2 por una.

Fue un largo día trabajando en el barco, pero finalmente Senku se dio cuenta de que sí seguía explotándolos así con este calor todos terminarían muriéndose y decidió darles el resto de la tarde libre (pero en la noche volverían a trabajar hasta que se le diera la gana).

Kohaku tomó la oportunidad y, después de darse un baño y hacer un poco de entrenamiento, fue a visitar a su hermana y a su padre, solo para sorprenderse al ver en medio de la isla de la sacerdotisa a un león, una leona y un venado a los pies de la escalera de la torre, con muchas personas reunidas allí.

De inmediato sonrió emocionada y buscó a uno de sus amigos con la mirada, acercándose a Chrome y Senku al verlos entre la multitud de aldeanos.

-¡¿Quién va a casarse?!- preguntó emocionada, solo para que Senku la miré extrañado.

-No entiendo por qué todo el mundo sigue preguntando eso.- murmuró mientras rascaba su oreja.

-Titan es el que va a casarse, aparentemente. Pero no entiendo por qué se fue de pronto.- le explicó Chrome, luego se volteó hacia Senku. –Ya te dije que es una tradición de la aldea.- masculló fastidiado.

-Entendí esa parte, solo quiero que me expliques de qué se trata, idiota.- Senku estaba todavía más fastidiado.

-Cuando un hombre soltero mayor a catorce años presenta una pareja de leones y un venado frente a la torre de la sacerdotisa, es porque quiere la bendición del jefe para preguntarle al padre de su enamorada por su mano en matrimonio.- explicó Kohaku emocionada. –Eso también le garantiza la bendición de los dioses. La carne será usada para el banquete de su boda y la piel para las sabanas de la lechuza lunática… o eso creo.- se llevó un dedo a la barbilla, viéndose perdida de repente.

-Lecho nupcial, Kohaku.- Chrome la corrigió rodando los ojos.

-Ah, sí, esas palabras raras.- rió nerviosamente. –Como sea, solo es cuestión de que los leones y el venado no sean ni muy viejos ni muy jóvenes, para probar que la cacería fue un verdadero reto, y el jefe dará su bendición. Y sería una gran deshonra para el padre o la hija negarse después de tal hazaña y ella no podría casarse nunca más por lo tanto, ¡así que esto significa una boda segura!- aplaudió emocionada. –Hace mucho que no tenemos una en la aldea, ¡ya era hora!- honestamente, le gustaban mucho las bodas, le encantaba la alegría que traían a toda la aldea unida.

-Otra de sus costumbres raras ¿eh?- Senku hizo una mueca de incredulidad. –Qué primitivos…- murmuró por lo bajo.

Kohaku lo miró mal, pero justo en ese momento Titan, el futuro novio, regresó por fin a la isla de la sacerdotisa, y cuando todos lo vieron se quedaron con la boca abierta.

Él estaba cargando un venado hembra muerto en su espalda y un par de liebres muertas colgando de sus manos. Eso significaba que…

-Oh, no.- Kohaku volteó alarmada a ver a Chrome, que ahora en vez de aburrido se veía muy preocupado. El científico, en cambio, se mostró muy confundido.

-¿Y ahora qué?- preguntó.

Antes de que pudiera contestar, su padre y Ruri salieron de la torre, junto a Jasper y Turquoise, todos muy serios. Ruri incluso se veía un poco pálida, mirando a Chrome de reojo.

-Esto es malo.- finalmente recuperando el habla, Kohaku se llevó las manos a los brazos, frotándolos frenéticamente. –Cuando el pretendiente presenta una pareja de leones y una pareja de venados, aparte de una pareja de liebres, significa que…- tragó saliva. –Significa que pretende pedir la mano de la sacerdotisa.-

-¿Ah?- Senku alzó una ceja, arrugando la barbilla. -¿Cómo es que eso tiene sentido? Creí que las sacerdotisas solo se casaban por la Gran Batalla o una mierda así…-

-Sí, pero ha habido ocasiones donde la sacerdotisa enviuda, o en el caso de Ruri-nee un divorcio, así que es posible.- explicó Kohaku.

Mierda, justo cuando pensó que ya no habría más impedimentos para que Chrome y Ruri se casaran cuando quisieran pasa esto.

Todos los aldeanos empezaron a murmurar, y de repente llegaron Taiju, Yuzuriha, Gen, Ukyo, Francois y Ryusui con miradas confundidas.

-¿Puedo preguntar qué pasa aquí?- indagó Gen, a lo que Kohaku rápidamente le contó de la tradición y que aparentemente había otro queriendo la mano de su hermana.

Todos ellos miraron preocupados a Chrome, que estaba intercambiando miradas con Ruri mientras su padre examinaba a los leones, venados y liebres cazados por Titan para asegurarse de que estuvieran en el estado requerido.

-La caza es perfecta.- anunció su padre, a lo que Kohaku se mordió el labio con frustración. ¡Maldita sea! –Titan, imaginó que tus intenciones al hacer esto son las de desposar a mi hija ¿no es así?-

-Así es.- sonrió orgulloso de sí mismo por su hazaña.

-Maldición…- susurró Kohaku. –No me quedará otra opción más que desafiarlo en nombre de Chrome… no, no me dejaran hacer eso.- pensó en voz alta. –Lo mejor será que le pida a Kinro que lo haga, así podría casarse y divorciarse y Chrome tendría el camino libre otra vez.- se dijo a sí misma, recobrando un poco de esperanzas.

-¿Desafiarlo?- preguntó Senku confundido.

-Sí, debo ir tras Kinro y pedirle que grite que desafía a Titan. Entonces con tu ciencia lo ayudaremos a cazar una pareja de osos, una pareja de leones, otra de venados y otra de liebres, y con eso podremos refutar la propuesta de Titan.- comenzó a sudar frío. –Solo tendremos cinco días para hacerlo a tiempo, pero valdrá la pena. No dejaré que mi hermana se case con un hombre que no ama después de todos los problemas que tuvimos para salvarla. Ella se merece ser feliz.- apretó los puños.

Calló cuando vio a su padre volver a hablar con el pretendiente de Ruri.

-Siempre has demostrado ser un buen hombre, Titan, aunque creí que eras más un pescador que un cazador, esto me sorprende enormemente.- comentó él.

-Me costó mucho trabajo, pero no soy un mal cazador, me falta fuerza, pero soy rápido y con mi ingenio logré arreglármelas.- aseguró. –Por eso le pido humildemente la mano de su hija en matrimonio.- hizo una reverencia.

Su padre miro atrás hacia Ruri, que se veía triste y casi desesperada, antes de suspirar y asentir.

-En ese caso está bien. Te permito casarte con mi hija.- Titan sonrió victoriosamente. –Ruri ¿tú aceptas la propuesta?- le preguntó.

-Yo…-

-¡Espere, espere, espere!- Titan sacudió las manos frenéticamente. -¿Cómo que Ruri? Yo le estoy pidiendo la mano de su otra hija, señor.- volteó sonriente a ver a Kohaku. -¡Te lo suplicó, Kohaku, por favor sé mi esposa!- la señaló exageradamente.

Su padre, su hermana, toda la aldea, todo el ex imperio de Tsukasa y hasta los cinco generales se fueron de espalda, mientras que Kohaku se congeló por completo, con la mandíbula por el piso.

-¡¿QUÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉ?!- gritaron absolutamente todos los presentes, incluida la misma Kohaku.

Titan los miró con confusión.

-¿Qué?- preguntó más que confundido. –Este es el ritual para pedir en matrimonio a la hija del jefe o ex jefe ¿o no?- cruzó los brazos.

-B-bueno, sí…- tartamudeó Kokuyo una vez recuperado de la sorpresa. –Es solo que los jefes tienden a solo tener una hija y este ritual se da más después de que la sacerdotisa enviude para designar a un nuevo jefe, por eso se lo asocia mayormente a pedir la mano de la sacerdotisa.- murmuró frotando su nuca. –Casi había olvidado que también se hace para pedir la mano de las hijas menores si las hay.-

-¡Rayos, yo también lo olvidé!- murmuró Kohaku todavía con los ojos muy abiertos. No sabía sí estar aliviada o aterrada ahora mismo. –Pero eso significa que tú…- lo miró sorprendida. -¿Quieres casarte conmigo, incluso pudiendo pedir a Ruri-nee?- lo vio boquiabierta.

-¡Claro! ¡Me gustas desde que somos niños!- sonrió radiantemente. –Pero también siempre me aterraste, así que no dije nada, pero últimamente…- se sonrojó un poco. –Te he estado observando. Eres más tranquila, más linda, pero sigues siendo divertida y puedes cuidarte a ti misma. ¡Justo el tipo de mujer que quiero como mi esposa! ¡Además eres muy sana y muy joven, serás la madre perfecta para mis hijos! ¡Y quiero muchos hijos!- le dedicó una enorme sonrisa.

-O-oh, ya veo…- honestamente no sabía qué más decir.

-Kokuyo-san, usted dijo que estaba bien que me casará con Ruri, eso significa que no le molesta que me case con Kohaku ¿verdad?- preguntó emocionado, volviéndose al ex jefe.

-Pues… no, supongo que no me molesta.- murmuró, todavía un poco anonadado. –De hecho, siempre temí que nadie nunca querría desposarla así que… sí, por mí está bien.- se encogió de hombros, ignorando la mirada indignada de la menor de sus hijas.

-¡Entonces solo me queda tu respuesta, Kohaku!- volteó emocionado a verla. -¿Aceptarás?- se le acercó y se hincó en una rodilla delante de ella, tomando su mano aprovechando que ella estaba demasiado aturdida para apartarlo. -¿Te casarías conmigo, Kohaku?-

Sus muy amplios ojos azules miraron fijamente a los emocionados ojos marrones, oscuros pero brillantes en ese momento.

La verdad, él no era nada feo. Era buen pescador y tenía un gran potencial para cacería si pudo cazar lo necesario para pedirle su mano de este modo, y sabía que era un caballero, por lo menos. Y sí lo rechazaba ahora nunca podría casarse bajo la gracia de los dioses así que no le quedaba de otra más que aceptar. Y tampoco sería nada terrible aceptarlo, ya que de verdad no estaba nada mal. Aunque… Senku decía que eso de los dioses y sus tradiciones eran babosadas sin lógica. Cuando ese pensamiento se le pasó por la cabeza, casi inconscientemente volteó a ver a Senku, que estaba mirándola con los ojos muy abiertos, tan sorprendido como los otros.

Unas inmensas ganas de negarse a la propuesta la invadieron por un segundo mientras intercambiaba miradas con el actual jefe de la aldea, pero al volver a ver a Titan se dio cuenta de algo: esta probablemente podría ser la última oportunidad de casarse que tendría.

Aparte de que sería una deshonra para ella y su familia negarse, la verdad es que no tenía muchos pretendientes que se diga. Todos los hombres le temían, muy pocos siquiera la querían como amiga luego de conocer su personalidad tan dura como sus golpes, a nadie siquiera se le pasó por la cabeza que tendría un enamorado. Lo más cerca que tenía a admiradores eran cerdos que solo la querían por su cuerpo como Magma y Ginro, los dos unos completos idiotas. Pero Titan… él era un caballero, aunque no se conocían muy bien, solían ser amigos en su niñez y siempre la trató como a una dama. No sería un mal marido, honestamente.

Suspiró, ignorando esa voz en su cabeza suplicándole a gritos decir que no, y sonrió un poco forzadamente, asintiendo.

-Aceptó.- declaró fuertemente para que todos la escuchen.

-Muy bien, entonces.- su padre sonrió, extrañamente complacido. –Entonces celebraremos la boda hoy mismo. Pero primero, aquí y ahora, yo los declaró…-

-¡Lo desafió!- Senku de repente se adelantó alzando un brazo, con cara de que acababa de morder un limón.

De nuevo su padre, su hermana, toda la aldea, el ex imperio de Tsukasa, los cuatro generales y hasta la misma Kohaku esta vez se fueron de espaldas.

-¡¿QUÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉ?!- gritaron todos desde el fondo de su garganta, sin poder creer lo que acababan de oír.

-¿A todos les dio un ataque de sordera colectiva o qué?- frotó su oído con fastidio. –Dije que lo desafió. Puedo desafiarlo ¿o no?- sonrió secamente, mirando a Kokuyo.

-Bueno, técnicamente debes decir "yo desafió este matrimonio" pero…-

-Bien, bien, entonces yo desafió este maldito matrimonio ¿contentos?- volteó a ver hastiado a todos los que seguían mirándolo raro. -¿Ya puede empezar la competencia o lo que sea?- rascó su oreja con indiferencia una vez más.

-P-pero… ¿por qué?- Titan lo miró con los ojos tan abiertos como los de Kohaku. -¿Acaso te gusta mi prometida?- las cejas de Senku se arrugaron profundamente.

-¿Y qué sí así es?- se cruzó de brazos. Titan le frunció el ceño, mientras que Kohaku de nuevo se quedó con la mandíbula por el piso mientras todo el mundo volvía a irse de espaldas por tercera vez.

-Entonces ¡desafió tu desafío! Cazaré a los osos antes que tú puedas cazar a los cuatro pares de animales, y Kohaku será mía sin que puedas hacer nada.- dio el contraataque a la movida de Senku, que torció los labios, chasqueando la lengua.

-Pues veamos sí puedes hacerlo.- se acercó a él, solo para repentinamente tomar de la muñeca a Kohaku y comenzar a arrastrarla lejos del centro de la isla de la sacerdotisa. –Pero por mientras, yo sigo siendo el jefe y ella forma parte de mi guardia, así que no será tu "prometida" hasta que fracasé ¿o me equivocó?- una vez tomó unos buenos cinco metros de distancia de Titan, lo miró de reojo.

-Solo será hasta que fracases, exacto.- le frunció el ceño mientras Kohaku seguía preguntándose desde cuándo demonios Senku la consideraba "parte de su guardia". –Y fracasarás.- agregó.

-Ya lo veremos.- rió entre dientes, volviendo a alejarse todavía halándola de la muñeca.

-Espera, Senku, te diré las reglas.- el ex jefe detuvo al actual de seguir avanzando. –Tienes cinco días para cazar una pareja de osos, otra de leones, otra de ciervos y otra de liebres. Puedes tener ayuda, pero no pueden hacerlo por ti o serás descalificado. Sí al atardecer del quinto día no presentas los animales al pie de la torre de la sacerdotisa, pierdes. Como estás siendo desafiado al mismo tiempo, debes hacerlo antes que Titan. Como él ya ha presentado tres de los pares, apenas deje los osos o al menos la cabeza de estos al pie de la torre de la sacerdotisa antes que tú, habrás perdido. Ninguno de los dos puede agredir físicamente al otro durante el transcurso de esta competencia o el que lo haya hecho será descalificado y la mano de mi hija será entregada a la víctima. ¿Queda claro?-

-Sí, sí, lo que sea.- masculló el científico con desinterés, mientras que Titan asintió solemnemente con la cabeza.

-Pueden comenzar su cacería a partir de mañana al amanecer, no antes o serán descalificados. ¡El ganador desposara a mi hija Kohaku! ¡Pueden irse!- hizo una reverencia.

Apenas dijo eso, Senku siguió arrastrando a Kohaku lejos de las islas, por los puentes, hasta llegar a su laboratorio, siendo seguidos por sus amigos sin que nadie dijera nada, todos demasiado aturdidos por la actitud del líder del reino de la ciencia.

-Ah, disculpa, Senku.- finalmente, Kohaku salió del shock y lo miró con ojos desorbitados. -¿Puedo preguntar qué DEMONIOS fue ESO?- se zafó de su agarre y agitó los brazos frenéticamente.

-Creo que a todos nos gustaría saberlo.- murmuró Ukyo con los ojos muy abiertos también.

-Es muy simple.- rodó los ojos. -¿No lo escucharon? Él quiere casarse contigo para tener una gran familia y toda esa mierda. El barco estará listo en un par de meses y no podrás venir sí tienes un mocoso en el vientre, ni siquiera podrás trabajar, serías una completa inútil. No puedo perder a mi mejor guerrera por el capricho de un idiota enamorado. Así que me casaré contigo, luego nos divorciaremos y no habrá ningún problema, no estarás deshonrada y podrás casarte luego cuando quieras.- se encogió de hombros, pero luego la miró con ojos entrecerrados. -¿O acaso querías casarte con tu pretendiente idiota, eh?-

-Pues la verdad no me habría importado.- se cruzó de brazos, un poco ofendida por sus palabras. –Titan fue uno de mis mejores amigos cuando era una niña, no es un mal chico.- mordisqueó su labio.

-Oh, ¿entonces querías casarte con él?- alzó una ceja fríamente.

-Tal vez.- alzó la barbilla tercamente.

-Pues lastima. Ya monté ese circo así que harás las cosas a mi modo, puedes casarte con él y darle todos los mocosos que quieras después de que regresemos de la misión en el barco por todo lo que me importa.- masculló entre dientes, antes de comenzar a revolver entre los materiales de su laboratorio. –Ahora, sí me disculpas, voy a inventar dardos tranquilizantes.- hizo una seña de largo.

Todos sus amigos miraron entre el uno y el otro mientras discutían, confundidos respecto a lo qué estaba pasando allí exactamente.

Finalmente, Senku comenzó a ladrar órdenes para que lo ayudaran en su nuevo invento y todos se encogieron de hombros y se pusieron manos a la obra listos para ser explotados una vez más por el a veces incomprensible líder del reino de la ciencia.

Fin.

¿O no?

Bueno, no lo creo xD

Lo dejaré completo por ahora, pero esto quizás pueda convertirse en un two-shot o hasta más xP

Voy a pensarlo :P

Ojala q les haya gustado! Los personajes pertenecen a Inagaki y Boichi!

Por cierto, Titan es ese que se parece un poco a Chrome pero con afro xD Okno, pero es un aldeano de cabello muy alborotado, busquenlo si quieren XP Apenas lo vi se me hizo lindo, así q lo usaré como pretendiente de Kohaku aquí uwu

COMENTEN! *o*

Me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!