#disclaimer: Haikyuu © Haruichi Furudate
#nota: Tengo años sin escribir un fanfic, pero, aghhh que esté tan cerca la nueva temporada de Haikyuu me motivó un poquito jajaja. Es medio levesón, todo está insinuado pero aaaa es que kenma es precioso! Espero que les guste JAJA. Salu2.
—Torpeza
by Dauw
Torpeza
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A Shoyo le gustaba mirarlo a escondidas, pero casi siempre fallaba y se hacía notar por su torpeza. Siempre se golpeaba con la puerta o se le enredaba el pie en la red que separa el gimnasio del patio. A veces lo elogiaba muy fuerte, o simplemente, se le quedaba viendo como si estuviera hipnotizado y claro que Kenma lo iba a notar. Kenma es como un gatito, dijo alguna vez Tanaka burlándose de él. A Hinata no le parecía ninguna mentira y ninguna burla: Era curioso, cauteloso, ágil y…
— Totalmente genial, Kenma— Se llevó las manos a la boca con el fin de tapársela, pero evidentemente era muy tarde.
El capitán del nekoma volteó a verlo con su mirada más burlona y una sonrisa gigante en su cara. Hinata, notó a Kuroo a punto de burlarse a carcajadas de él, y al intentar correr como poseído al gimnasio donde estaban los Karasuno entrenando para escapar, su pie obviamente se había atorado con la red para parar las pelotas y cayó de cara al suelo. La expresión de Kuroo explotó en unas carcajadas que resonaron por toda la concentración de verano y Kenma, corrió a socorrer a Shoyo.
— ¿estás bien?— se apresuró a preguntar Yaku, que había dado un paso adelante, mientras Kenma le desenredaba su pie de la red.
Hinata sintió el tacto de Kozume y se puso rojo hasta las orejas, se apresuró a girarse y ayudarle, pero por su torpeza, lo único que pudo lograr fue tocar muchas veces las manos de Kenma mientras creía que se iba a morir porque de pronto se le había olvidado respirar.
— ¡Estoy bien!— Gritó con energía y sus ojos clavados al suelo, asustando un poco a Kenma y a Yaku.
Kenma lo miró y tenía un golpe en su barbilla, Kenma sonrió levemente y le ayudó a levantarse.
— ¡Volvamos a repetir las recepciones!— Gritó Kuroo para dirigir las miradas de nuevo a la cancha y dejarles a esos bebés un momento de tranquilidad y soledad. Luego Kenma le pagaría con algunas horas de uso de su consola portátil.
— Disculpa la interrupción Kenma, es que juegas muy bien!— Dijo Hinata llevándose una mano al cuello en su intento de lucir genial.
— Ya nos acostumbramos a tenerte por acá— comentó con un rostro sereno — ¿Quieres que coloque para ti?—
Hinata asintió. Tenían 5 días en la concentración y como era costumbre, Kageyama no colocaba para él hasta que tuviera el control total del movimiento, por lo que Hinata debía encontrar con quién practicar. Kenma sonrió ligeramente y luego bajó la cabeza apenado, Shoyo no le quitaba la mirada de encima y los ojos del pequeño eran casi tan brillantes como el sol. Hinata se llenó los pulmones de aire fresco, y con el sonido de los remates y el chirrido de las zapatillas de fondo , le tomó la muñeca a Kenma y empezó a correr, seguido de Kozume con un leve rubor en sus mejillas y una sonrisa que para su suerte, nadie pudo ver.
— Vámonos antes de que Lev nos siga!— Gritó Hinata entre risas
— OYE, KENMA, YO TAMBIÉN QUIERO REMATAR — Gritó Lev con la intención de correr, pero una mano fuerte lo detuvo de golpe.
— Para rematar, Lev, necesitas recibir primero —
— Pero yakuuuuu— Lev lloró un poco mientras el pequeño Yaku lo arrastró por la cancha.