No te quiero perder

Por las avenidas grandes de Karakura se encontraba deambulando una pelinegra, realizando su trabajo como era de costumbre. Habían pasado semanas desde aquel problema, ahora se encontraba en su tercer mes.

Su sentido del humor no era mejor que el malestar que sentía todo su cuerpo. Desde aquel día no ha visto al peliblanco y así era mejor, cada noche se reprochaba así misma por haber sido tan ilusa

—Capitán, entre más tiempo pase, más difícil será su reconciliación—Le dijo su teniente en un modo inicialmente maternal, mientras veían a la pelinegra desde el techo de un edificio

—Ya lo sé, pero ella no me quiere cerca y no quiero alterarla; además a quien engaño fue mi culpa y merezco su odio—

—no diga eso, ella no sabe de la obsesión que tiene Hinamori contigo— Trato de alentarlo

—Por nuestra amistad de la infancia no quise que ella entrara a un psiquiatra, a pesar de que yo sabía que no estaba bien desde que terminó la guerra de invierno—

—Qué es lo que piensa hacer—

—Yo realmente no lo sé, ella no quiere escuchar explicaciones—

—Sea lo que usted decida cuenta con mi apoyo—

—Gracias, no será nada fácil— Agradeció mirando al cielo que de a poco de iba nublando, parecía que no tardaría en llover. Matsumoto lo dejo solo para que pudiera pensar tranquilo y él por su parte ya no podía resistir el acercarse a ella pese a las advertencias de Ichigo y la negativa de la pelinegra

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—Ey Karin—escucho gritar a lo lejos la pelinegra

—Inochi, que tal— saludo con cansancio

—Karin no te ves bien, sabes que somos amigas y que estoy para ti si necesitas algo—

—Gracias Inochi—

—Sabes que me preocupa tu salud, déjame por favor rociarte con polvo celestial para que el bebé este bien— Suplico la rubia

— ¿EL QUÉ?— Ambas voltearon al escuchar una muy conocida voz—KARIN ME PUEDES EXPLICAR ESTO— Frente a ellas estaba un peliblanco dirigiéndoles una mirada que pasaba de incredulidad a la sorpresa

—Est-te emm —Intento decir algo sin mucho éxito su amiga

—NADA QUE TE IMPORTE, MEJOR VETE CON TÚ NOVIESITA ESA—Contesto colérica

—YA BASTA KARIN, SI TAN SOLO ME DEJARAS EXPLICARTE, PERO ERES UNA TERCA QUE NO ENTIENDE, AHORA EXPLIC…— En medio de esa acalorada discusión un fuerte reatsu llamo la atención de peliblanco « dos, no son tres »

—Escóndete, luego terminamos esto— y en un segundo desapareció, al instante en que lo que sería después una tormenta

—CÓMO TE ATEVE…—Sus palabras quedaron cortadas, al poder sentir a que se refería

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Tres figuras se encontraban sobre volando sobre los grandes edificios de Karakura

—Es hora de hacer una tormenta— el hombre que respondía por el nombre de Shao, en un instante desenvaina su espada y la tormenta empeoró de un momento a otro

—Puedo sentir la presencia de dos shinigamis, hagamos les saber quiénes son los más fuertes, sembremos un poco de caos Shao y Shen—

—Como ordene Noitra sama— y ambos desaparecieron

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—Vamos Inochi, esto se va a poner un tanto peligros— Decía mientras trataba de abrir el portal que las llevaría de regreso al mundo binbougami

— ¿Tan rápido se van?— Cuestionó una voz pertenecientes Shen un hombre de cabello azul y ojos negros, interponiéndose en el camino de Inochi y la tomaba—¿qué pasará si mato a un dios de la vida ¿acaso seré eterno?—

—Apártate de ella idiota—

—Tú no interfieras, nadie quiere mala fortuna aquí— y de un empujón la logró derribarla, su salud más la lluvia le estaban jugando una mala pasada

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Por otro lado el sonido de metal chocando resonaba por todo el lugar Nnoitra e Ichigo estaban en medio de una batalla. La lluvia torrencial hacía difícil la pelea. Habían pasado años desde la última pelea y sin duda los dos eran muy fuertes pero Ichigo con sus poderes de Quincy no le estaba siendo difícil contra atacar

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Por otro lado Toshiro se apresuraba a llegar a donde se encontraba Karin, en un principio fue a la presencia más fuerte que sitio pero vio que Ichigo ya está encargándose de eso, se tranquilizó un poco para luego darse cuenta que la otra presencia estaba con Karin

Con toda la fuerza que pudo reunió su fuerza y golpeo a aquel individuo que se encontraba estrangulando a su amiga, sin embargo no logro hacerle ningún rasguño— ¿crees que eso es suficiente para derrotarme, pequeña mocosa? — Estando a punto de propinarle una patada Karin cerro sus ojos de nuevo se sentía vulnerable como aquel día de lluvia en el que murió, pero el golpe jamás llego, al abrir de nuevo sus ojos su amiga esta tendida en el suelo, se apresuró y se acercó a ella quien estaba inconsciente pero seguía respirando

Al dirigir su mirada pudo ver a Toshiro clavándole su zampactuo

—Túu moco-so cómo te atreves—

—eso es lo que también yo te pregunto a ti—y sin más congeló el todo el cuerpo de esa persona para después romperla en mil pedazos, los años no habían sido de para nada

—Karin estas…— antes de que terminara la pregunta una fuerte patada lo hizo estrellarse contra un árbol

—Cómo te atreviste matar a mi hermano maldito—y sin más arremetió contra el peliblanco blandiendo su espada

—TOSHIRO— grito asustada, esta vez alguien había llegado a salvarla, esta vez no sintió el pánico de aquella noche fría y esta vez era Toshiro el que no se lo pensó ningún segundo para venir a salvarla

Miedo, sentía mucho miedo, no quería que nada malo le pasara, de un segundo a otro todo ese coraje que sentía hacía él se esfumo. El miedo a perderlo incremento « no te quiero perder»

El fuerte diluvio hacían que los movimientos fueran difíciles de predecir, los sonidos del metal chocando solo lograban que la angustia de Karin incrementara

Fue en un instante donde logro divisar las figuras, si bien ella sabía que Toshiro era muy fuerte la simple idea de que algo lo dañara incrementaba su miedo, por ello hizo aquello que el peliblanco que prohibió que volviera a hacer

De un momento a otro, Shen apareció tras de él dispuesto a atravesarlo con su espada para lo cual Karin logro empujar a Toshiro fuera del camino recibiendo ella una profunda en un costado. La sangre no se hizo esperar

—KARIN QUÉ HAS HECHO—Di un grito ahogado mientras veía como se desplomaba. Con una furia que jamás pensó experimentar arremetió contra Shen sin piedad, cortándolo múltiples veces hasta que corrió el mismo destino que su hermano.

—Karin por favor resiste— fue lo último que pudo escuchar la aludida

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El sol entraba por una rendija de la ventana directo a la blanquecina cara de Karin después de fruncir el ceño abrió sus ojos desorientada

De inmediato los recuerdos asaltaron su mente, abrió los ojos como plato y se incorporó sobre la capa sintiendo un terrible dolor en un costado, de inmediato llevo sus manos a su vientre.

—Tranquila el bebé está bien— Escucho la voz de su hermano quien estaba recargado sobre la pared con los brazos cruzados—¿por qué no me lo dijiste? A demás ¿tienes idea del riesgo que corriste al hacer algo así de imprudente?—

—Lo siento Ichi-nii, tenía miedo—

—Te dije que estaría aquí para ti, jamás estarás solo—

—Gracias— admitió un poco sonrojada por el gran cuidado y cariño—que pasó con los enemigos—

—Fueron fulminados, no eran rivales—

—Y-y co-non Toshiro—Se sonrojo un poco

—El enano está bien, pero está muy preocupado, se pasó la noche aquí—y seguido a esto hizo un movimiento para que volteara al pequeño mueble donde estaba el reloj que le había regalado el día blanco y el mismo que ella arrojo al suelo

—ohh ya veo— Lo tomo entré sus manos notando que ya estaba reparado

Tras un breve silencio el mayor continuo —he hablado con él, yo solo quiero lo mejor para ti Karin pero solo tú sabrás que decisión tomar, pero eso sí no me controlare si algo te vuelve a lastimar— dijo como si ya supiera que lo iba a perdonar. Y sin ninguna palabra más salió de la habitación dejando entrar a Toshiro

—¿Karin cómo estás? ¿Más bien cómo se sienten?— Inquirió preocupado

—Parece que bien— Contesto sintiendo alivio de verlo bien

—sé que no me quieres ver pero por favor déjame explicar Momo no está bien desde la conclusión de la guerra y cree estar enamorada de mí pero yo solo la veo como la hermana que representa para mí, te lo juro solo te quiero a ti no quiero estar separado de ti ni del bebé por favor— Mientras él decía todo eso Karin se limitaba a observarlo, se veía tan cansado, pálido y con unas enormes ojeras cómo si él tampoco lo hubiera estado pasando bien

—Vasta, he oído suficiente—Al escuchar estas palabras palideció un poco el chico

—Karin yo—Su voz denotaba nerviosismo, agachó su mirada al suelo, no supo en que momento ella llegó hasta él y le dio y pequeño beso en los labios casi llegando a ser un leve rose

—Aquel día lo entendí—dijo mientras lo abrazaba por el cuello y escondía su rostro en su cuello—entendí el profundo miedo que implicaría perderte y que me dejaras sola, no quiero que te alejes de mí nunca más— y se aferró más así él

—Te lo prometo— susurró

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Habían pasado cerca de 6 meses desde eso y Karin apenas y podía moverse pues el enorme vientre no se lo permitía

—Hola Karinnn—Saludo a lo lejos su inseparable amiga—que bueno que estas de regreso, te extrañe mucho— dijo abrazándola

—Yo igual Inochi—

—Cómo te la has pasado con tú familia—

—muy bien, están muy entusiasmados con la llegada de la bebé, sobre todo mi hermana y que decir de mi padre parece una cabra loca—

—No es para menos una nueva vida siempre es motivo de alegría— Dijo con un brillo en sus ojos—bueno me voy, tengo que muchas nuevas vidas me esperan — y sin más se fue

En todo ese tiempo muchas cosas habían pasado, Toshiro y ella habían comenzado a vivir juntos por petición de él último pues quería estar cerca si pasaba algo, no se perdonaría si algo le pasaba a ella o al bebé. Por su parte seguía siendo una bimbogami solo que ya no vivía hay, Hikari le había dado la autorización para ello y hasta hace apenas mes y medio dejo el trabajo de un lado pues apenas y podía moverse

—Karin es hora de irnos a casa— Escucho la voz de Toshiro quien sin preguntarle lo robo un beso para después arrodillarse y besar ese vientre abultado y abrazarlo con ternura

—Vamos—Por alguna razón pese a ser una bimbogami no se sentía para nada con mala suerte, veía a la persona que justo ahora caminaba a su lado y luego sentía a esa pequeña bebe dentro de sí para así sentirse inmensamente afortunada.

FIN