Época de reproducción.
BreedingSeason Por korinachan(MysteriousMachination)
Traduccion por Linkinm1a1.
1. Primera Cita.
Rumi Usagiyama, La héroe conejo: Mirko. La mujer era uno de los héroes de mayor rango en el país y todos lo sabían. Algunas personas podrían pensar que un héroe con un capricho de conejo no equivaldría a mucho, pero obviamente esas personas nunca oyeron hablar de ella. No solo era una luchadora fuerte y con una gran volutudad, era dura, intrépida y segura de sí misma; nunca confiaba en la fuerza de los demás y siempre estaba dispuesta a enfrentar el peligro con una sonrisa.
En pocas palabras, ella era todo lo que Deku no era. Un pensamiento que seguía circulando por la mente del joven héroe por todo el día, probablemente porque la prohéroe había venido a su escuela ese día para conversar un poco con los estudiantes, visitar algunas de las clases y transmitirles algunos conocimientos con ellos y otras cosas. De todos modos, el chico estaba tan emocionado por esto que incluso pensó en pedirle un autógrafo si surgía la oportunidad. Mirko, sin embargo, no estaba contenta de estar en la escuela todo el día, sin embargo, ser un orador público no era su estilo, todavía trató de mantener una buena cara durante todo el tiempo. Sin embargo, había otra razón detrás de su actitud ese día, una mucho más personal.
En verdad, había una desventaja en la naturaleza de su Quirk que nadie conocía y que la molestaba de vez en cuando. —Mirko, ¿escuchaste lo que dije? —Aizawa la llamó, tratando de llamar su atención.
Saliendo de sus pensamientos, la mujer estaba dentro de la sala de maestros en UA conversando levemente con el maestro de clase 1.A. —¿Qué cosa? —Más bien como sentarse a un lado en silencio, su mente incapaz de mantenerse enfocada.
No captando nada malo, Aizawa repitió su pregunta. —Solo te preguntaba si te gustaría volver algún otro día, darles a los chicos algunas clases de entrenamiento.
—Ah... —Frotando sus sienes un par de veces, había sido un día largo para ella y no tenía ganas de regresar tan pronto. Se Levanto de su asiento y se estiro en su lugar—. Lo pensaré, hasta luego, Eraserhead. —y se marcho fuera de la habitación. No podía soportarlo más, sus ansias aumentaban mientras deambulaba por los pasillos buscando la salida.
—Ah, maldita sea, una de estas habitaciones debe estar vacía. —Las clases habían terminado a esta hora, se veían a algunos de los estudiantes saliendo de sus aulas.
Esto que le sucedía a veces, era algo que no podía ignorar o evitar como poder dejar de comer o beber agua. En verdad, anualmente alrededor de la primavera, ella estaría caliente y necesitaría tener relaciones sexuales constantemente para apaciguar esos impulsos para al menos funcionar diariamente. Era como una temporada de celo para ella, se despertaría, se iría a dormir, pelearía con villanos en las calles y, aun así, lo único en lo que pensaría seria en sexo.
—Ah, aquí está... —Encontró una habitación utilizada para el almacenamiento y entró rápidamente, sin comprobar si alguien la estaba mirando.
Y justo ahí, Deku estaba caminando al final del pasillo, volviendo a los dormitorios, antes de ver a Mirko entrar en la habitación vacía. Queriendo tanto ese autógrafo, él la siguió.
Ahora completamente sola, Rumi se sentó en un escritorio cercano y comenzó a frotar su entrepierna sobre su uniforme. —Ya estoy tan mojada... —Su cuerpo se crispó con el más mínimo contacto, y pronto toco sus senos con su mano libre—. Odio esta época del año. —No es que eso impidiera que sus dedos se movieran debajo de su leotardo, acariciando su coño mojado una y otra vez hasta que comenzó a gemir. Rodando rápidamente su traje hasta la cintura, liberando sus senos.
No estaría contenta con una sola sesión de masturbación, estaba convencida de eso, pero la ayudaría a aguantar hasta que regrese a casa. Sus dedos se empaparon con sus jugos y el aire se llenó con su olor, sin embargo, era tan difícil terminar sola; Era temporada de reproducción, después de todo, a ella siempre le resultaba más fácil hacerlo con una pareja, algo que le costaba encontrar en los últimos años.
Estaba tan concentrada en sí misma que Deku pudo espiarla con poco riesgo de ser descubierto. Sorprendido por la vista que se desarrollaba al otro lado de esa puerta, no esperaba ver a uno de sus héroes favoritos semidesnudo y tocándose con tanta intensidad. Sabía que estaba mal, pero quitarle los ojos de encima era imposible, o parpadear de todas formas, Rumi se veía tan sexy y hermosa haciendo todo eso, el sonido de sus gemidos enviaba escalofríos por su columna vertebral. No pasó mucho tiempo para que su rostro se sintiera todo caliente y sus pantalones se apretaran.
Rumi seguía masturbándose en ese escritorio, a veces tratando de cambiar de posición para llegar a diferentes lugares, dándole a Deku un espectáculo más entretenido mientras lo hacía, pero pronto toda la emoción y el placer que había estado acumulando comenzaron a desvanecerse, dándose cuenta de que sus dedos no serian suficiente para calmarla esta vez.
Fue entonces cuando algo comenzó a sonar y los tomó a ambos por sorpresa. Era el teléfono celular del chico, Deku rápidamente lo buscó para intentar apagarlo, dándose cuenta demasiado tarde de que debería haber escapado. En ese pequeño momento de vacilación, Rumi se las arregló para correr hacia la puerta y jalarlo hacia adentro con un movimiento rápido. Casi golpeándolo contra la pared. —¡¿Te gusta espiar a la gente, chico?! —Poniendo su cara más intimidante mientras interrogaba al muchacho.
Tan asustado como estaba excitado. —¡N-N-No! Escuché u-u... —Esforzándose mucho para hablar mientras la prohéroe seguía semidesnuda frente a él, sus senos rebotando con cada respiración enojada que tomaba.
No soltando su collar. —Debería patearte el culo por espiarme, tú, tú... —Echó un vistazo más de cerca a su rostro nervioso,siendo capaz de reconocerlo bajo toda esa conmoción—. Oh, eres el chico lindo de... Quiero decir de la clase A. —No estaba del todo segura, pero estaba todo nervioso cuando le habló antes, por eso destaco—. Eres un pequeño pervertido, ¿eh? —Mirándolo aún más enojada.
—N-No, lo juro! —De repente le salió la voz, probablemente por miedo—. ¡Te seguí porque quería un autógrafo! No quise verte como...
Rumi le interrumpio con una voz firme. —¿Estás mirando mis pechos? —Los ojos de Deku se levantaron y su cuerpo se puso rígido, no se había dado cuenta de que su mirada había estado bajando lentamente mientras hablaba. Ciertamente no estaba ayudando en su caso con ella en lo más mínimo—. ¿También te estabas masturbando mientras me mirabas? —Sin decir nada, el muchacho sacudió la cabeza frenéticamente—. No me mientas, puedo ver tu... —Su mano rozó su miembro, algo silenciosamente hizo clic dentro de su mente cuando notó lo duro que estaba. Ella lo intentó de nuevo, acariciando suavemente su entrepierna sobre su ropa con una mano, el niño dejó escapar lindos gemidos junto a sus movimientos—. ¿Te pusiste duro con solo mirarme?"
Ahora ella tenía una expresión en blanco, mucho menos aterradora que esos ojos enojados que le estaba lanzando antes, lo suficiente para que Deku recuperara la compostura pero no cuidara sus palabras.
—Se veía tan increíble... la forma en que te tocabas... no podía quitarte los ojos de encima aunque quisiera... —Siendo tan honesto, temía que solo la volviera a enojar. Sin embargo, el rostro de Rumi se convirtió rápidamente en una sonrisa de la nada; El corazón de Deku se detuvo por un par de segundos antes de que pudiera sentir sus manos desabrochando su cinturón—. Espera, ¿qué estás haciendo? — Instantáneamente sujetando el costado de sus pantalones.
Rumi respondió eso con el ceño fruncido. —¿Crees que es justo que yo sea la única desnuda aquí? —El chico tragó saliva e intentó apartar la mirada de ella, luego sintió que algo le agarraba la mano y la empujaba hacia adelante—. Lo que dijiste antes, no estabas satisfecho con mirar, puedo decir. —Lentamente colocando su mano sobre su pecho, los nervios de Deku salieron fuera de control y sus dedos se frotaron contra su pezón—. Si me dejas tocarte, te dejaré tocarme, ¿qué te parece?
Incapaz de encontrar su voz, Deku miró su mano y sus senos moviéndose hacia arriba y hacia abajo mientras respiraba, esos oscuros pezones señalando de manera lasciva. Sin embargo, eso no fue todo lo que llamó su atención, esa hermosa piel oscura, tan suave al tacto y su duro estómago; luego sus ojos se dirigieron hacia su rostro, una expresión intensa con los ojos rojos más impresionantes que le devolvían la mirada. —E-Es solo que... —Trago saliva antes de responder—. Nunca he hecho esto antes.
Esas palabras resonaron en sus oídos y haciendo que su rostro se ilumine, todo el calor de su cuerpo subio hacia su rostro. —¿Quieres comenzar con un beso? —Sacando la lengua de una manera seductora. Deku asintió con una sonrisa torcida y un sonrojo profundo en su rostro, haciendo reír a Rumi—. Muy bien, cierra los ojos y saca la lengua. —Temblando con tanta fuerza y con la garganta seca, el chico hizo lo que le dijo y trató de prepararse para su primer beso, no tenía idea de qué esperar, pero no estaba tan preocupado, probablemente porque su sangre estaba saliendo de su cerebro. Esperando con la boca abierta y la lengua afuera cuando algo llenó su boca, su cabeza golpeó la pared detrás de él, mientras Rumi apretaba su cuerpo contra el suyo.
—¡Ja! ¿Realmente pensaste que me ibas a dar un beso? ¡Eres tan crédulo!
Al abrir los ojos y darse cuenta de que Rumi estaba presionando uno de sus senos dentro de su boca, lo hizo chuparlo mientras ella liberaba su miembro. Sus ojos se animaron al verlo, ha pasado tanto tiempo desde que vio uno en persona, y estar en celo solo lo hacía ver más sabroso. Ella lo agarró con fuerza y lo acarició un par de veces, principalmente por el aroma que la golpeó poco después, de hecho, Deku se volvió mucho más atractivo desde que lo vio por primera vez. La descuidada forma en que seguía chupando su pezón hacía que todo su cuerpo ardiera con anticipación; ella no podía evitar que su mano enguantada sobara su miembro, sin importarle que fuera demasiado rápido para él.
Luego sintió un fuerte mordisco en su pezón, las caderas del niño se contrajeron un par de veces mientras disparaba su carga sobre la mano de Rumi, al final, fue demasiado estímulo para Deku. Rumi se separó de él, dio un paso atrás y lo dejó tomar aire. Ella podría estar enojada de que él terminara sobre ella, sin embargo, ella quedó hipnotizada por la cantidad que él soltó y el fuerte olor que emanaba de su semen. Tan fuerte que no pudo resistir el impulso de probarlo, lamiendo sus guantes y su entrepierna ardia, no, no fue solo eso, fue como un rayo que comenzó en su entrepierna y corrió hasta su útero.
Todavía recuperándose, Deku trató de volver en si antes de que algo más pudiera pasar. Sus piernas estaban a punto de rendirse, pero su pene todavía latía, era toda la emoción en el aire y esas nuevas sensaciones que sobrecargaron sus sentidos con tanto placer; lo único que podía hacer era respirar hondo y quedarse allí. Fue entonces cuando abrió los ojos, sin darse cuenta de lo silenciosa que se había vuelto la mujer, y capto a Rumi a medio de desvestirse.
La prohéroe se había quitado el leotardo, los guantes, el calzado y las medias largas, hasta que le mostró su cuerpo desnudo sin una pizca de timidez o ira; Deku escaneo su cuerpo con los ojos llenos de lujuria. Compartieron una larga mirada, sus ojos se fijaron en su lugar y nunca se movieron, los latidos de sus corazones se sincronizaron y sus cabezas quedaron en blanco por unos segundos. Rumi fue la primera en romper el contacto visual al mirar el pene de Deku, el chico se había endurecido nuevamente después de verla desnuda, y lo tomó de la mano. Guiándolo a un par de colchonetas de entrenamiento que yacían en el piso y ayudándolo a acostarse sobre ellas.
Una vez que estuvo boca arriba en las esteras, Rumi preguntó. —¿Quieres hacerlo con tu ropa puesta? —Señalando todo su cuerpo cuando lo dijo. Para responder a su pregunta, el niño comenzó a quitarse la camisa mientras Rumi le ayudaba a bajar los pantalones, teniendo algunos problemas con sus zapatos, pero terminó completamente desnudo en poco tiempo. La mujer miraba boquiabierta su cuerpo por un par de segundos, esta penosa situacion mejoraba cada minuto—. Al menos eres agradable a la vista. —Extendiendo sus piernas delante de él—. Mira, voy a usar esto para comerte, ¿ves lo mojada que estoy?
Eso era un eufemismo, Rumi estaba llena de jugos de amor, desbordándose cuando sus dedos entraban y salían. Ella no esperó una respuesta antes de sentarse sobre su polla dura, empapándolo mientras frotaban sus partes, el chico soltó fuertes gruñidos y se sacudió en su lugar. —Se siente tan bien..." soltó.
Una sonrisa diabólica apareció en su rostro. —así es, ¿verdad? ¿Quieres que te diga algo más? —Inclinándose hasta que ella pudo susurrarle al oído—. Ponerlo adentro se siente aún mejor, no hay comparación. —La emoción se acumula en el corazón del chico—. ¿Puedes sentir lo caliente que está mi coño en este momento? Es porque he estado caliente todo el día. —Volviendo a subir, esa sonrisa nunca abandono su rostro—. ¿Entiendes lo que digo, chico? Solo estoy haciendo esto porque estoy cachonda como el diablo y tú eres el único pene que estaba alrededor. —Deku apenas la estaba escuchando en ese momento, se sentía tan cerca de explotar allí—. ¿Estás seguro de que quieres perder tu virginidad conmigo? —Levantando sus caderas y agarrando su polla con una mano, guiándolo a su posición para que ella solo necesitara bajar su cuerpo para ponerlo todo adentro—. Esta es tu última oportunidad, aún puedes irte antes de que te coma.— Rumi mordía su labio inferior, ya saboreando su miembro.
Tan desconcertado y acalorado, el muchacho solo podía agarrar las caderas de Rumi, sujetándolas firmemente y mirando a sus partes privadas casi conectadas. Una visión increíble para él, por decir lo menos, con todo su cuerpo gritándole para continuar, que nunca tendrá otra oportunidad de hacerlo. Tan ansioso por perder su virginidad que no podía reaccionar.
Fue entonces cuando Rumi comenzó a bajar las caderas, la punta del pene de Deku la penetró lentamente y sus paredes lo envolvieron a medida que avanzaba. Tan cálido, húmedo y apretado, todo al mismo tiempo, no podía dejar de gemir y sacudir la cabeza hacia los lados tratando de recuperarse. Eso fue solo ponerlo dentro. —vaya, vaya, pensé que un empujón sería demasiado para ti. —Él palpitaba y sostenía sus piernas con tanta fuerza que ella esperaba que él terminara poniéndola—. Veamos cómo manejas esto... —Ella usó sus piernas para levantar su cuerpo, sacandolo por completo de una vez, antes de dejar caer sus caderas de un solo golpe. Deku dejó escapar un fuerte grito.
Y ella continuó haciéndolo más rápido e igual de duro, sus cuerpos golpeándose uno contra el otro cada vez que él bajaba su cuerpo; Deku respiraría mientras entraba y gemiría en voz alta cuando ella levantaba las caderas. Siendo golpeado con cientos de nuevas sensaciones a la vez e incapaz de manejarlas. —¿Puedes ... puedes ir más lento? —Sin embargo, ella no pareció escucharlo—. ¡Mirko-san! No puedo aguantarlo así...
Deteniéndose por un par de segundos, Rumi se inclinó y le habló con un tono serio. —Nunca dije que iba a ser amable contigo, ¿verdad? —Ella movió su cintura en círculos mientras agregaba—. Además, voy a dejar que te corras dentro de mí, deberías estar feliz... —Rumi comenzó a moverse nuevamente justo después de eso, además no estaba de humor para abordar sus preocupaciones. Ella lo siguió montando a gran velocidad, ya notando lo cerca que estaba de sus límites y no lo dejaría ir hasta que eso sucediera.
Poco tiempo después de esto, Deku echó la cabeza hacia atrás antes de gritar. —¡Mirko-san! —Dejando escapar una gran carga dentro del héroe, un orgasmo tan fuerte que le quitó toda su fuerza. Todo, desde la forma en que sus paredes se tensaron como si estuviera chupando hasta la última gota de su semen, hasta la forma particular en que sus senos rebotaban en los últimos empujes. Aumentaron la exitacion.
Ahora, con una expresión de satisfacción en todo su rostro, Rumi había perdido la cuenta de cuántas veces había tenido un orgasmo mientras se lo hacía, el prohéroe se echó hacia atrás hasta que su pene se deslizó fuera de ella, y parte de su semen se derramó mientras lo hacía. —Uff, chico, tu sí que dejas salir cubetas. —Su cálida esperma en particular la volvía loca, ella se corrió tan duro por solo sentirlo eyacular dentro de ella. Peor aún, quería más, todo su cuerpo ardía con un deseo interminable de sexo; ella comenzó a tocarse tratando de apaciguar esos impulsos, vio lo flacido que se había vuelto el chico y rápidamente perdió interés en él.
Los ojos de Deku se centraron en sus ingles, ambos cubiertos con una mezcla de sus fluidos, su coño pulsando y dejando salir más jugos mientras jugaba consigo misma. Nunca imaginó que el sexo se sentiría tan bien, o que lo haría con una mujer tan lasciva, o que sería con Mirko de todas las gente; recordando todas las veces que la había visto pelear en las noticias y cuánto había estudiado sus movimientos. Siempre la veía con admiración, pero solo ahora la veía con los ojos llenos de lujuria, sin imaginarse que ella sería así en privado. Tantos sentimientos conflictivos bailaban dentro de su mente y alma, todo esto reflejándose a través de su cuerpo cuando comenzó a endurecerse nuevamente.
Rumi miraba esto con ojos alegres. —¡Veo que puedes ir por otra ronda! —Ella se incorporó antes de agregar—. "Ciertamente estás lleno de sorpresas.— Aún manteniendo la delantera, Rumi se dio la vuelta y Deku saltó al ver su trasero a la vista—. Esta es mi posición favorita, prepárate para un verdadero placer. —Y Deku tragó saliva al darse cuenta de que ella había sido amable con él todo este tiempo. Sin embargo, estaba más que listo para enfrentarse a ella. y no queriendo perder más tiempo, Rumi guió su polla dentro de ella y lo montó como antes. Ella no estaba mintiendo, la vaquera inversa era su posición sexual preferida durante estos tiempos, tal libertad de movimiento y cuando se combinaba con su tamaño, Deku podía golpear todos sus puntos más dulces con cada empuje.
Con más claridad mental después de correrse antes, Deku logró enfocarse en el culo de Rumi rebotando por su entrepierna, esa linda cola blanca moviéndose por todas partes cada vez que ella se movía. Sus manos pronto encontraron su camino hacia él, tocándolo por todas partes, extendiendo su trasero con ambas manos, una parte tan sexy de su cuerpo y él lo tenía para él allí. Una gran risa proveniente de la mujer aparentemente de la nada. —¿Te gusta mi trasero? —Agarro sus manos y las presiono sobre su trasero—. ¿Cuántas veces te has masturbado pensando en eso? ¿Pensando en mí? Pequeño pervertido. —Nunca deteniendo sus movimientos, casi como si sintiera placer al molestar al chico.
Por otra parte, Deku ya se había recuperado un poco, sus movimientos no golpeaban tan fuerte como antes. Aprovechando esta oportunidad, Deku se incorporó hasta que pudo abrazar el estómago de Rumi y apretar su cabeza contra su espalda. Incapaz de formar oraciones, comenzó a besarla y acariciar su pecho, mientras se acercaba al clímax con cada segundo. La prohéroe no luchó contra estas caricias, todo lo que amplificaba el placer era bienvenido.
Continuaron así por un par de minutos más hasta que el niño movió sus manos debajo de sus piernas, abriéndolas mientras lo hacía, y comenzó a mover sus caderas en sincronía con las de ella. Esto no solo tomó a Rumi por sorpresa, sino que la hizo reaccionar agarrando su cabeza en un ligero estrangulamiento debajo de su axila. —¿te estás avivando? nesecitas mil años antes de que puedas tomar la delantera en mí... —Antes de que ella sintiera un fuerte orgasmo acercándose, algo que Deku captó sin demasiados problemas. Su cuerpo se apretaba alrededor de su polla, al igual que antes, sin embargo, él también se sentía tan cerca de acabar.
La fuerza combinada de sus piernas los empujó hacia atrás en un mal momento, justo después de que su pene se había retirado y estaba a punto de entrar nuevamente, y para cuando aterrizaron sobre sus espaldas, la fuerza empujó violentamente su pene mucho más profundo que antes. La pareja dejó escapar un grito al unísono cuando acabaron juntos. Rumi, en particular, cayó en éxtasis completo, sintiendo su polla golpearse tan violentamente dentro de ella y llenándola por segunda vez.
Permaneciendo así por un par de minutos, Rumi encima de Deku, y disfrutando el placer cuando tomaron un poco de aire. No solo terminaron cubiertos en los fluidos del otro, sino que sus cuerpos estaban tan pegajosos y calientes después de todo, más ahora que compartían el calor corporal tan cerca. En medio de todo esto, tan agotados y sin sensación en sus piernas, Deku se acercó a la cara de Rumi, encontrándola tan linda con esa expresión de satisfacción en su rostro. No pudo contener la necesidad de besarla, se inclino y le dio un rápido beso en la mejilla.
Rumi se apartó de él tan pronto como lo hizo. —No te pases de listo...
Soltando una pequeña risita y hablando honestamente. —Te veías tan linda ahí, que no pude evitarlo.
Poniéndose seria ahora. —¡No me digas esa mierda! —Girando rápidamente y mirándolo a los ojos—. Si tienes la energía para hablar, puedes ir por otra ronda.
Su corazón se hundió después de escucharla decir eso. —¡Y-yo no creo que pueda hacer eso! Apenas puedo mover mis piernas... y... Rumi ya le dio esa sonrisa perversa, lo que solo lo puso más nervioso.
—¡Vamos, muestra algo de coraje! —Ella se movió por su cuerpo hasta que alcanzó su pene. —Te lo chuparé, y te pondré duro como una roca en poco tiempo. —Relleno su boca con su pene de una vez. Parecía que Deku llegaría a casa tarde hoy.
Siguieron durante mucho tiempo, casi era el atardecer cuando salieron del edificio de la escuela, y Rumi no podía lucir más contenta. Estirándose en voz alta mientras los dos caminaban hacia los dormitorios. —¡Ah! ¡Eso se sintió genial! —Todo ese sexo le dio en el clavo, estaba segura de que la satisfacción duraría un tiempo—. Mucho mejor que masturbarse solo, ¿no te parece? —Dirigiéndose a su compañero para obtener una respuesta.
Deku, por otro lado, estaba exhausto después de esta experiencia, ella realmente le lo agoto; Parecía que toda su energía había sido absorbida desde su pene. Apenas podía encontrar la fuerza para responder. —S-Sí...
—Ah, vamos! —Entregando una fuerte palmada en la espalda—. Fuiste un buen compañero, no muchos pueden seguirme el ritmo. —Lo que la hizo pensar en otra cosa—. Oh, sí, querías mi autógrafo, ¿verdad?
—¿S-Sí ...? Ah, sí! —Se detuvo en seco al recordar esa pequeña solicitud. Deku rebuscó en su mochila escolar antes de sacar un marcador negro y entregárselo—. Déjame buscar una libreta o algo así... —Sin molestarse en ocultar su entusiasmo por esto, incluso después de todo lo que hicieron juntos.
Sin embargo, Rumi tuvo otra idea. Agarrando su brazo y garabateando en su antebrazo. —Voy a darte algo mejor que un autógrafo. —Cuando terminó, el chico pudo ver una fila de números en su brazo—. Ese es mi número personal. Llámame mañana y podremos encontrarnos para una cogida rápida de nuevo. —Devolviéndole el marcador y girándose para seguir su camino.
Sorprendido por esto, el chico la llamó antes de que ella pudiera irse. —¡E-Espera! ¿Por qué me estás dando esto...? —Su rostro se puso rojo por la idea.
Rumi se dio la vuelta y respondió. —Te lo dije antes, eres una buena cogida, pero no diría que eres tan bueno. —Deku no entendía completamente lo que estaba diciendo ahí—. Pero tal vez con un entrenamiento especial, podríamos cambiar eso. ¿No te gustaría ser mejor en esto?
Desconcertado, el chico se apartó de ella y dio una respuesta tímida. —Supongo que sí... —Tragando saliva ante la idea de este entrenamiento que ella tenía en mente para él.
Con su plan funcionando perfectamente. —Genial, entonces está arreglado. Un par de sesiones y tal vez puedas ayudarme a pasar la temporada de reproducción.
—¿Qué? —No estaba seguro de haber escuchado esa última parte tan clara, sin embargo, Rumi ya se había alejado de él.
Antes de que ella se detuviera y le hablara por encima del hombro. —Oh, sí, ¿cómo te llamas? —Si lo escuchó a través el día, no lo recordaba ahora.
—¡Ah, soy...! —Se aclaró la garganta después de emocionarse un poco ahí—. Soy Midoriya Izuku... —Por qué se sintió tan tímido de repente, no lo sabía.
—Muy bien, Izuku, esperaré saber de ti. —Reanudando su caminata para salir de ahí—. Además, si le cuentas algo de esto a alguien, ¡te mataré! —Grito esa última amenaza antes de que ella se perdiera de vista.
Ahora realmente solo, Deku miró ese número escrito en su antebrazo, no podía creer que un prohéroe le hubiera dado su número de teléfono, y mucho menos que quisiera verlo nuevamente para tener sexo. Más que sorprendente, y un poco intimidante ahora que le tenía un gusto por su libido, era una oportunidad única para él y no podía negar que la idea lo excitaba hasta el fondo. Agarro su teléfono para guardar su número antes de que se desvaneciera de su brazo.