El resto ya se lo saben…
Los personajes no me pertenecen son creación de Rumiko Takahashi
Nota de la autora: Este fic no es apto para todo el público por lo que se recomienda su discreción.
Música en este capítulo:
"Fearless" de Kat Leon
"Never say no" de Abel Korzeniowski (no aparece en el texto pero sería el fondo músical en la escena con Rey Juego)
"Secret Room" de Abel Korzeniowski (no aparece en el texto pero sería el fondo musical en Nekohanten)
-Miedo-
-¿Estas segura que Lychee podrá mantener a Rey fuera de nuestro alcance?- pregunta Ranma a Kodachi mientras descendemos rápido las escaleras que nos lleven a la planta baja.
-Sí, por tercera vez sí- responde molesta Kodachi –le he dado lo necesario.
Lychee tiene encerrados en el cuarto de pánico a Rey Juego y sus gorilas llenando sus mentes con mentiras en ilusiones sobre Rouge.
-¿Dónde está la puerta?- pregunta Gosunkugi caminando entre las mesas de juego.
La música sigue sonando en el lugar, me doy cuenta que el grupo de chicas no cantaba. Se escucha una canción que reconozco de Kat Leon.
-Por aquí- nos guía Ryoga caminando hacia la mesa de Black Jack que sigue intacta.
El vampiro abre la pequeña puerta. Ranma sigue dándole vueltas al cuadro con plástico para protegerlo del agua conforme nos acercamos.
Todos están a la orilla asomados pero ninguno ha bajado aún.
-¿Qué sucede?- pregunto y Ukyo se mueve para que lo vea con mis propios ojos.
-El pasillo está oscuro- dice mi amiga.
-Esto tiene solución- habla fastidiada Kodachi frotando sus manos entre si y luego arroja algo por el espacio donde debemos descender.
Como magia se ilumina y podemos ver aún el agua.
-¿Dices que fue entonces por la jarra de agua?- pregunta Gosunkugi y yo asiento pero tal parece que el sacerdote no me cree y mira a Kodachi como esperando una reafirmación.
La bruja alza los hombros –no es tan descabellado, es un truco de brujas conocido como magia de perspectiva. Es como cuando ves dos figuras que juras son de diferente tamaño pero es solo por como están colocadas. Una ilusión óptica.
De repente Kodachi mira el cuadro y a Ranma –tendrán que nadar rápido porque conforme avancemos el cuadro ira ganando tamaño.
-¿Qué?- pregunta Ranma incrédulo y luego asiente serio –esta bien, solo que Akane no sabe nadar.
-Yo la llevare- dice Ukyo sujetándome del brazo –solo tienes que aferrarte a mí como lo hiciste con Ranma y te prometo que llegaremos antes incluso que él hasta donde el tapiz.
Veo a Ranma y él sigue mirando a Ukyo pero asiente –será lo más conveniente.
-¿Y si vuelvo a ver mi yo del pasado?- pregunto con una angustiosa sensación en el pecho.
-Cierra los ojos preciosa- dice Ranma cuando acerca sus labios a mi sien para besarme –y cuando vuelva a besarte todo habrá acabado y tendrás tu divinidad de vuelta.
Lo miro tratando de controlar mi respiración y antes de que se aleje para bajar por las escaleras lo sujeto de la camisa y lo beso rápido.
-Vamos chicos, no tenemos mucho tiempo para el romance- resopla Kodachi exasperada.
Ranma es quien desciende primero y lo seguimos Ukyo y yo.
-¿Lista?- pregunta mi amiga cuando comienzo a subir la falda de mi vestido para rodear su cuerpo como lo hiciera con Ranma.
-Lista.
-Apresúrate Kuonji que el cuadro comienza a crecer- habla Ranma con firmeza.
Yo tomo aire cuando mi amiga lo hace y al instante que empuja su cuerpo y el mío bajo la superficie cierro los ojos con fuerza.
Siento el golpeteo del agua que se abre paso a la velocidad que lleva Ukyo, pero también siento otra cosa. Un par de manos que tocan mis brazos y yo me aferro aún más a mi amiga. Sus alas acarician mis piernas cuando nos impulsan pero la sensación es totalmente diferente a lo que siento en los brazos.
De repente unos labios se posan sobre mi pómulo izquierdo y recorren un camino hasta mi oreja. Una exhalación y yo siento frío.
-Él lo hizo- susurra una voz que reconozco como propia, sé que se trata de mí yo del pasado pero no por ello deja de darme miedo –él acudió por celos al último circulo del infierno y conjuró un hechizo amoroso.
Un último impulso de las alas de Ukyo y yo no puedo más, abro los ojos y me veo, vestida con esas ropas blancas de escote profundo que me hacen parecer una estatua griega, con mi cabello recogido en un elaborado peinado rodeado por adornos de oro y también en mis brazos y mis manos. Cuando mi otro yo toca mi cara con su mano extendida sobre mi otra mejilla siento los anillos.
Creo que necesito saber más pero si abro la boca corro el riesgo de ahogarme. Y tan repentino como llegó la imagen así se evapora como espuma en el agua.
Veo la pesada puerta de metal, con los remaches en forma de lunas y el cuerpo de Ukyo nos empuja hacia arriba luego de que la atravesamos. Y entonces salimos a flote.
Tomo aire desesperada agitando mis brazos sobre la superficie del agua antes de que mi amiga sostenga mi cuerpo por la cintura.
-¿Estás bien?- pregunta Ukyo y yo asiento, pero necesito comentarle lo ocurrido a Ranma primero.
-¿Dónde está Ranma?- pregunto y Ukyo baja la vista.
Cuando hago lo mismo que ella me doy cuenta que Ranma está al fondo del pozo, agitando su brazo para que lo vea y mantiene de pie frente al tapiz el cuadro que sigue creciendo.
Hago una seña para que suba y él niega con la mano y con la cabeza.
-Necesita tomar aire- digo desesperada pero Ukyo me toma del hombro.
-Él esta bien Akane, recuerda que es una deidad.
-Vaya- trago saliva -se me olvida rápido que esto sigue siendo muy raro.
-Bueno deberías empezar a acostumbrarte, después de todo tú también lo eres.
Veo los cuerpos de Kodachi, Gosunkugi, Rouge y Ryoga atravesar también el umbral de metal. La bruja y el sacerdote suben para buscar oxígeno, pero la demonio y el vampiro se quedan abajo para ayudar a Ranma con el cuadro que comienza a irse de lado.
-¿Tú también puedes aguantar la respiración?- pregunto mirando a Ukyo.
-Más que un humano sí. Pero jamás como una deidad.
-Ok.
Nos alcanzan ya Kodachi y el sacerdote y ambos respiran con fuerza –ese pasillo está encantado- dice la bruja de repente.
Presiento que entonces lo de mi reflejo ha sido una mentira -¿porqué lo dices?- pregunto un poco decepcionada.
-Efecto de repetición ¿cierto?- dice Gosunkugi –también lo sentí- mira a la bruja y esta sonríe complacida -no era de ese tamaño pero conforme más necesitábamos de aire.
-Más nos regresaba un par de brazadas atrás- termina la oración la bruja.
-¿Y ahora qué?- pregunto extrañamente aliviada de que no fuera una ilusión lo que viví.
Kodachi rompe uno de los dijes en su collar y el líquido que contiene se derrama en sus manos. No es mucho pero lo que obtiene lo frota entre sus palmas y después lo unta alrededor de mi cuello –con esto podrás respirar un poco bajo el agua, son branquias artificiales.
-¿Traes en tu collar una poción de branquias?- pregunta incrédula Ukyo.
-No angelina, esto se llama molde. Una poción que se adapta a las necesidades de conjuro de la bruja. Es lo que contiene cada una de las cuentas en mi collar.
Ukyo abre los ojos sorprendida –muy bien entonces.
La bruja rueda los ojos pero sonríe a la vez, creo que le divierte la insolencia y la falta de respeto de Ukyo para con todos y por todo.
-Tendrás que bajar Akane- explica Gosunkugi –solo tú podrás empujar fuera del cuadro a Kiema porque fue tu tacto lo que la hizo girarse.
-¿Podrás hacerlo Akane?- dice meditando la bruja.
-¿No pueden bajar ustedes conmigo?- pregunto algo insegura de repente.
La bruja niega –esto no funcionará si hay mucha audiencia, además no sabemos que es exactamente lo que sucederá cuando recuperes tu divinidad. Tal vez cuando toques fuera del tapiz a la chica ocurra.
-Bien- suspiro –entonces haré lo mejor posible.
Tomo aire y Kodachi me mira con una ceja en alto pero no me importa, es una reacción humana y por lo pronto sigo siendo una simple humana. Miro hacia abajo, Ranma y el resto sostienen el cuadro provocando un leve oleaje que nos mueve.
-¿Estás lista Akane?- pregunta Ukyo quien todavía sostiene mi cuerpo y yo asiento –vamos entonces.
Como no sé nadar Ukyo es quien me lleva para encontrarme con mi demonio. Puedo ver como el cuadro sigue creciendo y casi tiene ya el mismo ancho que el tapiz.
Ranma estira su brazo para tomar mi mano y Ukyo me suelta, cuando me giro para buscarla ella me guiña un ojo y mi amiga se escapa por casi nada de que el cuadro la aplaste contra la pared.
Todos se pierden de mi vista. Solo quedamos Ranma y yo en el angosto pasillo que se ha formado entre el cuadro y el tapiz e imagino que los demás deben estar esperando arriba en la superficie.
Mi pecho se eleva cuando busco tomar aire sin pensarlo y cuando lo hago me llevo una mano al cuello, puedo sentir las branquias abrirse y cerrarse. Es tan extraño.
Ranma sonríe para tranquilizarme y me lleva con cuidado hacia la parte del cuadro donde vimos a Kiema.
Es tan raro todo, la enorme pintura ya es del mismo tamaño que el tapiz. Es como si el tapiz estuviera frente a un espejo. Un espejo dorado.
Kiema me localiza rápido y coloca sus manos sobre la rugosa superficie del lienzo. Yo la imito y entonces ella asiente, sabe que debo empujarla porque mira tras de si. El camino está despejado pues solo ella es la única que se mueve.
Quisiera entonces saber si ha estado sola en ese lugar por tanto tiempo.
Acomodo mi peso con los pies, uno detrás del otro. La mano de Ranma está en mi espalda y sé que él me ayudará a empujar a mi doncella. La chica se acomoda también y luego de que pongo mis palmas sobre las suyas una especie de corriente eléctrica vibra entre ambas.
Las dos somos conscientes de ello y Kiema sonríe. Tomo impulso, separo mis manos de las de la chica y me dejo ir con un empuje donde uso toda mi fuerza. Ranma también me es de ayuda y como si hubiese soplado una pluma la chica sale volando.
Ranma me gira con vista hacia el tapiz y vemos la figura de Kiema de espaldas ahora impulsada y lista para chocar contra la tela. Mi demonio se adelanta para recibir el cuerpo de la doncella y lo siguiente parece un truco magia barato.
Kiema cae en los brazos de Ranma, como si torpemente se hubiese dejado ir hacia atrás desde la altura de un par de escalones.
La miro con alegría y la chica también está feliz. Le señalo que debemos subir pero ella niega. Me toma del brazo, como cuando en mis recuerdos lo hizo mientras trataba de ahogarme y comprendo que fue así como se llevó mi divinidad.
Saco mi cabeza a la superficie y Ukyo está por decir algo cuando me siguen en la misma acción Ranma y Kiema.
-¿Qué ocurrió?- pregunta confundida Kodachi cuando ve a mi doncella.
Kiema sigue cubierta de oro, como una estatua hecha por completo de este material y sigue aún con mi rostro. Y yo, sigo tan humana como antes de bajar al fondo del pozo.
-No lo sabemos- responde molesto Ranma.
-Todavía tengo maldición encima mi señora- explica Kiema y todos nos giramos a verla.
-¡Por la creación!- dice Ryoga con los ojos abiertos –es idéntica a Akane pero con otro tono de voz.
-Menos mal- responde Ukyo sonriendo.
-¿Cuál maldición?- pregunto ignorando al vampiro y a mi amiga.
-La maldición del manantial- responde y yo miro a Gosunkugi con la esperanza de que sepa de que habla pero el sacerdote está tan confundido como el resto -el manantial bendito de Jusenkyo- trata de explicar Kiema –ahí sellamos el pacto, me diste tu divinidad para que entonces pudieras ser humana, ahogarte y así yo obtener tu imagen. Con la mano de Midas fue que pude escapar resguardándome en la casa de Rey Juego hasta que vinieras por mí. Luego de confundir al demonio.
Sé que tengo la boca abierta, todo lo que la chica dice es tan descabellado como que puede ser cierto.
-Cómo…- trato de entender.
-¿Qué tenemos que hacer primero?- pregunta Ranma quien sostiene mi cintura para evitar que me vaya al fondo.
Kiema se mueve inquieta, alejándose de él.
-¿Por qué está con mi señora?- pregunta angustiada mientras la chica busca mi brazo para alejarme de Ranma.
-Es mi pareja- respondo y ella se mueve hacia atrás asustada.
-Entonces todo fue en vano- habla triste.
-Que drama- comenta Rouge y Ryoga se ríe de sus palabras.
-Kiema- le llama Ranma -¿Cómo le devolvemos a Akane su divinidad?
La chica frunce los labios y lo mira de mala gana.
-Kiema por favor- le imploro y cuando me acerco a ella, con la ayuda de Ranma, la chica suspira cansinamente.
-Con la mano de Midas- susurra -esta fue la que selló la divinidad de mi señora con el oro sagrado.
-Entonces Cologne estaba en lo cierto al pedirnos buscar la mano también- comenta Ryoga torciendo luego los labios en una mueca -¿creen que la hayan encontrado el chico ángel y la bonita humana?
Kodachi y Ranma se miran y luego voltean a ver la larga ventana en la orilla del pozo.
Mi demonio se queja –tal parece que tendremos que volver al casino pero no por donde llegamos.
-Habrá que acercarse a la habitación del pánico del panzón- dice un poco molesta la bruja.
Alrededor del casino todo es verde, césped recién cortado que huele delicioso como cuando la lluvia ha terminado. Pero nuestras pisadas no suenan cuando vamos sobre el verde y suave tapiz.
-Es una pena que los comunicadores hayan fallado- habla en susurros Gosunkugi conforme caminamos en la oscuridad –de ese modo no tendríamos que volver adentro.
Parecemos un grupo patético de empapadas deidades, vampiros, demonios, ángeles, brujas y humanos. Así nos vemos.
Kiema va junto a mí, no puede parar de mirar con una mezcla de horror y asombro la mano de Ranma sujetando mi cadera al andar. Y cada vez que siento debo preguntar porque su aversión ella desvía la mirada luego de regalarme una tímida sonrisa.
-Es tan raro- hablo en voz baja y Ranma besa mi sien como respuesta.
Sigue siendo muy raro verme a mi misma bañada en oro sin ser yo.
-¡Oh bueno!- dice mi demonio cuando detiene nuestro andar –no vamos a volver todos al casino, ustedes se quedan aquí- me mira divertido cuando se para frente a mí y yo frunzo el ceño en automático.
-¿Piensas dejarme fuera?
-Es lo mejor dulzura- dice seguro de su decisión –no te voy a arriesgar. Solo iremos Kodachi y yo.
Aprieto la quijada molesta y entonces se acerca a mí pero me muevo –ni se te ocurra tratar de convencerme, no estoy de acuerdo pero…- miro con tristeza el casino –entiendo que así como estoy ahora no ayudaré.
Ranma sonríe de lado y de todos modos consigue tomar mi cintura para acercarme a él –te prometo darte mucho placer cuando volvamos a casa, eres la criatura más divina y fascinante por quien estaría dispuesto a dar mi vida mi amor- sin darme tiempo de responder algo sujeta mi barbilla con su otra mano y me besa y yo dejo que me bese y le correspondo.
Mis dedos se entretienen en tejer los cabellos sueltos de la base de su nuca y él suspira cuando muevo mi rostro para acomodar mejor mis labios a los suyos.
-¡El tiempo Ranma!- bufa Kodachi y escucho la risa de Ryoga.
-¿Celosa bruja?- pregunta el vampiro.
-No- dice segura de su respuesta –ya me acostaré con ambos, el premio solo es mejor ahora.
Me río y Ranma también se ríe de los comentarios de su amiga, nos miramos y asiento –ten cuidado, me debes una noche de placer.
-Lo tendré- suspira –mantente segura ¿sí?
-Sí.
Cuando nos separamos Ukyo va conmigo y frota mis brazos mientras vemos como Kodachi y él rodean el casino por la ruta que le explicó Ryoga para ingresar sin ser detectados.
El plan es buscar a Mousse y a Shampoo con la esperanza de que ellos hayan encontrado la mano. De lo contrario, tendrán que sacar a Rey Juego de su escondite.
-¿Qué posibilidades había de que Mousse encontrara la mano?- me giro para buscar a Gosunkugi, quien está enredando en su mano una serie de rosarios similares a los que llevaba en el cuello durante la sesión con Cologne.
-Un 50 y 50 Akane- responde serio –porque Rey no siempre lleva consigo la mano y cuando eso pasa usualmente la deja en su residencia. Aunque claro, entrar ahí es casi igual de posible como quitarle la mano directamente a Rey.
Tomo aire, pensando que podrán salir pronto y con lo que necesitamos cuando Kiema se acerca más al frente sin apartar su vista del sitio dorado.
-Mi señora- habla dándose vuelta para quedar frente a mí y se arrodilla antes de seguir hablando –te he fallado Akane.
-No por favor- digo tratando de levantarla -¿de qué hablas?
-El demonio te ha raptado- susurra cabizbaja –y tal parece caíste bajo su hechizo.
Ukyo ríe y se cruza de brazos –esto será interesante.
Miro a mi amiga de mala gana y luego trato de levantar a la chica –por favor estás equivocada. En sí creo que ambas lo estábamos.
Verla nunca dejará de parecerme tan raro que yo misma ponga esa cara triste –mi señora Akane ¿lo amas?
-Sí Kiema, estar con él es lo correcto- sonrío contenta al pensar en Ranma.
-Pero tratábamos de escapar de él.
-Esta bien ahora, comprendo que algo sucedió en ese momento- pienso en el recuerdo de Cologne durante su visita a la frontera -pero él y yo estamos destinados. Siempre lo hemos estado.
Kiema me observa sin entender lo que digo –pero el príncipe luchó contra él.
-¿Qué?- pregunto con la respiración agitada de nervios -¿Shinnosuke peleó con Ranma?
-Sí- responde la chica con seguridad –por eso decidiste que tenías que huir Akane, el príncipe trató de defenderte cuando el demonio llegó para proclamarte como suya. Pero mi señora ya lo había rechazado por que es maldad pura- los ojos de Kiema se entrecierran con odio –el quería robar a la princesa de la flor naciente.
Rouge se acerca a nosotras -¿te refieres a Konohana Sakuya? ¿La diosa de flores?
-¿De qué hablas Rouge?- pregunta Ryoga.
-El profesor Kusao curiosamente usa como pseudónimo en los escritos de la Universidad el nombre de Ninigi, el dios enviado a la tierra y que se enamoró de Konohana Sakuya.
-¿Cómo lo sabes?- le interroga Ukyo.
-Leí las notas de Taro cuando el ángel también desapareció- luego me mira asombrada –eres tú y ella- señala a Kiema –se que tiene tu divinidad pero no lograba hilarlo hasta ahora que habla de la diosa de flores.
-¿Eso que significa?- mi corazón retumba en mi pecho y los temblores por nervios se hacen más constantes.
Me siento en el suelo y Kiema y Ukyo se agachan al mismo tiempo.
-¿Está bien mi señora?- pregunta la chica con mi imagen.
-¿Akane?- me llama Ukyo.
Pero les hago una señal con mis manos extendidas para que no me toquen –estoy bien, solo necesito procesar todo esto.
Kiema se arrodilla -¿no lo recordabas Akane? ¿Tu gran amor con el amo Kusao?
Sonrío sarcástica –parece que con mi divinidad te llevaste también mis recuerdos.
Pero ella niega –no, no fue así. Y de cualquier modo no comprendo como es que estás aquí Akane.
-¿Dónde se supone que debería estar?- pregunto algo molesta ya.
-Con el príncipe, él te sacó del manantial y se supone que te ocultaría para tú resguardo.
-¿Y tú donde se supone que estarías? ¿Dentro del cuadro?
Ella asiente –el lugar más evidente siempre es el más seguro, este pasaje paralelo es donde Midas esconde sus tesoros más grandes y valiosos para él.
-¿Hay más gente ahí dentro?- pregunto un poco aturdida señalando el pozo que hemos dejado tras nosotros.
Kiema asiente –pero todos estamos dormidos.
-Hasta que llegan por ustedes ¿no?- ríe Rouge –como si esto fuera una guardería.
Kiema mueve su rostro, mi rostro queda de lado sin entender a que se refiere la demonio. Pero yo ignoro todo pensando en lo que recuerdo sobre la historia de Ninigi y Konohana Sakuya. Ellos eran pareja ¿no es verdad?
-¿Estas bien?- pregunta Ukyo cuando se acomoda de rodillas junto a mí.
Rouge habla con Kiema, tratando de explicarle a que se refería con su comentario y yo no les presto atención.
Miro de reojo a mi amiga –sabía que la historia decía que Ranma me había raptado- pienso en el mito de Hades y Perséfone –pero creí que era una trama sin fundamentos.
-No sabes realmente que ocurrió, ninguno de los tres recuerda lo que pasó. Es como si la historia de ustedes se hubiese simplemente esfumado de la memoria de todos.
Pienso en lo que dijo mi pasado ser durante el viaje en el túnel dorado, mencionó magia y a alguien involucrado en el último círculo del infierno. ¿Ranko? ¿Hinako?
Me abrazo las piernas y tanto yo como mi amiga miramos quietas, en silencio la dorada imagen del casino Midas.
-¿Cuánto tiempo ha pasado?- pregunta Ukyo a Rouge luego de un rato que no sabemos nada.
Mis manos y mis nervios han arrancado buena parte del pasto a mis lados. Kiema se ha incluso acurrucado cerca de mí y Gosunkugi sigue rezando sin mencionar nada respecto a todo lo que contó mi doncella.
-Casi 40 minutos- responde Rouge.
-Shinnosuke ya debe tener la respuesta de cómo obtener la espada de Tatewaki- susurro amargamente –y yo no he podido recuperar mi divinidad, sigo siendo tan inútil como el día de ayer.
-Seguro no tardan en salir- responde con tono dulce Kiema mientras se incorpora -¿algo pasó cierto?
La miro divertida de sus comentarios –tal parece que sí. ¿Qué es lo último que recuerdas?
La chica se alza de hombros –el príncipe se batía en duelo con el demonio cuando este fue a reclamarla al palacio de su alteza, alegando que era el dueño de su corazón pero todos nos burlamos de él.
-¿Y yo?
-Estabas aterrada Akane, desesperada pensaste en una salida. Rey estaba de visita en el palacio, junto con otros señores y damas de las cortes inhumanas. Se discutía algo relacionado con la humanidad- de pronto se queda en silencio y mira alrededor -¿la revelación?
Asiento -¿y entonces?
-Robamos la mano de Midas. Dejaste una nota para el príncipe y salimos huyendo.
-¡Vaya! ¿Qué hay de Saffron?- pregunto al recordar a la mano derecha de Ranma.
-Nos persiguió guiando a una de las marionetas demonio del príncipe Saotome.
-¿Dónde está el palacio real Kiema?
-En el plano arcano Akane- responde distraída cuando fija su atención al casino -¿algo se escucha?
Rouge y Ukyo avanzan un paso más y Gosunkugi se levanta mirándome mientras se retira los rosarios de la muñeca –hay complicaciones- dice el sacerdote.
Tanto Kiema como yo nos levantamos. No percibo nada raro, ni sonido alguno o movimiento cercano al lugar.
Pero los demás se ven tensos. Incluso Ryoga se nota preocupado por algo.
-¿Ukyo?- pregunto a mi amiga pero me hace una seña con su brazo estirado para que mantenga silencio.
Entonces escucho agua, me giro pero no hay nada aún cuando el sonido va aumentando. Kiema también voltea mientras los demás siguen mirando al casino.
-¿También lo escuchas?- susurro a la doncella y asiente.
Un estallido y el techo del pozo sale disparado por los cielos. Asustada muevo el cuerpo de Kiema cuando la empujo hacia un lado y chocamos con Ukyo y Rouge que también se han movido. Las cuatro nos miramos y vemos lo que las otras.
El casino ha explotado donde se encuentra la entrada principal, veo fuego mientras a nuestras espaldas una especie de géiser ha hecho erupción.
De las llamas veo la silueta de Ranma cargando a Kodachi y a su lado las alas de Mousse con Shampoo entre sus brazos.
Luego descienden y los veo dar la vuelta al casino, seguidos por Lychee a su vez. Todos están envueltos en cenizas.
-¿Qué ha pasado?- pregunta Ukyo al mismo tiempo que Mousse pregunta cuando ve la columna de agua.
-¡Todo el mundo corra!- grita Kodachi.
-¿Lo consiguieron?- pregunto a Ranma cuando me alcanza y aferra mi brazo para correr deprisa.
-Sí, sí, pero Rey Juego no está tan contento.
Un gruñido furioso hace que todo el suelo retiemble y veo por sobre mi hombro la figura de Rey Juego totalmente dorado, de pies a cabeza.
-¿Crees que me puedes robar demonio?- grita el hombre sin detener sus zancadas, a su lado aparecen sus hombres que también se ven igual a él –no te saldrás con la tuya, devuélveme mi propiedad y te prometo no perseguirte hasta el fin del mundo para arrancarte la cabeza.
-¡Usa el agua Kodachi!- grita Gosunkugi arrojándole uno de los rosarios que lleva.
La bruja asiente cachando al vuelvo el objeto que revienta de un tirón. Las cuentas flotan y la bruja se detiene, pero nosotros no. Pasamos a su lado y puedo ver como las diminutas esferas se elevan con rapidez hasta donde la columna de agua sigue arrojando el líquido como lluvia.
Luego de que se pierden dentro de esta Kodachi da un brinco y nos alcanza. Seguimos corriendo, Rey Juego y sus hombres también. Y el géiser comienza a moverse en diagonal, desviando su trayectoria hacia nuestra amenaza.
Veo a un lado a Kodachi correr en reversa, con sus manos agitándose frente a ella con lentitud. Está moviendo y dirigiendo el curso del líquido.
Me duelen las piernas, comienzo a cansarme pero no me detengo. Busco a Kiema cuando me acuerdo de ella y la veo casi a la par nuestra. Pensaría que por su condición de oro le costaría trabajo, pero es tan ágil como el resto.
Mousse ha cargado a Shampoo, veo que mi amiga se aferra con fuerza a los hombros de su novio. Sangre que gotea de su vestido. ¿Está herida?
-¡No!- grita aterrada Kodachi y yo no puedo evitar girar mi cabeza buscando qué sucede.
Lychee se ha tropezado y uno de los hombres del Rey consigue sujetarla del tobillo cuando esté se lanza para tomarla.
La bruja patalea.
-¡No se detengan!- grita Kodachi cuando ve que en realidad todos nos quedamos impávidos para ver lo que acontece ahora.
Como si Lychee fuera una muñeca de trapo el hombre dorado la levanta fácilmente de la pierna y la arroja tras de sí. Rey Juego la sujeta del cuello y la pone delante de él.
-Detén tu ataque bruja- sonríe malicioso mientras la columna de agua flota por encima de él y los suyos –deténlo y devuélveme mi tesoro o está bruja morirá ahora.
Nosotros también esperamos lo que hará Kodachi.
Ranma y Ryoga dan un paso al frente pero la bruja original se voltea y niega. Y Ranma mantiene su quijada apretada.
-¿No vamos a hacer nada?- pregunta Rouge y yo miró a Ranma esperando una respuesta también.
Mi demonio niega antes de voltear a verme –yo lo haré- susurra pero no comprendo a que se refiere.
Sus cuernos salen por completo y sus ojos se vuelven negros al instante. Sus uñas crecen e incluso las puntas de sus dedos se vuelven oscuras y brillantes como carbón encendido.
-¿Ranma?- pregunto en vano, porque ya sé que es lo que hará.
El demonio a mi lado da unos pasos hacia al frente, se separa de mí sin palabra alguna y yo me quedo mirando todo con la respiración agitada.
De sus dedos surge una llama brillante, como la que sigue fluyendo del centro del casino.
-¿Serás capaz infeliz de matarme con uno de los tuyos a mi merced?- pregunta Rey Juego con sarcasmo.
Kodachi sigue manteniendo sobre ellos el agua que continúa subiendo y acumulándose desde el pozo.
-Hazlo- un murmullo quedo de los labios de Kodachi –hazlo- repite sin apartar su vista de la silueta del demonio, el príncipe de los infiernos, a quien todos deben temer.
Los ojos de Kodachi parecen también haberse oscurecido.
El demonio sigue avanzando, con una llama naciendo y avivándose en su otra mano que se extiende rápido.
-Si a eso quieres jugar Rey- responde el demonio con voz grave –ya estás lejos de tu precioso casino como para decirme que puedo o no hacer.
-¡Vaya que eres cínico! Mala semilla, como tu padre- ríe Rey Juego con sarna y veneno en cada una de sus palabras.
Pero el demonio no dice nada, solo sigue avanzando. Las llamas se extiende por sus antebrazos y veo la inquietud y el miedo en la expresión de Lychee.
-Mi señor- susurra la bruja suplicante.
-Hazlo- insiste Kodachi y su voz provoca escalofríos en mi piel, es sombría como la escena misma.
Siento unas manos frotar mis hombros desnudos y cuando me giro para ver quien es veo que soy yo, que es Kiema –y es por eso que todos le temen señora.
Regreso mi atención a lo que ocurre, Rey Juego tiene sus manos sobre la cabeza de Lychee quien jadea con su respiración cada vez más agitada. Sus ojos tan abiertos por el miedo.
¿Qué es lo que mira?
La joven bruja pelirroja abre sus labios en un grito desgarrador. El demonio ha movido sus dedos y ella se retuerce.
-Entonces así será- responde Rey Juego cuando alza su vista al techo de agua –que así sea demonio, iré yo mismo al infierno para recuperar lo que es mío.
-Te estaré esperando gustoso- contesta Ranma y chasquea sus dedos.
Cuando lo hace el cuerpo de Lychee se incendia y yo me cubro los ojos al girarme, porque no puedo soportar lo que veo.
Más gritos.
-Los ha enviado a todos a la muerte- dice Kiema con tranquilidad –sus cuerpos se derriten como el oro fundido- detalla y mi corazón se encoge al pensar en la bruja.
Una ventisca fresca nos alcanza, agita la falda de mi vestido y empapa de diminutas gotas la piel descubierta de mis brazos. Kodachi debe haber dejado caer ya el agua sobre ellos.
-Vamos- susurra Ranma buscando mi rostro con cuidado –te llevaré en mis brazos.
Kiema me suelta. Y Ranma me levanta despacio, acurrucando mi cabeza sobre su hombro. No me atrevo a verlo pero tampoco a rechazarlo.
Curiosa alzo mi mirada, tras nosotros todo está de nuevo en silencio. Oscuro. No hay fuego ya. Solo agua en calma, como si ahí no hubiese ocurrido nada.
El trayecto de vuelta al Nekohanten es silencioso. Ranma ha dejado que Ryoga maneje y me lleva abrazada a él. Pero Kiema mantiene su mano sujetando la mía, lo que agradezco.
Cuando la camioneta se detiene frente al restaurante la puerta se abre incluso antes de que bajemos del vehículo.
Salimos, yo me deslizo fuera y decido que quiero y que necesito caminar. Ranma toma mi mano, Kiema nos sigue pegada a mi espalda.
Todo en silencio.
Al momento que Cologne me ve entrando mira a Kiema y hace una seña con su cabeza para que la sigamos hacía su oficina.
Camino de mala gana, pensando en mi vida humana y si de verdad quiero recuperar mi divinidad. No sabemos que sucederá. ¿Y si yo también soy un monstruo?
-Vamos niñas- dice el oráculo a la par que estira su mano –dame el objeto- y cuando dice esto Mousse pasa a mi lado entregándole la bolsa de terciopelo que llevaba atada en la cintura Kiema.
Avanzo, aún con la mano de Ranma sujetando la mía y doy apenas un nuevo paso cuando Cologne se detiene y sin girarse habla –solo ellas demonio.
-No pienso dejarla ir sola- responde Ranma y yo, por primera vez en todo el trayecto le miro a los ojos.
-Estaré bien- y es cuando veo el azul suplicante en sus pupilas que sé que lo digo en serio, todo estará bien –te amo Ranma.
-Akane- susurra doliente mi nombre.
Suelto su mano y tomo la de Kiema y ambas seguimos a Cologne.
Hello guapuras! Espero se encuentren con bien, sanos y salvos todos ustedes así como sus seres amados. Abrazos enormes en estos tiempos difíciles e inciertos.
Respecto a este capítulo hemos avanzado ya otro tramo en lo que ocurrió. Akane era la pareja de Shinnosuke, estoy tomando la historia de Ninigi y Konohana Sakuya de la mitología japonesa para explicar la relación de ellos.
Pero Konohana Sakuya también es considerada la princesa de las flores, algo que era la especialidad de Perséfone por igual. Es de esta similitud entre ambos personajes de la mitología con lo que yo justifico la existencia de Akane. En sí mi explicación es que Akane podía estar destinada a ambos hombres pero al final su corazón quedó por completo enamorado del guapo demonio.
He querido también retomar esa imagen del demonio pero prometo que hay una explicación por lo sucedido con Lychee.
Sin más, como siempre les agradezco que sigan leyendo esta historia.
Abrazos gordos!
Benani0125: Jajaja ya sé, fue un capítulo que dejó todavía las mismas dudas. Pero espero que este haya estado más entretenido ;)
FeriLiu: Al menos ya está afuera la señorita Kiema y ya está recuperando su divinidad gracias a Cologne. Claro que ahora está esa incertidumbre que vuelve sobre sus dudas al respecto de Ranma. Gracias por seguir leyendo!
Gogoga: Pues sí que fueron importantes, prometo contar su aventura porque además Shampoo parecía estar mal herida. Gracias por tus palabras y cuídate mucho! Abrazos gordos!
Airyisabel: Jajajaja si te cuento que yo también estuve aguantando la respiración mientras lo escribía ¿me crees? Y pues ya nos contó Kiema un poco lo que pudo haber sucedido, también la Akane del pasado. Gracias por seguir aquí y cuídate mucho!
Ziari27: Jajajaja ah! ¿el husbando también está siendo víctima de esta historia? Sí estuvo lindo lo que dijo de ellos, la verdad es que esa línea salió natural al escribirlo. Creo que con lo que se contó aquí ya vamos acercándonos a la verdad de lo sucedido. Pero todavía falta! Cuídate mucho, saludos a tu bella familia y sobre todo a mini bip. Abrazos gordos!
Akaneforever: Listo! ¿te gustó? Gracias por leer ;)
Emiilu: ¿Cómo van las uñas? ¿Estuvieron listas para este capítulo? Lo de Shinno no puedo confirmar nada mua jaja obvio yo sé que hace y donde está pero ya veremos, yaaaa veremos. Ah! Taro :( fue vilmente usado por Shinno para su beneficio.
¿Coincidió tu teoría del porque Kiema se parece a Akane? Cuídate mucho y abrazos extra súper gorditos!
Lucitachan: Jajajaja si te sirve de consuelo hasta yo misma me sorprendo a veces con alguno que otro capítulo. La estructura general de lo que tiene que pasar ya existe, pero como en el caso de este capítulo en particular todo lo que ocurrió al final surgió natural mientras tecleaba, no era lo que tenía pensado como pasaría. Así que tú solo lee y disfruta guapa! Abrazos gordos!
Mishelleartieda: ¿De verdad? La mitología griega es muy basta, muy interesante también. Aunque en esta historia en particular me estoy haciendo del recurso de diferentes culturas por igual. Gracias por tu preciosa reseña, me dio mucho gusto y ánimos! Cuídate y abrazos súper gorditos!
GabyCo: Guapa! De nueva cuenta espero que hayas pasado un muy, muy, muuuuuuy feliz cumpleaños. Llena de todo el amor de la gente que te queremos ;) Jejeje bueno espero haber aclarado un poco más tus dudas sobre Kiema, sino sabes que con todo gusto yo te cuento a detalle! Abrazos esponjosos!
A . : Tooooodo mal! Antes sí me daba gusto que se quedaran en shock con los capítulos pero te confieso que ahora me siento mal, creo que las hago pasar un mal rato con estos cliffhangers y por eso tengo tantos haters. Pero son de esas inseguridades que ya se me crearon y dudo que me dejen. Uno no sabe lo que desea a veces :(
RanmaxAkane: Respecto a los poderes que quieres que tenga Akane no creo poder complacerte, recuerda que estoy diciendo que ella es a quien llamamos en la mitología griega como Perséfone. Lo lamento. Cuídate y abrazos gordos!
AdisAdame: Bueno ha estado fallando un poco la plataforma, puede ser que ocurrió algo con tu cuenta o con la mía jaja. Ah! Ranma es un dulce con ella, la trata como lo más delicado y hermoso que ha visto. De hecho ya le dijo que es por la única que esta dispuesto a morir. Lo amo! (carita de ojos de corazón)
AkaneKagome: ¿Cómo estas? ¿Cómo está tu bebé peludo? Sé perfecto cuando tenemos rachas así. Todo cae y uno no sabe como actuar. Desde que este maldito virus empezó el mundo individual de cada uno de nosotros se ha tambaleado. Te mando todo mi cariño y muchos abrazos aunque sean a distancia.
Jajaja Kiema esta atrapada en un sitio que cuyas puertas de entrada y salida, por así explicarlo, son el cuadro dorado y el tapiz. Gracias por leer y creo que este capítulo ya dejó ver más sobre el triángulo amoroso entre los protagonistas. Que igual luego contaré más, por supuesto. Cuídate muchísimo y te mando más abrazos, todos los que se requieran, todos los que se puedan.
Maryconchita: Jajajaja ya sé! Si vieras mi libreta de apuntes de todo lo que tengo para esta historia, te me desmayas querida! Taro, sexy dulce Taro. Jojojo tengo planes con él y no diré más. Cuídate y también a esa bella familia que tienes. Abrazos gorditos!