Acto 1, parte 1: El alba de una guerra.

Tres camionetas color negro de un mismo diseño de la compañía Ford, se movían en caravana a través de las calles federales del estado de Yucatán, México. Se desviaron a una intercepción con un camino de tierra por aquella carretera, que los guiaba a una hacienda que no era localizable por los radares ni satélites de la policía, nacional e internacional. De las tres, sola una camioneta se acero al pórtico, donde varios sujetos armados y encapuchados se acercaron al auto cuando aparco. Manteniendo la compostura, esperaron a que el pasajero de la camioneta bajara por si mismo, para recibirlo con respeto.

-Señor Eliezer -saludo uno de los guardias. Un mexicano de tez blanca, vestimenta forma y un reloj de oro en la muñeca derecha -vengo a ver...

-Lo esta esperando -lo interrumpieron -si trae consigo su celular, apáguelo y retire el SIM -obedeciendo esta regla de rutina, le entrego su celular a su chofer -bien, adelante pase -abrieron parte de la reja para solo entrara él. Su auto y los que lo escoltaban, se estacionaron junto a otros vehículos mas de personas que también estaba siendo "esperadas".

Adentro de la enorme haciendo, o mas bien mansión. Fue hasta una sala de reuniones donde un total de mas de veinte personas reunidas a la mesa, todos lideres o capos de una de las mafias mas poderosas en este país luego de ganar la guerra interna del narco menudeo contra los demás grupos. El verdadero cartel de Mexico. El resultado de cinco grupos delictivos mas temidos en el país, el CJNG (cartel Jalisco nueva generación), los Zetas, los caballeros templarios, el cartel del golfo y el cartel de Sinaloa. Un imperio que extendieron mas allá de su país luego de llevar la guerra a otros grupos mafiosos en estados unidos, Canadá y centro América. Ahora, se encontraban luchando en un nuevo frente con tal de seguir expandiendo su territorio ahora en Sudamérica y reclamar el continente. Sin embargo, esta junta directiva no era para planificar la próxima lucha contra sus enemigos, era por otro motivo.

-Señores -hablo el máximo líder del cartel una vez todos estaban presentes -"El león de la Península" ha muerto.

Todos guardaron silencio, no debían sentir miedo. El hombre mencionado no había sido abatido por algún comando policial o del ejercito, sabían que se encontraba mal de salud y que pronto estaría frente a las puertas del jardín de Dios.

-Quien ocupara su lugar -pregunto con delicadeza.

-Su ultima petición fue que su nieto tomara su lugar. El chico tiene tan solo 18 años, pero; ha demostrado el mismo espíritu de ambición que tenia "el león" -conto el chapo.

-¿Donde esta? -pregunto uno de los capos.

-En este momento, regresando a su ciudad fuera del país -dijo y dio una vuelta a la reunión -señores él, es la oportunidad que estábamos esperando, para expandir nuestro poder mas allá de nuestro continente, de demostrar nuestro poder.

En un aeródromo privado de Tokonohuso, Japón. Un avión, también privado; arribo tras un largo viaje desde el país que posee al águila que devora a la serpiente sobre un nopal.

-Parece que me fui de aquí hace años -exclamo al ver la ciudad por las ventanas de la aeronave -solo fue un par de semanas. Menos, supongo.

Bajando por la escalera un joven pelinegro con ropas muy elegantes, fue recibido por los únicos tres que aun llamaba amigos.

-¡Takashi! -grito uno pintado de cabello rubio.

Eran Morita, Imamura y Kohta, recibiendo alegres a su amigo.

-Chicos -sonrió Komuro caminando hacia sus compañeros. Estrecho la mano

-Es una pena lo de tu abuelo, viejo ¿Como te sientes? -dijo Imamura.

-He perdido mas de lo quisiera -exclamo desviando la mirada, para después dar unos cuantos pasos más allá de donde estaban sus amigos y mirar al cielo -pero no es tiempo para lamentos. Es el momento de actuar.

Era el comienzo de un nuevo Takashi.

Drogas, armas, lavado de dinero, asesinatos. Son algunos de los mas conocidos negocios dentro del mercado negro donde yace la corrupción. Un submundo bajo nuestra realidad que todos ignoran y que rige a la sociedad en la que vivimos. Ninguna ciudad o poblado esta excepto de esto. Aquí, solo los mas fuertes perduran, esta es la leyenda del ascenso de uno de los mas temidos lideres del bajo mundo del narcotráfico.

-Que hacemos primero -pregunto Imamura.

-Déjenme eso a mi -sonrió maquiavélicamente.

No obstante, una pelirrosa se encontraba dentro de las instalaciones de la preparatoria Fujimi. Recargada del barandal perteneciente a la escalera de emergencia. Mientras las clases transcurrían, ella ahí miraba con tristeza en su interior hacia la entrada del complejo escolar. Recordando el ultimo momento cuando discutió con el chico al que no ha conseguido decirle lo que sentía.

-Takashi... -susurró.

Flashback.

Hace unas semanas atrás, Saya encontró a Komuro parado en este mismo lugar. Luego de las clases ella lo encontró sin mucho esfuerzo por encontrarlo, sabiendo que solía venir a este lugar cuando tenia problemas consigo mismo.

-Que estas haciendo aquí tonto -le encaro con esa típica expresión superior con el chico -¿Porque cada vez que buscas escapar de la realidad vienes al mismo lugar? ¿eh?

-¿Que quieres Takagi? -sin ganas, volteo a verla. Quería estar solo en ese momento.

-Apenas ha empezado el nuevo año y ya estas por reprobar por tantas faltas -se acerco a Takashi.

Con la diferencia de altura, Komuro logro verle el escote que ella poseía. Por respeto, miro a otro lado. Aunque la realidad era, que Saya buscaba que él la viera como mujer y ya no como una amiga.

-Porque te preocupas tanto -se recargo de espaldas sobre el barandal.

-Por que eres mi amigo tarado -respondió sin dejar el porte.

-Creí que odiabas ser amiga de la gente idiota -sonrió burlón.

-Odio a los idiotas, pero tu eres diferente; al menos tu sabes que lo eres -era cruel, pero honesta.

Si tan solo supiera como era en realidad, una personalidad que no quería Takashi que alguien viera, porque no estaban listos para presenciarlo.

-Cuando aceptaras que Rei sale con tu mejor amigo ¿eh? -le recordó algo hiriente al pelinegro -siempre que lloras por eso vienes aquí.

-No es por eso esta vez -dijo Takashi, se entristecio, pero no por esta chica Rei -no es por ella esta vez -noto que hablaba enserio -admito que me odio verlos así de felices -quería ser él quien la hiciera feliz, es una falsedad eso de: si ella es feliz, yo soy feliz. Por favor, si es uno quien hace feliz a la persona que ama, es infeliz el resto de su vida o cuanto tarde en superar la realidad -pero no es por ello que estoy aquí, Takagi.

-Te he dicho que me llames Saya -jamás iba a mostrar otra personalidad delante de él, a menos que dejara de ser un tonto -entonces porque tuve que encontrarte aquí hoy.

-Ayer vino un hombre a mi casa, un trabajador de mi abuelo -contaba Komuro.

-¿Tu abuelo? El que me has hablado que vive en el extranjero -comento Takagi.

-Si, vino a traer la noticia. Mi abuelo murió -ahora entendía porque esta así de sufrido, conociendo el porque le tenia aprecio a este hombre.

-Lo lamento -mostro condolencia.

-Mi madre pudo arreglar las cosas rápido, saldré del país para ir a despedirme como se debe -dijo.

-Supongo que tendrá que esperar -divago en voz alta la pelirrosa.

-¿Que cosa? -preguntó.

-Shido-sensei me pidió ayudarte con tu bajo rendimiento, con asesoramiento y eso -comento Saya -dime cuando volverás para que se podamos iniciar.

Tenia que ser sincera con ella.

-Veras, no se si volveré -se puso empático, Saya sintió en ese momento como algo en su interior se rompía -no solo voy a despedirme de mi abuelo. También hay cosas que tengo que resolver ahí, hable con Kohta, Morita e Imamura. Tal vez no vuelva.

-Pero... -Saya quería llorar tras escuchar sus palabras, tenia que seguir manteniendo esa presencia de mujer madura delante de él -pero que estupidez estas diciendo... ¡idiota! Tienes que volver, ¿porque no volverías?

-Aquí ya no tenga nada, incluso mi madre me apoya con mi esto -dijo Takashi.

-Que hay de tus amigos, creí que esos vagos eran los pocos amigos que tenías, siempre te juntas con ellos, pensé que te hacían sentir mas feliz -esta enojada con él.

-Solo era un juego de niños -dijo Komuro -la verdad es que quiero un lugar donde comenzar de nuevo.

-¿Y que hay de mi? -pregunto -¿acaso no te importo?

-De verdad, no entiendo porque lloras por mi -podía ver claramente que de sus ojos, brotaban las lagrimas -tienes un futuro prometedor como la chica mas lista de esta ciudad, tal vez del país. Porque te preocupas por mi -comenzó a alejarse y bajar por las escaleras -no querrás desperdiciar tu vida con un... tonto como yo -entonces se alejo.

-¡Takashi espera! -grito, pero no pudo impedir detenerlo, pudo ir tras él, pero sus piernas no querían moverse -te amo... -susurro, quebró en llanto -te amo, tonto... por tienes que ser así conmigo... -tapo sus ojos con la manga de su brazo.

Fin del flashback

Saya se mantenía algo de tiempo en ese lugar, mirando con gran claridad la entrada de la escuela. Esperando que Takashi, su tonto; volviese a cruzar por esas puertas.

-Takashi... por vuelve pronto.

No obstante, Takashi fue acompañado por sus amigos en la ciudad, junto a dos recién llegados, empleados de su abuelo. Donde les mostraría el lugar de trabajo que tenían instalado.

-Este es su guarida -dijo un joven mexicano de un año mas grande que Komuro -es pequeña, pero será un buen lugar para guardar las armas.

-Escuche bien armas ¡Armas! -Hirano se emociono.

-Pensé que podríamos usarlo como centro de operaciones -exclamo Komuro.

-Tu decides, es pequeña, pero puede ampliarse -sugirió una chica de la misma edad que su compatriota -es un buen lugar muy bien ubicado.

-Perdonen la pregunta, pero ¿quienes son ustedes?

-Soy Helen Poot-una mexicana, color de piel morena y una figura muy bien definida para ser una sicaria.

-Richard o Ricardo, me apellido Ballina, como les haga fácil -dijo el mexicano, un sicario y hacker -trabajamos para Takashi, por ordenes del León, como ultima voluntad.

-Les sugiero no hacerles preguntas en este momento, chicos -dijo Takashi -cuando llegue todos los materiales comenzaremos a preparar el negocio. Por el momento, ay que hacer la estrategia.

Sacando un mapa y poniéndolo sobre una mesa, mostro como estaba dividido la ciudad.

-Pensé que seria Tokio la ciudad donde lucharíamos, no en Tokonohuso -dijo la Helen.

-Esta ciudad esta dividida en cinco grupos peligrosos, sin contar a las pandillas que andan por ahí -dijo Komuro.

-Bueno, bueno. Por donde empezar -entonces solo comenzaron a mirar el mapa.

Tokonohuso es una enorme ciudad, sede de las plazas mas codiciadas de Japón por los clanes yakuza que intentan apoderarse del país. Ahora un nuevo contendiente se unido a la lucha, ¿quien será el reclame esta tierra en esta nueva guerra?