El Camino a ser un Maestro Pokémon

Escrito por FanaticLAguy06, traducido por

LordRazor con la debida autorización del autor original.

Nota del traductor al final del capítulo.

Disclaimer: Pokémon y todos sus personajes son propiedad de Satoshi Tajiri, Nintendo y GameFreak. Todos los derechos reservados.

Prologo


El camino a ser un Maestro Pokémon no es sencillo. Es extremadamente demandante y se encuentra lleno de peligros. Lleno de espesos y oscuros bosques, traicioneras montañas por escalar y áridos desiertos que parecen no tener fin. Además de la existencia misma de los Pokémon. Criaturas impresionantes, aunque peligrosas en igual medida sin la manipulación adecuada. Algunos son capaces de liberar grandes cantidades de electricidad de su cuerpo, otros pueden expulsar flamas de sus extrañas capaces de derretir la roca misma. Algunos incluso pueden controlar la tierra y el océano mismos. Sí, el camino para convertirse en un Maestro Pokémon es, en definitiva, difícil. Muchos de los entrenadores que aspiran a este objetivo en su viaje no son capaces de lograrlo y se ven forzados a rendirse.

Sin embargo, el viaje para convertirse en un Maestro Pokémon es la más increíble y plena travesía que alguien podría pedir. Las amistades y, en ocasiones, rivalidades formadas con otros entrenadores, además de los lazos formados con los Pokémon es un obsequio que no tiene comparación alguna. Aquellos entrenadores que tengan éxito en el Mundo Pokémon serán recompensados con una inolvidable experiencia.

Dos de esos entrenadores experimentaron por si mismos las experiencias más gratificantes, así como las peores adversidades durante toda su aventura. Empezaron al igual que muchos, como dos jóvenes comunes en un pequeño pueblo. Poco sabían ellos que sus destinos intervendrían afectando no solo su futuro, sino el futuro del mundo en sí. Llena de peligros, pero también de maravillosos recuerdos, estos entrenadores tuvieron una aventura como ninguna otra. Uno se podría preguntar.

¿Valió la pena a pesar de todos los peligros por los que pasaron?

Absolutamente.

Después de todo, esta es la historia de Ash Ketchum y Serena Gabena.


Capítulo 1: El Campamento de Verano de Pueblo Paleta

Era un día cálido y soleado en Pueblo Paleta, no había una sola nube en el cielo. Era el día perfecto para el campamento de verano. Un grupo de niños se encontraban de pie uno al lado del otro en una sola línea, todos ansiosos por la siguiente actividad. La búsqueda del tesoro, una de las actividades más esperadas por todos en el campamento.

Un chico de cabello color azabache y ojos marrón claro de siete años de edad se encontraba entre los más ansiosos del grupo. Se llamaba Ash Ketchum. Ash era un niño muy amable, así como un poco terco. Le encantaba explorar y salir de aventuras, razón por la cual le encantaban las búsquedas del tesoro. Siempre se aseguraba de poner a sus amigos y familiares, antes que nada. Su sueño era convertirse en un Maestro Pokémon. En cuanto cumpliera diez años, comenzaría su viaje y ganaría todas las medallas de la región Kanto, y luego ganaría la Liga Pokémon. Después, se encargaría de conquistar otras regiones y desafiar a la Elite Cuatro, los mejores entrenadores de cada región del mundo. Estaba decidido a convertirse en una leyenda.

Otro chico del grupo era un poco más alto que Ash y tenía la boca curvada en una sonrisa confiada. Se llamaba Gary Oak. También tenía ojos marrones y un cabello castaño grande y puntiagudo que se extendía por todas partes. Su abuelo era el famoso Profesor Pokémon de la región, quien fue considerado la máxima autoridad en Pokémon. Debido a esto, Gary había crecido hasta tener una actitud muy arrogante y le encantaba presumir de ello frente a los demás niños, particularmente frente a Ash. Habían sido rivales durante mucho tiempo y siempre estaban compitiendo. Al igual que Ash, el sueño de Gary era ser un Maestro Pokémon tan pronto como fuera mayor. Quería destruir a cualquier otro entrenador que se cruzara en su camino y ganar aún más fama que su abuelo.

También había una niña que estaba muy emocionada por la actividad. Se llamaba Leaf Green. Tenía los ojos marrones y el largo cabello castaño que le caía por la espalda. Leaf era una chica muy enérgica y alegre que disfrutaba haciendo amistad con todos, Pokémon y personas por igual. Por esta razón era una de las niñas más queridas en Pueblo Paleta. A pesar de esto, a veces podía llegar a ser una bocazas. Ella y Ash eran buenos amigos y disfrutaban explorando y jugando juntos. Incluso se las arregló para llevarse bien con el arrogante de Gary en ciertas ocasiones, aunque no eran tan cercanos como ella y Ash. A diferencia de Ash y Gary, sin embargo, ella no tenía ningún interés en ser un Maestro Pokémon. Su amor por los Pokémon y su exploración la inspiraron a querer completar la Pokedex y obtener información completa sobre cada tipo de Pokémon existente.

Sin embargo, había otra niña en el grupo que no estaba muy emocionada por la búsqueda. Se llamaba Serena Gabena. Tenía los ojos azules y el cabello color miel hasta los hombros, aunque la mayor parte estaba cubierta por el sombrero de paja que llevaba puesto. Ella era nueva en Pueblo Paleta y se había mudado allí hace solo unas semanas. Su madre la había enviado al campamento con la esperanza de que pudiera hacer algunos amigos allí, pero Serena era demasiado tímida para hablar con alguien. Leaf había intentado iniciar una conversación con Serena en varias ocasiones, pero ni siquiera ella pudo obtener muchas respuestas de la pelimiel. A diferencia de Ash, Gary y Leaf, Serena no tenía un objetivo claro en mente. Su madre había sido una famosa corredora de Rhyhorn en el pasado, pero ahora estaba retirada. Serena solo necesitó montar unas pocas veces el Rhyhorn de su madre para decidir que no quería seguir los pasos de ella. Siempre la derribaban en los primeros segundos. Entonces ¿qué podía hacer ella?

―Je, esto va a ser pan comido. Todos saben que voy a ganar. ―Dijo Gary en un tono arrogante, haciendo que los otros niños lo miraran.

―Oh, sí, Gary. ¡Es posible que nos hayas vencido en algunos de los otros eventos, pero esta vez no ganarás! ¡No puedo esperar a ver esa sonrisa desaparecer de tu cara! ― Le gruño Ash con fastidio.

Esto hizo que la atención de Gary se dirigiera a Ash. Leaf suspiró frustrada y negó con la cabeza. Aquí venia otra de sus discusiones. Ni siquiera se molestó por intentar detenerlos. Una pelea entre Gary y Ash era algo cotidiano.

―Oh, sí, ¿Ash? Todos aquí saben que eres un perdedor. ¿Por qué no vuelves a tu cabaña y te sientas a esperar? Te ahorrará la vergüenza de perder conmigo otra vez. ―Respondió Gary. Había pocas cosas en el mundo que podían enojar a Ash, pero Gary Oak era uno de ellos.

―Solo espera, Gary. ¡Voy a ganar esta vez, y luego también te ganaré en todo lo demás!

Luego, ambos golpearon sus cabezas una con la otra y gruñeron el uno al otro, desafiando en silencio al otro para que cediera primero. Leaf solamente rodo los ojos mientras algunos de los otros niños comenzaron a formar un círculo alrededor de los dos, ansiosos por ver la pelea. Serena estaba fuera del círculo y solo observaba en silencio.

Fue entonces cuando el consejero del campamento decidió intervenir. ―Está bien. Está bien. Sepárense ustedes dos. No quieren que tenga que llamar a sus padres, ¿verdad? ―Los reprocho con una mirada desaprobatoria.

Ambos se miraron por una última vez antes de regresar a sus respectivos lugares en la fila. Las orejas de Ash ardieron cuando se paró al lado de Leaf. Podía sentir como ella lo estaba mirando con el ceño fruncido, y Ash sabía que se había dejado llevar gracias a Gary de nuevo.

Leaf se inclinó levemente hacia Ash y le susurró: ―Ash, eres uno de los chicos más agradables que conozco. No deberías dejar que Gary te atrape así en su juego. Sabes que solo está tratando de hacerte enojar.

Ash suspiró. ―Gracias, Leaf, es solo que desearía poder vencer a Gary en algo para demostrar que no es tan bueno como cree que es.


―Muy bien, ¿todos entienden las reglas? ―Preguntó el consejero del campamento, recibiendo un asentimiento de todos los niños. ―Recuerden, no hagan equipos. Deben hacer esto solos. Habrá consejeros en varios puntos del campamento para asegurarse de que no se pierdan. El primero en encontrar todos los artículos será declarado él ganador de la búsqueda del tesoro. Y recuerden, ¡Lo más importante es divertirse! ¿Están listos?

A todos los niños se les entregó una canasta y la lista de cosas a encontrar. Ash, Gary, Leaf y los otros niños tenían una expresión que reflejaba determinación pura en sus rostros, todos excepto Serena. Le dio una mirada insegura a la lista, revisándolas en su mente. ¿Cómo podría tener éxito en este evento? Esto requería que buscara en todo el campamento. Sin embargo, apenas conocía el camino demarcado. Serena pasaba la mayor parte del tiempo a solas en las cabañas. Apenas y había quedado entre los demás. Ella ni siquiera quería venir a este campamento en primer lugar.

―¿Estás emocionada por esto? ―Le preguntó de repente el azabache a Serena. Serena casi saltó sorprendida por la voz de Ash. Lentamente se giró y vio que él le estaba dando una brillante sonrisa. La chica de cabello rubio claro apartó sus ojos de Ash y tímidamente escondió su rostro. Excelente. Otra persona intentaba ser amable con ella, pero allí estaba ella, sin siquiera intentar continuar la conversación. A pesar de eso, al final no pudo evitar pensar que el chico tenía una bonita sonrisa.

Sin comprender la timidez de Serena, Ash se encogió de hombros y se volvió hacia el consejero.

―¡En sus marcas, listos, fuera! ―gritó el consejero del campamento mientras levantaba el puño en el aire. Al instante todos los niños corrieron en distintas direcciones, decididos a vencer al resto en la búsqueda del tesoro.

Bueno, casi todos.

Serena observó a todos alejarse en diferentes direcciones. Le dio una última mirada a la lista antes de suspirar. El consejero del campamento notó la duda en Serena y se acercó a ella. Luego se inclinó para estar más nivelado con ella.

―¿Qué pasa? ¿Estás bien? ―Le preguntó.

Serena observo a la cara preocupada del consejero. Estaba considerando seriamente preguntarle si estaría bien saltarse este evento. Ella ya sabía que no iba a ganar. ¡Tendría suerte si encontraba algo! Aun así, Serena dudaba que el consejero del campamento la dejara saltarse el evento a menos que estuviera enferma o herida, y ese no era ninguno de los casos. En cambio, Serena se cubrió la cara con el sombrero de paja y se puso roja como la remolacha.

―Estoy... bien. ―, susurró apenas lo suficientemente alto para escucharse.

Con eso, Serena colocó el mapa de la búsqueda en su cesta y se alejó caminando lentamente. Pensó que probablemente podría encontrar un buen lugar en el bosque y sentarse junto a un árbol hasta que los consejeros del campamento anunciaran que los eventos habían terminado. Aun así, si hacía eso, se vería silenciosa y patética si los otros niños descubrieran que no coleccionaba nada, y lo último que ella quería era llamar la atención de esa manera. Excelente. Parecía que iba a tener que hacer esta búsqueda del tesoro, lo quisiera o no.


Serena se encontraba caminando sola por el bosque al lado del campamento. Ya habían pasado veinte minutos en la búsqueda del tesoro, y ella solo había encontrado un par de artículos de la lista. Entonces dejó escapar un suspiro. Esperaba que al menos pudiera superar este evento. Sería el último importante en el campamento ya que era el último día, y todavía no había hecho un solo amigo. Aparte de Leaf y Ash, hasta ahora nadie había intentado realmente hablar con ella. Odiaba ser la niña nueva y deseaba no ser tan tímida para poder hacer nuevos amigos.

En ese momento escuchó un ruido proveniente de un arbusto. Se detuvo y miró al mismo. ―Umm, ¿Hola? ¿Hay alguien ahí? ―preguntó tímidamente.

No obtuvo respuesta.

―¿Hola? ―intento una vez más.

Todavía no hubo respuesta. Serena lentamente comenzó a caminar hacia el arbusto y estaba a punto de echar un vistazo cuando, de repente, un Poliwag saltó del arbusto con un grito. Serena estaba tan sorprendida que tropezó y cayó hacia atrás, dejando caer su lista y la canasta de artículos. Su rodilla golpeó contra el tronco de un árbol con bastante fuerza en su camino hacia abajo.

―¡Owww! ―Serena sollozó mientras caía pesadamente al suelo.

El Poliwag solo la miró por un momento antes de meterse en otra parte del bosque. Serena se raspó seriamente la rodilla cuando cayó, y realmente le dolía. Ni siquiera podía ponerse en pie. Fue entonces cuando comenzó a llorar. ¿Dónde estaban los consejeros del campamento? Se suponía que debían estar en cada área. Serena sabía que algo así iba a suceder.

―Ni siquiera quería venir al campamento en primer lugar, ―Gimió entre lágrimas. ―Que alguien me ayude por favor. ¡Mamáaa!

Justo entonces, escuchó más movimientos en los arbustos. Esperaba que fuera uno de los consejeros, pero, ¿Y si no era así? ¿Y si fuera otro Pokémon, solo que más peligroso que un Poliwag? Serena miró temerosamente al arbusto hasta que un chico de cabello negro emergió de él. Suspiró aliviada porque solo era uno de los campistas. No habían sido presentados formalmente, pero ella creía que su nombre era Ash Ketchum, el chico que intentó hablar con ella justo antes de que comenzara el evento. Todavía estaba claramente buscando artículos en la búsqueda del tesoro.

―Hmm, ¿Dónde está? ―Murmuró Ash para sí mismo. Entonces cayo en cuenta de la presencia de Serena.

Entonces se acercó a la pelimiel y le dirigió una cálida sonrisa. ―Hola. Eres la chica de antes. ¡Mi nombre es Ash Ketchum! ¿Cuál es el tuyo?

―S-soy Serena. ―Dijo tímidamente. Ash le dijo su nombre, así que pensó que era cortés hacer lo mismo a pesar de que todavía no tenía confianza con él.

―¿Por qué estás en el suelo, Serena? ―preguntó de manera inocente el azabache.

―Me caí y ahora me duele la pierna. ―Respondió Serena, haciendo una mueca debido al dolor.

―Está bien. Te ayudaré. ―Dijo Ash mientras dejaba sus cosas.

Luego se inclinó y sacó un paño azul del bolsillo de sus pantalones cortos. Serena lo observó mientras él comenzaba a atar la tela sobre su pierna. Serena parpadeó sorprendida mientras veía a Ash asegurar la tela. ¿En realidad la estaba ayudando?

Esto es muy amable de su parte ―Pensó Serena para sí misma. Ash podría haber corrido a buscar ayuda, lo que la habría dejado sola de nuevo, pero él mismo estaba previniendo que la herida empeorara.

Una vez que Ash terminó, comenzó a mover sus manos sobre la herida. ―Diré un amuleto de buena suerte muy rápido. ¡Dolor, dolor, vete ya! ―Entonó cómicamente de manera mística.

A pesar de lo tonto que sonaba, Serena creyó que era realmente dulce. Serena vio a Ash sonriéndole, y Serena le devolvió a Ash una pequeña sonrisa. La joven incluso sintió un ligero tinte rojo en sus mejillas. Ella apartó la vista rápidamente para que él no se diera cuenta.

―Gracias Ash. ―Dijo Serena con un tono sumamente agradecido.

―No hay problema. ¿Puedes pararte? ―Ash le preguntó.

Luego comenzó a intentarlo, pero el dolor la obligó a retroceder. ―¡No sirve de nada! ¡Me duele mucho la pierna! ―le dijo mientras lloriqueaba.

―¡Nunca te rindas hasta el final! ―Ash le dijo mientras se levantaba y le ofrecía su mano.

Serena miró el gesto abierto por un momento antes de deslizar lentamente su mano en la de Ash. Luego el azabache dio un fuerte tirón a Serena para ponerla de pie, pero terminó tirando un poco demasiado fuerte. Esto causó que Serena cayera contra Ash. Parecía que se estuvieran abrazando. Serena quedó totalmente sorprendida por un momento mientras se apoyaba contra Ash y sentía que sus mejillas se enrojecían nuevamente. Luego se apartó y miró a Ash con los ojos muy abiertos. Él no pareció darse cuenta del tipo de estado en el que se encontraban y en cambio le dio a Serena una sonrisa brillante.

―¡Lo hiciste! ―Dijo Ash felizmente antes de sonreírle nuevamente. ―Vamos. Regresemos al campamento.

Con eso, comenzó a guiar a Serena de la mano a través del bosque. Serena se dio la vuelta y notó que la canasta de artículos de Ash y los suyos estaban todavía detrás de ellos.

―¿Pero qué hay de tus cosas para la búsqueda del tesoro? ―Serena preguntó.

―Eso no importa en este momento. Lo que importa es llevarte de regreso a salvo. ―Le respondió Ash con una sonrisa mientras continuaba guiándola de la mano.

Serena continuó siguiendo silenciosamente a Ash fuera del bosque. Estaba siendo tan amable con ella, y ni siquiera se conocían. Primero, él le atendió la herida, la ayudó a ponerse de pie y estaba abandonando por completo la búsqueda del tesoro para asegurarse de salir del bosque con seguridad. Serena diría que probablemente era el chico más amable que había conocido.

―Entonces, ¿Vives en Pueblo Paleta? ―Ash le preguntó.

―Sí. Mi madre y yo acabamos de mudarnos aquí hace unas semanas. ―Respondió la pelimiel.

―¡Bueno, eso es genial! ¡Una vez que termine el campamento, puedo ir a verte a tu casa y podemos jugar juntos! ¡También te presentaré a algunos de mis amigos! ―Respondió el azabache con entusiasmo.

¿Qué? ¿En realidad estaba dispuesto a hacer eso?

―Eso sería realmente agradable. Gracias Ash. ―Dijo Serena y finalmente logró una sonrisa genuina. Estaba tan sorprendida de lo amable que era Ash. Incluso se ofreció a ir a verla una vez que terminara el campamento y ser su amigo.

¡Ten lo por seguro! ¡Oye! ¡Mira! ¡Hemos llegado al final del bosque! Te llevaremos a la oficina de la enfermera para asegurarnos de que estás bien. ―Dijo Ash mientras señalaba la salida. Luego salieron juntos del bosque, aun tomados de la mano.


No fue ninguna sorpresa para nadie que Gary Oak se hubiera convertido en el ganador de la búsqueda del tesoro. No perdió el tiempo para alardear ante todos sobre cómo sabía que ganaría y que era el mejor de todos, especialmente con Ash. Normalmente, Ash se habría enojado y le habría respondido a Gary, pero en este momento, las burlas de Gary no le molestaban. Estaba contento de haber podido ayudar a Serena cuando ella estaba en problemas.

XXX

Señorita enfermera ¿Cómo está ella? Preguntó Ash después de que la enfermera había examinado la herida de Serena.

La enfermera se volvió hacia Ash y le dio una sonrisa. Serena estaba sentada en una silla con la pierna ya con un vendaje más apropiado.

Ella estará bien, jovencito. Fue solo un rasguño y sanará por completo en unos días. Le respondió amablemente la enfermera. Fuiste muy inteligente al atar esa tela alrededor de su raspado hasta que pudieras obtener ayuda para ella. Ella debe tener suerte de tener un amigo como tú.

¡Eso es genial! Exclamó Ash y se volvió hacia Serena. Mira, la enfermera dijo que estarías bien. ¡Te sentirás genial de nuevo en poco tiempo!

S-sí. Eso es genial. Respondió Serena, sintiendo el rojo volver a sus mejillas. ¿Por qué seguía tan nerviosa alrededor de Ash?

¡Oh, no! Serena, tu cara se está poniendo roja. No tienes fiebre, ¿verdad? Ash preguntó con preocupación. Esto causó que Serena se pusiera aún más roja de lo que ya estaba.

La enfermera, sin embargo, solo pudo reír un poco. Conocía una cara avergonzada cuando la veía, como no quería que Serena se sintiera más incómoda, vino al rescate.

No te preocupes, Ash. Serena no tiene fiebre en absoluto. ¡Ella estará muy bien! ¿Por qué no esperas afuera mientras termino aquí? Le dijo con una sonrisa.

Está bien. Respondió Ash mientras se daba la vuelta y se dirigía hacia la puerta. Antes de irse, se volvió hacia Serena y le dio un pulgar en alto. ¡Oye, Serena! ¡Juguemos juntos muy pronto!

Con eso, salió de la oficina de la enfermera, dejando a solas a ella y a Serena. Serena todavía tenía el pañito azul que Ash le había dado y la acercó a su pecho. Mientras observaba al jovencito irse, sintió una ola de tristeza sobre ella. Esperaba poder volver a ver a Ash muy pronto.

XXX

―¡Oye, Ash! ¿Me estás escuchando? ¡Te vencí de nuevo! ―Exclamó Gary mientras trataba de sacar algún tipo de reacción de Ash. Él azabache, sin embargo, no estaba dando ningún indicio de mala cara o enojó como de costumbre. En cambio, para sorpresa de Gary, Ash le dio una sonrisa.

―Muy bien, Gary. Buen trabajo. Me ganaste esta vez, pero solo espera hasta la próxima. ―Respondió Ash.

Gary solo miró a Ash atónito. ¿Qué? ¡¿Ash realmente estaba ignorando sus burlas?! ¿A qué estaba jugando? Examinó la cara de Ash por un momento mientras trataba de encontrar algún tipo de ira o celos. No había nada de eso, solo neutralidad. Esto dejó a Gary extremadamente confundido. No tenía más remedio que rendirse en tratar de burlarse de Ash por ahora.

― Hmph, perdedor. ―Murmuró por lo bajo mientras se alejaba con las manos en los bolsillos.

Viendo esto, Leaf se dirigió hacia Ash. ―Wow, Ash. Nunca te había visto manejar las burlas de Gary de esa manera. ―Dijo con cierto orgullo y aprobación.

―Sí. Supongo que estoy feliz porque pude ayudar a alguien y hacer una amiga hoy. ―Respondió Ash.

―¿En serio? ¿Y quién es? ―Le preguntó con curiosidad.

―Se llama Serena. Se había lastimado la pierna durante la búsqueda del tesoro. La encontré y la ayudé a regresar. Resulta que ella también vive en Pueblo Paleta. ―Le dijo Ash.

―Oh, sí. Recuerdo a Serena. ―Recordó Leaf. ―Traté de hablar con ella varias veces aquí en el campamento, pero ella nunca habló mucho.

―Sí. Tampoco me dijo mucho al principio. ―Respondió Ash. ―Una vez que la ayudé, pudimos hablar un poco. ¡Creo que es realmente agradable!

Leaf luego le sonrió a Ash y se rio levemente. ―¡Heehee! ¡Eso es siempre lo que me ha gustado de ti, Ash! ¡Puedes preocuparte por los demás y llevarte bien con cualquiera! Bueno, excepto por Gary. ¡Creo que serás un gran Entrenador Pokémon en el futuro!

―¡Gracias, Leaf! ¡Voy a gritarlo ahora mismo! ―Respondió Ash y luego se volvió hacia el cielo. Se cubrió la boca con ambas manos y gritó: ―¡Cuidado, mundo! ¡Ash Ketchum viene antes de que te des cuenta! ¡Voy a ser el mejor Maestro Pokémon de la historia!

Poco sabía Ash que Serena lo estaba observando desde la ventana de la oficina de la enfermera y escuchó las palabras que había gritado. Entonces, ¿Quería ser un Entrenador Pokémon? La forma en que Ash dijo eso lo hizo sonar tan seguro y tan confidente de sí mismo. Hizo que Serena quisiera ser más como él. Era joven justo como ella y se acababan de conocer, pero ya estaba impactando mucho en su vida. Definitivamente quería conocerlo mejor.

Ash realmente es alguien interesante. ―Pensó Serena para sí misma.

Tenía la sensación de que él sería una gran parte de su vida de ahora en adelante. Tal vez venir al campamento de verano no había sido tan malo, después de todo.


Nota de traductor:

Primeramente, a todos aquellos que llegaron hasta el final, gracias. Es la primera ocasión que traduzco una historia, por lo tanto, cualquier crítica constructiva relacionada a problemas gramaticales u ortográficos es bien recibida. Espero que la traducción sea de su agrado, ahora, debo aclarar varios puntos:

1) El rumbo de la historia ya esta totalmente definido, como traductor, no puedo cambiar absolutamente nada relacionado con ello.

2) Todos los puntos citados a continuación, fueron declarados por el autor original, no por mí.

Es una historia que será un AU de las primeras series. Seguirá a un Ash más maduro e inteligente en su travesía para convertirse en un Maestro Pokémon. Dicho eso, no significa que solo por ser más inteligente no tomara malas decisiones al inicio de su viaje, ira progresando con el tiempo, esencialmente, sigue siendo Ash. Será acompañado por Serena, la cual tendrá su propia identidad. En cuanto a parejas, será una historia mayormente amourshipping, con pequeñas pistas a otras parejas. Las regiones por las cuales viajarán serán: Kanto, Islas Naranja, Johto, Hoenn y Sinnoh. Con cada región separada en un fic y arco distinto, siguiendo el mismo hilo. El autor no hará las regiones de Unova y Kalos, debido a que planea que esta serie de fics terminen en cierto punto. Por lo tanto, Sinnoh será el punto final antes de ir a la, llamada así por su autor, "Historia Final". Ash y Serena serán acompañados por Brock y Misty.

3) Este primer arco de Kanto se encuentra terminado actualmente, cuenta con 62 capítulos, cuya longitud de cada uno es mucho mayor a este primero, los cuales iré traduciendo y subiendo apenas el tiempo me lo permita, por motivos de estudio y trabajo, prefiero no decir un tiempo estimado entre cada capítulo, pero espero que no sea demasiado. Saludos.