El miedo y la incertidumbre invadía cada rincón de Ever After High, prácticamente el Director Grimm, los profesores y los Royal se habían propuesto convencer a Raven Queen de firmar su página en el libro de cuentos legendarios y aceptar su destino como la próxima Reina malvada, pero seguían sin obtener éxito, los nervios aumentaban conforme el día del legado se acercaba.

Apple White hacía sus ya habituales escenas de drama, y la mayoría de los Royal estaba a su lado para apoyarla emocionalmente, mientras juzgaban duramente a Raven; tachándola de egoísta por aferrarse a la idea de escribir su propio final feliz.

El ambiente en Ever After High era tenso, los alumnos estaban divididos en dos bandos; los Rebel apoyaban los deseos de Raven y algunos empezaban a dudar de querer firmar sus respectivas páginas y seguir los pasos de sus padres, mientras que los Royal temían por lo que podría pasar si Raven o alguien más se negaba a firmar el libro de cuentos legendarios; el Director Grimm había sido muy claro el día del ensayo: Si alguien se negaba a firmar, el cuento y los personajes de éste desaparecerían por siempre.

Cada conversación que se escuchaba por los pasillos de la escuela mencionaba el atrevimiento de Raven Queen. Blondie Lockes inundaba El Blog del Espejito con chismes disfrazados de noticias sobre el tema. Raven Queen por su parte se notaba al borde de su paciencia.

̅ Las cosas sí que se alocaron un poco por aquí. – Comentó Anna Blomsterhage; hija de Gerda del cuento de la Reina de las Nieves. –, Raven Queen sí que ha puesto la escuela de cabeza, apuesto a que todo esto es sólo una manera de alterar el orden y sin duda va a firmar el libro de cuentos legendarios, tan sólo quiere volvernos locos, después de todo es la hija de la reina malvada.

̅ ¿No tienes a nadie más a quién molestar? – Cuestionó sin ningún interés Hans Isdorn; hijo de Kai.- ¿Por qué insistes en molestarme a mí? Hay muchas más personas en esta escuela.

̅ ¡Tú y yo estamos destinados a ser mejores amigos, tontito! – Exclamó Anna. - ¿Y por qué esperar a cuando firmemos el libro, si podemos empezar a ser amigos desde ahora?

¿Por qué demonios quién estaba destinada a ser su mejor amiga era tan insoportable?, podría ignorarla o fingir que no existía, pero la pelirroja realmente insistía en pasar la mayor parte del tiempo con él, Anna Blomsterhage era un verdadero dolor de cabeza para él, Anna era ridículamente parlanchina y se entrometía demasiado en los asuntos de los demás; siendo fielmente seguidora de El Blog del Espejito.

Realmente no podía culpar a Raven Queen de querer huir de su destino; él con todo gusto huiría de Anna si pudiera.

El sonido del Magiespejo de Anna lo devolvió a la realidad y la inconfundible e irritante voz de Blondie Lockes invadió los oídos de Hans.

̅ Oh por dios. – Murmuró Anna.

̅ ¿Ahora que te sucede? – Preguntó sin mucho interés y sabiendo que quizá se arrepentiría de preguntar.

̅ ¡La van a transferir aquí! – Exclamó Anna preocupada. - ¡Esto es malo, muy malo!

̅ No tengo ni la menor idea de que hablas, Anna. Se clara porque juro que a veces me desesperas. – Comentó Hans.

̅ ¡Elsa Vinterdrøm! – Respondió Anna. – ella es quién va a hechizarte.

̅ Conozco mi propio cuento, Anna. – Dijo Hans. -, ¿Por qué haces tanto drama de que Elsa sea transferida aquí, pienso que le hará bien; después de todo ha sido educada en casa todo este tiempo.

̅ ¿Y tú como sabes eso? – Preguntó Anna.

̅ Porque he hablado con ella. – La expresión en la cara de Anna le pareció entre irritante, ridícula y graciosa; aunque en general esa era la percepción que tenía de Anna. – no hagas un drama innecesario, Anna.

̅ ¡Ella va a hacer que trozos de un espejo maldito se te claven en los ojos y el corazón, te va a secuestrar y hechizar! – Exclamó la pelirroja. - ¡Es peligrosa!

̅ Que en nuestro cuento ella este destinada a hacer todo eso no significa que sea malvada o que vaya a clavarme un espejo maldito en la escuela, se realista, Anna.

̅ ¡Justo por esa actitud es por la cual soy yo quien debe salvarte en nuestro cuento! – Comentó Anna. – ten cuidado con ella, apuesto a que solo ha venido a nuestra escuela a torturarnos y sembrar caos, ¡Ella es malvada!

̅ No me puedo tomar enserio a alguien como malvado sabiendo que le teme a las abejas, perdón. – Habló Hans.

̅ ¿Sabes de sus miedos?, ¿Qué demonios Hans? – Interrogó Anna. - ¿Acaso tu igual eres como Raven Queen?, no pensarás no firmar el libro de cuentos, ¿O sí?

̅ Anna, enserio me vas a hacer perder la paciencia. – Dijo Hans. -, la reina de las nieves es malvada; sí, pero Elsa no, enserio. Realmente me causa curiosidad saber cómo es que ella piensa ser la próxima Reina de las Nieves siendo tan…ella.

̅ ¿Qué quieres decir con eso? - Preguntó Anna.

̅ Es una pequeña asustadiza, pero a veces es divertido provocarle un susto.

̅ Sigo creyendo que no deberías ser tan cercano a ella, todo eso podría ser una fachada y cuando menos lo esperes… ¡PAM!, ¡Eres un cubito de hielo!

̅ Deja tus dramas, Anna. – Dijo Hans. – Y ve a hacerle perder el tiempo a alguien más, tengo cosas mejores que hacer.

Sin darle tiempo de decir algo más, simplemente dio media vuelta dándole la espalda Anna y se retiró lo más rápido posible de allí. Mientras más lejos estuviera de Anna, mejor. Hans realmente no tenía muchos amigos en Ever After High; más que nada debido a que la mayoría le parecía irritante.

Afortunadamente muchos lo ignoraban; su cuento no era tan importante para Ever After High; quizá porque no era un cuento de los hermanos Grimm; pero Anna había suplicado por asistir a esa escuela y no le había costado nada de trabajo convencer al padre de Hans para que los inscribieran en la misma escuela.

̅ ¡Me encuentro con Hans Isdorn, amigos! – Exclamó Blondie mientras sostenía un micrófono y era grabada por alguno de sus amigos. Hans solo puso los ojos en blanco y se dijo a si mismo que poseía la peor suerte del mundo. – Hans, sabemos que tu cuento es el de La Reina de las Nieves y casualmente Elsa Vinterdrøm ha sido transferida esta escuela.

̅ ¿Y? – Preguntó sin mucho interés en obtener una respuesta, pero al mismo tiempo solo quería que Blondie fuera al grano para librarse más rápido de ella.

̅ Elsa Vinterdrøm está destinada a convertirse en la siguiente Reina de las nieves, ¿Crees que después de lo sucedido hace días con Raven Queen, Elsa pueda seguir el ejemplo de la hija de la Reina malvada? – Preguntó Blondie muy interesada.

Estaba dispuesto a dar una respuesta corta; en donde no necesariamente contestaría a lo preguntado, pero enserio quería huir de ese intento de reportera, pero en ese momento todos los alumnos que se encontraban cerca voltearon a mirarlos; estaba claro que todos estaban preocupados por el destino de sus historias.

Sin embargo quien para su mala suerte apareció fue Apple White, haciendo un drama y actuando como una víctima de Raven Queen, sólo porque esta última se negaba a envenenarla con una manzana, Apple tenía alguna clase de problema mental si le preguntaban a Hans.

̅ ¡Blondie! – Exclamó Apple. – No asustes al pobre Hans con esas cosas, sé que Raven firmara…cuando llegue el momento, no hay que hacer un problema de esto, ella solamente está asustada ¡Y es normal! – Decía la hija de Blanca Nieves intentando engañarse a sí misma. -, estoy segura de que nadie se negará a firmar el libro de cuentos legendarios, seguramente Elsa firmará sin ningún problema el libro, no debes preocuparte Hans.

̅ No estoy preocupado. – Habló él sin molestarse en ocultar lo poco interesado que estaba en la conversación. Empujando a un lado al molesto novio de Apple; Daring Charming continuó su camino hasta la biblioteca; dónde esperaba poder tener algo de tranquilidad.

Los murmullos sobre lo que ocurriría el día de legado seguían incluso en la biblioteca, sin importar los regaños de las Biblio-hermanastras; nadie se callaba del todo. El pelirrojo oculto su rostro en el libro que intentaba leer sin éxito.

̅ Tienes una muy interesante manera de leer, ¿Te lo habían dicho? – La conocida voz de la hija de la reina de las nieves lo hizo alzar la mirada.

̅ Elsa, estas aquí. – Dijo Hans. -, es decir, sabía que te habían transferido, pero no pensé que llegarías tan pronto, también pensé que se haría un gran alboroto cuando entraras por la puerta de la escuela.

̅ Me las arregle para entrar sin ser vista, supe que hay algo de drama por aquí. – Comentó Elsa. - ¿Algo de lo que deba preocuparme?

̅ Quizá cierta rubia chismosa este tras de ti para preguntarte si vas a firmar tu página en el libro de cuentos legendarios. – Le respondió. – Si yo fuera tú intentaría alejarme de ella y de Apple White. La hija de la Reina malvada al parecer no quiere firmar el libro de cuentos y como tú eres hija de una villana quizá quieran que convenzas a Raven Queen de que firme.

̅ Wow, mal día para ser transferida ¿No lo crees? – Comentó Elsa. – pero en fin, si mi destino es estar en un castillo de hielo apartada de todo; quería al menos saber lo que era estar rodeada de gente y no ser temida, es decir, mientras estemos en la escuela todos podemos ser amigos de todos, ¿No es así?

̅ Quizá, pero enserio si yo fuera tú mantendría mi distancia con algunas personas.

̅ ¿Y si se me acercan?, ¿Qué quieres, que los amenace con clavarles un pedazo de espejo maldito? – Comentó Elsa divertida. – y sólo en caso de que lo estés considerando; no tengo ningún espejo maldito.

̅ Podrías crear uno…

̅ Sé que estas bromeando, o eso espero. – Dijo ella. -, pero podría crear un espejo de hielo pero no tendría nada especial, necesitaría que algún duende malvado lo hechizara y suponiendo que yo consigo el hechizo, ¿Qué te hace creer que lo usaría?

̅ Porque es…tu ¿destino? – Respondió él.

̅ En realidad mi destino es usar el espejo contra tuya, y dudo que quieras que te clave un pedazo de espejo en el corazón justo ahora.

̅ Quizá justo ahora no, pero vuelve a preguntarme cuando Anna este cerca y yo mismo te daré el pedazo de espejo.

̅ A veces eres tan dramático, Hans. – Comentó ella. – estoy segura de que Anna no puede ser tan irritante como dices. Acéptalo, Hans, eres una reina del drama.

̅ Tienes suerte de que a ella no le agrades, pero yo estoy condenado. – Dijo el pelirrojo. – se supone que esa loca y yo no tenemos más opción que ser mejores amigos por siempre, pero cinco minutos con ella son suficientes para que yo ya quiera asfixiarla.

̅ Entonces…creo que un espejo maldito no será necesario para que te pelees con ella. Me ahorras algo de trabajo. – Bromeó Elsa. – Creo que incluso no será necesario secuestrarte; eres capaz de llegar a mi castillo por tu propia cuenta.

Hans iba a agregar algo más, pero de pronto la puerta de la biblioteca se abrió violentamente, las Biblio-hermanastras chistaron, pero eso no impidió que la molesta Apple White gritara con todas sus fuerzas.

̅ ¡Aquí estás! - Exclamó Apple acercándose a ellos, luego prácticamente ignoró la presencia del pelirrojo. - ¡Elsa, la hija de la Reina de las nieves, ¿Cierto?! – Preguntó, la mencionada asintió lentamente sin entender del todo lo que estaba sucediendo. – Bienvenida a Ever After High; soy Apple White, hija de BlancaNieves. – Se presentó, Elsa desvió su mirada hacía Hans quien solo había hecho una mueca de disgusto lo cual por poco la hace reír.

̅ Mucho gusto. – Dijo Elsa. – Gracias por la bienvenida. – Agregó sin tener claro que debía de decir.

̅ - Veo que ya has conocido a…. ¿Kristoff?

̅ Hans – La corrigió el pelirrojo. - ¿Quién rayos es Kristoff? – Murmuró el pelirrojo.

̅ Bueno, él y yo ya nos conocíamos. – Intervino la nueva estudiante. -, somos parte del mismo cuento, ya sabes… él se burla de la Reina de las Nieves, yo lo hechizo y lo secuestro, lo beso y hago que olvide a su familia, amigos y lo mantengo resolviendo un acertijo mientras se congela hasta la muerte…- Dijo ella mientras Apple la miraba extrañada. -, pero ya sabes, en el cuento su amiga lo salva a tiempo. Y todos felices para siempre; creo.

̅ ¿Y son amigos? – Preguntó Apple.

̅ Supongo, no conozco a muchas personas. He estudiado en casa toda mi vida. – Respondió. -, Creo que Hans es el único amigo humano que tengo, antes de conocerlo tenía que hacer a mis propios amigos. – Elsa sentía que estaba divagando demasiado, pero estaba demasiado nerviosa como para parar de hablar, sentía que si dejaba de hacerlo en cualquier momento esta chica le pediría un favor que ella no quería hacer; basándose en lo que Hans le había comentado. -, tengo a mi amigo Olaf; es un muñeco de nieve y es la cosa más dulce que existe, enserio…

̅ Todo eso suena genial. Encantador – Interrumpió Apple. – Creo que te gusta mucho ser la hija de la Reina de las Nieves.

̅ Supongo que no me quejo. – Dijo Elsa. – Mamá es algo…fría; creo que eso es algo obvio, ¿No?, pero creo que hemos tenido buenos momentos en familia.

̅ Seguramente tus padres y tú pasan horas de diversión en la nieve. La expresión en la cara de Hans le hizo saber a Apple que había dicho algo poco prudente.

̅ En realidad solo somos mamá y yo, bueno claro también los muñecos de nieve. – Dijo Elsa. -, tuve un papá en algún punto, pero digamos que… mamá discutió con él y lo convirtió en una estatua de hielo y creo que se derritió… en fin, no lo recuerdo muy bien. ¡Pero, Hey! Estoy bien. – Dijo la rubia. – enserio gracias por darme la bienvenida a la escuela, es muy gentil de tu parte.

̅ ¡No hay de qué! – Exclamó Apple. – Espero que hagas muchos amigos y te diviertas en tus clases…seguramente las materias para villanos te gustaran y ¡Oh! Conozco a alguien quien seguramente te agradará…

̅ Te lo dije… - Murmuró Hans.

̅ Es mi compañera de habitación y futura Reina Malvada. Su nombre es Raven y ella podría ayudarte a ponerte al corriente con las clases.

̅ Eres muy amable, pero prefiero no molestar a nadie. – Intentó zafarse de aquella situación, pero la chica la tomó por el brazo y la condujo fuera de la biblioteca, paseándola por los pasillos de la escuela hasta llegar al casillero en donde una chica de cabello morado estaba.

̅ ¡Raven, al fin puedo encontrarte! – Exclamó Apple. – Te presento a Elsa, es nueva en la escuela y pienso que quizá puedan llevarse bien, tal vez puedas ayudarla a ponerse al corriente. – y sin decir nada más las dejo solas.

̅ Hola. – Saludó tímidamente la rubia. – Ella ya lo dijo, pero bueno… me llamo Elsa.

̅ Soy Raven, ella es Maddie. – Dijo inclinando su cabeza hacía una chica de cabello de colores. – ¿Dices que eres nueva?

̅ Si, hoy es mi primer día. – Respondió. – creo que debería decirte que Apple espera que yo te convenza de algo…

̅ Creo que lo veía venir. – Comentó Raven. -, eres nueva y quizá no estas al tanto de toda la situación.

̅ Un amigo me ha contado un poco, pero no sé qué tan cierto sea. Él tiende a dramatizar todo. - Comentó ella.

̅ Bueno, supongo que te ha contado que tengo ciertas dudas respecto a seguir los pasos de mi madre. – Dijo Raven. -, me agrada Apple aunque tienda a ser algo…

̅ ¿Irritante?

̅ Podría decirse. – Dijo Raven. – pero por más que pueda hacerme perder la paciencia, la considero una amiga y no quiero envenenarla ni ser su enemiga. Además el hecho de que mi madre está encerrada en la prisión del espejo no es algo muy esperanzador. ¿Acaso a ti no te da un poco de curiosidad que podría pasar si pudiéramos elegir nuestros propios destinos?

̅ Realmente no he pensado mucho en eso. – Contestó Elsa. – pero entiendo lo que sientes respecto a envenenar a tu amiga, tengo un amigo y según nuestro cuento tengo que hechizarlo y torturarlo. Y probablemente una vez que firmemos el libro y llegue el momento de seguir nuestros destinos… no sé qué pueda pasar después.

̅ No quiero evitar que Apple obtenga su final feliz, pero a veces siento que ella no piensa en lo que sucede conmigo en la historia y sólo quiere obtener su soñado final feliz. – Dijo Raven. -, pero al parecer casi nadie lo entiende.

Elsa agachó la mirada, sin decir nada. Jamás había cruzado por su mente la idea de negarse a firmar; realmente tampoco sabía que eso era una opción, no quiso decir algo para no empeorar la situación en la que se encontraba la escuela, tampoco quería atraer toda la atención hacía ella.

-o-

Los días en Ever After High pasaban relativamente rápido, podía notarse el como el estrés iba en aumento cada día, en donde todos querían convencer a Raven de seguir el camino del mal, para así asegurar el equilibrio en el mundo de cuentos.

Las clases no estaban mal, pero era algo incómodo que los profesores y el Director insistieran tanto en qué; como hijos de villanos de los cuentos debían ser igual de malvados, Elsa sabía la historia de su cuento, sabía que su destino era ser la temida Reina de las nieves, pero eso no significaba que debía ser malvada en la escuela.

Podía comprender la molestia que todo eso le generaba a Raven, tampoco podía culparla de tener cada vez menos deseos de firmar su página en el libro de cuentos, ciertamente ella también empezaba a tener sus dudas.

Para este entonces ya todos en la escuela estaban al tanto de quién era ella y en quién estaba destinada a convertirse, algunos huían aterrados cuando ella entraba a alguna habitación, pero la mayoría la ignoraba completamente.

Sin embargo Anna no facilitaba las cosas para ella y ahora entendía un poco el por qué Hans siempre intentaba alejarse de la pelirroja. Cada vez que Hans se sentaba junto a ella en la cafetería Anna no tardaba mucho en aparecer y hacer un escándalo acerca de que ella era una bruja malvada y que no podía ser amiga de Hans.

Por ello Hans y ella habían empezado a verse a escondidas; preferían evitarse cualquier clase de problema, además de que el pelirrojo siempre estaba dispuesto a ocultarse de Anna. No tenían ninguna clase juntos, por lo cual las oportunidades que tenían de verse eran muy pocas.

Había tenido oportunidad de convivir con algunas cuantas personas en la escuela y sí; le agradaban, pero le tomaría algo de tiempo encontrar una amistad como la que tenía con Hans.

̅ Creo que Anna está demasiado metida en su papel. – Comentó Elsa. – No creo que sea una mala persona o algo por el estilo, creo que si yo no fuese la villana de su historia hasta me parecería simpática, sus intenciones son buenas…o eso me gusta pensar, pero sí que está comprometida con el cuento.

̅ Es un dolor de cabeza. – dijo Hans. – y le molesta que estoy destinado a ser su mejor amigo, pero insisto en pasar más tiempo contigo. Y mira nada más a lo que nos ha orillado.

̅ Ciertamente pensé que estando en la misma escuela podríamos pasar más tiempo juntos, pero no solo Anna, sino toda la escuela en general teme que sigamos el ejemplo de Raven y nos rebelemos el día del legado. – Dijo Elsa. -, hasta comienzo a extrañar a los muñecos de nieve y a mamá como mi profesora, incluso siendo la temida Reina de las Nieves ella nunca me impidió ser tu amiga, mientras que aquí todos se esfuerzan en apartarnos.

̅ Todos aquí están a punto de perder la cabeza, es un caos. – Opinó Hans. – lamento que hayas llegado a esta escuela justo en este momento, creo que tus expectativas eran muy distintas.

̅ Si, eran bastante diferentes. Honestamente esperaba al menos conocer a personas, hacer amigos y divertirme antes de tener que exiliarme en un castillo de hielo por el resto de mi existencia. – Dijo ella. –, pero bueno cuando hay una pequeña pelirroja gritándole a todos que tú tienes un espejo maldito capaz de sacar lo peor de las personas y que tus besos pueden congelar a las personas eso no te convierte en la persona que todos quieren tener a su lado.

̅ ¿Sería mucho pedir que congelaras a Anna?

̅ Sería demasiado pedir. – Respondió ella. – y no voy a hacerlo, sólo en caso de que esa pregunta no fuese una simple broma. Y deja de sugerir que nos deshagamos de Anna suenas como un demente.

̅ ¿O qué?, ¿Qué vas a hacer, copo de nieve?; ¿Congelarme a besos? – Comenzó a provocarla el pelirrojo.

̅ Sueñas, rojito. – Respondió ella. – Además tengo otros métodos para congelarte sin tener que besarte, no tientes a tu suerte. – La rubia alzó una ceja mirando a su amigo de forma desafiante.

El pelirrojo dijo alguna frase referente a que poco le importaba poner a prueba su suerte y estampó sus labios con los de ella, Elsa no reaccionó inmediatamente, pero unos segundos después intentó seguirle el ritmo al pelirrojo. Hans se separó de ella y la miró con un gesto engreído, como si se hubiese salido con la suya.

- Así que… debería estar congelado ahora, ¿No? – Comenta el pelirrojo.

- Tienes que leer tu propio cuento, don zanahorio. – Le dice ella. -. En el cuento un beso hace que seas incapaz de sentir el frio, dos te borran la memoria, un tercer beso te congela. – dice ella. – Pero tranquilo, sólo funciona así cuando quiero que eso pase. Y hasta ahora no me has hecho perder la paciencia lo suficiente como para querer convertirte en un cubito de hielo, Hans.

Los días siguieron pasando y lo que en un inicio era una amistad fue transformándose en algo diferente, sus encuentros secretos fueron cada vez más frecuentes. Ambos podían notar que Anna sospechaba algo, cada vez era más difícil escabullirse de ella, los demás estudiantes tampoco les facilitaban las cosas.

Afortunadamente Elsa era muy buena en sus estudios, así que ningún profesor ni el director se preocupaba de que ella fuese a provocar algún tipo de problema. Todos estaban demasiado enfocados en los personajes del cuento de Blanca Nieves, en lo que respectaba a todos; no había ningún problema en el cuento de la Reina de las Nieves, y por lo general ni siquiera lo consideraban uno de los cuentos más importantes… por fortuna para Hans y Elsa.

Finalmente el inevitable día del legado llegó. Ese día Elsa no había tenido oportunidad de encontrarse con Hans antes de la ceremonia, Anna no se había apartado ni un minuto del lado de Hans. Muchos ya habían pasado a dar su juramento y a firmar el libro de cuentos legendarios, ella buscó con la mirada a Hans, hicieron contacto visual y él le sonrió.

- Yo soy Raven Queen. – En ese momento todos enfocaron su vista en el pequeño escenario. – Hija de la Reina malvada, y yo… - El ambiente era tenso, nadie sabía que pasaría. - … yo no voy a firmar. – Raven cerró el libro de cuentos bruscamente, los espejos que rodeaban la escena estallaron.

Un terrible caos inició, todos gritaban, abucheaban y de pronto Hans tomó a Elsa por el brazo y se escabulleron entre la gente para salir de allí.

- Els, hay que salir de aquí. – Dijo Hans.

- ¿De qué hablas? – Cuestionó ella.

- Raven se ha negado a firmar, ahora toda la atención estará centrada en ella… definitivamente, nadie notará nuestra ausencia, podemos irnos, empezar desde cero. – Sugirió él.

- ¡Sabía que ella terminaría hechizándote! – Exclamó Anna captando la atención de ambos; quienes no se habían percatado de que los había seguido. - ¡No la escuches Hans, ella solo quiere destruir nuestro cuento!, ¡Es malvada!, seguramente ya ha usado el espejo contra tuya.

- No digas tonterías Anna. – Dijo Hans. – Ella no es como dices, y tú tampoco eres tan buena como crees, estoy cansado de ti, yo quiero a Elsa y tú no eres nadie para impedirme estar con ella.

- ¡Haz perdido la cabeza! – Exclamó Anna furiosa. - ¡Tienes que reaccionar, ella será tu perdición!, ¡Si huyes de tu destino estarás condenado!

- No, Anna. – Dijo Hans. – si firmo mi página del libro de cuentos estaré condenado, porque no hay peor destino que estar contigo.

La pelirroja se llevó las manos a la boca, notablemente herida por las palabras del pelirrojo.

- ¡No permitiré que te vayas! – Exclamó ella. - ¡Me encargaré de que a donde quiera que vayan los busquen!, ¡No podrán huir por siempre!

En ese momento la rubia se acercó a Anna y la tomó por sorpresa para darle un beso en la mejilla, e instantáneamente empezó a convertirse en una estatua de hielo. La rubia se alejó mientras murmuraba lo mucho que lo sentía, pero no estaba dispuesta a renunciar a Hans y un posible final feliz.

Hans la tomó por la mano y huyeron hacia el bosque encantado, perdiéndose entre la flora del lugar y estando dispuestos a no ser encontrados nunca.