Claro de Luna

Capítulo I

La puerta se abrió, dejando el sonido del viento distante entrar. Paso a paso el crujido de la madera se hacía más fuerte. En medio de una sala redonda con suelo de madera y ventanas ojivales alrededor, había un piano negro de cola cerrado. Una joven de cabellera radiante camino decidida a este, sin siquiera preocuparse por sacudirse la nieve que llevaba en su cabello y ambos hombros. Sacó el banquillo para luego abrir el piano.

Una lágrima cayó en una de las teclas perlas, respirando pesadamente colocó ambas manos palidecidas por el frío sobre el teclado y comenzó a tocar: Claro de Luna. Se dice que Beethoven compuso esta canción en sus últimos momentos de sonido y por la tristeza de su inevitable futuro de quedarse sordo, quiso demostrar estas sensaciones de melancolía en esta pieza. Tratando de grabar en su memoria para siempre los últimos sonidos de su compañero fiel, apegando sus oídos a las teclas pálidas del piano. Quizás sea cierto que un sonido jamás se olvida, pero ser condenado a no volverlo a escuchar es un castigo muy severo y más si eres un compositor.
Dejándose envolver por la triste melodía, la joven cerró inconscientemente sus parpados. Mientras lágrimas emanaban continuamente de ambos ojos, deslizándose lentamente por ambas mejillas y siguiendo el rastro de sus compañeras que ya habían marcado el camino. Sus dedos finos no dejaban de tocar a pesar de que se encontraba aún fresco en su piel los momentos pasados.

FlashBack
La misma joven estaba acostada sobre una cama de dosel, contemplando el horizonte a través de su ventana. Con un movimiento mecánico pero sutil, apartó la manga izquierda de su pijama azul claro para así poder ver la hora en el reloj que le habían concedido en su cumpleaños pasado. Las 9:00 de la noche, demasiado temprano como para acostarse aún. Además no estaba del todo cansada así que en vez de entregarse a los brazos de Morfeo se levantó de su aposento. Buscó entre su baúl ropa cómoda y abrigadora, después de haberla seleccionado colocó sobre todo el conjunto su túnica negra escolar, acompañada de la bufanda representativa de su casa.

Cepilló su cabello unas cuantas veces y lo acomodó en forma de coleta de caballo, después de todo iba a pasear ¿verdad? Con paso ligero salió de su habitación, pasando por las escaleras y por la sala común. De las pocas personas que quedaban aun despiertas muchas le dirigieron la mirada y solo unas cuantas le preguntaban hacia donde iba. Sin embargo ella ahora no tenía deseos de charlar ni mucho menos que alguien la acompañara así que solo musitaba entre dientes "a dar una vuelta".

Después de haber recorrido varios pasillos por inercia y sin interés dio con las puertas principales del castillo. Con algo de fuerza logró abrirlas lo suficiente para que pudiera escabullirse y admirar el exterior. La nieve cubría con ligereza todo el horizonte, mientras que copos de nieve sutilmente se colocaban entre sus cabellos y ropaje. Feliz trató de vislumbrar las estrellas en el cielo oscuro, sin embargo la nieve traviesa entorpecía su visión así que prefirió mirar hacia el lago. Sin dejar de sonreír se acerco con cautela y precaución. Una fina escarcha cubría su preciado lago, pero aún así no dejaba de ser maravilloso.

El sonido de algo moverse la asustó y voletó al origen de este mismo. Enfocó más sus ojos para saber de quién se trataba y al notarlo sus mejillas se ruborizaron. Con lentitud y timidez se acercó a la silueta envuelta en sombras, ya cuando se encontraba los suficientemente cerca vio que sus sospechas eran claras. La mano derecha de ella se poso en el hombro de este, el cual con un sobresalto este se giró revelando un par de ojos esmeraldas enmarcados por unas gafas redondas y delineados por una cabellera oscura.

-Hola Harry.- dijo tratando de mirarlo a los ojos y fallando miserablemente en ello.
-Hola Ginny.- ya un poco más tranquilo y devolviéndole la sonrisa, para después fruncir el cejo.- ¿Qué haces afuera tan tarde?
-Dan… dando un paseo- la rudeza de su pregunta la había desconcertado, haciendo que sus mejillas se colorearan más de lo que ya estaban. Así que evitó su mirada y busco otro motivo de distracción, el más cercano fue la luna plateada.
-Hermosa ¿no te parece?- notando que su compañera le había ignorado y mirando el motivo del porque.
La joven le miró por breves instantes solo para comprobar que él miraba lo mismo que ella, respiro profundamente tratando de ganar concentración. Su mano derecha se cerró sobre la izquierda, trató de pasar saliva pero le estaba costando demasiado trabajo. Podía escuchar sus pulsaciones pero algo dentro de ella le pedía a gritos que huyera, pero ya estaba un tanto harta de hacerlo, así que... ¿Por qué no hacerlo ahora?

-Harry... yo...
Sus palabras fueron interrumpidas al escuchar el sonido de movimiento detrás de ellos. Alarmada se dio la vuelta para ver el origen de esos sonidos. La respuesta no se hizo esperar al notar el causante de la interrupción. Provenían de una joven alta, de tez blanca y ojos rasgados. Lucía una bufanda de color cobre y azul y una túnica negra igual a la de ellos.
-Hola Harry.- dijo la chica acercándose aún más y besando la mejilla del chico. Se dio un giro y miro de abajo hacia arriba a la joven que estaba entre ellos.-Disculpa pero ¿tú eres?.
-Ginevra Weasley.-respondió con la poca voz que le quedaba.
- Cho Chang a tu servicio.- sonriendo y extendiéndole la mano.
-El placer es mío.- devolviéndole el gesto.- Disculpen creo que ya se me hizo tarde. Con permiso.-fue lo último que dijo y caminando con paso veloz hacia las puertas del castillo aferrándose a mirar siempre adelante. Sin embargo su voluntad fue más débil y giro su rostro solo para ver dos siluetas una enfrente de otra, abrazadas y compartiendo un beso.

Fin del FlashBack
Las teclas continuaban con su magnifico danzar, ignorando el silencio que siempre cobijaba el lugar. Eliminando cualquier residuo de vacío para llenarlo de nuevas sensaciones y sonidos. Solo eran la noche y Ginevra, nada más importaba. Mientras tuviera la música de su lado y la noche borrando sus penas todo estaría bien. Y como respuesta la luna brillaba con mayor fuerza haciendo que el movimiento del cabello rojizo se hiciera más vivo. Sus dedos desfilaban entre las teclas bicolores, y a pesar de poseer ambos ojos cerrados su concentración era impenetrable.

Cuando terminó de hacer su representación se limpió el rostro con el dorso de la mano derecha, sin percatarse de que las lagrimas habían cesado y ahora estaban muertas dejando solo residuos de su fugaz existencia. Tomando un respiro profundo, cerró la tapa con algo de fuerza. El golpe se propagó por toda la habitación, declarando que por hoy se volvería a sumergir en el denso sopor de la noche. Después de haberse levantado, sin mirar siquiera y dirigirse a la entrada, un sonido la dejo quieta. El sonido era el proveniente de dos palmas hacer contacto, un aplauso. La joven buscó de donde provenían y no fue difícil puesto que provenían muy cerca de donde ella ahora estaba.
-Claro de Luna... mí favorita.


N/A: Bien ahora estoy editando el fic, lo hago porque la verdad soy muy mala con eso de la ortografía y la redacción. Pero como verán al menos ya he mejorado un poquito, sirve que la historia se entiende mejor y no se preste a mal interpretaciones. Además de que tuve que cambiarle el nombre a Ginny porque bueno desde que salió la pagina oficial de J.K Rowling pues todos los que entramos y no tenemos nada que hacer, nos enteramos de que Ginny es Ginevra y no Virginia P pero bueno. Espero que les haya agradado la nueva versión y a los que no la habían leído pues espero que también les haya gradado.

Gracias por su tiempo

LiraWM