AU… Historia adaptada y basada en la novela de la autora, Caridad Bravo Adams "Corazón Salvaje" y solo algunos datos de la telenovela Mexicana adaptada por Televisa del mismo nombre de 1993. Rick "El Mercenario" un capitán mercenario dueño de su barco "SKULL"…

INICIOS

La brisa marina llenaba de rocío las palmeras a lo largo de la costa, las olas del mar azotaban las rocas al romperlas, Las costas de un Los Ángeles apenas en crecimiento se llenan los embarcaderos de los navíos de comerciantes en exportación e importación, el pueblo comienza a crecer, ese pueblo colonial de finales del siglo XIX con la moda de Europa, aun con los vestidos largos, comienza tener los beneficios de los avances tecnológicos, como la luz eléctrica, pero en nada se compara con la capital de un país en crecimiento, y esos mismos recuerdos de una vida de glamur, de música, de bailes los tiene una chica que está sentada frente a una enorme ventana mirando hacia la costa sintiendo la brisa marina golpear su rostro, suspira varias veces, esta aburrida se le nota en su rostro y en el trozo de tela que estaba bordando y que prefirió dejar de lado ya que comenzaba a darle sueño, la chica ha venido a parar a Los Ángeles tras la muerte de sus padres y ahora deberá vivir en ese lugar al lado de sus únicos familiares su tía y su prima por parte de su padre el desparecido Almirante Hayes, muerto en batalla hace unos años atrás, frustrada cierra de golpe las puertas de madera y llama a gritos a su sirvienta y dama de compañía, Kim

– "Kim. Kiiiiiim"- grita
– "si niña dígame"- llega corriendo a la habitación secando sus manos
– "estoy aburrida, ¿Qué hacen aquí en este pueblo para divertirse?" - pregunta buscando su sombrero ve a un hombre de ojos azules que la cautiva, aun y con las suplicas de su sirvienta ella se acerca a conocer a ese extraño
– "que bonito barco, ¿Skull? Vaya que peculiar" - dice con una sonrisa coqueta
– "a mí me gusta, y ¿con quién tengo el honor de hablar?" - lanzando la colilla del cigarro
– "soy Minmey, Lynn Minmey" - mostro la mano para que la besara según la costumbre
– "encantado señorita" - besando su mano
– "bueno nos vamos, espero verlo de nuevo" - dice a regañadientes después de que su sirvienta jalara de su vestido
– "por supuesto" - y se aleja de él,

La coquetería hacía imposible que Minmey se mantuviera quieta, gracias a todo lo que Kim pudo averiguar, el Mercenario vivía en una palapa encima de un risco, viajaba surcando el océano a nuevas tierras para compra y venta, incluso también traficaba algunas mercancías, una tarde Minmey siendo acompañada de nuevo por Kim, llegan hasta la palapa en la playa, la pobre Kim después de santiguarse baja la cabeza avergonzada, trata de detener a Minmey pero le fue imposible, el mercenario estaba dándose una ducha apenas cubierto por algunas hojas de palmera. Despacio se acerco a él y le hablo por la espalda, causando lo que ella buscaba y que ningún hombre se podría negar.

Los encuentros se hacían cada vez más y más íntimos entre minmey y el Mercenario al grado de ser conocido entre los marineros como la mujer del Mercenario, ella disfrutaba tanto de la atención como del revuelo que levantaba, de las miradas y sobre todo de sus encuentros nada decentes para la época. Una tarde Minmey decidió jugar con fuego, ignoro por completo al mercenario y no solo eso, lo dejo con la palabra en la boca, y eso al mercenario no le agradaba, él siempre acostumbrado a que las mujeres se acerquen y le rogaran un poco de su atención que ahora no iba a permitir que una condesa cambiara eso, y por supuesto que un día de sus tantos encuentros simplemente le reclamo aunque no logro mucho ya que ambos fueron interrumpidos por Kim quien se llevo corriendo a MInmey ya que su tía y su prima con quienes vivía tras la muerte de sus padres acaban de regresar de su viaje a la hacienda de arreglar unas cosas con la madrina de ambas.
- "Tía que gusto es verte de nuevo, te extrañe mucho, me sentía muy sola en este lugar" – un fuerte abrazo Minmey recibe a su tía y dueña de esa casa, gira a ver a su prima y casi le da un ataque de risa al verla vestida de esa manera - "Ay prima y tu ¿Qué tienes? ¿Por qué vienes vestida así?" - al ver a su prima, Lisa vestida de monja
– "ya lo vez, las cosas cambian" – responde una Lisa triste
– "bueno, de cualquier forma es bueno que estén aquí, ya no me voy aburrir" - dice con una sonrisa
–- "Minmey" - comienza la tía – "ven quiero hablar contigo" - y suben las escaleras dejando a Lisa sola

En la habitación de la Tía, Minmey observa todas las medallas de su difunto tío, el Almirante Hayes, también ve las fotografías de sus tíos el día de su boda, el nacimiento de Lisa, de niña, de ella con ellos, de sus padres, y siente un poco de nostalgia, hay una fotografía de ella, lisa y otro chico a bordo de una carroza y eso da pie a su pregunta
- "¿Por cierto, porque esta vestida como monja Lisa?" se supone que debería estar preparándose para su próxima Boda ¿o no?- pregunta Minmey
- "Minmey tu ¿Te encontraste con Jack Archer, cierto? ¿En la Capital?" - pregunto
- "Si, pero y eso ¿Qué tiene que ver con que Lisa este vestida así?"- insiste
- "Es que, bueno Jack ya regreso, está en Napa con tu Madrina y bueno, ya quiere casarse"- comienza a explicar la situación la Tía, - "Pero resulta ser es que, el, si quiere casarse pero no con ella, si no contigo, rompió el compromiso con Lisa por ti" – dice la tía entre un tono de tristeza
- "¿Conmigo?" – Preguntó Minmey con una sonrisa
- "Si cariño, veras, el, él se enamoro de ti, y pronto vendrá a pedir tu mano" – esperando la respuesta de su sobrina
-De acuerdo pues que mal por Lisa, pero así es la vida" – Responde MInmey conteniendo una risa, se despide de su tía y baja corriendo hasta la habitación de prima.

Lisa terminaba de guardar su ropa cuando siente la mirada de alguien, al girar su vista la ve, en lumbral de la puerta de su habitación a Minmey mirándola con una sonrisa de burla
- "Vaya así que te mandaron al diablo ¿verdad? Prima, yo que tu pensaría en hacerme una limpia, porque con Jack ya van dos, digo si, uno se murió en el mar, pero este, este te mando al diablo" - comenzó
-Por mi está bien, el te quiere y yo, bueno yo quiero ser religiosa- Responde Lisa tratando de contener sus lagrimas e ignorando a Minmey
- Eso, que te le crea el diablo, primita, pero no te preocupes, no diré nada, si te portas bien, claro"- una sonora carcajada suelta Minmey después de salir de su habitación, Lisa corre a la puerta para cerrarla con llave tras de ella, cubre sus ojos y al fin se permite dejar libre todo su dolor.

Lisa Hayes ya había sido golpeada por el dolor, la primera muerte fue con su padre el Almirante Hayes cuando era una niña, después la muerte de su primer prometido en altamar cuando apenas tenía trece años, y por su nivel en la sociedad de condesa y al ser hija de un reconocido Almirante, ella era muy codiciada pero no muy agraciada como ella decía, no se sentía bonita, no era elocuente, no tenia gracia, su madrina hizo el compromiso con Jack Archer hacia unos años atrás pero ahora que el, se había enamorado de su Prima Minmey, había aniquilado toda esperanza de hacer sus sueños realidad, tener un matrimonio, una familia y un marido a quien amar, y que la amaran a ella también. Pero no culpaba a Archer el solo se enamoro de alguien que supo jugar su juego a la perfección, su prima Minmey, ella cautiva a todos los hombres a su alrededor con eso de que le gustaba cantar en todas las fiestas y reuniones, esa prima que sabe coquetear y entretener, su prima que es más bonita que ella.

Cuando Jack fue a casa de ellas a pedir la mano de Minmey a Lisa le revelo que ella jamás seria amada por nadie, pues él, quien había sido su prometido oficial que todos sabían del compromiso, el que anteriormente le había enviado cartas de cariño y respeto en esta ocasión ni siquiera la miro, estaba tan envilecido con Minmey entregando el anillo de compromiso y planeando su boda que ella poco a poco pareció desvanecerse en su hogar quedando solo como un fantasma, y así se sentía Lisa, un fantasma, una muerta en vida que debía sonreír por la felicidad de otros aunque ella deba renunciar a ser feliz, porque ya con esto quedo demostrado su cruel verdad nadie la amaría a ella jamás.

– "hija vamos a salir a la iglesia no tardamos"- Una tarde la madre de Lisa y Minmey llegaron hasta su habitación para avisar de su salida
– "Primita, si puedes recoger mi tiradero te lo agradecería mucho"- triste y frustrada Lisa entra a la habitación de Minmey viendo los vestidos, joyas, y demás cosas, suspira limpiando sus lagrimas. Estaba tan absorta en sus pensamientos que no escucho cuando el ventanal de la terraza se abrió hasta que fue demasiado tarde, sintiendo una mano tocando su hombro haciendo que gritara de terror.
- "¿Minmey?"- Una voz de hombre – tranquila, no le hare daño, por cierto ¿Quién es usted? – pregunto mirando a Lisa
– "no tengo que responderle le rugo que se vaya"- Lisa responde tratando de sonar tranquila y no aterrada por su presencia
– "no sabía que las monjas fueran comadrejas parlanchinas y enojonas" – dijo con su sonrisa cínica
– "no, no voy a tolerar sus estúpidas burlas y si no se va"- tratando de controlar un tono de voz fuerte u seguro en Lisa
– "además nunca había conocido a una tan bonita- Insiste, Lisa estaba tan aterrada y por supuesto que ella sabía quién era él, era el mercenario la persona más peligrosa de todo Los Ángeles
– "soy, soy la criada"- responde tratando de mostrar seguridad pero no lo logro realmente
– "aquí solo hay una, usted debe ser la Prima, ¿Cierto? En fin dígale a Minmey que vine a buscarla y que no me gusta que me hagan esperar, adiós, Comadreja" – Al salir Lisa cerro con violencia la ventana tras de él, estaba asustada y las piezas comenzaban a caer en su cabeza, Minmey tenía una aventura con ese mercenario y debía ser una muy intensa porque ese hombre se atrevió a entrar a su habitación por lo tanto ya lo había hecho, porque ella se lo permitía, así que, era una gran oportunidad tal vez no para recuperar a Archer pero al menos esta vez no se saldría con la suya, esta vez todos conocerían y sabrían quien era realmente Minmey.

Pero las cosas no salen como las planeamos Minmey la descubrió, supo el mercenario que se había encontrado con su prima y la amenazo con que, ella la estaba difamando por celos y mostraría las cartas de amor, poniéndome en evidencia y culpándome de todo, así que, Lisa Hayes guardo silencio y entre las lagrimas y su corazón destrozado y humillada una noche no puede mas y corre hasta el risco más alto cercas de aquel faro, mientras sentía la brisa del mar golpeando su rostro mezclándose con el dolor de sus lagrimas, y ahí frente al inmenso océano tuvo una revelación ¿Para qué vivir? Podría terminar con mi vida como con mi sufrimiento si me lanzaba desde ahí y a nadie le importaría, no habría nadie que llorara por mí. Ni siquiera en estos momentos, me siento tan sola. Lisa pensaba mientras caminaba decidida a la orilla del risco, escuchando como reventaban las olas del mar debajo de sus pies entre esas enormes rocas puntiagudas seria una larga caída pero al caer no habría más dolor, no habría más humillación no habría más, y sus pensamiento regresaron ahora atacando a su propia fe, Dios mío tu me odias, ella lo sabe, y se burla en mi cara, ¿Por qué tenía que verla en la capital? ¿Por qué se conocieron? ¿Por qué se enamoro de ella? Y me olvido a mí, ¿Qué es lo que tiene Minmey que yo no tenga? ¿Por qué todos la aman a ella? Si tu destino para mi, es que me quede sola, no lo acepto señor, merezco a alguien que me ame, a mi por lo que soy ¿o no? Estaba tan sumergida en sus pensamientos, de estar con papa, y con Carl su primer amor, nadie notaria su muerte, cerrando los ojos con fuerza una decidida Lisa da otro paso al frente, después otro y antes de dar el ultimo un fuerte agarre en su brazo la hace reaccionar

- "¿Qué le pasa Santa Lisa?"- al escuchar la voz del mercenario reacciona y se arrepiente de lo que estaba a punto de hacer
- "¿Cómo se atreve?" - Reclama asustada al saber que estaba a medio paso de caer al vacío
– "solo impedí que se matara, aunque la verdad no sé porque lo hice" - Responde un arrogante Hunter
– "es usted un patán"- responde muy molesta y asustada Lisa
– "dicen que es pecado tener mal genio hermana" - esa sonrisa cínica de ese hombre hace enfurecer mas a Lisa
–"retírese, su presencia me repugna"- responde ahora una altanera Lisa
– "le repugna ¿Por qué? ¿Por qué soy pobre, mal vestido?"- respondió más molesto, - "esa es la caridad Cristiana que su religión pregona, hermana" - con una sonrisa sínica, Lisa trata de caminar alejándose de el, pero la toma de su brazo obligándola a que lo vea a los ojos.
– "déjeme pasar, mire que si se atreve" - ahora esta mas asustada no por caer, si no porque ese hombre pudiera lastimarla
- "¿a propasarme con usted?" - soltó una risa – "por Dios Santa Lisa, usted no tentaría ni aun ermitaño" - Rick logro ver en Lisa que bajo la mirada triste y muy lastimada por aquellas palabras y recordó que estaba por suicidarse, ahora su semblante cambio, incluso su tono de voz – "perdón, lo siento, no debía, lo lamento"- Se disculpo tratando de ver de nuevo esos ojos verdes, pero ella solo bajo la mirada
– "no, no se preocupe, gracias y buenas noches"- Lisa se aleja a toda prisa hasta llegar a su casa encerrándose en su habitación.

Rick regresa a la palapa después de ese encuentro con Lisa Hayes y por primera vez sintió una extraña punzada en su pecho, le dio ternura esa mujer, tan bonita pero tan triste y vacía, cierra sus ojos con la imagen de unos ojos verdes en sus recuerdos…