Pues como ya dije, este va a ser el ultimo capitulo. No voy a mentir, de todas las historias que he escrito esta ha sido con suma diferencia la que menos recepción ha tenido aunque ya sabía donde me estaba metiendo cuando la empecé. De todas formas me he divertido bastante escribiéndola y ha sido un soplo de aire fresco después de pasar meses estancado escribiendo sobre lo mismo.

"¡NO!"

Carlos no escuchó el grito de Mal, ni la vio luchando frenéticamente contra sus captores. Lo único en lo que podía centrarse era en el cuchillo que tenía clavado en su vientre. Pensaba que le dolería, pero lo único que podía sentir era un frío estremecedor expandiéndose por todo su cuerpo.

Cuando Uma retiró el cuchillo, Carlos soltó un gemido y se llevó ambas manos a la herida. La sangre pronto se filtró a través de sus dedos. Intentó mirar a Mal una ultima vez, pero las fuerzas le fallaron y cayó al suelo, perdiendo la consciencia.

Mal dejó de luchar en el momento que vio a Carlos caer al suelo. Esperó ansiosamente a que volviese a moverse pero cuando eso no sucedió la realidad de la situación la golpeó de lleno.

Puede que se haya desmayado por la perdida de sangre. O puede que esté muerto. Y es culpa tuya

Un sollozo tembloroso se escapó de sus labios sin que pudiese hacer nada para contenerlo. Se sentía rota. No podía imaginar un mundo en el que Carlos ya no estuviese, en el que nunca podría volver a ver su sonrisa.

Debería haber sido yo

Eso era lo único en lo que podía pensar. Jamás había sentido un dolor como el que sentía en ese momento. Estaba segura de que no dolería tanto si hubiese sido ella quien recibiese la puñalada.

"¿En serio? ¿Lágrimas? Yo que pensaba que ya no podías caer más bajo" Se burló Uma acercándose a ella.

Mal ni siquiera la miró. Ya no le importaba lo que pensasen de ella, o pudiesen hacerle. Ya nada le importaba.

"¡Mimaré cuando te hablo! Deberías darme las gracias. Le he dado una muerte rápida, qué es mucho más de lo que vas a recibir tú" Gritó Uma, agarrándola del pelo y acercando el cuchillo a su garganta.

El mismo cuchillo con el que había atacado a Carlos. Aún se podía ver la sangre en la hoja.

Mal le sostuvo la mirada sin decir nada. Iba a morir, estaba segura de ello, pero haría todo lo que estuviese en su mano para asegurarse de que Uma muriese primero.

"De acuerdo, aquí ya no tenemos nada que hacer. Volvemos al barco muchachos" Ordenó Uma.

"Hay una buena caminata de aquí al barco" Le recordó Harry "Es poco probable que ella venga sin ofrecer resistencia"

"Pues dejadla inconsciente o atadla. O mejor aún, las dos cosas"

Harry sonrió, claramente más que dispuesto a cumplir esa orden cuando, de repente, se oyeron varios vehículos acercándose.

Antes de que los piratas tuviesen tiempo a reaccionar, llegaron cuatro vehículos de los cuales salieron hombres armados.

"Soltad todos las armas. ¡AHORA!"

Algunos, como Uma y Harry, parecían reacios a obedecer, sin embargo los dos tipos que sujetaban a Mal la soltaron de inmediato y levantaron las manos.

Mal ni siquiera se molestó en comprobar quienes eran los que la habían salvado. Corrió al lado de Carlos y se arrodilló frente a él, colocando una mano en su mejilla. Se asustó mucho al comprobar lo fría que estaba su piel

"Carlos. Carlos mírame. No me hagas esto" Mal suplicó desesperadamente mientras las lágrimas caían sin control por sus mejillas "¡Abre los ojos maldita sea! Abre los ojos, por favor… Por favor"

Su voz se quebró al final y abrazó el cuerpo inerte de Carlos, sin dejar de llorar.

"¡Mal!"

Mal levantó la cabeza para ver a Evie Ben y Jay corriendo hacia ella.

Al ver a Carlos los tres se detuvieron de golpe. Evie se llevó una mano a la boca mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, Jay se quedó petrificado como si su cerebro fuese incapaz de comprender la imagen que tenía delante. Ben fue el que reaccionó más rápido, se arrodilló al lado de Mal y le buscó el pulso a Carlos.

"Tiene pulso, pero es muy débil. ¡Necesitamos ayuda aquí!"

Ante el grito de su príncipe, dos de los guardias que vigilaban a Uma y su tripulación se acercaron a ayudar.

"Está perdiendo mucha sangre. Hay que taponar esa herida o no llegará con vida al hospital"

Mal se alejó para dejarles trabajar. Uno de los guardias cortó la camiseta de Carlos mientras el otro traía un botiquín. Cubrieron la herida con un vendaje improvisado, aunque pronto se tiñó de sangre.

"¿Que demonios ha pasado?" Le preguntó Jay a Mal.

"Uma"

"¿Como está?" Preguntó Evie cuando los guardias terminaron el vendaje.

"Esto debería ayudar, pero hay que llevarlo a un hospital ahora mismo"

"Deberíais dejar que se muera. Un perro menos en este mundo" Les provocó Uma.

Antes de que nadie fuese consciente de lo que estaba pasando, Mal tiró a Uma al suelo y le apretó el cuello con ambas manos. La pirata intentó romper el agarre, pero Mal se mantuvo firme, poseída por una furia asesina.

El rostro de Uma empezó a ponerse purpura por la falta de oxigeno pero entonces Ben y Jay agarraron a Mal y la obligaron a soltarla.

"¡SOLTADME! ¡VOY A MATARLA!" Rugió Mal.

"No puedes hacer eso Mal" Intentó razonar Ben, pero Mal no atendía a razones "¡Si la matas te quedarás en la Isla para siempre! Nada podrá evitar eso. Todo lo que hemos pasado habrá sido para nada" Al oír eso Mal se calmó un poco, pero aún intentaba escaparse "Por favor, estamos apunto de demostrar que eres inocente. No lo eches a perder ahora. ¿De verdad crees que Carlos querría eso?"

"Escúchalo, Mal" Insistió Jay "Sabes que yo también desearía poder matarlos a todos, pero esto no nos hará ningún bien. Por favor"

Mal se calmó lo suficiente como para que Ben y Jay la soltasen. Harry había ayudado a Uma a incorporarse y Mal les dejó claro con la mirada que esto no había terminado.

Más os vale que Carlos se recupere. Rezad por ello porque, de lo contrario, no habrá nada en este mundo que pueda salvaros de mí

Vio que entre los dos guardias acostaban a Carlos en el asiento trasero de uno de los coches y se dispuso a acompañarlos, pero Ben se lo impidió.

"¿A donde crees que vas?"

"Con Carlos"

"No puedes hacer eso"

"Mírame" Apartó bruscamente a Ben de un empujón pero él enseguida volvió a estar a su lado.

"Mal, aún no tienes permiso para abandonar la Isla. Tienes que quedarte aquí"

"¿Es una jodida broma?" Preguntó Mal incrédula "Alguien le contó a Uma y su gente donde me encontraba, por poco me matan y Carlos ha acabado gravemente herido ¿De verdad esperas que me siga quedando aquí después de todo eso?"

"Lo siento, pero tienes que hacerlo. Dejaré guardias armados para que te protejan" Ben se acercó a ella y le susurró al oído "Estamos apunto de aclarar esto por completo. Unas horas más y el juez revocará tu orden de detención y serás libre de volver. Por favor, no hagas nada ahora que pueda complicarlo"

"Yo voy a ir con Carlos. Me aseguraré de que esté bien" Le prometió Jay.

"¡Tenemos que irnos ya!" Gritó el guardia "Cuanto más tardemos en llegar al hospital peores son sus posibilidades"

"Ve" Le dijo Mal a Jay "Tú también, Ben. Eres el Príncipe Heredero. Es demasiado peligroso que te quedes"

Ben dudó "No quiero dejarte sola"

"No estará sola, yo me quedo con ella" Dijo Evie. Levantó la mano antes de que Mal pudiese protestar "Ni siquiera pienses en intentar convencerme de lo contrario"

"Está bien. Contactaré con vosotras cuando sepamos algo"

Ben dio la orden al resto de hombres de que vigilasen a los piratas y él y Jay fueron al coche donde habían metido a Carlos.

Evie abrazó a Mal mientras las dos chicas veían como el coche se iba "No te preocupes. Carlos es más fuerte de lo que parece, saldrá de esta"

Mal fulminó al grupo de piratas con la mirada "Más les vale"

Mal y Evie regresaron a la cabaña, acompañadas de tres guardias. No estaban seguras de que iba a pasar con el grupo de Uma, pero les habían asegurado que no volverían a dar problemas.

"Vaya, es más bonito de lo que me esperaba" Comentó Evie cuando estuvieron dentro de la cabaña "Fue Carlos quien lo encontró. Por lo visto, antes de que la Isla se convirtiese en una cárcel, esto era una casa de vacaciones..." Evie se calló de golpe ante la mirada de Mal "Supongo que no importa"

Mal se sentó bruscamente, llevandosé ambas manos a la cara.

Evie se acercó a ella con cautela "¿Estás bien?"

"No dejo de ver su cara" Susurró Mal "Me da miedo pensar que esa podría ser la ultima imagen que tenga de él. Debería haber hecho más para evitarlo. Era a mí a quien querían, no a Carlos"

"Basta. Ambas sabemos que pensar en ello no servirá de nada" La interrumpió Evie firmemente "Igual deberías intentar dormir un poco"

Mal negó con la cabeza "No tengo sueño. Y, honestamente, dudo que pudiese dormir aunque quisiera"

"Como quieras. Voy a prepararme un té ¿Quieres uno?"

Mal no respondió y, con un suspiro, Evie fue a la cocina.

Después de preparar el té Evie metió un somnífero en la taza de Mal y se la entregó.

"Toma, estás muy tensa. Si no quieres dormir al menos esto te ayudará a calmarte un poco"

Mal parecía querer rechazarlo, pero al final cogió la taza y bebió un sorbo.

"Imagino que debes odiarme. Carlos es tu mejor amigo, y está herido por mi culpa"

"Mal, no te odio. Tú no tienes la culpa de lo que le ha pasado a Carlos. Y sé que él tampoco te culpará"

Mal solo asintió y se terminó el té en silencio. Al cabo de pocos minutos empezó a sentirse muy cansada, y frunció el ceño.

"Has puesto algo en ese té ¿verdad?"

Evie sonrió con disculpa "Lo siento, pero era lo único que se me ocurría. Necesitas dormir un poco"

"Cuando me despierte tú y yo vamos a tener una larga conversación sobre esto, pero ahora mismo necesito que me ayudes a llegar a la cama"

Evie ayudó a Mal a llegar a la habitación y la acostó en la cama. Esperaba que una o dos horas de sueño ayudasen a su amiga a calmar sus nervios y, con suerte, cuando se despertase ya habría noticias de Carlos.

"Evie" Mal apenas podía mantener los ojos abiertos "Si Carlos muere, no me importa lo que pueda pasarme, voy a matar a Uma"

"Lo sé" Evie le apretó la mano con fuerza "Y yo voy a ayudarte"


Evie realmente no había tenido en cuenta lo aburrido que sería estar ahí. Con Mal durmiendo los únicos con los que podía hablar eran los guardias que había dejado Ben, y esos no parecían estar muy dispuestos a ello precisamente.

Además la preocupación por Carlos la estaba consumiendo. Aún no se había recuperado del choque de ver a Carlos ensangrentado, tirado en el suelo, con Mal llorando encima suyo. Se repetía a si misma una y otra vez que Carlos era fuerte y en Auradon había los mejores médicos del mundo pero eso no lograba calmarla.

Con un suspiro cogió uno de los libros que había en la estantería y fue a la mesa para empezar a leer cuando notó una hoja de papel en el suelo.

Más por curiosidad que por cualquier otra cosa la recogió, y se sorprendió al reconocer la letra de Carlos. Sus ojos se abrieron de sorpresa y shock, a medida que iba leyendo, y se llevó una mano a la boca, incapaz de creer lo que estaba leyendo.

"No puede ser" Susurró en total estupor.

"¿El que no puede ser?" Preguntó Mal, detrás suyo.

Evie soltó un chillido y se dio la vuelta, escondiendo las manos detrás de su espalda para que Mal no viese el papel "M-Mal. No esperaba que te despertases tan pronto"

Mal la miró con sospecha "¿Que estás escondiendo?"

Evie soltó una risa nerviosa "¿Esconder? No tengo ni idea de que me estás hablando"

"Estabas mirando algo, y ahora escondes tus manos detrás de tu espalda ¿te crees que soy idiota?"

"Ughhhh…" Viéndose descubierta, Evie decidió cambiar de estrategia "Vale, estoy escondiendo algo pero créeme, no quieres saber de que se trata"

"Evie" La presionó Mal, alzando una mano.

"Mal, por favor, confía en mí. Ahora mismo esto te hará más mal que bien" Insistió Evie, pero Mal mantuvo su mano alzada. Sabiendo que su amiga tenía más fuerza de voluntad que ella, Evie soltó un suspiro y le entregó el papel "Por favor, intenta tomártelo con calma"

Mal lo cogió, reconociéndolo como el papel en el que Carlos estaba escribiendo antes de que llegasen Uma y su tripulación. (Por algún motivo el editor de documentos de Fanfiction no me permite poner frases tachadas así que cuando leais palabras subrayadas os imaginais que son eso)

Querida Mal

Mal te escribo esto para decirte que

Honestamente no tengo ni idea de lo que estoy haciendo. No espero que leas nunca esto. Si te soy sincero lo estoy escribiendo para mí mismo, no para ti. Estoy seguro de que si lo supieses me dirías que deje de ser un cobarde y te lo diga a la cara pero no puedo hacerlo, porque sé que eso arruinaría nuestra amistad y no quiero perderte.

Recientemente he empezado a sentir una gran confusión cuando estoy cerca de ti. Al principio pensaba que estaba preocupado por lo que pudiera pasarte, que tenía miedo de no volverte a ver, pero hoy me he dado cuenta de que es mucho más que eso. Me he dado cuenta de que estoy enamorado de ti. Y creo que lo estoy desde hace bastante tiempo, seguramente desde antes de que nos fuésemos a Auradon. Supongo que ni siquiera era consciente de ello porque por aquel entonces pensaba que una chica fuerte valiente y hermosa como tú nunca se fijaría en un canijo blandengue con miedo a los perros como yo, y luego empezaste a salir con Ben así que yo quedaba totalmente fuera de escena.

Imagino que por eso nunca he llegado a pedirle una cita a Jane, porque en algún lugar dentro de mí sabía que en realidad eras tú a la que amaba. No te preocupes, aunque ahora sea consciente de mis propios sentimientos, no pienso hacer nada. Ben es mi amigo y no voy a traicionarle intentando quitarle la novia. Y sé que eres feliz con él, aunque últimamente hayáis tenido algunos problemas, no hay duda de que estáis hechos el uno para el otro. No pienso entrometerme en lo que tenéis, ninguno de los dos se lo merece...

Mal leyó las palabras varias veces, intentando comprender su significado.

Carlos estaba enamorado de ella. Carlos, su amigo, el que ahora mismo podía estar al borde de la muerte, estaba enamorado de ella.

Ni siquiera era consciente de que estaba llorando hasta que las lágrimas empezaron a caer sobre la carta.

Rápidamente dejó la carta sobre la mesa y se pasó una mano por la cara, respirando pesadamente.

"¿Estás bien?" Le preguntó Evie con preocupación.

"¡No, joder, no estoy bien!" Finalmente Mal se rompió "Él me ama Evie. Carlos está enamorado de mí. Por eso vino aquí. Por eso Uma casi lo mata. Por eso podría estar muriéndose mientras hablamos. ¡Y es todo culpa mía!"

Con ese ultimo grito Mal perdió el control de sus acciones y empezó a llorar con fuerza.

Evie la abrazó y le acarició el pelo, intentando calmarla "Shhh, shhh. Está bien Mal, no pasa nada"

"No está bien, Evie, nada está bien. ¿Que se supone que debo hacer yo ahora?"

"¿Te refieres a en general o solo con Carlos?"

"Con Carlos. Dios ni siquiera sabemos si logrará salir de esta ¿Que pasa si muere y tengo que pasar el resto de mi vida sabiendo que él me amaba y eso lo llevó a la muerte?"

"No hables así. Carlos se va a recuperar y desde luego lo que él sienta por ti no ha tenido nada que ver con lo que ha pasado. Lo que de verdad importa ahora es ¿Que sientes tu por él?"

Mal la miró incrédula "¿Que esperas que responda a eso? Evie ahora me siento tan confundida que no puedo pensar con claridad. Nunca se me había ocurrido pensar en Carlos de esa forma y después de la montaña rusa emocional que he pasado hoy, no tengo fuerzas para empezar a hacerlo ahora"

"De acuerdo. Eso suena justo. Pero sabes que en algún momento tendrás que hablar con Carlos sobre esto ¿verdad?"

Si no muere

Ninguna de las dos lo dijo, pero ambas lo estaban pensando.

"¿Mal, Evie, estáis ahí?" La voz de Ben llegó desde el walkie.

Evie fue rápidamente a responder "Te oimos Ben ¿Alguna novedad sobre Carlos?"

"Está en el quirófano. No nos dirán nada hasta que no acaben. Pero tengo buenas noticias en el otro frente. El juez ha revocado la orden. Mal puede regresar a Auradon"


No hacía ni un día que había regresado a Auradon y Mal ya estaba empezando a desear haberse quedado en la Isla.

Si pensaba que antes la prensa no la dejaba en paz, por ser la novia de Ben, ahora era una autentica pesadilla.

Un enorme ejercito de periodistas la había estado esperando, cuando regresó a la escuela, y la habían acribillado con toda clase de preguntas. Especialmente sobre su relación con Carlos.

Si Ben y Evie no hubiesen estado ahí para calmarla probablemente habría atacado a los periodistas en ese preciso instante.

Lo curioso era que la mayoría, por no decir casi todos, trabajaban para medios que no habían tenido reparos en afirmar que era culpable, y demasiada peligrosa para permanecer en Auradon. Y no parecía que nadie fuese a disculparse con ella, pese a que se había demostrado que la habían acusado basándose únicamente en pruebas manipuladas.

Después de demostrar que el vídeo de seguridad había sido manipulado, la policía arrestó al director del museo. No había sido necesaria mucha presión para lograr que confesase pero, por desgracia, no era mucho lo que sabía. Si bien admitia que alguien se había puesto en contacto con él y le había ofrecido una gran cantidad de dinero para que colocase el vídeo falso, y desactivase el resto de cámaras, también afirmaba que no tenía ni idea de quien había sido, ya que todo contacto había ocurrido a través de teléfono o por correo electrónico.

La policía había intentado rastrear ambos medios, pero la cuenta de correo había sido eliminada y el numero era de un mobil de pre-pago imposible de rastrear.

Aún seguían investigando, y Ben aseguraba que tarde o temprano encontrarían alguna pista pero Mal, Evie y Jay no compartían ni de lejos su optimismo.

La única noticia realmente buena era que Carlos había superado con éxito la operación y los médicos eran muy optimistas sobre sus posibilidades de recuperarse.

Les habían dicho que ya podían ir a visitarlo, si bien era muy poco probable que estuviese consciente, y allí era donde se dirigían.

Como no podía ser de otra forma, había una aglomeración de periodistas esperándoles en la puerta del hospital.

Al verlos Mal se puso furiosa y sus ojos se volvieron de color verde.

"Mal, cálmate. Tu solo ignóralos. Pasa de largo sin mirarlos y no respondas a ninguna de sus preguntas" Dijo Ben con una sonrisa.

Mal asintió, pero no le devolvió la sonrisa. Pese a que aún no se lo había dicho a nadie, había decidido que iba a romper con Ben.

Se sentía fatal por ello porque sabía que él la amaba y había trabajado muchísimo para demostrar que ella era inocente, pero no podía seguir con eso, especialmente después de todo lo que había pasado la ultima semana. No podía seguir fingiendo que era la perfecta princesa de color rosa que Ben necesitaba que fuese.

Ni siquiera se lo había contado a Evie porque seguramente asumiría que su decisión estaba influenciada por los posibles sentimientos que pudiese tener por Carlos.

Honestamente ni siquiera podía afirmar con total seguridad que ese no era el caso.

Lograron llegar a la recepción del hospital tras superar la barrera de periodistas. Afortunadamente la prensa tenía prohibido acceder al edificio porque de lo contrario Mal estaba segura de que habría perdido la cabeza.

Ben fue a hablar con la recepcionista y le dijo que estaban ahí para visitar a Carlos DeVil.

Jay Evie y Mal rodaron los ojos ante la excesiva amabilidad de Ben. Como Príncipe podía pasearse tranquilamente por el hospital sin que nadie se atreviese a impedírselo pero, claro, ese no era su estilo.

En recepción les dijeron que solo podían visitar a Carlos en grupos de dos como máximo, ordenes estrictas de los médicos. Tras una breve conversación decidieron que Mal y Evie fuesen primero, y los chicos irían después.

Evie estaba realmente emocionada de volver a ver a Carlos, Mal sin embargo notaba como, a cada paso que daba, su ansiedad iba en aumento.

La puerta de la habitación de Carlos estaba medio abierta y pudieron ver el interior antes de entrar. Carlos estaba dormido, con una expresión plácida en su rostro. Varias maquinas estaban conectadas a su cuerpo, para medir sus pulsaciones, su tensión y tenía una vía intravenosa para administrarle los antibióticos y el suero.

Realmente no había nada dramático en esa imagen. No era como si Carlos estuviese conectado a un respirador artificial para mantenerse con vida, ni nada de eso, sin embargo al verlo Mal se detuvo en seco y empezó a respirar pesadamente.

"No puedo hacer esto" Susurró para si misma, y retrocedió por el pasadillo por el que había venido, ante la mirada sorprendida de Evie.

"Mal" Evie aceleró el paso para mantener el ritmo de su amiga "¿Mal que estás haciendo?"

Mal se giró bruscamente "No puedo entrar ahí. No puedo verlo en estas circunstancias. No puedo Evie"

Evie frunció el ceño "Entiendo que no te resulte fácil, pero..."

"¡Pero nada!" La interrumpió Mal, y luego bajó la voz ante las miradas que recibió "Por favor Evie, no me obligues a entrar. Necesito aclarar lo que siento por Carlos antes de volver a verlo. Necesito unos días, eso es lo único que te pido"

Claramente Evie no estaba conforme, pero asintió de todos modos "De acuerdo. Si crees que esto es lo mejor para ti, y para Carlos, entonces lo respeto"

Mal escaneó el pasillo hasta encontrar las escaleras de emergencia "¿Puedes decirle a Ben que la limusina me espere en la parte de atrás del Hospital? No quiero volver a pasar por medio de los periodistas"

El ceño de Evie se intensificó, pero volvió a asentir. Mal se dirigió rápidamente a las escaleras porque no quería seguir enfrentando la mirada acusadora de su amiga.

Aunque de todas formas sabía perfectamente lo que Evie estaba pensando. Y lo sabía porque ella estaba pensando exactamente lo mismo.

Cobarde


Mal llamó a la puerta del despacho de Ben en el palacio real. Esperaba que no estuviese reunido con nadie. Se había colado en el palacio sin que nadie la viese, y tampoco había avisado a Ben de que venía.

Hablando de eso, tal vez debería comentarles al Rey Adan y la Reina Bella los más que evidentes fallos de seguridad que tenían en el palacio. Le había resultado incluso demasiado fácil colarse.

"Adelante" Llegó la voz de Ben desde dentro.

Armándose de valor, Mal abrió la puerta "Hola"

"Mal" Ben la miró sorprendido "Que sorpresa. No te esperaba"

"He venido sin avisar, y me he colado sin que nadie me viese" Admitió Mal "Por cierto, igual queras considerar aumentar un poco la seguridad"

Ben se río "Lo tendré en cuenta. Me alegra que hayas venido, sin embargo, porque hay algo importante que tenía que comentarte"

Mal levantó una mano para detenerle "Creo que será mejor si me dejas hablar a mí primero. Yo también tengo algo que decirte, y me temo que no te va a gustar"

"¿Sucede algo malo?" Preguntó Ben.

"Me temo que si" Mal se frotó las manos con nerviosismo "No puedo seguir con esto, Ben"

"¿A que te refieres?"

"A nosotros"

Ben la miró sorprendido "¿Estás rompiendo conmigo?"

"Si. Lo siento mucho, se que me amas, y yo también te amo, pero no puedo seguir así. Me he pasado los últimos meses fingiendo ser algo que no soy porque eso era lo que necesitabas, y ya no puedo soportarlo. Especialmente después de lo que pasó"

Ben parecía luchar por encontrar una replica "Se que no te gusta nada tratar con los periodistas, pero..."

"No se trata solo de la prensa, se trata de que no funcionamos. Las ultimas semanas hemos pasado más tiempo discutiendo que hablando entre nosotros. ¿De verdad crees que es así como debería comportarse una pareja enamorada?"

"No" Admitió Ben "Tienes razón. Y tienes razón al decir que he estado intentando cambiarte. Lo siento, nunca debería haber permitido que las presiones externas afectasen a lo que siento por ti"

"Yo también lo siento. Créeme cuando te digo que no quiero hacerte daño"

Ben suspiró "Si no eres feliz entonces no puedo obligarte a estar conmigo. Eres más que libre de tomar tus propias decisiones. Lo que de verdad lamento es no haber podido ser un mejor novio para ti"

"Si sirve de algo, has sido con diferencia el mejor novio que he tenido" Sonrió Mal "Y se que igual es pedirte demasiado, pero significaría mucho para mí que pudiésemos seguir siendo amigos, a pesar de todo"

"A mí también me gustaría conservarte como amiga" Ben titubeó un segundo "¿Puedo hacerte una pregunta que seguramente no te va a gustar?"

"Teniendo en cuenta lo bien que te estás tomando todo esto, puedes preguntarme lo que quieras"

"Soy consciente de que puede sonar como que estoy celoso pero ¿Esto tiene algo que ver con Carlos?"

Mal se tensó visiblemente "¿Por que preguntas eso?"

"Los periodistas no han parado de hacerme preguntas al respecto" Dijo Ben "Han empezado a surgir rumores, sobretodo porque pasasteis casi un día entero, los dos solos, en la Isla y Carlos literalmente tomó una puñalada por ti"

Mal apretó los dientes con furia, antes de calmarse y soltar un suspiro cansado "No se lo que siento por Carlos. Pero no pasó nada entre nosotros. Ya le conoces, te considera uno de sus mejores amigos, nunca habría hecho nada sabiendo que yo era tu novia"

Ben asintió lentamente "Lo se. Lo único que quería decir es que, por mucho que no me sienta muy cómodo con ello, si crees que Carlos de verdad puede hacerte feliz, entonces ve a por ello"

"¿Has dicho que también querías hablar conmigo sobre algo?" Preguntó Mal para cambiar de tema.

Hablar sobre sus sentimientos por Carlos con Ben era sencillamente demasiado raro, y no estaba dispuesta a ir por ese camino.

"Ah si" Ben rebuscó en su escritorio y sacó un sobre "Como fuiste injustamente acusada y pasaste un tiempo en la cárcel, por no hablar del peligro que corriste, la ley exige que te entreguemos una compensación económica"

Mal entrecerró los ojos "No quiero dinero Ben, lo que quiero es que las personas que incriminaron paguen por ello"

"Y lo harán, confía en mí" Aseguró Ben, si bien hasta él empezaba a dudar de que eso fuese cierto.

Mal cogió el sobre a regañadientes "Acabo de romper contigo y tu me das un cheque ¿Te das cuenta de lo mal que se ve esto?"

Ben esbozó una media sonrisa "Si no lo quieres puedes romperlo sin más. Soy consciente de que ninguna cantidad de dinero compensará lo que has pasado, pero realmente creo que este dinero te podría ser de gran ayuda para planificar tu futuro"

Mal abrió el sobre y, a pesar de lo que acababa de decir, sus ojos se abrieron en shock al ver la cantidad del cheque "Wow... Eso son muchos ceros"

"Entonces ¿Tengo tu permiso para ingresar el dinero en una cuenta a tu nombre?"

Por un momento Mal se planteó rechazarlo de todas formas, pero luego pensó en sus amigos; Evie podría usar la ayuda económica para mejorar su negocio de ropa, Jay seguramente tendría un infarto si se enteraba de que había rechazado semejante cantidad, y Carlos... Honestamente no estaba segura de lo que Carlos quería hacer, cuando acabasen la escuela pero sin duda sería de gran utilidad tener algo de dinero ahorrado.

"Está bien, pero quiero que lo pongas en una cuenta conjunta a la que también puedan acceder Carlos, Evie y Jay"


Habían pasado casi dos semanas desde que Mal rompió con Ben. Ambos habían acordado esperar a que las cosas se calmasen un poco, antes de anunciarlo de forma oficial, ya que decirlo ahora solo provocaría que la prensa se les volviese a lanzar encima, y seguían manteniendo una actitud cortes y amigable cuando estaban juntos de modo que, por el momento, nadie sospechaba nada.

Mal entró en la aula donde hacían la clase de historia y se sorprendió al encontrarse prácticamente a todos sus compañeros formando un circulo alrededor de Evie y Jay.

"¿Que está pasando aquí?" Preguntó Mal, confundida.

"¡Mal, llegas justo a tiempo!" Exclamó Jane alegremente "Evie ha sugerido que podríamos organizar una fiesta de bienvenida para Carlos y ahora estábamos discutiendo los detalles"

Mal sintió como si hubiese tragado una tonelada de plomo "¿Fiesta de bienvenida?"

"Claro. Mañana le dan el alta y puede regresar a la escuela ¿recuerdas?" Dijo Doug.

Todos la miraron extrañados, preguntándose como era posible que una de las mejores amigas de Carlos hubiese olvidado eso.

Mal tragó saliva y miró a Evie furiosa, preguntándose porque su amiga no se lo había contado, pero la princesa peliazul le devolvió la mirada con igual intensidad. Prácticamente podía oír su voz en su cabeza.

¿Querías saberlo? Haber ido a visitarlo alguna vez

Una oleada de vergüenza sustituyo la ira, y apartó la mirada de los ojos acusadores de Evie.

No estaba nada orgullosa de ello, pero en los diecisiete días que Carlos estuvo en el hospital no había ido a visitarlo ni una sola vez. Cada vez que alguien se lo proponía, ella encontraba alguna excusa para escabullirse. Se prometía a si misma que lo iría a visitar en algún momento pero nunca se atrevía a dar el paso. Sabía que Jay estaba empezando a sospechar que algo no iba bien, y Evie ya no se tragaba sus excusas, si bien aun no había dicho nada al respecto.

Bueno pues ahora no tenía más remedio que ver a Carlos, estuviese preparada para ello o no. Le sería imposible evitarlo por completo en la escuela, por mucho que lo intentase.

"En cualquier caso" Siguió Lonnie "Jane va a convencer a su madre para que nos deje usar el gimnasio. Pensábamos decorarlo, y servir algo de comida y bebida. También estábamos hablando sobre que podríamos comprarle, como regalo..."

"Si, si, tengo una vaga idea de como funcionan las fiestas. Puedo imaginarme el resto" La interrumpió Mal, y fue a sentarse lo más alejada posible de ellos.

Jay la miró con incredulidad "¿Acaso no vas a participar en esto?"

"¿Para que? Vosotros parecéis tenerlo más que controlado" Replicó Mal fríamente.

Estaba siendo infantil, y lo sabía. En realidad con la que estaba enfadada era consigo misma, pero resultaba mucho más sencillo enfocar esa ira en sus compañeros.

Audrey soltó un bufido de burla "Pues menuda amiga eres. Pensaba que igual serías más cooperativa, teniendo en cuenta que Carlos fue herido básicamente por tu culpa"

Mal se levantó, furiosa, sus ojos brillando de un verde intenso "¡Soy perfectamente consciente de eso. No necesito que tú me lo recuerdes!"

La ira de Mal provocó una onda de energía mágica que volcó todas las mesas y sillas que había a su alrededor y provocó que la mayoría de sus compañeros retrocediesen asustados.

No queriendo enfrentarse a sus miradas de miedo, ni a la sensación de arrepentimiento que empezaba a aflorar en su pecho, Mal agarró su mochila y salio del aula.

Sin embargo no pudo recorrer mucha distancia antes de que alguien la agarrase del coso y le diese la vuelta bruscamente.

"¿Se puede saber que mierdas pasa contigo?" Preguntó Evie, mirándola con fuego en sus ojos.

Mal no pudo evitar alzar las cejas sorprendida por el vocabulario de Evie, ya que su amiga siempre evitaba usar expresiones tan vulgares.

"¿Te estás poniendo del lado de Audrey?" Preguntó Mal incrédula.

"No estoy del lado de Audrey, pero definitivamente tampoco estoy del tuyo. No después de ver como estás afrontando todo el asunto de Carlos"

Mal cruzó los brazos a la defensiva "Te dije que necesitaba tiempo para aclarar lo que siento por él. Y tú me dijiste que lo respetabas ¿Por que de repente has cambiado de opinión?"

"¡Porque le estás haciendo daño!" Gritó Evie.

Esa declaración dejó a Mal aturdida, como si alguien acabase darle un puñetazo "Yo-Yo no quiero hacerle daño"

"¿Crees que eso importa? ¿Crees que para Carlos supone ninguna diferencia? ¿Sabes qué es lo único por lo que Carlos me ha preguntado cada vez que he ido a verle? ¡Por ti! Me pregunta donde estás, como estás, si ha hecho algo para molestarte..."

"¿Por que piensa que ha hecho algo para molestarme?"

"No lo se ¿Igual porque, de todas las personas que conocemos, tú eres la única que no ha ido a visitarlo ni una sola vez?" Dijo Evie exasperada "Hasta Audrey fue un día a verlo. Audrey. ¿Como crees que se siente Carlos ahora mismo? Se despierta en el hospital y sin motivo aparente tú empiezas a evitarlo como si estuviese maldito"

"Sabes que ese no es el caso" Protestó Mal débilmente "Lo que pasa es que aún no estoy segura de lo que siento por Carlos"

"¿Y que has hecho para aclararte? Porque tal como veo te estás limitando a huir de tus sentimientos en lugar de afrontarlos" Evie suspiró y suavizó su expresión "Mira, si lo que pasa es que quieres seguir con Ben y te da miedo romperle el corazón a Carlos, lo entiendo, pero..."

"Ben y yo hemos roto" Susurró Mal "Bueno en realidad yo rompí con él"

Evie la miró con la boca abierta "¿Disculpa?"

"Rompí con él hace trece días. Decidimos mantenerlo en secreto para evitar que la prensa se nos lanzase encima"

"Está bien. Déjame ver si lo he entendido bien. Rompiste con Ben pero sigues evitando a Carlos a toda costa. ¿Tu plan es quedarte sola para el resto de tu vida o que demonios te pasa?"

"Si. No. No lo se. Evie, yo... No tengo ni idea de lo que estoy haciendo" Confesó Mal.

"De acuerdo. Déjame hacerte solo una pregunta. Y quiero que respondas lo primero que te venga a la mente, sin pensar demasiado en ello. ¿Como te sentiste cuando pensaste que Uma había matado a Carlos?"

"Me sentí rota" Respondió Mal de inmediato, sorprendiéndose incluso a si misma "Como si lo hubiese perdido todo. Lo único en lo que podía pensar era en matar a Uma, aparte de eso ya no me importaba en absoluto lo que pudiese pasarme"

Nada más decirlo se dio cuenta de lo ciertas que eran esas palabras. Sintió como se quitaba un gran peso de encima.

"Wow. Admito que no me esperaba una respuesta tan pasional" Evie frunció el ceño con preocupación "Mal, lo que me acabas de describir son sentimientos muy profundos. No puedes simplemente ignorarlos"

"No pienso hacerlo" Mal miró a su amiga intentando poner en orden sus pensamientos "Evie, creo que estoy enamorada de Carlos"

Evie la miró con total asombro durante un segundo antes de echarse a reir. Mal pronto se le unió y ambas se abrazaron.

"¿En serio Mal? Quiero decir, me alegra que al fin lo admitas, llevaba un tiempo sospechándolo, pero de haber sabido que iba a ser tan fácil te habría presionado sobre el tema antes"

"Igual deberías haberlo hecho" Mal abrió los ojos con horror al darse cuenta de algo "Ay dios Evie ¿Que voy a hacer? He estado ignorando por completo a Carlos cuando más me necesitaba. Seguramente debe odiarme"

"Mal Carlos no te odia, te ama" Le recordó Evie "Solo tienes que explicarle lo que ha pasado. Estoy segura de que lo entenderá, a fin de cuentas parece que él también tuvo problemas para aceptar lo que sentía por ti"

"Pero no puedo simplemente ir ahora a soltarle todo esto al hospital. Y mañana estáis montando esa fiesta, tampoco quiero hacerlo con tanta gente delante"

"La fiesta no será hasta la tarde, y Carlos regresará al mediodía. Solo tienes que encontrar un momento para estar a solas con él"


Lograr un momento a solas con Carlos acabó siendo bastante más fácil de lo que Evie o Mal habían previsto. Evie había tenido la idea de pedirle a Mal que distrajese a Carlos mientras ellos preparaban el gimnasio para la fiesta, pero eso no fue necesario porque Carlos fue de inmediato a jugar con Chico cuando tuvo un momento libre.

Mal había intentado mantenerse alejada de él desde que había llegado, ya que quería que su primera conversación fuese con los dos a solas. Pese a eso había podido sentir la mirada de Carlos fija en ella varias veces, y había necesitado todo su autocontrol para no correr hacia él y abrazarlo.

En esos momentos estaba parada a unos diez metros de él, viendo como tiraba una pelota para que Chico fuese a buscarla. No pudo evitar sonreír al verlo.

Cuando Carlos tiró la pelota especialmente fuerte, Mal salió de entre los arboles y se acercó a él.

"Carlos"

Ante su llamada Carlos se tensó visiblemente y se dio la vuelta "Mal"

Mal se frotó las manos con nerviosismo "Me alegro de verte ¿Como estás?"

"Bien" Respondió Carlos tras estudiarla con cautela varios segundos "La herida se está curando bien y en principio no debería darme ningún problema"

Mal asintió lentamente "Bien. Eso está... Bien"

Más silencio incomodo. Carlos podía ver que Mal luchaba por intentar encontrar las palabras.

"Oye Mal..."

"¿Me odias?" Lo interrumpió ella.

"¿Que?"

"Si me odias. Por no haberte ido a ver ni una sola vez. Por no estar cuando me necesitabas, como tú lo estuviste para mí. Si me odias necesito saberlo ahora"

Carlos la miró con tristeza "No te odio. Tan solo quiero saber que he hecho para que te alejes de ese modo de mí"

"No hiciste nada. Bueno, técnicamente si lo hiciste, pero la forma en que yo he reaccionado ha sido exagerada, y lo siento muchísimo"

"¿Al menos puedes decirme de que se trata?"

Mal se mordió el labio. Era ahora o nunca.

"Después de que te llevasen al hospital Evie y yo regresamos a la cabaña y allí encontré un papel. Un papel en el que habías escrito lo que sentías por mí"

Carlos palideció de forma notable y abrió muchísimo los ojos. Parecía un ciervo acorralado.

"Oh" Tragó saliva varias veces para recuperar el habla "Eso-Eso explica bastantes cosas"

"Lo siento mucho. No pretendía tomármelo de esa forma, pero estaba muy confundida y tenía miedo porque no sabía como reaccionaría al volver a verte. Por eso me he mantenido alejada de ti"

"Si, lo entiendo" Carlos se pasó una mano por el pelo "Mal, te juro que no escribí eso para que tú lo encontrases. En realidad pretendía quemarlo, pero entonces apareció Uma y... Bueno, ya sabes"

"¿Así que no pensabas decirme nunca que estas enamorado de mí?"

"No lo se. No puedo asegurar que nunca lo hubiese hecho en el futuro, pero desde luego no pensaba contártelo ahora. Estás con Ben, y bastantes problemas tienes ya como para encima añadirme a mí a la mezcla. Y valoro tu amistad por encima de cualquier cosa. No quería arruinar eso"

Mal le sonrió con cariño "Tienes razón, no estaba preparada para esto. Honestamente nunca imaginé que pudieses verme de esta forma. Me cogió desprevenida"

"No quiero que las cosas sean incomodas entre nosotros" Aseguró Carlos con un leve tinte de desesperación en su voz "Fingiré que nada de esto ha sucedido. Demonios hasta me tomaré una poción del olvido, si crees que es lo mejor"

"¿Que pasa si no quiero que lo olvides?" Susurró Mal.

Carlos creyó haber oído mal "¿Como dices?"

"¿Que pasa si no quiero que lo olvides?" Repitió ella con más confianza "¿Que pasa si yo tampoco quiero olvidarlo? He tenido bastante tiempo para pensar. En ti. En mí. En nosotros. Me ha costado un poco, pero me he dado cuenta de algo; Cuando pensé que Uma te había matado fue, con diferencia el peor momento de mí vida. Y se que si de verdad hubieses muerto no habría podido seguir adelante. No quiero vivir sin ti. No puedo. Te necesito Carlos. Más de lo creía posible. Más de lo que nunca he necesitado a nadie" Se río con nerviosismo "Dios, mírame, estoy divagando. Y yo nunca divago. Lo que estoy intentando decirte es que creo que yo también te amo"

Carlos la miró sin dar crédito a lo que acababa de oír. Había aceptado que no tenía ninguna posibilidad real de estar con Mal, que ella nunca podría verlo de esa forma. Y ahora ella le decía que también lo amaba. Parecía demasiado bueno para ser cierto.

"¿Pero que pasa con Ben?" Logró tartamudear al final.

"Rompí con Ben hace dos semanas" Mal se acercó a él y puso sus manos en su cintura "¿Que otra cosa iba a hacer si estoy enamorada de otro?"

Mal observó a Carlos, expectante por su reacción. Acababa de entregarle su corazón en bandeja, si él quería podía estrujarlo, hacerlo picadillo y dejarla destrozada.

"Tengo una teoría" Dijo Carlos "Algo salió mal en la operación, estoy en coma y todo esto es producto de mi imaginación"

Mal no pudo evitar reírse "¿Eso es lo mejor que se te ocurre?"

"Oye, es una teoría muy plausible" Se defendió Carlos "Y hay muchos hechos que la respaldan. Sin ir más lejos Audrey fue a visitarme al hospital y me dijo que esperaba que me recuperase pronto porque la escuela no era lo mismo sin mí"

Mal soltó una sonora carcajada "Dios mio. Sin duda estamos dentro de tu mente. Algo como eso nunca podría suceder en el mundo real"

De repente Carlos la rodeó con sus brazos y la atrajo hacia él hasta que sus rostros estaban a pocos centímetros el uno del otro.

"Por otra parte" Susurró Carlos con la voz ronca "Si esto está pasando de verdad, sería una estupidez por mi parte no decirte que te amo y no hay nada que desee más ahora mismo que besarte"

Mal sonrió ampliamente "¿Piensas hacerlo de una vez o vas a seguir perdiendo el tiempo?"

Carlos se inclinó hacia delante y presionó sus labios contra los de ella, besándola con fervor. Mal no esperaba que Carlos fuese tan agresivo, pero no se echo atrás y apoyó una mano contra su mejilla para atraerlo hacia ella, profundizando el beso.

Se separaron cuando la necesidad de oxigenó fue abrumadora, ambos respirando pesadamente.

"¿Y bien?" Preguntó Mal recuperando el aliento "¿Que opinas?"

"Si estoy en coma no quiero despertarme jamás" Respondió Carlos con total honestidad.

Mal se río y lo atrajo hacia ella para volver a besarlo.

A pocos metros, Chico observaba como se besaban, con una expresión satisfecha en su rostro.

"¿Veis? Os dije que hacíais buena pareja"