DISCLAIMER: Los personajes de la caricatura no son míos como tampoco lo es la canción de la que me he inspirado para hacer este escrito. No hay lucro, ya que lo hago por diversión, entretenerme y joder un rato en la plataforma.

ADVERTENCIA: Songfic, drabble, lime, lenguaje metafórico.

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Escuchar "Face to Face" de Siouxsie and The Banshees para aumentar el feeling. :D

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Face to Face

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Me he perdido en un abismo del que ya no quiero salir. El temor de verme acorralado por las sombras se desvanece cuando me acostumbro a las penumbras porque no estoy sola. Tú, el hombre que me acompaña, me atormentas al mismo tiempo que me enseñas a andar por esos nebulosos caminos. Pronto mi sentido de integridad se ve deformado apenas me dejo guiar por tu experiencia en los vicios de los bajos mundos. ¿Dónde queda la precaución cuando decido aventarme al desorden?, ¿dónde queda el decoro cuando la pasión me invita a continuar con estos escapes de la única realidad que conocía? No hay salida, no cuando estoy cara a cara, observando la tentación encarnada en mi amado, mi enemigo encantador.

Acerco mi oído a tu pecho en la búsqueda de un sonido tranquilizador; el latido de tu corazón me arrulla y me reconforta en este confuso y macabro panorama de nubes grisáceas. Estoy disoluta y tú eres el único que puede aceptarme así ahora. Porque somos iguales, porque nos queremos y ambos nos sabemos tan dulces como amargos... El dulce amargo, lo que me motivó a callar y ser cómplice en tu pecado, incentivado, más que nada, por mi represivo comportamiento.

¿Soy yo la principal responsable de las secuelas? ¿Acaso no fue mejor así? Muchas veces el heroísmo es vendido como una forma ideal de hacer las cosas. El bien debe hacerse y la justicia se encarga de dar el escarnio a los malvados. ¿Pero la ley de los hombres es suficiente para todos los casos? No. Mi ser acomedido, que en realidad era el disfraz de mi egoísmo casi imperceptible, me hizo entender que no siempre funcionaba, porque no había saboreado la satisfacción que tenía al hacer mi labor para la que fui creada.

No se hacía justicia dejando con vida a un ser tan despreciable que jugaba con la buena fe de las personas. Y al concebir esa oración en mi cabeza, mi moral colapsó. ¿Hasta qué punto era justicia y no venganza? ¿Cuál era el límite entre lo ecuánime y lo arbitrario? Pero la rabia me infectó tan sólo ver cómo ese sujeto se aprovechaba de su imagen para hacer sus actos imperdonables. Debía morir. Ese hombre debía morir.

Y tú, tan buen lector de mi persona y de mis más íntimos pensamientos, te pedí sin hablarlo que necesitaba de tu ayuda. Comete tu crimen, tu crimen en tiempo mortal, susurraba la voz de mis impulsos que tú supiste interpretar muy bien. Ah, Brick... sólo mírame en qué me has convertido, villano mío... en una condenada más.

Aún con tus manos manchadas por mi funesto deseo, aún con mi retorcido sentido del deber en el que tú te has terminado involucrando, aún con mi ética por los suelos, me hacías el amor después de haber matado por mí. Así, la ausencia de la culpa me inquieta, el debate me consume, finalmente me agota. Sólo añoro sentirme en paz otra vez, saber que contigo las cosas estarán bien. Quiero esta felicidad pero algo me dice que debo resistirme.

Eres mi contraparte perversa, mi opuesto maquiavélico al que tanto me aferro. Eres a quien amo pero que nunca lo sabrá. El orgullo me domina porque ilusamente pienso que así sigo teniendo el poder de elegir. Es mi parte insensible la que preferiría gritarte que nunca puedes ganar en mis territorios, pero hace mucho tiempo, yo dejé de jugar en los míos. En el estado en el que estoy, este peligro estremece y mi conflicto mata. Dos mitades me maltratan.

—¿Qué me has hecho, Brick? —Pregunto sabiendo que te encuentras dormido, o esperando que lo estés. Sin embargo, en el fondo sé que me escuchas, siempre lo haces, ya tienes control en mí, mas nunca lo sabrás. Mis fantasías me hablan de un romance entregado, ellos dicen "sigue tu corazón, llévalo a cabo", y la razón los interrumpe: pero, ¿cómo puedes... cuando tú estás hendida en dos?Odio quedarme, pero entonces odio salir.

¿Qué tanto has influenciado en mí? Cara a cara, estás despierto y me miras soberbio, tu mirada vuelve a embelesarme, con un último beso, aunque los dos entendemos que jamás será así, sellamos nuestro crimen cuando en otro lugar, en otra habitación, la familia de ese hombre sufre su partida.

Soy tu compañera ahora. Soy tu querida. Soy tuya...

Y nunca sabrás.

Y nunca sabrás.


Y así terminamos con los rojos. No quise pensar mucho y opté por subir el de Blossom en el mismo fic aunque éste tenga el nombre de la primera canción. Y bueno, debo decirles que amo a Siouxsie Sioux, utilizar su letra aquí quedó perfecto. Me siento bien con mi elección de canciones.

Ahora, ya tenía ganas de mostrar a los rojos en una situación así. Blossom, más que sentir un conflicto por su relación con Brick, es más su su gusto a ser la mala ahora. De modo que su "Nunca sabrás" es una forma de expresar que su orgullo no le permitiría decirle abiertamente a Brick que disfruta ser "corrompida" por él, pero que aún así sus acciones lo demuestran.

¿Quién era ese sujeto al que Blossom quería muerto y que Brick terminó matando? Nunca lo dije en el relato, pero cuando estaba haciendo todo esto lo imaginé como un hombre dentro del ámbito político que hacía cosas ilícitas, involucrado en el negocio de trata de blancas o tráfico de órganos, algo verdaderamente crudo para que Blossom lo repudie de esa manera. Entonces, es tanta su incomodidad que termina dejando que Brick haga lo que ella no puede. Al final, ella no se siente culpable, aún cuando sabe que ese hombre tenía una familia que quería y que ésta ya nunca más lo podrá ver. Esto claramente atenta contra la forma en la que se retrata a la líder en la mayoría de los casos, pero deseaba explorar esa faceta donde en la intimidad con su enemigo se muestre como nunca se mostraría con los demás. Tal vez, ella no era tan diferente al hombre que juzgó, porque sí, ella también fue una doble cara a su modo.

En fin, pronto subiré lo que tengo para los verdes y los azules.

¡Nos leemos!

Mortem