RETO FICKTOBER
Día 1: Fiebre
Personaje: Kurumi Allen
-¿Por qué hay tanto escándalo? - Preguntó una Kurumi de 15 años llegando al Castillo, mirando cómo todos los sirvientes iban de un lado a otro apresurados mientras que Gash caminaba en círculos en el Gran salón con su corona ladeada.
-¡¿Unu?! ¡Kurumi-chan, llegaste! - Exclamó Gash con voz aliviada mientras corría a abrazar a la pelinegra.
-¿Qué ocurre, Gash? - Preguntó confundida ante todo el ajetreo en el castillo. - ¿Por qué hay tanto alboroto? -
-Mañana es el festival del aniversario del Reino. - Comenzó a explicar Gash, aunque la pelinegra lo sabía desde tiempo atrás, pues llevaban haciendo los preparativos desde casi 4 meses antes. - Pero todo se retrasó y ahora estamos intentando resolverlo. -
-¿A qué te refieres con que todo se retrasó? Si Zeon estuvo trabajando en los preparativos desde hace meses, yo misma le ayudé con ellos. - Respondió confundida ante lo que sucedía, no entendía nada.
-¡Es primavera Kurumi-chan! - Exclamó Gash tomándola de los hombros mientras la zarandeaba exasperado. - ¡¿Sabes lo que eso significa?! -
-Hay no… - Murmuró Kurumi entendiendo el asunto. - ¡Iré a verlo! - Exclamó Kurumi comenzando a correr hacia la habitación de Zeon, pero se regresó por unos momentos a acomodar la corona de Gash que estaba a poco de caer al suelo.
Kurumi se dirigió a toda prisa a la habitación de Zeon, los pasillos cercanos a ella estaban totalmente desolados, pero después de recordar la fecha no le extrañó que todos estuvieran lo más lejos posible de la habitación del peligris. Se paró frente a la gran puerta de los aposentos del príncipe y el aura que sentía provenir desde adentro la hizo tragar saliva en seco, podía incluso ver un humo negro emitirse desde el interior de la habitación. La Allen menor soltó un suspiro resignada y tocó tres veces la puerta antes de entrar, sabía que jamás recibiría una respuesta del Bell mayor, por lo que decidió entrar sin más.
-Zeon, ya volví. - Anunció cerrando la puerta, un olor a muerte la hizo poner una cara de asco y después dirigió su mirada a la enorme cama del príncipe que tenía abajo las cortinas que la adornaban alrededor. - ¿Estás bien? -
-¿Qué tan estúpida tienes que estar para preguntar eso? - Preguntó la voz de Zeon que sonaba con más agresividad e irritación que de costumbre.
-Tarado. - Murmuró Kurumi en voz baja antes de caminar hacia la cama del chico.
-No vengas. - Interrumpió Zeon, quien podía ver a la chica a través de las cortinas que cubrían su cama. - Te enfermaras también. -
-Zeon, aquí el único que se enferma en primavera eres tú. - Respondió Kurumi rodando los ojos. - Odias tanto el color y las cosas lindas que te enfermas a muerte. - Dijo sin más mientras se encogía de hombros.
-Si pudiera usar mis poderes ya estarías más que muerta, sirvienta. - Reprochó el príncipe con su voz llena de muerte segura, lo que hizo que Kurumi se estremeciera.
-¿Qué pasó con los preparativos? - Preguntó directamente buscando una silla para llevarla cerca del chico. - Todos están como locos allá abajo. -
-Argh, vete al demonio. - Maldijo Zeon dándole la espalda a la chica que se había sentado al lado derecho de su cama en una silla.
-Trabajamos meses en los preparativos de mañana, ¿por qué todos están vueltos locos cuando sólo me fui a Saika a checar unas cosas por 2 semanas? -
-Los perdí… - Murmuró Zeon sintiendo vergüenza de sí mismo, Kurumi era quizá la única persona con la que podía ser sincero, ni siquiera con Gash llegaba a tener tal confianza. - Los permisos, las requisiciones, los listados…todo. -
-¡¿Qué?! - Gritó poniéndose de pie sin poderlo creer. - ¡¿Cómo que perdiste todo?! ¡ERES ZEON, JAMÁS PIERDES NADA! - Exclamó sin comprender cómo el chico que prácticamente llevaba todo el trabajo de papeleo de Gash como rey y el suyo como general hubiera perdido meses de trabajo.
-No grites, me duele la cabeza, idiota. - Replicó Zeon poniendo una mano en su frente de la que escurrían pequeñas gotas de sudor. - Me desmayé en un instante y cuando recuperé el conocimiento todo se había quemado, supongo que antes de caer al sueño tiré por accidente las velas sobre los papeles. - Explicó Zeon sintiéndose torpe. - Maldita sea…odio esta época del año. -
-Hay Zeon… - Murmuró Kurumi entendiendo el asunto, ahora sabía por qué todos corrían sin orientación tratando de organizar en un día lo que a ellos le habían llevado meses. La pelinegra suspiró y se sentó en el borde de la cama mientras ponía su mano sobre el hombro de Zeon, pero este la repelió dándole un golpe con su mano.
-Vete, lo que menos quiero es tu lástima. - Dijo Zeon sin verla, esta vez su voz no tenía ese tono de cólera, sino uno de remordimiento y al mismo tiempo de ira contra él mismo. - No necesito que nadie venga a decirme cosas estúpidas como "no te sientas mal" o "no es tu culpa". -
-Sí, es tu culpa que Gash y todos tengan mucho trabajo por hacer, mis desveladas de los últimos meses fueron prácticamente en vano y hoy deberé hacer todo de nuevo en menos de un día porque sé que Gash no tiene ni la menor idea de lo que hace. - Respondió Kurumi directamente, después soltó una risita y puso su mano sobre los cabellos plateados de Zeon. - No estoy enojada contigo y sé que los demás tampoco, no fue tu culpa recaer en esta fecha. -
-Me siento de lo peor y ni siquiera sé si es por la fiebre o por estar aquí sin poder hacer nada. - Murmuró Zeon golpeándose la frente con la mano, pero casi al instante sintió como la pelinegra se recostaba con cuidado dejando caer su cabeza sobre el hombro del príncipe. El gemelo Bell mayor sintió un escalofrío recorrer su cuerpo y no pudo evitar que su corazón se acelerara ligeramente. - ¿Y exactamente qué crees que haces, plebeya? No me toques. -
-El glorioso y arrogante príncipe del Makai tiene fiebre y por ende no puede emitir energía demoníaca, así que hoy no te tengo miedo. - Respondió ella con victoria mientras esbozaba una sonrisa pícara. - ¿Ya has tomado tu medicina? -
-No tomaré nada, una fiebre no me matará. - Replicó mientras la empujaba. - Y aléjate que te robas mi oxígeno. -
-Maldito amargado. - Bufó Kurumi mientras se ponía de pie. - Todavía que vengo a verte aunque aquí apeste a muerto y esté todo lleno de esa aura negativa. -
-Nadie te tiene aquí, su. - Dijo haciendo un ademán con su mano indicándole que se fuera.
-Bien, me voy. - Respondió Kurumi indignada caminando hacia la salida. - No debes salir en ese estado, me quedaré a ayudar a Gash con los preparativos y estos 3 días del festival lo acompañaré en tu lugar, estaré ocupada, así que no podré venir a visitarte hasta dentro de una semana. - Explicó mirándolo de reojo, esperaba una respuesta en específico por parte del príncipe, pero sabía que él no lo diría jamás.
-Mejor para mí, fuera. - Fue todo lo que dijo Zeon dándole la espalda a Kurumi, quien soltó un suspiro.
-Hasta luego. - Dijo Kurumi despidiéndose algo decaída mientras salía del cuarto.
-Estúpida fiebre… - Murmuró Zeon sentándose en la cama mientras checaba su frente que efectivamente seguía hirviendo. - Si hubiera sido rey, habría eliminado esta maldita estación. - Dijo frustrado mientras miraba por la ventana como Gash y Kurumi corrían hacia A-Su y otros mamodos comenzando a discutir lo que faltaba por hacer. Zeon hizo una mueca de disgusto y golpeó la ventana con su puño mientras maldecía internamente. - Lo siento… - Murmuró con su voz ahogada, se sentía culpable de que Gash y Kurumi tuvieran que hacer todo solos un día antes del aniversario, y sobre todo de saber que había hecho que la Allen menor se desvelara trabajando con él en esos preparativos cuando ella tenía demasiado trabajo restaurando el reino de Saika después de los años que había estado sin general.
[...]
Zeon abrió sus ojos. Era de noche y no sabía en qué momento se había quedado dormido, sentía demasiado frío por la fiebre y porque se había quedado dormido en una silla a un lado de la ventana. Comenzó a escuchar ruidos en la habitación de al lado, por lo que salió de su cuarto y se asomó a la habitación, viendo cómo Gash y Kurumi seguían llenando papeles uno tras otro mientras bebían café.
-Kurumi-chan, ¿terminaste con los permisos? - Preguntó el rey mirando a la chica.
-Ya casi. - Respondió la pelinegra rascando sus ojos mientras bostezaba. - ¿Ya tienes las requisiciones? -
-Unu, las terminé. - Respondió Gash dándole un sorbo a su café. - Aunque nos tocará ir a hacer las compras a nosotros…ya no hubo tiempo de hacer los pedidos. -
-Tranquilo, hablaré con Puki-chan, Yu-chan, Shi-chan y Tio para que me ayuden con esto. - Respondió Kurumi sonriendo. - Me encargaré de todo, tranquilo, tú solamente dedícate a cumplir con tu parte. -
-Unu… Me siento culpable de que tengas que hacer esto después de lo que pasó en tu reino. - Dijo Gash con voz decaída.
-Tranquilo. - Respondió ella palmeando la cabeza de Gash. - Soy la acompañante de Zeon, así que es mi deber cumplir con sus tareas mientras él esté moribundo en su cuarto. -
-Es gracioso que se enferme en esta época del año. - Dijo Gash con una risita.
-Lo sé, solamente a él le da fiebre en primavera. - Apoyó Kurumi mientras vagos recuerdos venían a su mente. - Aunque este año le llegó antes de lo previsto, por lo general se enferma después del festival. -
-Unu. - Asintió Gash mientras un bostezo lo atacaba. - Supongo que el cansancio de los últimos meses hizo que sus defensas bajaran y se enfermara antes. -
-Tal vez, estuvo trabajando muy duro después de todo. - Respondió Kurumi tomando un poco de su café. - Zeon es increíble después de todo… Durante estos meses se la pasó desvelándose para terminar esos preparativos mientras en el día continuaba con sus entrenamientos diarios y sus trabajos como general, me sorprende que su poder demoníaco diera para tanto a pesar de que prácticamente no descansó nada. -
-Unu. - Asintió Gash apoyando a Kurumi. - También me ayudaba con algunas cosas para que yo pudiera descansar, aunque no lo aparente, Zeon es muy bueno. -
Kurumi asintió. - Así es. - Respondió con una sonrisa. - Por eso debemos dejar de perder el tiempo y terminar todo esto antes de que amanezca, así él podrá descansar sin preocupaciones. -
-¡Unu! - Asintió Gash mientras tomaba otra pila de papeles y comenzaba a llenarlos.
Zeon se quedó en el umbral de la puerta unos segundos viendo cómo las dos personas más importantes para él intentaban con esfuerzo terminar lo que él había perdido. Sabía que Kurumi tenía la capacidad, pero le sorprendía ver a Gash tan centrado en terminar de leer, firmar y llenar aquellas enormes pilas de papeles solamente para que él pudiera descansar. Una sonrisa se formó en sus labios y decidió regresar a su habitación, encerrándose nuevamente y yéndose a recostar en su cama, la cual se había enfriado en ese rato que había salido de ella.
-Tontos. - Murmuró Zeon mirando por la ventana mientras tocaba su frente con su mano izquierda. - Estúpida fiebre… - Bufó mientras se daba la vuelta para quedar boca arriba, el sueño lentamente comenzó a vencerlo y decidió que lo mejor era dormir esa noche, tenía que vencer aquella fiebre si quería ayudar a su hermano en el festival como todos los años lo había hecho desde que Gash se había vuelto rey.
Esa noche por alguna extraña razón soñó. Pero no era un sueño ordinario, sino más bien como una película llena de recuerdos. Primero comenzó con el día en que descubrió que tenía un hermano gemelo menor, después la imagen cambió al día en que encontró a Kurumi al borde de la muerte en el jardín trasero del Castillo, luego siguió el día que peleó contra Gash y Kurumi dentro de Faudo, las imágenes cambiaron drásticamente al día en que Gash regresó al Makai y le dio la noticia de que Kurumi había desaparecido, después de eso vino el día en que encontró a Kurumi nuevamente en una de las calles del tercer nivel sin recuerdos. El sueño concluyó en el día que escuchó de Gash que Kurumi lo había besado y le había declarado su amor al rubio momentos antes de ir a pelear contra él, ante aquél recuerdo el príncipe abrió sus ojos violetas y se sentó en la cama, aunque las cortinas estaban cerradas podía ver con claridad la luz del día que asomaba por debajo de ellas. Rascó sus ojos y vio cómo un pañuelo húmedo caía desde su frente, confundido al no saber cómo había llegado eso ahí.
Giró su cabeza a su izquierda y se sorprendió de ver a Kurumi recostada sobre el borde de la cama profundamente dormida, en sus ojos estaban marcadas unas enormes ojeras negras y sus mejillas tenían un leve sonrojo marcado en ellas. Zeon se sorprendió de verla, ¿cuánto tiempo llevaba ella ahí? Se suponía que ella se iría con Gash a la inauguración del festival en su lugar, ¿qué hacía entonces dormida a un lado de su cama?
-Oe, Kurumi. - La llamó mirándola fijamente mientras tocaba el hombro de la pelinegra para moverla. - Despierta ya, floja. -
-Mmm… - Murmuró Kurumi abriendo lentamente sus ojos dorados que claramente reflejaban cansancio, la chica se estiró mientras bostezaba y dirigía su mirada hacia el príncipe. - Buenos días, Zeon. -
-¿Cuál buenos días? ¿No se supone que debías estar con Gash en la ceremonia de inauguración? - Preguntó intentando sonar molesto, aunque en realidad se sentía ligeramente feliz de saber que ella estaba ahí con él, pero jamás lo demostraría, jamás.
-Le pedí a Puki-chan que fuera con él. - Respondió Kurumi rascando sus ojos. - Te estabas quejando dormido en la madrugada, así que decidí quedarme aquí contigo. - Explicó sonriendo dulcemente. - ¿Te sientes mejor? -
-Eso no importa. - Interrumpió mientras soltaba un suspiro resignado. - Te dije que te fueras tonta, ahora también estás enferma. - Afirmó mirando como Kurumi intentaba lucir fresca, pero en realidad estaba jadeando levemente mientras el sonrojo en sus mejillas se intensificaba. - Acuéstate, boba, no seré responsable si te desmayas porque te dejaré ahí tirada. -
-Maldito insensible. - Murmuró Kurumi recostándose a un lado de Zeon, quien la miró con una ceja arqueada.
-¿Habiendo TANTO espacio, te vienes a robar mi oxígeno? - Preguntó mirándola mientras cruzaba los brazos.
-Nunca dijiste que no podía hacerlo. - Respondió con victoria mientras soltaba una risita. - Y sigues sin poder demoníaco, así que no me puedes hacer nada. -
-Tsk, plebeya igualada. - Murmuró recostándose dándole la espalda a Kurumi, quien soltó otra risita divertida.
-También te quiero, Zeon. - Respondió Kurumi sorprendiendo al príncipe. - Yo siempre te voy a querer. - Confesó abrazándolo por la espalda mientras que Zeon se sonrojaba.
El príncipe no pudo evitar sentirse acelerado, pero a la vez sintió una punzada en el corazón al recordar que Kurumi…
-Pero no de la forma en que quieres a Gash. - Murmuró mientras apretaba sus puños, sin molestarse en verla a la cara.
-Gash es Gash, Zeon es Zeon. - Respondió Kurumi mientras se aferraba más a él. - A cada uno lo quiero de una manera diferente. -
-Lo sé. - Respondió Zeon. - "Maldita fiebre, la odio…" - Pensó odiándose a sí mismo por ser débil en esa época del año, odiaba a la fiebre por hacerlo decir las estupideces que jamás diría y odiaba a Kurumi por hacerlo sentir de esa manera. Cada año era lo mismo, por ello se encerraba en su habitación para evitar decir algo que no debiera por la debilidad de la fiebre. Pero esta vez no podía huir. - Somos totalmente diferentes, por eso amas a Gash supongo, él es muy diferente a mí. -
Kurumi negó con la cabeza. - Zeon puede ser frío y no mostrar sus sentimientos, pero los tiene. - Respondió Kurumi con una sonrisa. - Zeon, eres muy preciado para mí, te debo la vida, me has salvado muchas veces y siempre estás ahí para mí cuando lo necesito, jamás me haz apartado de tu lado a pesar de que te he abandonado muchas veces… Zeon es alguien de admirar. - Dijo dándole un beso en la mejilla, sorprendiendo al mamodo. - Así que no me importa estar enferma si puedo cuidar de ti, porque prefiero estar aquí contigo que allá afuera con Gash. -
Aquellas palabras fue la gota que derramó el vaso. No pudo contenerse más y se giró bruscamente para tomar a Kurumi de la cintura y besarla con profundidad mientras subía a la chica sobre su pecho. La pelinegra se sorprendió de esta acción, el príncipe esperaba ser repelido en cualquier momento por la Allen, pero en lugar de eso recibió un beso correspondido mientras la chica apoyaba sus manos en el pecho del peligris. Ambos se separaron cuando sintieron que les faltaba el aire, y cuando sus labios se distanciaron unos centímetros se miraron fijamente a los ojos con sus rostros sonrojados tanto por la fiebre como por lo que acababa de pasar. Ninguno emitió palabra alguna con su voz, todo lo que tenían que decir se lo estaban diciendo con las miradas.
-Siempre te he querido. - Dijo Zeon rompiendo El silencio finalmente, si ya había cedido ante la fiebre, ¿qué más daba el decirlo todo de una vez? Igual borraría la memoria de Kurumi al final del día para que no recordara las cursilerías que estaba a punto de decir. - Eres torpe, ingenua y llorona, te preocupas por todo el mundo pero jamás te preocupas por ti misma, siempre te pones en peligro y tengo que ir a rescatarte, de verdad a veces eres una molestia. - Dijo mientras le acariciaba el cabello con sutileza. - Pero…agradezco que te hayas quedado conmigo, desde que éramos unos niños. - Continuó mientras apoyaba su frente en la de ella. - Realmente…me hiciste muy feliz. - Dijo mientras se sonrojaba nuevamente. - Gracias por haberte quedado conmigo hoy. -
-Zeon. - Lo llamó Kurumi con sutileza haciendo que el príncipe la mirara fijamente, luego ella le dio un beso en los labios sorprendiendo al chico. - Te amo. - Dijo separándose un poco de sus labios antes de volver a besarlo, esta vez con más intensidad que en la primera.
Zeon la abrazó de la cintura y respondió al beso de la pelinegra, sintiendo por primera vez una calidez que jamás había sentido antes. Y esa vez, sólo por esa vez, Zeon le agradecía a Dios que ese año la fiebre hubiera llegado antes de lo usual.
Ahora se debatía internamente en sí borrar la memoria de Kurumi o amenazarla de muerte para que jamás dijera lo que había dicho él una vez que regresara su energía demoníaca. Porque él era el príncipe del Makai y el general de Makoku, no permitiría que las cursilerías dichas un día de fiebre arruinaran su imagen ante los demás.
Pero eso sería después, porque ahora solo disfrutaría del momento con Kurumi bajo la excusa de tener que quedarse en cama juntos hasta que la fiebre desapareciera.
¡YAHALLO! xHimemikoYukix aquí~
Aquí yacen los 30 días del reto ficktober que creé con diferentes OCs mías. ¡Que lo disfruten!
¡NOS LEEMOS!