POP-POP

Muy buenas noches damas y caballeros del Fandom de TLH, ¿Cómo han estado? ¿Han tomado las precauciones adecuadas para que ese jodido Coronavirus no los afecte? Espero que se encuentren bien y no hayan caído víctimas de esa porquería que se mueve a la velocidad del viento (Y del estornudo de las personas)

Pero no pensemos en eso y enfoquémonos en este nuevo fic que les traigo. Como lo dice el Summary, esta historia se centrará en Lincoln y su abuelo Albert, y no se preocupen, esto no será un fic incesto en donde el viejo tenga esa clase de relación con su único nieto varón ni nada de ese estilo (Eso sería llevar el Loucest a nuevos niveles XD)

Lo hago tanto por el hecho de que muy pocas veces se usa al abuelo de los Loud en los fics como en otro asunto de índole personal que explicaré al final de la historia.

Así que comencemos con esta historia. The Loud House es de Nikelodeon y blablablá.

Era de mañana en los suburbios de Royal Woods, un Lincoln Loud de 38 años estaba sentado en el sofá de su sala en la casa que compartía con su esposa, Ronnie Anne, y los 11 particulares hijos e hijas que han gestado con el tiempo. Era un día como cualquier otro (Lo que en ese lugar significa que cada uno de los jóvenes harían todo tipo de diabluras) pero esta vez decidió pasar tiempo de caridad con la menor de sus niñas, Ronnie Segunda, de tan solo un par de meses de edad.

-… y esta mujer pelinegra es mi bisabuela Harriet. Fue de ella de dónde tu tía Lucy heredó tanto su cabello negro como piel inusualmente pálida y afición de taparse la parte superior del rostro con el pelo siendo casi dos gotas de agua; incluyo ella llegó a pensar que era su reencarnación para continuar su labor en el mundo de los vivos- estaba mostrándole fotos de sus familiares, pero la niña en realidad no le prestaba mucha atención y solo se limitaba a dormir contra su pecho.

-Sí, eres tan atenta como lo fueron tus hermanos y hermanas a tu edad…- ironizó arrullándola un poco pasando las páginas del álbum de fotografías.

-¡HOLA, PAPI! ¿Qué haces?- le preguntó un adolescente algo gordo, con 2 dientes que sobresalen de su boca y de pelo blanco igual al suyo siendo acompañado por un niñito de gafas cuadriculadas y pelo negro con algunos mechones también blancos.

-Nada, Lewis. Solo tratando de mostrarle a la más chiquita de tus hermanas las fotos de los que en el pasado alzaron los cimientos de nuestra familia y que se han mantenido hasta el día de hoy- respondió Lincoln sin dejar de ojear cada una de las páginas viéndolas con nostalgia.

-Pero ya que estás aquí, mi chiquitín especial, pongamos a prueba tu memoria. A ver, dime, ¿Quién es la que está en esta foto?- le mostró la misma imagen de su bisabuela.

-Eh… pues… eh…- el joven no sabía que decir y se llevó un dedo a la boca tratando de hacer memoria, hasta se le salió un poco de saliva.

-Esa es la bisabuela Harriet, papá- muy a diferencia suya, el niño que lo acompañaba respondió sin demora alguna y con toda seguridad riendo levemente por la expresión que él puso que al quedar en ridículo exclamó un: "¡OYE, YA IBA A DECIRLO!"

-Tu madre y yo te hemos dicho muchas veces que no descuides tus ejercicios de memoria, hijo. Recuerda que una mente ejercitada es una mente poderosa que podrá solucionar todos los problemas que la vida te imponga- le dio un leve regaño causando que hiciese un puchero y se cruzara de brazos refunfuñando.

-Así que tú y Lionel quédense aquí conmigo y con la pequeña Ronnie y repasen un poco la historia tanto de los Loud como de los Casagrande- pidió que se colocaran a su lado para que pudieran ver las imágenes -miren, aquí estoy yo bañándome junto con su tía Lynn cuando éramos unos niñitos. En esta se encuentran mis padres, o sea sus abuelos, cuando estaban en frente de su casa recién comprada poco después del nacimiento de su tía Lori- comenzó a mostrarles y explicarles la historia tras cada una de las fotos que estaban ahí.

-¿Este eres tú, papá? ¿Por qué estabas disfrazado de esa manera?- al niño de las gafas le llamó mucho la atención una foto de Lincoln en la que usaba un muy peculiar traje de ardilla estando con sus padres y 10 hermanas en la playa.

-Pero que diantres… este… es que en esos tiempos había una moda en la que las personas usaban botargas de animales para ir a la playa- contesto apurado para enseguida darle vuelta a la página -"¿Cómo rayos llegó esa foto aquí?"- un muy mal sabor de boca le generó esa imagen al recordar todos los suceso relacionados con ese disfraz.

-¿Quién es este viejo, papi? Se parece mucho a ti solo que más arrugado- Lewis señaló la imagen de un anciano peliblanco y de gran bigote que cargaba sobre sus hombros a un Lincoln de por lo menos cinco años de edad.

-¿Él? Ah pues… era Albert, abuelo mío y de todas tus tías al que cariñosamente llamábamos Pop-Pop…- toda esa amargura se desvaneció para ser reemplazada por otro fuerte aire nostálgico llegando a apoyar su cara en la mano derecha y ver la imagen sin parpadear sonriendo de medio lado estando profundamente metido en sus pensamientos.

-¿Papá?- al niño más chico se le hizo raro ese brusco cambio de actitud.

-¿Y dónde está ahora, papi? ¿Acaso al igual que nuestros abuelitos tomó un vuelo sin retorno al País de las Maravillas en donde cada día es de pura dicha y felicidad?- preguntó inocentemente Lewis no dándose cuenta de la verdadera magnitud de sus palabras.

-Sí, hijo, podría decirse que así es- Lincoln sonrió con tristeza -también se puede decir que fue de él de quién heredamos los rasgos que nos hacen destacar enseguida de entre las demás personas- le acarició su cabello blanco haciéndole reír.

-¡NIÑO, NIÑAS, LINCOLN, ES HORA DE DESAYUNAR!- les avisó la mujer de la casa desde la cocina.

-¡YA VAMOS! Bien, niños, tomen a su hermanita y vayan a comer. Yo… los alcanzaré después- a Lewis le entregó a la nena para que se fuera de lo más feliz ignorando lo que lo afligía.

-¿Te pasa algo, papá?- quiso saber Lionel, porque muy a diferencia suya, era mucho más perspicaz.

-Nada hijo. Estoy bien, no te preocupes. Ahora ve a comer- le dio unas palmaditas en la espalda para que se fuera y así lo hizo luego de dedicarle una última mirada de desconcierto.

Cuando se fueron, el actual Señor Loud iba a guardar el álbum en su lugar hasta que vio la fecha en un calendario que le hizo soltar un pesado suspiro para de nuevo ver la página en dónde estaba la foto de él con su abuelo.

En circunstancias normales no estaría tan afligido como lo estaba en ese mismo instante, pero este era un día especial, mejor dicho, uno muy trágico para él porque justamente este sería el aniversario en el que su querido Pop-Pop partió del mundo hacia una mejor vida.

Había intentado olvidar eso durante estos días mostrándole a la menor de sus hijas las fotos de sus demás familiares ignorando dentro de la medida de lo posible sus fotos, pero con la intervención de sus otros descendientes, no pudo evitar hacer hincapié en él y lo mucho que lo extraña aún luego de tantos años.

Si hubo alguien a quién considero como figura autoritaria y ejemplo a seguir casi a la par de Lynn Sr. o Rita, ese era sin duda Pop-Pop, padre de su madre y Marine. Tanto él como sus 10 hermanas lo adoraban y cuando se daba la oportunidad de pasar tiempo a su lado no la desaprovechaban para compartir bellos momentos que ahora son recuerdos muy valiosos en sus mentes.

En especial para el peliblanco, porqué aunque su abuelo no lo admitiese ante las chicas Loud, era su nieto favorito no solo porque compartía su peculiar color de pelo al que siempre se refería como "nieve en el tejado" sino porque podía hacer con él cosas que no podría hacer con sus demás nietas o que a estas no les llamase la atención…

Flash back:

-¡ABUELO, ABUELO, ATRAPÉ ALGO!- Lincoln de 5 años estaba en un bote pescando junto a él en medio de un lago -¡¿Qué hago, abuelo?!- el anciano no lo oía porque se había quedado dormido aun sentado y sosteniendo su caña de pescar.

-Z… z… z… no, no. Estar así con una nativa no es digno de un marine…- estaba soñando con algún recuerdo de sus años como marinero hasta que los movimientos hechos por el chico lo despertaron -¡¿Qué?! ¡¿Cómo?! ¡¿Cuándo?! ¡¿Por qué?!- comenzó a ver de un lado a otro apegando su caña al cuerpo.

-¡ATRAPE UN PESCADO, ABUELO! ¡¿Qué hago?!- repetía el peliblanco chico esforzándose para sostener la suya y que no se le escapara de las manos.

-¡Sostenlo con fuerza, muchacho, no lo sueltes!- lo tomó de los brazos ayudándole a jalar lo que pescó que era un gran bacalao que empezó a retorcerse en la superficie del bote -¡ES ENORME! Se nota que también heredaste mis grandes dotes de pescador. Me enorgulleces, campeón- le palmeó un hombro.

-Gracias, Pop-Pop- lo que más en verdad hacía feliz a Lincoln era oír ese tipo de palabras salir de su boca. Nada supera ese tipo de felicitaciones provenientes de alguien a quién se estima mucho.

(…)

-¡NO ME SALE COMO QUIERO!- Lincoln intentaba hacer unos gorros y barquitos de papel con los cuales poder jugar en la bañera, pero por más que lo intentaban, no lograba hacerlos bien.

-¿Qué ocurre, Linky? ¿No sabes hacer barquitos y sombreros de papel? Descuida, yo te ayudo con eso- Albert al darse cuenta de lo que lo afligía, tomó una de las hojas de papel y sin ningún problema hizo un par de gorritos -¡Así de fácil es, campeón! Nada mejor para evitar que el sol derrita la nieve sobre nuestros tejados, ¿Cierto?- le colocó uno en la cabeza y el otro en la suya haciéndole reír con la ternura del niño chiquito que es.

-Ahora mira cómo se hacen para que podamos jugar a "batalla naval" no olvides que soy todo un experto en ese tema- también riendo le explicó cómo doblar el papel de forma correcta.

(…)

-¡LINCOLN, NO VAYAS TAN RÁPIDO QUE NOS VAMOS A CAER!- pedía un aterrado Clyde debido a que el chico peliblanco estaba de lo más emocionado probando su bicicleta nueva dando muchas vueltas por un parque y él lo acompañaba estando sentado atrás suyo.

-¡No seas gallina, y disfrútalo, Clyde!- su euforia era tan grande que incluso hizo elevar la rueda delantera de su bici para parecer cool entre los demás niños que estaban por ahí.

-Hazle caso a tu amigo y se cuidadoso, campeón. No querrás dañar la bicicleta que yo… que Papá Noel te trajo en navidad- aconsejó Albert sentado en una banca leyendo un periódico corriéndose rápidamente para que no arruinarle la ilusión.

Hasta que inevitablemente el chico tropezó contra una roca y tanto él como su mejor amigo salieron disparados por el aire dándose bien duro contra el piso como costales de papas.

-¡MI PIERNA!- chilló sobándose la rodillas derecha en la que tenía una fea raspadura.

-¿Estás bien, Lincoln?- enseguida Pop-Pop se le acercó para revisarlo pero por fortuna solo tenía ese y otros raspones más leves sin haberse quebrado un hueso -te advertí, pero no me hiciste caso. ¿Ya vez lo que puedes causar si te dejas guiar tan fácilmente por la emoción?- le dio un leve regaño haciendo que agachase la cabeza dejando fluir sus lágrimas.

-No te pongas así. ¿Te gustaría ir a comer un helado de vainilla? Son tus favoritos, ¿Cierto?- para hacerle sentir mejor le ofreció uno de sus postres favoritos.

-Sí, Pop-Pop- eso bastó para sacarle una leve sonrisa al niño y se fueron tomándole la mano apoyando la bicicleta en un hombro.

-Oigan… ayúdenme- solicitó Clyde que había caído en una caja de arena, pero ellos se olvidaron de él y otros chiquillos empezaron a hacer un castillo de arena a su alrededor.

Fin del flash back.

Esos y muchos otros recuerdos más todavía estaban frescos en la mente de Lincoln como si los hubiera vivido justamente ayer a pesar del paso de los años, en especial porque en comparación a los que tuvo al lado de sus padres, eran relativamente pocos por los que les daba mayor valor.

Por lo que no pudiendo evitar dejar que el amor que le tuvo lo dominase, se volvió a sentar en el sofá ahora dedicándose a ver exclusivamente a ver las fotos de Albert ya sean junto a él, con sus hermanas, padres, sus amigos en el asilo de ancianos en el que vivió, acompañado de Myrtle su prometida quién llegó a volverse la nueva abuela Loud y otras imágenes más deteniéndose en la última foto que le tomaron cuando estuvo vivo.

Un ligero malestar estomacal y amargo sabor de boca se le formaron al verla. En esos tiempos tenía 15 años por lo que ya no solía pasar tiempo a su lado como lo hacía de más joven debido a que estaba en el auge de la pubertad y su mente y cuerpo estaban enfocados en las chicas lo que significaba decirle adiós a los momentos de caridad junto a él ignorando de paso que el fin de una generación estaba a tan solo unos pasos de distancia.

Flash back:

-No puedo esperar para que llegue Halloween. Oí que la fiesta que Carol Pingrey organizará ese día será la más grande de todo el año. Me pregunto si Girl Jordan, Cristina o Stella asistirán- estaba de lo más ansioso para que llegase ese día y tener la oportunidad de ligarse a alguna chica.

-Pero Lincoln, somos menores de edad. No podemos asistir a una fiesta en dónde irán chicos y chicas mayores que nosotros, además, le habías prometido a Lily y demás hermanas menores que las acompañarías a pedir dulces- siendo el mojigato que es, Clyde intentó hacerle recapacitar no compartiendo su mismo entusiasmo.

-No seas aguafiestas, Clyde. Esto es algo que solo sucede una vez al año y hay que aprovecharlo lo máximo posible, y quién sabe, tal vez te topes con alguna bella rubia que te haga olvidar a Lori- tales palabras hicieron que se pusiera rojo de la vergüenza y que casi expulsara sangre de la nariz como solía hacerlo en otra época.

Al llegar a casa se despidieron y se dispuso a ir a su cuarto a hacer un disfraz para esa fiesta. Podría vestirse de Ace Savvy como lo ha hecho en años anteriores, pero esta vez quería variar y llevar algo diferente, además, de que necesitaba un disfraz con máscara que le tapase toda la cara y cabeza para que nadie lo reconociera.

-¡Hola, campeón! Cuanto tiempo sin vernos- fue tomado por sorpresa por Pop-Pop que estaba jugando alegremente con Lily de casi 5 años de edad.

-Ah, hola abuelo, ¿Cómo andas?- no pudo evitar ser algo cortante debido a que tenía algo de prisa. Cabía decir que con los años dejó de llamarlo Pop-Pop limitándose a decirle solo abuelo a secas.

-Muy bien. Veo que aun tienes nieve en el tejado, ¿Eh?- lo que en el pasado habría sido una broma que le sacaría unas cuantas risas, ahora le hizo suspirar fastidiado y quiso subir las escaleras.

-Espera un momento, Linky. Estuve hablando con tus padres y estuvieron de acuerdo a que llevase a la pequeña Lily a pescar dentro de un mes. ¿No quieres unirte? Ya sabes, como en los viejos tiempos- propuso con la intención de volver a compartir agradables momentos porque hasta ese punto lo echaba bastante de menos.

-Ay, abuelo, ya no soy un chico para desperdiciar el tiempo en esas tonterías. Tengo muchas cosas que hacer y no me puedo distraer por eso- lo ignoró por completo y se dirigió a su cuarto no dándose cuenta de la expresión desmoralizadora que puso porque para él eso no era ninguna pérdida de tiempo y lo disfrutó mucho en su momento.

Tampoco se dio cuenta cuando se llevó una mano al pecho comenzando a respirar muy agitado como si de repente una daga invisible hubiese traspasado su piel incrustársele justo en el corazón. Tan mal se puso que casi se cayó del sillón en el que estaba sentado y cerró fuertemente los ojos.

-¿Te pasa algo, Pop-Pop?- Lily lo sujetó viéndolo bastante preocupada.

-No… no te preocupes, angelita. No me pasa nada- con solo sonreírle levemente la tranquilizó y siguieron jugando pese al dolor tanto emocional y físico que sentía en ese instante.

(...)

Casi un mes luego de eso, Lincoln volvía a casa hablando muy alegre con Ronnie Anne por celular.

-¿En serio Bobby quiere montar una compañía de seguridad aquí?

-"Claro que sí, perdedor. Tiene planeado montarla dentro de un año. Si vieras como se ha puesto a trabajar como loco para ahorrar el suficiente dinero para lograrlo"- carcajeaba la mexicana.

-Entonces… ¿Eso no significa que al fin podríamos vernos en persona?- una gran emoción le daba contemplar la posibilidad de estar a su lado y restaurar su relación de lo más inusual y no seguir comunicándose a distancia como lo han hecho desde que ella se mudó a la ciudad.

-"No te ilusiones mucho, tarado. Sabes bien que comenzar una empresa de ese estilo no es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana y muchas cosas pueden pasar"- quería hacerle entender que eso no era una apuesta segura -"Bueno, debo ir a ayudar a mi abuela a preparar lacena. Te llamo luego, perdedor"- sin más que decir cortó la llamada.

-Sí, sí, hasta luego. Así que ella podría volver el año que viene…- no pudo evitar soltar un suspiro soñador y lleno de esperanza sonriendo como tonto.

Gesto que enseguida se le invirtió cuando al entrar a su hogar vio a sus padres y hermanas mayores llorar desconsoladamente, en especial Rita que se tapaba la cara con ambas manos acompañada de Lynn Sr. que trataba de calmarla.

-¡¿Qué pasó?!- sabía a la perfección que para que todas estuviesen así es porque algo verdaderamente grave ocurrió -¡DÍGANME, QUE PASA! ¡¿Le ocurrió algo a Lily o a las demás?!

-Lin… Lincoln- siendo la única en lograr controlarse a duras penas, Lynn se le acercó y le puso una mano en el hombro -el a-abuelo, Pop-Pop… acaba… acaba de morir de un infarto.

Algo dentro del ahora único peliblanco de la familia se quebró y un vacío en el estómago se le formó al oír esas palabras. Por unos segundos no supo reaccionar apenas logrando procesar y asimilar esa información hasta que su cuerpo comenzó a estremecerse y parpadear sin control traspirando.

-No… eso no es verdad…- sus temblores y respiración empeoraron a cada segundo y se llevó una mano a la frente y la otra al corazón -¡NO ES CIERTO, DÍGANME QUE NO ES CIERTO, DÍGANMELO!- no quería reconocer la verdad y sus propias lágrimas no tardaron en aparecer.

-Lo lamento tanto, hermano…- como pocas veces se ha visto antes, Lynn se permitió compartir ese dolor indescriptible abrazándolo volviéndose el hombro en dónde pudiese descargar sus lágrimas palmeándole la espalda y sobándole el cabello cuando él la estrujo fuertemente entre sus brazos.

Muy cierto es el dicho de "Uno no valora lo que tiene hasta que lo pierde" y eso era justamente lo que Lincoln sentía mientras se alistaba para el funeral de Albert al día siguiente. Se odiaba a sí mismo no solo por no haberse dado cuenta de la ya precaria salud de Pop-Pop pese a las señales que tenía ante sus narices, sino porque literalmente lo último que le dijo fue mandarlo al cuerno.

Tantas oportunidades de vivir más bellos recuerdos a su lado, tantas veces que pudo seguir disfrutando de su compañía, tantas cosas que pudo haber aprendido de su gran y basta sabiduría, desperdiciadas por completo y no había nada que se pueda hacer para remediarlo.

Nunca podría verse a sí mismo en el espejo sin que el recuerdo de su persona llegase a su memoria porque con tan solo mirar su peculiar e inusual pelo blanco enseguida el enorme peso de la culpa le caerá encima como una montaña de arrepentimiento.

Al funeral asistieron tanto sus amigos más cercanos, como los de Albert y de sus 10 hermanas, incluso Ronnie junto con su propia y pintoresca familia a apoyarlo a él y demás Loud en estos momentos tan difíciles por los que nadie quiere pasar.

-¿Por qué, mamá? ¿Por qué pusieron a Pop-Pop en esa gran caja y lo meten a ese agujero? Si él y yo íbamos a ir a pescar en unos días- Lily seguía siendo tan ingenua e inocente que no comprendía del todo lo que en verdad pasaba a pesar de la enorme angustia que tenía por la depresiva atmósfera que la rodeaban.

-No dejes que lo metan ahí, mamá. Hemos estado esperando eso por un mes, ¡No dejen que lo pongan ahí!- comenzó a exasperarse también llorando porque dentro de sí comprendía que ya nunca más podrá contar con su preciada compañía.

-Mi niña…- Rita la abrazó ahora más desdichada de lo que ya estaba porque tendrá que explicarle más adelante como es el ciclo de la vida.

-Es-espíritus… acompañen a nuestro amado abuelo a un mejor lu-lugar en donde reciba los frutos de las buenas acciones que hizo en vida…- Lucy se esforzaba de sobremanera para leer un poema que improvisó en memoria de Albert, y como pocas veces lo ha hecho, se levantó el flequillo que le tapaba los ojos mostrando abiertamente sus lágrimas.

-Si tan solo lo hubiera sabido de antemano, habría en… encontrado la forma de…- Lisa se lamentaba y se quitó sus inseparables gafas para secarse lo que llamaría "glándulas lagrimales que solo se activan ante una experimentación de fuertes emociones"

-Abuelito… nunca te pude valorar como te lo merecías… gracias por todo- Lincoln miraba sin parpadear como lentamente el féretro descendía.

Fue ahí cuando comenzó a tomar en verdad consciencia de que no todo duraba para siempre y que tarde o temprano aquellos a quienes uno más ama tendrán que partir de este mundo dejando tras de sí los recuerdos que han plantado en las mentes y corazones de aquellos que más los querían.

A su derecha Lynn lo tomaba de una mano viéndolo con un enorme pesar y angustia sabiendo que era uno de los que más sufría por esta terrible pérdida, pero no pudo evitar ver de mala forma a Ronnie que a su vez lo sujetaba de la mano izquierda teniendo a su vez una expresión de lástima que también se ha visto pocas veces de su parte.

Fin del flash back.

-¡Lincoln, que el desayuno está listo! ¿No me oíste?- dejó de recordar cuando su esposa lo llamó.

-Ah…- gimió cerrando el álbum para pasarse una mano por los ojos y no seguir pensando en eso -ya voy, Ronnie, ya voy- lo puso en su lugar y antes de irse le dedico una última mirada sonriendo con tristeza.

(…)

Al haberse puesto a pensar en Albert, Lincoln tomó la decisión de llevar a sus hijos a un parque jugar con ellos para poder pasar momentos agradables y darles lo mismo que recibió de su parte y que les den el mismo valor que él le da a los suyos propios y nunca los olviden.

-¡Todos en sus posiciones!- jugaban Football y estaba justamente detrás de Lewis que sujetaba el balón y que a su vez tiene adelante a Larry, el mayor de sus hijos, listo para arrojársele encima -¡32, 69, JUP!- el chico de dientes prominentes le pasó la pelota para que pudiese retroceder.

-¡NADA ME DETENDRÁ!- su primogénito se abalanzó contra Lewis tal y como lo haría un verdadero jugador de ese deporte, pero al chocar contra él no logró moverlo ni un centímetro aun por más que lo intentase como si fuese un objeto inamovible.

-¡Hermano, me estás haciendo cosquillas!- sus esfuerzos por empujarlo solo lograban hacerle reír hasta que de un "suave empujón" lo apartó haciéndole volar y chocase contra un árbol quedando medio inconsciente y que varias estrellitas girasen encima de su cabeza.

-¡AHÍ TE VA, LIONEL!- haciendo un pase largo, Lincoln le dio el balón al niño de las gafas que apenas pudo reaccionar a tiempo para agarrarlo y correr lo más rápido que podía. Debido a su corta estatura pudo evitar las atrapadas de sus hermanos y hermanas más grandes pudiendo hacer una anotación.

-¡Eso, bien hecho! Ese es mi muchacho- lo cargó sobre sus hombros exactamente igual a como Pop-Pop alguna vez lo hizo con él haciendo que el niño riera sintiéndose el más grande campeón del mundo sujetando en lo alto la pelota ovalada.

-Papá tiene a Lionel y el balón, ¡TODOS SOBRE ÉL!- apenas estado recuperado de la jaqueca, Larry instigó a los demás para que se le tiraran encima y todos corrieron a hacer lo pedido.

-¡No, no, niños, niños cuidado me fracturan la espalda!- intentando echarse para atrás, Lincoln fue tacleado por todos ellos tumbándolo y se diera duro contra el pasto -¡AUCH! ¡Los voy a castigar una semana si no se me quitan encima!- advirtió compartiendo las risas de júbilo de todos ellos.

-Niños, tengan cuidado y no se les pase la mano con su padre- Ronnie también reía estando en una banca junto con la menor de sus hijos que aplaudía contagiándose de la alegría que desbordaban.

Siguieron jugando así hasta que era hora de volver a casa y reponer energías, pero dos de sus hijos menores, los mellizos Rick y Rita, encontraron algo que llenó de una enorme ternura a los demás.

-¡Pero que conejito tan lindo!- Lewis abrazó con toda ternura al pequeño conejo blanco que ellos le dieron con cuidado de no aplastarlo con su enorme fuerza tan peculiar.

-¿Nos podemos quedar con él?- ambos pusieron ojitos de cachorro haciendo un exagerado batido de pestañas entrelazando los dedos de sus respectivas manos.

-Pues no sé… no quisiera arrancar de su hogar a un animal silvestre- aunque también le daba mucha ternura, Lincoln no estaba para nada conforme y le acarició su cabeza.

-Descuida, papá. La Madre Tierra me ha dicho que esta linda e inocente criatura no tiene un territorio establecido y que de hecho no sabe cuidarse por sí misma porque antes le perteneció a alguien muy irresponsable que la abandonó a su suerte- informó una de sus hijas mayores vestida como Hippie sentada en una roca en posición de meditación.

-¿Lo dices en serio, Laura?- ante esa revelación el Señor Loud vio más detenidamente al gazapo percatándose de la mirada casi suplicante que tenía y que reflejaban los maltratos que sufrió en el pasado.

-Si eso es verdad, entonces no veo problema con llevarlo con nosotros- los pequeños se tomaron de la mano y dieron saltos de alegría.

-¡Sí, sí, sí! ¿Cómo lo llamaremos?- Lewis volvió a abrazar al conejito también poniendo ojos de cachorro, que al venir por parte suya, era algo entre gracioso y perturbador.

-¿Qué tal Bun-Bun como tu viejo conejo de peluche, Lincoln?- propuso Ronnie acariciando al conejo no pudiendo evitar enternecerse con él.

-Ummmm… no, tengo el indicado para él. ¿Recuerdas cuando quise llamar a Larry Albert en honor a mi abuelo, pero Lori se me había adelantado? Llamémoslo por su apodo: Pop-Pop- ante este mote, el animalito pareció esbozar lo más equiparable a una sonrisa.

-Suena tan lindo- al mayor de sus descendientes le dio una enorme ternura y lo acarició.

-Entonces está decidido. Llevemos al nuevo miembro de la familia su nuevo hogar- los mellizos gritaron de la alegría y comenzaron a pelear por quién cargaría ahora al conejito.

Sonriendo ligeramente, Lincoln miró al cielo impregnado de un tono anaranjado por el ocaso susurrando un casi inaudible: "Gracias por todo, abuelo" para retirarse con su familia con la que pudo revivir y sentir en carne propia todas las vivencias que tuvo con él, que jamás olvidará, y que logró transmitirle a la siguiente generación con la esperanza de que el ciclo se repita por muchas generaciones más.

(…)

Lo que Lincoln no sabía era qué en algún lugar entre las nubes, alguien había estado presenciando todo lo que ha hecho desde que le estaba mostrando el álbum a su hija más chiquita.

-Ese es mi muchacho- sonreía complacido el propio Pop-Pop asintiendo al sonreí cruzado de brazos.

-Querrás decir MI muchacho, suegrito. Parece que se te olvida que fuimos Rita y yo los que le inculcamos los valores y enseñanzas que lo volvieron el maravilloso hombre que es ahora- le recriminó Lynn Sr. algo molesto por como él se refería a su hijo.

-Pero quién lo viera se dará cuenta de quién heredó los mejores rasgos para eso- bromeó Albert pasándose una mano por su pelo blanco ya también humillando al castaño que apenas y no estaba totalmente calvo.

-No empiecen a pelear por tonterías- pidió Rita, aunque eso le daba algo de gracia -hablando de abuelos, ¿Por qué no buscamos a tu abuela, Lynn? Me muero por oír los poemas que ha estado escribiendo desde la última vez que nos leyó uno- haciendo una leve broma por el asunto de que ya están muertos se dispusieron a buscar a una de las tantas antecesoras de la familia Loud y que han dejado su marca en los que siguen con vida y en los que el mañana traerá.

Primer y único capítulo de esta historia completado el 22/03/2020.

Eso es todo, espero que les haya gustado este fic dedicado a Albert, el querido abuelo Loud que de un modo a otro hizo que Lincoln heredara lo que le hace destacar tanto de entre sus hermanas como de las otras personas en general (Me soplo la nariz con un pañuelo y me seco las lágrimas)

No pude evitar llorar un poco cuando escribía los momentos de Lincoln con Pop-Pop, porque me inspiré en algunas de mis experiencias con mi propio abuelo cuando era un niño ya que también lo quería mucho como si fuese mi propio padre, y al igual que él, no supe en verdad atesorarlo hasta que fue demasiado tarde y partió a mejor vida cuando yo también un adolescente…

Es por eso que hice esta historia, porque dentro de uno días se cumplen 12 años desde ese suceso y esta es mi forma de intentar honrar su memoria, y que al igual que Lincoln, a pesar del paso del tiempo sigo pensando en él y su recuerdo sigue bien presente en mi loca cabeza.

Así que espero que el fic les haya hecho tomar consciencia y valoren tanto a sus respectivos abuelos como demás familiares porque nunca se saben cuándo estos tendrán que decir "adiós"

Cómo se habrán dado cuenta, puse leves insinuaciones de Lynncoln porque esta historia está relacionada con un fic centrado en Lynn llamado "Una Ganadora de Verdad" que muestra los sentimientos de ellas dirigidos hacia su único hermano varón.

Y si se preguntan qué onda con los hijos que él tiene con Ronnie Anne, bueno, es porque en verdad esto es una mini-secuela de mi primer fic de la serie titulado "La Siguiente Generación" que muestra la vida de él como un padre de familia con su mujer y los pintorescos 11 hijos que han tenido con el tiempo. Puede que les guste esa historia ;)

En realidad mi idea original era hacer un fic centrado en otra de las hermanas de Lincoln igual a como lo hice con esa historia de Lynn mostrando como son sus vidas de adultas, pero al recordar esta fecha tan importante para mí, decidí aplazar esas ideas para otra ocasión.

Por lo que no me queda más que despedirme y desearles lo mejor del mundo no sin antes decir que muy seguramente más adelante haré historias no solo centradas en las chicas Loud, sino también en personajes que al igual que Pop-Pop han aparecido varias veces en la serie pero que se usan muy poco en los fics y así darles algo de aire fresco para que otras personas los usen en sus propios escritos ;)