¡Hola!

Soy nuevo en esta sección de este anime que me encantó y aunque el final no era lo que esperaba, pues ni modo, lo disfrute en cada momento, aunque yo iba con Miku y Nino.

Yotsuba no está mal, pero siento que fue debió haber sido con Miku o Nino, incluso apuesto a que todo el mundo pensó que quedaría con Itsuki al final, yo fui una de ellos.

Bueno, a lo que iba. Este fic lo situaré pasado el final del manga ya que siento que eso meceré continuación y haré una propia, no sé cómo quedará, espero que bien.

Bueno, sin más, comencemos…

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Residencia Nakano.

Se hallaba un joven de cabello azul durmiendo plácidamente mientras tenía un sueño algo raro. Había una boda en la que él era el protagonista mientras se casaba con una de las quintillizas, un grupo de hermanos de las cuales le tocaba enseñar.

Soñaba que él se casaba con la cuarta hija, Yotsuba Nakano.

Pero cuando estaban en la ceremonia y hablando con las demás hermanas, se podía escuchar una voz llamarlo por su apellido.

Uesugi-kun… Uesugi-kun…

- ¡Uesugi-kun! – ese grito por fin hizo que el joven de nombre Fuutarou se despertara de su sueño, aunque no podía ser tan placido ya que estaba durmiendo en un sillón.

- ¿Eh? – Fuutarou se levantó con algo de saliva en su boca.

- Que bueno que despiertas Fuutarou – dijo Miku.

- Vaya que dormiste bien Fuutarou-kun – dijo Ichika.

- Hasta que despiertas – dijo Nino.

- ¡Buenos días Uesugi-san! – dijo con energía Yotsuba.

- Yotsuba – dijo en voz baja el chico para luego sobresaltarse un poco - ¿Y la ceremonia? ¿Y la boda?

Las hermanas se miraron fijamente la una a la otra como no teniendo idea de lo que el joven hablaba.

- ¿De qué estás hablando? – dijo Nino - ¿otra vez estás diciendo tonterías?

- Vaya, Uesugi-kun hablando de bodas es algo raro – dijo Itsuki mirando un poco el cielo falso.

- ¿Boda? – Miku parecía bastante confundida por esto.

- ¿No te estarás adelantando? – dijo Ichika riendo un poco nerviosa.

Fuutarou miró a las quintillizas y efectivamente notó como todas lo miraban algo confundidas, al parecer todo había sido un sueño.

- ¿Acaso sigues dormido? – dijo Nino en su típico tono de voz – Tienes que apurarte y tomar una decisión.

- ¿Eh? – eso confundió un poco al tutor - ¿de qué hablan?

- De nuestro viaje de graduación – dijo Miku en su tono de voz calmo – tú lo decidiste Fuutarou ¿lo recuerdas?

- Oh, e-es cierto – al final, los recuerdos se le vinieron a la mente al peli azul.

- ¡Ya sé! – habló Yotsuba - ¿Por qué no decidimos las 5 a dónde iremos?

- ¿Y mi opinión no contará? – dijo Fuutarou sintiéndose ignorado.

- Creo que ya sabemos cómo terminará esto – dijo Ichika – lo mejor será que no lo hagamos.

- Muy bien, hagámoslo a la cuenta de 3 – dijo Itsuki.

- ¡No me ignoren!

- Uno… dos… ¡tres!

- ¡Okinawa! – gritaron las chicas al mismo tiempo para… "sorpresa" de Fuutarou.

- ¿Por qué presiento que ya dirían eso?

- Okinawa es un buen lugar para pasar nuestro viaje de graduación – dijo Yotsuba – las playas bellas, el agua cristalina, realmente es un lugar divertido para pasar el rato.

- Sí, recuerdo que una vez fui a grabar a Okinawa, pero fue hace como 2 años – dijo Ichika.

- Y pensar que tal vez volvamos.

- Yo iré a conseguir mi traje de baño – Nino salió del lugar dejando a las demás hermanas y a Fuutarou hablando, pero este último decidió irse ya que estaba sintiendo que las cosas se saldrían de control.

Aunque pensó que nadie lo vería irse, solo una persona lo vio irse.

- ¿Te vas, así como así? – dijo una voz detrás de él.

- Lo siento, pero siento que no ocupaba momento en ese tema – dijo Fuutarou.

- Fuu-kun, ¿Qué te pasa? – dijo la voz que resultaría ser Nino, después de todo era la única que lo llamaba así.

- Nada, solo que tuve un sueño algo raro.

- ¿Qué soñaste? – preguntó la chica de listones.

- No quiero recordarlo – dijo el peliazul.

- Fuu-kun, ¿mañana irás trabajar siempre?

- Obvio que sí – respondió – el jefe me matará si voy a faltar estos días que se mueve mucho la pastelería.

- Sí – Nino miraba la espalda del chico mientras pensaba en que decir ahora que se formaba un silencio incomodo – e-este…

- ¿Qué pasa?

- Te lo diré directamente, quiero que salgamos un día de estos.

- ¿Salir? – en eso, se le vino a la mente algunas escenas del sueño – Nino, ¿estás segura de esto?

- Vamos, sabes como soy, me declaré en la pastelería, estoy compitiendo con Miku por tu amor, incluso Ichika se metió a la pelea, Yotsuba… no sé qué trama o si está interesada.

- Yotsuba – Fuutarou susurró el nombre de la quintilliza de cabello naranja mientras pensaba en las mil locuras que soñó, en lo del festival y la decisión que tomó al final.

- ¿Fuu-kun? – Nino se preocupó un poco al ver a su chico quedar ido, más cuando mencionó el nombre de Yotsuba - ¿estás bien?

- S-Sí, no te preocupes, solo me distraje pensando en otras cosas, no es para tanto.

- B-Bien – Nino no quedó muy convencida, pero igual dejó pasar el momento.

- Entonces., quieres que salga contigo en algo ¿es así?

- Sí – la actitud recta de Nino volvió – quiero que la gente te vea conmigo y quiero empezar a ganar terreno perdido.

- Sabes que no soy como un juego de ganar terrenos ¿verdad?

- No importa, solo quiero que Miku me vea contigo, me da risa verla morirse de los celos.

- Eres mala lo sabías.

- Sí, en parte, pero lo que tengo que hacer por el chico que amo es un precio a pagar.

- Ni modo – el chico miró un poco el cielo – lo pensaré.

- Bien.

- Me voy – cuando Fuutarou se iba…

- Fuu-kun – llamó Nino.

- ¿Qué pasa? – al voltear la mirada, Nino le lanzó un beso en el aire, mismo que le lanzó una vez en la pastelería.

- Buenas noches Fuu-kun – dijo antes de meterse en su casa.

- Esa chica – el peliazul solo siguió su camino mientras pensaba en muchas cosas, pero un solo pensamiento llegó a su memoria – realmente… las quintillizas son un problema.

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Dentro de la residencia Nakano…

- ¿Dónde estabas Nino? – preguntó Ichika.

- Andaba despidiendo a Fuu-kun – dijo con simplicidad.

- ¿Andabas sola con Fuutarou? – dijo Miku metiéndose a la conversación.

- Sí, sabes que no soy como tú que no actuar por miedo, incluso le lanzo besos para que sepa lo mucho que lo quiero – dijo para sorpresa mayor de las demás.

- ¿Es en serio Nino? – dijo Itsuki mirando a su hermana mayor.

- Sí, ya dije que no voy a perder contra nadie, pero, aun así, vuelvo a declarar guerra ¿verdad… Ichika, Miku, Yotsuba?

- ¡¿Todas ustedes están metidas en esto?! – gritó asombrada Itsuki.

- P-Pues sí Itsuki-chan – habló la mayor de las Nakano – a mí me gusta Fuutarou-kun, es la verdad.

- E-Es que… de Nino y Miku ya lo sabía, pero de ti y Yotsuba no me lo esperaba.

- ¿D-De dónde sacan que me gusta Uesugi-san? – dijo Yotsuba un poco roja.

- No es por nada Yotsuba, pero como que ahora noté algo raro a Fuu-kun cuando mencionaba tu nombre.

- ¿En serio?

- Sí – Nino les contó un poco lo que pasó con Fuutarou abajo del edificio.

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Mientras tanto con nuestro protagonista…

Fuutarou llegaba a su casa, pero esta vez solo estaba él ya que encontró una nota en el refrigerador que decía que su padre había salido a un trabajo y su hermana se quedaría en una pijamada con unas amigas, así que solo fue a su cama y se acostó.

No tenía hambre ya que había comido algo en la casa de las Nakano, pero siempre quedaba esa duda en él.

¿Acaso… todo el asunto de la boda fue una farsa?

¿Él… realmente amaba a una de las quintillizas?

- ¡Esas hermanas… son un problema! – gritó frustrado ahogando su grito en la almohada.

Esa noche comenzaría una larga travesía para Fuutarou.

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Continuará…