Disclaimer: Ni los personajes ni las series son de mi autoría. Solo la trama de esta de historia es 100% mía.

Advertencia: Esta historia puede contener escenas y situaciones que pueden dañar la sensibilidad de algunas personas. Leer bajo su propio riesgo.

N/A: Ayer tuve algunos problemas con esta historia, por lo que la tuve que eliminar unas 2 veces de la página. El capítulo no se subía adecuadamente. Tenía faltas de ortografía y el motor de ortografía de esta página me cambiaba algunas palabras, sacando totalmente de contexto algunas escenas. Así que lo estoy volviendo a subir una vez más. Creo que esta vez ya quedo. De cualquier manera, estaría más que agradecida que me hagan saber su opinión sobre esta historia y cualquier otra cosa que les apetezca.

-Diálogos –

"Pensamientos"

Cambio de escena .-.-.-.-.-.

CORAZÓN DE HÉROE

Prólogo

.-.-.-.-.-.

La brisa del viento acariciaba suavemente su rostro mientras sentía como pequeñas lágrimas caían por sus sonrosadas mejillas. Realmente no podía creer que Sasuke le estuviera diciendo aquello. Uno de sus más grandes anhelos se estaba cumpliendo justo en ese momento. Entonces ¿Por qué se sentía tan mal? ¿Por qué sentía una sensación tan amarga en el pecho?

Se negaba a reconocerlo, pero él solo quería reconstruir su clan. Sí, tenía intención de formar una familia con ella, pero no por amor o al menos un poco de cariño, sino por gratitud y una gran culpa que se albergaba en el corazón del peli negro.

-Sasuke-Kun y-yo… - las palabras morían en su boca antes de siquiera ser pronunciadas. Quería responder que sí, que desde que lo vio por primera vez en su niñez había soñado con estar con él, unirse en matrimonio a él, tener muchos hijos y vivir felices por siempre. Pero algo le impedía aceptar aquello que él le estaba proponiendo. Como si una fuerza invisible retuviera su lengua negándose a contestar que sí, que lo esperaría y que cuando acabara con su viaje de redención, él regresaría a Konoha, se casarían y empezarían una nueva historia para el clan Uchiha. Sin embargo su cerebro se negaba a darle paso a lo que sus platónicos sentimientos querían expresar.

-No tienes que responder ahora, Sakura – se acercó unos pasos a ella hasta estar a unos cuantos centímetros de distancia, haciendo que ella elevara la mirada debido a la diferencia de alturas, contemplando aquellos ojos que tanto habían cautivado su tierno corazón – Volveré, lo prometo – dijo esto último notando el sentimiento de abandono en los ojos de la peli rosa.

-No… - retrocedió unos pasos. Creando expectativa en el portador del Sharingan, pues esa reacción era lo último que esperaba. A continuación la joven se preparó mentalmente, y se armó de valor para lo siguiente que diría. – No puedo seguir haciéndome esto Sasuke-Kun – dijo con un hilo de voz - … te amé y te amo de una manera que posiblemente ni puedas llegar a imaginar – una amarga sonrisa se formó en sus labios. Era hora de afrontar la situación. Dejaría en claro que ella ya no era la misma adolescente enamoradiza que lo seguía a todas partes. Que había cambiado. – No puedo seguir creyendo que algún día tu sentirás lo mismo por mí. Merezco que me amen con intensidad, que me correspondan con el corazón. Y eso Sasuke-Kun, es algo que nunca podré obtener de ti. – dijo con una serenidad y calma que no sentía en absoluto. Su corazón se caía a pedazos en su interior con cada palabra que salía de su boca. Y no era para menos, estaba rechazando a la persona por la cual juro amor eterno, por él, que entrenó día y noche hasta desfallecer para poder traerlo de vuelta a la aldea, pues pensó que en algún omento él se daría cuenta de todos los sacrificios que tuvo que hacer y tal vez, solo tal vez él empezaría a enamorarse de ella.

"Tonta, tonta Sakura. Date cuenta que nunca te amará…". Su conciencia hacia acto de presencia con aquellas crudas palabras. Pero era cierto, ya no podía, ya no quería seguir engañándose a sí misma.

-Esta vez no… No aceptare… Lo siento Sasuke-Kun – dijo con dolor. Un dolor que vino acompañado de in inexplicable alivio. Sintió que con aquellas palabras al fin rompía aquellas cadenas invisibles que siempre la mantuvieron atada a un amor imposible que ella misma forjó con paso del tiempo. Lo estaba terminando. Estaba determinada a dejarlo ir, a terminar con su dolor de una vez por todas.

-Entiendo – una tenue sonrisa se formó en el rostro del Uchiha. Mentiría si dijera que le fue indiferente el rechazo de la joven médico. Le pareció verdaderamente sorpresivo notar cuánto había cambiado Sakura. El realmente esperó que ella aceptara su propuesta, pero tenía razón, él no le podía dar algo que nunca sintió. La apreciaba, sí, pero nada más que eso. – Quiero pedirte perdón, una vez más. Por todo lo que les hice pasar, a ti y a Naruto… Sé mejor que nadie que las palabras no arreglan nada, por eso quiero hacer algo por ti.

-No tienes que... – sus palabras quedaron en el aire cuando el chico levantó su mano hacia su rostro, haciendo a un lado su azabache cabello hasta dejar al descubierto el Rinnegan.

Asombro. Fue lo que Sakura sintió al momento en que observaba el Kekkei Genkai de su ex compañero de equipo, ¿A qué venía esa repentina acción?

"Acaso…", una horrible y fugaz idea cruzó por su mente y sintió miedo. ¿Acaso iba a asesinarla? ¿Qué no se suponía que esa parte oscura y tétrica del joven ya no existía? "No seas idiota, él piensa que te está haciendo un favor…", su conciencia le formulo aquella conclusión. Entonces tan rápido como vino el miedo, se esfumó. Dando paso a una molestia que jamás pensó llegar a sentir por el joven. Él pensaba que ella no podría vivir sin su amor. Su semblante cambió, sus facciones se endurecieron ante sus negativos pensamientos. Espero a que Sasuke dijera algo más o que simplemente intentara algo para demostrarle que ella ya no era una mujer débil, sentimental sí, pero no débil. Ya no más. Ella estaba destrozada, cierto, pero aún mantenía su orgullo como mujer y como Kunoichi. Aun así sabía que en una batalla uno a uno Sasuke ganaría, pues aunque le doliera en el alma reconocerlo, ella aún no estaba al nivel de él. Pero ella le daría pelea, no se dejaría pisotear tan fácilmente.

Mas sin embargo él no articulo palabra alguna, no se movió de su lugar, tampoco la ataco. Solo estaba allí, con una expresión serena y hasta e atrevería a decir que se veía ¿aliviado? Como si un gran peso hubiera sido retirado de sus hombros.

-Si quisiera hacerte daño no estaría hablando contigo justo ahora – dijo adivinando los pensamientos de la chica. Haciendo que ella se relajara un poco, y de paso se maldijera internamente por dejarse leer tan fácil. Odiaba ser siempre tan expresiva con lo que sentía. Pero él tenía un buen punto. Uchiha Sasuke no era un hombre de palabras sino de acciones. Si la quisiera muerta, o le quisiera hacer daño, lo habría hecho desde el momento en que dejo visible su poderoso ojo.

-¿Entonces? – Cuestiono con algo de impaciencia – No creo que vayas a presentarme a algún chico ¿o sí? – bromeo, despejando la tensión que se había formado hace un momento, mientras con el dorso de su mano derecha quitaba de sus mejillas los restos de las lágrimas que derramo con anterioridad.

-Te ofrezco la oportunidad de un reinicio. Un nuevo comienzo.

-¿Qué? – dejo de quitarse los restos de lágrimas del rostro y frunció el ceño detonando su confusión ante aquella oración.

El hombre solo atino a suspirar, cansado. – Empieza de cero, lejos de aquí – menciono con toda la paciencia que le fue posible, advirtiendo la expresión de disgusto que se formó en el rostro de su acompañante. Sabía lo temperamental y terca que podía llegar a ser la mujer frente a él, y lo último que quería era tener una discusión con ella.

-Debes estar bromeando – articulo incrédula - ¿Lejos de aquí? Konoha es mi hogar. No puedo simplemente irme y dejar todo atrás. Esto no…- sus palabras se vieron interrumpidas cuando observo como en medio de ambos se empezó a formar un espiral de tonalidades oscuras que rápidamente aumento de tamaño.

Sakura abrió desmesuradamente los ojos al darse cuenta de las intenciones de Sasuke. Ahora comprendía a que se refería cuando le ofreció un nuevo comienzo, lejos de aquí. Iba a usar su Jutsu Espacio-Tiempo en ella y la mandaría a otra nación o lo que posiblemente sería un lugar muy, muy lejos de Konoha. Él iba a desaparecerla, y no había nadie que lo detuviera.

Tan rápido como sus reflejos se lo permitieron, giro su cuerpo en dirección contraria a aquel portal que a todas luces gritaba peligro, e intento alejarse. Mas fue en vano, el portal empezó a arrastrarla hacia su interior. Todo paso tan rápido que no pudo sujetarse de absolutamente nada, ni siquiera le dio tiempo de usar su Chakra para detenerse en el terroso suelo. Ya no podía hacer nada. Una vez más no pudo detener las acciones de Sasuke. Y se odio a si misma por no ser más fuerte y salir de aquella situación.

Sus ojos alcanzaron a vislumbrar una última vez a aquel que fue su primer amor. "Espero puedas perdonarme, pero esto te hará bien", y convenciéndose con ese pensamiento, él solo le dedico una mirada de disculpa.

-Busca tu felicidad, Sakura – Fue lo último que escucho de Uchiha Sasuke antes de desaparecer por completo dentro del portal.

.-.-.-.-.-.

No podía ver nada nada. Todo estaba en completa oscuridad, se encontraba en un vacío infinito. Lo único que podía sentir era una gran cantidad de viento envolviéndola completamente, como si estuviera dentro de un tornado.

El pánico y la desesperación no se hicieron esperar al verse incapacitada de su propio cuerpo. Gritó lo más fuere que le permitieron sus cuerdas vocales, sus movimientos eran frenéticos, se movía hacia todos lados en el intento de poder dar con algo de lo cual sujetarse, pero no había nada. Estaba sola en aquel abismal espacio.

No supo con exactitud cuánto tiempo había estado dentro de esa infinita oscuridad. Pero a ella le pareció una eternidad. Se encontraba al punto máximo de quiebre, no podía evitar pensar que se quedaría en ese lugar para toda la eternidad. Que momentáneamente moriría por la falta de absolutamente todo.

Y entonces ocurrió.

De pronto un destello luminoso cruzó su mirada. El portal se volvía a abrir. Sakura sintió un fuerte tirón que la arrastro hacia el nuevo portal que se formaba ante sus ojos. A penas cruzo un poco del portal una nueva ventisca le dio la bienvenida el lugar al que Sasuke la había enviado.

Cuando termino de cruzar el portal, éste se cerró a su espalda, quedando suspendida en el aire unos pocos segundos, tiempo en el cual se dio cuenta de que se encontraba sobre lo que parecía ser una gran aldea.

De un momento a otro dejo de levitar, sintiendo el efecto de la gravedad, cayendo en picada desde una gran altura.

El viento golpeaba violentamente su rostro y las luces de lo que parecían ser edificios la segaron por un momento, haciendo que sus ojos se cerraran por instinto. Grave error. Pues cuando volvió a abrirlos estaba a pocos metros del suelo.

Advirtiendo la mortal caída que la esperaba, con lo que sus reflejos le permitieron, rápidamente busco con la mirada algo que pudiera salvarla. Visualizo muy cerca de ella unas escaleras que se encontraban por fuera de lo que parecía ser un edificio; en un intento desesperado por amortiguar un poco su mortal caída, con una destreza que no espero tener en ese momento, estiro los brazos alcanzando el metal del barandal, y cuando trato de utilizar Chakra en sus manos para anclar sus dedos al soporte, éstos resbalaron. No tenía Chakra. El alma se le fue del cuerpo.

A continuación, todo lo sintió en cámara lenta. Caía con la mano aun estirada hacia aquella barandilla que pudo haberle salvado la vida. No pudo más que dar un jadeo lleno de derrota y de angustia. Moriría en aquella caída… ¿así es como iba a terminar su vida?

Después de la guerra, de sobrevivir a ella, se imaginó que su muerte seria a una edad avanzada, en una gran casa llena de pequeños niños que serían sus nietos, al lado del amor de su vida.

"Amor… es por amor que me encuentro en esta situación, a punto de morir…"

Sus pensamientos terminaron y el tiempo volvió a transcurrir con velocidad cuando sintió en fuerte golpe en su espada. Su final había llegado.

Su cuerpo caía estrellándose con todo a su paso, más específicamente, con todos los barandales de la escalera que había intentado sujetar.

Aterrizo de un golpe en seco sobre un gran contenedor de basura que se encontraba cerrado, rodando hasta el final de éste, volviendo a caer, esta vez en el duro suelo.

Tosió sangre y todo su cuerpo dolió por la pequeña convulsión, jamás en su vida había sentido tanto dolor como ahora; estaba segura de que sus huesos rotos le habían perforado más de un órgano y seguramente tenia hemorragia interna. Soltó un pequeño gemido de dolor de solo pensarlo.

De pronto, en medio de su agonía se permitió sonreír un poco. La caída no la había matado.

"Sí que eres una chica difícil de matar, eh Sakura…"

Le causo gracia su pensamiento tan espontaneo además de irónico, pues si la caída no la había matado, el moribundo estado de su cuerpo se encargaría de eso en lo que posiblemente serían unos pocos minutos. Sentía como lentamente se desvanecía la poca fuerza de vitalidad que su cuerpo aun poseía. Solo era cuestión de tiempo para que se reuniera en el cielo con Kami-Sama.

Y cuando pensó en darse por vencida y entregarse a los brazos de la muerte, escucho como alguien se acercaba con pasos apresurados hacia ella. Alguna persona que seguramente caminaba cerca, la había visto caer y ahora se aproximaba para poder auxiliarla.

"Buena suerte con ello", pensó totalmente rendida. Aceptando su fatal destino.

-¡Resiste! – exclamó el desconocido a la par que se acercaba con velocidad hacia la chica. Efectivamente, la había visto tener aquella mortífera caída, así que por un momento pensó que al llegar a su encuentro estaría hecha trizas, pero no fue así, milagrosamente ella se encontraba entera, bueno, más o menos.

Inmediatamente cuando llego a la chica se arrodillo a su lado, y con toda la delicadeza que le fue posible, tomo un costado del cuerpo femenino y lo coloco boca arriba, haciendo que la joven soltara un leve quejido. Era una buena señal, ella seguía con vida, algo verdaderamente sorprendente.

-… Ya estoy aquí… - Sakura no alcanzo a escuchar la frase completa de aquel hombre que ahora la sostenía entre sus brazos.

Sus sentidos, ya de por si aturdidos, empezaron a abandonarla. No lograba entender las palabras que aquel hombre pronunciaba, solo hacían eco en su mente, como un suave susurro, pero que reconfortaron a Sakura. Si iba a morir al menos lo haría en compañía de alguien que se tomó la molestia de acercarse a su moribunda persona.

Todo le daba vueltas, después, dejo se sentir. Todo se volvió negro, señal de que había perdido la conciencia.