobrepoblados y teniendo en cuenta que ella parece no tener mayores problemas la dejaremos irse a casa, necesito que firme la hoja en la que dice que ella se está retirando y eso sería todo.

Unos 5 minutos después caminábamos a la salida, ella llevaba un pequeño bolso con sus pertenencias, íbamos en silencio y después de salir por la puerta principal, me detuve, ella me miro curiosa.

-pasa algo?

-tengo que decirte algo antes.

-y que es?

-bien, ves ese auto de allí?.- señalé hasta donde Rick y Alexis me esperaban.

-si.

-Richard y su hija están allí, recuerdas al escritor y todo lo que te dije la última vez.-ella asintió.- bueno se podría decir que nuestra relación ha ido creciendo, creo que ahora somos una familia, me estoy quedando con ellos, aunque supongo que ahora debido a las recomendaciones del hombre allí dentro deberías quedarte conmigo.

-no quiero ser un problema.

-no es un problema, solo quiero que sepas cual es la situación, ellos son parte de mi vida ahora, así que los verás con frecuencia.

-bueno no quiero decepcionarte, haré lo necesario.

-esto no es por mi, es por ti, realmente quiero que estés bien, solo te explico la situación.- asintió y luego sonrió.- andando, nos esperan.

Alexis nos miraba con curiosidad cuando nos acercamos, debí hablar con ellos al respecto, sin embargo nunca lo consideré, ahora es un poco extraña esta situación.

-hola.- Rick salió del auto seguido por Alexis.

-Rick, recuerdas que te hablé de mi madre.

-claro.-de inmediato se acercó y extendió su mano.-es un gusto señora, mi nombre es Richard y esta es mi hija Alexis.

-hola.-dijo Alexis con timidez.

-nos vamos.- me apresuré a decir.

-claro, suban, dame eso.- Rick tomó el bolso de mi madre y lo puso en la parte trasera del auto, poco tiempo después íbamos en camino.

-puedes llevarnos a mi departamento.- dije con seriedad.

-bien, si seguro.

Al llegar se detuvo frente al edificio, ambas bajamos pero antes de que ellos lo hicieran le pedí a Rick que nos dejara solas, yo le llamaría más tarde, al principio me miró desconcertado, imagino que pensó que vendrían con nosotros pero yo necesitaba un tiempo con mi madre.

-entiendo.-dijo al final.

-vienes más tarde Kate?.- Alexis me miró ansiosa.

-le llamaré a tu papi más tarde, está bien?

-bueno.

Tomé el bolso de mi madre, ella se despidió de ellos y luego subimos al departamento, abrí la puerta, todo estaba en silencio y en la misma posición como lo había dejado, por un momento fue extraño verlo así, no sabía que se podía extrañar a alguien de esa manera y así de rápido, mi madre caminó y miró alrededor.

-no sabía que ibas tan enserio con él?

-si, bueno, fue un poco complicado .

-tal vez no debería estar aquí, hace mucho que tienes una vida sin mi y creo que puedo manejarlo, estaré bien.

-quédate unos dias, veamos como va todo, solo no quiero que estés sola.

-temes que suceda algo?.- me miró inquisitiva.

-también, pero eres una mujer adulta creo que sabes lo que haces y sabes también lo que eso significaría.

-lo sé, pero no quiero interferir en tu vida.

-no, eso no va a pasar pero por el bien de todos es mejor que vayamos con calma.

-bien.

-quieres comer algo?, debo ir a comprar algunas cosas, olvidé que no he pasado mucho tiempo aquí últimamente y no tengo nada decente que comer.

-si está bien.

-ya vuelvo.

Caminé por el pasillo, bajé lentamente por la escalera y al llegar abajo saqué mi teléfono, esperé pacientemente que Rick contestara.

-Kate.-dijo con voz suave.

-hola.

-estas bien?, están bien?

-si, claro pero esta noche no iré.

-si, entiendo, está bien, pero podremos vernos pronto verdad?

-claro solo no quiero dejarla sola y quiero estar segura de que ella volverá a su vida como era antes.

-si, tal vez podríamos comer juntos mañana, trae a tu madre, pasaremos un buen rato y podremos conocernos.

-si, claro, eso estaría bien, debo irme.

-Kate?

-si?

-te amo Kate.

-y yo a ti Rick.

Al volver preparamos la comida juntas hacia mucho tiempo no hacíamos algo más que discutir y eso se sentía bien pero también se sentía raro, era como volver a empezar, volver a descubrir quienes éramos y lo que habíamos hecho en todo ese tiempo separadas.

Al día siguiente después de mediodía fuimos a comer con Rick y Alexis, Martha no estaba en la ciudad, la extrañé pero por fin había conseguido un papel en una obra de teatro que le encantaba y que le quedaba como anillo al dedo o eso había dicho ella, Alexis nos miraba con curiosidad pero sin atreverse a mencionar todas esas preguntas que sabía se acumulaban en su cabeza, fue mientras lavaba los platos que se acercó a mi.

-Kate?

-dime pequeña.

-si ella es tu mamá, y tu te casas con mi papi, será mi abuela?

-muy probablemente.

-te vas a casar con papi?

-algún día si, puede ser.

-papi dice que tu mami estuvo enferma un tiempo, es verdad?

-si, algo asi.

-ella se va a quedar?

-ella vive conmigo ahora, pero quizá un día vuelva a su casa.

-oh, por que no me habías hablado de ella antes?

-no lo sé.

-se parece mucho a ti, es muy bonita como tu.

-gracias.

-Kate?

-dime.

-puedo llamarla abuela ahora?

-bueno.- la miré unos segundos, luego miré a mi madre que hablaba con Richard.-deberías probar, apuesto que le gustara.

-te quedarás hoy?

-deje lo que hacia, seque mis manos y tomé a la niña en mis brazos, besé su mejilla.-hoy no puedo nena, me quedaré en casa con mi madre, pero prometo que nos veremos pronto, tal vez salgamos las tres juntas un dia, que te parece, te gustaría?

-si.

-espero que la abuela Martha no se enoje por que tienes una nueva abuela.- Alexis cubrió su boca con su mano para ocultar su sonrisa.

-movió la cabeza.- espero que no.- luego rodeó mi cuello con sus brazos y besó mi mejilla.-te quiero mucho Kate.

-yo también, mi amor, yo también.

Pasamos un rato más juntos, mientras Alexis hablaba con mi madre en la sala, Rick se acercó a mi.

- estarán bien, verdad?

-si, claro, no te preocupes, debemos irnos ahora.

-ha sido muy poco, me estaba acostumbrando en tenerte aquí, espérarte por la tarde.

-lo sé, yo también.

-quieres que las acompañemos?

-no, está bien.

-bien.

Una semana pasó entre el trabajo y verificar que mi madre asistiera a sus reuniones, ella no había vuelto al trabajo aún, seguía acostumbrándose a su nueva forma de vida, Rick y Alexis habían cenado un par de veces con nosotras pero era evidente que Rick y yo necesitábamos un momento a solas, momento que simplemente no llegaba.

Poco a poco mi madre fue haciendo cosas ella sola, me gustaba que fuese independiente y que diera muestras de no recaer en malos hábitos pero también me preocupaba que al verse sola cayera en la tentación, reduje mis horarios en el trabajo para poder asistir con ella a las reuniones del grupo de apoyo pero eso estaba limitando mi tiempo con Rick, no era lo mismo llamarle que poder estar con ellos, jugar con Alexis o pasar la noche con Rick.

nos leemos en el proximo, ya estamos muy cerca del final, espero sus comentarios como siempre.