Atónito.
Por más que este fuera uno de los días más felices en la vida de su capitán desde que Nemuri había hecho su primera disección, Akon no pudo evitar mirar atónito y confundido al capitán del décimo escuadrón, cuestionando su cordura al igual que su título de genio infantil, teniendo en cuenta la situación actual.
El joven de cabellos blancos estaba apresado de pies y manos por placas de metal a una camilla en posición diagonal de las tantas que había en el laboratorio personal del capitán Kurotsuchi, completamente desnudo de la cintura para arriba.
La verdad, hace tiempo que el ver a alguien atrapado con o sin ropa en este lugar dejó de hacérsele raro a todos los miembros del doceavo escuadrón que no fueran nuevos reclutas, lo raro era que este alguien no estuviera retorciéndose de miedo gritando para que por favor salvaran su vida. El rostro del capitán Hitsugaya era bastante imperturbable pese a la situación en la que se encontraba.
-¿Puedo preguntar… por qué se ofreció como voluntario para probar diversos venenos neutralizantes de reiatsu nivel capitán si usted mismo declaró hace once años cuando él lo salvó de la zombificación que nunca en la vida quería que volviera a inyectarle nada?- la voz del ahora teniente se mantuvo plana mientras miraba con leve curiosidad al joven shinigami.
-Tú estuviste ahí cuando Kurotsuchi y yo hablamos.- fue la irritada respuesta a su pregunta. –Le dije que accedería a probar estos neutralizantes siempre y cuando no me dejaran un daño permanente a cambio de que me ayudara a volver permanentemente a la forma adulta que me deja el efecto secundario de mi bankai.- explicó bufando.
-Eso es exactamente lo que estoy preguntando.- suspiró con pesadez. –No quiero ofenderlo pero ¿por qué está dispuesto a llegar tan lejos solo para crecer un poco? Eventualmente crecerá haga esto o no, solo le tomara un par de décadas.- se cruzó de brazos. -¿O acaso lo hace por el hecho de que su vida se acortó por haber sido traído del estado de zombi? La edad es bastante ambigua en la Sociedad de Almas. Se te quitó un siglo como máximo, y aun podrías vivir otros siete por lo que se sabe sobre envejecimiento. Podría ser menos, pero también podría ser más.-
-Lo sé.- rodó los ojos. –No me interesa sí vivo mucho o poco. Esa no es mi razón para prestarme a este absurdo.-
-¿Y cuál es su razón? ¿Acaso finalmente está harto de que se burlen por su baja estatura?... Perdone.- se disculpó inclinándose rápidamente ante la mala mirada del capitán, muy consciente de que sí en realidad quisiera podría librarse de sus ataduras y matarlo de un solo movimiento. –En verdad lo siento, es solo que no me imaginaba que alguien como usted estaría dispuesto a algo así. Sinceramente, lo veo más como lo que haría un idiota desesperado que estuviera tratando de conquistar a una chica o algo por el estilo.- opinó desinteresadamente, sorprendiéndose al verlo tensarse y apartar la mirada con nerviosismo. -¿Está haciendo esto por una chica? ¿Es en serio?- resistió el impulso de llevarse la palma de la mano a la frente.
Por primera vez en toda su vida, tuvo el honor y la sorpresa de ver al gran capitán Hitsugaya sonrojándose como si fuera una chiquilla de la Academia Shino, quitando mucho del efecto intimidante a la mirada asesina que acompañó aquel tenue rubor.
-¡No es mi culpa haberme enamorado de una humana y que ellos envejezcan tan rápido!- con ese dato, el teniente ya pudo contar tres veces a lo largo del día donde se quedó atónito. ¿Un capitán enamorado de una humana? Sería un gran escándalo sí se llegara a saber. Empero, afortunadamente para el capitán Hitsugaya, Akon no era muy hablador, y menos sobre chismes de personas que podían matarlo de un solo golpe, él apreciaba su vida, muy a diferencia de la mayoría de los locos que se quedaban en el escuadrón por voluntad propia aun después de conocer a su capitán; aparte de que la verdad no podría importarle menos, pero aun así por curiosidad siguió escuchando lo que despotricaba el menor. -¡Sí no hago esto Karin se casara con ese maldito humano usurpador!- ¿con qué esa chica se llamaba Karin, eh? Esperaba que nadie la apodara Rin o se le vendrían a la mente ideas muy perturbadoras del líder del décimo escuadrón enamorado de su subordinado de peinado ridículo llamado Tsubokura Rin. -... ¡No soportó que ella esté con otro, por lo que no pienso dar marcha atrás!- aun después de todo lo que se la pasó perdido en sus pensamientos, el joven seguía gritando. -… ¡Así que deja de tratar de hacerme cambiar de opinión aunque ya sé que lo me espera es horrible!-
En respuesta a toda la perorata del menor, el mayor simplemente se encogió de hombros mientras lo veía jadear para recuperar el aire de tanto haber hablado casi sin pausas.
-Sí está tan decidido, allá usted.- le seguía pareciendo estúpido, pero al menos ahora su curiosidad estaba saciada. –No se preocupe, me quedare cerca y me asegurare de que el capitán no lo mate y lo dejé en condiciones lo suficientemente aptas como para impedir una boda.- de nuevo, no es que le importara, pero a veces podía ser considerado solo para variar un poco. Además de que los llenaría de problemas con el capitán comandante y la Central 46 por matar a un capitán y no quería lidiar con eso.
-Gracias.- gruñó Hitsugaya a regañadientes, pero parecía haberse relajado considerablemente. Bien, siempre era bueno que un capitán te debiera un favor.
Pasaron la siguiente media hora en un silencio agradablemente no incómodo pues ambos eran personas silenciosas hasta que por fin oyeron el escándalo del capitán Kurotsuchi acercándose al laboratorio regañando a la pobre pequeña Nemuri por sabrán-los-cielos-qué-lo-enfureció-esta-vez, hasta que llegó al laboratorio cerrándole la puerta en la cara a la niña con los brazos cargados de todo lo que necesitaría para experimentar con el otro capitán presente, que solo pudo tragar saliva.
Una vez su capitán empezó a detallar paso a paso en lo que consistirían sus experimentos, Akon se quedó atónito por cuarta vez en ese día por cuatro razones distintas:
Primera, por el hecho de que el niño genio respondiera que no daría marcha atrás cuando Mayuri le preguntó si continuaría; Segunda, al caer en cuenta de que su capitán realmente pidió una confirmación a su sujeto de pruebas de que seguía siendo voluntario en vez de simplemente comenzar a envenenarlo; Tercera, por el logro de que el joven no vomitara pese a lo verde que se veía su rostro; Y cuarta, por la capacidad que tenía un sentimiento tan poco lógico como el amor de hacer que incluso una persona catalogada como un genio tomara las decisiones más estúpidas sin miedo alguno.
Hitsugaya podría haber acudido a Urahara para que lo ayudara con su problema, ese hombre era mucho más fácil de tratar y a cambio lo haría hacer tareas domésticas o cobrarle como máximo, pero sin dudas no lo torturaría y la verdad hasta podría hacerlo más rápido y con menos probabilidades de fallar. La idea se le había ocurrido a Akon desde que lo escucho pactar con su capitán apenas llegó, pero decidió mejor no decirlo.
Sí el capitán Kurotsuchi llegaba a estar lo suficientemente cerca para escuchar que trataba de espantarle a un sujeto de prueba voluntario aparte de admitir que Urahara Kisuke, la persona que odiaba para vivir y vivía para odiar, era mejor que él, Akon no solo perdería su recientemente ganado puesto de teniente, sino cada órgano de su cuerpo.
Y, como ya bien se dijo, él apreciaba su vida, muy a diferencia del capitán Hitsugaya que ahora se encontraba gritando por el veneno que le ardía en las venas.
Esa tal Karin sin duda era muy amada, esperaba que las cosas salieran bien entre ellos y ella supiera apreciar su sacrificio. Seguía sin importarle, pero tal vez a Nemuri le gustaría asistir a una boda en el Seireitei sí se lograba impedir la del mundo humano antes.
Fin.
Holaaaaaa! :D
Temo q este es el ultimo fic q llegue a hacer para la Semana HK, pero pronto les traeré más de ellos, por supuesto uwu
Ojala q les haya gustado y los personajes pertenecen a Tite Kubo!
COMENTEN! *o*
Me despido!
CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!