Hola ¿Cómo están? Desde hace tiempo quería escribir sobre los jovenes titanes, pero la primera idea que tuve resultó ser una historia muy sería y con tantos detalles que aún la estoy escribiendo y no estoy ni cerca de llegar al climax del asunto, lo que no me pareciá bien como inicio ya que ya tengo otras historias largas por terminar en otro fandom y así fue como decidí empezarcon algo un poco más ligero y totalmente fuera de mi estilo que se centra en otros géneros, aún así espero que esta pequeña historia les guste a pesar de que siento que me quedó algo raro el prologo.

En fin, sin más que agregar aquí los dejo con el prologo.


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Prologo.

La vida suele ser tan caprichosa que es imposible saber qué tipo de giros bruscos pueda ocasionar en nuestros mundos de un momento a otro y lo peor de todo es que sin importar cuando esto suceda, simplemente no seremos capaces de evitarlo. Sin embargo podemos intentar hacer algo con las consecuencias que acarrean estos bruscos cambios y es la manera en la que afrontamos estas situaciones lo que determinara las oportunidades que pueda o no traernos el mañana.

Garfield Mark Logan era plenamente consciente de este hecho, pues desde que tenía uso de razón había tenido que enfrentarse a giros drásticos en su vida que la han volcado por completo más de una vez y él ha tenido que reponerse del golpe por su cuenta, algunas veces adaptándose al cambio y otras tantas enfrentándolo de frente a este; algunas veces le resultó fácil sobreponerse y otras tantas sentía que estaba atravesando por un infierno, aun así aquí estaba hoy en día mudándose a una ciudad que parecía haber sido creada para bichos raros como él, donde pensaba establecerse definitivamente si todo salía como esperaba.

No se consideraba una persona desafortunada en lo absoluto, pues a pesar de su condición como mutante, había logrado hacerse un hueco en la sociedad al mostrar que no era uno de esos lunáticos con delirios de grandeza que buscaban erradicar a la humanidad que cada cierto tiempo aparecían en alguna parte del mundo, pero tampoco era uno de eso héroes con capa y antifaz que con sus habilidades sobrenaturales se dedicaban a proteger el mundo. Él tan solo era un chico normal que se dedicaba día a día a lo que más le gustaba en la vida y eso era la música, por eso nunca tuvo problemas en vivir rodeado de humanos, sin embargo la residencia en la que había estado viviendo hasta ahora comenzaba a carecer de lo necesario para que él pudiera seguir creciendo en su medio laboral y por eso no le quedo más alternativa que buscar un lugar que pudiera satisfacer sus necesidades.

Para su sorpresa Jump City, una ciudad promedio que no se destacaba especialmente por nada, resulto ser el lugar ideal para dar inicio a esta nueva etapa de su vida y aunque no estaba seguro de querer abandonar el lugar en el que había estado viviendo los últimos cinco años, no podía echarse para atrás ahora, solo podía seguir adelante y volver a empezar desde cero en lo que sería su nuevo hogar.


Cuando llego a lo que sería su nuevo departamento suspiró aliviado al saber que por fin podría ponerse a trabajar para acondicionarlo como quería antes de que llegaran el resto de sus cosas en dos días. Dejó su mochila y sus maletas en una esquina y fue corriendo a medir la habitación que había determinado que sería su nuevo estudio de edición y grabación, necesitaba insonorizar y mejorar la acústica de la habitación además de ajustar ciertos detalles, pero eso era lo de menos, él tenía en las maletas lo necesario para ir trabajando con las puertas y las ventanas, las alfombras y demás llegarían después junto con todos sus instrumentos y equipos que rogaba al cielo que los de mudanza tuvieran mucho más cuidado que el que él les había pedido encarecidamente que tuvieran al transportarlos.

En fin, aunque le había costado una buena cantidad de dinero había comprado un piso completo de aquel edificio para poder montar el estudio de sus sueños, tenía una gran estancia principal con un espacioso balcón, lo cual le agradaba porque no quería un apartamento que fuera totalmente cerrado, además cercano al balcón contaba con una espaciosa área de cocina con barra; había un estrecho pasillo en el otro extremo de la estancia que conectaba con el baño, el cuarto de lavandería y con una pequeña habitación que decidió que sería su cuarto; además tenía otra habitación, la cual era lo suficientemente espaciosa para ser su estudio principal, solo necesita hacer una separación para tener la parte de grabación y la cabina de edición y control de sonido, la cual no necesitaba ser muy grande.

La estancia principal también debía de modificarla un poco por si acaso necesitaba grabar algo en ese lugar que involucrara a una cantidad mayor de gente, instrumentos y equipos, lo que lo obligaría a recortar un poco la estancia para colocar una pared que separara esa sección del balcón, para no tener que desmontar las puertas corredizas de cristal del mismo que le gustaban como se veían. Lo bueno de que ese piso fuera tan grande era que esa nueva sección podría convertirla en una pequeña sala de estar ya que podría dejar el espacio suficiente para que cupiera un sofá una pequeña mesa rectangular para colocar botonas o platos de comida, un par de sillones y una estantería donde podría colocar tanto libros como sus videojuegos favoritos y esta estaría a los lados de un gran televisor led pantalla plana y el que tras todo eso estuviera la cocina lo volvía el lugar ideal de ocio.

Si, ya podía imaginarlo, solo restaba poner manos a la obra y pronto podría empezar a trabajar a toda máquina. Lo que Garfield no sabía era que en el edificio que se encontraba justo frente al suyo, separado por unos 10 metros a lo sumo; una chica de piel pálida, corto y lacio cabello de un peculiar color purpura al igual que sus ojos, lo observaba desde el balcón de su departamento con curiosidad mientras el medía y con una tiza trazaba en el suelo el lugar donde haría esa separación que había pensado.

— Tal parece que mi tranquilidad está a punto de desaparecer —Pensó en voz alta antes de volver su mirada al libro que había estado leyendo hasta que ese extraño chico de piel verde, con orejas puntiagudas y afilados colmillos que sobresalían ligeramente desde su labio inferior, llegó diciendo en voz alta todos sus planes de remodelación.


Es corto, lo sé, pero no quería extenderme más de la cuenta con la introducción. Espero sus comentarios, criticas, sugerencias, etc