Mujer
Resumen: La humanidad siempre le había dado curiosidad, es decir, por ellos había sido mandado a la Tierra, luego de les diera su espada, siendo que siempre le daban curiosidad sus historias.
Disclairmer: Good Omens me pertenece ~
Esta historia pertenece a una serie que escribiré para el Fictober de la página "Retos Randoms de Randoms Fandoms", utilizando las palabras de la lista. La sexta palabra es "Mujer", así que aquí está la historia ~
Capitulo único
Mujer
Por Amelia Badguy
500 palabras según Word
Sí había algo que aquel ángel nunca había comprendido, en sus más de seis mil años en la Tierra, desde que había ayudado a Adán y a Eva a salir del jardín del Edén, es por qué la humanidad pensaba que Dios —o lo que fuera el ser divino que los había creado en su defecto— era de sexo masculino, nunca acababa de entender aquello.
Es decir, a todas luces, quién hubiera escuchado su voz, podía decir que era una mujer, no podía imaginarla exactamente, pero bueno era ella, después de todo, quién hacía todas las cosas.
Pero eso no era únicamente aplicado a Dios, después de todo el arcángel Miguel, uno de los seres con más rango en el cielo, también ocupaba un cuerpo femenino y Beelzebub, uno de los señores del infierno, también ocupaba un cuerpo femenino en su forma corpórea, por decirlo de alguna forma.
Siempre le había dado curiosidad aquello, que los humanos dividieran los sexos de esa manera en que parecía casi imposible en realidad que una mujer pudiera lograr demasiado cosas.
Él mismo había hecho pequeños milagros siempre por las mujeres, aunque ellas dieran muchas cosas realmente, siendo que únicamente suspiraba en algunas situaciones, cuando estaba ocurriendo algo que no era de su agrado.
Las brujas habían sido quemadas únicamente por ser mujeres, aunque algunas tenían grandes poderes, como la misma bruja que había escrito aquel libro de augurios, que los había ayudado a la hora de enfrentar el juicio del cielo y del infierno en realidad.
La misma Anatema había ayudado en el fin del mundo, a parar aquel demencial plan que tenían el cielo y el infierno. Él siempre había conocido mujeres valientes, como Cleopatra o la misma María, que había visto sufriendo como clavaban a su hijo en la cruz o la madre de Moisés, que por salvarlo había llevado a su hijo al río, esperando únicamente que este tuviera un mejor final que si descubrían que era un esclavo hebreo.
Los humanos eran cosas que aún no entendía del todo, aunque tenía una gran fascinación por ellos, después de haber vivido tanto tiempo a su lado no podía evitarlo, los humanos eran algo que llamaban demasiado su atención, desde que a los primeros les había dado su espada en llamas, para que pudieran protegerse de ese nuevo mundo al que habían salido.
Pero nunca podría comprender aquella gran diferencia que hacían entre hombres y mujeres, ¿quizás era algo biológico? ¿qué afectaba a la mente de los varones?, no era algo que pudiera entender con facilidad, pero bueno, las cosas estaban cambiando en el último tiempo, habían detenido el Apocalipsis, el cielo y el infierno deberían buscar otra manera de golpearse el uno con el otro, pero ahora ellos estaban en paz y podía seguir observando las distintas formas de vivir de los humanos, pero por sobre todo disfrutando de la comida que ellos hacían en realidad, que era algo muy importante que los humanos tenían, claro, junto con su libertad.