El ambiente era tan pesado que se sentía como si pudiera cortarlo como con una baraja... Si ese era el caso, ¿Por qué no revolverlo y mezclarlo al igual que una?
La situación era crítica. Frente a sus ojos se encontraba su no tan preciado acompañante frecuente, un cuervo en busca de carroña. "Alice" era el apodo que le había dado por su muy llamativo cabello rubio, aunque, si era Alice, era una Alice muy fea y con ojos aterradores.
Por otra parte, Alice no era su único problema, a su lado, aún oculto, se encontraba su recién descubierto doppelgänger, el detective interesante de nombre "Kudou Shinichi".
¿Por qué esa noche tenía que ser tan caótica?, era realmente un mal día para una actuación.
Publicó difícil, Alice sostenía una potente arma de asalto, mientras que a sus espaldas muy probablemente había un francotirador en busca de acertar en su cabeza; no sólo eso, tenía que encontrar la manera de escapar acompañado.
Su corazón amenazaba con hacerlo perder el control de sus sentimientos y cuerpo, en una situación tan crítica cualquier persona comenzaría a desmoronarse, pero se obligó a aguantar "Poker face, Kaito, mantén esa cabeza fría"...
Todo saldría bien... Si seguía su propio plan, entonces todo iría de maravilla... Algo le decía que podía confiar en el chico que se ocultaba detrás del escritorio, esos ojos hablaban de unos nervios de acero y una inteligencia que no dejaba pasar nada. Definitivamente los detectives eran unos completos bichos raros, pero en ese momento, tal vez ese detective se convertiría en el joker que salvaría su partida.
-Parece que no eres tan cobarde como creí - La ronca voz de Alice invadió la habitación, mientras avanzaba descaradamente a través de la puerta - Llevas todo este tiempo escapando como una rata escurridiza, pero al menos ahora muestras tu cara. -
-¿Huyendo? - Sonrió descarado - Creo que te equivocas, aunque puedas ser público en mi show, lamentablemente no suelo dar autógrafos tras bambalinas - Y sí, su respuesta pareció no gustarle a Alice, pero no lo suficientemente como para hacerlo bajar la guardia... Su aura continuaba siendo completamente la de un asesinó frío, preciso y letal.
-Parece que te gusta bromear, ahora me pregunto si podrás mantener esa sonrisa mientras tu cuerpo se enfría - En un sólo movimiento la cámara de la escopeta fue recargada... Un aviso directo y escalofriante - Entrega la joya y ríndete, si lo haces tal vez tenga piedad contigo -
La mueca en sus labios no cedió, pero sus ojos se afilaron - Creí que ibas a matarme hiciera lo que hiciera... ¿Se te ablando el corazón? -
-Te daba escoger entre una muerte rápida o una fría y dolorosa, pero si no quieres pensarlo está bien para mí, te llenaré de agujeros ahora mismo-
-¡Wow!, tranquilo-interrumpió antes de ser llenado de agujeros sin tener la más mínima oportunidad de dar la señal - No tienes que ser tan violento, tienes lo que quieres, yo me rindo. - en un parpadeo, ante la sorpresa de Alice, una bomba que combinaba luz, humo y sonido estalló, lo suficiente brillante como para aturdir también al franco, que junto con Alice comenzó a disparar.
-¡Al suelo! - grito protegiendo inmediatamente al detective, los cristales volaban al igual que las balas y sin perder el tiempo, lanzó su ala delta por la ventana como cebo para las balas, saltando por su cuenta prácticamente unos segundos después, asegurándose de sostener al detective de la cintura y protegerlo de los disparos utilizado su propio cuerpo. Ahora sólo restaba esperar que ojalá Jii-chan estuviera en la posición adecuada.
Hubo gritos, todo pasó muy rápido; podía sentir la preocupación del detective mientras que se aproximaban a una caída mortal, lanzarse de un edificio podía ser un movimiento un poco temerario, pero tenía un plan.
Antes de tocar el suelo, saco una pequeña bolita desde su cinturón, rogando al cielo que su nuevo artilugio funcionará.
Un segundo, dos, y la pequeña bola blanca comenzó a inflarse y crecer, igual que los balones de cierto detective en que se había inspirado.
Todo fue demasiado rápido, pero fue el suficiente tiempo para que ese globo con forma de Kaitou Kid les salvará la vida, cayendo justamente sobre los asientos traseros del convertible que Jii conducía.
-¡Jii-chan! ¡Ruta de escape 9!- consiguió gritar antes de que una lluvia de balas arremetiera contra ellos, habían salido vivos por pura suerte, pero no lo estarían si no conseguían salir del alcance de las balas.
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Todo fue demasiado rápido, absurdamente rápido... Cuando cayó sobre la copia de los balones de Conan, aún abrazando a aquel ladrón, su mente apenas conseguía asimilar lo que estaba viviendo, inclusive aun cuando Kaitou empujó su cabeza hacia abajo, con intención de protegerlo de la lluvia de balas que intentaba alcanzarlos.
Para tener ese nivel de respuesta en semejante situación, debía admitir que Kid era impresionante. A pesar de ser un ladrón; después de todo, estaban vivos y eso sólo era gracias a su improvisación.
Apenas consiguió sentir que no había más rastro de persecución, pudo relajarse, echando su cuerpo hacia atrás y dejando salir un suspiro agotado. Había sentido tanta adrenalina, que inclusive ahora los músculos le dolían.
¿Cuándo había sido la última vez que paso por algo similar?... muy probablemente, debía remontarse a los tiempos de Conan.
-jajaja- la risa del ladrón comenzó a oírse, sacándole de su burbuja y provocándole inmediatamente una respuesta de disgusto.
-¿Qué es tan divertido? - Dijo con mal genio, después de todo, era absurdo reír - ¡Casi morimos ahí! - pero la risa del Kaitou no cesó, todo lo contrario, parecía dispuesto a ahogarse en su felicidad.
-¡Pero estamos vivos! - anunció con una enorme sonrisa - No puedo creer que estamos vivos - anuncio con infinito alivio. Parecía tan aliviado y alegre, que Shinichi no pudo evitar contagiarse, aunque fuera soló por un segundo.
Sólo atinó a suspirar, no lo podía creerlo ni siquiera él mismo, ambos estaban vivos, habían sobrevivido a un enfrentamiento con Gin, en una situación prácticamente imposible - Eso fue realmente una situación horrible... - anunció agotado, pero un poco más relajado al respecto, incluso se animó a sonreír un poco; por su parte, Kaitou también suspiro, como intentando darle la razón.
-Aunque bueno, el hecho de que ellos no supieran que estabas ahí, aumentó en 20% nuestra posibilidad de sobrevivir - Shinichi realmente no quería pensar en cuál sería el porcentaje estando Kaitou solo... Lo importante, es que estaban vivos. Ambos.
- Por cierto, gran detective, ¿Te encuentras bien? - y esa pregunta le saco de lo profundo de sus cavilaciones, obligándolo a qué por primera vez desde el incidente, buscará atentamente la mirada del contrario... Pero lo que encontró lo sorprendió... Kaitou tenía una herida en la cabeza, un par de centímetros sobre su oreja y ademas, dolorosamente sostenía su hombro ensangrentado, mientras que su ingenioso disfraz, mostraba terribles agujeros de proyectil.
-¡¿Qué sí yo estoy bien?!, ¡¿Debemos llevarte a un hospital ahora mismo?! - Shinichi exploto, cambiando completamente su actitud y realizando un torpe intento por acercarse a revisar la herida. Pero no tuvo caso alguno, el escurridizo ladrón retrocedió apenas el detective hizo el amago de reducir la distancia, luciendo una sonrisa que no cuadraba con la agria expresión que reflejo cuando movió bruscamente su hombro.
-Wow, tranquilo detective, pero veo que si puedes moverte tanto, entonces estas bien - En un sólo movimiento, Kaitou retiro su falso uniforme de la policía, dejando ver bajo este un chaleco anti balas, además una herida superficial en su hombro. - Afortunadamente, siempre estoy preparado-
Y aquella imagen alivio un poco la preocupación de Shinichi, pero no, no le convencía - ¿Preparado? ¡Sobrevivimos por puerta suerte! - grito enfurruñado, aún más cuando el mago frente a sus ojos no hizo otra cosa más que reír.
¿Como podía estar tan relajado?... Eso no era ningún juego, realmente habían estado entre la vida y la muerte.
-Tanto para ser un mago, como para ser un ladrón, necesitas un poco de suerte ~- se explicó Kaitou.
-La suerte no va a mantener por siempre la cabeza sobre tus hombros- refutó, Kid ni siquiera parecía escucharle, era desesperante.
-Pero la suerte está noche nos salvó, ¿No es así, detective? - y sorprendentemente, al decirlo, los ojos de Kaitou brillaban, brillaban con un encanto misterioso a la luz de la luna; aquel conocido encantó que le empujaban a resolver la incógnita que llevaba consigo ese hombre, una atracción tan fuerte, que, por un minuto, casi se olvida del tema que verdaderamente quería hablar, junto a su enojo.
-Cómo sea... Eso no es lo importante - Dijo sacudiendo un poco el rostro, intentando poner orden a las prioridades- ¡Esos hombres! Si estas tan preparado, es porque no es la primera vez que te persiguen, ¡¿No es así?!, ¡¿Por qué lo hacen?! ¡¿Ellos también van tras las gemas?! -
Y como si fuera un hechizo que se rompe, Shinichi pudo notar como los ojos de Kid cambiaron, perdiéndose un poco entre las sombras de la noche - Tú deducción es correcta, pero, lamento decir que esta historia no es de tu incumbencia, detective. -
Aquello, le hizo molestar, sobre todo, le frustraba. Comprendía que todos tuvieran asuntos complejos de los que no se disfruta hablar y hasta ahora había siempre respetado las circunstancias del ladrón, pero, ahora mismo Kaitou podía significar la pieza calve para finalmente terminar con todas las cenizas de la organización... - ¿Ha?, ¡tú no lo entiendes! , ¡¿No te das cuenta de que es peligroso?! ¡Estoy tratando de ayudarte! -
-¡Y es exactamente porque sé que es peligroso, que no te dejaré inmiscuirte! - La voz de Kaitou se alzó con seriedad fría, por primera vez desde que lo conocía. Desde hace un rato había dejado de ser su usual voz melodiosa, seguramente olvidando el acto al verse acorralado - Conozco la naturaleza de los de tu clase, quieres lanzarte al peligro, como si fueras inmortal... Pero déjeme decirme algo detective, no lo eres. - Los ojos de Shinichi se apretaron con enojo, pero Kaitou no retrocedió, todo lo contrario, se plantó en su postura, completamente cerrado a la idea de cambiar de parecer - Esto no es un juego, no es un acertijo que tengas que resolver, así que no te metas en mis asuntos, no tengo nada más que decirte. -
Y desviando la mirada, Kaitou rebusco en los bolsillos de su pantalón, sacando rápidamente del interior una gema, la cual alzó al cielo, como si intentará revisar su brillo con la luz de la luna.
-Tks, parece que no es la gema que estoy buscando - y como si la gema ya no tuviera ningún valor, simplemente la guardo en sus bolsillos.
-¡Espera Kid! - Reclamo Shinichi, ni un poco satisfecho, pues ahora parecía que el ladrón estaba ignorándolo- ¡Eres tú el que no está entendiendo nada aquí, esos hombres son peligrosos, créeme no son simples ladrones de joyas! - los labios del ladrón volvieron a apretarse... Su mirada, decía que lo sabía perfectamente.
-Dices muchas cosas detective, pero yo también tengo una pregunta para ti, ¿Como conseguiste asistir a mi show?, la policía no permitió entrada a público y no estabas incluido en la investigación que mi asistente realizó. -
Shinichi parpadeo un poco descolocado... Ese no era el tema del que precisamente quería hablar, pero aún así, respondió, pues para él ladrón parecía algo importante.
-Trabajo como asesor para la policía de Tokio y casualmente un amigo mío que trabaja para la policía de Osaka me invitó. Llegué de último momento, por eso ningún informe tenían contemplada mi visita. -
Kaitou se quedó un momento pensativo y al final al cabo de unos segundos, pareció satisfecho con la explicación - Eso explica algunas cosas, ¿Alguien más además de tu amigo sabe que asististe? -
-¿Eh?... Creo que sólo mi pequeña vecina de 10 años... - su explicación era en parte una mentira, pero, aparentemente fue lo bastante convincente como para complacer al ladrón, que inmediatamente respondió.
-Sí yo no pude predecir tu presencia, entonces muy probablemente ellos tampoco, igualmente tampoco creo que Alice o el francotirador hayan podido verte bien, así que muy probablemente si sabes ser discreto estarás bien -
-¿Alice?, ¿Qué es lo que- pero no pudo terminar de hablar.
-¡Escucha!, tienes que hablar de inmediato con tu amigo, asegúrate que él o cualquier otra persona que te conozca niegue tu presencia esta noche o si eso es imposible, asegúrate de que nadie sepa que nos encontramos, estas personas no se andan con juegos. -
-¡Es exactamente por eso que tú y yo tenemos que hablar! -
-¡Jii-chan! - el asistente de Kaitou detuvo repentinamente el auto y antes de poder decir absolutamente nada más, se encontró siendo lanzado fuera, cayendo convenientemente sobre una pila de basura.
-Sí sigues a través de este callejón, llegaras a la zona comercial, ahí estarás a salvo. Estoy seguro de que los perdimos, pero por si acaso buscaran en los alrededores, encuentra la manera de irte cuanto antes y no bajes la guardia por absolutamente ningún motivo-
-¡Espera! - Intento incorporarse, pero no hubo caso, no supo cuando, ni cómo, pero el ladrón de una forma inexplicable había atado un pequeño cordón a sus pies.
-Lamento los problemas Metantei, me despido por esta noche - y sin decir absolutamente nada más, el auto arrancó, abandonándole en aquella desfavorable situación.
-¡Estúpido mago! - fue lo único que pudo gritar ante su frustración, ahora mismo, no tenía más opción que incorporarse, quitarse ese estúpido nudo y llamar a Heiji de inmediato.
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-Joven amo Kaito... ¿Esto está bien? - La voz de Jii-chan sonaba preocupada, Kaito suspiro, atento en intentar limpiar la herida de su hombro, pero, con la mente completamente perdida en otro lado.
-¿Qué cosa, Jii-chan? - Preguntó un poco distraído. En ningún momento Jii dejó de conducir, aunque eso no evitó que una mueca de preocupación se mostrara en su rostro, el cual por supuesto no era el real y se traba de una de las espectaculares máscaras de látex hechas por Kaito.
-Ese chico, ¿Está bien dejarlo simplemente aquí? -
Kaito suspiro suavemente de nueva cuenta - Estará bien... No creo que ni Alice, ni sus cuervos hayan podido verlo, aunque lo intentarán encontrar, con lo mucho tendría una vaga idea de su cabello y ropa... Podrá pasar desapercibido con completa facilidad, además de que parece del tipo listo, será cuidadoso- los ojos de Kaito se fueron por un momento al vacío, cosa que por supuesto, el anciano noto.
-¿Le preocupa que le hagan daño? - Y ante eso, Kaito abrió los labios con la clara intención de decir algo, pero al final los cerró contrariado, tenía muchas dudas al respecto-
-Más bien, me preocupa que sea demasiado curioso... Si lo involucran conmigo, estará en serios problemas... -
-Ciertamente parecía muy aferrado a hablar con usted, ¿Exactamente qué fue lo que sucedió dentro del edificio?, ¿Qué es lo que sabe ese detective?, ¿Por qué se parece tanto a usted? -
Kaito soltó un suspiro mientras veía la herida que dejó el proyectil que tocó su hombro; era inevitable para él que a su cuerpo lo invadiera una fuerte pesadez al pensar en todas las cosas que había vivido esa noche, pero era algo a lo que comenzaba a acostumbrarse - No mucho realmente... Solamente me escucho hablar con Alice y estuvo presente durante el tiroteo, ni siquiera llegó a ver el rostro de Alice, tampoco descubrió nada sobre pandora... Creo que realmente no sabe nada, pero ya es realmente preocupante que sepa que hay algunos cuervos siguiéndome, conozco a los de su clase, Jii-chan, estoy seguro de que intentará averiguar todo lo que hay detrás... eso suena a algo que el idiota de Hakuba haría. - frunció el ceño solo de recordar al molesto detective inglés, pero decidió olvidarlo o le acabaría doliendo el estómago - Sobre porque nos parecemos... a mí también me sorprendió...pero creo que es simple casualidad...creo...-
-Bueno... Si realmente intenta involucrarse... eso realmente podría ser peligroso para el detective y para usted... - acepto Jii, angustiado - ¿Qué es lo que haremos? -
-Nos adelantaremos - anunció Kaito con seguridad, ya lo había decidido- si no estoy equivocado, dijo que su nombre era "Kudou Shinichi", lamento pedirte esto Jii-chan, pero creo que necesitaré una pequeña investigación sobre él -
-No hay ningún problema joven amo - le resto importancia Jii, antes de atreverse a preguntar algo más. - por cierto... ¿Es la primera vez que ustedes dos se conocen?
E inmediatamente Kaito parpadeo con algo de confusión... Pero no podía negar que sabía de lo que Jii-chan hablaba, ciertamente no recordaba haber visto nunca antes a aquel detective, pero no podía quitarse la familiaridad de la boca - Creo que sí, ¿Pero a que viene esa pregunta? -
-Oh, no, es sólo que... El trato entre ustedes dos, me pareció cercano. El chico parecía lo suficientemente cómodo a su lado como para incluso regañarle, como si no tuviera precaución por usted... usualmente las personas que acaban de conocerlo, son un poco cuidadosas al respecto. -
Kaito dejó salir una pequeña risa - eso es porque estamos hablando de un detective, Jii-chan, son extraños. Por eso tienen la confianza de tratar de inmiscuirse en el corazón de las personas - La sonrisa de Kaito se volvió confiada, pero en el fondo no lo estaba - Te lo aseguro Jii-chan, yo jamás antes en mi vida había visto a ese detective. -