Disclaimer: applied.

No estoy participando realmente en el Fictober 2019 que está realizado la página retos randoms de randoms fandoms, pero me inspiré en algunos de sus prompts.

Este el 1° prompt: nephilim.


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NEPHILIM

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—¿Nephilim? —La voz de Marisol no era incrédula, más bien cautelosa, tensa— ¿Cómo esos seres mitad ángeles, mitad humanos?

El hombre entrecerró los ojos con cierta condescendencia, y le corrigió.

—Ciertamente descendemos de la sangre de los ángeles.

No era lo mismo, entendió ella, pero ¿importaba? Estaba en el patio del orfanato, sentada en una banca, muerta de frío y sola, lejos del resto de niños que jugaban o se reunían para conversar. Nadie más veía a aquel hombre, solo ella, y creían que estaba loca.

—¿Qué quiere de mí?

—Tu lealtad —la respuesta fue automática y severa. No había bromas ni exageraciones.

¿Lealtad? Marisol no entendió, ¿qué clase persona pedía lealtad? Vivía en un mundo donde el amor, el odio y la amistad eran primordiales. Lealtad era una palabra que le recordaba a los cuentos medievales, llenos de príncipes, princesas, dragones y brujas. Era un término poderoso, íntimo, antiguo.

Él vio su rostro confuso y asintió para sí mismo.

—No entiendes. Te lo explicaré de forma breve. Hay dimensiones y brechas en estas, a veces los demonios ingresan al mundo humano de esa forma y desatan caos y destrucción. Los nephilim protegemos al mundo de esas amenazas, protegemos a los mundanos y cazamos demonios. Somos guerreros de los cielos.

Había solemnidad en su voz, y ella no pudo más que creerle aunque la respiración se le trabó y los dedos se le entumecieron. Sintió una mezcla de pánico y euforia, de triunfo y desolación. No estaba loca, las cosas que veía a veces existían, eran demonios y estaban en el mundo.

Abrió la boca y la cerró, sin ser capaz de decir algo coherente. El hombre, el nephilim, frente a ella siguió explicándole sobre el mundo que la reclamaba. Le habló de Raziel, de la ascensión, de Idris, de las runas brillantes, las cuchillas serafín, de la fuerza, la magia, los ángeles, los demonios y los subterráneos. Escuchó todo con la boca seca, sobre belleza, sangre, gloria, honor y deber, y se estremeció con expectación.

Se imaginó a esos guerreros celestiales bajo las luces de Nueva York, en medio de la inmundicia que cubría la ciudad y el mundo. Se los imaginó como figuras formidables, altivas y feroces, y lo anheló. Deseó ese mundo. No tenía nada que perder, sus padres estaban muertos, no le quedaba, no tenía a nadie. Podía empezar de nuevo.

—Si fallas morirás, si asciendes esta vida será como un sueño.

—Una pesadilla —murmuró ida pensando en el recuerdo despreciable de su padre. Cerró las manos sobre su falda descolorida—. Esto será solo una pesadilla.

Él asintió a sus palabras sin preocuparse por su estado mental o su rencor.

—Tendrás fuerza aunque tu vida será corta. Es una tarea noble y peligrosa.

Miró a su alrededor, a la nada que la rodeaba, y sintió lástima de sí misma. Era lamentable, pero no lo sería más.

—Si es realmente una nueva vida, entonces no quiero ser más Marisol Rojas.

Vio como formó una sonrisa divertida aunque no la menospreció.

—Cuando comiences serás una nueva persona, podrás elegir el nombre de tu familia. Y si eres lo suficientemente poderosa y astuta, algún día, en los siglos venideros, tus raíces mundanas desaparecerán.

Fuerza. Familia. Esas fueron las palabras correctas.

Marisol se levantó, era bajita y menuda, su cabello oscuro revoloteó sobre su rostro pálido y ojeroso. No había nada en ella que hablara sobre sangre noble o elegancia, pero sus ojos eran feroces y determinados. Eran los ojos de un guerrero.

—Lo seré. Seré una cazadora de sombras. Acepto esto.

La sonrisa en los labios del hombre fue un poco perversa, no le importó. Quería salir de esa pesadilla en la que estaba enredada y labrar un futuro. Estaba sola, pero no lo estaría más, encontraría a alguien en ese mundo nuevo.

Tomó su mano.

Ese mismo día, los pocos que la conocían la olvidarían. Ese mismo día escucharía sobre la guerra oscura, los muertos, los oscurecidos y la guerra fría. Y también sobre Clary Fairchild, Jace Herondale y Sebastian Morgenstern, los hijos de Valentine, pues en torno a ellos había empezado y terminado la reciente tragedia. Habría otros nombres: Isabel y Alec Ligthwood, y Simon Lewis, el mundano-subterráneo arrastrado al mundo de las sombras por amor a su mejor amiga.

Habría más relatos, más vivencias, más susurros, y Marisol bebería de ellos con ansias y ambición hasta el día en que la promesa se cumpliera.

Sería de la sangre de los ángeles, una guerrera poderosa y fuerte, invencible y gloriosa: una nephilim.

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Ok, no sé si alguien lo leerá, ojalá que sí.

Marisol es un personaje presentado en "Cuentos de la academia de Cazadores de Sombras". Una de los muchos mundanos que fueron llevados para ascender y repoblar las filas mermadas de los shadowhunters. La amé en las historias, su carácter era divertido, y su relación con Jon fue graciosa y dulce a la vez.

Es gracioso que mi primer fic en este fandom sea de un personaje casi desconocido, pero estaba inspirada. Espero que no sea mi único aporte.

Si alguien lee y puede dejarme algún comentario tendrá mi agradecimiento infinito.

Besos, Bella.