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Hola queridos lectores

sigo viva jijii

espero que les guste este siguiente capitulo

no olviden dejarme un voto por algun fic que quieran actualizacion

muchas gracias por sus hermosos reviews y tambien por su paciencia y apoyo

saludos cordiales desde CDMX

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¿INFIDELIDAD?


¿Cómo poder cumplir? ¿Cómo no engañar? ¿Cómo mantener al corazón al margen de lo que no deseas? Pero tu cabeza dice que si ¿Qué hacer? ¿Cómo explicarle al corazón que aquello es indebido? ¿Qué no es correcto?

Jamás pensamos que quizás lo correcto para el corazón es lo correcto ¿no?

Que quizás siempre estuvimos erróneos ¿Qué el corazón puede ser mas listo que la inteligencia mental?

Maldito dilema.

H.G.P


Helga miraba con timidez el cuarto del rubio mientras este había ido abajo por algo de botanas.

"Vamos Helga tranquila" pensaba mientras esperaba que el rubio llegara

Cuando observo el librero del rubio se dio cuenta de algo que no había visto en el primero momento que ingreso

Era una zapatilla que ella conocía muy bien, se acercó.

-Cecile –Murmuro mientras tomaba la zapatilla que había dejado en esa cita, la primera cita que tuvo en su vida y precisamente con Arnold

-¿Qué piensas?

Arnold le sorprendió con aquella pregunta, ella casi tira la zapatilla, inmediatamente volteó a verlo, el rubio se veía tranquilo y una pequeña sonrisa se asomaba por su rostro.

-Nada –Dijo la rubia intentando no verlo a los ojos

Arnold se acercó dejando la charola en su escritorio, tomo la zapatilla de las manos de la rubia.

-Era de mi pequeña Cecile –Dijo el rubio mirando con cariño la zapatilla

Helga sintió un poco de dolor, pero intento que no se le demostrara. –Supongo que aun la vez ¿No?

Arnold rio –No

-¿Y…la…extrañas?

-Si –Dijo el rubio mirándola con intensidad que sentía que la mirada del rubio le quemaba toda su piel hasta llegar a sus huesos

-Pues….bus…buscara

-Dudo que ella quiera algo conmigo ahora

Helga camino para sentarse en el sillón

-¿Por qué dices eso?

-Esta con alguien más

Helga lo miro con una ceja enarcada -¿Cómo lo sabes?

Arnold dejo la zapatilla en el librero antes de tomar un pequeño libro rosa, Helga sintió su corazón dar un vuelco.

-Porque la volví a ver apenas y me lo dijo

-¿Qué?

-Sabes que este libro también es de ella –Dijo el rubio acercándose

-Bueno….bueno Arnoldo hay que hacer el trabajo

-Helga ¿Segura que no quieres hablar?

Arnold la miraba con intensidad mientras tomaba su brazo para retenerla

Helga sentía su aliento y sentía que pronto las fuerzas se le irían

-Si…no venimos a hablar, si no a…trabajar

-¿No quieres hablar de una buena vez?

-Arnold lo…lo prometiste –Dijo la rubia mirándolo con seriedad y nervios

Helga se levantó de golpe pero el rubio la tomó del brazo aun con más fuerza, halándola hacia él.

-Helga solo déjame decirte algo…yo…

-No por favor –Dijo la rubia mirándolo con melancolía –Lo que paso…ya paso

Intuía lo que Arnold intentaba decirle algo

-Para mí si –Dijo mientras cerraba la distancia –Se perfectamente la verdad Helga

-No comprendo que dices

-Yo creo que si –Dijo mientras sus manos se cerraban entre su cintura, Helga poso sus manos por instinto en el pecho de este, en un débil intento de empujarlo pero fue tarde su reacción

Los labios del rubio estaban intentando ingresar en su boca.

Y su mente estaba en blanco, solamente dejaba que el rubio la besara.

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Unos minutos antes, Gerald se encontraba caminando con tranquilidad con su hermana, venían de la tienda, Phoebe los vio y de inmediato puso en marcha su pequeño plan

-Gerald, hola, Timberly que hermosa estas

Timberly le sonrió con emoción y dulzura –Phoebe

-¿Cómo has estado? –Pregunto mirándola con una enorme sonrisa

-Bien ¿Y tú?

-Bien también –Miro a Gerald –¿Viniste por Hel?

-¿Helga?

-Sí, hace un momento vi que ella y Arnold ingresaban a la casa de huéspedes, yo pasaba por aquí –Enseño la bolsa con algunas cosas que había comprado

-¿Qué? –Pregunto el moreno molesto –Tim espérame aquí

La joven solamente lo miro partir, en cuanto el moreno había cruzado la calle se volvió hacia Phoebe

-¿Por qué lo hiciste?

Phoebe la miro sin comprender

-No lo hice para ponerlo así

-Deberías saber que mi hermano es muy celoso

-No…no sabía –Contesto Phoebe nerviosa

-Hay que ir por él

Phoebe la siguió tranquilamente

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-¡¿Helga?!

La rubia en cuanto escucho a Gerald se separó del rubio, lo cual fue una suerte porque Gerald inmediatamente se fue hacia el rubio

-¡Gerald!

El rubio recibió un puñetazo en directo en su nariz lo que provoco que la sangre brotara, pero eso no fue suficiente cuando lo vio en el suelo, se puso encima de el para propinarle otro puñetazo.

Helga detuvo el tercer puño que iba a ir directo a Arnold para que no siguiera el moreno

-¡Basta por favor!

Gerald la miro pero quito inmediatamente su mano de la de ella –Ni me hables –Susurro molesto como nunca lo había visto Helga

Sintió temor por primera vez de su novio

-Ni me busques –Dijo Gerald con dolor

-Gerald…

-Quédate con este idiota, tu bien sabes que a la semana se hartara de ti y no estaré ahí

La rubia sintió un dolor profundo, sus ojos se anegaron de lágrimas

-Por favor

-Me voy –Murmuro el moreno

-¡Gerald! –Dijo el rubio levantándose pero sosteniendo un poco la sangre de su nariz –No seas idiota, yo la bese

Gerald lo miro con enojo e iba a golpearlo de nuevo

-Basta por favor –Dijo Helga interponiéndose entre ambos poniendo sus manos en el pecho del moreno

Gerald aparto sus manos con brusquedad –Necesito irme –Susurro sin poder creer aun lo que había visto

Helga iba a ir detrás de él pero Arnold la detuvo

-No le ruegues, él no quiere entender

Helga lo miro molesta –Todo esto es tu culpa

-E intente solucionarlo, le dije que yo te bese pero poco le importo –Dijo el rubio mirándola con molestia –No te merece

-Y tu si ¿No?

Arnold bufo un poco –Eso no es lo importante, no te rebajes, deja que se le pase el enojo

Helga lo pensó un segundo, quizás en eso tenía razón el rubio.

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Phoebe en cuanto lo vio intento acercarse y preguntarle pero el moreno estaba enojado que la ignoro al igual que a Timberly y salió casi corriendo del lugar.

-¿Qué habrá pasado? –Pregunto Phoebe preocupada

Timberly no le respondió, prefirió ir detrás de su hermano.

Phoebe sonrió de lado.

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Helga ayudo al rubio a limpiar su rostro, mientras lo hacía pensaba una y otra vez en lo acontecido, hasta que no pudo seguir cerca del rubio y en su alcoba, que prefirió salir corriendo. Arnold no la detuvo por supuesto, se sentía mal por verla tan destrozada y eso lo hizo sentir más que miserable por no haberla tenido desde antes.

Sus ojos llenos de dolor, con un mar inmenso de amor y dolor hacia su mejor amigo.

La había perdido

Y él había tenido la culpa.

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Una hora después, Phoebe estaba con Arnold en la casa de huéspedes.

-Creo que con esto ya Gerald no vuelve con ella

-No te lo creas –Dijo el rubio –Además debiste esperar –Añadió enojado

-No me digas que debo o no hacer Shortman

-Phoebe lo digo porque es la verdad

-¿Y qué paso con Helga después?

-Lo obvio, se fue a su casa ¿Qué esperabas?

-Bueno creo que en parte esto es bueno ¿no? Hay una buena señal en todo esto

Arnold sonrío de lado, aunque parecía más mueca que sonrisa –Es obvio que es buena señal, Helga de un modo u otro sigue sintiéndose atraída por mí, aunque sea un poco

-Mi plan funciono

Arnold rio –Los celos te ciegan, tu obsesión por Gerald no te deja ver bien las cosas –El aun no dejaba de ver los zafiros con dolor al ver a Gerald destrozado, le dolía, le molestaba, lo odiaba pero eso no lo cegaba, sabía que podía significar aquello y eso lo estaba matando pero no quedaría así, sin dar guerra.

-¿Y tú no estás obsesionado?

-Quizás pero no me ciega como a ti –Dijo el rubio sonriendo

Phoebe bufo pero no dijo mas

Arnold miraba con impaciencia su teléfono que no se percató de la mirada de la pelinegra.

Helga no había respondido nada aun

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Helga envío un mensaje a Gerald después de haber ido a su casa y no haber podido verlo.

"Gerald por favor discúlpame, Sin ti la luz de mis días serán llevados a ningún lado" "Perdóname cariño por favor, perdóname por todo"

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Gerald en su alcoba miro su teléfono que mostraba aquel mensaje, sintió dolor.

La amaba,

Pero no estaba dispuesto a ser la burla de nadie, y si Helga aun sentía algo por Arnold, la dejaría par que lo intentara con él, por supuesto con dolor pero si ella eso quería, ¿Cómo impedírselo?

-Si te amo debo dejarte ir –Susurro en un mensaje de voz con dolor para enviárselo a ella –Si amas aun….a ese imbécil….yo no te lo voy a impedir….te amo demasiado lo sabes Helga Geraldine Pataki, no seré un obstáculo

Y con eso bloqueo el contacto de la rubia para después apagar el celular.

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Helga escucho el mensaje de voz sintiendo su corazón romperse, no podía aceptar perder a su mejor amigo y sobre todo a la persona que amaba.

Porque si lo amaba, lo amaba demasiado.

-Gerald –Susurro tomando un osito de felpa que el moreno le había dado en su cumpleaños anterior.