Esperanza.

Eso le transmitía él.

La esperanza de lograr salvar a todos, de no sentirse acorralados y no esconderse cual presas de sus depredadores.

Él los había salvado.

La había salvado.

Le había esperado largas tardes enteras, todos los días. Deseaba verlo, anhelaba que cumpliera la promesa de una visita. Pero eso nunca sucedió.

La tristeza se apodero de ella por mucho tiempo. La vida siguió su curso y aquellas decepciones ya no dolían demasiado.

Siguió preparándose para llegar a ser una persona que pudiera ayudar a muchos y la única forma que le parecía que era capaz de hacer, era por medio de aliviar personas. Quería llegar a ser una importante doctora y de esta forma lograría su cometido. Por esa razón se trasladó a ciudad Satán, donde seguiría sus estudios y alcanzaría su sueño.

Pero ahora teniendo a un joven que se asemejaba demasiado a él, la caja de los recuerdos se abría nuevamente evocando aquel personaje que marco su vida.

¿Cuál sería el nombre chico que la veía fijamente? Había algo en él que le decía haberse conocido antes.

Acaso…

¿Qué haría si lo que suponía era verídico? La duda le hacía sentir un gran nerviosismo pero en su corazón sabía que Gohan y aquel que estaba justo ahí con ella eran el mismo.

Su Gohan era rubio y poseía ojos azules, el joven que despertó su atención tenía el cabello azabache y sus ojos eran dos esferas del mismo color.

Corto aquel intercambio de miradas y tomo asiento. Aquel día seria largo.


El profesor presentaba a la nueva alumna cosa que no le parecía algo fuera de lo común a Videl, apenas y la observo. Tomaría el asiento que estaba justo enfrente de su amigo.

Para cuando ella estaba por tomar aquel lugar algo raro paso, la hija del campeón mundial noto que Gohan no apartaba la vista de ella y que al llegar la susodicha a su nuevo puesto los dos intercambiaron miradas. Los ojos de Gohan parecían verla de una forma que inquietaba a Videl y ni hablar de Lime que le miraba a su amigo como si de verdad se conociesen de toda la vida.

¿Qué podría ser todo aquel teatro? ¿Se conocían? ¿Habrían tenido algo que ver en el pasado? Tener todas esas interrogantes le hacía rabiar. Como siempre, actuaba impulsivamente cegada por la furia, y lo único que Videl pudo hacer ante esa incómoda situación fue soltar un gruñido acompañado de su típico semblante con ceño fruncido.

Y para terminar su mala suerte su rubia amiga lo había notado todo, desde las ojeadas extrañas de Gohan y Lime hasta la evidente furia de su amiga lo cual le causaba cierta diversión.

Queriéndola molestar más, Ireza tomo un trozo de papel y en él escribió "¿Celosa?". Casi sin aguantar las ganas de reír lo paso a su compañera quien reviso su contenido.

"¿Acaso te burlas de mí? No tengo por qué estarlo" hizo bolita el papel y se lo dio a la rubia.

Resignada a no poder reír un poco más, pues esas situaciones le parecían entretenidas, dio fin a aquella corta conversación. "Si tú lo dices, aunque tu rostro es todo lo contrario".

Después de aquellos extraños sucesos las lecciones continuaron hasta llegar a la hora del almuerzo.

Lo primordial para Lime en esos momentos era saber el nombre del chico que ocupaba el asiento detrás del suyo. Tal vez si solo se acercara a él para cuando alguno de sus amigos le llamase pudiera hacer su descubrimiento.

Los estudiantes comenzaban a abandonar la sala de estudio, ella echo una rápida ojeada detrás para asegurarse de que él seguía ahí. Lo vislumbro y espero cautelosamente a que saliera para así poder seguirle.

-¡Gohan!- la voz de una chica se hizo presente, su plan funciono y ahora estaba un paso más de estar completamente segura de que aquel Gohan era su guerrero dorado.

Gohan parecía nervioso por el simple hecho de que su calificativo fue escuchado por casi todos en el aula, cosa que le daba otro punto de la teoría que Lime intentaba sustentar. Tal vez él la reconoció y quería evitar que la habitante de las montañas especulara acerca de su identidad.

La señorita que le llamo parecía enojada.

-¿Sí Videl?- dijo Gohan inquieto

-Me gustaría comenzar nuestro entrenamiento hoy mismo- dijo ella con aires de desesperación

-Co... Como digas Videl

Videl se fue sin decir otra palabra, "tal vez se levantó con el pie izquierdo" pensaba la chica de cabello castaño. Comenzó a caminar en dirección a la salida meditando aquella plática entre sus nuevos compañeros de clase.

Entrenamiento

Aquella palabra era clave para todo aquel enredo en donde se encontraba metida. Gracias a lo que escucho pudo armar otra parte de aquel complicado rompecabezas. Sus sospechas ya no eran tan descabelladas como en un principio le parecían, sin embargo muchas dudas le tenían muy confundida aun.

Facciones similares a las de su viejo amigo, Gohan era como se hacía llamar, un entrenamiento que podría apostar que eran artes marciales. Tantos rasgos que le recordaban sobre aquel niño no podían ser reunidas por una personas de pura casualidad.

Ese Gohan era sin dudas el mismo que le salvó de morir ahogada, aquel con el que esperaba con ansias una visita, el mismo que le trato muy amablemente a pesar de las circunstancias, el Gohan que había robado su inocente e infantil corazón.

El destino los volvía a unir, con una nueva oportunidad entre manos no le dejaría ir tan fácilmente.