FINAL FELIX Y BRIDGETTE
Llegaron a la casa que Félix compartía con Adrien entrando rápidamente por la ventana.
– Garras fuera
– Mullo, silencio
Tras un destello verde y rosa, los trajes de héroes desaparecieron, dejando a dos simples jóvenes adultos, uno frente al otro. Caoss y mullo se fueron del lugar después de recibir unas galletas y queso por parte de sus portadores, todo en un tenso silencio que se podía cortar con un cuchillo. Entonces, por fin se encontraron solos.
– Voy a preparar té
– No es necesario félix, díme rápido, estoy cansada y quiero ir a casa – Las palabras de Bridgette interrumpieron la acción de Félix, ella miraba por la ventana, ansiosa por irse, ahogada en la situación
Félix, quien ya se encontraba en camino a la cocina se detuvo de manera abrupta… ¿así serían las cosas?
– Bien… la verdad es algo muy rápido, como te dije antes, ya no estoy con Ann, y estoy enamorado de ti
– Y yo ya te dije que es complicado, olvidemos todo esto, ¿sí?
– No voy a olvidar Bridgette, no sé qué sientes ahora – se acercó peligrosamente a ella por su espalda. Bridgette sentía su presencia acortar la distancia, pero no quería voltearse, no quería caer ante él– pero no voy a olvidar, y de hecho tomé una determinación – la abrasó antes de que ella se diera cuenta que se encontraba justo detrás de ella, pasó sus brazos por cada lado juntándose sobre el vientre de ella, apoyando su mentón sobre la cabeza de Bridgette, nunca se había dado cuenta de que la pasaba en altura por una cabeza entera.
– F–Félix – Se sentía incómoda, pero tampoco quería alejarlo… si solo pudieran mantenerse así para siempre
– Te voy a enamorar – Bridgette vio el reflejo de ambos en el frío vidrio. Félix miraba los ojos de ella a través del reflejo, como si pudiera ver su mismísima alma sin esfuerzo alguno. Se cohibió… ¿Qué había dicho?
– Q… ¿qué?
– Eso, que me equivoqué, y lo siento, quiero remediarlo, enamorarte de nuevo
– ¿lo sientes?
– Y no sabes cuánto – Bridgette bajó la mirada, empezando poco a poco a temblar entre sus brazos
– ¿enamorarme?
– Sí, lo prometo, nunca debí dejarte en un inicio, me di cuenta de que nunca te olvidé realmente, nunca he podido tener una relación de verdad, porque solo te amo a ti.
Bridgette temblaba más que antes. Soltó el agarre de Félix para quedar rápidamente frente a él.
– ¿¡lo siento!? ¿¡LO SIENTO!? Han pasado años, ¿¡y todo lo que tienes para decir es lo siento!? Y eso… ¿¡que me vas a enamorar!? ¿¡PERO TU DE QUE VAS!?
Félix se alejó un paso de ella, pues sus expresiones con las manos eran fuertes y no quería recibir un manotazo por error.
– Yo…
– ¡¿ti qué? Llevo años, ¡años! Con inseguridades, sin tener relaciones que funcionen porque tú… no es por completo tu culpa, porque son inseguridades mías, pero después de jurarme por todos los medios que me amabas, que no estaría sola, que no importara quién fuera… pero después ves que soy yo, ¿¡y que pasó!? ¡me dejaste!
– Ya se lo que pasó, fue mi error, pero entré en pánico porque…
– ¿por qué? Porque estabas decepcionado
– ¡no! Digo, sí, pero no es lo que crees
– Mejor ve con esa modelo de pasarela con la que sales a citas, ya veo que no tienes problemas con ello
– Sí que he tenido problemas
– ¿ha sí?
– Al principio buscaba chicas que se parecían a ti, pero ninguna se comparaba, después busqué mujeres como Ann, que fueran todo lo opuesto a ti, pero seguía buscándote en ellas. He tenido muchos ligues, pero no puedo pensar en otra persona que no seas tú, Bridgette, te quiero, dame una oportunidad, por favor.
Bridgette tenía un revoltijo de sentimientos en si interior. No quería perdonarlo, pero quería correr a sus brazos. Quería besarlo, quería gritarle, quería huir. Félix mantenía su distancia.
– Si no me aceptas, lo entenderé, pero no me voy a rendir fácilmente
– ¿Y si nunca te acepto?
– Lo seguiré intentando hasta que me des una respuesta completamente negativa. Si me dejas claro que no quieres nada conmigo, entonces me retiraré, y nunca volveré a molestarte, lo prometo – Bridgette tragó en seco… claro que no quería dejar a Félix, porque a pesar de todo, lo amaba
– Félix… – suspiró – n… no puedo, nos hemos hecho daño el uno al otro
– Te hice sufrir, yo fui el primero, pero volvamos a empezar – Félix se acercó a ella, se encontraban a solo un paso de distancia… ¿Qué darían por acortar la distancia y recuperar el tiempo perdido?
– No es tan simple
– No dije que lo fuera
¿Qué podía hacer? A cada palabra de esos dulces labios las defensas de Bridgette caían un poco más
– Soy torpe, y algo molesta, te vas a aburrir
– nunca me voy a aburrir, he extrañado tu torpeza todos estos años.
– Esta vez no me dejes
– Nunca cometería dos veces el peor error de mi vida.
Bridgette apoyó su cabeza en el pecho del joven frente suyo, por fin, con pleno permiso, Félix pasó sus brazos alrededor de la chica que amaba. Respiró fuertemente el aroma de la chica, su cabello siempre olía a su shampoo de fresa, tan dulce como ella.
Su mano bajó por su espalda, acariciando un cuerpo que nunca había terminado de conocer… no podía terminar de contar con cuantas chicas intentó imaginar a Bridgette, pero ninguna logró hacerle sentir lo que ella con solo unos besos. Desde que la conoció como Multimause que no podía sacársela de la cabeza. Tan embelesado estaba con ella, que no pudo verla en su compañera, que no pudo ver el dolor de su amada en los ojos de Bridgette cuando sucedió todo lo de Nathaniel.
Cuando descubrió su identidad… negó la posibilidad de ser tan tonto, no podía permitirse darse cuenta de que la persona que amaba había estado enamorada de él, que la rechazó, que apoyó su amor con otro hombre, que quedó en términos únicamente amistosos con ella. Entró en pánico, terminó con ella, pero nunca volvería a cometer ese error.
Besaba su cuello cremoso, dulce, su mano tocaba ese pecho del porte perfecto de su mano, suave y cada vez más cálido. La llevó hasta la cama y la depositó suavemente, instalándose arriba de ella sin detener los besos en ningún minuto.
– Te voy a hacer el amor Bridgette, como nadie nunca lo ha hecho – pero ella no podía pensar, la boca de Félix en su piel era tal y como lo recordaba, aunque nunca había llegado más lejos que los besos ardientes y suaves toqueteos… ¿cómo sería llegar hasta el final con él? ¿cómo sería ir de la mano a las estrellas con él?
– F–Félix – su mano se dirigió a la camisa, pero el joven la tomó y la apresó sobre su cabeza.
– No, quiero darte placer, déjame hacerlo, después has lo que quieras, pero ahora déjame hacerte todo lo que quiero.
¿y cómo decirle que no? La promesa estaba ahí, al alcance de su mano.
– E–está bien – Félix sonrió como el gato travieso que podía llegar a ser, como lo podía hacer con su única dueña
Se acercó a su oído
– No debes hacer nada, solo cierra tus ojos – le susurró suave y lento mientras su mano empezaba a viajar al sur, lentamente, lenta tortura
– p–pero
– ciérralos Bridgette
Le obedeció, cerró los ojos, y sintió la respiración de Félix bajar por su cuerpo, ocasionalmente besaba o lamía, en especial la zona de sus pechos y su vientre. Con una de sus manos, apartó su pierna derecha, dándose espacio. Bridgette no era tan inocente como para no saber lo que se venía.
– e–espera
– ¿Qué pasa? – En ninguna circunstancia quería forzarla a nada, pero ya quería empezar a poner su mundo de cabeza.
– Yo… n–nunca me han hecho e–esto, exactamente esto
– Creía que habías tenido algunos novios
– Pero… solo hacíamos lo usual, ya sabes… eso
– No entiendo, ¿eres virgen? – una parte de él se alegraba sobremanera
– N–no – quería morir de vergüenza – pero… solo he hecho, ya sabes, lo de siempre
– ¿No has tenido sexo oral?
– No – y esa parte de él se alegró un poco
– ¿pero te han penetrado?
– s–si – pues ahora el sería el único en su vida, de eso se iba a encargar día a día
– ¿y otras cosas?
– ¿otras?
– Juguetes, juegos, sexo anal, masturbación, todas esas cosas divertidas que se hacen en la cama
– Pues… no…
¿Con quienes había estado? Si bien hubiese amado ser el único en su vida, tampoco le molestaría ser él, y solo él quien le enseñara todas las facetas que el amor romántico puede dar. Quien sea que haya estado con ella iba a ser olvidado rápidamente, él se encargaría de eso.
– Entonces, prepárate, porque te voy a enseñar un largo abanico de cosas por hacer
– p–pero… ¡ah!
Iba a quejarse, nunca había hecho nada muy atrevido, nunca se había entregado por completo a nadie. Sí, había tenido sexo unas cuantas veces, pero siempre se había limitado. ¿y si no lo hacía bien? ¿si no lograba gustarle al otro?
La lengua de Félix bajó lentamente por su cuerpo, hasta que por fin tocó la parte más íntima de ella. Oleadas de placer invadían su cuerpo a medida que Félix ponía empeño en su acción, tocando, succionando, lamiendo su clítoris mientras que sus fuertes brazos la mantenían fuertemente agarrada. Una parte de ella quería detenerlo y alejarlo, sentía demasiada vergüenza, y otra quería seguir hasta alcanzar las estrellas.
– Félix
– Te dije que cerraras los ojos, a menos que quieres verme
Le sonrió disfrutando la expresión avergonzada de la chica. Quería que lo viera, que viera todo lo que quería darle de ahora en más, que viera como la complace, pero era consciente que Bridgette aun tenía camino que recorrer, y él no apresuraría nada.
Bridgette no podía evitar mover sus caderas, era tal el placer que los espasmos eran inevitables, estaba a punto, el nudo en la parte baja de su vientre era en cada momento más insoportable y quería liberarlo. Pero… ¿Qué pensaría él? ¿había pasado mucho tiempo? ¿poco? ¿el también quería disfrutar?
– No pienses en nada – Félix se alejó de esa zona, dejándola sensible y con ganas de más.
– e–es que… no sé, no quiero decepcionarte, ni ser la única que recibe
pero fue interrumpida por un beso largo e intenso. Entre besos y lamidas Félix terminó de sacarse su ropa, y la roma que le quedaba a ella. Ambos, como vinieron al mundo, besándose.
– Bridgette, ya es suficiente, nunca me has decepcionado, y no lo vas a hacer
– Pero…
– Mira como me tienes – no podía ver su cara porque estaba enterrada en su propio cuello, probablemente el día de mañana iban a quedar marcas. Félix dirigió la mano de su novia (ahora era su novia, aunque ella todavía no lo supiera) a su propio miembro, duro y ansioso.
– t–tú
– no aguanto, te necesito – Se incorporó, trayendo a Bridgette con él, sentándola en su regazo mientras terminaba de ponerse un condón. ¿de dónde lo había sacado? – Bridgette, por favor
besaba sus pechos y restregaba su miembro en su vulva… ¿¡Hablaba en serio!? ¡¿ella arriba?!
– N–nunca… ¿y si te hago daño?
– No lo harás
– No lo sabes
– Por favor, Bridgette, no se con quien hayas estado, ni quiero saberlo, pero quiero que hoy, sea la mejor de tus experiencias, y que cada vez sea mejor. Ya no se como hacerte entender lo mucho que te amo, que es incondicional. No importa que pase ahora, o incluso si quieres parar lo podemos hacer, pero déjame regalarte el mundo.
Pero… ya no había vuelta atrás, no quería irse, quería aceptar a Félix, pero había otra arte de ella que no paraba de susurrarle, que se fuera, que no era suficiente. Pero por hoy, por primera vez, decidió que callaría esas voces, quería entregarse en plenitud al menos una vez en la vida.
– B–bien
Subió un poco, y acomodó el miembro de Félix, se mantenían fuertemente abrasado. Poco a poco fue bajando, se sentía bien, completa. El movimiento lo inició ella, pero poco después no era capaz de decir quien de los dos dominaba la acción, eran ambos, moviéndose, buscando su propio placer y el del otro. Nuevamente, Ese nudo en su vientre empezaba a formarse y a crecer. Acalló sus gemidos en el hombro de Félix, su único punto de apoyo entre tanto movimiento y locura, su único salvavidas en un mar de sensaciones.
Félix tocaba y acariciaba diferentes partes de su cuerpo, pero no era capaz de decir exactamente cuales eran, no cuando se encontraba a punto. Solo un poco más. Fue basada ahora en los labios en el momento justo en que el nudo se desataba, dejándola en un estado semi transparente unos segundos. Cuando despertó del mini trance, se encontraba desnuda, acostada en la cama, fuertemente abrasada a Félix todavía, quien sacaba su virilidad de ella, dejándola vacía. Rápidamente hiso un nudo en la parte de arriba y lo botó en el tacho al lado de su cama.
Se acostó a su lado, pasando un brazo por arriba de su cadera para acercarla a él, quedando de frente.
– ¿te gustó? – le preguntó con su sonrisa burlona
Bridgette enrojeció furiosamente. Jamás se había sentido así, hasta ahora, el sexo para ella era algo bastante rutinario, no era la gran cosa, pero de la mano de Félix… era increíble.
– No te entusiasmes, gato tonto
– Este gato todavía tiene ganas de jugar – rápidamente dio vuelta la situación, situándose arriba de ella
– E–espera, acabamos de…
– Bridgette… – La chica le miró a los ojos – aún hay mil cosas que quiero probar hacer contigo
– p–pero
pero fue interrumpida por los labios del rubio, y las caricias que volvían a empezar.
Su amor con Félix tal vez no era el mejor del mundo, y tuvo un fuerte traspiés poco después de empezar. Las consecuencias habían estancado la vida de ambos durante un largo tiempo, pero ahora… ahora estaban juntos, y tenían la mar de cosas por conocer.
.
.
.
Y bueno gente, este ya es el the rial final de esta historia, no tengo nada más que decir.
Pues bien, dije que mi próximo fic era un marigami, pero el fic digievolucionó, y como estamos todos en cuarentena, decidí hacer algo que nos divertirá mucho (o eso espero). Es una sorpresa, así que espérenlo, y eso, que los amo mucho, gracias por seguirme hasta aquí, y nos vemos en una o dos semanas.
No salgan de casa, y cuídense mucho.
Lara se despide hasta poco rato más.