CAPITULO 26. FINAL

Cosas que si no cambian están mucho mejor.

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Cuando Naruto rememora sus años de preparatoria siempre lo hace con nostalgia. Hay muchos sentimientos dentro de él por cada cosa que vivió o a cada persona que conoció.

Recuerda entre risas como Sasuke y él le habían jugado mil bromas pesadas al idiota de Kiba cuando este intentaba pasarse de listo con Hinata o aquella vez que activaron la alarma de incendios a media conferencia estudiantil encabezada por Tsunade.

Piensa en la ocasión en que Neji gano la presidencia estudiantil a pesar de que él en ánimos de vengarse de su "primo en ley" por ser tan arrogante, nomino a Sasuke para el puesto también. Fue extremadamente divertido notar como la presión hizo efecto en el Hyugga cuando sintió que perdería la contienda al Sasuke tener un montón de fans femeninas como respaldo de campaña y por poco el Uchiha lo vence, pero cuando las posibilidades se volvieron reales y el rubio comenzó a pensar qué clase de cosas haría su mejor amigo como líder estudiantil decidió arreglar la situación y meter en las urnas cientos de votos para Neji.

Si su padre se hubiera enterado de eso seguramente habría reprobado su actitud corrupta, para ese hombre todo se relacionaba con política.

Al final ya se había vengado del joven y tenía que evitar que Sasuke convirtiera la escuela en una nueva cede de delincuencia adolescente, fundara un centro de apuestas clandestino en la cafetería, convirtiera los clubes escolares en pandillas para su servicio, organizara duelos a muerte por calificaciones e iniciara una secta de culto a las motocicletas con los profesores como sacrificios.

Prefirió los planes aburridos de Neji.

Recuerda claramente como durante una cena navideña en su segundo año su prima Karin había salido del closet y luego de ser reprendida por sus padres había salido furiosa para luego regresar con un montón de sus amigos motociclistas los cuales cabe destacar arrasaron con la comida y sacaron a bailar a su abuela y las tías solteronas en varias ocasiones, siendo Suigetsu el bailarín estrella de la noche. La navidad siguiente su querida abuelita no dejo de preguntar porque los amigos de la pelirroja no estaban entre los invitados.

Y en sus memorias está perfectamente clara la vez que le dio a beber a Hinata su primera cerveza o cuando la joven fumo su primer porro. En su momento había sido muy muy divertido, incluso Ino se lo había reconocido, pero luego el enojo y la vergüenza de su chica por cómo se había comportado terminaron con la diversión. Él siempre se rendia a sus lágrimas o sus caras de cachorro.

Eso era algo que no había cambiado. Por ejemplo, ahora que había salido del trabajo a pesar de tener cientos de cosas pendientes solo para ir a buscarla a su casa para ir a almorzar juntos.

Él se había convertido en arquitecto y su dulce novia en organizadora de eventos y aunque durante la universidad terminaron por un tiempo y salieron cada quien, con varias personas, al final se habían reencontrado y decidieron darse una nueva oportunidad. Es más, pronto se casarían y como parte de la elite de Konoha y el país del fuego se anunciaba que sería un acontecimiento extra importante.

Más con su prometida organizando todo y con Ino ayudándola como buena dama de honor. Lo cual le recordaba que Sasuke no había aceptado todavía el asumir su papel como el padrino.

Pero no lo culpaba, hacia 7 años luego de graduarse de la preparatoria que mantenía muy poco contacto con él o con cualquiera, limitándose a verse muy pocas veces y en salidas cortas. Su amigo viajaba mucho por su trabajo, pero era precisamente por eso que le estaba yendo bien, no era un fotógrafo comercial, sino que más bien sus fotos ganaban concursos en tópicos como paisajismo o arte y aunque su éxito era inminente le preocupaba un poco.

Después del accidente y la desaparición de su ex novia Sasuke se había alejado de todo y de todos, pero cuando estaban por despedirse pues Naruto estaba por marcharse a estudiar al extranjero el azabache lo sorprendió diciéndole un par de curiosas cosas, como que había hablado con Sakura, había establecido comunicación con ella, aunque muy esporádicamente por su tratamiento y que la joven le había prometido volver un día.

Fue una conversación muy interesante en realidad ¿quién hubiera pensado que la frágil y hermosa Sakura Haruno que aparentaba estar hecha de porcelana era capaz de romper cuellos y patear traseros si se enojaba o su damisela (ósea Sasuke) estaba en peligro? ¿O que tenía unos hermanos lo suficientemente retorcidos para fraguar un plan en el que robaban su teléfono y probaban a base de manipulaciones que tan devoto a ella era el posible novio de su hermanita?

Las personas no dejaban de sorprenderlo con lo conspiranoicas que eran y si, su apuesta con Hinata 8 años atrás no contaba. Eso simplemente era distinto.

Pero al menos en esa charla algo tranquilizó la sensación de que quizá era mala idea irse y dejar a Sasuke solo y fue el brillo de esperanza que vio en los ojos de su mejor amigo lo que lo convenció al final.

"No es como que otra cosa en la vida vaya a hacerme tan feliz como ella. Sakura lleva la parte más dura de la tarea alejada del mundo en ese lugar, yo voy a esperarla, si la amo lo suficiente será sencillo"

Desde ese día las cosas se redujeron a simplemente no perder la esperanza. Para tanto el Uchiha como la Haruno siempre se trató de mantener la fe en que un día se volverían a ver bajo mejores circunstancias y ambos estarían listos para dejar atrás todos los "peros" que su relación tenía.

Y valió la espera después de todo.


—Vas a ir — le dijo seriamente a su amigo por la línea telefónica.

—No lo creo.

—Claro que sí.

—No tengo porque si no quiero.

—Tienes que ir porque yo te lo estoy pidiendo.

—¿Te parece que soy una persona obediente? Contestare por ti, claro que no — Sasuke se oponía rotundamente. — Así que no iré.

—Antes no te oponías a ir a ningún lado si había alcohol y piel desnuda y ahora resulta que eres alérgico a las fiestas — ironizó Naruto. — No me vengas con eso

—¿Tienes una idea de la cantidad de trabajo que tengo?

—No, porque no me importa, asume tu responsabilidad como mi padrino y asiste, te veré ahí y más te vale que se así sea.

Y colgó.

Sasuke suspiro hastiado. Cuando Naruto se ponía serio era aún más terco de lo normal y el Uchiha estaba seguro de que eso estaba en su lista de cosas que más odiaba en el mundo, eso y las perillas mojadas, los gatos, la mostaza y las películas setenteras.

En fin, la cuestión era más simple de lo que ambos muchachos estaban haciéndolo parecer. Sasuke solo debía hacer acto de presencia en la despedida de soltero de su mejor amigo como correspondía al ser el padrino elegido a la fuerza.

Pero el de cabello azabache estaba por mucho lejos de querer asistir a la dichosa fiesta y menos cuando sabia en que podría terminar eso, pues Naruto había mencionado que había varios invitados que no le agradaban para nada además de que asistirían varios ex compañeros de St. Akatsuki. Definitivamente eso no sería una reunión tranquila ni en esta ni en ninguna realidad.

Pensó en mil excusas que podría dar, cien formas de escapar de su visita a Konoha e irse, una decena de razones por las que podía cancelarle al rubio, aunque este se opusiera y obviamente también pensó en solo ignorarlo, pero cuando se trataba de aquel joven cabeza hueca al que los años solo le habían añadido más centímetros de estupidez nada podía ser tan sencillo. Pobre Hinata que estaba por casarse con eso.

Aunque seguro la muy ilusa ya lo sabía.

Y cuando menos lo espero el día tan esperado había llegado por fin y por supuesto que fue un desastre como predijo.

Eran alrededor de las 12 de la noche del viernes y muy consciente de que si no actuaba antes no tendría más remedio que ir a una fiesta para la que no tenía ánimos se preparo para salir de su departamento con rumbo a la ciudad para perderse un rato. Pero justo cuando estaba por tomar sus llaves llamaron a la puerta.

—¡Sasuke teme! — gritaron mientras tocaban el timbre incesablemente y aquellos alaridos alegres no necesitaban ser introducidos pues era fácil saber a quien pertenecían. — Abre idiota que se hace tarde.

El Uchiha suspiro asqueado mientras se dirigía a la puerta para abrir, algún mal karma debía estar pagando y le gustaría saber por qué.


Tal y como lo imagino el lugar que el rubio futuro novio había rentado para hacer su despedida estaba lleno de las cosas que a su mejor amigo mas le gustaban. Amigos, alcohol y luces de neón.

Cuando los vieron llegar todos los invitados que ya estaban ahí los recibieron con gritos alegres y porras evidentemente extasiados. El azabache supo de inmediato entonces que hacia mucho que la celebración había dado inicio y que a pesar del ya afectado estado de algunos invitados se pondría todavía peor.

—¡Esto será genial! — Naruto expreso emocionado mientras lo llevaba hasta una de las mesas, Sasuke solo pudo hacer una mueca que expresaba su poco regocijo.

Al llegar se sorprendió cuando encontró a varios de sus amigos de la preparatoria como a Shikamaru, Shino, Suigetsu, Juugo e incluso ¿Neji? Se sentó junto a este último que estaba bebiendo tranquilamente su cerveza ignorando el barullo de sus acompañantes.

—Ummm — quiso iniciar una conversación el menor de los Uchiha.

—Ni siquiera lo menciones Sasuke — expreso el Hyugga y entonces se pudo dar cuenta de que no era el único que estaba inconforme con tener que cumplirle al rubio.

—¡Atención idiotas! ¡Es mi último día como soltero asi que vamos a ponernos anales! — grito el anfitrión de la fiesta y señalo a Sasuke directamente. — ¡Sin excepciones!

Todos lo imitaron con ánimo y la música subió el volumen todavía más. Uchiha quería morirse.

Pero contra sus ideas previas y sorprendiendo a todo mundo hasta él perdió el control al cabo de unos cuantos tragos como todos los demás en el lugar.

—¡Entonces Hinata dijo, "no quiero ver el club de la pelea otra vez"! — platicaba Naruto a sus acompañantes como si se tratará de una tragedia. — ¡Aun no nos casamos y ya quiere coartar mi libertad!

—¡Impídelo o después será peor! — Suigetsu le recomendó para luego darle otro trago al tequila que estaba tomando directo de la botella.

—Concuerdo, las mujeres son tan problemáticas si les das el poder — concordó Shikamaru con un cigarrillo en una mano y un whisky en la otra.

—¡Saben que me molesta! — Shino se levantó de la mesa, ante las miradas desorientadas de los chicos, tenia la camisa desfajada y una de las pequeñas tangas de una de las bailarinas exóticas que habían sido contratadas como animadoras para la fiesta atada a su cabeza. — ¡Estar soltero! ¡Ya no soporto más esta soledad!

—Ni que lo digas compañero — dijo Sasuke levantando la cabeza rápidamente después de haber estado recostado en la mesa desde hacia ya un buen rato.

—¡Pero tu estas haciendo celibato por gusto Uchiha! — le reclamó Neji.

—¡Mantengo mi castidad para mi chica! — se defendió el azabache frunciendo el ceño. — ¡¿Cuál es tu excusa?!

—¡No hay mortal que me satisfaga! ¡Y la única que lo hacía te la robaste tú!

—¡No me provoques cara de Barbie! — amenazo Sasuke y sin levantarse (porque no tenía las fuerzas) rompió una botella de cerveza y amenazo al castaño con el borde que quedaba intacto.

—Ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya — Naruto le quito a su amigo su "peligrosa" arma y se interpuso entre ambos con una sonrisa perezosa. — Suficiente, venimos a divertirnos. Abre la boca Neji usémosla para algo verdaderamente útil.

El Hyugga obedeció quien sabe porque razón y su primo en ley casi le mete la botella de vodka hasta la garganta para que bebiera. Todos levantaron sus tragos y bebidas en apoyo a la idea de tomar todavía más.

A Sasuke se le acerco una de las bailarinas quien ya le había echado el ojo desde hacia un buen rato y al notar como esta se comenzaba a pegar a su cuerpo sin ningún tipo de pudor la empujo con una "ligera" patada enviándola al suelo.

— ¡Alejate de mí! — grito con repudio. — ¡Tengo dueña maldita sea! ¡¿Es que tengo que ponerme un letrero para que todos lo sepan?!

—Probablemente — le dijo Juugo, quien aún no se encontraba tan mal como los demás, su resistencia al alcohol era la mejor del grupo.

—Sasuke es una perra sensible con síntomas de menopausia, pero también es fiel sin duda— afirmo Suigetsu viendo como la mujer se iba muy ofendida.

—¡Cuánto tiempo mas debo esperar! — se sincero el Uchiha menor levantándose como podía y dándole un gran trago a su cerveza. — ¡La quiero aquí! ¡No pido demasiado!

—Tranquilo amigo, ella regresara — Naruto lo abrazo por los hombros apenas pudiendo sostenerse. — Y mientras tanto me tienes a mí, tu mejor amigo.

—Lo se dobe, eres un sujeto genial.

Y mientras se miraban fijamente y como sus mentes ya estaban demasiado confundidas y desorientadas la distancia se fue haciendo mínima y sus alientos comenzaron a combinarse y a tocar la piel del otro.

—¿Qué rayos?... bueno, quien soy yo para juzgar — dijo Juugo observando la escena frente a él y a la que todos aplaudían. Al menos tomaría una fotografía del momento.

A veces necesitaba algo de que reírse en días tristes.


La verdad es que era de esperarse que después de que habían tomado tanto alcohol esa noche, al día siguiente las cosas se tornaran caóticas.

A extremos nuevos.

La cantidad de alcohol que se consumió pudo haberlos destruido y provocado una tragedia. De hecho, tenían mucha suerte de haber regresado con vida luego de que al subir al auto el idiota de Naruto le cubriera los ojos a Juugo, el conductor designado, provocando que casi se mataran.

—¡Hey Naruto! — grito el joven azabache que estaba recostado en la encimera de la cocina, evidentemente molesto pues con la tremenda resaca que tenia no le apetecía escuchar el ruido incesante del teléfono de su amigo. — ¡¿Puedes apagar esa porquería?!

—No… — murmuro el rubio quien seguía medio dormido en el suelo del diván de su apartamento. — Estoy demasiado… cansado.

—¡Y yo muy ebrio! — concordó Suigetsu a quien, por supuesto nadie le había preguntado, por lo que lo ignoraron.

—¡Vamos dobe o te juro que lo siguiente que hará escando por aquí será la ambulancia viniendo por tu deforme cuerpo! — le volvió a gritar Sasuke.

—Yo iré — dijo Juugo saliendo de la nada y entrando a la estancia del apartamento Uzumaki para tomar el teléfono y apagarlo.

La escena era penosa incluso para él a quien casi ninguna cosa podía afectarlo. Suigetsu y Naruto eran casos perdidos, demasiado imprudentes, arriesgados e idiotas para cuidarse de sufrir una congestión alcohólica. Ayer luego de terminar la fiesta en el salón habían regresado ellos 4 a seguir un poco mas en la casa del futuro esposo, pero las cosas se habían salido de control y la prueba estaba en el montón de botellas rotas esparcidas por el suelo, el vómito detrás de los sillones, la ropa que bajo circunstancias misteriosas sus amigos se habían quitado y habían lanzado hacia las plantas y la mesa de cristal del recibidor completamente destrozada y con el peliblanco causante de su deceso dormido sobre ella todavía.

Si, definitivamente ese par pudo haber muerto de no ser porque tuvieron mucha suerte y no se sentía para nada sorprendido de las cosas que habían hecho. Pero Sasuke, él era un capitulo aparte.

Lo miro un momento y se acerco para verificar como se encontraba. Aquel joven huraño y siempre tan reservado le había inspirado mucho respeto desde el día en que lo conoció y jamás se hubiera imaginado verlo haciendo cosas como tomar hasta ahogarse de borracho, queriendo iniciar una pelea con una anciana en la entrada del edificio porque según él la mujer lo había mirado "feo" y comenzando el raro incidente que lo tenía ahí tirado solo en bóxer y en el cual aquellos otros dos idiotas lo habían seguido.

Pero probablemente lo más difícil de creer que había sucedido fue cuando al Uchiha se le había soltado la lengua y había hablado de más (mucho de más) sobre diferentes cuestiones y desvelando secretos que nadie se hubiera imaginado y seguramente Naruto y Suigetsu no recordarían lo que Sasuke había dicho, pero él sí.

¿Podía aprovecharse algún día de esa valiosa información que involucraba al menor de los Uchiha y a Sakura Haruno en el encuentro sexual más incómodo que habían tenido? Solo el tiempo lo diría.

"Gracias abuelito por esta resistencia divina al alcohol"

La alarma lo devolvió a la realidad sonando nuevamente. Cuando lo tomo casi le da un infarto al revisar que ya eran las 3 de la tarde. Mierda, ya era muy tarde, la ceremonia era a las 4:30 y sus amigos no parecían estar en condiciones de alistarse. No había de otra, era el momento de tomar el control, ese matrimonio estaba ahora en sus manos y haría hasta lo imposible por salvarlo.

—Vamos Naruto, tienes que darte una ducha, ya vas muy retrasado — le dijo el pelinaranja mientras lo tomaba de un brazo y lo comenzaba a arrastrar por el piso sin importarle los afilados vidrios en el piso.

—Noooooooggggggg… — decía el ojiazul mientras se dejaba llevar. — Auch, algo se me clavo en el culo…

—Tú también Sasuke — Juugo intento llevarlo a él también luego de haber dejado a Naruto inconsciente bajo el chorro de agua de la regadera en el baño. Lo cargo en su hombro y el muchacho comenzó a despertar.

—No, suéltame, te odio… — murmuraba sin energía el Uchiha. Diablos, había olvidado ya lo gruñón y agresivo que se volvía Sasuke cuando tenia resaca. —¿Dónde está mi pantalón pervertido? ¡Devuélvemelo!

Maldito sea el momento en que acepto ir a la despedida de soltero de Naruto. La próxima vez que surgieran ocasiones como esta lo pensaría dos veces antes de asistir. Le debían una muy grande ahora.

—Juugo… ayudame a levantarme… no siento las piernas.

Se merecía al menos un agradecimiento durante el brindis esta noche.


—Cuando ese idiota llegue ni siquiera tendrá tiempo de razonar cada palabra que tengo para decirle — mascullo Ino, evidentemente molesta, con su teléfono en mano y arrastrando su largo vestido azul por la habitación.

—Ino no grites tan fuerte… aun me duele la cabeza.

—Ni que lo digas, siento que voy a explotar — concordó la dama de honor masajeándose las sienes. — Hacia mucho que no teníamos una noche tan salvaje.

Hinata frente al espejo sonrió ligeramente pero casi de inmediato se le borro la misma. Estaba muy intranquila pues ya era muy tarde y el aviso de que el novio ya estaba presente asi como el padrino y compañía no había llegado.

Apretó los puños con fuerza. La posibilidad de que ese rubio idiota la dejara plantada en el altar, una que hasta ahora nunca había pensado, la ponía de muy mal humor. ¿Naruto tenia idea de lo mucho que la lastimaría si acaso llegaba a faltar a su propia boda? ¿No pensaría en lo que Neji y su padre le harían si era asi? ¡¿No dimensionaba acaso todo lo que había gastado en esfuerzo y dinero para que todo fuera perfecto?!

Arrugo la tela de su enorme vestido de princesa por su creciente molestia.

—Suelta ahí psicópata de closet — la rubia la detuvo inmediatamente. — No me pelee con la modista para que el vestido estuviera perfecto para que eches a perder el trabajo.

—Lo siento Ino — dijo entre dientes la Hyugga sin dejar de observar su reflejo en el enorme espejo de cuerpo completo. — Es solo que…

—Descuida, ese estúpido llegara — afirmo Yamanaka sonando muy segura y luego susurro para sí misma sin que su amiga la escuchara. — Asi tenga que arrastrarlo por las pelotas…

—¿Ya está todo listo?

—Algo asi, Neji acaba de llegar y Hanabi está verificando últimos detalles — Ino suspiro hastiada y se sentó en uno de los sillones con delicadeza propia de una dama. De repente tomo su bolso bajo la atenta mirada de su acompañante y saco un frasco de pastillas.

—¿Qué es eso Ino? — pregunto la novia ligeramente alarmada.

—¿Qué? ¿Esto? — respondió la rubia quien ya había ingerido el medicamento. — Gracias a tu fiestita de anoche me siento del asco y necesito aguantar toda la noche alerta para que todo salga al pie de la letra.

—¿Son drogas entonces? — Hinata se cruzó de brazos y la miro acusadoramente.

—¿Qué? ¡Claro que no! — Ino se levanto de su asiento fingiendo estar ofendida. — Son… vitaminas, estimulantes amiga, me ayudaran con la resaca, son inofensivos.

—Juralo.

—Lo juro, me los dio el doctor — de acuerdo, mentía, en realidad se los había recomendado una supermodelo de la que se hizo amiga en Suna, pero incluso los vendían en los supermercados, ¿Qué tanto daño podían hacer? — Es más, toma tú también, te ves horriblemente cansada y no arruinaras la sesión de fotos de recién casados con tu falta de energía.

Ino le extendió el frasco, pero justo en ese momento Hanabi y Neji irrumpieron en la habitación. Necesitaban que la rubia arreglara un detalle con los floristas, hecho que obviamente hizo que la estresada mujer saliera furiosa rápidamente a gritarle un par de cosas a unas cuantas personas. La hermana de la novia fue tras ella para asistirla y el primo se quedó ahí.

—Te ves maravillosa — le sonrió como muy pocas veces lo hacía, pero frunció levemente el ceño al notar como la chica ingería lo que parecían ser unas pastillas frente a él. — ¿Qué es eso?

—Medicina — respondió Hinata mientras se ajustaba unas horquillas de su peinado, Neji enarco una ceja sospechando si era verdad. — En serio, Ino me las dio, dijo que servían para la resaca y me siento terrible… asi que…

—Entiendo — el hombre suspiro y se ajusto la coleta de su cabello el cual había dejado crecer hasta debajo de sus hombros desde hacía algún tiempo. — ¿Puedes darme unas? Tampoco estoy en condiciones

—¿Se divirtieron mucho anoche descarados? — la novia le entrego el frasco y el chico ingirió imitándola o mas o menos haciéndolo tres pastillas. —Naruto ni siquiera ha llegado.

—Seguro estará aquí en un minuto, descuida — el chico la animo y le tomo la mano para darle un beso. — Por cierto ¿Cuánto tardan en hacer efecto?

—Ya lo averiguaremos después, ahora ve a buscar a mi novio o no habrá boda hoy… y quizá nunca.


—Ya estamos aquí — anuncio Juugo en la recepción de la iglesia y rápidamente fueron conducidos por Hanabi evidentemente molesta por el retraso hasta una habitación donde deberían esperar instrucciones.

Cabe destacar que la Hyugga menor les recomendó evitar encontrarse a Ino Yamanaka si no querían ser degollados.

Naruto se veía más o menos decente, pero seguía mas o menos dormido, lo cual preocupaba mucho al pelinaranja pues no era el estado optimo para casarse. Lo acomodo en un sillón mientras esperaban y creyó que había escuchado al novio roncar ligeramente.

Sasuke por su lado se había sentado cerca de la ventana tomándose la cabeza pues el ruido lo irritaba en demasía. Tenía el traje ligeramente desacomodado, rebelde como él era y traía lentes oscuros para disimular sus ojeras.

Suigetsu por otro lado lo había tenido que dejar en casa con la promesa de que volvería por él para la fiesta pues no se sentía capaz de cargar con tres zombis y vigilarlos por igual. Definitivamente este no seria su día, pero como un rayo de esperanza un castaño apareció por la puerta.

—Veo que siguen vivos — dijo Neji llamando la atención de dos de los presentes. — O más o menos.

—Callate idiota — dijo Sasuke bajándose las gafas en el puente de su nariz. — Tu voz me es especialmente molesta hoy.

—Que curioso, todo tú me molesta a mí siempre, pero no peleare contigo hoy porque me siento especialmente contento — el Uchiha le gruño como respuesta y el Hyugga sonrió de lado, pero al ver a Naruto frunció el ceño y lo pateo ligeramente en las piernas. — ¿Y tú qué? ¿Piensas casarte dormido?

El novio suspiro y comenzó a abrir los ojos con dificultad. Se sentía terriblemente y todo le daba vueltas, lo ultimo que recordaba era haber… Ay no, mejor olvidemos eso. Cuando ubico a cada persona a su alrededor mirándolo y se dio cuenta que traía su traje puesto fue que por fin pudo entrar en razón y recordar que día era y que se suponía que debía estar haciendo.

—¡Ay Neji! ¿Llegue muy tarde? ¿La boda se fue al caño? — dijo preocupado incorporándose con dificultad pues le dolía mucho el cuerpo.

—Para tu buena suerte no, aun vas a casarte — contesto su próximo primo en ley sonriéndole.

—Y para mala de Hinata — intervino Sasuke sacando su caja de cigarros.

—Que bueno — suspiro el rubio. — Siento que voy a explotar ¿es asi como se siente la muerte?

—En 10 minutos tienes que estar perfectas condiciones primo o Ino te ahogara en la fuente de chocolate de la mesa de postres —le dijo Neji soltando una pequeña risa al final, pero al notar que evidentemente el Uzumaki no podría ni de broma recuperarse para entonces decidió echarle una mano y le lanzo el frasco de medicina que Hinata le había dado. — Ten, tomate unas cuantas, y te sentirás como nuevo, a mi me sirvieron, tú también deberías tomarlas Sasuke.

—¿Qué? ¿Piensas drogarnos? — pregunto el Uchiha incrédulo, pero casi de inmediato se alzo de hombros y le arrebato el frasco al rubio y tomo unas pocas él también.

—Los veré afuera amigos por favor no tarden — anuncio Neji para salir rápidamente de la habitación ante las miradas algo extrañadas de los chicos.

—¿No se veía algo… raro? — pregunto Juugo ante lo evidente.

—Da igual, terminemos con esto — dijo Sasuke que volvía a darle una calada a su cigarrillo y salió del lugar. — Odio las bodas

Naruto por su lado comenzó a peinarse el cabello un poco ignorándolo por completo. Juugo esperaba sinceramente que las cosas fueran a salir bien y ninguna tragedia ocurriera, porque pudo jurar que tanto el Uchiha como Uzumaki habían tomado mas de tres de esas pastillas.


Todo el mundo ya estaba en su lugar asignado. La iglesia se veía maravillosa, Ino había hecho un trabajo grandioso y estaba muy orgullosa. Las damas de la novia estaban comenzando a salir asi como los padrinos.

Fue entonces que en el momento adecuado la novia se abrió paso entre los invitados. Lucia hermosa y llevaba una preciosa sonrisa en el rostro pues todo se veía como desde su mas tierna infancia se había imaginado y creía genuinamente que sería el mejor día de su vida hasta que…

—¡Esa es mi novia wuuu! — Naruto grito desde el altar llamando la atención de todos. Se veía especialmente feliz, eufórico, exageradamente, aunque se tratará de su boda. — ¡Vamos Hinata apresurate! ¡Tenemos que casarnos!

La novia apenada sonrió con vergüenza a sus invitados y comenzó a caminar un poco más rápido hasta posicionarse en su lugar. El padre que oficiaría la ceremonia se veía tan confundido como ella, pero no solamente por el extraño comportamiento del novio sino porque del lado de los padrinos también estaban sucediendo cosas raras.

Neji tenía la sonrisa más grande que jamás había visto en él mientras una pierna le temblaba y no dejaba de mover su cabeza y su mirada en varias direcciones hacia los invitados. Y luego estaba Sasuke que tenia los ojos muy abiertos y al igual que su primo tenia una inusual sonrisa en su cara y se la pasaba observando de arriba abajo el traje del padre y haciendo ademan de tocarlo, aunque el pobre hombre molesto lo apartaba.

¿Qué demonios estaba pasando?

—¡Rápido señor, hagamos esto! — volvió a decir Naruto impacientemente.

—Naruto… — ella intento reprenderlo, pero el rubio la ignoro.

—Emmm si… bueno… estamos reunidos aquí para unir a… — comenzó a recitar el sacerdote.

—Pasémonos esa parte ¿sí? Ya me la se de memoria — interrumpió el novio nuevamente.

—¡Asi se habla hermano! — lo animo Sasuke con un grito y alzando el pulgar, el padre a su lado lo miro con reproche.

—¡Naruto por favor! — le reclamo Hinata en voz baja comenzando a avergonzarse mucho más.

—¡Por favor señor solo cásenos! — insistió el novio.

—¡Si hombre, solo diga lo importante! — Neji le grito al clérigo desde su lugar entre los padrinos. Hinata entonces se dio cuenta de que estaba rodeada de un montón de locos. — Tenemos una fiesta esperándonos.

—Me muero porque la señorita a mi lado sea mi esposa ya señor, se lo ruego.

—¡Bien! ¿Naruto Uzumaki aceptas a Hinata Hyugga como tu esposa para…?

—Claro que si señor, su alteza, señoría, divinidad, lo que sea.

—¡Bien hermano! ¡Asi se hace! — grito Sasuke y levanto ambos brazos aplaudiendo. Los señores Uchiha y su primogénito entre el público se encogieron en sus asientos avergonzados ante el cuchicheo de la gente.

—¿Y tu Hinata Hyugga aceptas…?

—¡Dile que si prima! — Neji interrumpió al ya demasiado exasperado padre con un grito.

—S-si señor, solo, por favor terminemos con esto — la pobre muchacha estaba roja de vergüenza.

—Bien, los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia.

—¡Yupiiii! ¡Besame Hinata, soy tuyo! — grito Naruto, pero, aunque la Hyugga hubiera querido hacerlo el rubio la tomo de las mejillas primero y le dio el beso mas alegre que nunca antes le hubiera dado.

El padre salió del altar ofendido, era la primera ceremonia que ofrecía en la que le faltaban el respeto de esa forma. Sasuke y Neji por su lado celebraban emocionados mientras que el resto de invitados aplaudían levemente, muy confundidos y con muchas preguntas en mente.

—Oh dios… creo que esto es culpa mía — Ino pensó para si misma impactada por lo que estaba viendo.

Al final la que había metido la pata y arruinado todo fue ella.


Las 8 horas que las pastillas mantuvieron su efecto fueron para algunos divertidas, para otros aberrantes y vergonzosas y para unos pocos como parte de la celebración para animar el evento.

Naruto había sacado a bailar a Hinata y a su avergonzada suegra en múltiples ocasiones, sin mencionar que también había bailado con su nuevo primo y su mejor amigo en mas ocasiones que con su esposa. Definitivamente ese trio había dado todo un espectáculo que lamentablemente ya estaba documentado y saldría en los periódicos y blogs de farándula al día siguiente.

Para Sasuke serían los momentos más vergonzosos de toda su vida, seguramente sufriría tres infartos fulminantes cuando le contaran todo lo que había hecho durante la fiesta asi como la existencia de la foto que Juugo tomo en la despedida de soltero y que le aseguraba humillación absoluta de por vida.

Conforme la conciencia de sus actos le volvía y la euforia había parecido desaparecer de su sistema sintió un frio terrible en el pecho pues no traía la camisa puesta y la cabeza comenzó a darle vueltas, fue entonces que poco a poco se incorporó de donde al parecer se había quedado dormido.

—¿Cómo te sientes? — escucho una voz a su lado hablándole con dulzura. — Diste todo un espectáculo allá adentro.

El joven de cabello azabache dirigió la mirada hacia donde provenía la voz y se le seco la garganta de la impresión al reconocer a la persona de la que se trataba. La conocida aparición traía un encantador vestido color rojo como sus zapatos, el cabello corto rizado detrás de sus tiernas orejas y su fino rostro llevaba un maquillaje natural que acentuaba aún mas lo hermosa que había sido siempre.

Era ella sin duda. No otra de sus fantasías o alucinaciones como las que tenía cuando se enfermaba de una tonta fiebre. Era Sakura en verdad.

Estaba sentada a su lado mirándolo fijamente con mucha atención mientras se mordía el labio inferior como tratando de contener su emoción. Igual a como la recordaba seguía haciendo ese gesto de angustia con sus cejas y todavía le temblaban las manos por su nerviosismo.

Todo su mundo se congelo en ese instante, incluso su corazón. Había soñado tantas veces con volverla a ver, pero ahora que finalmente ocurría estaba tan sorprendido que no podía mover uno solo de sus músculos, se sentía como si fuera un sueño.

—Hola, Sasuke-kun — ella dijo casi en un hilo de voz. Se sentía demasiado feliz por verlo, ahora consciente y poder hablar con él en persona como desde que se había marchado había esperado poder hacer.

Pero Uchiha no respondió de inmediato. Parecía incrédulo por su presencia y no daba señales de reaccionar. Solo la miraba de arriba abajo con los ojos vidriosos y los labios entreabiertos.

Cuando Hinata la invito a su boda dudo mucho en si debía aparecer, pero sus hermanos insistieron en que lo hiciera, pues ya era tiempo de regresar a su vida y confrontar sus miedos. Le dijeron que se merecía otra oportunidad y solo Sasuke podía dársela y sabiendo que ellos siempre tenían la razón accedió.

Había deseado cada una de sus soledosas noches con volver a ver aquella mirada oscura, tan profunda y hermosa y ahora que por fin estaba frente al hombre cuyo recuerdo la había sanado cuando se creyó perdida en aquel sanatorio sus lagrimas fueron mas fuertes que su voluntad de mostrarle que ya no era mas aquella molesta chica llorona.

Comenzó a sentir sus mejillas húmedas y las gotas saladas se resbalaban hasta caer en su vestido, pero nunca bajo la mirada. Sus primeras lagrimas de felicidad en mucho tiempo fueron derramadas viéndolo a los ojos siempre y con una sonrisa hermosa como las que solo ella podía ofrecer.

Sasuke se conmovió por la joven frente a él y entonces dejo salir sus propias emociones y una lagrima rebelde salió de uno de sus ojos, solo entonces salió de su estupefacción para regalarle a la joven una risa.

—Te tardaste… Sakura.

Ella sonrió de regreso y armándose de valor tomo una de las grandes manos de Sasuke entre las suyas y la puso sobre su mejilla. Quería que la tocara, sentir el tacto de sus ásperas manos en ella para recordar los días en que vivieron su edulcorada fantasía cuando fueron novios en su adolescencia, cuando cada día que pasaron juntos se amaron y se sintieron completos juntos.

Y se sintió maravillosamente igual, juvenil, sincero y ansiado por ambos como siempre.

Como si el accidente nunca hubiera sucedido, como si ella nunca se hubiera marchado, como si todos esos años que se tuvieron que conformar con hablar solo por teléfono no hubieran pasado y su vida que se había detenido en aquel tercer año de la preparatoria fuera reanudada.

—Lo siento Sasuke-kun… — susurro la muchacha dejando su llanto correr libremente y sollozando con fuerza. Sasuke al escucharla se lanzo para tomarla entre sus brazos y estrecharla con fuerza.

—Descuida, yo sabía que volverías…

Y bajo las estrellas de la noche alejados de la fiesta a la que ambos parecían ajenos, después de pasar años con los labios secos y el corazón guardado finalmente se besaron.

Efectivamente el amor que sentían por el otro seguía ahí.


No esperaron ni siquiera a que dos estaciones del año llegaran cuando decidieron comprometerse. No querían separarse nunca más.

Y era perfectamente comprensible para todas las personas que los conocían y que habían sido testigos y participes de su amor. Los padres tanto del Uchiha como de la Haruno dieron su bendición para que ambos estuvieran juntos pues reconocían la autenticidad de su fuerte relación y como personas que amaban a ese par de enamorados solo querían verlos felices.

Aunque no se casaron de inmediato pues Sasuke quería que la joven pelirrosa se mantuviera concentrada en sus estudios en medicina de los cuales le faltaban aun 3 años, pero era como si lo estuvieran.

Desde hace mucho que para ambos el matrimonio no era más que un constructo social o una tradición nada más, pues ambos sentían que no era tan necesario pasar por todo el tema de una boda para hacer mas valida o especial su relación. Ambos se seguían sintiendo como dos adolescentes enamorados no importaba cuantos años pasaban y su cariño por el otro estaba más que intacto y se fortalecía con los días. Asi que no se sentían apresurados por casarse, aunque era un hecho que lo harían.

Neji y Sakura retomaron su amistad ahora con la absoluta certeza de que solo eso podría haber entre los dos y eso estaba mas que perfecto. Para el castaño que hace poco se había abierto nuevamente a la posibilidad de encontrar el amor verdadero en otro lugar era mas que suficiente saber que la Haruno había podido superar sus problemas y ahora era feliz.

Pero como se había prometido cuidar de ella sin importar si esta era su pareja o no, en cuanto supo la cantidad de cosas que sucedían en el sanatorio donde había sido recluida y que hubiera sufrido también de no ser por una terapeuta y psiquiatra que por vocación la había salvado y ayudado, no dudo ni siquiera un segundo en denunciar a las instalaciones.

Obviamente ser de la elite de Konoha le otorgaba credibilidad y gracias a eso el centro fue cerrado.

Los hermanos de Sakura realmente nunca se disculparon por las molestias y problemas ocasionados eran fieles creyentes de que el fin justifica los medios y aquel tema había quedado olvidado en el pasado. Aunque el Uchiha menor a veces bromeaba con sus cuñados con que le debían devolver algún día su celular a Naruto.

El mundo giraba como siempre y los ojos de Konoha seguían mirándolos de cerca. Atentos a las emocionantes vidas de aquellos jóvenes que crecieron pero que mantuvieron su misma chispa de emoción aventurera, fiestas descontroladas, costoso estilo de vida…

Y su ingrediente preferido.

—¿Supiste que Sakura está embarazada? — pregunto Naruto mientras Hinata se cepillaba el cabello frente al espejo en la recamara matrimonial.

—Lo supe, me lo dijo ella por supuesto… después de que Ino me lo dijera primero — respondió la pelinegra con una sonrisa. — Creo que es maravilloso.

—Cierto, ella y Sasuke tienen su primer hijo cuando nosotros ya vamos por el cuarto — el rubio se acerco a donde ella estaba y le dio un cariñoso beso en la mejilla mientras la abrazaba por detrás. — Al teme le hace falta algo que lo derrita de amor por fin, sería bueno que tuvieran una niña.

—Ni lo sueñes cariño, Sakura tendrá un niño, estoy convencida.

—¿Convencida? — pregunto el Uzumaki con burla y su esposa se levanto de su asiento con la barbilla erguida muy segura de lo que decía. — ¿Quieres apostar que es lo que será?

Algunas costumbres nunca se pierden y como Naruto una vez dijo el cotilleo une a las personas, las separa, las hace más fuertes o más débiles, pero es un elemento esencial en la vida de una persona para hacerla emocionante. Era una formula infalible que culmino en la feliz pareja que gracias a él estaba junta.

Si los Uchiha iban a sufrir una serie de inesperados y salvajes sucesos cada vez que los Uzumaki apostaran entonces debían prepararse. Porque aquí iban de nuevo.

Era una delicia pertenecer a Konoha.

FIN.

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Hola amikes, pues llegamos al fin de esta aventura. Espero hayan disfrutado tanto como yo este fic y que lo vuelvan a leer y recomienden muchas veces si les gusto. Han sido muy buenos conmigo leyendo esta historia.

Quiero agradecer especialmente a: Noemitg-chan, Nacex96, Arella 96, Yos, Joss, brendixxlove, AnniaSwiftie, Ragi, MonyLoly, ConyM, IxSpaceCadetxl y a todas las personas que se tomaron el tiempo de leer y comentar, me han hecho la persona más feliz con sus reviews y muestras de apoyo.

También a cada persona que aporto su follow y añadió la historia a sus favoritos. Todos pusieron de su parte para que el fic se mantuviera y mis agradecimientos son de corazón.

Los amo y en algún momento volverán a saber de mi con algo nuevo. Asi que hasta pronto. Bye!