Ladies and Gentlemen!

¡Déjenme presentarme ante todos ustedes mis queridos y amados lectores de este fantástico mundo de los fanfics! Como pueden ver, mi nombre es AnZuZu Dragneel y soy una escritora más en este sitio. Una escritora que a pesar de que puede decir que ya tiene su experiencia escribiendo, aún puedo decir que me falta mucho por aprender, aún hay muchas cosas por las cuales, me gustaría experimentar para poder seguir creciendo como en este lugar como profesionalmente. Naturalmente me enfoco a escribir sobre ciertas situaciones que me llaman la atención, situaciones que de un momento a otro, llegan a mi cabeza y puedo saber qué historia o categoría es la indicada para poder escribir de esta manera. Me encargo de que a los personajes queridos, puedan presumir de los sentimientos que en algunas veces no muestran.

Naturalmente conmigo, verán en todas mis historias, que los diálogos están subrayados en negritas, este tiene un motivo. Como una escritora que sufre de la vista, se encarga de que el texto a leer sea demasiado cómodo para todos. Entonces para no hacer un esfuerzo extra, me encargo de que todo sea adecuado para las personas que son iguales. Aun habrá muchas cosas por las cuales tendrán que ver pero me encargare de que las vean en su debido tiempo.

Y sin entretenerlos más…

It's showtime!


Aclaración: Kyokou Suiri In/Spectre no me pertenece. Es propiedad de Shirodaira, Kyou (Story), Katase, Chashiba (Art). Yo solamente pido prestado sus personajes para poder escribir mis historias.


Cada que miraba sus manos no podía evitar recordar aquel hermoso pero tan doloroso pasado que a veces el sueño se escapaba de sí y prefería ocupar su mente en otra cosa. No podía evitar querer regresar a esos momentos de su niñez donde tenía una vida normal, donde aún tenía una vida de la que pudiera presumir y ser aquel niño tonto y feliz que disfrutaba de pequeños y grandes momentos que le pudieran brindar, que él pudiera encontrar por sí mismo. Donde aún tenía alegría y curiosidad por el mundo donde le rodeaba, el mundo donde vivía. Aquella tierna y hermosa infancia donde podía soñar con las miles de aventuras que le gustaría vivir cuando fuera un adulto como de las cosas que aprendería en ese proceso. Una infancia donde ese pequeño niño, aún era un humano que lloraba cuando se caía y sangraba sus rodillas como sus manos. Un humano donde aún tuviera oportunidades de sentir y poder tener aquella protección de que todo estaría bien.

Aquel pequeño niño humano que ansiaba que alguien le ayudara a levantarse a pesar de las caídas y del dolor que pudiera sentir al momento de ver aquella roja sangre salir de su propio cuerpo. Era un pequeño niño que necesitaba de un caluroso abrazo como de un beso en la frente para poder sentirse bien, para poder dejar de llorar y que una escandalosa sonrisa apareciera en su rostro para seguir teniendo aventuras bajo aquellas advertencias que normalmente ignoraría. Así de fácil y sencilla era su vida, así era su mundo hasta que aquello termino y fue sumergido en una horrible oscuridad que es imposible salir de ahí.

Su mundo, su vida y él mismo, era algo hermoso y lleno de color que se apago de un día para otro.

¿Dónde quedo ese pequeño niño ahora que creció?

¿Dónde quedaron todas aquellas alegrías y aventuras que viviría una vez que fuera adulto?

¿Dónde quedo aquella vida alegre que tanto ansiaba por vivir?

Todas aquellas preguntas se amontonaban dentro de si, era una verdadera lástima que no tuviera respuesta alguna.

Perdido, tal vez, era una de las mejores opciones que se le pueden ocurrir. Muerto, es como realmente le gustaría estar desde ese momento donde dejo de ser humano al comer aquella carne de sabor extraño. Dudar era su última opción, ¿Cómo podía dudar de alguien como su propia familia? Era un simple niño inocente y alejado de toda la barbarie del mundo, nunca podría llegar a imaginarse que algo así sucedería, nunca llegaría a pensar que alguien de su misma sangre lo traicionaría, le haría daño y lo convirtiera en lo que es. Solo era un niño. Estar muerto, es como un sueño que nunca cumplirá, es como un deseo que solo ve a la lejanía, un camino que no puede alcanzar a pesar de su habilidad. Muerto al igual que todos sus parientes que de igual manera comieron aquello pero para su desgracia, aquel horrible experimento funciono de alguna manera con él, de alguna manera, él había sido uno de los primeros y únicos en sobrevivir de la primera prueba. No entendía el porqué en ese momento, solo era un niño que pedía auxilio al ver toda aquella sangre, quería que todo eso se detuviera pero aquella sombría sonrisa de su abuela, fue lo que lo paralizo. Aquel temor, aquel miedo que casi provocaba que se hiciera del baño en su ropa como sentir las lagrimas bajando y mojando sus mejillas, se sentía paralizado, se sentía como un pequeño animalito al ver aquel cuchillo que solo se clavo en la profundidad de sus entrañas y un dolor tan fuerte sintió que al momento de abrir sus ojos y ver varias raíces doradas en el piso, fue cuando sintió que todo iba a cambiar.

Todo sería diferente en ese momento, todo sería diferente y sabia de primera mano, que ya no habría vuelta atrás. Era imposible volver a ser normal y ser un niño que siempre amaba la vida. Era curioso que justo ahora, solo la odiara y quisiera tener un final de ensueño. Terminar con lo que se empezó, era imposible de realizar.

Miedo.

Dolor.

Cansancio.

Pesadilla tras pesadilla.

Todo se volvía a repetir. Todo lo volvía a vivir.

Dolor y más dolor. Hasta que al final, termino por acostumbrarse a ello. Por más que clavaban aquel cuchillo en su cuello o directamente a su pecho, ya no podía sentir nada. Cada que caía, cada que se golpeaba fuertemente, aprendió que ya nadie iría para su auxilio, nadie le brindaría un beso en la frente o le curaría sus heridas al ver que estas se curaban de manera rápida. Era horrible aquella pesadilla, era horrible esa manera en la que el mundo lo hizo. Aquellos tiernos e inocentes ojos, se habían manchado de la crueldad del mundo, se habían manchado de su propia sangre cada que era derramada por solo querer saber el futuro. Justo ahora, todos aquellos sueños y deseos realmente se encontraban como algo imposible, algo que nunca alcanzaría. Aquel brillo de la vida misma se había esfumado, aquella gran y socarrona sonrisa, se borraba de sí. Y solo quedaba un niño dentro de un cascaron vacio, un niño con aquel triste y deprimente semblante que se escondía en alguna parte de la casa para que no fuera encontrado y ser utilizado. Había olvidado los momentos de felicidad, había olvidado todo aquello que le daba significado a su vida. Ya no quedaba nada, solo era un objeto que solo hacia aquello por seguir ordenes.

Crecer y darse cuenta de cuan cruel era aquella horrible vida que le toco. Huir y empezar a buscar su propia felicidad, empezar a buscar aquel cariño, amor y protección que una sola persona le dio en aquellos momentos. Que tomaba su mano sin ningún miedo porque ella era igual a él y volver a sentir aquella calidez que había desaparecido. Pero que de alguna manera, no era suficiente, aunque nunca podría dejar a un lado aquel aprecio que sentía por ella. De alguna u otra manera, es que se vio obligado a buscar alguien más.

Aquel largo cabello negro, aquellos ojos cual color jade y aquella sonrisa en su rostro capaz de cautivar a cualquier alma que se cruzara con ella. Fue aquello lo que pensó la primera vez que la vio, fue lo que le hacía olvidar su situación, le hacía ser otra persona que deseaba ser. Era aquella vida transformada en una mujer delicada, tierna y madura con la que podía y quería pasar su vida, alejado de todo lo que paso en su pasado. Aquellos momentos tan hermosos que pasó a su lado, aquellas risas y carcajadas, aquellos tiernos momentos que solo podía compartir con ella. Fue consciente en el momento que le conto solo una pequeña parte de su familia pero fue un mentiroso al ocultarle su horrible verdad. Fue muy cuidadoso en ese aspecto, procuraba ser alguien normal, procuraba ocultar todo aquello pero para su desgracia, las cosas no pudieron ser así. Aquellos cortes en su mano, ver como la sangre regresaba a su propio cuerpo, fue algo que se le escapo sin querer y que ella vio pero pensó que tal vez se trataba de una ilusión creada por su mente, por un momento, fue bueno que ella pensara que eso fue, incluso, quedo en el olvido y volvían actuar con normalidad.

Que aquel kappa llegara a ellos en aquella noche y se asustara por su presencia, era de algo que ya estaba acostumbrado con aquellos seres que solo se alejaban despavoridos mientras le gritaban una y otra vez que era un monstruo. Así había sido en su proceso de crecimiento mientras le repetían una y otra vez aquellas palabras que incluso él, ni siquiera se dignaba a decir. Eran palabras que solo le hacían recordar lo miserable que era, solo le hacían recordar el dolor por el que había pasado.

Todos le tenían miedo pero al ver aquella mirada en ella, era algo de lo que siempre había querido evitar. Había tenido más miedo de ver aquella mirada en ella que de todas aquellas cosas que le hacían. Aquella mirada de terror mientras repetía una y otra vez aquellas palabras que el kappa le había dicho, ahora ella las decía. Ahora ella quería evitar su mirada, quería evitar su mirada, quería evitar todo de él. Verse en aquellos ojos temerosos, le hizo darse cuenta que realmente era un monstruo, le hizo darse cuenta, como es que todos ellos lo miraban. Empezaba a tener miedo de sí mismo, empezaba a tener miedo de la cosa en la que se había transformado.

Hubiera esperado que todos le miraran de esa forma pero nunca creyó que ella lo miraría así.

Soledad.

Frio.

Desconfianza.

Inseguridad.

Oscuridad.

Se sentía perdido, se sentía paralizado. Dolía demasiado. Dolía incluso más de todas aquellas atrocidades que le hicieron de niño. Dolía su pecho, dolía su cabeza. Como si todo eso se hubiera juntado y justo en ese momento, podía sentir la presión en la misma. Le faltaba el aire, no dejaba de sudar, no dejaba de mirar en un punto en especifico pero al mismo tiempo, no miraba nada, solo empezaba a recordar cada una de las cosas malas que le había pasado. Sentía que caería en un gran abismo de oscuridad, sentía que era difícil de escapar. Se hundía en su pesar.

-No eres un monstruo Kurou-sempai -Escucho una suave voz, sintió unos delgados brazos en su cuerpo. Cerró los ojos ante el miedo, su cuerpo se tenso. Por un momento, volvió a vivir aquella horrible infancia. Quería escapar pero aquellos pequeños y delgados brazos lo atraparon con más fuerza, sintiendo por primera vez aquella calidez que creía perdida después de tanto tiempo.- Nunca serias un monstruo, eres un humano como todos, eres un humano como yo

-¿Iwanaga? -Murmuro quedito y aún con miedo. Sintió una pequeña risita en su espalda.

-Mis ojos nunca te verían así, mi corazón nunca temería por ti, soy la diosa de la sabiduría y es de humanos el equivocarse, es de humanos el cometer errores pero también es de humanos el poder remediarlos -Se separo con cuidado. Kurou Sakurawa abrió los ojos y fue cuando la miro. Aquella gran sonrisa tranquila y orgullosa de Iwanaga Kotoko. Aquella pequeña chica que tenía un destino como diosa de la sabiduría frente a los monstruos como él. Aquella pequeña chica que conoció en un día lluvioso de hospital y que desde ese momento, ella nunca quiso separarse de él a pesar de todo lo que hacía.- Eres un humano con una gran habilidad que puede ayudar a los demás, tu corazón es amable a pesar de aquellos tratos, tus ojos son cálidos y tú misma persona, es simplemente frágil como yo -Se alzo de puntitas para tocar su mejilla con suavidad. Cerró sus ojos sintiendo aquella calidez, soltó un pequeño suspiro. Sintiendo como su cuerpo se relajaba.- Mi amor por ti es grande y no es ficción, es verdadero y te acepto por cómo eres, como Kurou Sakurawa, un humano que ha peleado mucho por demostrar que es tan humano como todos en el mundo

Su pecho sintió una pequeña punzada. Su corazón volvía a latir, había olvidado incluso que este aún existía. Aquella calidez, volvía a calentar su cuerpo frio. Las pesadillas se iban, los miedos se alejaban ante aquel rayo de luz que había llegado como una gran molestia y aunque aún lo fuera, no le molestara que ella estuviera a su lado. "Como su novia" Y le brindara aquellas palabras perdidas, aquel consuelo anhelado. Aquella felicidad y aquella mirada de orgullo, aquella mirada tan tranquila que solo le traía paz y seguridad. Se sentía agradecido con ella, se sentía tan cómodo con ella que podía actuar como era, no tenía el porqué fingir ser alguien más y ella aún así lo aceptaba con aquella estúpida sonrisa y esos hermosos sentimientos. Alzo su mano con cuidado y lo poso en la cabeza de ella, aquel pequeño y suave cabello que podía presumir. Aquella tierna mirada y sonrisa enorme.

-Gracias Iwanaga

-No hay de que, para eso nos tendremos siempre el uno para el otro

-Aunque eres una verdadera molestia

-¡Estábamos en una situación romántica y la acabas de arruinar!

Las carcajadas y los colores cálidos que los rodeaban. Aquellos sentimientos que se volvían a encontrar. Podía olvidar lo que era con ella, podía volver a sentir lo que era realmente. Aquellas pequeñas criaturas que los miraban curiosos y que poco a poco se acercaban a él. Se daban cuenta que no era una mala persona, se daban cuenta que alguien como él, también podía sonreír. Al final en cuentas, también era un humano como un monstruo. Nunca lo admitiría pero fue gracias a ella que aquella seguridad volvía a sí. Que gracias a ella es que puede seguir viviendo con aquella segunda oportunidad que le brindaba a su lado, viendo aquel lado bueno de su poder, viendo aquel lado bueno de seguir siendo humano. Viviendo aquellas aventuras, viviendo aquello que siempre quiso y anhelo. No permitiría que ella, algo que más quería, se volviera alejar de él sin un motivo o sin una razón. No permitiría que nadie la alejara de sí. Nunca lo permitiría.

Podía ser un monstruo a los ojos de todos pero para ella, para ella era un humano normal.


¡Muchas gracias por leer!

Naturalmente, me enfoco en muchas cosas para poder escribir una historia y entre ellas, es el saber la información de lo que estoy escribiendo. Me esforzare por saber más. No olviden pasearse por mi perfil y ver cada una de las categorías que me he encargado de escribir en todo este tiempo. Puede que tarde un poco en actualizar pero tranquilos, las historias que podrán leer, serán exquisitas.

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Por cada comentario el escritor desvelado tendrá una gran sonrisa en su rostro y más energías al seguir escribiendo.

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¡Nos vemos a la próxima!


Atte.: AnZuZu Dragneel

Fecha: Viernes 20 de Marzo de 2020