Disclaimer: Los personajes de Naruto no son de mi propiedad, pertenecen a Masashi Kishimoto. La historia tampoco es del todo mía, ya que una vez vi un doujinshi corto sobre esto, llamado el cambio, creo, ya que lo vi hace mucho y me inspiré de eso y del capítulo donde Naruto finge ser Sasuke la historia no es del todo mía, pero igual espero que les guste.
EL CAMBIO
Después de que el morocho se había enterado de lo que Naruto había intentado hacer al transformarse en él, la rabia recorrió su cuerpo y solo sentimientos de venganza acudieron a él. Después de aquello Sakura le había insistido más que nunca sobre su "relación", cosa que no podría estar más lejos de la realidad, ya que al chico no le interesaba para nada la pelirosa, al menos no de esa manera.
El último de los Uchiha pensaba una manera de hacer pagar a Naruto por esa maldita broma, además de regresarle el "favor" por haberlo atado.
Y mientras un pensativo Sasuke intentaba trazar su venganza en el otro lado de la aldea una tímida peliazul miraba fijamente unas flores que se mecían con el viento. Estaba un poco triste porque no le había tocado en el mismo grupo que Naruto, aunque estaba más que agradecida con los compañeros que le había tocado, tanto Kiba como Shino era muy amables y buenos con ella. Pero aún así le habría gustado tanto estar junto al rubio.
Miró de nuevo el gras, notando como una pequeña planta silvestre sobresalía entre unas hermosas magnolias haciendo que ella sonriera. Muchas veces se sentía de aquella manera, sobretodo cuando estaba con Ino, Sakura o Tenten, una hierba entre flores.
Ella quería ser mas cercana a Naruto, pero conocía los sentimientos que el blondo poseía por su compañera de equipo. Además, ella no tenía ni punto de comparación con la ojijade. La Haruno irradiaba seguridad por cada uno de sus poros, además de ser bella y femenina, una gran kunoichi.
"El que no arriesga no gana", recordó las palabras de su compañero de equipo, mientras sus ropas estaban empapadas, pero aún así había conseguido devolverle su bandada ninja. En ese momento había creído que las palabras del castaño eran totalmente ciertas, pero…
Volvió a suspirar de nuevo, tenía que afrontar la realidad, ahora ya no estaría en el equipo del Uzumaki, sino hacía algo para que el chico la tomara en cuenta estaba más que convencida que el rubio nunca se daría cuenta de sus sentimientos o de ella misma, que pasarían los años y él con lo despistado que era no la notaría, hasta que un día, por alguna misión ellos se conocerían más y el empezaría a sentir cosas por ella. Pero un hombre la secuestraría y él iría en su rescata para luego darse un beso como señal de amor.
Sus mejillas se sonrojaron ante esos pensamientos, aquello era totalmente ridículo, nadie se enamoraba así como así. Pero, de todas formas, no pudo evitar esbozar una delicada sonrisa por sus delirios, incluso en su cabeza no encontraba una manera lógica de acabar con él.
Volvió a suspirar, el ojiazul tenía muchas virtudes, pero su defecto más grande era lo despistado que era, por lo que si no actuaba de verdad pasaría totalmente desapercibida para él. No es como si tampoco de la noche a la mañana quisiera convertirse en lo más importante para él, solo…
La verdad es que tampoco ella lo sabía bien, pero sí que podía decir una cosa, quería ser más cercana al ninja. Se levantó decidida, iría a ver al rubio e intentaría que él la notara más, aún no sabía como lo haría, pero lo haría.
Sasuke ató al rubio detrás de los campos de entrenamiento, ya que no mucha gente pasaba por ahí, así que no se tenía que preocupar porque lo encontraran, dándole más que tiempo suficiente para avergonzar al Uzumaki.
Podía notar como los ojos del blondo se abrían grande cuando el morocho se transformó en él, haciendo que un único pensamiento pasara por su mente "venganza". Estaba mas que convencido de que con su apariencia Sasuke se iba a vengar de él.
El pelinegro lo miró y sonrió con sorna, posiblemente si hacía alguna gamberrada no conseguiría nada, ya que el chico las hacía todo el tiempo, por lo que lo único con lo que lo podría herir era Sakura. Haría que su compañera de equipo lo odiase tanto que pediría un cambio de equipo, estaba convencido de que con un poco de suerte se libraría de los dos.
—Sa-ku-ra—dijo el azabache burlón, haciendo que el blondo se revolviera como un pez salido del agua que intentaba liberarse.
El chico ya sin prestarle más atención a su compañero se encaminó a las calles de Konoha, necesitaba encontrar a la pelirosa y comenzar con su plan, pero cuando iba a ir en busca de la Haruno alguien llamó al rubio.
—Na-Naruto-kun—escuchó como lo llamaban, para que el luego se volteara con desgano, encontrándose cara a cara con la heredera Hyuga, que se veía bastante avergonzada. —Te-tengo que decirte q-que… ¡M-me gustas, Naruto-kun! —dijo Hinata totalmente roja.
Y en un extraño momento de valentía la chica se dirigió a un confuso Uchiha, lo tomó de la chaqueta y le dio un beso que el azabache no se esperaba, haciendo que por breves segundos sus delicados labios hicieran contacto con los de él.
—Y-yo—dijo ella cuando se separó, intentando que la tierra se la tragase, haciendo que corriera despavorida de allí, ella no había querido hacer eso, pero cuando había visto aquello orbes azulados era como si su mente dejara de actuar y su cuerpo tomara el control
Al ver que se encontraba solo la transformación se deshizo, dando paso a un sonrojado Sasuke que no entendía para nada lo que acababa de pasar.
—La Hyuga me beso—susurró mientras sentía como su corazón latía con fuerza.
Cuando la peliazul se alejó lo suficiente la adrenalina que su cuerpo había generado para mantenerla consciente se terminó, haciendo que la pobre kunoichi se desplomara en el suelo, creyendo que lo que hacía unos segundos acababa de pasar, tan solo se trataba de un sueño.
Notas de la autora: Holis otra vez, sé que esto no es del todo un Sasuhina porque el único que siente algo es el pobre de Sasuke, pero la verdad es que quería escribir esto hace mucho. Solo espero que les guste. Por cierto, a mi también me gusta mucho el Naruhina, pero la verdad es que como lo desarrolló Kishimoto no me gustó en absoluto haciendo que mi amor por esa pareja se redujera bastante y ahora soy Sasuhina de corazón, aunque si me encuentro un Naruhina con sentido la verdad es que me gusta bastante.