Disclaimer: Nada me pertenece.

Esta historia participa en el Drabblectober con la tabla de TanitBenNajash.

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The Umbrella Drabblectober

Día 19: Cariño

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La primera vez que pasa están en el tejado. Es de noche y están hablando de algo sin importancia. El beso es rápido, apenas un roce de labios. Ni siquiera es a propósito. Allison pretendía besar a Luther en la mejilla, pero él se movió. No obstante, a ambos les resulta una sensación agradable y un cosquilleo cálido se extiende por sus estómagos.

Ninguno dice nada. Esa noche, cada uno por separado, analizan lo que significa lo que les acaba de pasar. Luther concluye que ha sido una tontería, un error sin importancia. Decide que es mejor olvidarlo, pero su mente insiste en volver al momento una y otra vez y no puede evitar sonreír cuando lo recuerda mientras se repite mentalmente que lo que siente por Allison es solo cariño.

Allison, por su parte, llega a la misma conclusión: solo siente cariño hacia su hermano y el beso no significa nada. El cosquilleo que ha sentido se debe únicamente a que ha sido el primero. Es la solución más fácil, aunque no la termina de convencer.

Quizá todo habría quedado ahí si no hubiera habido una segunda vez, o quizá esa segunda vez era inevitable porque cada vez ambos son más conscientes de sus gestos, de sus sonrisas, de cómo actúan y cómo se sienten cuando están juntos. Ocurre una semana después. Vuelven a estar en el tejado. Esta vez es Allison la que se mueve cuando su hermano va a darle el beso de buenas noches en la mejilla. Ella sí lo hace a propósito, para demostrarse a sí misma que su hipótesis es cierta, que el otro beso solo significó algo porque fue el primero, pero ahí está de nuevo, ese cosquilleo en sus estómagos y esas ganas de más.

Esta vez el beso es más largo. Después ambos echan a correr sin decirse nada. Vuelven, cada uno en su cama, a analizar la situación, no solo los besos, sino todo lo demás.

Intentan negarlo porque son hermanos y porque saben que su padre nunca lo aprobaría, pero no pueden. Intentan alejarse el uno del otro, pero finalmente vuelven a subir juntos al tejado y vuelven a besarse por tercera vez, y a partir de ahí pierden la cuenta de cuántas veces lo hacen.