95. La estrella de Sakura.
—Sakura. —la voz de Rock Lee comenzó a llegar a sus oídos, despertando todos sus sentidos. —Sakura.
Ella abrió los ojos, sintiendo que las lagañas le dificultaban hacerlo, talló sus ojos, limpiándolos. Al abrirlos se encontró con Lee frente a ella, en posición de cuclillas con una sonrisa en su rostro, Sakura se sintió reconfortada de solo verlo. ¿Cómo decirlo? Rock Lee tenía ese no sé qué, que ponía al cien a Sakura en un segundo.
—Buenos días, Lee. —saludó, dando un bostezo pequeño. La luz del día se estaba colando por los aires y el olor a humo inundaba su olfato, debido a la cantidad de fogatas que ahora estaban apagadas. Sakura miró a los lados, varios aldeanos ya estaban haciendo cosas, pocos ninjas se veían en labor, la mayoría estaban dormidos. — ¿Has dormido algo?
—Sí, unas cinco horas, después de las tres de la mañana. —comentó, ayudándola a levantarse. Sakura notó que no muy lejos de ella, Sasuke y Naruto estaban recargados uno en el otro, a espaldas, durmiendo. Lee la siguió de cerca cuando fue a ellos, para acobijarlos. —Todos están muy agotados, pero los ninjas médicos, en su mayoría, siguen trabajando.
— ¿Qué tal van las búsquedas? —preguntó, dejando la manta para que ambos tuvieran la mitad de ella. Notó con cierta preocupación que Sasuke y Naruto tenían ojeras debajo de sus ojos, probablemente apenas habían ido a dormir.
—Hinata y Neji dijeron que ya limpiaron un cincuenta por ciento de la aldea. —respondió Lee. —Ahora mismo, Hinata ha pedido que dejen descansar a los rastreadores. Los ANBU tomaron su lugar, sin embargo, Neji ha dicho que para estar seguros, los ninjas rastreadores volverán a pasar por la zona para ver que nadie se pierda. —Lee se quedó callado un momento, Sakura lo miró de reojo, esperando a que continuara. —Se prevé que ya no se encuentren más personas vivas, Sakura.
—Las personas pueden durar dos días como mucho sin agua y con poco oxígeno, no tienen porque ser tan negativos. —reprochó Sakura.
—Es la predicción que han hecho. El problema es que ya tenemos demasiados muertos, el olor comienza a hacerse notar.
— ¿Están considerando incinerarlos a todos? —Sakura le miró, sorprendida. —Será demasiado.
—Lo sé, pero no hay muchas opciones. —suspiró Lee. —Incluso aunque queramos enterrarlos a todos, la segunda opción no es mejor que la primera, el hacer una fosa común…
Sakura puso una mano en su frente. — ¿Qué dice Shikamaru?
—Está a favor de la fosa.
— ¿Eh?
—Ha dicho que los cuerpos tardarían demasiado tiempo en incinerarse y que no hay lugar para hacerlo. Además que al hacerlo tan cerca puede traer más enfermedades a los ya enfermos. —explicó. —Están esperando a que los líderes de los clanes despierten para tomar la decisión, sin Tsunade-sama, Neji y Shikamaru han propuesto, a través de Hinata, que se haga una asamblea y se decida por votos.
—Ya veo. —Sakura se mordió el dedo pulgar, pensativa.
—Sakura…—Lee le tomó de la mano, haciendo que volteara a mirarlo. —Hay algo que tienes que ver.
— ¿Eh?
Lee no quiso decir más, sabiendo que eso afectaría a su querida amiga. La llevó a través del bosque, Rock Lee tenía razón, el olor de los cuerpos comenzaba a estar presente por lo que ambos tuvieron que solicitar un cubrebocas al equipo médico cercano (quién pidió a Sakura volver pronto), cuando ambos pasaron los árboles, Sakura notó que Shikamaru estaba presente junto a Choji, Ino y Sai. La única chica entre ellos tenía rastros de lágrimas en sus ojos.
— ¿Ino? ¿Qué tienes? —preguntó de inmediato, preocupada de que hubiera perdido a alguien de su familia.
Ino se acercó corriendo a ella y la abrazó con fuerza, Sakura le acarició la espalda con delicadeza, buscando ser fuerte para ella. Al separarse, Ino tomó la mano de Sakura y ella la apretó con fuerza, esperando que le diera las malas noticias; cabe decir que nadie tuvo que hablar, ella misma las vio, o mejor dicho… la vio.
En el suelo, junto a otros cuerpos que seguramente fueron los últimos en transportar los equipos rastreadores, estaba Shizune.
Sakura corrió a ella, hincándose de inmediato, y como si no supiera ya la respuesta, le buscó el pulso, por más pequeño que fuere. Quizás, al igual que con Kakashi, podría salvarla. No fue hasta que Ino le puso una mano en su hombro que Sakura sintió las lágrimas acumularse en sus ojos.
—Fue antes de que Pain destruyera todo. La usó para obtener información del paradero de Naruto. —comentó Shikamaru. —Lo siento, Sakura…, Ino.
Ino se puso al lado de Sakura, volviendo a tomar su mano, su mejor amiga la miró e inevitablemente se sintió como el niño de seis años que Ino encontró por primera vez, llorando en el parque. Ino tenía ese don de hacerle sacar sus verdaderos sentimientos, de que pudiera ser transparente; la rubia la abrazó con fuerza, recargando su cabeza en la suya.
—Shizune-san… no puede ir a una fosa común. Tsunade-sama jamás me lo perdonaría. —farfulló Sakura, luego de un rato, su voz salía entrecortada. —Ha sido mi maestra también.
—No podemos hacer excepciones, Sakura. —comentó Shikamaru. —No sería justo para los demás ninjas ni para los civiles, todos…
—Si fuera Asuma quien hubiera muerto en estás circunstancias no estarías diciendo lo mismo. —espetó ácidamente. Shikamaru chasqueó la lengua ante la hostilidad contraria, aun así, tuvo que darle la razón.
— ¿Dónde la enterraras?
—En el bosque. —musitó Sakura. —Cuando nos trajeron acá, vi una cueva, esa puede ser la tumba de Shizune-san. No queda demasiado lejos y Tsunade-sama podrá poder visitarla cuando sea.
Shikamaru dejó escapar aire, sin embargo, al ver la mirada de suplica de su propia compañera, no pudo más que acceder a hacerlo.
—.—.—.—.—
— ¿De verdad estarás bien, Sakura? —preguntó Ino, por quinta vez. Acababan de pasar tres horas después de enterrar a Shizune; Sakura e Ino estaban atendiendo a los pacientes que podían.
—Ya te dije que sí, Ino. —respondió Sakura, mientras curaba a uno de los ninjas. Había más movimiento en la aldea, no obstante, los Hyuga, junto a varios ninjas seguían dormidos. Lee a desgracia de Sakura, tuvo que marcharse con Guy y Ten Ten para seguir apoyando para llevar suministros al campamento. —No puedo hacer nada… más que esto.
—Sakura.
—Habrá tiempo de luto para después. —suspiró Sakura. —Por ahora tenemos que asegurarnos que no todo sea tristeza, Ino.
—Lo sé, pero…
Sakura terminó de curar al ninja, dando paso al siguiente, no obstante, se dio un tiempo de tomar a Ino por el rostro, poniendo cara seria.
—Sé que estás preocupada, yo también me siento deshecha por dentro, Ino. —y le dio una sonrisa comprensiva. Ino apretó los labios, veía el dolor en los ojos de Sakura. —Ahora estás personas cuentan con nosotros, y todos están trabajando muy duro para ayudar y que no haya más víctimas. No hay tiempo para lamentos.
Ino tragó saliva, estrujó su corazón para volverlo más fuerte y asintió con la cabeza.
—De acuerdo.
Quizás Sakura fuera demasiado vulnerable cuando estaba con Ino y la utilizaba para consolarse, pero a ojos de Shikamaru (quién estaba trayendo nuevos suministros médicos), Ino era quién más utilizaba a Sakura… para darse valor.
Cuando Sakura pasó a hacerse cargo de Kakashi, miró como su maestro ya respiraba más tranquilo; con cuidado le limpió la cara, volviendo a desinfectar las heridas que tenía. Fue unos momentos más tarde cuando sintió que la tomaban de la muñeca torpemente, apenas enlazando sus dedos alrededor de ella.
— ¡Kakashi-sensei! —gritó, emocionada de verlo despertar.
Kakashi se sintió moribundo, alcanzó a ver una cabellera rosa borrosa, antes de sentir el eufórico abrazo de su alumna sobre él. Apretándolo con suavidad contra ella. Kakashi parpadeó un par de veces, enfocando la mirada; lo primero que vio fue la carpa color crema que estaba frente a él, luego dirigió su mirada a Sakura que tenía unas lagrimillas en los ojos debido a la felicidad.
Qué raro… hace pocos segundos aún se encontraba con su padre.
— ¿Cómo se siente? ¿Le duele algo? —preguntó Sakura, separándose.
Lo último que Kakashi recordaba antes de ir a esa oscuridad, fue haber peleado contra uno de los clones de Pain. Y aunque se encontraba medio adormilado todavía, no era difícil deducir lo que estaba pasando a su alrededor.
—Saku… —él la miró con cuidado, como queriendo ver cada parte de su piel para notar cualquier herida que pudiera tener. — ¿estás bien?
—Sí. No he peleado, solo fueron heridas pequeñas. —sonrió ella con cariño.
— ¿Qué ha pasado con Pain?
—Naruto lo ha derrotado. —comentó Sakura, emocionada, tomando las manos de Kakashi. —Fue asombroso. Naruto y Sasuke han estado genial.
— ¿Sasuke también…?
Sakura se inclinó a Kakashi, observando a los lados para que nadie más escuchara. —Se ha enfrentado a Danzo junto con Itachi-san.
— ¿Qué?
—Le contaré todos los detalles, pero necesito que descanse un poco más, sensei. —pidió Sakura, ayudándolo a incorporarse. —Traeré agua y comida. Seguro que muere de hambre.
Karin miró a Sakura comenzar a moverse con mucha prisa; por petición de Sasuke, Karin estaba ayudando al equipo médico, aunque no con su poder, apoyaba suministrando los equipos, antes muerta que dejar que todos esos idiotas volvieran a aprovecharse de ella, seguro que la terminaban matando. No obstante, la única razón por la que acepto la petición de Sasuke es porque podía estar más cerca de Sakura.
Desde que la vio en el bosque con esa expresión en el rostro, una rabia comenzó a embriagar el alma de Karin. Porque Sakura tenía ese estúpido rostro de que ella la víctima en toda la situación, y si algo odiaba Karin, era ver esa expresión en el rostro de las personas, porque le recordaba a su yo del pasado; donde se dejaba manipular por todos y casi la mataban en más de una ocasión.
— ¿Vienes por comida? —preguntó Sakura, distrayendo a Karin de sus pensamientos. Estaba un poco nerviosa por hablarle, debido a que sabía que antes estuvo con Sasuke y luego con Itachi; Karin podía notarlo, estaba apretando la charola que llevaba con fuerza, doblando casi los bordes. — ¿Es para ti o se la llevarás a los enfermos? Porque…
Karin no escuchó toda la explicación de Sakura acerca de las comidas que se les podía dar a los heridos, la contemplaba sin ninguna emoción en el rostro.
— ¿Me estás escuchando? —Sakura frunció la boca al verse ignorada.
La joven Uzumaki crispó una ceja. Sakura no parecía salida de un cuento de hadas, habría cientos de chicas más bonitas que ella, eso era seguro. Su cuerpo estaba trabajado por el entrenamiento, pero seguía teniendo esa silueta femenina que ahora era remarcada por la licra verde que llevaba puesta.
—Mujer idiota, los médicos dicen que te des prisa. —Suigetsu llegó de pronto, encontrándose con ambas mujeres frente a frente. Una gotita de sudor bajó por su cara, sintiendo la tensión que emanaba Karin. — ¿Le vas a buscar pelea a la mujer de Sasuke?
Sakura se ruborizó en un instante, entreabrió la boca y balbuceó incoherencias.
Pero no lo negó.
—S-Sí están para servir a los enfermos, son los de está bandeja para allá. —señaló sin darles la cara. Suigetsu rio de buena gana. —Permiso.
Pasó a paso rápido al lado de Karin, con la bandeja llena de comida para ella y Kakashi. Karin entonces rompió el silencio que se había instalado en ellas dos, escupiendo palabras ácidamente, que le quemaban las entrañas.
— ¿Elegirás a Itachi o Sasuke? —preguntó burdamente, Suigetsu la miró mal; lo peor que podían hacer es comenzar una pelea contra la gente de Konoha.
Sakura detuvo sus pasos apresurados, haciendo tambalear los platos de su bandeja.
— ¿De qué estás hablando? —y la voz dulce de Sakura que les dedicó a ambos, y la cara tierna de Sakura cuando Suigetsu nombró su relación con Sasuke, desapareció.
Karin y Suigetsu lo notaron, se habían metido en un terreno muy peligroso. Quizás, demasiado.
—No pienso cederle a Sasuke a alguien como tú. —reprochó Karin mirándola con desprecio. Suigetsu llevó una mano a su cara, cubriéndola, Karin lo iba a sacar de sus casillas. —Es momento que decidas a que bando perteneces, Sakura. Si al de Sasuke o al de Itachi.
Sakura le encaró por completo, con las cejas fruncidas y sus ojos parecían echar fuego.
— ¿Y tú quién eres para decirme esto? —espetó con rencor. — ¿Qué eres de Sasuke?
—Es suficiente…
—Mi relación con Itachi-san y con Sasuke no te concierne en lo más mínimo. —escupió Sakura. —No hables como si me conocieras, como si los conocieras.
—Sasuke…
—Me interesa muy poco lo que sientas por Sasuke. —cortó sabiendo por donde iba la cosa. Karin se mordió los labios, apretando con fuerza los puños. Sakura se marchó de ahí con la frente en alto, sin dirigirles otra mirada.
— ¿Qué fue todo eso? —preguntó Suigetsu, en modo de reproche. —Si querías problemas con la mujer de…
—No es su mujer. —farfulló Karin.
—Sí, lo es. —Suigetsu le dio un codazo a Karin, para atraer su atención y que dejara de mirar por donde se fue Sakura. —Y no puedes hacer nada para evitarlo.
—Puedo…
—Sasuke la ama a ella, no a ti.
Suigetsu miró la boca de Karin temblar, era la primera vez que la veía tan vulnerable y eso le hizo entender que ella ya sabía eso, que Sasuke no la miraría más allá de una compañera de equipo. Se sintió mal por ella, por no dejarle ganar al menos esa conversación con Sakura.
Karin en cambio se sintió humillada. Si bien una parte de ella quería remarcarle a Sakura que no era la única que podía tener el amor de Sasuke, otra parte de ella, quería preguntarle un millón de cosas, conversar acerca de Sasuke; porque si alguien podía entender su amor hacía Sasuke, era Sakura.
Salió de la carpa, dejando a Suigetsu con el pedido de los médicos, al salir sin querer se encontró con Sasuke y Naruto a punto de entrar. Sakura había salido por otra parte, por lo que dudaba que se la hubieran encontrado.
—Sasuke. —saludó, avergonzada de lo que recién pasó.
Naruto miró a ambos, agarrándose el estómago, tenía mucha hambre. Sasuke saludó de un asentimiento a Karin con la cabeza y con otro movimiento le indicó a Naruto que siguieran con su camino.
—No seas malo, Sasuke. —reprochó Naruto, dándole un golpe a su mejor amigo. —Ya que esta aquí, deberías pedirle que coma con nosotros. ¡Incluso podríamos ir con Sakura! Está cuidando a Kakashi-sensei.
—Preferiría que…
— ¡No me molesta en absoluto, Sasuke! —Karin se colgó de inmediato del brazo de Sasuke, causando una mala cara en él. Naruto se burló, esperando acusarlo con Sakura después.
—Sasuke tan galán como siempre. —siguió el rubio. —Me pregunto qué dirá Sakura de esto…
—Tramposo. —gruñó Sasuke, apartando a Karin de sí mismo.
—.—.—.—.—
Kakashi noto que su alumna y ahora hija, llevaba un buen rato con el entrecejo fruncido. Además la bandeja de comida se había roto en cuanto la dejó en el suelo. Una sonrisa se instauró en el rostro de Kakashi, casi aliviado de poder volver a ver sus reacciones infantiles.
— ¿Qué pasó? —preguntó al dejar el plato de lado, estaba demasiado caliente por lo que era incomible. Kakashi llevaba toda la cara vendada, exceptuando la boca y los ojos. Parecía una momia.
Sakura tomó el plato y comenzó a soplar para que su maestro pudiera retomar sus energías. —Nada. —masculló.
—Tu cara no dice que es nada.
Sakura dejó de fruncir las cejas, torciendo la boca en una delgada línea, después suspiró, en modo de resignación.
—Sasuke e Itachi-san están mejor ahora, ¿no? —preguntó Sakura. —Después de todo lo que pasó, me gusta pensar de esa forma. Que ambos comenzaran a darse una oportunidad de nuevo.
—Bueno, no es fácil para Sasuke. —dijo Kakashi, notando la preocupación de Sakura. —Pero estoy seguro que comienza a comprender las acciones de su hermano. Estará bien, siempre te tendrá a ti y a Naruto para apoyarse.
—Lo sé…—murmuró Sakura. —Pero Hinata solo nos ha dado tiempo antes de que se pida de nuevo la cabeza de Itachi-san. El clan Hyuga no podrá con todo.
—El nuevo Hokage tendría que negociar con las demás aldeas para aceptar un castigo menor. —declaró Kakashi. —Después de todo, los hilos los ha movido Danzo y ahora que ya no está, no pueden juzgarlo. Ni tampoco al tercer Hokage.
—Supongo…—Sakura le extendió la cuchara de sopa a Kakashi, ya estaba tibia por lo que él lo recibió gustoso. —Sin embargo, ¿tendría que elegir entre Sasuke e Itachi… otra vez?
Kakashi pasó el bocado, mirando con preocupación a Sakura.
—Quieres a ambos, no tienes porqué.
— ¿Y si debo salvar a uno de ellos?
—Es lo mismo que con Naruto y Sasuke. —expresó Kakashi. —En vez de proteger a uno, protegiste a ambos.
Sakura sonrió al recibir la comparación, asintiendo con la cabeza.
—.—.—.—.—
Para el anochecer del primer día, Sakura decidió darse un tiempo para descansar. Los heridos seguían apareciendo, pero lo que más rebosaba eran los cadáveres que habían muerto por asfixia o por heridas demasiado graves al no ser atendidas a tiempo. Los ninjas rastreadores estaban agotados, ninguno había descansado nada desde la hora en que despertaron, tampoco los médicos, así que fue a sentarse en la colina donde Sasuke y Danzo se sentaron, para mirar los residuos de Konoha. Varios ninjas se veían todavía, rebuscando entre la tierra.
— ¿Sakura? —llamó Sasuke, desde atrás.
—Sasuke, ¿estabas aquí? —preguntó.
Al final, Sasuke y Naruto tuvieron que sentarse a comer con Karin y Suigetsu, por lo que para no llevar demasiado escandalo a Kakashi, Iruka les recomendó quedarse en el pequeño comedor montado. Por lo que, desde la mañana, era la primera vez que se encontraba con Sakura.
—Vine a asegurarme que no quedara ningún rastro de él. —suspiró Sasuke, sentándose a su lado.
—Ese sujeto dudo que haya dejado algo. —contestó Sakura, refiriéndose a Tobi. Sasuke tenía muchas ganas de decirle lo que Tobi les dijo, pero sería preocuparla demás; Itachi y él prefirieron guardarse el secreto por un tiempo. De todas maneras, no había nada que pudieran hacer por el momento.
— ¿No estás cansada? Deberías dormir lo poco que puedas. —pidió Sasuke, preocupado por las ojeras que se le estaban formando a la chica.
—Quería venir un rato a contemplar las estrellas. —confesó Sakura. —Aún estoy viendo cual pertenece a Masamune y cual a Shizune-san.
—Sakura…
—No hay mucho tiempo para llorar. Ambos murieron como héroes. —Sakura se dejó caer en la tierra, Sasuke la contempló aun sentado. —Estoy feliz de haberlos conocido.
Sasuke sentía que tenía que decir unas palabras de aliento para ella, pero no podía. Así que simplemente se recostó a su lado, contemplando las estrellas, sintiendo las brisas heladas y el temblor propio y el de Sakura por esta.
— ¿Quieres que baje una estrella? —preguntó Sasuke, girándose sobre su torso, para quedar de lado, contemplando a Sakura. Ella lo observó de reojo, confundida.
—Están a miles de millones de kilómetros, Sasuke. —sonrió ella, pensando que le estaba gastando una broma.
Sasuke volvió a incorporarse para sentarse incitando a Sakura para hacerlo también. Ella seguía con expresión confusa, esperando a que continuara.
—Puedo hacerlo, bajarte una estrella.
— ¿De qué…?
— ¿Confías en mí?
—Por supuesto. —confirmó Sakura en un instante, Sasuke sonrió.
—Cierra los ojos. —pidió y Sakura todavía dudosa, obedeció.
Sasuke la contempló con cariño impregnado en su mirada, a la luz de la luna, Sakura resaltaba de una forma increíblemente bella. El color de su cabello, se fundía con la oscuridad, haciendo que brillara mucho más. Quería acariciar su rostro y abrazarla, decirle de nuevo que la amaba, pero eso sería presionarla y no deseaba eso; ella ya tenía demasiadas cosas en su mente, y a decir verdad, él también. Por lo que lo mejor era esperar.
—Katon goukakyuu no jutsu. —susurró, haciendo la pose de manos.
Sakura comenzó a sentir calidez a su alrededor, por lo que Sasuke no le tuvo que indicar cuando abrir los ojos, ella al hacerlo por curiosidad, notó una pequeña esfera de fuego, danzando en el aire mientras Sasuke seguía soplando, controlando el chakra para que no se saliera de control.
Era una estrella.
Era su estrella.
La chica formó una dulce sonrisa en su rostro, sintiéndose increíblemente halagada por el regalo. Sasuke paró el jutsu al contemplarla maravillado, ¿cómo es que veía más hermosa a Sakura cada vez que la miraba? Todas sus facciones le encantaban y nunca se hartaba de ellas. Se sentía como un idiota a su lado.
Si pudiera conocerla en cada vida que tuviera, siempre diría que sí. Sakura era su universo.
— ¿Sasuke? —ella lo llamó, tomándole la mano. Sasuke la miró, expectante; la mirada de Sakura lo traspasaba y sentía que le quemaba cada parte de su piel.
La respiración se le cortó cuando Sakura se inclinó a él y torpemente, casi tímida, le deposito un pequeño beso en los labios. Incluso la mano que le sostenía a Sasuke le tembló debido al nerviosismo, absurdamente pensaba que la rechazaría.
Ni la constelación más hermosa podría igualar a ese momento en el corazón de Sasuke.
Desde que la miro ahí tirada, buscando mantenerse con vida después de protegerlo (a Naruto y a él), lo supo. Que ese chico no era una persona cualquiera, que fue estúpido por apenas notarlo cuando formaron el equipo siete. Que ojalá, lo hubiera conocido desde antes, porque entonces, toda su vida habría estado enamorado de ella.
Cuando Sakura se separó, para mirarlo a los ojos, Sasuke la tomó del cuello y volvió a besarla, ahora con más intensidad. Reafirmando que jamás se cansaría de sus besos. Pensó en una vida al lado de Sakura, llegando de las misiones y recostándose a su lado, observándola dormir en el amanecer…, sin embargo, entre más lo hacía, entre más la besaba y apretaba contra sí mismo, la imagen de Naruto inundaba por completo su mente. Sustituyendo aquellos bellos amaneceres con la tristeza que eso le traería a su mejor amigo.