Shingeki No Kyojin no me pertenece. Mis respetos a su respectivo creador.

[Short-fic] [EreHisu]

Advertencias: drogas, palabras obscenas, sexo explícito.


Bastardo Suicida


Fourteen


"El valor del todo se mide en las cosas pequeñas"

Y las cosas pequeñas, concluyó Eren, eran jodidamente valiosas al hacerlas de la mano de Historia. El cepillarse con ella cada mañana, gastarle bromas tontas –como moverla ligeramente cuando se maquillaba-, comer a su lado y abrazarla mientras veían tv era lo más fascinante de todo.

—¿En serio ni un poco Eren?

Era uno de los pocos espacios libres que pasaba junto a sus amigos y Eren se negaba a darle un pase al ofrecimiento de Connie.

—Ah, cabrón, ya ni te ofrezco un carajo—resolvió el pelado inclinándose a inhalar.

—Maldito bastardo suicida—se dirigió a él ahora Jean, con típica sonrisa socarrona en cara—¿Estuviste en rehabilitación?

—Ahora su adicción es estar entre las piernas de Historia Reiss—se burló Thomas.

—Me he drogado hasta el culo ya—contestó el aludido—simplemente no tengo ganas. Nos vemos.

Sus preocupaciones habían cambiado radicalmente. Visitaba lugares de la ciudad en búsqueda de un empleo, necesitaba lidiar con sus gastos básicos. Sabía que Historia no dudaría en compartir de las grandes cantidades que le entraban en su cuenta personal, pero un sentido de independencia propia lo obligaba a buscar cualquier otra alternativa. Tenía que tomarse en serio sus promesas.

Se miraba en el espejo y sabía que había cambiado mucho desde que la petisa tuvo cabida en su vida. Es decir, no es como que de la noche a la mañana se haya llenado de aspiraciones, pero tenía un fuerte motor de motivación que las estaba forjando. La ira que reverberaba dentro de él había mermado.

Por supuesto, aún quería partir las caras de unos cuantos, incluyendo en la delantera a su padre, a Zeke y a Reiner, pero ahora tenía un enfoque más ameno de la vida y suspiraba a menudo.

—¡Hey, Eren! —Un tipo se había acercado a él; le vio con extrañeza puesto que no lo conocía de nada y su aspecto lo desagradaba un poco: tenía cara de idiota y un cabello rojizo que más parecía un nido de pájaros—Rayos, estuvo increíble la humillación que le hiciste a Reiner.

—¿Te conozco?

El sujeto se vio anonadado.

—Claro, vamos a la misma clase... M-me llamo Floch.

Éste le extendió una mano pero Eren lo ignoró.

—Ah.

—Y dime, ¿Qué se siente ser el nuevo rey?

—¿Nuevo qué?

Ese tipo le estaba hablando en otro idioma.

—Le diste una putiza al mariscal de campo y le robaste a su chica, todos te conocen, tienes a la reina del puto instituto. Amigo, todas las chicas quieren estar en tu cama.

"Que patético"

Eso era lo que ese tipo le inspiró.

—Ya veo. Creo que soy una celebridad—dijo con sarcasmo.

Dejó atrás a Floch y se fue a por sus cosas en su casillero, en el trayecto, vio que lo observaban de una manera rara más de un estudiante, sin embargo ya se había acostumbrado a las miradas de más puestas en él a lo que no hizo el menor caso.

Las clases fueron aburridas, pero ver a Historia tratando de colocar atención en todas como una sabionda le causó ternura.

La molesta sensación de cuchicheos y miradas de más continuó, no se enteró ni le importó la procedencia. Eren daba por hecho que solo eran nuevos rumores, hasta que se halló de frente a quien fuera su mejor amigo cerca del comedor.

—¿Podemos hablar? A solas.

Armin lo llevó al jardín frontal, momento que Eren aprovechó para encender un cigarrillo. Los dos estuvieron un rato en silencio pero el rubio no tardó en hablar.

—¿Y bien?

—¿Bien qué?

—¿No has oído de lo que hablan todos Eren?

—En esta mierda siempre hablan muchas cosas.

Armin suspiró.

—Reiner y Bertholdt nos tienen bronca y hay varias especulaciones de que quieren buscarnos pelea.

—¿Y por qué? —Armin le dio una mirada de obviedad.

—¿Cómo que por qué? Pues por… Annie e Historia.

Eren bufó.

—¿Por eso nos van a golpear?

—Tú no te preocupas porque puedes hacerle frente a Reiner, pero Bert puede destruirme en segundos.

—Pues tú eres del tipo pacifista ¿no? Dale una de tus charlas evangelistas y problema resuelto.

Armin se reservó sus comentarios y miró al lado contrario de donde estaba Eren. El segundo, ya a mitad del cigarrillo, comenzaba a hartarse y estaba pronto a irse. No encontraba sentido alguno a esa conversación.

—Eren, Annie y yo no planeábamos que pasara…

El mencionado chistó.

—¿Crees que me molesta? Madura Armin—añadió con apatía—las cosas han cambiado mucho desde que salí con Annie. Quédate tranquilo, no tengo ningún interés en ella.

—Entonces… no logro comprenderlo—El más alto contempló una sonrisa triste en el rubio quien lo miraba con sus expresivos pozos azulados más allá de la melancolía—porque por más que lo intento no logro entenderte.

Eren vio el cielo como la cúpula que era y Armin pretendiendo que no había nada más por mediar decidió retirarse.

—Solo fue que elegimos caminos distintos.

Esa tarde él siguió con su búsqueda de empleo. Era difícil porque seguía siendo un menor de edad y no tenía ningún permiso de sus padres para trabajar. Iba a darse por vencido y con las manos en los bolsillos y hundido en su mente, envió un mensaje a Historia para avisarle que llegaría tarde. Luego, tomó la ruta a Shiganshina.

Divagaba en el irrefutable hecho de lo nefasto que le era su casa de cuna, pero luego de merodear por ahí supo que si quería hacer realidad sus deseos debía hacer pequeños sacrificios.

—¿Eren? ¿Eres tú? —escuchó a una señora muy familiar a sus espaldas.

—Claro que es él, cariño—al voltear halló a una pareja no tan mayor que conocía desde que tenía memoria: un hombre alto de cabello rubio y una mujer de rasgos asiáticos.

—Señor Ackerman, señora Ackerman—inclinó la cabeza en señal de respeto.

—Muchacho pero que alto estás—dijo el hombre acercándose con su esposa—hace meses que no te vemos.

Eso era cierto, era una especie de fantasma en Shiganshina y cuando se quedaba con Hannes no salía de la casa si no era en la madrugada, estando ya ebrio o drogado.

Encontrarse a los padres de quien fuera su mejor amiga no era desagradable, pero tampoco podía decir que fuera una agradable sorpresa.

—Hoy tu madre y yo estuvimos tejiendo un poco—dijo la mujer—imagino que venías a verla. Te extraña mucho.

—Si, a eso venía… ¿Mikasa…?

—No está—contestó el esposo poniendo una cara extraña y confirmando las sospechas del muchacho.

—Últimamente sale mucho con el joven Jean si no es que está con Sasha.

"O con un hombre mayor"

Eren escuchó poco más a los Ackerman y luego se despidió de ellos, para seguir hasta su destino origen; no demoró en llegar al umbral de la casa Jaeger y rebuscando en los bolsillos la llave entró.

—Eren—en la sala de estar y para su desagrado estaba ni más ni menos que su progenitor leyendo un libro. Lo dejó a un lado para seriamente dirigirse al hijo.

—No vengo a tratar contigo, viejo—murmuró con holgazanería y movió los pies escaleras arriba. Pero no pudo avanzar del segundo escalón; la fuerza del padre lo haló enviándolo al suelo.

—¡¿Crees que puedes venir y salir cuando quieras, Eren?!

Él no necesitó mayor motivación que ese empujonazo para ponerse de pie y encarar a Grisha. Tomó posición con sus puños y bloqueó al mayor con un certero puñetazo a la cara que quebró los lentes de éste.

"Algo bueno salió de salir con Annie"

—¡Deténganse! ¡Basta! —desde la planta superior la madre bajó tan rápido como le dieron las piernas y se plantó en medio de los dos—¡No pueden querer matarse cada vez que se ven!

Como perros rabiosos: eso eran padre e hijo uno contra el otro a punto de saltar en destrozarse.

—Acabaré contigo, Grisha—decretó con una voz firme y amenazante el chico—te haré mierda y después al maldito de Zeke.

—¡Eren! —exclamó Carla quien no dio crédito a la actitud de su hijo y sin más lo abofeteó—¡no te permito esto!

—Mamá…—la miró anonadado, sin la sagaz feracidad de hace instantes. Carla, tomando fuerzas, suspiró.

—¿A qué has venido?

—¿A qué crees, Carla? A buscar esa mierda que se mete—escupió con ira Grisha tomando un séquito de bolsitas que lanzó con desprecio al hijo.

Eren no determinó al padre y calmándose, recordando a Historia y el porqué estaba ahí le habló con suavidad a su madre.

—Hablemos a solas.

Carla accedió y se encaminaron a la habitación del adolescente para hallar la privacidad que el chico requería. Desde la pieza escucharon griteríos de Grisha.

—¡Es por tu culpa que se convirtió en esto, Carla! ¡Si hubieras puesto más temple en su crianza no sería un maldito drogadicto!

Eren vio a su madre con los nervios medianamente alterados sobándose las muñecas y tratando de distraerse de la retahíla. Se mantuvo callado hasta que esta le indico que hablara de una vez por todas.

—Necesito que firmes esto—Él le extendió un papel que ella desplegó para leerlo.

—¿Permiso de trabajo? —Eso la sorprendió—No necesitas trabajar, es responsabilidad de Grisha que tú…

—Sabes que no aceptaré nada de él, mamá.

La mujer sabía que eso era cierto; la tristeza que la opacaba en los últimos meses ensombreció su semblante y se sentó junto a su hijo en la cama individual. Releyó el papel en sus manos y posó la mirada ámbar en el muchacho moreteado.

—Hannes me dijo que te fuiste—mencionó Carla—He de pensar que te fuiste a donde un amigo en Trost.

—No te equivocas. Estoy viviendo con una chica del instituto.

Si antes estaba sorprendida ahora si que lo estaba de verdad.

—¿Qué? —en la lógica de Carla eso solo le indicaba una cosa—Eren… no me digas que embarazaste a esa jovencita—las mejillas de él tomaron ligero color.

—Por Dios, claro que no mamá—aclaró en protesta—solo… empezamos a salir. Te agradará conocerla.

—Tiene que ser una interesante chica para que te soporte.

—Lo es.

Abrazó a Carla como despedida estrechándola con cuidado, porque era su adoración más grande en la nefasta casa. Ella firmó el papel, se lo hizo pasar y lo contempló con los ojos cundidos de lágrimas retenidas.

—Cuídate hijo.

—También tú, mamá.

Abajo Grisha le daba la espalda desde el sillón, pero Eren detectó la ira resguardada por como sostenía el libro que lo ofuscaba. Antes de irse, recogió las bolsitas regadas en el suelo y por aprecio a Carla no dio ningún portazo.

—¿Eren? ¿Dónde estabas?

Historia temió lo peor cuando el castaño arribó el penthouse con moretones. Buscó el kit de auxilicios para untar crema en los hematomas más la preocupación no abandonaba su expresividad; quizás era otra pelea callejera con sus amigos por ahí, era todo de lo que tenía pinta.

Eren le besó los labios y acarició uno de sus pequeños hombros.

—No te preocupes Tori—dijo—No fue nada malo.

Procedió a tomar la pipa que guardaba entre sus pertenencias y la llenó del contenido de una de las bolsitas; Historia se abrazaba a sí misma sentada frente a él.

—No sé que quieres que piense—añadió ella—creí que buscabas empleo.

—Lo hice, pero no fue fácil. Necesitaba esto primero—puso sobre el comedor de vidrio el papel firmado por su madre.

—¿Fuiste a Shiganshina? —Eren afirmó con la cabeza—Dios… ¿entonces con quién…?

—Mi padre estaba en la casa—contestó antes de sacar el encendedor y comenzar a inhalar de la pipa.

Historia se quedó vaticinada en su sitio y se pensó si su caso sería como el de Eren y, en el caso de haber nacido como varón, estaría poniendo en su lugar a Rod con los puños. El escenario era una utopía.

Ella se dispuso a aceptar la pipa luego de que Eren tragara tanto humo como fuera posible. El no muy ameno olor de esa cosa plagaba el espacio pero no les importaba ni el desconcierto mal disimulado de criadas escondidas por los pasadizos.

Se rieron junto de cosas absurdas, en minutos estuvieron muertos de la risa disfrutando de la cándidas caricias y desnudándose entre besos indultos.

Los orgasmos con Eren, para Historia, era como la primera vez; terminaba más allá del cielo y flotaba en el espacio. Zeus y Afrodita la llevaban de las manos y la arrojaban a un exquisito vacío afrodisiaco.

Los cuerpos de los dos acabaron en el jacuzzi y el agua de éste salpicaba cada vez que uno contra el otro chocaba; los gemidos de Historia se tornaron en protagonistas de la expresión del placer y la espalda de Eren quedó tallada, enrojecida, bajo las uñas de ella.

Amanecieron en el suelo del penthouse muy cerca del ventanal que dejaba ver a Trost y a las montañas de la lejanía: era el cuadro preferido de Historia. Si, llegaron tarde al instituto y su actitud seguía siendo atontada en clases –especialmente la de la chica- con la atención de tantos en ellos, no fue de extrañar que fueran llamados hacia el tercer bloque al despacho del director.

—Debo sospechar que ustedes han consumido sustancias no permitidas en este instituto—El director Smith siempre imponente y serio detrás del escritorio puso en marcha su escrutinio—Historia, Eren, no hay duda de que están bajo del efecto de la cannabis.

—No se niega lo obvio—dijo con aburrimiento Eren, mirando atontado a la rubia que le sonreía.

Erwin se estiró en su sitio.

—No llamaré a sus padres, pero están advertidos. Tendré que expulsarlos si esto se repite.

Habían salido impunes de esa y saliendo del despacho se dieron un beso descarados de esos que revoleteaban a la envidia de los ajenos a la experiencia.

—Eren—la persona que más pronunciaba su nombre apareció delante de los dos—Esto no es apropiado.

—Relájate, Mikasa—le dijo él que manejaba mejor el efecto.

—Te ves un poco consternada—le dijo Historia, abrazándose celosamente al castaño.

—Estas muestras en público…

—No son problema tuyo.

Dejaron a la pelinegra en el acto con frustración y a los otros alumnos curiosos con las ganas de ver de más. El efecto pasó pronto; Sasha le dio mucha comida y agua a la petisa y ésta se mordió los labios con vergüenza y emoción.

—¿Estás bien ya? —preguntó su amiga asegurándose de su situación. Historia la miró distintiva. Los ojos le brillaban y se veía contenta.

—No sé que estoy haciendo, Sasha… Pero no me puedo arrepentir de esto.

—No es prudente que te drogues aquí—apuntó a decir Sasha—Tú y Eren se están pasando de la raya.

—No, estoy bien. De veras.

El castaño decidió trotar un poco en el campo del instituto, su energía estaba a tope. Habían sido atrapados pero no le había molestado. Lo que hacía no era un secreto para nadie.

"Todo el mundo se droga"

Disfrutaba de Historia, las cosas poco a poco estaban saliéndole bien y solo necesitaba estar motivado. Pronto tendría un trabajo y se graduaría, se iría con ella lejos muy lejos y le haría el amor en el punto más alejado del mundo. Tendrían hijos, varios de ellos y jamás en su puta vida la iba a soltar. Esos deseos era tan arraigados a su ser que sabía sería realidad. O estaba gozando demasiado de su ingenuidad.

—Te traje agua, Eren—Oportunamente el rubio más afable apareció extendiéndole un termo a Eren. Que estuviera ahí solo tenía un motivo.

—¿Vienes a sermonearme?

—Tu comportamiento hará que te expulsen en tu último año.

—Si, me lo has dicho desde el primer año.

—Eren…

Eran los amigos de toda la vida que no podían entenderse.

"¿Somos amigos, Armin?"

—Ustedes dos.

Vaya que no esperaban encontrarse al mariscal de campo y su mano derecha a pasos de ellos dos.

—¿Así que los rumores eran ciertos? —Eren se limpió las gotas de agua que bajaban por su barbilla y encaró a los dos mastodontes frente a él.

—Reiner, Bertholdt… ustedes no pretenderán…

—Lo lamento, Armin—dijo el más alto: Bertholdt—tengo que reponer mi honor y mi orgullo y dejarte en tu sitio.

—¿Tú vienes buscando lo mismo? —la socarronería de Eren era ante todo pronóstico el reto más irritante para Braun.

—No eres un buen tipo para Historia, Eren.

—¿Y tú sí?

Reiner entrecerró la mirada. De un momento a otro, los cuatro representaban una pelea interesante que prontamente atraía a los estudiantes. La pelea iba en serio y mientras Reiner y Eren iban a la par de pateándose y golpeándose hasta sacarse el aire, Bertholdt sometía a Armin a comer polvo y lo arrastraba sobre la arena.

Cuando fue consciente de que su amigo estaba sangrando la ira en el castaño se encendió. Un golpe bien sentado a Reiner lo dejó inconsciente y corrió a defender a su amigo.

—¡Armin!

Se lanzó encima de Bertholdt y haciéndole una llave con su brazo izquierdo golpeó las costillas del tipo con el derecho. El pelinegro chilló de dolor y buscó sacarse como pudiera a Eren de encima, más Armin, casi desmayado, le dio la patada sobre el rostro que lo noqueó. Luego, el rubio cayó.

—¡Hey, Armin! —Eren corrió a sostenerlo. Sus esmeraldas reflejaban consternación absoluta; de entre la gente, una figura femenina emergió y corrió a socorrerlo.

—¡Armin!

Entre los dos, él y Mikasa, llevaron al chico hasta la enfermería. Otros del equipo de fútbol ayudaron a los noqueados sujetos. Colocaron al rubio sobre la camilla y prontamente fue asistido.

Ninguno de los dos abandonó al chico hasta que hubo despertado. Armin le costó espabilarse lentamente y lo primero que tuvo fue un par de ojos grises y otros verdes.

Sonrió entre felicidad y calma.

—Siempre son ustedes quienes me salvan.


¡Hola, hola! Otro capítulo centrado en Eren asies. Debo agradecer más que nada sus comentarios; me alegra que sigan esta historia :)

Primero que nada anteriormente me equivoqué jajaja aquí es donde aparecía Floch xd upsis.

El hecho de que Eren se drogue explica que es una manera de rebelión y de escape: va en contra de la moral de Grisha a quién detesta por motivos que pueden sospechar. Y pues los personajes al estar en un AU moderno explican la realidad de muchos jóvenes. En mi opinión esto no está ni bien ni mal, solamente ocurre y ya.

El sentido independiente va muy con la personalidad de Eren. Él adora a Carla, pero no puede seguir sacrificando su tan ansiada libertad por su madre: tiene que seguir su propio camino. Y más que nada sueña con Historia.

Inspiración musical del OST de la tercera temporada :) creo que en el próximo capítulo vendrán cosas más interesantes.

Necesitaba unir al trío EMA nuevamente y quien mejor que su punto de conversión predilecto: Armin Arlert, señoras y señores. Amo a este rubio jodidamente. Creo que Armin está a nada de convertirse en mi crush supremo de SNK y al mismo tiempo en mi personaje fav -si, que arda Troya carajo-

**SPOILERS ALERT**

Estoy destrozada, por supuesto, este tomo del manga fue jodidísimo porque murió uno de los más grandes personajes... no diré el nombre directamente solo por si acaso pero ella es sin duda MARAVILLOSA y murió con toda la epicidad que merecía (mira que matar titanes colosales solita) también nos demostró que tan peligroso será detener a ya saben quien, pero bueno... ARRIBA LA ESPERANZA ABUELITA. Por otro lado también murió el perro ese de también saben quien xD muchos muestran respeto por él, pero yo no puedo hacerlo, no puedo empatizar con ese personaje porque me parece más un fanático religioso que nada xd esa actitud obsesiva se puede ir al carajo. Y bueno, ver que nos depara la yama...

Se despide

MioSiriban