Devil: Muy buenas a todos, mi querido público.

¿Cómo andan con la cuarentena? ¿Sin Cuarentona? Xd

Yo ando con algo más de tiempo libre, aunque no demasiado por la limpieza y arreglos de la casa en general, esto se traduce a veces en u corte de inspiración por lo cual no estaba seguro de que fic actualizar y comencé a ver unos animes que tenía pendientes.

Entre ellos Evangelion.

Y si, entendí el final.

Luego de eso vino una discusión conmigo mismo, me gusta Shinji ya que es muy humano, pero por lo general me gustan los protagonistas mucho más salvajes por gusto.

De ahí nació una idea… ¿Y si Shinji fuera un delincuente?

Luego de eso vinieron varias ideas para agrandar aún más el universo de Evangelion y aquí estamos, exactamente un día después de terminarme toda la serie y con un three-shot.

Una historia corta pero poderosa con el universo y conceptos expandidos o al menos eso intento.

Este fic lo inicie en la cuarentena y voy a terminarlo en ella, así luego no tengo cargo de conciencia.

En fin, espero que lo disfruten y dejen un comentario con su opinión.


¿Es el ser humano malvado por naturaleza?

Existen diversas posturas sobre esto y estas mismas han cambiado a lo largo del tiempo y de varios hechos que han marcado un antes y un después en la historia de la humanidad.

Hay quieres piensan como Hobbes que el hombre es malo por naturaleza y necesita reglas autoritarias para poder suprimir sus deseos egoístas al vivir en sociedad.

"El hombre es un lobo para el hombre"

Otros como Rousseu apuntan que el hombre es bueno por naturaleza y que luego es pervertido por el medio en el que se relaciona.

Pero entonces, como podríamos catalogar a un pequeño niño de no más de 3 años sentado en una silla que ha visto morir a su madre frente a sus ojos.

El infante sentado en una silla de metal tenía rastros de lágrimas secas por todo su rostro nacidos de sus ojos ya rojos porque era lo único que podía hacer en estos momentos ya que su infantil mente no podía procesar lo ocurrido.

El solo vio a su madre entrar en un robot antes de que esta fuera disuelta en un liquido naranja que llenó la capsula en la que iba a pilotarlo.

Luego de eso no puede recordar más que simplemente el llanto, sus ojos una vez llenos de alegría por ver el trabajo de sus padres se transformó en dolor y llanto.

Poco después de eso, apenas unas horas después, Shinji fue llevado a una sala sin ventanas con algunas sillas y una mesa.

Ha estado ahí desde hace unos 30 minutos sin ningún tipo de contacto con ninguna persona, en especial de su padre.

Su padre, Gendo Ikari, cambió de un segundo a otro en el momento que su madre subió al robot hasta que desapareció, él siempre había sido alguien alegre y con ganas de vivir pero luego del accidente simplemente no era el mismo.

Shinji de pronto se encogió cuando escuchó el sonido de un fuerte golpe.

Desde hace 10 minutos el niño había escuchado una fuerte discusión en el cuarto de al lado, usando muchas palabras que no comprendía pero sabía que iban cargadas con mucha ira.

-No vas a llevártelo.

-¿Y acaso tú vas a criarlo? ¿En este estado? ¡Ni siquiera puedes cuidarte a ti mismo!

-Lo que haga con mi hijo es asunto mío.

-¿Y qué va a hacer? ¿Vas a dejarlo con un tutor con el que apenas va a sobrevivir?

-...

-¿Tan poco te importa el legado Yui?

Se pudo escuchar un fuerte golpe.

-No te atrevas a usar su nombre.

-Yo tengo más derecho a usarlo, más del que tú nunca tendrás, aún en la muerte soy su padre.- Dijo una voz que se notaba que no era de su padre.- Y por lo visto me preocupo aún más por mi nieto que tú por tu hijo.

-...

-Los papeles ya están arreglados, solo necesitas firmarlos.

-... Solo tengo una condición.

Penas 2 minutos después la una de las 2 puertas de la habitación fueron abiertas y Shinji tuvo que rápidamente colocar su cabeza nuevamente a una posición agachada para que no sospechen que estaba escuchando o siquiera intentando entender la conversación.

Ahí entró un hombre mayor con algunas canas en su oscuro pelo, vestido con un traje de negocios con corbata roja, sus pasos eran lentos pero seguros en conjunto con su bastón ya que se notaba que arrastraba ligeramente el pie izquierdo.

Este se sentó en una silla cercana al niño y soltó un suspiro.

-Hola, Shinji.- Dijo el casi anciano.

-H-hola.- Respondió el niño antes de preguntar.- ¿Me conoce?

-Pues, claro.- Respondió el señor.- Yo te cargaba en mis brazos cuando apenas eras un bebé, sabes, incluso a tu madre cuando ella era una bebé.

-Es usted muy viejo.- Mencionó el niño de 3 años para sacar una risa seca del hombre.

-Sí, pero es algo normal cuando te conviertes en abuelo.- Mencionó con una pequeña sonrisa.

-¿Abuelo?- Preguntó Shinji sin pensar en las repercusiones que tendría esas simples palabras para el adulto mayor.

Fue con esta simple palabra que Ken Kakura, un gran empresario y miembro de los Yakuza, sentenció su corazón con su propia descendencia.

-Sí, soy tu abuelo, Shinji.- Mencionó este con una sonrisa entre algunas arrugas aún sin poner un solo dedo sobre el niño.- Dime, ¿Te gustaría ir por un helado?


Shinji miraba su helado doble de vainilla y crema con mermelada sobre un vaso mientras sostenía una cuchara, desde que los meseros colocaron el postre en frente suyo no pudo ni tocarlo.

De alguna forma que no podía comprender el niño estaba comparando su situación actual con el helado, ya que este parecía estable unos instantes, solo para que segundo a segundo este se vaya derritiendo hasta que inevitablemente se vuelva un líquido amorfo.

Mientras el niño veía como su helado lentamente se derretía frente a sus ojos, el adulto mayor veía como su nieto se mantenía inmóvil.

Ken desviaba la mirada entre su nieto y los alrededores, nunca, en sus 68 años ha tenido que soportar una situación parecida, era un padre consumado y no tenía problemas con su crianza.

Mas en estos momentos era como volver a ser un padre primerizo.

-Abuelo...

Esa palabra nuevamente provoco que el anciano mirase al niño, solamente para que su corazón se sintiera como si fuese estrujado por las manos de su peor enemigo.

Ya que su nieto estaba derramando nuevamente lágrimas a más no poder.

-Mamá... ella no volverá, ¿verdad?

Ken solamente soltó un suspiro al ver que su nieto finalmente ha aceptado la verdad y ha dicho unas palabras tan maduras que ni siquiera un hombre adulto podría decirlas con facilidad.

Kakura podría decir una mentira, podría decirle que su madre podría volver y que lo esperaba en casa, pero él sabía que a veces una mentira piadosa podría ser mucho peor a la larga que una verdad dolorosa a tiempo.

Nuevamente el anciano solo soltó un suspiro antes de negar suavemente la cabeza demostrando que compartía perfectamente el mismo dolor que sentía su nieto.

Hoy, Shinji perdió a su madre y Ken perdió a su hija.

-No.- Fue la simple palabra del anciano.

Solo eso bastó para que el niño bajase la cabeza antes de nuevamente las lágrimas inunden su rostro al punto de que le resultaba imposible ver con claridad, pero incluso con esa dificultad, el joven pudo encontrar consuelo.

Consuelo encontrado cuando el niño se aferró a las ropas de su abuelo como si fueran un salvavidas, pues eran su salvavidas emocional en esta situación, para ambos.

Del mismo modo que el niño se aferraba al anciano, este se aferró al niño que ahora era su responsabilidad y haría todo lo que esté en su poder para hacerlo crecer de la mejor manera posible.


-Levántate.

Los años pasaron y Shinji se mudó a la casa de su abuelo en la que comenzó a vivir bajo su tutela y cuidado siguiendo cuidadosamente ciertas reglas muy claras.

Nunca salir solo.

Entrenar cuerpo y mente.

La familia es lo más importante.

Shinji desde pequeño fue instruido en diversos estilos de pelea o algún deporte a eleccion por petición de su abuelo, ya que esperaba que esto pudiera dotarle de disciplina y un objetivo aunque sea a corto plazo.

Sabía que si mimaba demasiado a su nieto es muy probable que se retraiga y nunca sea capaz de afrontar un desafío por sí solo, puede que pareciera algo demasiado repentino, pero no iba a dejar que se quede en ese estado para siempre.

Y fue algo bastante bueno para el estado mental del joven, y si no era alguna de las muchas artes marciales sería cualquier otro deporte.

Ken sabía por experiencia y por crianza que el deporte es algo indispensable para la crianza, la actividad física y por supuesto la disciplina que esto involucra.

Poco a poco la fuerza del joven fue aumentando con los años al mismo tiempo que su comprensión sobre el mundo y sobre lo que hacía su abuelo.

No fue hasta los 13 que el comprendió que su abuelo era parte de la mafia y con la misma rapidez que lo desecho, poco le importó ya que era la única familia que estaba a su lado, el y los 20 hombres que cuidaban su casa todos los días en turnos rotativos.

Claro que su físico y estado mental han mejorado con el paso de los años, pero aún pese a eso era algo retraído, claro que era amigo de los hijos de los guardias de su hogar, pero aún pese a eso en la escuela era algo antisocial.

Y puede que eso no haya sido del todo su culpa ya que fue presentado como Shinji Kakura, nieto de la cabeza del conglomerado Kakura, una de las potencias más grandes de Japón.

Esto hizo que se gane el miedo de algunos como la envidia de otros.

Y como todos saben, no hace falta ser un hombre poderoso para tener enemigos o hacer algo particularmente especial para ganarte el odio de muchos.

Es de esta manera que llegamos a esta situación en la cual Shinji había sido llevado a la parte trasera de la escuela justo al lado de un contenedor de basura donde fue golpeado varias veces.

-No te lo diré nuevamente.- Dijo un chico dos años más grande que el.- Levántate.

-Amigo, te has pasado.- Dijo un mirón.- Es solo un niño.

El atacante escupió al suelo.

-Un niño, cuyo abuelo despidió a mi padre... ¡Luego de 10 putos años!

Esto bastó para que pateara nuevamente el niño en el estómago haciendo que este escupa sangre y se acercase aún más al contenedor de basura, para que de este caiga un pedazo de tubo de hierro muy pesado.

-¡Esto es por mi padre!

-¡Oye, ya basta!

El atacante fue detenido por su colega que no pudo detenerlo de hacer una estupidez que arruinaría no solo su vida, si no la de todas las personas a su alrededor y la de sus descendientes por igual.

Por su parte Shinji estando en el suelo luchaba por poner algo de aire en sus pulmones mientras se acurrucaba en una posición fetal tratando de mitigar el dolor.

Las lágrimas escaparon de sus ojos al punto que comenzaban a formar un charco debajo de él, no estaba seguro de cuánto tiempo estuvo en esa forma llorando por ser débil.

Pero exactamente en su posición acurrucada que sus ojos llorosos fueron golpeados por el brillante reflejo del tubo de hierro.

Fue solo en ese momento que Shinji pudo recordar que estuvo en una situación muy parecida ya hace muchos años, cuando apenas tenía 3 años, cuando su madre falleció y su padre lo abandonó.

El joven extendió su brazo tratando de llegar al tubo.

Solamente su abuelo fue quien lo protegió, lo crio, lo volvió quien era, y quería demostrar que su abuelo no había criado a una basura.

Que él no había desperdiciado saliva al enseñarle tan valiosas lecciones que quedaron grabadas en fuego.

"Escucha, Shinji... ser fuerte no significa ser invencible, la amabilidad no es señal de debilidad y finalmente una buena acción no siempre es bien intencionada"

"Eso suena difícil"

"Hmmm, déjame decirte un proverbio al cual se le atribuye a Alejandro Magno o Ikandar en algunas lenguas..."

"Da igual cortarlo que desenredarlo"

No fue hasta unos días después que pudo aprender la leyenda completa y su significado.

Es decir, da igual cómo se haga si se consigue.

Pero Shinji había aprendido varios otras expresiones que iban atadas por la misma cuerda.

"El fin justifica los medios"

Shinji necesitaba sobrevivir, necesitaba conquistar su miedo.

A través de todas las generaciones de la raza humana, ha habido una constante guerra: una guerra contra el miedo. Los que tienen el valor de vencerlo, son hechos libres y los que son conquistado por él, sufren hasta tener el valor para derrotarlo, o se los lleva la muerte.

El joven se aferró a la barra de hierro mientras algo de sangre brotaba por la herida en su cabeza y casi entorpecía su visión, pero no lo suficiente para detenerlo.

Se aferró a ese pedazo de metal con más fuerza de la que jamás habría usado mientras la acercaba a su persona y se levantaba lentamente del suelo recordando el consejo más valioso que le dio su abuelo.

"No tengo miedo de un ejército de leones comandados por una oveja... tengo miedo del ejército de ovejas comandados por un León"

"Y tú, Shinji, eres un León"

-¡Oigan, retrasados!

Ambos idiotas pararon su discusión para ver al objeto de su ataque levantándose del suelo con algo de sangre escurriendo al lado de su cabeza mientras sostenía un tubo de hierro.

Shinji escupió al suelo una mezcla de mocos, saliva y sangre antes de mirar a ambos nuevamente, desabrochando su camisa y saco, mostrando su torso y principalmente que su zona abdominal estaba cubierta por gruesas vendas.

Estas eran la medida básica de protección contra puñaladas que cualquier pandillero o yakuza sabría y usaría.

-No crean que voy a tener miedo por unas putas ovejas.

-¡¿Que has dicho?!

Shinji sonrió antes de envolver alrededor de su mano derecha un trozo de manga de su camisa como apoyo para el arma contundente, este se preparó antes de agarrarla como un bate de baseball.

-He dicho...- Comenzó con una sonrisa antes de levantar el fierro y gritar.- ¡No se metan conmigo!


Pareciera que las luces del fluorescente eran exactamente las mismas que cuando su abuelo lo adoptó y así él estaba al lado suyo ahora en la que fue la sala de interrogatorios.

-Bien...- Comenzó Ken sin saber que decir, ya estaba muy viejo, al punto de que todo su pelo se había vuelto blanco y había cambiado su traje de negocios por un yukata muy tradicional pero elegante.

-¿Quieres la versión larga o la corta?

-Mejor la corta, sabes que no me gusta perder el tiempo.

Shinji paseó su lengua alrededor de su boca y asintió.

-Estos tipos intentaron llegar a ti a través de mí y les demostré que no juegas con los Kurata, en especial cuando eres una oveja.

Ken bajó la cabeza por unos segundos antes de poner una sonrisa y reír abiertamente.

-¡Si, eso es!- Dijo antes de poner una mano sobre el hombro de su nieto.- ¡Bien hecho!

El abuelo sabía de antemano la historia ya que los policías le contaron los hechos, dos chicos mayores atacaron a su nieto, pero este se había superpuesto al punto de que ambos estaban recibiendo atención médica.

Shinji ha demostrado ser más que capaz de cuidarse por sí mismo y no solamente eso, ha demostrado ser un Kurata más que un Ikari.

Ha demostrado ser más que una oveja.

A ojos de Shinji era un león como su abuelo, pero a ojos de Ken, su nieto ha demostrado ser más que eso, ha demostrado ser un maldito Kaiju.

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Los años han pasado y Shiji ha cumplido los 17 años y convirtiéndose en un digno sucesor a ojos de su abuelo.

Pero el poder de Ken era algo de lo que el joven Kurata no quería depender por siempre, es por esa misma razón que el mismo fue forjando una reputación a su alrededor.

Se forjó la reputación de un verdadero Rey.

Y por ende, un rey, nunca está solo.

Al joven pronto se le unieron algunos pocos matones de poca monta que pensaron que ese incidente fue un golpe de suerte, cuan equivocados estaban.

Sabio y generoso en la calma, rápido e implacable en la cólera, con una voluntad inquebrantable. Sabe que los seguidores hacen a un Rey y los liderados al líder.

Es por eso que no perdió tiempo en formar a su alrededor una banda de lo que a simple vista serían matones de secundaria, no le llevó mucho tiempo dominar la escuela, pero no se detuvo allí.

Pronto se encontró con otras bandas cercanas a su escuela, y luego a todas del distrito, luego de la prefectura, y finalmente del país.

Luego de casi 2 años completos, Shinji se había convertido en el líder de todas las bandas juveniles de Japón, se ha convertido en un héroe para algunos capaz de convocar a las masas.

Y es ahora mismo que se encontraba en la casa de su abuelo, una casa tradicional japonesa muy grande, su hogar desde hace más de 10 años frente a frente del dueño del mismo.

Una suave brisa mecía las copas de los árboles suavemente haciendo que el calor usual sea más soportable.

Shinji estaba sentado con las piernas cruzadas frente a Ken separados únicamente por una pequeña mesa de té en la cual había dos vasos con la humeante infusión.

-Imagino que sabes por qué te llamé hoy.- Mencionó el anciano antes de beber un poco de la bebida.

Shinji respondió el gesto llevando la otra taza a sus labios y sirviendo la infusión, un simple té de frutos rojos, su favorito.

-Lo sé.

Durante los años que Shinji se consagró como el líder de las pandillas escolares ha cambiado bastante, ha crecido en altura y musculatura, su piel antes pálida tenía un buen bronceado y múltiples cicatrices, entre ellas la más evidente era la que cruzaba su mejilla derecha, las demás estaban ocultas por su uniforme.

El joven dejó la taza sobre la mesa y pasó una mano sobre sus largos cabellos salvajes y oscuros con patillas que casi enmarcaban su rostro.

-Realmente no quiero ir- Mencionó el joven.- Pero parece que no tengo mucha opción.

-Hmp.- Dijo el anciano.- Deberías saber que siempre hay otra opción, no importa las circunstancias, si no hay, las creas.

-Lo sé, abuelo.

-Aun así creo que deberías ir.

-Eso... también lo sé.

Hace apenas 2 días, ambos recibieron una mochila con una identificación para Shinji y unas instrucciones básicas para ir a un lugar llamado Tokyo-3, junto con una carta de una sola palabra.

"Ven"

La sala quedó en un silencio extraño ya que ninguno emitió más sonido que el ocasional sorbo de la infusión de los frutos.

-Shinji, tu padre...

-Sabes que no puedo llamarlo así.

Ken simplemente asintió ante esto a sabiendas que su relación no ha hecho más que distanciarse al punto de que es inexistente, son casi perfectos extraños.

-Abuelo, solamente hay algo que quiero decirte.

Luego de eso Shinji se levantó de su lugar y se acercó al anciano, solamente para que ambos se abracen con tal emoción que sentían que si no lo hacían el otro iba a desaparecer.

-Gracias, gracias, gracias.- Repetía Shinji una y otra vez abrazando con fuerza y cuidado el cuerpo de su abuelo que había hecho tanto por él.

Del mismo modo lo hacía Ken, más que agradecido por su simple presencia ya que su nieto no solamente le dio compañía, le dio alegría y un propósito.

Luego de la muerte de su esposa casi cae en depresión, fue un duro golpe para su salud que casi lo derriba. Luego fue su hija, de no ser por su nieto... solo la idea le resultaba aterradora.

Al cabo de unos segundos se separaron a sabiendas que este no era una despedida, era un simple "Hasta luego".

En menos de dos horas el joven ya había empacado los elementos necesarios para su traslado a la otra ciudad, pensar que en dos simples maletas podría caber casi toda su vida.

Shinji salió de su habitación y se detuvo un segundo frente a la puerta que daba a la calle, mirando por última vez la morada en la que compartió tantos recuerdos, pero tenía que ser fuerte, iba a volver a este lugar ya sea para nunca dejarla o para el último adiós.

Finalmente abrió la puerta.

-¡Jefe!

El delincuente estaba más que sorprendido por ver a todos los líderes de las bandas de todas las prefecturas de Japón, parados uno al lado del otro formando un corredor presentando un saludo en muestra de respeto.

Algunos estaban llorando por su partida, otros estaban soportando las lágrimas.

Al final de este corredor se encontraba su abuelo esperándolo al lado de una motocicleta negra que nunca antes había visto en la casa.

-¿Abuelo?- Preguntó Shinji.

-Cuando se enteraron que te ibas, todos quisieron venir a despedirte.- Comentó como si no fuera nada.- La motocicleta, es por tu cumpleaños.

-Pero mi cumpleaños es dentro de un año.

-¿De verdad?- Pregunto fingiendo sorpresa.- Debo haberlo olvidado, ya sabes, cosas de la edad.

El joven solo pudo negar con la cabeza, Ken Kurata nunca olvida algo, nunca.

-Gracias.- Fue lo único que pudo decir.

-Jefe.

Frente a Shinji apareció lo que solo puede describirse como un gigante hombre, de aspecto salvaje con el uniforme desgarrado.

Esta aterradora persona era conocida por todos como Yamamoto, la mano derecha de Shinji y su amigo más cercano.

Este le presento a su amigo y líder una pequeña muestra de pareció por parte de todos.

Un bate de metal con el mango cubierto de cuero y en la parte superior se leía "Shinji Kurata"

Pues ese era su nombre, lo había cambiado al año de vivir con su abuelo.

El joven tomó el bate con su funda y la instaló en su espalda, luego de eso no pudo evitar limpiarse una pequeña lágrima de lo conmovido que estaba, pero como líder de unos pandilleros no podía demostrar sus emociones con tanta facilidad.

-¡Escuchen bien mis queridos bastardos!- Grito a modo de que todos lo escucharan.- ¡Este no es un adiós! ¡No voy a ir allí a morir, me van a tener de vuelta tan pronto que no van a notar que me fui!

-¡Si, jefe!

-¡Yamamoto se quedará en mi lugar si tienen dudas o simplemente llamen!

-¡Si, Jefe!

Las palabras de Shinji iban cargadas de emoción al punto que estaba por volver a llorar por este montón de idiotas que juraron lealtad hacía el, tenía que irse rápido antes de que se arrepienta.

-¡Díganme! ¡¿Quiénes somos?!

-¡Somos los la banda más grande de Japón! ¡Somos los Kai-tara!

Apenas escuchar esas palabras el joven asintió antes de ponerse su casco y encender con un rugido el moto de su nuevo vehículo. Acelero hasta que no dejó una nube de polvo a su pasar, dejando atrás su vida, su presente, para enfrentarse a su futuro y de alguna forma su pasado.

-(Gendo Ikari... pedazo de mierda).


Fueron cerca de 3 horas de viaje en motocicleta, sin contar algunas paradas para estirar las piernas y cargar combustible, donde el joven delincuente pudo llegar a ver la ciudad donde se supondrían que debería encontrarse con alguien que lo recogería.

Shinji atravesó la ciudad bajando levemente la velocidad hasta que esta llegó dentro de la reglamentación de espacios urbanos, allí mientras recorría las calles se encontró que estaba totalmente desierta.

No había ni una sola alma en lo que podía observar.

-¿Que estará pasando?- Se preguntó retóricamente antes de ajustar algo en su caso que era también un trasmisor de radio para ver si era algo que se había perdido.

Mientras avanzaba nuevamente oyó por la radio que se dio la alerta de un estado de emergencia, por lo cual es posible que todos estén en los bunkers para salvaguardar sus vidas.

Pero la pregunta que se hacia el joven era... ¿Cuál era la emergencia?

El clima estaba soleado y no había señales mínimas de inundaciones o tsunamis o cualquier otro desastre natural.

Aceleró nuevamente esperando llegar aún más rápido al lugar establecido de encuentro, pero por un segundo sintió una presencia que lo obligó a frenar de forma sumamente abrupta.

El chirrido de sus ruedas y el olor a caucho quemado contra el asfalto llenó el lugar cuando la motocicleta finalmente se detuvo, el piloto no satisfecho con esto bajó del vehículo y miró al rededor.

Podría haber jurado que había visto y sentido a una joven de cabellos celestes y ojos rojos, pero la buscar a su alrededor, había nuevamente nadie.

Estaba solo.

-Creo que me estoy volviendo loco.- Fue su comentario sin gracia.

Sacudió la cabeza y se montó nuevamente en el vehículo para avanzar en la dirección citada, no fue hasta pocos minutos después que logró llegar al lugar encontrándose nuevamente solo.

Una vez allí sacó su teléfono solo para comprobar que las comunicaciones estaban cortadas por el estado de emergencia y solo funcionaban las llamadas, pero lamentablemente no tenía un numero al cual contactar, solo esta dirección.

Estacionó su motocicleta justo al lado de una máquina de bebida y se compró una para combatir el calor.

Pero en el momento que se llevó la lata para el segundo sorbo ocurrió algo que sacudió el suelo y posiblemente la ciudad entera.

-¿Un terremoto?- Fue su pregunta antes de buscar por todos lados alguna respuesta.

Pero esta vino de una forma totalmente inesperada y en muchos sentidos aterradora.

En medio de las montañas donde había recorrido sus carreteras hace tan solo menos de una hora aparecieron lo que solamente su pudo describir como un enjambre de helicópteros que rodeaban a un monstruo gigante.

Este poseía los brazos delgados y su cuerpo era principalmente negro, poseía una especie de núcleo rojo sostenido por unas extrañas costillas y una cabeza a la altura de sus hombros parecida a un cuervo.

Los helicópteros y naves lanzaban al monstruo un montón de misiles y municiones con la clara intención de acabarlo, pero para su mala suerte parecía que no eran más que una maldita molestia.

El monstruo movía sus brazos mandando muchas naves al suelo y como si no era suficiente las pisaba haciendo que los misiles sin lanzar detonasen contra el suelo provocando una expansión contra las viviendas.

Shinji al ver esto solo pudo reaccionar.

Como pudo metió sus dedos detrás de la máquina de bebidas y la lanzó la suelo, esto era lo suficientemente alto como para cubrirlo de la onda expansiva de los misiles y tal como esperaba lo fue.

Un calor agobiante pasó por encima suyo de un segundo a otro, incluso pudo ver la onda expansiva de calor con sus propios ojos antes de que esta se dispersase lo suficiente como para salir a ver.

-¡Oye!

No pudo ver demasiado ya que un auto estacionó cerca suyo, de este una mujer con lentes oscuros comenzó a gritarle.

-Soy Misato Katsuragi, trabajo para tu padre.- Dijo con una sonrisa.- ¿No te hice esperar mucho?

Shinji quería decir un montón de cosas, pero este no era el mejor momento teniendo en cuenta de que era una maldita zona de guerra.

-¡Habla luego, conduce ahora!- Le gritó subiendo a su propio vehículo para acelerar y salir lo más rápido de este lugar.


Shinji seguía conduciendo su motocicleta solo que ahora tenía otra pasajera en el asiento trasero de su vehículo, usando un caso de repuesto en el maletero interior.

Esto fue debido que cuando se alejaron lo suficiente lanzaron una bomba con intención de detener al monstruo, cuya denominación según Misato, era un Ángel.

Debido a esta bomba y la onda expansiva que generó el auto de la Jefa de operaciones se diera vuelta y se estropease la batería.

Pero para su suerte el vehículo del Kurata aún estaba más que funcional.

-Muchas gracias por el aventón.- Dijo Misato desde atrás abrazando al joven que conducía la motocicleta.- Debes llevar a muchas chicas en este chico malo.

-Es un regalo de mi abuelo.- Respondió.- Apenas lo recibí hoy.

-Oh, entonces soy la primera.- Dijo en broma.- Es especial ser la primera de Shinji.

-Le agradecería que dejé de hacer eso.

Misato saltó levemente por el tono grave y enojado que usó el joven para hablarle, nunca antes alguien le había hablado de esa manera. Solo en ese momento ella se percató de lo tenso que estaban los músculos de su conductor.

-Lo siento.

Un suspiró muy fuerte fue soltado por el conductor.

-No es tu culpa, es mía, estoy demasiado tenso.- Respondió.- Lo siento.

-No te preocupes.- Dijo ella para luego preguntar.- ¿Es por tu padre?

Ella no necesitó una respuesta verbal ya que el cuerpo del joven se tensó una vez más antes de relajarse al soltar un gruñido.

-Si puedes llamar "padre" a alguien que no he visto en más de 10 años.- Comentó con sarcasmo.- En lo que a mí respecta, mi única familia es mi abuelo.

Misato quería decir algo pero tuvo que aferrarse nuevamente al joven cuando este aceleró a fondo haciendo que el rugido del motor fuera casi ensordecedor para cortar toda clase de conversación.

Ya que él sabía que su progenitor estaba cerca.

-(Finalmente... luego de tantos años.)


Pocos minutos pasaron para que ambos entrasen en las instalaciones de NERV, aparcando la motocicleta en la banda transportadora hacia las profundidades de la tierra, directamente al corazón de las instalaciones.

Ambos anduvieron unos minutos por las instalaciones hasta que Shinji se hizo con el mapa para poder navegar correctamente en el edificio para llegar a tiempo donde lo requerían.

-Pensar que aún no puedes manejarte en este lugar.- Comentó Shinji.

-Oye, es un lugar muy grande.- Defendió.- ¿Y tú como sabes leer el mapa?

-No es el primer plano que tengo que estudiar.

-Oh, vaya.

En el ascensor en el que iban de pronto se detuvo para que ahí se subiera una mujer con el pelo rubio y un traje de bajo debajo de una bata de laboratorio.

-¿Dónde ha estado capitana Katsuragi?- Preguntó la mujer.- Carecemos de tiempo y personal.

-Lo siento.- Dijo ella.

-Así que él es el chico.- Mencionó la doctora de nombre Ritsuko Akagi.

-Así es.- Respondió Misato mientras que el joven del cual hablaban miraba por la ventana del elevador.

Finalmente llegaron al piso designado y los tres avanzaron en una habitación que estaba casi a oscuras, siendo la única luz la que venía del mismo elevador, cuando las puertas de este cerraron quedaron en completas penumbras.

Las luces pronto se encendieron mostrando una habitación completamente vacía salvo por dos elementos, una mesa de cristal y un hombre en el fondo, pero esto era lo que menos importaba en este momento ya que una de las paredes era completamente de cristal con la que se podía ver una gigantesca cabeza de un robot de color morado.

Por un segundo un fugaz recuerdo llenó la mente del joven, solo para que las sensaciones actuales cubran ese destello como si fuera una oleada de lo más enardecida.

-Tanto tiempo, Shinji.- Fue el comentario con una leve sonrisa de Gendo Ikari.

Shinji solamente quedó mirando el robot mientras que apretaba su puño al escuchar su nombre por parte de su progenitor.

-Despeguen el Eva.- Fue la orden del director de NERV.

-¿Despegar el Eva? ¡Pero la unidad Cero aún está anclada!- Comentó Misato antes de mirar al gran robot frente a ellos.- Espera, ¿quieres usar a la Unidad 1?

La respuesta no vino por parte de Gendo, vino de parte de la científica Ritsuko.

-No hay otra opción.- Dijo con simpleza.

-Espera un segundo.- Trató de detener la capitana por los daños que significaba el pilotar esta unidad.- ¡Rei no está en condiciones para eso! ¡No tiene un piloto!

-Acaba de llegar.- Fueron las simples palabras de la científica de rubios cabellos.

-¿Esto es enserio?- Pregunto casi retóricamente Misato a su amiga.

-Shinji Ikari, tienes que manejarlo.- Fue la orden de Ritsuko al joven que no se había movido ni un solo centímetro.

Mientras tanto, la capitana y la científica seguían discutiendo el mejor curso de acción.

-¡Rei tardó 7 meses en sincronizarse y el acaba de llegar es simplemente imposible!

-¡Nuestra prioridad número uno es repeler al Ángel!- Defendió la científica.- Y él es el único que tiene posibilidades de...

Ella se cayó cuando vio avanzar al joven que se había mantenido estático hasta que estuvo frente a la mesa.

-¿Shinji?

El joven parecía estar en un trance ya que hizo caso omiso de la llamada de la científica, en cambió levantó su puño tan alto como pudo y lo bajó con toda la fuerza que pudo reunir.

La mesa de cristal se rompió bajo el poder de ese golpe que iba cargado de una emoción tan profunda como el odio y rencor que le tenía al que se hacía llamar su Padre.

Los fragmentos de la mesa cayeron al piso e inclusive algunos pocos se incrustaron en la mano del delincuente que no mostraba si la más mínima señal de molestia por eso, solo por todo lo demás.

Shinji se dio la vuelta y lanzó su puño hacía el frente provocando que unas pequeñas gotas de sangre salpiquen los ropajes de Gendo.

-¡Vete a la mierda!- Fue la respuesta del joven.

-¡Shinji, él es tu padre!- Gritó Misato tratando de reprenderlo, pero ella casi da un paso atrás cuando vio la rabia salvaje con la que miraba al director.

-¡Ja!- Rio de forma seca y sarcástica.- ¿Qué clase de padre le pide a su hijo que monte un maldito robot? ¡¿Eh?!

El joven fue tan lejos como para escupir en el suelo justo enfrente del robot.

-Y por si está gran y maligna organización no lo sabe, me cambié legalmente el nombre a Shinji Kurata.- Sus ganas de dejar en claro que nada los unía eran sumamente grandes.- Si ese es tu único argumento entonces es uno muy malo.

Ritsuko fue la primera en dar un paso al frente.

-Te daré tres razones para subirte al robot.- Enumeró ella incluso usando sus dedos.- 1- Si pudiéramos hacerlo sin ti ya lo hubiéramos hecho. 2- Eres el único que puede hacerlo. 3- La humanidad depende de eso.

-¿Sabes qué?- Dijo de pronto- Por mi puedes salir afuera y enfrentarte a esa cosa con una pistola, ve y dime que tal salió.

-¿Que se va a hacer?- Preguntó Gendo con un suspiro.- Traigan a Rei.

-Oh, genial.- Dijo en forma sarcástica quitándose los trozos de vidrio de su mano.- Trae al piloto cualificado que debería pilotar esta cosa.

Al cabo de unos segundos se abrió nuevamente las puertas del elevador que era la única entrada y salida de esta habitación, pero el delincuente no oyó el sonido de los pasos que esperaba, si no el rechinar de las ruedas y múltiples pasos.

Pues en lugar de un orgulloso piloto del Eva entró una joven delicada cubierta en su mayoría por vendajes y soporte médico sobre una camilla que era empujada por algunos médicos.

-Oi, oi.- Dijo Shinji no creyendo que ella era la piloto.- ¿Es esto una clase de broma?

-Shinji.- Llamó Misato.- Ella es Rei.

-Tienes que estar jodiendo.- Escupió antes de mirar a su padre.- ¡¿Es esto real?! ¡¿Vas a hacer que pilotee en este estado?!

-Tu no quieres pilotar el Eva.- Fue la respuesta de Gendo.- No hay otra opción.

-¡Hijo de...!

Shinji estaba más que dispuesto a golpear a su padre para que detuviera toda esta locura, no iba a dejar que mataran a esta persona por el simple delirio de un loco.

Pero fue detenido por Misato que trataba de agarrarlo por su saco.

-¡Suéltame!

-¡Shinji, detente!

La capitana hizo lo posible por detenerlo al punto que jalo tan fuerte la prenda que los botones delanteros no pudieron soportar más la tensión y terminaron cediendo, provocando que la señorita retroceda para evitar caerse.

Ella se percató que la marcha de Shinji se detuvo cuando notó que no tenía su saco sobre los hombros, debido a esto ella miró nuevamente al joven solo para llevarse las manos a la boca.

Del mismo modo lo hizo Ritsuko mientras que Gendo se permitió levantar las cejas, pues todos en la sala pudieron ver perfectamente la piel expuesta del joven.

Su zona abdominal estaba cubierta con gruesos vendajes de protección contra puñaladas dejando el torso y los brazos descubiertos, pero fue gracias a esta zona expuesta que pudieron ver todas sus cicatrices.

Poseía muchas a lo largo de los brazos como si fueran cortadas, del mismo modo una sobre se torso derecho y finalmente una enorme que abarcaba la espalda de un extremo a otro, además de algunas más pequeñas.

-¿Sabes por qué Mamá tenía el apellido de la abuela y no del abuelo Ken?- Preguntó Shinji mirando a su padre.

Gendo no respondió, solo quedó en silencio al ver como su hijo caminaba hasta estar al borde de la cama de Rei. Incluso en el gran amor que le tenía a su esposa, nunca preguntó la razón del porqué usaba el apellido de su madre y no de su padre.

El delincuente miró a la señorita postrada en la cama de hospital y de cómo esta trataba de levantarse, pero al notar su presencia no hizo más que escanear su figura centímetro a centímetro.

-Ser un Kurata trae más penurias que alegrías.- Dijo Shinji antes de apretar su puño.- Pero esas penas son algo insignificante ante los lazos que formamos entre nosotros y con nuestro señor.

El joven colocó una mano sobre la mano de la joven en la camilla y la apretó suavemente en un gesto que intentaba ser reconfortante.

-Nuestra lealtad es absoluta, nuestra entrega... total, nuestra venganza... implacable, nuestra victoria... aplastante, eso es lo que significa ser un Kurata.- Comento Shinji mirando al vacío sabiendo perfectamente la razón de que su madre haya preferido el apellido de su abuela, era simplemente demasiado para ella.- Eso es lo que he aprendido y lo en lo que voy a creer hasta el día en que muera... voy a pilotar.

-¿Shinji?- Preguntó Misato ya que no pudo escucharlo correctamente.

-¡Ya me escuchaste!- Gritó a su padre al alejarse de Rei y sacar su bate de metal para apuntarle.- ¡Voy a pilotar ese robot! ¡Pero será bajo mis propios términos! ¡¿Oíste?! ¡Y si no te gusta tú y toda la puta humanidad pueden meterse a ese puñetero Ángel por donde les quepa!

Gendo no ocultó su disgusto, cuando dijo que pilotearía una sonrisa sutil apareció en su rostro, pero tan fugaz como vino desapareció para que en su reemplazo esté una muesca de asco.

Su hijo ha crecido para ser una persona totalmente opuesta a sus planes, es salvaje, impredecible pero por sobre todo leal a su abuelo más que a la propia supervivencia de la humanidad, puede que incluso a su propia vida.

Pero estaban cortos de tiempo, y no les quedaba de otra.

-Bien.- Fue su simple palabra.- ¿Qué quieres?

-Primero, quiero una lista de las capacidades y especificaciones del robot.- Comentó colocando el bate de hierro sobre su hombro antes de ir hacia Misato.

-Hecho.- Comentó la científica.

-Segundo, quiero total libertad durante las misiones, si decido cortar el nudo en lugar de desatarlo es mi decisión.

-¡No podemos permitir eso!- Dijo la científica para que Gendo levante su mano en señal de silencio por el momento.

-¿Algo más?

-Quiero unos minutos a solas con el Robot.

Luego de decir esas palabras Shinji caminó hacia el ventanal donde se podía ver al robot sumergido en una especie de líquido extraño de un tono vino o granate, desde un cierto ángulo pudo ver a la criatura y de otro ángulo vio un reflejo.

-Ah, una última cosa.- Comentó suavemente antes de darse la vuelta y apuntar a Rei con su mano libre.- La quiero a ella.


Una voz mecánica sonaba en todo el lugar mientras que un grupo de científicos y la capitana Misato coordinaban el lanzamiento de la unidad desde la Sala de Control.

La capitana en cuestión ponía una mano sobre su sien mientras se la masajeaba por el dolor de cabeza que estaba teniendo, a su lado se encontraba la doctora Akagi leyendo unos datos recientemente recolectados.

-¡Jamás me hubiera imaginado que sería un delincuente de este tipo!- Se quejó la capitana al recordar la escena, de alguna manera logró tener a todos inmovilizados por las bolas.- ¡Esto es un desastre!

-No te culpes.- Dijo la rubia.- Fue mi culpa que suspendieran su vigilancia luego del noveno cumpleaños.

-Pero aun así, ¿Quién hubiera pensado que terminaría siendo un Yakuza?- Preguntó Misato al aire para luego notar que su comentario no hizo más que preocupar a los demás operarios.

-Ya no podemos hacer nada.- Comentó la Doctora.- Solo nos queda esperar que todo resulte bien.

-¡El piloto ha entrado!

La voz de otro de los operadores llamó la atención de ambas, haciendo que su atención vaya dirigida a la pantalla principal donde era mostrada el interior de la capsula del piloto.

Allí estaba Shinji sentado con los brazos cruzados, ojos cerrados, con el saco desabrochado sobre sus hombros y con dos prendedores en la cabeza para el enlace. El joven mantuvo su posición incluso cuando la cápsula fue llenada con fluido LCL ya que sabía de antemano lo que pasaría.

-Increíble, ni siquiera se inmutó.- Comentó la rubia.- Comiencen la sincronización.

Esto dio la orden para que otros empleados comiencen a teclear en sus computadoras, pero por extraño que pareciera, esto no ocurría.

-¡Señora Akagi, no podemos!- Comentó uno.- Tenemos un tipo de interferencia.

-¿Qué?

-Creo que es el propio piloto.

Cuando dijo eso Ritsuko miró a la pantalla en el cual Shinji seguía en su posición, poniendo una expresión de concentración mientras un leve gruñido se escuchaba por los micrófonos dentro de la cabina.

Así fue hasta que este abrió los ojos y estiró ambos brazos para tomar los controles fuertemente, provocando que todos los sistemas del Eva se enciendan a su alrededor y que los sistemas que estaban fallando en la Sala de Control se reanude.

-¡Esto es increíble!- Comentó uno de los operadores mirando las gráficas.- ¡Su porcentaje de sincronización es de 45% y en aumento!

-¡Eso es imposible!- Dijo la científica Akagi pero se calló al escuchar lo siguiente.

-¡Va en aumento!

-No puede ser.

-¡46... 47... 48... 49...!- Ella estaba casi gritando a todo pulmón.- ¡Su sincronización es del 50% y en aumento!

-¡Las lecturas deben estar erradas!- Dijo Misato antes de mirar las gráficas.- Están correctas.

Por su parte la científica tomó un micrófono y habló con el piloto.

-Shinji, ¿Cómo es posible que tengas ese nivel de sincronización?

Desde la pantalla pudieron ver como este ponía una sonrisa.

-Porque conozco perfectamente los límites de mi cuerpo, conozco cada centímetro del cuerpo humano, solo tengo que ver el panorama completo.- Comentó aunque no se refería simplemente a su cuerpo real, ahora se refería al Eva con el.- Este robot, este Evangelion, es un ser vivo, es una extensión de mi cuerpo y mis deseos.

Shinji nuevamente cerro los ojos y sintió a profundidad todo su cuerpo conectado con este gran organismo y de cómo este respiraba a su mismo ritmo, su corazón compartiendo una melodía que hace tan solo unos instantes era única para el humano.

Ambos eran una extensión del otro.

-Estoy listo.- Dijo Shinji al abrir los ojos.

-¡Despeguen!

El piloto pudo sentir perfectamente la fuerza gravitacional cuando el robot fue lanzado por la plataforma hacia la superficie donde su batalla por la supervivencia de la humanidad comenzaría en tan solo unos instantes.


(Devil: Escuchar el Ost: Masoukishin 3 pride of justice ost- Awaking of Flame)

El Ángel llamado Sachiel estaba destruyendo la ciudad buscando algo en especial, estaba buscando lo que se encontraba debajo de este trozo de tierra en el que había sido molestado por esos insectos de metal.

El sonido de un lejano chirrido a sus espaldas llamó su atención al punto que lo hizo girar, este al hacerlo solo se encontró con el puño de un robot gigante.

-¡Comete esto!

Shinji salió de la plataforma y golpeó al Ángel tan fuerte como pudo, llegando a tumbar al monstruo que azotaba la ciudad.

Las luces de los alrededores se encendieron revelando al mundo la Unidad 01, con un color predominante morado, solo que había unos detalles que cambiaban su aspecto.

El principal era que en su cabeza portaba un grafiti con los kanjis que formaban la palabra "Kaiju" mientras que en los dedos de las manos tenían una letra cada una formando la frase.

RIP-N-TEAR.

Destrozar y Desgarrar.

-¡Vamos, vamos!- Desafío Shinji.

Sachiel no se hizo atrás ante el desafío su fue atrapado cuando estaba descuidado y con los escudos abajo, no se iba a repetir, rápidamente se levantó y se enfrentó al bastardo de Lilith.

El Ángel hizo uso de las cuchillas que se extendían desde sus brazos como un medio para ganar ventaja sobre su enemigo, pero este los esquivaba con relativa facilidad, no era su primer combate.

Por su parte Shinji maldecía un poco el hecho de no tener ningún arma a su disposición siquiera el escudo que tenía el monstruo, pero por otro lado tenía mucha experiencia.

Pero aun así, esta no pudo evitar un golpe lanzado con el Ángel con ambas piernas, estaba aprendiendo su estilo de pelea callejero.

Shinji fue mandado a volar contra algunos edificios menores reduciéndolos a escombros en el proceso y besando el suelo por si fuera poco, su cabeza quedó exactamente en un bajío formado por el puerto, levantó su cabeza para que el agua se escape y allí notó algo.

El Ángel no iba a dejar pasar una oportunidad para acabar con ese hijo de Lilith, por lo cual fue rápidamente contra él.

Pero esto fue detenido cuando un objeto fue directamente contra su cabeza y lo tumbó nuevamente, de allí se elevó una vez más para ver al Eva sosteniendo un arma.

Shinji en el cuerpo del robot sostenía una larga cadena proveniente de un barco mientras que en el lado derecho hacía girar el ancla a una gran velocidad, esta fue lanzada nuevamente contra el Ángel.

Un segundo impacto se produjo en el hombro, pero lamentablemente no un tercero ya que el monstruo aprendía con rapidez, no tardó en predecir los movimientos del arma, al punto de que pudo atrapar el siguiente y reducir la situación a un tira y afloja.

Shinji no iba a perder por lo cual estiró con todas sus fuerzas la cadena para sacarla de las garras del Ángel, al punto de que las cadenas casi se rompen.

Pero justo antes de eso, Sachiel soltó la cadena haciendo que Shinji pierda el equilibrio por unos simples instantes pero más que cruciales.

El Ángel no iba a desaprovechar una segunda oportunidad ya que avanzó, acortando la distancia entre ambos en tan solo unos instantes y desenvainando sus cuchillas en una fracción de tiempo.

SLASH

RAHHHHHHHG

Desde la punta del dedo hasta medio bicep fue lo que salió volando del Eva 01 cuando esta fue cortada por el monstruo provocando un mar de sangre y un grito monstruoso.

Shinji gritó y rugió de dolor al sentir como su brazo fue cortado y mandado a volar, pero su castigo no terminó ahí ya que el Ángel no tenía compasión cuando lo tumbó al suelo subiéndose sobre el para tomarle de la cabeza.

Allí usó su cuchilla para martillar la cabeza de la unidad para acabar con su existencia.

Dentro de la cabina Shinji aún se sostenía el brazo cercenado o al menos lo que lo era para el robot, el dolor era sumamente grande y sentía que iba a caer en cualquier momento.

Podía ver como la cuchilla estaba a punto de perforar el casco.

-¡Shinji Kurata!

Al escuchar esas palabras el Ángel levantó su rostro solo para que este sea bombardeado por una gran cantidad de misiles que si bien no hicieron nada, lograron aturdirlo unos segundos.

Eso bastó para que la carga del helicóptero sea liberada y que esta se incruste a unos centímetros de la cabeza del robot en el pavimento.

Allí Shinji pudo ver que era un gigantesco cuchillo Jack.

-¡Shinji!- Gritó su abuelo desde el helicóptero con un megáfono pese a las peticiones de sus guardias, su yukata se agitaba con los poderosos vientos.- ¡La valía de los Kurata está en juego! ¡No pierdas! ¡Llevas mi sangre en tus venas!

Solo en ese momento Shinji vio la expresión de su abuelo, una que gritaba una determinación alucinante, la cual le había permitido mantenerse como un líder Yakuza pese a su edad.

El piloto de la unidad estaba gritando ahora mismo, se sentía tan estúpido por dudar de sus capacidades y dejarse ganar por este monstruo, no podía perder.

RAAAAH

Shinji envió su dolor a lo más profundo de su mente mientras la unidad rugía con el mostrando los gigantescos colmillos de metal, este tomó el cuchillo Jack del suelo y lo clavó muy cerca del cuello del Ángel.

No contento con eso fue tan salvaje como para morder el hombro de su enemigo y usar ambas piernas para alejarlo abruptamente.

Sachiel emitió un sonido de dolor cuando el engendro de Lilith le arrancó un pedazo de su ser y esa arma penetró su escudo, de alguna manera esa cosa podía herirlo, estaba poco apoco perdiendo la ventaja.

Cuando se levantó quedó estático al ver el cambio en su enemigo.

Ahora tenía atado a su cintura un cable de alta tensión con su brazo mutilado y en la herida de este otro cable que detenía la hemorragia, uno de sus ojos estaba fallando. Pero a pesar de esto no se le notaba cansado, peor aún, se lo notaba mucho más motivado y salvaje que antes.

RAAAAAAAAAGH

El Eva rugió cuando se abalanzó contra el aturdido Ángel que levantó sus escudos AT en defensa, pero el gigantesco y pesado cuchillo Jack lo cortó como si fuese papel permitiendo al robot embestir al monstruo.

Este fue empujado contra el suelo mientras que uno de sus brazos era triturado por las mandíbulas del mecha y el otro era inmovilizado por su propio peso.

Shinji no esperó una señal cuando empujó con todas sus fuerzas el arma contra el brazo en sus fauces produciendo un corte limpio que resulto en un gigantesco rugido del Ángel, pero no se detuvo allí.

Fue tan salvaje como para empalar al monstruo al suelo con el cuchillo contra su hombro y usando su único brazo sano molió a golpes la cara del Ángel.

Grieta tras grieta hasta que llenó por completo la máscara del infeliz Sachiel que parecía que no le quedaban fuerzas para pelar.

Pero al Eva le quedaba tanto salvajismo como al principio.

Con si muñón hizo como pudo para inmovilizarlo mientras que con sus dedos sostenía el núcleo del Ángel y comenzaba a jalarlo como si estuviera arrancando su propio corazón.

Sachiel se retorció en su lugar tratando de alejar el engendro de Lilith, pero este no se dejó, al punto que usó sus propias fauces de metal para aprisionarlo contra el suelo mientras sentía que las terminales se desprendían de su ser.

-Ya lo dije una vez...- Comentó Shinji antes de empujar los controles a fondo, a toda potencia.- ¡No te metas con los Kurata!

El ojo izquierdo del Eva brillo del mismo modo del de su piloto cuando en un arrebato de furia arrancó finalmente el núcleo de Sachiel mientras que sus mandíbulas se cerraban como una trampa mortal llevándose todo lo que tengan en medio y por supuesto tragándose talpedazo.

Shinji se levantó lentamente de su lugar con el cuerpo de su enemigo a sus pies y su corazón en sus manos, allí rugió como nunca antes lo había hecho.

Fue un rugido de tal poder que pudo oírse en la base de NERV incluso sin los micrófonos, uno tal que sacudió hasta sus mismos cimientos.

RAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAGH

(Detener Ost)


-Es un monstruo- Fue el comentario de uno de los operadores antes de que su compañero de al lado vaciara su estómago en la papelera cercana.

Desde el inicio de la batalla Genzo la ha vigilado sin parpadear, con ojo crítico cada fotograma, segundo a segundo.

Pese a su apariencia fría en el exterior, una pesada gota de sudor bajó por su sien derecha mientras leves temblores eran visibles.

Misato estaba visiblemente perturbada por lo que vio, ya que era una carnicería a toda regla sin posibilidad de censura, vio a un chico acabar y torturar a una criatura que solo podría ser descrita como un monstruo.

De ser así...

¿Cómo llamas a un hombre que asesina monstruos?

Ella no sabía la respuesta y no quería saberla por ahora, se golpeó un par de veces las mejillas para poder volver en sí y reanudar sus operaciones como capitana.

-Comiencen el proceso de extracción.- Ordenó antes de suspirar.- Ganamos.

A su lado la capitana miró a su compañera y amiga Ritsuko que hacía su mejor esfuerzo para mantener su cena en su lugar, cuando finalmente pudo controlarse ella habló por el micrófono directamente a Shinji.

-Piloto, misión cumplida. Vuelve a la bahía para la extracción.

Desde la pantalla vio como el Eva colocaba el cuchillo entre sus dientes de metal para tomar con su mano libre su extremidad cercenada y alinearla con el muñón de su brazo.

Allí este comenzó a unirse lentamente nuevamente al cuerpo principal, solamente cuando las terminales estaban unidas lo suficiente desató el cable que había servido de torniquete durante la batalla.

Su brazo colgaba casi sin fuerzas, pero al menos estaba en una sola pieza. Para los parámetros normales de la pelea de Shinji fue un buen día. Conocía cada músculo y tendón de su cuerpo, es por eso que podía decir que viviría para pelear otra vez.

Lo último que vio antes de engancharse a la plataforma era el helicóptero de su abuelo alejándose de la zona, sabía que lo volvería a ver, pero no tan pronto, ya hablarían más tarde sobre eso.

La unidad 01 bajó lentamente hasta estar dentro de las instalaciones de NERV y luego de eso finalmente llegó hasta lo que sería su lugar de reposo habitual.

Un grupo de personas aparecieron listos para comenzar a trabajar por la unidad nuevamente, pero se detuvieron un segundo cuando la base del cuello de esta se abrió y de esta salió la capsula.

El líquido LCL se vació de esta antes de que saliera el piloto de la unidad demostrando que no había salido indemne de la pelea, pero aún pese a todo ese castigo se mantenía en pie.

Su brazo izquierdo presentaba varios cortes y un posible desgarro interno debido al que el de la unidad fue cercenado, su ojo derecho estaba inyectado en sangre al punto de ser casi totalmente rojo con su respiración era entrecortada y sus cicatrices, su imagen lucia que había pasado por el infierno.

Y ganado.

Pero incluso pese a eso se negaba a ser ayudado, se mantenía en pie como en tantas ocasiones diferentes, era un Kurata y no iba a caer tan fácil.

Se detuvo un momento en la barandilla para esperar el elevador y miró al rededor, en especial la zona estaba el ventanal donde antes había estado, al hacerlo solo pudo dedicar una sonrisa de desafío a quien lo estaba mirando.

No era otra que Rei.

Una vez dentro del elevador y sin que nadie lo viera Shinji sacó de sus bolsillos un pequeño frasco de plástico sellado, del cual consumió 3 pastillas antes de derrumbarse contra una de las paredes del elevador.

-Nunca demuestres debilidad frente a tus hombres.- Comentó al aire el joven antes de consumir otra pastilla.

Siendo esta algo básico, un relajante muscular, antiinflamatorio, básicamente algo para el dolor. Con esto podría fácilmente llegar hasta cualquier hospital que quisiera, incluso si este estaba de vuelta en su hogar.

Cuando el elevador estaba llegando a su piso tuvo que usar las barandas de seguridad para volver a ponerse de pie y fingir estar bien.

Las puertas se abrieron y ahí había algunos paramédicos mientras que en fondo miraba Misato preocupada pero asustada para acercarse. Shinji rechazó el traslado y fue guiado hasta el hospital donde recibió la debida atención para sus heridas.


Pasaron exactamente 24 horas donde el piloto durmió como una piedra, recuperándose de sus heridas que resultaron bastante menores en comparación a los indicios de otras contusiones que encontraron los médicos.

Huesos fisurados, mucho tejido cicatrizado, la casi inmunidad al sedante en dosis bajas, fueron apenas algunas complicaciones que se encontraron además de la propia testarudez del paciente.

Así, a casi una hora de diferencia, con un día, Shinji salió del hospital con una serie de medicamentos y su brazo inmovilizado por pedido de los médicos que lo atendieron.

Salió con unos ropajes básicos que compró de una tienda cercana ya que las que había traído estaban empapadas del LCL y no sabían dónde estaban, luego, lo que hizo fue llamar a su abuelo.

-*¿Hola?*

-Abuelo, me quieres decir... ¿Qué demonios pasó?- Preguntó el joven buscando una dirección en particular.

Luego de que se despertó noto que había una nota con el sello de su abuelo, donde marcaba una dirección y una llave magnética. Al no tener idea de que otras opciones tenían ir allí era su mejor apuesta por ahora.

-*Creo que es bastante obvio lo que ocurrió*

-¿Que me ayudaste a mí y al robot?- Preguntó el joven retóricamente llegando hasta un alto edificio de Tokyo-3, de uno de los edificios que fueron retraídos para la pelea.- Es más, ¿Cómo diablos sabias que estaba en problemas?

Allí verificó nuevamente la dirección y se adentró en el edificio que parecía de esos lugares donde rentabas un piso para vivir.

-*Como uno de los principales inversionistas de NERV, protegí mis intereses y a mi nieto. Siempre mantengo un ojo sobre ti*

Shinji se detuvo un momento al escuchar esto.

-Espera ¿Inversionista? ¿Desde cuándo?

-*Mas o menos desde que naciste*- contestó el anciano.

-¿No ibas a decírmelo?- Preguntó el joven retóricamente llegando al que parecía ser su piso mirando varias veces la inscripción en la puerta.

-*Tu madre era una científica, tu padre era el director y tú ahora eres un piloto, ¿quieres que continúe?*- Preguntó capciosamente el anciano.

-...Entiendo el punto.- Comentó el joven antes de suspirar y entrar en el piso.

Vio que la vivienda estaba completamente amueblada con las cosas básicas y alguno que otro lujo aquí y allá, así mismo notó que sus cosas estaban acomodadas en una esquina de la sala.

Puede que incluso su vehículo esté en el garaje.

-*¿Cómo te sientes?*

-¿Por la pelea?- Preguntó antes de tirarse al sofá y hundirse en su suavidad.- La pelea no estuvo mal, pudo salir mejor.

-*No hablo de ella*

Shinji salió de su cómodo lugar y asumió una postura mucho más seria ya que su abuelo no se refería al monstruo, si no a un humano que se asemejaba a uno.

-Fue tal como lo imaginé- Comentó a su abuelo mirando su mano inmovilizada por un aparato ortopédico.- Era una verdadera basura en los pocos minutos que hablamos... he de decir que de no ser por ti, no hubiera venido.

-*...*

-Realmente... las cosas se complicaron demasiado en tan poco tiempo.- Comento antes de recostarse contra el sofá y colocar su antebrazo sobre sus ojos.

-*...*

-¿Abuelo?

-*¿Si, Shinji?*

-Realmente quisiera que estés aquí.

El anciano soltó un suspiró.

-*Lo intentaré, pero hasta entonces mantente fuerte, eres un Kurata antes que un ser humano siquiera*

-Je, gracias por animarme con una lección sobre la lealtad nuevamente.- Comentó con algo de sarcasmo.

-*Shinji... cuídate mucho*

El joven se secó una lágrima que amenazaba con salir.

-Tú también.

Luego de eso la llamada se cortó dando a entender que la conversación había terminado y cada uno debía volver a sus actividades normales.

El piloto se quedó en el sillón por varios minutos hasta que finalmente secó las lágrimas al punto de golpear sus mejillas para concentrarse nuevamente en su situación actual.

Acomodar su vida.

Debía sacar sus cosas de la sala para acomodarlas en su nueva habitación, ir por comida y conocer la zona, todo eso antes de que oscurezca.

-Es mejor comenzar.

Cerca de las 9:30 de la noche es cuando finalmente las tareas de Shinji comenzaron a disminuir, lo suficiente como para poder preparar una cena pequeña luego de comprar unas cosas sumamente básicas.

Normalmente cocinaba solamente cuando el chef de su abuelo se reportaba enfermo, lo cual si bien no era muy frecuente, hizo que valorase aún más los pequeños momentos que compartía una comida casera hecha por uno.

Además, como cualquier persona funcional debería ser capaz de cocinar una número básico de platillos para sobrevivir.

El menú de hoy era sopa de miso con arroz frito y jugo de naranja. Era algo liviano como para no forzar su estómago pero consistente para acelerar su recuperación.

Ding Dong

-¿Quién será a esta hora?- Preguntó saliendo de la cocina dejando su delantal a un lado y apagando la estufa.

Caminó desde la cocina hasta la puerta sin siquiera colocarse los zapatos ya que no tenía la intención de salir de la vivienda, antes de acercarse miró sutilmente el bate de madera acomodado y oculto entre los paraguas.

Abrió ligeramente la puerta para ver a alguien que no esperaba.

-¿Rei?- Preguntó al ver a la chica parada frente a su puerta con la expresión neutra de siempre lo cual era fácilmente visible por la falta de vendajes.- ¿Qué haces aquí?

Al ver que era ella abrió la puerta completamente e incluso miró a los lados asegurándose que no haya nadie cerca y tal como comprobó, no había nadie más que ellos dos en estos momentos.

-¿Puedo pasar?- Preguntó ella.

-Ah, claro.- Comentó antes de darle lugar a la chica para que se adentre en su departamento, pero incluso cuando ella ya estaba adentro miró por última vez las escaleras.

Nuevamente, no encontró nada.

-Bueno, en que te-

Shinji cerró la puerta del departamento detrás de él o al menos eso intentó ya que esta en verdad fue empujada por el propio cuerpo del chico cuando recibió una sorpresa más que inesperada.

Una en forma de los labios de una chica.

La puerta apenas se había cerrado cuando Rei abordó a Shinji cerrando la distancia en un segundo antes de unir los labios de ambos en un torpe beso.

El joven abrió los ojos cuando sintió como la chica pegaba su cuerpo contra el suyo pudiendo sentir fácil sus senos contra su pecho, el beso era torpe en casi todos los aspectos por lo cual fue algo incómodo para ambos.

Finalmente ambos separaron sus bocas pero las sorpresas no paraban de llegar una tras otra cuando la joven inexpresiva desató el mono de su camisa y comenzó a desvestirse.

Sus manos viajaron desde sus caderas hasta sus hombros hasta encontrarse finalmente en su camisa donde desabrocho uno a uno los botones de la misma y habría terminado de no haber sido por otras manos más grandes y fuertes.

-Detente.

Rei se detuvo de quitarse sus prendas cuando sus manos fueron inmovilizadas por las del joven, pese a que su cara no mostraba mucha emoción ella se permitió sorprenderse ya que no encontraba sentido.

-¿No es esto lo que querías, Ikari Shinji?- Preguntó.

-Mi nombre es Kurata Shinji.- Corrigió.- ¿Y de dónde sacaste la idea de que quería esto?

Ella parpadeo antes de contestar.

-El día en que subiste al Eva, cuando hablabas con el director, dijiste que me querías.- Comentó ella esperando una respuesta verbal.

Pero lo que ella recibió fue un gran suspiro antes de que el joven se golpease la frente con su palma mientras repetía la palabra "idiota" una y otra vez para sí mismo.

-Eso fue un malentendido.- Confesó.- La verdad en ese momento solo quería hacer lo máximo para molestar a mi padre.

Él lo miró con un gesto de disculpa.

-Lamento haberte metido en esta riña "familiar", lo siento.

Luego de eso Shinji avanzó dentro de la casa y dejó a Rei con su expresión lejana como siempre, solo que esta vez ella estaba pensando con cuidado las palabras que le han dicho. Finalmente llegó a la conclusión de que nada tenía sentido, o al menos para sus estándares.

-Ika... Kurata Shinji.- Llamó ella viendo como este se detuvo en la entrada de la cocina para mirarla.- ¿Odias a tu padre?

El joven ni siquiera se tensó o parpadeo para responder.

-Lo hago.

-¿Por qué?

El joven Kurata se encogió de hombros.

-Motivos no me hacen falta.- Respondió como si no le sumara nada a su vida.- Créeme cuando te digo que he conocido personas que odian más por menos.

Esa respuesta le pareció satisfactoria a Shinji, pero para Rei seguía siendo algo... incompleta.

El joven vio claramente que la chica tenía más cosas que preguntar y la verdad el también, esa fue la razón por la que la había pedido en primer lugar, casi un interrogatorio pero lo olvidó por el hospital.

-¿Quieres quedarte a cenar?- Preguntó Shinji.- Es algo tarde.

Rei estaba a punto de decir que no ya que estaba bien con las cosas que podría comprar o bien con las raciones de NERV, pero todo eso pasó a un segundo plano cuando un olor llegó a su nariz.

Ella asintió.

-Bien, siéntate en la mesa.

Ella obedeció y tomó un lugar al lado derecho del asiento principal, no tuvo que esperar mucho ya que la mesa ya estaba puesta por lo que solo faltaba servir los platillos.

-¿Me estabas esperando?- Pregunto al ver que la mesa había dos individuales así como dos vasos.

-No.- Contestó sirviéndole a ella primero su ración de la cena.- Es un hábito que desarrolle cuando cocinaba en la casa con mi abuelo.

Rei miró la comida unos segundos.

-No me gusta la carne.

Shinji ya se había llevado el primer bocado de arroz cuando ella comento eso, pero fue algo bueno que se lo dijera, era otra cosa que sabría de su compañera piloto.

-No tiene carne vacuna si es lo que preguntas.

Ella dejó de mirarlo antes de volver a su platillo y probar un poco del mismo, notando que no era tan malo, estaba muy acostumbrada a la comida procesada y rápida que no sabía cómo responder a esto.

Comida casera que era sabrosa en el paladar y calentaba tu interior.

Ambos comieron en silencio disfrutando del sabor de la comida, hasta que nuevamente Rei hizo una pregunta un tanto fuera de lugar.

-¿No me consideras atractiva?

-Pfff

Shinji escupió el jugo que estaba tomando por la sorpresa, e incluso tosió un par de veces antes de preguntar.

-¿Por qué crees eso?- Preguntó.

-Cuando te estaba besando me dijiste que me detenga.

-¿Fue mi padre el que te dijo que lo hagas?

-Me ordenó que haga cualquier cosa que desees.

-Otra cosa para la lista.- Comentó en voz baja antes de mirar a la chica.- No es que no seas atractiva o bonita, solo que no sería bueno.

-¿A qué te refieres?

-¿Acaso crees que no noté los vendajes en tu abdomen?- Preguntó.- ¿O el hecho de hueles a medicamentos?

-...

-Yo no estoy mejor, claro.- Mencionó quitándose la camiseta mostrando sus vendajes al rededor del torso. - Cualquier actividad está denegada hasta nuevo aviso.

-Eres sorprendentemente amable, Kurata Shinji.

-Oi, soy un delincuente, no un violador, yo tengo mis principios claros.- Comentó volviéndose a poner la camiseta.- Soy un Kurata antes que un humano y así lo prefiero.

Rei estaba muy confundida ya que casi todas las acciones del sujeto parecían sin fundamentos o al menos fundamentos que no podían ser cuantificados de forma lógica.

-Vaya, es muy tarde.- Comentó el joven mirando un reloj de la pared.- ¿Por qué no te quedas a dormir?... la casa es muy grande, puedes usar el otro cuarto, si gustas.

-No sería recomendable.- Dijo ella.

-¿Sería más recomendable dejar que una dama vague sola por las calles a estas horas?- Pregunto retóricamente mirando a la joven.

Rei no contestó pero se notaba en conflicto.

-Estaré bien.

-No.- Dijo Shinji retirando los platos de la mesa.- Mi padre dijo que hagas todo lo que desee, ¿no?, pues quiero que pienses en tu seguridad y te quedes.

Ella finalmente estaba en jaque ya que si lo desobedecía estaría desobedeciendo a Gendo de alguna manera y no quería eso, pero si se quedaba no estaba segura de lo que podía pasar.

-Muy bien.- Finalmente respondió.

-Usa el baño primero, yo me encargo de esto.

-No tengo ropa.

-Te encontraré algo.

Con eso la dama avanzó por la casa hasta encontrar el baño donde procedió a dejar que el agua caliente aliviane por unos cuantos minutos sus dolores musculares, ella pasó su mano por su cuerpo sintiendo las cicatrices que no existían.

Relajada en el agua ella no pudo evitar recordar las marcas que adornaban la piel de su anfitrión, marcas que estaban allí mucho antes de pilotar el Eva, marcas hechas por otros humanos, en otras batallas.

Y por si fuera poco no dejaba de repetir lo de sus principios o el hecho de que era un Kurata, francamente no lo entendía.

En medio de la bañera repleta de agua caliente, la joven abrazó sus rodillas mientras su mente no dejaba de darle vueltas al joven que estaba fuera de esta recámara.

-(Kurata Shinji, eres extraño)- Pensó con las mejillas sonrosadas por el calor de la tina.

Cuando ella salió del baño recibió una camiseta y shorts del joven que ahora mismo dormía en la habitación contigua.

Fue en ese momento que estando completamente sola en la habitación que le habían ofrecido y sin nadie alrededor, que la joven Ayanami tomó la camiseta que estaba usando como pijama y se la llevó a la nariz notando que tenía un olor particular.

-(Huele a Shinji).

Luego de eso ella simplemente no pudo seguir usando esa prenda por más tiempo, decidió dormir prácticamente desnuda pero abrazando la camiseta del joven que le había abierto las puertas de su hogar con tanta facilidad. Envolvió entre sus esbeltos brazos la prenda como si la estuviera protegiendo que se la lleven.

Al cabo de unos minutos se entregó al sueño dormida por una fragancia que no podía comprender como le hacía sentir tan segura y al mismo tiempo tan triste, era como un recuerdo lejano cuyos contornos se disolvían en un mar de incógnitas.


-Malnacido.

Mientras tanto, en la habitación del joven Kurata, este aun no podía dormir ya que se encontraba meditando en todo lo ocurrido, pero quizás más que eso estaba preocupado por la joven que dormía en la otra habitación.

Ella estaba dispuesta a llegar tan lejos por una orden, no había lealtad o un fragmento de devoción hacia su líder o la orden encomendada como en los Yakuza o incluso sus propios miembros de la banda, simplemente cumplía, como si de una muñeca se tratara.

Y si eso no era suficiente sabía que Gendo la había mandado para mantenerlo controlado de una manera u otra, ya que fácilmente pudo decir que muchos en NERV estaban casi tan preocupados por los ángeles como por él.

Esto de alguna manera hizo sonreír a Shinji.

¿Pensaba que podría mantenerlo controlado solo con Rei?

Dos pueden jugar el mismo juego.

Del mismo modo que su padre quería controlarlo, él iba a hacer lo mismo poniendo a Rei de su lado. No lo malentiendan, se preocupaba genuinamente por la joven, y la iba a ayudar, claro que ella también lo ayudaría sin saberlo a molestar a su padre.

El joven levanto su mano como si quisiera tomar entre sus dedos el foco que ahora estaba apagado, solamente para cerrar fuertemente su puño como si lo destruyera.

-Gendo Ikari… voy a destruir todo lo que ha creado.


Devil: Y CORTEN

¿Qué les pareció? ¿Les gusto?

Sé que al abuelo puede parecer un tanto Deus ex Machin pero solo será en esta ocasión, ya que está basado en Juzo Kabuto, el abuelo loco del piloto de Mazinger Z. el cual pese a ser un viejo… tenía sus grandes momentos.

Bien, como vieron Shinji no es mal tipo, a menos que este enojado.

Bueno, esperen la siguiente actualización dentro de poco en lo que la inspiración sigue fresca.

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BYE