Saludos a todos. Obviando lo que prácticamente es mi persona colgándose de un fanfic mucho más popular que los míos (aunque yo colaboré con este como beta reader y como consultor histórico), les doy la bienvenida a este spin-off de "El Último Super Humano", con un título provisional, y cuyo objetivo no es más que, como dice la descripción, explorar el mundo de la Terra Defensio Cogere en un ámbito más, por así decirlo, cercano al soldado y miembro común de esta organización. Espero que no sea necesario leer la historia principal para entender esto, porque así le abre la puerta a más lectores, pero el haberle leído de antemano seguramente hará más amena la experiencia.

Aclarar también que tengo el permiso de erendir para hacer esta historia (aunque si termina perteneciendo al canon o no dependerá de él).

Sin nada más que decir, vamos allá con el prólogo. Nos leemos en la nota de autor del final.

"Highschool DxD" y "El Último Super Humano" no me pertenecen. La historia original le pertenece a su respectivo autor y el fanfic principal le pertenece a erendir.

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Prólogo
Las Raíces de lo que Somos Hoy

El T.D.C. es una organización secreta.

Secreta, al menos, al humano común de la tierra.

No nos conocen de nada, pero nos deben mucho. Muchos de los avances tecnológicos de las últimas décadas han sido obra nuestra, ya fuera directa o indirectamente. Obra de nuestros científicos e investigadores y de sus incontables horas de trabajo y desvelo, fruto de las incontables tazas de café acabadas y los estimulantes consumidos.

¿Sabían aquellos hombres de ciencia que caminaban entre el límite de lo tecnológico y lo sobrenatural que nuestra organización les permitía no sobre exigirse? Pues claro que lo sabían. Pero no les importaba: empujaban hasta sus límites y más allá, incluso si les afectaba su salud. El beneficio final hacía que todos esos sacrificios valieran la pena.

¿Qué cosa? ¿Qué quieres una prueba? De seguro que te gustaría saber quiénes son los responsables de ese coche eléctrico todoterreno que tienes en tu garaje. O de la reducción de la contaminación global por efecto de la huella de carbono. No hablemos de aquellos reactores de fusión nuclear, reactores cuyo material vino de nuestros laboratorios.

¿Lo ves? Nos deben mucho más de lo que piensan, incluso en su vida cotidiana. Solamente que no lo saben porque hemos elegido que no lo sepan.

Pero siempre hay un motivo para las cosas, ¿no?

Nuestros científicos e investigadores se esforzaron incontables días y noches, es verdad. Pero… ¿Quiénes les dieron los fondos y las instalaciones para hacer esos avances? No fue un camino de rosas, pero si hubiera tenido tantas trabas como otros grupos en la época, entonces seguramente no estaríamos tan avanzados como lo estamos hoy.

Los países del mundo nos financiaron durante esos turbios años. Nos ayudaron a crecer y desarrollarnos hasta que logramos levantarnos en nuestras propias piernas. Claro que no fue fácil lograr que nos dejaran hacerlo, pero lo hicimos. ¡Punto para nosotros!

Hay un punto que te inquieta, ¿no es así? Si estaban tratando en el límite entre lo tecnológico y lo sobrenatural… ¿Quiénes eran esos sobrenaturales de los que hablamos?

Bueno, todas las especies de las que has oído hablar en la mitología y el folklor. Nada más y nada menos que ellos, por más raro que te parezca.

¿Ángeles celestiales y caídos? Claro que existen. Tenemos ahora relaciones cordiales con ellos… o al menos con algunos. No se puede tener de todo en esta vida, ¿verdad?

¿Demonios? Por supuesto. Tenían bastante influencia en el mundo humano hasta hace unas pocas décadas, y hasta el día de hoy tienen más que un poco restante.

¿Youkais? No suelen salir de los países orientales. Apenas tratamos con ellos, la verdad. Suelen mantenerse para si mismos.

¿Dioses? Ah, ellos. Aquí los conocemos como Semi-Dioses. El motivo no creo que te interese, pues nos referimos a lo mismo. Es más una costumbre aquí el llamarlos así. Van cada uno a su propio negocio, por lo que no tenemos mucho contacto con ellos.

Y, como aquellos que acabo de mencionar, muchos otros seres existen en el mundo. El que no lo hayas sabido hasta ahora tiene que ver con el secretismo que lo rodea todo. Pero existen, si, aunque ya no se meten tanto en asuntos humanos como antaño.

Felicidades. Con lo que he dicho hasta ahora ya sabes más que el 95% de la población mundial humana. Puedes sentirte orgulloso.

Pero ahora llegamos a otro asunto.

Para investigar en aquella barrera que separa lo científico-tecnológico y lo sobrenatural, nuestros científicos e investigadores tuvieron que exponerse mucho a aquellas cosas. Y te lo aseguro, en aquel tiempo no nos miraban como iguales ni nos respetaban en lo más mínimo como ahora. Alguien tenía que protegerlos y combatir la influencia sobrenatural en el mundo, cada vez más poderosa por el minuto y que ya en más de una ocasión había intervenido, ya fuera secreta o abiertamente.

¿Y quienes los protegían? Mejor dicho, conociendo los acontecimientos que ocurrieron: ¿Quiénes lucharon contra los sobrenaturales y permitieron que el mundo se librara de su influencia?

Porque si, muy lastimosamente para varios que querían llevarse la gloria, mucho del proceso científico se debía a los aportes del General Hyoudo. Eso no puede negarse. Pero él rara vez hacía algo que no fuera ayudar a los esfuerzos científicos o a dirigir la organización desde la cima.

Entonces… ¿Quiénes empuñaban las armas y se lanzaban contra las criaturas que desafiaban toda lógica y razón?

Ahí es donde entramos nosotros.

Los soldados anónimos que ayudamos a levantar esto hasta donde está hoy.

Porque, por mucho que no lo quiera escuchar la prensa y los lectores de historias heroicas de fantasía, el soldado promedio no tenía habilidades inmensas ni un don de nacimiento ni un poder que lo dejaba notoriamente arriba en la escala de poder.

¡Demonios, algunos ni siquiera tenían algo de eso! ¡Varios eran humanos normales que apenas y sabían usar un arma mejor que otros soldados de alrededor del mundo!

Y si bien el General Hyoudo tiene todo el derecho de llevarse gran parte del crédito por todo lo logrado, pese a que no le guste admitirlo, él es muy consciente de que tampoco pudo hacerlo solo. Una organización no puede existir con una sola persona, después de todo.

Esta es la historia de los que ayudamos a levantar esta organización. Los que respondieron al llamado anónimo y secreto hecho por sus gobiernos con tal de defender a la humanidad de un mundo sobrenatural que ya llevaba mucho campando a sus anchas. Esta es la historia de aquellos que, sin nada más que perder salvo sus propias vidas, dejaron atrás su país, su familia y, en ocasiones, su identidad, con tal de servir a una causa que quedaría olvidada por los anales de la historia, salvo los propios que solo leerán aquellos que vinieron después de ellos.

Porque no hay que confundirse. Varios formaron familias dentro o fuera de la organización, es verdad. Pero eso fue después. Fueron años turbios los primeros, y sin muchos sacrificios no hubiera sido posible lograr lo que se alcanzó después.

Esa cara brillante de una organización en la que muchas cosas están permitidas no se hubiera logrado sin las incontables muertes que le precedieron.

Y sin aquellas personas que plantaron cara ante la adversidad, tanto de aquellos seres sobrenaturales como de sus propios pares humanos que desaprobaban o miraban en menos su actuar, tampoco habríamos crecido hasta lo que somos hoy.

Esta es su historia.

La historia oculta del T.D.C.

¡Ups! Hablé demasiado…

lo siento…

¡PAM!

*THUD*

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Grabación encontrada en los archivos ocultos de un oficial del T.D.C. fallecido en servicio. Fecha desconocida.

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¡Y bienvenidos al final de este prólogo!

Honestamente, no sé cómo saldrá esta historia, ni cuanto la lograré avanzar. Pero le tengo fe, y espero atraiga lectores tanto fans del fanfic original de erendir como otros lectores casuales que estén pasando por aquí.

(Esa fue una muy penosa forma de pedir reviews, lo sé).

Como sea, espero les haya gustado, y nos leemos en otra ocasión.

RedSS.