Soy algo más, capítulo 30.


En el capítulo anterior:

Masquerade sonreía lleno de orgullo y miraba de manera agradable al que alguna vez fue su enemigo jurado, pero de pronto, su sonrisa cambio a una de inmenso dolor y se dejó caer al suelo… aferrándose a su pecho, dolorosamente.

Dan: ¡¿Masquerade?!, ¿Qué sucede?

Hydranoid: ¡MAESTRO!

Ambos gritaron preocupados, mientras Dan tomaba el brazo izquierdo del rubio y lo ayudaba a enderezarse.

Masquerade: Je… tal como creí… no es mi destino ser un héroe junto a ti… Daniel.

Dan: ¿Pero de que estas hablando, Masquerade? Tan siquiera explícamelo… ¿Hydranoid?

El castaño volteo hacia arriba, buscando que Hydranoid le diera la respuesta tan siquiera, pero el Bakugan… no encontró la manera de decírselo, o explicarlo del mejor modo posible.

El rubio se enderezo con dificultad, pero sonrió al sentir como Dan en verdad se preocupaba por él… de verdad el castaño era de corazón más puro de lo que él hubiera juzgado.

Sin embargo, su sonrisa fue borrándose al notar detrás de él y del Dragonoid unas leves siluetas acercándose lo más pronto que podían.

Eran, sin duda sus amigos, no podían verlo ahí mismo, sería desastroso, tenía poco tiempo para hablar con Dan… y también poco tiempo de vida.

Masquerade: Dan… hazme un favor.

Masquerade estaba muy débil, lo podía sentir, su vida estaba por desvanecerse, quedaba poco tiempo, pero se mantuvo lo más sereno que pudo para poder hablar con claridad.

Dan: ¿Q-Qué quieres, Masquerade? (sintiendo como el rubio se alejaba de su agarre por voluntad propia)

Masquerade: Por favor… te encargo mucho a Alice…

Dan estaba sorprendido, ¿Alice? ¿Desde cuándo Alice conocía a Masquerade?, ¿Tenían alguna clase de relación…?

Masquerade: Devuelve… a su abuelo a la normalidad, él… está dañado por la energía del núcleo Silente, pero… podrán regresarlo a la normalidad, si el núcleo infinito lo…

No pudo continuar, porque este cayo de la nada, arrodillado al suelo, exhausto, estaba muy débil.

Hydranoid: Maestro.

Dan: ¡Masquerade! (acercándose para ayudar a levantarse al rubio)

Masquerade: ughh (Levantándose con cierta dificultad, pero siendo ayudado por Dan por segunda vez… debía apresurarse) Dan… lamento lo que te hice… pero estoy feliz de que… mi última batalla fuera a tu lado.

Dan: ¿Pero de qué estás hablando Masquerade? Aun puedes pelear de nuestro lado, solo dime que debo hacer para ayudarte, nosotros…

Masquerade: No.

Masquerade freno de golpe lo que Dan iba a decir, enderezándose por su propia cuenta, alejando a Dan lo más que sus pocas fuerzas se lo permitían.

Masquerade: Lo siento Dan, pero ese nunca fue mi destino, aun así (sonriéndole, mirándole con ojos honestos y solemnes, una mirada que jamás pensó dedicarle a Dan) les deseo suerte…

El castaño estaba confundido, pero más que eso, preocupado… se estaba despidiendo el rubio, y no quería aclarar el por qué…

Masquerade: ¡Hydranoid! (Grito el rubio hacia su Bakugan, alzando la mirada)

Hydranoid: Si, maestro.

Hydranoid Bajaba una de sus garras para que su maestro subiera, lejos de la distancia de Dan, dejando a este perplejo y sin palabrasal ver como el Bakugan subía al rubio.

Masquerade: Hydra… llévame… (Suspiro, cansado) a la dimensión de la perdición.

Dan: Espera, Masquerade, ¿a dónde van? (no escucho lo que le había indicado a su Bakugan) No se vayan, ¡REGRESEN!

Dan gritaba desesperado mientras veía al enorme Hydranoid abrir las alas de pronto para disponerse a salir volando, alzando vuelo y también levantando una ligera capa de polvo en el suelo, haciendo que Dan se tuviera que proteger con sus brazos.

Dan: No puede ser, Drago, tenemos que alcanzarlos, yo…

Runo: ¡Dan!

Dan volteo a ver detrás de él junto con Drago, eran los chicos junto con sus Bakugans que venían a verlo, después de la batalla que cada uno se había enfrentado para alcanzarlos, todos estaban felices de ver a su amigo.

Runo: Dan (deteniéndose frente a él) ¿Qué… sucede?, te noto raro.

Dan: Chicos, es Masquerade, él esta…

Dan volteo hacia donde el Hydranoid había volado, pero… no quedaba ni la sombra de hacia donde habían ido, lo había perdido de vista.

Dan: Drago, ¿tu viste hacia donde se fueron? (mirando hacia su Dragonoid)

Drago: Lo siento Dan… también voltee y los perdí de vista…

Marucho: ¿Eh? Pero… Dan, es imposible, Masquerade está al lado de Naga, no pudo haber estado aquí.

Dan: No, Claro que no, Miren.

Dan señalaba los fragmentos de la máscara de Masquerade, pero estos… se habían vuelto polvo apenas brillante, siendo jalada por la brisa del lugar, Dan no lo sabía, pero… tenía un mal presentimiento acerca de eso, y tenía toda la razón.

Mientras tanto…

No tardo mucho Hydranoid para llegar a la dimensión de la Perdición, voló hasta llegar a un claro entre las nubes grises y el suelo desértico, al aterrizar, aun tenia a Masquerade entre sus garras, pero… estaba demasiado débil, estaba recostado, apenas respirando entrecortadamente.

Hydranoid lo puso en el suelo con la mayor delicadeza que pudo, parecía ya estar muerto, el enorme Bakugan, no pudo evitar soltar lágrimas de sus ojos, su maestro… no, su amor, estaba muriendo frente a sus ojos.

Masquerade: Hydra… (El joven rubio llamaba a su Bakugan en voz muy baja, apenas se le podía escuchar, pero gracias al silencio del lugar, lo podía escuchar su fiel mascota).

Hydranoid: Aquí estoy maestro.

Masquerade: Heh… (Tomando con su mano una de las garras de este) Mi fiel compañero (Sonriéndole a su Bakugan, con los ojos apenas abiertos).

Hydranoid ya no podía contener las lágrimas, la arena gris se humedecía con estas al caer, no quería despedirse, acerco su rostro aún más para poder ver a su maestro, aunque fuera una última vez.

Masquerade: Hydranoid… prométeme… que encontrarás a otro compañero.

Hydranoid: No, por favor, no, yo seré siempre su fiel guardián, con usted hasta el final.

Masquerade: Temo que este es el final, amigo (de los ojos de Masquerade, comenzaba a caer también lágrimas, no sabía que le dolía más, morir… o perder a su único amigo fiel y compañero de vida) Hydra… tu aun tienes mucho que dar en esta vida… por favor… vive por ambos…

El color violeta de sus ojos comenzaba a apagarse, estaba quedándose sin su energía vital del núcleo Silente, como si fuera el alma, comenzaba a abandonar su cuerpo lentamente.

(Notas de la escritora: No puedo creer que estoy llorando por algo que yo misma estoy escribiendo, soy patética)

Hydranoid: Maestro… no se vaya… (Llorando sin consuelo)

Masquerade: Gracias… por todo…

El joven en el suelo, le dedico una última dulce sonrisa a su Bakugan, mientras cerraba los ojos y conforme soltó la garra de su Bakugan, desde los pies hasta su cabeza, se convirtió en piedra al igual que todos los Bakugans que perecían ahí.

Las lágrimas del Hydranoid ya estaban bañando en parte a la ahora estatua sonriente del muchacho a sus pies, El Bakugan soltó un rugido de dolor al aire, su maestro, el amor de su vida, se lo habían arrebatado por decidir hacer lo correcto por una vez, sentía su corazón destrozado y no podía tener consuelo, el dolor le impedía irse, no quería irse…

Mientras…

Dan volaba encima de su compañero Dragonoid en el portal junto a sus compañeros siguiéndolo por detrás.

No había logrado convencer a sus compañeros de que el rubio había estado peleando a su lado, y mucho menos pudo convencerlos de ayudarlo a buscarlo, pues el tiempo era limitado, el portal hacia el centro de Vestroia seguro se cerraría y tardaría mucho en abrirse de nuevo, por lo cual, derrotar a Naga era la prioridad.

Sin embargo… Dan no dijo ninguna palabra durante el viaje, ni el Dragonoid.

Sus amigos estaban preocupados por él, no sabían que estaba pasando, si es que su amigo había visto una ilusión, pero algo… andaba mal… sin saber que era más allá que solamente lo de Dan y su supuesta afirmación sobre Masquerade.

De pronto, en el centro de Vestroia, el portal se abrió y dejo salir de él a todos los peleadores, por lo cual, habían llegado a su destino final.

Dan: Wow, este es el centro de Vestroia. (Exclamo Dan, al fin fuera de sus pensamientos), Es demasiado espeluznante. (Mirando alrededor)

Runo: Esperen un segundo…

Julie: ¡AQUÍ NO HAY NADA! (Exclamo la peli-blanco, también mirando alrededor el vacío dimensional)

Marucho: Al parecer esta desierto.

Drago: ¿Dónde estás Naga?, ¡¿DÓNDE TE ESCONDES?! (Bramo el Dragonoid, buscando también por todas partes)

Entre más miraban alrededor… más percibían que estaban solos en ese lugar.

Gorem: No detecto su presencia (intentando sentir algo del Núcleo Silente)

Preyas: ¡Ya se! Tal vez se enteró que veníamos a buscarlo y el cobarde salió corriendo.

Preyas Ángelo: Tiene mucha suerte, estaba listo para acabar con él.

Giro sobre sí mismo para darle voz a su contra parte.

Preyas Diablo: ¡SI! Y partirle la cara.

Ambos Bakugan de Marucho rieron con cierta vanidad y egolatría mientras Tigrera le bajaba los humos de grandeza.

Tigrera: No creo que haya huido. (Haciendo caer de pena a ambos Bakugan, junto a Marucho)

Shun: Algo anda mal aquí.

Skyress: Estoy de acuerdo.

Era lógico que ambos estuvieran de acuerdo, ¨Escapar¨ no podría ser el estilo de Naga.

Dan estaba a punto de sugerir algo, pues debían encontrar a Naga de alguna manera, sin embargo, su BakuPod de pronto hizo sonido de interferencia.

-Dan ¿Dan, me copias? Adelante Dan, adelante-

La voz sonaba de pronto en los BakuPod de todos, la voz era familiar, era Joe Brown.

Joe: ¿Hola?, ¿Alguien me copia?

Dan: Si Joe, te escucho.

Joe: ¡Tienen que volver rápido!

Dan: ¿En serio?

Joe: Si, Naga está en nuestro mundo, y trajo a todos sus Bakugan. ¡Tienen que darse prisa! La tierra está bajo ataque.

El semblante de todos cambió a una llena de preocupación, era algo imposible lo que estaban escuchando de Joe.

Joe: Dan, si puedes oírme, apresúrense, Necesitamos de su ayuda, ¡Rápido, los necesitamos!

Shun: Así que, ¿Todo esto solo fue diversión? (Exclamo el oji-ámbar, frustrado por todo lo que había pasado)

Dan: ¡Naga nos engañó! (declaro el castaño, preocupado por lo acontecido)

Joe: Esto es una zona de guerra, Dan. Si no llegan pronto… no duraremos mucho, tienen que darse prisa, Dan, ¡Por favor!, ¡Trae a los peleadores pronto!

Sin embargo, la conexión se rompió y dejaron de escuchar la voz de Joe, debían volver, era más que necesario que volvieran, pero… no sabían cómo… el portal por el que habían llegado, se había cerrado desde hace rato.

Todos comenzaron a discutir y a sugerir ideas a la vez, intentaban llegar lo más rápido posible, pero no tenían idea de cómo.

(Notas de la Autora: Todos a partir de aquí saben que fue gracias a Wavern que los peleadores volvieron a la tierra, pero si comienzo a escribir sobre eso… me voy a salir del tema, por favor, sean comprensibles, así que vean el capítulo 45 (o por lo menos la parte casi del final) y así podrán darle una explicación… porque la verdad es muy largo y complicado escribir todo esto por parte de un solo lado, pero aun así queriéndole dar lógica a la historia y no decir que paso solo porque si… ya saben a lo que me refiero, en fin… sigan su lectura)

Mientras tanto…

Los guerreros legendarios veían con horror lo que sucedía en lo que quedaba de Vestroia sin ninguno de los Núcleos sosteniente la fuerza de su universo… parecía deshacerse lentamente toda su forma, si el núcleo silente le daba forma nueva, por lo menos la mantenía solida… pero ahora…

No solo los mundos parecían alejarse cada vez más del centro, sino que también comenzaba a desaparecer lentamente, era un espectáculo horrible…

Sin embargo… Solo eran 5 siluetas las que veían con horror lo que alguna vez fue su mundo, faltaba una de las ominosas presencias del lugar…

Mientras… en otro lugar desolado…

Hydranoid se había quedado recostado junto a la estatua muerta de su amo, sabía que debía de volver a Vestroia, Sabia que debía ir a apoyar a los peleadores contra Naga, pero... no quería estar lejos de su antiguo maestro ni un momento.

Hacía rato que había parado de gimotear de tristeza, pero algunas lágrimas aun caían de los ojos de sus cabezas, estaba recostado, con su cola rodeaba el cuerpo inerte de su amo, y con su ala lo cubría como si deseara protegerlo del frio, sus ojos se podían notar cansados, adoloridos, no se había apartado ni un segundo de su cadáver hecho estatua, con una sonrisa de paz eternamente tallada en su ahora rostro de piedra.

El dragón pensó, al ver aquel lugar tan desolado, que así debían terminar todas las estatuas que solían estar ahí, vacías, sin vida, de todos los Bakugan que habían caído antes en la soledad absoluta... atrapados y sin esperanzas... pero que ahora al haber vuelto por la ayuda de los guerreros legendarios… ahora su maestro… pasaría el resto de la eternidad solo ahí…

Hydranoid: Entonces... este es mi final también... no quiero irme de mi maestro... no quiero... abandono toda esperanza y fe de vivir, me iré con mi maestro también...

-Lealtad hasta la muerte... que noble pensamiento-

Una voz hizo eco en el lugar de pronto, una voz profunda, pero sincera, Hydranoid levanto sus cabezas, buscando la fuente de esa voz, pero en todo momento, protegiendo con su cuerpo la estatua de su maestro.

Hydranoid: ¿Quién está ahí? ¿Qué quieren? (Preguntaba el Bakugan, alterado, ya habían sido suficientes emociones para un día… y para una vida también)

Formándose una neblina entre el desértico lugar gris, una figura comenzó a formarse, hasta revelar quién era el que hablaba con esa voz.

-Hola Hydranoid, ha pasado tiempo desde la última vez que te vi-

Hydranoid: Exedra, el guerrero legendario Darkus...

En efecto, el soldado legendario había hecho acto de presencia justo en la Dimensión de la Perdición, enfrente de los 2 guerreros caídos ahí frente a él.

Exedra: Ustedes no deberían de estar aquí... sobre todo tu, Hydranoid, tu vida está repleta de energía y de poder... aunque él…

El soldado no comento más acerca de la estatua a los pies de Hydranoid, podía reconocerlo, era el joven que lo había vencido junto con Hydranoid y había ganado su derecho a evolucionar.

Hydranoid: Mi maestro... dio su vida por el bien de Vestroia y de sus antiguos rivales, traiciono a Naga... por el bien de todos, sin importarle que moriría... (Soltando unas lágrimas que no pudo contener) no quiero estar lejos de él, no lo dejare aquí... sé que se ha ido, pero...

Exedra: Aun no.

Hydranoid volteo a ver confundido al soldado legendario.

Exedra: Tus palabras son sinceras, puedo verlo a través de tu corazón, por lo cual, seré sincero también. Veras, yo me alimento de la energía de los Bakugan caídos a la Dimensión de la Perdición, sus esencias, su vitalidad y la poca fuerza que les quedan, la absorbo para poder ser el más fuerte de los seis guerreros legendarios.

Eso ultimo era verdad, Apollonyr, el guerrero Pyrus, era el mejor estratega y líder por naturaleza, pero Exedra era más fuerte que su propio líder, así como cada guerrero legendario era en alguna habilidad el que más sobresaltaba por entre los demás, sin embargo, seguramente Apollonyr había vencido a Exedra por lo mismo de ser mejor estratega en una batalla, eso no quitaba que el poder de Exedra... era el más grande de todos los guerreros legendarios… y ahora que lo recordaba, eso explicaría contra quién había peleado Reaper para sobrevivir en este lugar, sin duda… Reaper se había vuelto muy fuerte, para sobrevivir él solo contra un guerrero legendario como Exedra, pero no lo suficiente como para derrotarle… aun así, sin duda ese Bakugan era alguien admirable, donde fuera que estuviera ahora, al igual al que estaba justo frente a él ahora.

Exedra: Así como lo notaste en nuestra batalla hace tiempo, absorbo su poder y es por ello que esas estatuas estaban aquí, muchos no quisieron morir y por ello, muchos solían tener la expresión de horror e ira en sus rostros… (¿Cuánto debió pelear Reaper para sobrevivir a algo semejante?...), sin embargo, el caso de tu amigo es especial, su energía es la que lo abandono, poniéndolo en ese estado... pero aun no del todo.

Hydranoid aun intentaba proteger a su maestro, si algo quedó claro de lo que comento Exedra, era que él era quien cargaba la guadaña con una túnica negra sobre él, reclamando lo poco que quedaba del alma de su maestro, aquello a lo que los humanos llamaban ¨la muerte¨, en este caso, era Exedra el que poseía dicho título.

Exedra: No tienes por qué ponerte así, Hydranoid, te digo esto, porqué para empezar, de los seis guerreros legendarios, soy el único que hace esto, por lo cual, siempre podrás encontrarme en la Dimensión de la Perdición cuando no esté con los seis guerreros, vigilando lo que queda del equilibrio de Vestroia, y segundo, porqué al hacer esto, soy el único que siente... que el alma de tu maestro sigue con vida.

Hydranoid: Eso es... imposible...

El Bakugan estaba sorprendido, era imposible que su maestro siguiera con vida… ¿Aun lo estaba?...

Exedra: Así como puedo quitar energía... también puedo otorgarla, y la energía de tu maestro es débil, pero sigue viva... aunque no por mucho tiempo...

Hydranoid: Por favor, guerrero legendario Exedra, salve a mi maestro, se lo ruego.

Exedra: Por desgracia, no es así de fácil... no tengo suficiente poder desde que los otros cinco guerreros legendarios devolvieron a la vida y a la tierra a todos los Bakugan que tu maestro trajo hasta aquí, por eso fui el único que se rehusaba a devolverlos después de su caída, aun así... tu maestro es fuerte, demostró ser el peleador Darkus más digno que jamás haya visto, lleva el emblema de su atributo con honor y orgullo, pero siempre note esa energía del Núcleo Silente que lo envenenaba y lo corrompía, consumiendo su alma en vida, pero ahora... está libre de esa energía, ya no tiene más de esa oscura aura que lo consumía y lo corrompía por igual a todo aquél que este expuesto solo a esa energía... si pudiera tener más energía, podría devolverlo como un digno soldado Darkus que salvaría Vestroia y su mundo... lo lamento, Hydranoid.

La impotencia hacia presa del pánico a Hydranoid, no podía hacerse nada, a menos que...

Hydranoid: ¡Tome mi energía!

Exedra: ¿Qué?

Exedra si lo había escuchado... pero estaba poniendo a prueba la nobleza del Bakugan.

Hydranoid: Tome mi energía, maestro Exedra, no me importa morir, solo soy un Bakugan Darkus más en este universo, pero mi maestro... (Volteándolo a ver, con dolor en su mirada) jamás habrá otro como él, no me interesa dar mi vida por él, por favor... sálvelo.

El Bakugan legendario sonrió bajo su oscuro casco, simplemente un resoplido se escuchó bajo su casco, indicando que la nobleza del Bakugan era sincera, y su alma fuerte y determinada.

Exedra: No morirás, Hydranoid, tu poder podría estar al mismo nivel que el de un gran guerrero... pero al tomar tu energía y tu vitalidad, quedaras severamente dañado y débil, no sé con exactitud en qué estado, pues nunca eh absorbido solo parte de la energía de un Bakugan... perderás tus evoluciones, incluso podrías perder tu cuerpo, podrías no soportarlo y en efecto, morir de cansancio... ¿estás dispuesto a tomar ese riesgo?

El Bakugan volteo a ver a la estatua que quedaba de su maestro, sonriendo tranquilo con los ojos cerrados, recostado en la oscuridad.

Hydranoid: Si... por mi maestro, estoy dispuesto a dar mi vida.

En ese momento, Exedra abandono su atuendo de guerrero legendario, para surgir con su forma original, con sus siete cabezas y su cuerpo entero surgiendo entre la oscuridad.

Exedra: Es un trato.

-ATAQUE EXEDRA-

El gran ojo que el guerrero legendario tenía en la parte de su estómago, se abrió por completo de golpe y comenzó a absorber la energía de Hydranoid, la agonía y el dolor lo hacían gritar y romper el silencio del lugar en un rugido infernal, sentía siendo arrancado de cada parte de su piel, cada vez volviéndose más y más doloroso, pero no iba a pedir que parara, NO, todo era por su maestro.

Su cuerpo de pronto volvió a tener solo 2 cabezas y desaparecieron sus alas, era su segunda evolución, tal cual como lo había dicho Exedra, y de pronto, solo quedaba su única cabeza, con la cual, noto que Exedra no estaba absorbiendo para él mismo la energía, sino que la estaba pasando directo a su maestro, pero eso fue lo último que vio, ahora sentía hacerse más pequeño, y más pequeño, siendo envuelto en una neblina completamente negra conforme veía el cielo gris sobre el desaparecer tras esa neblina oscura, hasta no tener más fuerzas para gritar y solo desmayarse del cansancio, sintiendo el frio y la dureza de la tierra que había bajo él.

Por un momento, Exedra se detuvo, dejando que la neblina poco a poco, fuera absorbida por el dragón, pero eso iba a tomar su tiempo, así que se dirigió directo con la estatua del rubio.

Exedra: también daré parte de mi energía vital, no necesitaras nunca más de la energía del Núcleo, sea Infinita o Silente, es la energía del atributo Darkus la que te daré, parte de mi... úsala bien, muchacho... mi guerrero Darkus.

Exedra expulso una esfera morada del interior de su cuerpo, una pequeña esfera brillante con tonos violetas la cual flotaba en la nada, la cual, con suavidad dejo caer lentamente en el pecho de la estatua del joven, entrando esta y haciendo poco a poco brillar la estatua hasta cubrirla en un brillo blanco por completo.

Exedra: Ahora todo dependerá de ustedes, confío en que lo harán... estaré cerca, mis peleadores.

Dijo esto último Exedra antes de desvanecerse en una neblina junto con la ropa que suele usar como guerrero legendario, dejando solos a ese brillo y a la neblina negra que cubría a ambos seres en medio de la nada.

De pronto, del brillo que comenzaba a apagarse, apareció poco a poco el cuerpo vivo y palpitante del joven rubio, tan cálido y lleno de vida como la última vez, el cual, apenas el brillo se apagó por completo, lo primero que paso, es que Masquerade inhalo con fuerza, recuperando el aliento y tosiendo con fuerza al volver poco a poco a la normalidad después de su breve letargo.

Masquerade: ¿Qué?... pero... yo... ... ¿Qué fue lo que...?

El rubio se comenzó a enderezar, sentándose en la tierra gris, cuando a su lado noto la neblina negra, la cual, se hacía más y más pequeña, y de pronto... una mano humana salió de la neblina, como si suplicara salir de esa negrura para respirar... poco a poco, esta se fue esparciendo, mostrando a un joven de piel blanca, ojos rojos y cabello violeta, casi negro, a gatas en el suelo intentando recuperar el aliento, como si estuviera exhausto.

(Su ropa si la lleva puesta, pero para no cansarlos con la descripción, es la que Inesidora le dibujo al personaje de Hydranoid en su versión humana en DeviantArt, y si, base a su personaje en la versión humana en esta historia, créditos de arte a ella uwu/ Inesidora-sama, búsquenla, no esta tan difícil)

Hydranoid: Demonios... sentí mi alma morir... ... ¿Esta es mi voz? Genial, lo que me faltaba...

Se decía a si mismo Hydranoid al escuchar su voz más suave y juvenil a diferencia de la profunda y amenazante de la que tenía al ser un Bakugan, aunque tomaba con su mano su garganta, adolorida de los gritos de agonía que había dado hace unos momentos... espera, ¿Una mano? El ahora humano miro sus manos y las daba vueltas para contemplarlas, eran iguales a las de su maestro... ¡SU MAESTRO!, se gritó mentalmente a sí mismo, haciendo voltear y toparse con los ojos violetas de su maestro, ahí frente a él.

Masquerade: Tú... tú eres... (Vacilante)

Hydranoid: Maestro... está vivo... (Sonriendo, con algunas lágrimas asomando en sus rojizos ojos)

Masquerade: ... Hydra...

El rubio se levantó, quedándose estático donde estaba.

Hydranoid: Maestro... esta usted bien (Levantándose emocionado)... Maestro... QUE ALEGRIA QUE...

El joven de cabello morado, corrió con deseos de abrazar a su maestro... pero en vez de un abrazo, recibió un puñetazo por parte del rubio en la cara, haciéndolo caer de golpe y de espaldas contra el suelo de nuevo, y antes de poder levantarse, sintió a su maestro arriba de él, sujetándole el cuello de su nueva ropa.

Masquerade: Tu... idiota...

Hydranoid: ¿eh? (Adolorido por el puñetazo en su mejilla)

Masquerade: Hace tiempo... me hiciste prometerte... que jamás me sacrificaría por ti... y tú te quedas... esperas un milagro... y vienes a sacrificarte por mí...

A pesar de estar como una estatua, parecía ser que el rubio había visto y escuchado todo e inclusive las palabras de Exedra.

La mirada del rubio estaba siendo cubierta por la sombra de su cabello, pero apenas la levanto para mirar al oji-rojo de frente, sus ojos estaban cubiertos de lágrimas a rebosar, mirando con cara de preocupación, apretando los dientes en emociones que no podía contener más, mirando al chico frente a él... o más bien, bajo él.

Masquerade: si vuelves a hacer... una tontería como esta... (Cayendo aparatosamente las lágrimas en sus mejillas) juro que iré por ti, a donde sea que vayas a parar… y te matare con mis propias manos... Grandísimo idiota.

Fue lo último que dijo el rubio, antes de abrazar por el cuello aun con lágrimas al joven peli-morado, apretándolo con todas sus fuerzas, escuchando los gemidos de preocupación de su maestro en su cuello.

El peli-morado abrazó con su mano también, acariciando su cabeza y cerrando los ojos, feliz y también llorando de alegría por volver a estar con su amor platónico.

Hydranoid: maestro...

El rubio se enderezo, soltando al oji-rojo y limpiando sus lágrimas con sus guantes, respirando más calmadamente.

Masquerade: Idiota, te dije que fueras a vivir por ambos. (Tomando de los hombros a Hydranoid)

Hydranoid: lo siento por desobedecerlo, maestro, pero no podía dejarlo atrás... no quería... (Dijo lentamente y con sentimiento el joven peli-morado)

Masquerade: Idiota. (Sonriéndole dulcemente a su compañero)

El rubio se levantó y le ofreció su mano al peli-morado, ayudándolo a levantarse y ahora estando frente a frente... de manera irónica, porque sin contar su cabello levantado, el rubio era por solo unos tres centímetros más alto que su compañero, irónico, pensando que el Bakugan siempre fue más alto que su maestro.

Masquerade: En fin, ahora, lo que hay que hacer es darles apoyo a los peleadores en el Núcleo de Vestroia contra Naga.

Exedra: Ellos no se encuentran ahí.

Ambos chicos se sobresaltaron al escuchar la voz de Exedra, pero no en el ambiente como antes, si no en el bolsillo de la gabardina de Masquerade, vuelto una esfera.

Hydranoid: ¿Maestro Exedra? Pero... ¿qué hace usted...?

Exedra: ahórrate tus preguntas, Hydranoid (Saliendo del bolsillo y poniéndose en el hombro del rubio, abriéndose en su modo esfera), Naga ya no está en el centro de Vestroia, Overus fue quien me lo dijo, ya no hay nada que mantenga el equilibrio entre Vestroia y el mundo de los humanos.

Masquerade: Después de conseguir a sus seguidores de fusiones de atributos, debió también conseguir moverse por sí mismo y dominar el Núcleo para ir hacia la tierra.

En eso, el rubio lo recordó… recordó haber sentido una energía familiar al entrar al portal en busca de los peleadores y de Naga… tal como la historia de Wavern, todo se estaba repitiendo, Naga los había distraído para que él pudiera ir hacia su objetivo… la historia se repetía de nuevo.

Masquerade: Maldita sea, como no lo preví antes, incluso yo caí con eso, Naga sabía que Hydranoid era lo suficientemente fuerte como para darle problemas o incluso detenerlo, lo supo todo el tiempo. (Se maldijo a sí mismo en voz baja)

Hydranoid: Pero eso es terrible, entonces los peleadores están atrapados en el centro vacío de Vestroia.

Exedra: Claro que no (llamando la atención de ambos), Wavern ya los envió de vuelta a la tierra, la conexión entre Vestroia y su mundo ya esta tan unido que no fue demasiado difícil para ella, solo faltan ustedes, deben de ir a apoyar y salvarlos a todos.

Hydranoid: ¿Pero cómo?, el Maestro Exedra ya está demasiado débil, no tendrá energías para llevarnos él solo.

Exedra estaba a punto de hacer una protesta en contra de no subestimar a un guerrero legendario, cuando de pronto, a la velocidad de un parpadeo, ya estaban entre los edificios de la ciudad de Wardington, aunque se veían diferentes… el cielo no era solo azul como de costumbre.

Masquerade: ¿Acaso me olvidaste por un momento, amigo? (Mostrando entre sus dedos la DT moviéndola juguetonamente, causando una sonrisa en el rostro del peli-morado)

Antes de que cualquiera de los tres dijera algo más, la tierra comenzó a temblar bajo sus pies violentamente, haciéndolos casi perder el equilibrio, pero no caer.

De entre las calles de pavimento, ahora con enormes grietas en el suelo, surgieron varios Bakugan de Atributo Subterra y Haos, rodeándolos a los tres.

Masquerade: Genial, tenemos compañía.

En un momento, tomando de la mano a Hydranoid, el rubio hecho a correr, con Exedra dentro de su gabardina y a Hydranoid siguiéndole el paso detrás de él, ¿Cuántas veces saldría corriendo en un día? Se preguntaba de forma irónica el rubio, pero no eran más rápidos los Bakugan tras de ellos.

Hydranoid: Maestro, no escaparemos, son más rápidos.

Masquerade: Ya lo veremos.

-Bakugan, Pelea-

Lanzando una esfera, confiando en que esta vez, el mezclar ambos universos le permitiera moverse con libertad, Masquerade lanzo a su Bakugan, el cual no era Exedra, para sorpresa del Peli-morado, era Centipoid, el cual surgió frente a sus ojos.

Masquerade: Vamos Hydra, hay que huir.

El rubio salto a la cabeza de su Bakugan Darkus, y Hydranoid hizo lo mismo, pero este perdió el equilibrio un segundo, resbalándose, pero antes de que en verdad cayera y se golpeara contra el pavimento, una mano había sujetado su muñeca, para ser exactos, la de Masquerade, haciendo que Centipoid corriera lejos del alcance de los Bakugan enemigos.

Masquerade: Te lo dije, mientras estemos juntos, no dejare que nada malo te pase. (Referencia al Capítulo 1 de este Fic)

El rubio le sonreía a su amigo, mientras lo jalaba hacia arriba de Centipoid y ambos se sujetaban, corriendo hacia un parque despejado, pero los Bakugan aún estaban tras ellos.

Masquerade: Y lo mejor, son mis atributos "favoritos" los que nos están alcanzando. (Dijo el rubio con sarcasmo, al sentir que obviamente no podrían correr por siempre)

Hydranoid: Eso se puede arreglar.

De pronto, el peli-morado metió la mano en los pantalones del rubio, haciéndolo soltar un grito vergonzoso, llenando sus mejillas de rojo, pues el rubio se esperaba de todo... menos eso.

Por suerte, el joven encontró lo que buscaba, apresando la esfera entre sus dedos y sacando la mano del pantalón de su maestro.

Masquerade: ¡Avisa la próxima vez! (Rojo como tomate, pero aun así enojado gritándole a su compañero)

Hydranoid: Esto será extraño y nuevo para mí, pero siempre hay una primera vez para todo.

-Bakugan Pelea-

(N/A: de hecho, sería la primera vez que un Bakugan... lanza a otro x'D, sería como Mewtwo al ser un Pokémon, entrenando Pokémons a la vez)

Del suelo, surgió Wormquake, el gusano Darkus que Masquerade solía usar en sus batallas, haciendo que Centipoid también se detuviera y vieran ambos Bakugan de frente a sus enemigos próximos.

Masquerade: Si así va a ser, no tenemos de otra, Hydra, ten esta.

Dándole una carta a Hydranoid, la cual tomo entre sus dedos.

Masquerade: úsala cuando te lo indique, solo así podremos derrotarles... o perderlos de vista el tiempo suficiente.

Hydranoid: Esta bien... maestro.

Ambos jóvenes se bajaron de Centipoid, dándole más oportunidad de pelear sin contenerse al enorme Bakugan.

Masquerade: ¡PODER ACTIVADO! Caos de oscuridad.

Del cielo, de pronto, surgió un rayo violeta que rodeo a Centipoid y le dio más energía y lo hizo lanzar el rayo al suelo, haciendo que los Bakugan se detuvieran de pronto de su ataque, sin embargo, Centipoid también se sumergió en la tierra, desapareciendo de la vista de todos.

El rubio susurraba en voz baja que se diera prisa, no tardaría mucho en que los Bakugan atacaran de pronto.

Masquerade: vamos… ¡Vamos!

Los Bakugan, apenas se liberaron del ataque de Centipoid, rugieron furiosos y fueron directo hacia los chicos, pero de pronto, Centipoid salió detrás de Masquerade, estaba listo.

Masquerade: ¡AHORA HYDRA!

Hydranoid: ¡Poder activado! ¡Deslizador!

Cuando estuvieron al alcance de Wormquake, la carta se activó y deslizo a todos los Bakugan a una zona algo distanciada, obligándolos a retroceder de todos, sin embargo, Wormquake también se sumergió en la tierra… antes de que el pavimento cediera e hiciera caer en un enorme agujero a todos los Bakugan enemigos, en una estrepitosa caída que los dejo Inconscientes lo suficiente para ganar la batalla, pues fue Centipoid quien hizo ese agujero lo suficientemente profundo para la trampa.

Hydranoid: ¡SI! Lo logramos (Exclamo, mientras Wormquake volvía a su lado)

Masquerade: No será lo suficiente, recuerda que son Atributo de luz y de tierra, en cuanto despierten, los Haos seguramente comenzaran a volar, y los Sub-terra saldrán de ahí con mucha facilidad, debemos escapar ahora.

Hydranoid: Tiene razón, vámonos.

Sin embargo, antes de subir de nuevo a Centipoid, el rubio tomo el brazo de Hydranoid, con la mirada agachada y algo… avergonzado.

Masquerade: Por favor… perdóname… las veces… la veces que mate a nuestros aliados… las veces que mate a nuestros Bakugan como herramienta… perdónenme… no era consciente del daño que causaba… que les cause alguna vez a todos ustedes. Lo siento. (También dirigiéndose ligeramente a Exedra y a los Bakugans presentes)

Hydranoid: Maestro... ¿Acaso no lo sabe? (viéndose como a su lado, Wormquake se agachaba a la altura del peli-morado), ninguno de nosotros está enojado con usted por algo así, los Bakugan sabemos cómo son nuestros compañeros de batalla, nosotros decidimos estar al lado de nuestros compañeros humanos a voluntad… si alguno de nosotros estuviera en contra de pelear a su lado, simplemente nos habríamos ido con otro peleador, así de sencillo.

De pronto, Masquerade sintió a Centipoid al lado suyo, o por lo menos, su enorme cabeza, la cual, parte de ella la comenzó a frotar con gentileza en la cara del rubio en un gesto de cariño, tomándolo con cierta sorpresa, pero con su mano, acariciando el mentón del enorme Bakugan, en respuesta a su muestra de afecto.

Hydranoid: Siempre estuvimos a su servicio, sin importar nada, maestro… siempre fuimos leales a usted.

Masquerade: Aun así, disculpen mis antiguas acciones egoístas… y lo agradezco. (Rascando el mentón de su Bakugan, haciendo que este moviera sus patas y pareciera que estuviera feliz por la caricia de su amo, haciendo sonreír a los dos jóvenes de manera tierna)

De pronto, un fuerte ruido provenía de la ciudad, más sinceramente, del centro de esta, lo cual, hizo despertar a los presentes de su breve sueño alegre.

Masquerade: Esta batalla aún no termina, aun debemos derrotar a Naga y salvar al mundo.

Hydranoid: Sé que no es el momento… pero jamás creí escuchar esas palabras de usted, maestro.

Masquerade: Ya somos dos (con una gota anime en su cabeza), ¡vamos! El tiempo se agota.

(Esta historia continuara…)


Espero les haya gustado este capítulo, la verdad lo pensé demasiado y puff, está bastante largo, sin embargo, seguramente el siguiente será el final definitivo, así que no pierdan la sintonización.

Sin embargo, si se preguntan porque Hydranoid se quedó con Masquerade, es porque siempre me molesto con la facilidad con la que se fue con Alice en la serie, es decir, literalmente lo asimilo como si nada a pesar de que Masquerade nunca lo trato mal.

Literalmente me vi la serie y yo nunca vi que tratara tan mal Masquerade a Hydranoid… y la verdad si me enfado como fue que se comportó como un traidor en la serie.

Masquerade: Por favor… bájale a tu emoción y pasión 2 rayitas… por tu propio bien, Luna.

Luna: Ok u.u

Un abrazo, y que el maestro Exedra los bendiga. n.n

Masquerade: Espera, ¿Qué?

LunaDarkus.