Iniciamos un nuevo desafio, esta vez del mano del Ship compuesto por Marinette y Chat Noir.

Esto es lo que yo haré.

🌙-MariChat Reto 2020 : Cuentos de una Princesa y su gato

🌙-Fecha de Inicio: 1 de Mayo 2020

🌙-Fecha de Finalización: 31 de Mayo 2020

🌙-Capítulos: 31

🌙-Palabras: Entre 300 a 2000 palabras.

🌙-Cronología: Drabble / One Shot Independientes.

🌙-Algo mucho muy importante que quiero recordarles: "Me gusta lo osado, lo divertido y un poco de picardia, pero no hay lemmon en mis fics de Miraculous"

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Sin más que acotar, bienvenidos sean a mi séptimo reto en lo que va del año...


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Marichat May 2020

Día 01

Bruja AU

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Para cualquier bruja, el día que reciben su escoba y su gato es el más esperado en la academia, porque significa que pueden transportarse libremente y te otorgan la confianza y la protección que solo los gatos entregan.

Marinette no era la excepción, llevaba días sin dormir pensando en que tipo de gato le tocaría, ¿uno negro con ojos azules? ¿O ojos dorados? ¿será tranquilo o agresivo? Solo esperaba que pudiera llevarse bien con ella, un amigo era lo que más quería en el mundo… aunque fuera un felino.

Sus compañeras fueron pasando por orden de lista, pero curiosamente, cuando llegaron a la D, la pasaron directo a la E…

Frunció el ceño con fastidio cuando observó como todas sus compañeras alardeaban sus escobas y el brillante pelaje de sus gatos.

¿Y su escoba? ¿Y su gato? ¿Dónde estaban?

Podía sentir las miradas llenas de burlas de sus compañeras y eso la enfurecía más y más. ¡Ella era muy buena estudiante! No había pócima que no pudiera efectuar con precisión, entonces no entendía por qué…

—Dupain-Cheng, Marinette —de pronto, su nombre resonó en la sala, haciendo que la muchacha observara a la profesora y se acercara a ella.

—¿Maestra? —consultó preocupada— ¿Pasó algo?

—Esta es tu escoba —le indicó dándole una de color oscuro. Marinette la observó con mucha sorpresa, era el modelo que quería—, hemos conseguido la que querías como premio por tus excelentes calificaciones.

—¡Gracias! —dijo abrazándola con notable felicidad, pero segundos después se detuvo a preguntar— ¿Y mi gato?

—Pero, tuvimos un problema con tu gato —le respondió, haciendo un gesto con su mano, un chico alto de cabellos amarillos y ojos verdes luciendo un traje oscuro a juego con su antifaz se acercó a ella—. Éste es tu gato…

—Éste es mi, ¿qué? —consultó con un tic en el mentón— ¿Mi gato?

—Sí, al parecer —dijo la docente, observando como al muchacho mantenía una mirada de curiosidad hacia Marinette—. Cuando lo adoptamos pensábamos que era un gato "común" pero, realmente es un brujo con la habilidad de transformarse en un gato.

—Quiere decirme, ¿Qué no tengo gato?

—Puedo serlo, si prefieres —dijo el muchacho con una sonrisa e inmediatamente una cortina de humo lo cubrió de pies a cabeza. Al disiparse, un tierno gato negro de mirada verde apareció en su lugar.

—Podemos conseguirte otro gato —le dijo la profesora, pero, Marinette no podía quitar sus ojos celestes del felino frente a ella.

—Me lo quedo…

—Si, es una sabia deci… —la profesora, ante las palabras de la chica, interrumpió su afirmación— ¿Qué?

—Que me lo llevo —dijo, tomándolo suavemente con su mano libre y llevándoselo al pecho—. No se preocupe, lo cuidaré bien, hasta que me traigan un gato nuevo.

Cuando Marinette se retiró, la profesora pensó en que ahora más que nunca debían ser rápido con ese pedido.

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La joven bruja, aunque estuvo a más de una oportunidad de estrellarse con un edificio, disfrutó muchísimo de su primer paseo en escoba logrando llegar a su hogar, sana y salva. Con la ausencia de sus padres en casa debido al trabajo, colocó la escoba junto a la puerta de la entrada, dejó al felino en el suelo y se agachó en frente para quedar a su altura.

Lo miró fijamente, no podía creer que realmente estaba frente a alguien con la capacidad de transformarse en un gato.

—¿Estás ahí? —consultó, extendiendo su mano hacia la pata de la criatura.

Rápidamente, una nube de humo cubrió al pequeño ser, quien aprovechó el cambio para entrelazar sus dedos enguantados con los de la chica. Marinette intentó quitar su mano, pero no pudo. Al disiparse el humo, se encontró con la brillante dentadura del muchacho frente a ella.

—Permíteme —dijo, elevando su mano para darle un beso en los nudillos—, agradecerte el gesto de quitarme de ese colegio.

—Academia —corrigió.

—Lo que sea —se encogió de hombros, ayudando a poner a ambos de pie.

—¿Por qué estabas en el refugio de gatos? —consultó. El chico soltó su mano para rascarse la mejilla, con algo de vergüenza.

—Hice enojar al brujo Plagg y me castigó en una jaula mágica que… —le confesó.

—Pero, Plagg es adorable —lo interrumpió ella, sin poder creer lo que escuchaba.

—¿Y cómo lo conoces? —consultó, extrañado—. Eres una bruja.

—Y la mejor de mi Academia —le recordó con un gesto de su dedo, Chat notó como un brillo azul chispeante aparecía en su índice—. Por eso conozco al director Plagg, Tikki, nuestra directora, siempre me envía a las competencias —Chat sonrió, así que de ahí la conocía—. Y siempre le gano al mejor estudiante de su escuela así que el director me tiene muy buena estima —pero luego, pasó de expresar orgullo a bajar su celeste mirada con algo de pena.

—¿Qué pasa? —consultó, al ver la postura derrotada de la muchacha.

—Por eso nadie quiere ser mi amigo, soy bastante solitaria. Dicen que como tengo los favores de los directores, por eso siempre gano o me salen las cosas bien. Así que —lo miró con una sonrisa—, tener un amigo me emociona mucho, ¿a ti no?

—Ya veo —él se acercó a una silla y se sentó—. Eres una solitaria traga libros…

—¡Oye! —protestó, girando sobre sus pies haciendo que el vestido azul que vestía, girara con ella. Chat que la conocía mejor de lo que ella creía, sintió que su corazón se sobresaltó ante aquella imagen, sacudió la cabeza—. ¡No me digas así, que me haces acordar a…! —apretó los puños indignada.

—¿A…?

—Si vas a la academia de Plagg, seguro debes conocerlo —levantó el puño hacia el techo mirándolo con rabia—. El número uno de ahí, Adrien.

—Sí —dijo acomodándose en la silla—, creo que lo conozco. Rubio, ojos verdes, sonrisa encantadora y una personalidad…

—Odiosa… —completó.

—Iba a decir interesante —corrigió, moviendo los dedos de su mano derecha— pero bueno…

—¿Qué tiene de interesante alguien que no soporta perder ante una chica? —preguntó, quitándose las trenzas para soltarse el cabello— Siento que eso es como ser odioso. ¡Se burló de mí!

Chat se cruzó de brazos mirándola fijamente, no sabía cómo sentirse con respecto a lo que la chica pensaba en voz alta. ¿Cuándo él se burló de ella? Se rascó bajo su oreja gatuna, con clara señal de confusión.

—¡Ojalá el buen Plagg lo haya castigado como corresponde!

Espera, ¿qué dijo? Iba a preguntarle a que se debían sus palabras, cuando la muchacha volvió a dirigirse hacia él.

—¿Y qué hiciste tú para que Plagg te castigara?

—Escondí uno de sus quesos favoritos pero, ahora que lo pienso, fue un castigo muy extremo por un poco de camembert —dijo, pensando en que quizás había encontrado una pieza del rompecabezas que no sabía que le faltaba.

Quizás si se quedaba con la chica, podría terminar por descubrir una forma en la que Plagg le quitara el castigo y lo volviera a convertir en un humano y luego, arreglaría las cosas con Marinette.

¡Él nunca se burlaría de alguien y menos si esa persona era capaz de patearle el trasero en magia como lo era ella!

Chat pasó gran parte de la tarde haciéndole preguntas a Marinette para conocerla más, mientras ella usaba su magia para acomodar la casa y preparar la cena, realmente era bastante habilidosa en su trabajo.

Para la hora que los padres de Marinette regresaron, él se transformó en un gato y se paseó por la casa, para darle algo de privacidad a la familia.

Llegó hasta el balcón de la habitación de la pequeña hechicera y observó hacia donde estaba su hogar, esperando que su madre no lo regañe tanto cuando regrese de su aventura.

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Estaba durmiendo plácidamente cuando de repente, un cojín cayó sobre él. Sacudió su cabeza y vio a una Marinette de tamaño gigante, comparada a su pequeña estatura de gato, por lo que invocó la magia para volver a su tamaño real.

—¿Cuánto tiempo llevas así?

—Una semana —respondió, aun algo aturdido por el golpe—. Lo que no sé es como terminé en el refugio de animales sí estaba en el despacho de Plagg.

—Bien —Marinette tocó su frente y cambió mágicamente su ropa a una falda azul y una camisa celeste de mangas holgadas—. ¡Vamos! —dijo, enseñándole un bolso.

—¿Quieres que me meta ahí? —ella afirmó— ¿A dónde vamos?

—Casi no dormí anoche pensando, así que vamos a buscar respuestas —tras un guiño del ojo derecho de la chica, Chat decidió finalmente aceptar y convertirse en gato nuevamente para entrar al bolso. Marinette se lo colocó en la espalda y tomando su escoba, se dirigió hacia la academia masculina.

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Cuando descendió, no pasó mucho tiempo para que Plagg apareciera flotando frente a ella.

—¡Pero, ¿qué hace mi niña favorita aquí?! —dijo, girando alrededor de ella—. ¿Vino a visitarme?

—Si, de hecho…

—Quiero decirte que ya le di un buen castigo a mi estudiante —dijo, refregándose las manos con diversión—, no volverá a pasarse de listo ahora que es un gato…

—Qué es un ¿qué?

—Un gato —respondió, mientras se reía—. ¡Si lo vieras! Es oscuro con unos brillantes ojos verdes… —Marinette dejó caer su bolso, dejando a la vista a Chat— igual a tu gato… —lo señaló y luego a Marinette, luego al gato que sacudía su cabeza por el segundo golpe del día— ¿Por qué tienes a Adrien? —preguntó confundido— ¡Se supone que estaba en mi despacho!

—De hecho, es el gato que me dieron ayer en la ceremonia —informó. Iba a tomarlo entre brazos, pero se arrepintió, la sola idea de haber tenido a Adrien de ese modo, la incomodaba totalmente.

—Pero… —Plagg usó magia en el gato para que tomara la apariencia de Chat—, ¿Quién te sacó de mi despacho?

—No lo sé —dijo Chat, haciéndose sonar el cuello—. Solo sé que de pronto estaba en su despacho y cuando abrí los ojos, una señora estaba adoptándome en el refugio de gatos para darme a Marinette, pero cuando me sacaron de la jaula, tomé esta apariencia de «Chat Noir»

Plagg observó todo con curiosidad claramente dibujada en sus ojos verdes.

—Vengan un momento conmigo —ambos siguieron al director hasta su despacho. Una vez dentro de aquel enorme sitio lleno de pilas de caja de Camembert y cuadros realmente brillantes por todos lados— Si quieres queso, Marinette, adelante —extendió su mano hacia las cajas y luego se dirigió a Chat— Tú no, aun no te perdono que me escondieras esa caja de camembert añejado.

—Solo era una broma, no soporta nada —protestó, llevando sus manos a la espalda—. No era tan grave como para convertirme en gato y entregarme a mi rival número uno.

Ambos jóvenes se miraron fijamente realmente desafiantes.

—¡Sabes muy bien cuál fue la verdadera razón de convertirte en gato!

—¡Pero si no hice nada! —protestó Chat— ¡Nunca hablé mal de Marinette si a eso se refiere! Todo es un malentendido para que usted me castigue a mí.

—¿Estás seguro?

—Lo único que sabía de ella era que era mejor que yo, porque me ganó dos años seguidos —confesó moviendo los hombros, Marinette lo miró fijamente—. Después desconocía hasta su nombre porque siempre la presentan como "La representante de la Academia Tikki de Magia" así que ¿qué puedo hablar mal de ella? —la señaló— Ella es la que habla pestes de mí llamándome odioso…

—¿Marinette? —dijo Plagg, preocupado— ¿Eso es verdad?

La chica bajó la mirada, jugando con sus dedos.

—Tal vez… —dijo. Plagg negó con su cabeza y le echó polvos mágicos a la chica.

—¡Sí! —dijo Chat— Ahora ella será la gata blanca con ojos celes… —pero cuando estos dejaron de envolverla, Marinette tenía una taza de chocolate caliente en sus manos— ¡Eso no es justo! —protestó Chat señalándose— ¿Por qué sigo teniendo estas orejas de gato y este antifaz? ¡Ya dije que yo no fui!

—¿Le creemos? —consultó Plagg a Marinette, ella lo miró ladeando su cabeza.

—Me gusta más como se ve con el antifaz —confesó.

—¿Verdad? —confesó con una sonrisa— A mí también se me hace más agradable a la vista así…

—¿Dónde está el castigo para ustedes por burlarse de mí ahora? —protestó el chico, cruzado de brazos.

—Aquí —dijo una voz que apareció a su lado tomando la apariencia de una mujer pequeña de cabellos rojizos y ojos celestes. Acto siguiente, Plagg vio desaparecer la mitad de sus quesos y Marinette, su chocolate.

—¡Directora! —exclamó Marinette sorprendida de ver a su mentora ahí.

—No te dejes llevar por el mal camino con Plagg, Marinette —observó al pobre chico que disfrutaba tener a alguien de su lado por primera vez.

—Gracias a que Plagg tuvo a Adrien en cautiverio por unos días, pudimos llevar a cabo una investigación, y al parecer unos alumnos de este instituto levantaron rumores para que llegaran a oídos de las más chismosas de mi academia y terminamos con ellos de esta forma.

—¿Ven que yo no fui? —se defendió Chat.

—A las señoritas de mi Academia se les ha quitado sus gatos y sus escobas recién entregadas y no sé, que castigo recibirán tus alumnos —Tikki se acercó hasta Plagg—, cuando tengas castigos ejemplares para esos niños, entonces te devolveré tus quesos.

—Eres cruel…

—Y eso te encanta, ¿no?

Marinette y Chat corrieron la mirada con asco, encontrándose la una con la otra. Ella fue la primera que se acercó y le extendió la mano.

—¿Me perdonas? —dijo, con vergüenza— No volveré a dejarme llevar por cosas que digan, confirmaré los hechos por mis propios medios, pero… es que estoy tan acostumbrada a que hablen mal de mí que…

No pudo seguir hablando porque sintió que Chat finalmente tomaba su mano.

—Mucho gusto, Marinette —le dijo con una sonrisa que hizo que la joven se sonrojara—. Claro que te perdono, pero, a cambio deberás hacerme un favor…

—¿Cuál? —preguntó, acercando un paso hacia él.

—Quiero de esas rosquillas que hiciste ayer —la bruja se quedó observando al chico con traje de gato un par de segundos y luego sonrió.

—Claro, Chat —le dijo—. No hay problema, le daré donas a mi amigo.

—¿Me verás como tu amigo? —ella afirmó, haciendo que él ahora sintiera sus mejillas arder— Yo tampoco tengo amigos… —confesó.

—Bien —Marinette subió y bajó las manos entrelazada de ellos—, entonces ahora seremos amigos entre nosotros. ¿Qué te parece?

—Me encanta…

Plagg y Tikki observaban como la pareja se sonreía sin soltarse de las manos.

—¿Vas a regresar a Adrien a la normalidad? —Plagg la miró y luego a los chicos.

—En un rato más, me sigue gustando más como se ve así.


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El rinconcito de la que escribe:

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¡Y empezamos!

Disfruté mucho este inicio~

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Quiero darles las gracias a Kotowin

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Palabras: 2477

Día 02: Cascabel

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¡Muchas gracias por leer!

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Aquatic~

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1 de Mayo 2020