¡Hola!

Confieso que esto no era lo siguiente que iba a subir, pero anoche me sentía un poco mal por una situación con mi mejor amiga (a la hora que estoy publicando esto, aparentemente estamos mejor) y pensé en exteriorizar(?) mi sentir a través de Giyuu... pero nah, al final no quise revolcarnos tanto en la tristeza y terminé animándolo, porque animándolo me animo yo jajajajaja.

Espero que a alguien le guste esto y solo quiero mencionar que Kimetsu no yaiba y sus personajes le pertenecen a la genial pero malvada Gotouge-sensei. (¿Alguien ya leyó el 184? Aparte de lo obvio, no esperaba que me doliera lo otro que hizo ;_; o sea, hirió mi corazón dos veces en el mismo capítulo ;_;)

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Tres regalos

Esa mañana Giyuu tomó nota de la fecha que marcaba el calendario. Decidió que, aunque sabía que no ocurriría nada especial y no tenía caso hacerlo, pensaría en el significado de ese día por un momento sólo para honrar la cariñosa disposición de su hermana.

Habían perdido a sus padres a tan temprana edad, que Giyuu prácticamente no los recordaba, Tsutako sería siempre su figura materna. Ella lo conocía bien y cada año prepararía con diligencia sus comidas favoritas, la que él más esperaba era la cena: el delicioso daikon con salmón, que aun en la actualidad, nunca fallaba en subirle el ánimo sin importar que tan duro hubiera sido el día.

Si Tsutako estuviera con vida, habría escuchado sus caprichos durante todo el día (en la medida que sus condiciones económicas lo permitiesen, pero Giyuu había aprendido desde temprana edad a no ser muy exigente), lo llenaría de bocadillos y después de la cena, le habría entregado tres regalos.

Cuando era más joven simplemente le emocionaba la idea de recibir tantos obsequios, pero a medida que iba creciendo, comprendió su significado: uno era de parte de su hermana, los otros dos eran de parte de sus padres, ella quería que Giyuu sintiera de algún modo el amor de toda la familia. Aunque no recordaba casi nada de ellos, los amó solo para complacerla. En la actualidad la amaba y lamentaba aún más su muerte (a causa suya) por esa bondad.

El cuervo graznó una nueva misión, sacándolo de sus pensamientos, lo cual fue una suerte, porque empezaba a deprimirse. Era mejor tener trabajo, mucho trabajo para distraerse. Además, mientras más trabajara, más hermanos podrían estar juntos para celebrarse entre sí.

La misión no le había tomado tanto tiempo como le habría gustado, pues el día aún no terminaba cuando entró al pueblo. Pensando en algo que lo mantuviera ocupado, decidió que era buen momento para ir por el chequeo anual que llevaba meses evitando, de igual manera ya Kochou empezaba a impacientarse y la última vez había amenazado con sedarlo para realizárselo. Y definitivamente no quería estar inconsciente o paralizado a la merced de un pilar del insecto furioso.

Sin embargo, al entrar al lugar, se encontró con Tanjiro.

– ¡Oh! ¡Tomioka-san! ¡Hola! ¿Regresas de una misión? – lo saludó contento el muchacho. Giyuu se limitó a asentir - ¿estas herido? – preguntó tras un momento, luciendo un poco preocupado. El pilar del agua pensó que no merecía tal consideración, así que decidió explicarse.

– Solo vengo por un chequeo, no estoy herido.

– Que bien… - Tanjiro suspiró aliviado – entonces creo que no interrumpo algo urgente ¿verdad?

– ¿Necesitas algo? – preguntó intrigado.

Tanjiro le pidió que entraran a la sombra de la casa y ahí, le pidió a Nezuko que saliera de su caja. La chica demonio tuvo algunas dificultades que al principio Giyuu supuso se debía a que en ese momento el tamaño de sus ropas excedía por mucho el de su cuerpo. Pero la verdadera causa resulto ser un par de paquetes que resguardaba con mucho cuidado. Intentó entregárselos a su hermano, pero él le devolvió uno.

– No, no, Nezuko, hay que hacerlo juntos, a la de tres ¿sí? – la menor de los Kamado asintió – un, dos, tres, ¡Feliz cumpleaños, Tomioka-san! – ambos hermanos extendieron los brazos hacia él al mismo tiempo, entregándole los regalos. Y aunque Nezuko aún mordía el "bozal" de bambú que le había hecho hace ya tanto tiempo, comprendió que también esbozaba una sonrisa igual de amplia que la de su hermano.

Giyuu abrió los ojos como platos y se quedó observándolos en silencio, estaba seguro de que no quedaba nadie en el mundo que recordara ese detalle y aun así…

– Este es de parte de nosotros – comenzó a explicar Tanjiro mientras señalaba el regalo que sostenía una confundida Nezuko, empezaba a ponerle un poco nervioso el silencio del festejado – y este – señaló el paquete que sostenía – es de parte de Urokodaki-san, me comentó que como nunca pasas por allá no puede hacer más que enviarte cartas de felicitación, y como lo visité durante una misión, me encargó que te lo entregara… aaamm… ¿Tomioka-san? ¿acaso hicimos algo malo?

– No te preocupes, Tanjiro-kun, solo lo rompiste un poco – el pilar del insecto apareció desde detrás de Giyuu – pero al igual que algunas modernidades, vuelve a funcionar si les das un pequeño golpe – Tanjiro temió que realmente fuera a golpear a su colega, pero Shinobu se limitó a pincharle la mejilla. Con un pequeño sobresalto, el pilar del agua parpadeó y pareció volver en si - ¿lo ven? – sonrió Kochou.

– Lo siento, Tanjiro, Nezuko – por primera vez en mucho tiempo, Giyuu se disculpó de manera precipitada. Luego respiró para recuperar su usual calma y extender las manos para recibir los regalos – l-les agradezco.

Su tartamudeo, claramente a causa de lo desacostumbrado que estaba a esa situación, hizo que Shinobu riera, mientras que Tanjiro y Nezuko sonrieron contentos. Lamentablemente no pudieron quedarse mucho tiempo más, pues el cuervo del mayor de los Kamado llegó con nuevas órdenes. Con torpeza, y no exento de sentimiento de culpa, Giyuu les pidió que también le agradecieran a su maestro de su parte.

– Tomioka-san ¿no estas contento? – preguntó Kochou. Acababan de entrar al consultorio para empezar el chequeo.

– Lo estoy – aseguró el pilar del agua.

– ¿Entonces por qué tienes ese aire de insatisfacción? – Shinobu hizo una pausa mientras Giyuu dejaba los regalos en un rincón de la mesa y se quitaba el haori y la chaqueta - ¿podría ser que esperabas un regalo de alguien en específico? – inquirió con tono aparentemente juguetón. Tomioka negó con la cabeza mientras tomaba asiento – Entonces ¿podrías explicarme que pasa? Estamos entre colegas ¿no?

El pilar del agua tenía varias razones para no querer hablar demasiado con ella, pero decidió que al menos en este tema, podía expresarse libremente, después de todo, tocaba el único tema del que Shinobu no se burlaba.

– Esta mañana estaba recordando como mi hermana solía celebrar mi cumpleaños – como esperaba, la mirada de Kochou se volvió comprensiva – ella… - hizo una pausa y luego negó con la cabeza – olvídalo, solo estoy siendo egoísta.

– Tomioka-san – Shinobu posó su mano sobre la de él, Giyuu la miró sorprendido y ella ensanchó su sonrisa – no hay necesidad de contenerse, te escucharé por hoy.

Giyuu suspiró y fijó su vista en un punto en la pared.

– Tsutako-nee-san solía… preparar tres regalos… - volvió a suspirar – me las arreglé para conseguir dos…

– Así que no estas contento porque te hace falta un regalo – concluyó el pilar del insecto, luego agregó divertida – no esperaba esta clase de comportamiento infantil de tu parte, Tomioka-san.

El pilar del agua suspiró exasperado y se negó a hacer contacto visual con ella, ya se sentía bastante avergonzado por tener tales sentimientos egoístas e infantiles sin que se los señalaran. ¿Por qué no podía simplemente estar agradecido por lo que ya había recibido? Incluso los regalos que había recibido eran de parte de tres personas que, aunque nunca lo admitiría en voz alta, encajaban perfectamente en el rol de "padre" y "hermanos".

Para colmo, algunos músculos de su rostro temblaban deseosos de contraerse en un puchero digno del niño más mimado. Provocando que, una vez más, Kochou riera.

Lo que él no sabía, era que a Shinobu también le habría gustado prepararle algún obsequio, pero lamentablemente había sido una semana demasiado ocupada y ni siquiera había tenido tiempo de pensar en algo en específico. A decir verdad, en su interior, la revelación de que su obsequio habría sido bienvenido, aún si solo fuera porque completaba un pequeño ritual familiar (lo cual realmente no le molestaba), no había hecho más que aumentar su frustración.

Sin embargo, el ver como Giyuu luchaba por reaccionar y comportarse como el adulto que era, de algún modo le dio una idea.

– Bueno, en ese caso, Tomioka-san ¿estarás satisfecho con esto como tercer obsequio?

Giyuu le dirigió una mirada interrogante, y antes de que pudiese captar su propósito, Shinobu se levantó de su silla y acercó a él para plantarle un beso en la mejilla, casi en la comisura de sus labios. Tuvo la satisfacción de ver como los profundos ojos azules de Tomioka se abrían a más no poder y como un perfectamente visible sonrojo adornaba su rostro, que estaba congelado en una expresión de sorpresa.

– Ara~ ¿volví a romperte, Tomioka-san? – dijo en tono de broma mientras cubría sus labios y su propio rubor tras su mano envuelta en el haori de su hermana – supongo que tendré que empezar el chequeo de esta forma… ah, pero por favor, no olvides que dentro de dos semanas será mi cumpleaños, espero un regalo de tu parte~

Shinobu no esperaba respuesta alguna por parte del pilar del agua, al menos por un tiempo, y estaba segura de que no hablaría de su "obsequio", así que empezó con su trabajo. Sin embargo, no pudo evitar curvar sus labios con verdadera satisfacción e incluso felicidad, cuando Giyuu torpemente y en voz tan baja que apenas si pudo escucharle, murmuró un "gracias" y prometió encontrar un obsequio para ella.

Giyuu pensó que Kochou había roto la "tradición" que había intentado completar, pues no encajaba en el restante rol de madre para nada y, además, no había completado tres regalos, sino cuatro. Pues, su beso y esa sonrisa verdadera perdurarían en su memoria por mucho tiempo.

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Claro que iba a meter algo de GiyuShino para animarme :vvv por si alguien se lo pregunta, aquí no son pareja... creo que podría decirse que ya se gustan, pero ninguno se ha decidido a confesarse ni nada.

Nos leemos~