Continuamos con la historia, de nuestro dragón de los pechos favorito en una aventura que muchos quisieran y que por fin se sale del cliché ridículo de la traicion.

Descargo de responsabilidad: High School DxD no me pertenece, es propiedad de Ichiei Ishibumi.

- Todo va a estar bien - Persona hablando

" Esto no puede ser real" Pensamientos

- Te lo advertí Aibou - Ser sellado en una Sacred Gear

- Necesito que te encargues de esto - comunicación por sello u holograma.

Temporada de celo

Capitulo 10: Aquí vamos otra vez

Había pasado ya un año desde que ocurriera la primera temporada de celo del castaño y mucho había cambiado luego de ese evento, todo se había hecho mucho mas... entretenido en la mansión Hyoudo debido a los sucesos ocurridos en ese momento, eventos en los que el mencionado castaño no pudo evitar pensar mientras caminaba por los pasillos de su casa con dirección a su habitación y recordaba lo ocurrido al día siguiente de que su celo terminase.


De entrada, recordaba como ese día al despertar, algo desorientado cabía aclarar, se encontró con una visión que le hizo sonreír pervertidamente y que le hacía incapaz de retirar la mirada, a su alrededor, abrazando su desnudo cuerpo, se encontraban cuatro hermosas mujeres totalmente desnudas y para variar, como cada vez que dormía con Akeno, ella se las arreglaba para acabar de tal forma que al despertar el siempre terminara con una buena vista de su intimidad y este día no era diferente.

Por lo cual para este momento eso ya era algo a lo que estaba acostumbrado, también estaba el hecho de que no era la primera vez que despertaba con mas de una mujer desnuda a su lado, pero en consideración, al ver a dos de sus compañeras se sorprendió por la identidad de ambas, Kuroka y Yasaka.

Fue entonces que recordó todo lo vivido hace unas horas, lo mucho que se las follo, como se corrió hasta inflar sus vientres de tanto semen, los besos, las caricias y demás cosas que habían experimentado en esas mas de 24 horas de sexo desenfrenado y pensar que solo un par de semanas atras solo podía soñar con el día en que daría ese paso con sus mujeres.

"Entonces no fue un sueño", sus pensamientos bien podrían ser ofensivos con las mujeres que estaban a su alrededor, pero debido a lo increíble de la situación en la que termino bien llego a pensar que de hecho fue nada mas que un sueño, uno muy placentero y húmedo, pero sueño al fin de cuentas, así que ahora viendo su realidad, no pudo evitar sonreír.

- Me alegro que despertaras finalmente Aibou, veo que te la pasaste bien - la primera voz que le llego esa mañana fue la de su compañero dentro de el y por el tono, sabía que le iba a reprochar su conducta, - espero que entiendas las consecuencias de esto, no descartes que pronto alguna de ellas te de una sorpresa luego de lo que paso, no importa que por naturaleza las posibilidades sean bajas- no tenía que ser un genio para saber a que se refería en esa ocasión.

- ¿De verdad crees que estén embarazadas? - debería estar asustado ante la posibilidad si se consideraba su edad y el lo sabía, pero una parte de el había cambiado en esas dos semanas y ahora acariciar la paternidad tan joven no le resultaba tan aterrador como antes, por so mientras preguntaba, veía a sus mujeres sonriendo ante la posibilidad de que estuviesen en cinta.

- No es del todo una imposibilidad, como tal su fertilidad debería ser baja, pero dadas las condiciones de las pasadas horas, que al menos una de ellas ahora cargue a tu hijo no es del todo descabellado - el dragón dentro de el le aclaro a situación, estaba consiente de todo lo que significaba su celo, incluyendo las ultimas horas, así que al igual que Ddraig, el castaño no descartaba esa posibilidad, pero solo el tiempo le daría la respuesta a partir de ahora.

Sin embargo luego de un rato sus pensamientos cambiaron de dirección cuando noto un detalle en esa habitación, algo que rememorando sus recuerdos de lo que paso la noche previa, le decía que estaba o mas bien no estaba ahí, entonces fue que se percato de un detalle, tal vez no pudiese moverse debido a sus chicas a quienes no quería perturbar su sueño y de paso poder seguir disfrutando la vista.

Como fuera, el hecho era que recordaba irse a dormir con cinco mujeres la noche anterior y ahora solo podía sentir a cuatro de ellas a su lado y girado su cabeza por su alrededor y viendo lo que su limitada visión le permitía de la habitación se percato finalmente de cual era el suso dicho detalle.

- Etto, ¿donde esta Grayfia-san? - finalmente se percataba de a ausencia de la peliplata en la habitación, no la veía, no la sentía y estaba seguro de que su ropa tampoco estaba, entonces eso solo significaba una cosa, en algún momento previo a su despertar, la hermosa maid abrió los ojos y fuese cual fuese la razón, decidió irse de la habitación antes de que alguno de ellos despertase.

- Por ahora déjala ser Aibou, paso por mucho en muy poco tiempo, su mente debe estar hecha un caos y debe querer aclarar sus ideas - escuchar a su compañero lo sorprendió e incluso le hizo sentir mal, tal vez debió tener un poco mas de voluntad para resistirse a la tentación que siempre le había resultado esa mujer desde que la conoció, - dale su espacio por el momento, cuando se sienta lista estoy seguro que ella misma te buscara para aclarar las cosas - era curioso como para una lagartija súper desarrollada como Ddraig quien solo pensaba en batallas, tuviese tan buenos consejos sobre mujeres para darle.

- Grayfia...san - no pudo evitar sentirse mal en ese momento, mal por ella, el como debía de tener revueltas las ideas en ese momento y todo por su culpa, pero aceptaría el consejo de su compañero y dejaría que ella tuviese el tiempo para pensar, no quería forzarla a nada y estaba seguro que solo le haría mas difícil a la mujer acomodar sus pensamientos y sus sentimientos si la trataba de forzar a hablar.

- Hmm - de todos modos pronto su atención ya no pudo seguir sobre la doncella cuando un leve gemido vino de su lado derecho, un gemido de alguien que estaba pronto a despertar y sabía muy bien quien era, reconocería su voz donde fuera.

Ella empezó a abrir los ojos lentamente, aunque prefería volver a cerrarlos disgustada por tener que despertar ya, aun así estaba sintiéndose muy a gusto en ese momento y con una sensación cálida a su lado, sensación que le hizo sonreír y a la que se aferro con mas fuerza al pegarse mas a aquella fuente de calidez que la abrigaba.

No necesitaba ver la fuente de esa calidez, ella la conocía, la sentía todas las noches, era adicta a esa calidez y en las ultimas semanas aun mas, esa calidez solo se la daba el, el chico que le robo el corazón y no hace mucho también su virginidad, por eso cuando ya le fue inevitable abrir los ojos, al mirar en su dirección se encontraron sus ojos, azules con los de el color miel y sonrió al verlo.

Se sonrojaron pues no hace mucho estaba ahogados en la depravación del momento entregándose sin remordimientos el uno a la otra, sin embargo pronto eso no evito que se acercaran para darse un beso, uno de buenos días, uno que duro hasta que la necesidad de aire los separo, pero no dejaron de verse en ningún momento.

- Buenos días Ise - lo saludo totalmente feliz y dichosa antes de volver a acurrucarse contra el sin dejar que la conexión entre sus ojos se perdiera, - creo que nos dejamos llevar demasiado ayer, ¿no lo crees?, aunque no es que me queje - sus palabras y ese tono seductor que ella sabía utilizar con el, lo sonrojaron aun mas, pero aun así no aparto su mirada de ella, la amaba y quería decírselo con sus ojos, que viera dentro de el ese amor que le dedicaba a ella.

- Yo tampoco me quejo, eres increíble Rias - la alabo, aunque el efecto que logro sobre ella fue sonrojarla pues ante lo vago del alago le era difícil saber que era lo que alababa en ese momento y la idea de que alabara su lascivia en ese momento la estaba avergonzando y mucho, necesitaba recuperar el control.

- Ne Ise... espero que tomes la responsabilidad - cuando lo dijo no pudo evitar reírse hermosamente debido al rostro de confusión del castaño al no entender a que se refería con sus palabras, así que se lo iba a explicar, - en primera por enamorarme aun mas, en segunda por hacerme adicta a hacer el amor contigo y en tercer y mas importante... porque luego de todo lo que hicimos, no te sorprendas si dentro de poco te doy la noticia d que seras padre - al decir lo ultimo su mirada cambió de una burlona a una soñadora mientras le mostraba al chico como acariciaba su vientre como diciéndole que ahí estaba creciendo su hijo.

No mentiría, aun estaba asustado de ser padre tan joven aunque ahora también lo deseara, no quería fallarle a esa criatura, por eso estaba asustado dada su inexperiencia, pero por nada del mundo huiría de esa responsabilidad, el quería formar una familia con sus mujeres y eso pensaba hacer ahora o en unos años y se lo quería hacer saber, aunque claro todo se quedo en una intención cuando una voz llamo la intención de ambos.

- Ara ara, no te adelantes Rias, la primera en darle un hijo seré yo - el chico quedo de piedra, no por lo que ella dijo, mas bien porque esa semi ángel que hace un rato estaba sobre el dándole un primer plano de su coño mientras dormía, ahora estaba sentada frente a el, con sus enormes pechos desnudos saludándolo y como cereza del pastel tenía sus piernas abiertas a ambos lados del chico dándole una aun mejor vista de esa zona al castaño mientras le sonreía.

Aprovecho que su osado acto dejo de piedra a ambos y se acerco al chico para darle un beso, el problema fue el beso que le dio pues si bien fue con sus labios, no fue precisamente con los de su boca y el que el chico por inercia le respondiera solo la hizo sonreír con lujuria y prepotencia, esta ultima dirigida hacía la pelirroja que la veía con la boca abierta totalmente congelada ante su osadía.

- T-Tu, q-que crees que haces tan temprano con mi Ise, ¡ero miko! - le reprocho la pelirroja cuando salio del trance, aunque solo recibió gemidos de satisfacción de parte de la pelinegra quien un segundo después cambiar de posición para esta vez si darle un beso con su boca sonriendo y burlándose de la pelirroja en el proceso, - ¡s-seras zorra! - acabo explotando en ese momento y sacándola de encima del castaño quien parecía ido ante los dos besos de su novia pelinegra.

Esas dos empezaron a insultarse, como siempre cuando una impedía que la otra disfrutara de un poco mas de tiempo con el castaño, pero esta vez sus peleas y gritos despertaron a las dos mujeres restantes, ahora ya libre del abrazo de las féminas ante el se sentó y vio con gracia como Kuroka se desperezaba cual gato, mientras Yasaka acicalaba su cabello.

- Buenos días Ise-nya/Ise - ambas hablaron a la vez nada mas verlo y al igual que las otras dos se acercaron y lo besaron, en el caso de Kuroka esta se acurruco con el una vez mas y pidió que la mimara, algo que el gustoso complació y que en el proceso termino haciéndola ronronear como un gato, cosa que llamo la atención del par de peleoneras.

Con las cuatro ahí frente a el no pudo evitar contemplar tal paisaje montañoso, cosa que le acelero el ritmo cardíaco mas de lo que esperaba y elevo su excitación mas allá de las expectativas que podría tener alguien que estuvo follando por mas de 24 horas sin descanso.

- ¿Te gusta lo que ves? -dijeron a la vez sonrientes y coquetas sorprendiéndolo y avergonzandolo, vergüenza que creció cuando noto la dirección de sus miradas y al seguirlas se encontró con su erección en todo su esplendor y lista para la guerra una vez mas.

Iba a justificarse cuando sintió unos labios contra los suyos, era Rias quien tras el beso solo lo vio divertida y también lujuriosa antes de tomar su erección y empezar a masturbarlo sin dejar de verlo mientras las demás se empezaban a acomodar a su alrededor.

- Mattaku, aun con todo lo que hicimos tienes energía para mas - el reproche hubiera surtido efecto si no fuera por que ella lo estaba masturbando en ese momento, aun así no aparto la vista de ella mientras sentía como las demás empezaban a jugar con el resto de su cuerpo, - supongo que no hay remedio, pero sera solo una vez para cada una, mas te vale conformarte - parecía como si quisiera imponer el orden pero verla tan ansiosa y sonrojada no ayudaba, aun así no dijo nada, solo asintió con su cabeza y luego se entrego a la pasión con las cuatro mujeres una vez mas.


Cuando terminaron ese mañanero finalmente salieron de la habitación, recordaba que Rias le había dicho que ahora tenía un nuevo motivo para que nadie entrara ahí mas que ella y el, después de todo, dudaba que ese olor a seo se fuera pronto de las paredes, claro esta que eso la avergonzó y a el también pero Akeno no desaprovecho para molestarla y reclamar participación a futuro cuando el se quedara en la mansión.

Sacudió la cabeza ante el recuerdo para seguir caminando pues en algún momento y sin darse cuenta se había detenido en el camino a su destino, pero los recuerdos no dejaban de llegar, los siguientes mas vergonzosos pues venían del desayuno en la mansión Gremory, donde Venelana, la madre de Rias, hacía comentarios que a la luz de muchos sonaban simples e inocentes pero para ellos eran tan acusatorios y les generaba cierta incomodidad al comer ante la aguda vista de la matriarca del clan.

Recordaba rogarle a la tierra que se lo tragara para dejar de sentir la mirada intensa de Venelana y su sonrisa ladina dirigida a el, lo hacía sentir como si lo estuviese inculpando de todos los crímenes de la historia y que de hecho si era culpable, su único consuelo, era que la castaña al inclinarse sobre la mesa para verlo acabo presionando sus enormes pechos contra la misma dándole una vista espectacular de los mismos.

Agradeció la vista y que Zeoticus no estuviese presente o en serio no sabría como lidiar con esto, pero igual no salio impune pues Rias a un lado su yo y Akeno al otro le habían hecho puchero mientras pellizcaban sus muslos antes de girar su rostro en dirección opuesta a el.

Una gota de sudor resbalo por su nuca al recordar que tras eso y para que lo perdonaran debió de darles de comer en la boca, haciéndolo sentir incomodo por sus actitudes de malcriadas en las que el influyo mucho y peor aun cuando Yasaka y Kuroka lo empezaron a ver ansiosas de que lo hiciera con ellas también, para gracia de la causante de todo eso que solo lo veía con esos hermosos ojos violetas.

Lo pero es que ahí también estaba Grayfia quien retomaba su puesto como maid de la casa Gremory y aunque nunca pudo atraparla, estaba muy seguro de que en esos momentos la peliplata lo veía con una mirada afilada y acusatoria que no sabía muy bien identificar, pero que rápidamente desviaba cuando el la giraba a ver para posteriormente retirarse y hacer de cuenta que no pasaba nada que debiera importarle.

Sonrió irónico pues desde entonces ya le quedo claro que las cosas con la peliplata iban a estar tensas un muy buen rato y considerando que ella era su reina para los juegos podría terminar siendo contraproducente.

Como fuera agradeció cuando finalmente se fueron de regreso a su casa, aunque le causo en su momento curiosidad cuando Rias se despidió de su madre que ella le dijo algo al oído que la sonrojo fuertemente y que un segundo después la hizo acelerarse para salir de ahí mientras una sonriente Venelana los despedía y tras ella la estoica Grayfia no retiraba su vista de el.

Aun hoy se arrepentía de haberle preguntado a Rias que fue lo que le dijo su madre que no era otra cosa que algunas recomendaciones para cuando tuvieran sexo en el futuro y preguntarle si la comida que había hecho preparar para ellos para que repusieran fuerzas luego de follar les había resultado agradable, aun hoy no sabía como darle la cara a Venelana sin ponerse rojo de la vergüenza, mas porque en su momento esa mujer le había dicho que le alegraba que su hija finalmente se había hecho mujer y todo gracias a el, esta de mas decir que escupió todo el te en su boca cuando la escucho.

Como fuera, ese mismo día al volver Yasaka se despidió pues debía volver a Kyoto ya que era la líder de los youkai, no sin antes prometer que pronto ella vendría a vivir con el cuando encontrara una manera de atender los asuntos de su facción desde aquí, lo beso como solo una esposa amorosa y también muy fogosa te puede besar y luego se retiro, no sin que antes Issei enviara con ella saludos para la pequeña Kunou.

Luego fue cuando empezaron los problemas, después de todo, Kuroka ahora vivía con ellos, ella misma lo aclaro al decir que ahora era su gata y era el deber de una buena gata estar al lado de su amo, lo cual desato el infierno cuando Akeno movida por los celos empezó a pelear con la nekomata, aun ahora no entendía como fue que esa pelea acabo con los cuatro en la cama haciendo el amor una vez mas, pero claro, ahí fue cuando llego el otro problema y el mas grave de hecho.

Ahí mientras follaban una vez mas, de pronto la puerta del cuarto del castaño se abrió y por ella entraron el resto de sus chicas saludando efusivas al castaño solo para ser recibidas por la impactante imagen de Issei cogiendo de a perrito a Akeno quien mordía una almohada mientras se corría y era inseminada y Rias y Kuroka corriéndose por las manos del castaño.

Recordaba como todas se congelaron ahí mientras las tres mujeres con las que estaba solo se desplomaban por el brutal orgasmo dejándolo a merced de las chicas que para colmo cuando Akeno cayo, libero su polla revelándola erecta y lubricada ante las expectantes, de mas esta decir que algunas como Asia, Irinia y Rossewisse acabaron desmayadas al ver tan imponente miembro entre las piernas del castaño, mientras otras solo se sonrojaban viendo esa virilidad sintiendo cosquillas en sus entrepiernas y empezando en algunos casos a babear mas como en preparación para algo.

Aun ahora recordaba y eso siempre le sacaba una mueca de incomodidad lo que fue la conversación posterior a eso donde explico lo que pasara en esas dos semanas donde ellas no estuvieron y las diversas reacciones que tuvieron las chicas luego de escucharlo todo, en serio, todo.


- Eso fue mas o menos lo que paso - termino diciendo el castaño quien se sentía incomodo sentado en el sofá frente a las chicas que lo veían casi que sin parpadear, se sentía juzgado y considerando que ellas se la pasaban casi que restregandosele encima buscando precisamente lo que acabo pasando las ultimas semanas, no le parecía justo que ahora lo culparan de todo solo a el, pero claro, decirles eso en este momento era casi lo mismo que una sentencia de muerte.

Su único consuelo es que no era solo el en ese sofá siendo juzgado por los demás, el único problema, de las tres mujeres con el que eran culpables también, una se había enganchado a su brazo actuando como su feliz esposa mientras lo miraba soñadora rememorando en su mente todo lo que habían hecho y sonrojándose ansiosa de repetirlo, la otra había decidido transformarse en gata y ahora retozaba tranquila en sus piernas donde acabo logrando su objetivo, el la estaba acariciando en esa forma mientras con sus intensos ojos amarillos no dejaba de ver a las demás y pese a que estaba en forma de neko, ellas podían ver en esos ojos toda la burla de su parte.

Al final solo Rias compartía su vergüenza y desviaba la mirada de sus siervas, principalmente porque gracias a la depravada lengua larga de Akeno ahora sus amigas sabían las perversiones que había hecho en la cama con Issei en este tiempo y ella tenía su orgullo, considerando que ahora ellas sabían la pervertida que se escondía bajo esa apariencia digna había perdido mucho de ese orgullo, pero aun le quedaba un poco y quería conservarlo.

El silencio que le siguió a la revelación fue aun peor que haberlas escuchado gritar y reclamarles, de hecho en ese momento casi que prefería que lo molieran a golpes si es que eso les ayudaba a descargar la frustración y acabaran con todo eso, pero no, ellas solo lo veían con esos ojos acusadores, tal vez trataban de mantenerse serías pero el sonrojo que se cargaban arruinaba esa intención.

- Kuroka Nee-sama, en definitiva no puedo quitarte el ojo de encima - finalmente quien rompió el silencio fue Koneko quien miraba a su hermana en forma de gato con el ceño fruncido y la clara frustración de sentir que su hermana se la acababa de adelantar, - Issei-sempai es el enemigo de las mujeres, hay que vigilarlo mas desde ahora - era obvio que ella también le dedicaría sus duras palabras a el, pero esta vez lo hizo sentir peor que escoria y eso solo lo hacía deprimirse, mientras que la neko blanca solo veía envidiosa a su hermana siendo mimada por las manos del castaño y que estaba segura que ella estaba ronroneando mas fuerte ante sus caricias solo para molestarla.

"Lo siento mucho Koneko, no, Shirone-sama", se disculpo mentalmente con la pequeña albina, esto le iba a salir caro y el lo sabía, ya se veía venir el soborno en comida que tendría que darle a la nekoshou peliblanca para que lo perdonara, se conocía el estomago sin fondo que era, si, su perdón no sería barato en lo mas mínimo, pero era preferible eso a que la pequeña torre le diera uno de sus golpes, porque estaba muy seguro de que esta vez si no se contendría en lo mas mínimo a la hora de impactar el puño contra su rostro y eso suponiendo que su objetivo fuera su rostro.

- Mmmmnn, no es justo, Rias Onee-sama ahora se ha adelantado y Akeno-san también - una llorosa y temblorosa Asia estaba haciendo pucheros ante el hecho de saber que ahora Rias, Akeno e Issei habían profundizado sus lazos, sentía que se quedaba atrás y que debería hacer lo mismo, el único problema era que al pensar en ella y el castaño en la cama haciendo eso, su cabeza acababa del mismo color del cabello de Rias y humo salía de la misma producto de tanta vergüenza.

- Asia te entiendo, darling es muy cruel, yo también quiero hacerlo con el, pero quizás deba prepararme primero, Michael-sama por favor guíame en esta travesía y bendice nuestro encuentro, amen - el castaño no sabía muy bien como tomarse eso, por un lado se alegraba de que la hermosa ángel no se precipitara con esto, pero por otro lado, no estaba seguro de como tomarse el que Irina quisiera guía sexual del líder del cielo, algo no cuadraba ahí, aunque si que era algo que se esperaría de esa cabeza de chorlito.

Todo hasta ese momento iba bien, a su manera todos estaban asimilando el hecho, sin embargo aun había una chica del grupo que le preocupaba su reacción y por eso no dejaba de vigilarla, especialmente porque en este momento sus labios temblaban mientras sus ojos parecía que soltarían lagrimas en cualquier momento, no la había visto así desde que las chicas lo ayudaron a superar el trauma que dejo Raynare en el y recordaba muy bien como acabo en esa ocasión.

- Ya veo, supongo que deberé de reorganizar la agenda de Issei-sama e incluir espacio para sus actividades maritales con Rias-sama y Akeno-sama - Ravel llamo su atención en ese momento al escucharla hablar con tal profesionalismo, como toda una mánager, aunque era difícil tomarla en serio con ese hermoso sonrojo en sus mejillas, además de que la veía removerse inquieta en su lugar y podía notar el ligero frotamiento de sus muslos, - quizás pueda aprovechar uno de esos espacios para mi - lo ultimo lo dijo en un susurro, pero que el escucho muy bien, la pequeña Phoenex estaba excitada en ese momento, el aroma que llegaba a su nariz y que venía de ella la delataba y a el le parecía delicioso, al parecer su celo si dejo secuelas particulares en el, pero las estaba disfrutando y quien sabe, tal vez muy pronto complaciera a su hermosa mánager como recompensa por su duro trabajo.

- ¡No es justo! - finalmente quien esperaba que explotara exploto, la peliazul se levanto con ímpetu para reclamar, haciéndolo todo a su modo, es decir sin mediar consecuencias en el momento, - ahora Rias zen-bucho y Akeno zen-fukubucho se me han adelantado en la carrera por hacer bebes, también Kuroka lo hizo - sabía que algo así era lo que la aquejaba, pero igual fue vergonzoso la forma en que lo estaba diciendo, solo esperaba que todo quedara solo en el simple reproche de la chica.

Claro esta esa esperanza se murió cuando la vio cruzando sus manos por sus anchas caderas y tomar las comisuras de su blusa con toda la intención de quitársela ahí en plena sala de estar, algo que lo alarmo y que quería evitar, pero debido a que Akeno no lo soltaba, Rias sujetaba su camisa con vergüenza y Kuroka se había echado sobre sus piernas, estaba imposibilitado físicamente para hacer algo mas allá de decirle que parara y por experiencia sabía que esa sesos de musculo no lo iba a escuchar.

- Ise, vamos a hacerlo ahora, estoy lista, tal vez no tenga experiencia pero tu si, así que cuento contigo - que lo dijera tan solemnemente lo hacía sentir mal y cuando la vio como revelo su abdomen se apresuro para gritar que se detuviera, aunque igual no fue necesario cuando Rossewisse, Irina y Asia la sujetaron para evitar que montara un espectáculo exhibicionista ahí frente a todos mientras todas gritaban entre si con sus propios alegatos.

- ¡Xenovia!, ¡no puedes hacer eso!, ¡aun eres muy joven, tienes que madurar! - la maestra decidió actuar como tal al ver la locura de su estudiante y quería detenerla, estaba sonrojada, no sabía si por el relato anterior o por la actual osadía de la peliazul, posiblemente una combinación de ambas, aunque era gracioso verla luchar por contener a Xenovia, se suponía que ella era la mayor y aun así no lograba controlar a esa adolescente descerebrada que quería desnudarse en mitad de la sala, ere vergonzoso al tiempo que triste, después de todo una torre como ella especialista en fuerza física estaba perdiendo con una caballero en el ámbito donde se supone la ventaja la tenía ella.


Aquel día fue a falta de mejor palabra, raro, pero al menos no paso a mayores toda aquella situación caótica en la que se convirtió con las chicas descubriendo las mas que placenteras actividades que su castaño compañero había estado realizando los últimos días con algunas de las mujeres miembros de su harem y no precisamente con todas las que se había comprometido.

Para el ese momento era curioso, pues las chicas demostraron que incluso con cosas simples como un ataque de celos podían resultar capaces de sacarle una sonrisa, incluso Rossewisse quien para ese entonces aun no tenía claro su sentir hacia el o al menos no se atrevía a decírselo mostraba un comportamiento de chica enamorada difícil de esconder, mas después de que entre susurros mientras regañaba a Xenovia ese día no podía evitar soltar entre susurros que la entendía pues a ella también le gustaría hacer cosas ero con el.

En definitiva mucho cambió luego de ese día, empezando porque Akeno y Rias empezaron a tomar mayor posesión en la cama de Issei, obviamente se rotaban para que todas pudiesen dormir con el, eso incluía a la recién llegada Kuroka, sin embargo en el caso de ese par, cada ve que era su turno, rara vez permitían que alguien mas que ellas ocuparan el mismo espació que el en la cama, algo que era de esperarse si consideraba que cada vez que era su turno ambas no lo desaprovechaban y desde el omento en que la puerta se cerraba en la noche hasta que se abría en la mañana, se amaban como hombre y mujer hasta desfallecer, cosa que podía tardar un par de horas en ocurrir.

Pero como siempre, entre las chicas esa extraña pero sana competencia que existía donde ninguna quería quedarse atrás, pronto altero una vez mas el estatus quo, al menos con aquellas que ya se sentían mas que listas para dar un paso mas en su cada vez mas fuerte relación con el chico, lo cual se traducía en una mayor osadía de parte de las chicas a la hora de intimar con el ya no conformándose solo con besos o tomarse de las manos.

Casos como Asia trataron con algo simple como ayudar a aliviar al castaño usando sus manos no se sentía capaz de ir mas allá, de hecho las pocas veces que lo intentaba la vergüenza la invadía, empezaba a balbucear incoherencias y acababa inconsciente dejando al castaño sorprendido y un tanto frustrado no lo iba a negar, pero dejaría que las cosas ocurrieran con el tiempo, no la forzaría, después de todo era aun una chica demasiado inocente.

Luego estaba Shirone, de hecho ella quería ir mucho mas lejos y alcanzar a su rey y reina, pero por consejo de Kuroka, quien dicho sea de paso aprovechaba las ocasiones en que su linda Imouto tenia sus turnos con el castaño para a palabras suyas fungir un papel como maestra y asesora de la neko blanca, como fuera, si bien la pequeña albina quería dar el ultimo paso con el y unirse en lo físico con el castaño, era Kuroka quien le había recomendado no hacerlo, no por celos ni mucho menos, era mas una cuestión de genuina preocupación hacia su hermana, temía que con el cuerpo actual de la nekoshou blanca, tratar de tomar la enorme longitud del castaño acabara haciéndole mas daño que placer, algo que Issei entendió y le hacía contenerse mucho con ella así como Shirone quien pese a su disgusto acepto que podía ser peligroso para ella, tal vez podría usar su modo Shirone para resolver el problema, pero estar en ese estado requería concentración y dudaba pudiera mantenerlo durante el sexo, mas luego de escuchar la intensidad de la que era capaz el castaño de boca de su hermana mayor, aunque igual prometió que cuando creciera adecuadamente le entregaría todo a el, promesa que el castaño acepto y le dijo que esperaría ansioso.

Eso derivo en que al menos por ahora, la pequeña neko debiese conformarse y aplicarse en los trabajos orales guiada por los consejos de su hermana para que pudiera tomar todo lo posible de su longitud, de mas esta decir que la estrechez de esa boquita lo enloquecía, mas porque esa lujuriosa gata que era Kuroka literalmente le narraba a detalle los estragos que la intrusión de su miembro en la boca de su hermana causaba, siendo el mas relevante el hecho de que la pelinegra podía ver la forma de su gruesa longitud abriéndose camino en la garganta de su hermanita, de hecho Kuroka no participaba en lo mas mínimo en la experiencia de Shirone mas allá de dar consejos y cuando ya se le hacía insoportable abrazando y besando al castaño, pero siempre dejándole todo el espacio a su Imouto, al menos hasta que esta acababa rebasada por el placer y se desmayaba, entonces y solo entonces Kuroka la relevaba para terminar de satisfacer al castaño.

Luego estaban casos como Irina y Ravel, ellas querían aun mas, pero ninguna de las dos se atrevía a reclamar el paquete completo, aunque si que sus acciones eran mas osadas, Irina con su habitación especial de hecho podía descubrir sus propios fetiches con el castaño, por ejemplo estaba el hecho de que en sus noches con el castaño, no solo se dedicaban al sexo oral mutuo, de hecho le gustaba que el chico recostara su cabeza entre sus piernas y chupara sus pechos mientras ella se dedicaba a masajear su eje hasta hacerlo correr, de vez en cuando hacían juegos de rol, donde para variar la princesa no era secuestrada por el dragón si no protegida por el, revivían su tierna infancia donde todo o hacían juntas aunque claro, ahora eran juegos mas adultos donde la meta era siempre la misma, acabar en la cama corriéndose por las acciones del otro sobre sus cuerpos.

Ravel por su parte era bastante atrevida, en su caso no es que no quisiera dar ese paso, mas bien fue que ella tenía sus propias condiciones para dar ese paso, siendo la mas importante que ella aun no era su prometida, al menos así se lo explico en ese momento y hasta que el no la reclamara ante todos los demás como su mujer igual que en casos pasados lo hizo con las demás, entonces no daría ese ultimo paso, era como un castigo que le daba o así lo sentía el, aunque igual esa rubia o se privo del placer cuando en las noches en que tenía su turno para dormir con el no solo se limitaba a masturbación o sexo oral, de hecho ella dejaba que restregara su polla contra su coño, lo dejaba notar su humedad y su necesidad, pero no lo dejaba reclamarla, era frustrante pero delicioso, mas cuando lo hacían viéndose a los ojos, ver como su vagina se restregaba a lo largo se sus longitud lubricandolo con sus jugos, mientras sus desarrollados pechos se bamboleaban arriba y abajo por el movimiento, le resultaba hipnótico y al ver sus ojos color azul profundo tan cargados de necesidad le era difícil no querer complacerla, acababan besándose con desesperación solo separándose por falta de aire o porque el castaño quería jugar con sus enormes y aun en desarrollo pechos, momentos que ella aprovechaba para acariciar su cabeza con mimo antes de que se volvieran a besar abrazándose desesperados por no dejar que el otro se separara y continuando con el lascivo y húmedo ósculo hasta que ambos se corrían por el intenso faje en el que terminaban.

Los casos mas interesantes para el fueron los de Rossewisse y Xenovia, aunque no por los mismos motivos, no podía evitar sonreír amargamente mientras una gota de sudor resbalaba por su sien al considerar a ese para, era para no creerlo, al menos de la peliplata, de Xenovia, bueno de ella podía esperar cualquier cosa.

Con Rossewisse recordaba que no fue hasta luego del partido contra Vidar que realmente las cosas cambiaron, antes de eso cuando dormían juntos, porque si dormían juntos, las cosas tendían a ser bastante... incomodas entre los dos principalmente porque la maestra siempre iniciaba reprochandole su conducta y sus actos lascivos que dicho sea de paso se habían vuelto mas abiertos y desvergonzados desde que las chicas empezaron a profundizar en su relación, por lo cual la maestra en mas de una ocasión había atrapado al castaño y una de sus chicas en lugares inadecuados, en posiciones comprometedoras y realizando actos demasiado inadecuados, especialmente en casos como los de Rias, Akeno y Kuroka en los cuales de cada 5 veces que se los topaba por accidente, tres estaban follando como animales, las otras dos las chicas solo le estaban dando servicio con sus bocas, aunque en todos los casos no paraban hasta correrse aunque ella estuviera viéndolos, casi podría jurar que hasta disfrutaban tener espectadores y eso conllevaba a que la peliplata prácticamente reprendiera al castaño en las noches hasta que era hora de dormir.

De hecho, antes de el cambió, la valkiria llego a extremos donde el día que sería su turno para estar con el prácticamente lo amenazaba de muerte para que no intimara con las demás chicas y en la noche ella se encargaba de satisfacer su necesidad, a palabras suyas en ese entonces, solo lo hacía porque era su deber como maestra proteger a sus estudiantes de actos indecentes, por eso solía masturbarlo en la noche e incluso dejarlo usar sus pechos, pero cuando la pelea con Vidar acabo y todos sus sentimientos quedaron claros, a partir de ese momento las razones de Rossewisse quedaron finalmente reveladas, estaba celosa, hervía de celos al ver como las demás tenían una relación tan cercana con el, ella también quería hacer cosas sucias con el pero su propia inseguridad la retenía, pero ahora ya no tenía que fingir que lo tocaba por su obligación como maestra ni porque estaba protegiendo a las demás de el, esa sinceridad le abrió las puertas a una nueva felicidad, aunque igual recordar que cuando empezó su verdadera relación Rossewisse solía detenerse a mitad de algún acto pues no sabía que hacer luego y recurría a revistas con consejos le sacaba una avergonzada sonrisa, a veces esa mujer podía ser demasiado inocente.

Luego estaba Xenovia, que al igual que con la valkiria, las cosas fueron algo raras, bueno, viniendo de ella, lo raro estaba a la orden del día, incluso ahora, para Issei llegaba a ser realmente confuso y complejo entender el proceso de pensamiento de su novia peliazul.

Como fuera, el hecho es que en una noche cuando al parecer Xenovia no vendría a dormir con el como otras noches, al final se quedo dormido cansado de tanto esperar, entonces en algún momento de la noche se despertó cuando un peso cayo justo sobre su abdomen quitándole el aire, recordaba creer que era algún ataque enemigo o algo por el estilo, al menos hasta ver que la causante no era otra mas que la desnuda Xenovia quien había dejado caer todo su peso sobre el, algo muy propio de ella si lo pensaba bien, lo importante era que esa chica se apareció desnuda ante el y en este momento estaba restregando su coño contra su abdomen mientras lo veía sonrojada y cuando noto que despertaba se lanzo contra sus labios sorprendiéndolo y de paso permitiéndole sentir sus enormes oppai contra su desnudo torso, no entendía que pasaba en ese momento pero si lo que ella quería era un beso, el no se lo negaría, de hecho casi se podría decir que el no pasaba un día sin besar a alguna de sus mujeres, a día de hoy era como el aliento que necesitaba para vivir si lo pensaba bien.

Lo importante fue lo que vino después de que terminara el beso, aun no superaba lo que le dijo ni lo que hizo esa noche un mes después de que su celo acabara, resulta que la peliazul no había llegado previamente a la habitación porque se estaba preparando, no lo dejo preguntar nada pues puso sus dedos contra sus labios, en ese momento solo quería que la escuchara y claro esta lo que le dijo no se lo llego a esperar nunca, pues en resumidas palabras, ella tenía la intención de entregarse a el esa noche, las noches previas la chica solía como muchas otras, jugar con el, por medio de caricias, besos, masturbación, fajes y sexo oral calmaba sus ansias por el chico, pero ya no era suficiente, no para ella, pero al mismo tiempo tenía una promesa hecha a si misma y a sus dos amigas mas cercanas que no quería romper, ella, junto a Asia e Irina habían prometido que perderían su virginidad juntas, como amigas que se hacían mujeres y por ende hermanas al compartir ese momento tan especial, a ojos de esas tres sería como convertirse en hermanas o al menos así se lo dijo Xenovia aquel día, el único problema era que Xenovia no se sentía capaz de pasar mas tiempo sin sentir a Issie dentro de ella reclamándola como su mujer y al mismo tiempo no quería faltar a su promesa, fue así que buscando una solución a su dilema llego a la respuesta que le planteo aquella noche y por la cual se había tardado tanto en ir con el.

A día de hoy Issei no podía creer que Xenovia siendo quien era y con la educación que había tenido sería quien en busca de una solución a su dilema, acabaría practicando la sodomía, porque si, su solución era esa, entregarle su culo para que el lo usara y de esa manera conservar su virginidad hasta el momento en que sus amigas estuvieran listas también, de esa manera podría conseguir lo que tanto deseaba, estar conectada a Issei de manera mas profunda y no romper su promesa en el proceso, esa era la razón por la que tardo tanto en ir con el, se estaba preparando para eso y limpiando a consciencia para que el momento fuera perfecto, de mas esta decir que el no se resistió y luego de una larga sesión de besos, caricias y toques, finalmente tomo a la peliazul por su puerta trasera, primero lento y aumentando la intensidad gradualmente hasta correrse en lo profundo de sus entrañas.

De todo lo vivido con las chicas, ese fue de los momentos mas locos y mas reveladores también, después de todo, acabo descubriendo que Xenovia, esa hermosa y un tanto masculina mujer resultaba ser muy sensible en su trasero, al punto de que enloquecía fácilmente si su culo era estimulado, eso y el hecho de que su culo apretaba de una manera exquisita, fácilmente acabo haciéndose adicto a ello sin siquiera darse cuenta, en cierta forma eso era muy Xenovia, impredecible, justo como lo era la chica en si misma.

Si, mucho había cambiado en ese año y en este momento estaba justo ante la puerta de uno de los dos mas grandes cambios en la misma, uno de los dos cambios que mas alegría le había traído y también mas problemas le había causado.

Entro sin hacer mucho ruido y camino con mucha cautela hasta llegar a la cama, quería echarle una mirada antes de ir a su propia habitación, aun le costaba creer que fuera real, pero el sentimiento en su corazón le decía que lo era y no podía estar mas feliz, termino pasando sus dedos por su mejilla y recibió como respuesta unos leves movimientos como si le dijera que sabía que estaba ahí.

- Duerme mi pequeño, pues papa vigila tus sueños y te protege de todo mal - si, frente a el en aquella cuna se encontraba su bebe, el primero de sus hijos, nacido hace poco mas de dos meses atrás llenando su corazón con un sentimiento que aun no lograba describir pero que inundaba su corazón con un nuevo sentimiento de amor, el amor de un padre hacía sus hijos.

El pequeño pareció reconocer su voz y aceptar sus palabras pues sentía como su sueño se hacía mas profundo señal de la confianza de su cachorro en el, había llenado su vida de tanta felicidad y a la vez de tantos problemas, no solo por su nueva paternidad, si no que como se lo esperaba, despertó los celos de las demás mujeres en su vida, especialmente de Rias, pues la madre del pequeño aprovechaba cada ocasión para restregarle en la cara el hecho de que ella le había dado a su primer hijo, causando que sus peleas aumentaran de nivel.

- Eres idéntico a tu madre, solo espero que al crecer no seas tan problemática como ella - le dijo sonriendo y con un poco de burla hacia la madre del niño, aunque de verdad esperaba que no le causara tantos dolores de cabeza como su madre, - duerme bien mi pequeño, te veré en la mañana - tras despedirse se retiro del cuarto y ya en la puerta le dio un ultimo vistazo, - buenas noches... Kurenai - se despidió y luego cerro la puerta dejando que el niño durmiera sin ninguna interrupción.

Su madre era Akeno y su nombre, Kurenai fue el nombre elegido por su madre para el cuando nació, aunque era gracioso, decidieron dejar como una sorpresa el sexo del bebe y aun así desde el comienzo ya sabían como lo llamarían si es que era niña, su nombre sería el mismo que el de su abuela, Shuri, fue una gran sorpresa que al final fuese un varón, pero no por eso lo amaron menos.

Fue una sorpresa cuando lo descubrieron, una sorpresa que desato la euforia, los celos y las peleas al interior de la familia, lo recordaba como si fuera ayer, el día que recibió la noticia, cuando su mundo cambio por uno mas feliz y a la vez mas caótico y eso que aun faltaba mucho para que el niño llegar a al mundo.


Habiendo pasado ya todo un mes desde que el celo acabo y con la relación entre el y sus chicas avanzando día con día, algunas con mayor lentitud y otras bastante mas rápido, pero avanzando a fin de cuentas, todo empezó una mañana cuando Akeno apareció ante el particularmente feliz aunque sin saber exactamente porque, pero a sus ojos se veía tan radiante y hermosa que no pudo evitar sonreír en respuesta.

- Akeno, te vez tan hermosa hoy - lo dijo casi sin pensar, fue instintivo, tanto como el hecho que ni bien lo dijo se acerco a ella y la abrazo protectora y cálidamente, abrazo que le fue correspondido por la alegre pelinegra.

- Fu fu fu, Ise eres un adulador - se rio de el no a modo de burla si no porque aun ahora no era capaz de soportar sus halagos sin sentirse despojada de todas sus armas de seducción contra el, - ¿de verdad crees que me veo hermosa? - al separarse lo miro sonrojada y actuando de esa manera que solo ante el se permitía actuar, como toda una doncella enamorada.

Verla así le aceleraba el corazón, ese era el lado que solo el podía ver y le encantaba cuando se lo mostraba, sacaba de el el instinto protector y su deseo evitar a toda costa que perdiera esa sonrisa, por eso ante su pregunta, el sonrojo y esos ojos llenos de anhelo no dijo nada, solo se acerco de nuevo a ella y con un asentimiento dio respuesta a su cuestión antes de besarla con todo el amor que el le tenía a ella.

- Entonces, Ise, hoy quiero que me mimes mucho - cuando se separaron del beso ella realizo su pedido, quería tener un día de pareja, donde el la consintiera mucho, no era algo nuevo, desde que regresaron del inframundo, en ocasiones Akeno solía pedir que la consintiera, era como una droga para ella y que el gustoso le concedía.

Así pasarían buena parte del día entre besos, charlas, caricias, todo lo que ella quería el se lo concedía, tal vez por eso Rias lo regañaba tanto, porque el malcriaba demasiado a la morena, haciéndola mas incontrolable, pero el las trataba igual a todas y Rias lo sabía, aun así eso no evitaba sus celos.

Como fuera, esa especie de cita que habían decidido tener en casa estaba marchando bien, al menos hasta que de un momento a otro la chica empezó a sentirse mareada, débil y que lo que estaba comiendo hasta hace solo unos segundos estaba a muy poco de hacerla vomitar y todo aquello fue visto por el castaño quien ante los gestos de incomodidad de la chica no pudo evitar preocuparse.

- Etto, Akeno ¿te encuentras bien? - ni bien pregunto eso la vio desvanecerse un segundo a lo cual rápidamente la atrapo para revisar que nada malo le estuviese pasando, solo entonces noto lo débil que se encontraba en ese momento aumentando su preocupación.

- Hai, estoy bien Anata, no te preocupes -trato de calmarlo con su respuesta, pero la forma tan cansada en la que salio su voz solo lo preocupo mas y ella lo noto, le pareció tierno que se preocupara tanto por ella, pero no quería angustiarlo mas, por eso decidió hablar de nuevo para tratar de mitigar sus miedos, - tranquilo Ise, de verdad estoy bien, seguramente fue algo que comí y no me sentó bi... - no pudo continuar cuando unas enormes nauseas la golpearon y presurosa se fue corriendo al baño mas cercano para soltar lo que tuviese en el estomago.

El chico corrió tras ella asustado, nunca la había visto así y le preocupaba lo que pudiera estarle pasando, mas cuando la escucho a través de la puerta, sus quejidos, parecía estar sufriendo y se sintió impotente al no saber como ayudarla, por lo cual solo le hizo saber que estaba ahí para lo que pudiese necesitar.

Cuando la chica salio, se veía aun en mal estado, aunque era normal luego de lo que le paso, aun así le preocupaba su estado de salud, - Akeno si no estas bien, deberíamos decirle a Rias, así podremos atenderte adecuadamente - estaba preocupado, por eso si era necesario un doctor no pensaba esperar, claro que no contó con lo testaruda que podría llegar a ser su novia a veces.

- No es necesario Ise, veras que con algo de reposo mañana estaré bien - no lo convenció y ella lo sabía, pero igual sabía que el no insistiría, si ella no quería hablar el no la obligaría, por eso con un ultimo beso se despidió tambalenadose aun debido al mareo para dirigirse a su habitación a descansar todo bajo la atenta mirada del castaño que no despego sus ojos de ella hasta que salió de su campo de visión.

El único problema es que en los días posteriores la chica no mejoraba, por el contrario parecía empeorar, sus mareos eran mas constantes y emocionalmente era un desastre, por eso el chico harto de todo eso y principalmente de la cabezonería de su novia, decidió actuar por su cuenta y avisarle a Rias quien nada mas se entero se preparo junto a Issei para reprender a la pelinegra a la cual cuando la fueron a ver la encontraron en el piso de su habitación desmayada prendiendo las alarmas de ambos.

Por eso ni bien se encargaron de acomodar a la chica en la cama rápidamente Rias llamo a casa para que enviasen al doctor de la familia para que revisara a la joven y determinara que estaba pasando con ella en ese momento, agradecieron que el medico no tardo en llegar y pronto paso a revisar a la chica aunque en su rostro parecía ya tener una idea de lo que ocurría según lo que le dijo el castaño sobre los síntomas que presentaba.

Conforme pasaba el tiempo del examen de la semi ángel, las demás chicas fueron llegando a casa y al enterarse pronto la preocupación se apodero de ellas también, por lo cual cuando el doctor salio todos estaban ansiosos de saber que era lo que ocurría con su compañera, amiga y en el caso del castaño, novia.

- La joven Akeno-sama se encuentro bien Rias Ojou-sama, pero debe de evitar sobre exigirse, en este momento el descanso es primordial dado su estado - ante lo ultimo dicho por el doctor todos se miraron confundidos sobre lo que podría significar lo dicho por el anciano medico al cual miraron en busca de respuestas solo para encontrarse con una sonrisa cálida antes de contestar a la pregunta no formulada, - no se preocupen pues no es nada malo, pero creo que debe ser ella quien se los diga, solo traten de no perturbar mucho su descanso y en cuanto a usted Issei-dono... por favor cuidela mucho, ahora mas que nunca lo va a necesitar - en cuanto termino de decir eso se despidió de los confundidos y sorprendidos jóvenes antes de marcharse de la residencia para luego los chicos dirigirse con Akeno a quien encontraron en cama despierta, sentada y extrañamente muy feliz.

El primero en acercarse a ella fue el castaño quien aun se veía preocupado solo para ser recibido con un beso de parte de la pelinegra desconcertandolo mientras las demás no sabían como reaccionar ante el suceso.

- Akeno, me alegro que estés bien pero... ¿no por eso voy a permitir que te aproveches para hacer lo que quieras con mi Ise! - Rias exploto ante eso, a veces su reina era demasiado conflictiva y gozaba de causarle dolores de cabeza y este era uno de esos, así que mejor se calmaba, - ¿y bien?, ¿Akeno que fue lo que te dijo el doctor? - una vez calmada pregunto, necesitaba saber que pasaba, para saber como podía ayudar.

Sin embargo cuando la semi ángel se separo y las vio a todas, sus ojos tenían un brillo especial, difícil de explicar y su sonrisa era una que jamas le habían visto a la pelinegra, algo les decía que lo que fuera a decirles les caería como un balde de agua fría, que no les iba a gustar, mas cuando tomo las manos de Issei y las llevo a su vientre, eso no podía significar nada bueno para sus nervios.

- Ara Rias, en realidad es la noticia mas maravillosa que puedes recibir, algo que me ratifica como Akeno Hyoudo, la mujer de mi Ise - la pelirroja y no solo ella, también las demás, estaban haciendo un gran esfuerzo para ignorar el como se refirió a si misma, pero el tic en el ojo de la pelirroja demostraba que su paciencia estaba acabándose, - Ise, me has hecho una mujer completa y ahora me permitirás experimentar la mayor alegría que puede tener una mujer - la pelinegra ignoro las miradas molestas de las demás para centrarse en su amado mientras ahora acompañaba la mano del chico en su vientre con una de las suyas y le sonreía sonrojada pero muy, muy feliz.

Issei no lo entendió de inmediato, aun estaba tratando de saber que pasaba y porque Akeno no dejaba que apartara sus manos de su vientre, estaba preocupado, ¿acaso era alguna afección sobre esa parte de su cuerpo?, aunque por la forma en que acababa de hablar, no podía ser algo tan malo o eso era lo que quería pensar el castaño.

- Aibo eres un perfecto imbécil - luego estaba que su dragón lo insultara, aunque eso no era algo nuevo, en su relación cuando el castaño lo sacaba de quicio, Ddraig no tenía ningún problema en insultarlo para que espabilara y esta no era una ocasión diferente, luego suspiró dentro de el y hablo, - Por que no mejor centras tu atención en la zona que la caída tiene tu mano, créeme vas a sentir algo en ese lugar - luego de escucharlo decidió hacerle caso y centrar su atención en ese lugar buscando sentir algo, lo que fuera y entonces lo sintió.

Era débil, muy pequeño, pero a la vez era muy familiar, de hecho sentía como su energía resonaba con la de el, eso lo confundió, pero por alguna razón, sentía una cálida sensación emanando de su pecho, un sentimiento indescriptible que no podía identificar pero que crecía rápidamente dentro de el.

- Felicidades Aibo - el dragón rojo lo felicito, aunque no entendía porque, sin embargo no necesito preguntarle pues escucho a Akeno reírse amorosamente llamando su atención.

- Fu fu fu, al parecer ya te diste cuenta anata - no entendía a que se refería hasta que se percato de que inconscientemente había empezado a sonreír de la emoción y ella decidió terminar de confirmarlo, quería que lo escuchara de sus labios, - Ise, mi amor, vamos a ser padres... estoy embarazada, tengo cuatro semanas - nada mas escucho eso y en automático, sin pensarlo mucho se abalanzo sobre la pelinegra para besarla con emoción por la noticia.

Estaba aterrado, obviamente, pues no se esperaba algo como eso, en su estado de celo ciertamente hubo un momento donde quiso embarazarlas a todas, pero no creyó que fuera a pasar de verdad y ahora resultaba que si que hubo resultados, no estaba preparado, pero que el infierno se congele si no iba a darlo todo por ese niño y la futura madre para que nunca les faltase nada en lo mas mínimo.


Recordaba como transcurrieron las cosas después de eso, en primer lugar y con las demás chicas, explotaron contra el y esperando que tomara la responsabilidad, de hecho la manera como le decían las cosas parecía mas como si las embarazadas fueran ellas y no Akeno, pero le causo gracia el como manejaban los celos con la felicidad por su amiga y hermana.

Claro esta, hubo casos como el de Rias donde llorosa fue con el y le reclamo que ella debería haber sido la primera, que el era un infiel y un baka, mientras golpeaba entre pucheros su pecho y le preguntaba porque con Akeno si y no con ella, preguntas para las que no tenía respuestas, mas allá de un beso, un abrazo y una promesa de que también tendrían un hijo juntos, cosa que pareció calmarla y por la mirada que le dedicaban las demás, era obvio que ellas también querían esa misma promesa, cosa que el les dio con un asentimiento de su cabeza.

Cuando todas se calmaron y los celos pasaron procedieron a hacer lo que era correcto hacer, felicitar a la futura madre y empezar a hacerle miles de preguntas sobre el futuro bebe relegando un poco a Issei quien veía enternecido y con una sonrisa como todas hablaban soñadoras sobre esa criaturita que en menos de un año llegaría a sus vidas, considero dejarlas habar hasta que Akeno extendió su mano hacia el llamándolo, llamado al que respondió.

Recordaba como ella le pidió que la abrazara por la espalda y luego se recostó en su pecho como para sentir sus latidos, en otras circunstancias estaba seguro que las demás no tolerarían tales confianzas, pero dada la situación particular lo dejaron pasar, al menos por ahora pues querían saber mas sobre el futuro bebe y los planes que tenían para el o ella, curioso, no hacía ni diez minutos antes ese día no sabían sobre su existencia y ahora hablaban de el como si llevaran planeandolo mucho tiempo.

Suspiro en ese momento, mentiría si dijera que las cosas se calmaron luego de eso, la llegada de nuevos miembros al equipo como Elmenhilde o la hermosa y tetona Onee-san que resultaba ser Roygun fue un alivio, con ellas en el equipo el podía sentirse mas libre, sabía que podía contar con ellas para lo que requiriera y de paso conseguiría mas tiempo para cuidar de Akeno, de hecho fue Bova quien exagero con las cosas y se auto proclamo como el guardián de la futura madre y el escudo del cachorro de su señor, era muy estricto y a la vez muy considerado procurando las mayores comodidades para Akeno cuando Issei no estaba para atenderla.

La llegada de Ingvild cuando Akeno ya cumplía dos meses de embarazo fue una verdadera fortuna, su melodiosa voz parecía calmar al bebe en desarrollo al tiempo que relajaba a la madre quien ahora empezaba a mostrar mas una actitud de dragona para con su futura cría y eso hacía que fuera un tanto mas agresiva de vez en cuando aunque siempre de manera inconsciente, así que las tonadas de la pelilila eran un verdadero calmante para ambos.

Le gustaría decir que Akeno no hacía nada peligroso dada su condición, pero eso, como muchas otras cosas como que la mayoría de su harem actualmente seguía siendo virgen era una mentira, ella aun seguía siendo la reina de Rias y aunque la pelirroja le dijo que podía descansar, ambas siempre acababan discutiendo sobre cual de las dos era mas cabezota para al final terminar en punto muerto, el hecho era que Akeno seguía fungiendo como la reina de Ras y eso le preocupaba, especialmente cuando llego el primer duelo del torneo oficialmente para ambos donde deberían enfrentarse, el no quiso que ella participara, no quería que se arriesgara.

De hecho recordaba que fue su única pelea hasta ahora y al final ninguno dio su brazo a torcer por lo que la pelinegra participo aun contra las objeciones del castaño, de mas esta decir que el hizo especial énfasis en que en esa pelea no se sobrepasaran con la pelinegra a lo cual todos asintieron pues entendían a que se refería, claro resulto que esa mujer ya tenía todo fríamente calculado y no fue ella quien peleo si no dos Oni con los que hizo contrato gracias a que había regresado al seno de la familia Himejima y con ello pudo pelear sin arriesgarse realmente ni a su bebe.

De hecho si lo pensaba esa batalla también trajo consigo otros problemas, de hecho fue lo que inició el segundo cambio en su vida que terminaría por hacerlo el hombre tan feliz que era actualmente y todo comenzó en esa batalla cuando fue vencida en batalla debido a su estado mental y emocional tan alterado la reina de su equipo, Bina Leshtan o mejor conocida como Grayfia Lucifuge.

De por si las cosas entre ambos ya estaban raras por no decir que incomodas, en todo el mes luego de su experiencia carnal juntos, Grayfia a duras penas si hablaba con el y solo cuando se trataba de las juntas del equipo donde aportaba su conocimiento e ideas como la reina del mismo, en cuanto terminaban la reunión, en algunas ocasiones trato de hablar con ella solo para ver como huía un tanto apurada por no mencionar que sonrojada.

Luego cuando llego el partido contra Rias y los suyos, ocurrió algo entre ambos cuando compartieron el baño juntos, no fue nada sexual, aunque ciertamente tuvo que hacer milagros para contenerse con ella en ese momento, como fuera, al final Grayfia salio de ahí corriendo y ya no volvieron a hablar en lo mas mínimo, el único problema es que lo ocurrido en el baño, junto a las palabras de su parte en ese momento debilitaron la ya frágil psique de la maid quien lo demostró en el partido cuando sus propias inseguridades le costaron salir rápidamente del encuentro al perder su batalla contra su cuñada.

Cuando todo el partido acabo se alegro de saber que Grayfia podría hablar con Sirzches pues sabía que eso le ayudaría a calmar todas sus angustias, sin embargo esperaba que la peliplata se contuviera de mencionar lo que paso entre ellos, no quería morir tan joven por la ira del maou, como fuera ahora que Grayfia tenía la oportunidad de resolver sus asuntos tanto de la mente como del corazón, el se hizo a un lado para ella, desde un principio ella siempre estuvo primero para el y aunque le dolía perderla no quería ser quien la hiciese sufrir.

Recordaba que después de eso no hablo con Grayfia por un mes mas, mes en el que empezaron a asentarse los últimos cambios de su vida en ese año, en primera ahora que el equipo de Rias había salido oficialmente del torneo, Issei decidió tomar las riendas de la situación y por ello castigo a Akeno obligándola a quedarse en cama y reposar, suficientes esfuerzos había hecho ya y no permitiría que le pasara nada a ella o su hijo por la cabezonería de su madre, obviamente la chica protesto, pataleo y hasta por un par de días no volvió a dirigirla a palabra, pero eso no le importo, el la quería y le angustiaba que algo le pasara por eso aunque ella se enojara con el, no permitiría que se expusiera en lo mas mínimo.

Pasada la primera semana en la que Akeno trato de minar su confianza al no hablarle en lo mas mínimo, finalmente entendió la realidad de ese comportamiento cuando al octavo día entro listo para ser ignorado por su novia una vez mas la encontró llorando desconsolada abrazándose a si misma, recordó como se le rompía el corazón ante la escena y cuando llego a ella para ver que le ocurría esta lo abrazo y mientras besaba su rostro le pedía perdón por ser tan terca y caprichosa, como le rogaba que no la dejara, eso no supo jamas de donde lo saco, pero igual la abrazo en un abrazo amoroso y cálido para calmarla.

Al ser padres primerizos ninguno de los dos se espero que de hecho dado su embarazo sus hormonas estuvieran revueltas y eso le hiciera mas susceptible a cambios de humor impredecibles y espontáneos, se prometieron amarse y apoyarse y el resto de ese día para celos de las demás, el paso todo el día con ella para calmarla cuando sus ataques de ansiedad le llegaban.

Como tal, con Akeno entrando en su tercer mes de embarazo, los cambios físicos eran mas notorios, empezando por su vientre antes plano que empezaba a abultarse o sus pechos que crecían mas y mas cada día en preparación para lo que sería su labor de alimentar a su hijo, aunque claro eso llevo a que en muchas ocasiones debiera cambiarse la blusa al mancharla con leche materna que se desbordaba de sus pechos, algo que esta de mas decir que Issei aprovechaba mucho para 'ayudarla' con el exceso.

Pero ciertamente los cambios de humor de Akeno era lo mas problemático pues era difícil saber como actuar con la chica si un momento estaba feliz y al siguiente era un mar de lagrimas y luego pasaba a estar enojada, eso sin mencionar sus antojos a cualquier hora del día metiendo a los demás residentes en diversos tipos de problemas para complacer esos antojos pues era entonces cuando se volvía mas peligrosa al hacer unos relampagueantes berrinches.

Entonces fue cuando apareció su salvación, una de sus mujeres, la que mas lejos vivía y a la cual no veía mas que en visitas casuales a Kyoto, uno de esos días cerca de culminar el tercer mes de embarazo, ante su puerta apareció Yasaka junto a Kunou con un montón de maletas y la rubia mayor sonriente le dijo que venía para finalmente quedarse ahí y formar su familia, Kunou salto hacia el en un abrazo que el respondió pese a la sorpresa, pero luego de unos segundos de procesarlo sonrió y le dio paso a la kitsune para entrar a su nuevo hogar.

Al parecer encontró una manera de hacer de la residencia Hyoudo su nuevo hogar y al mismo tiempo no descuidar sus deberes como líder de los youkai, como es que lo hizo aun no lo sabía, pero el hecho fue que cuando ella llego fue la salvación del castaño, aun ahora así lo consideraba pues luego de que ella le contara sus cosas para volver con el, fue su turno de contarle las suyas.

Decir que Yasaka estaba sorprendida era quedarse corto, de hecho aun hoy estaba mas que convencido que la rubia al enterarse de que Akeno estaba embarazada uso todas sus fuerzas para reprimir los celos, no creía que funcionara del todo por la sonrisa que sintió estaba forzando luego de eso, ademas juraba que vio un tic en su ojo derecho en aquella ocasión, pero como fuera, termino pidiéndole ayuda para manejar mejor la situación, cosa que la sorprendió, pero que igual acepto, era una de sus hermanas ahora la que requería su ayuda y quien mejor que Yasaka, una mujer que ya conocía la experiencia del embarazo para guiar a esta madre primeriza, ademas no es que tuviese otras fuentes tan a la mano con ese tipo de experiencias, la as madura de su grupo era Rossewisse y antes de Issei su experiencia con hombres llegaba hasta ser la escolta y vigía de Odin, las demás no se alejaban mucho unas de otras del mismo rango de edad del castaño y en cuanto a Roygun, bueno, ella era mas una Onee-san que una Okaa-san, disfrutaba mas de encamar 'niños' mas que de tenerlos, así que dudaba fuera una buena fuente de conocimiento respecto a las etapas del embarazo, también fue el pensamiento del castaño por eso el que aceptara pagar cualquier precio que le indicara la rubia a cambio de su ayuda.

El precio que ella exigió, gustoso lo pagaría, aunque ciertamente había que ver como incluso con las mas maduras de su harem parecía que la competencia por no quedarse atrás estaba a la orden del día y Yasaka llego para demostrar que con ella las cosas no serían diferentes cuando el precio que exigió a cambio de su ayuda fue que la embarazara a ella también, se quedo de piedra al escuchar eso, pero al ver su rostro serio entendió que no era juego por lo cual aceptó, no es que le molestara pero estaba seguro que si las demás se enteraban entonces lo iban a matar.

En fin con el trato hecho entre ambas partes la ayuda de Yasaka se termino convirtiendo en un bálsamo para todos, de hecho aprovechaban los conocimientos de Yasaka para aprender todo lo que necesitaban de cara a su propio embarazo, para saber mejor que era lo que debían hacer cuando ellas trajeran al mundo a su propia estirpe con el castaño y en secreto, Issei pagaba a la rubia el precio acordado por sus servicios, que dicho sea de paso la rubia se encargaba de cobrar todos los sías, muchas veces al día y en lugares no precisamente adecuados, aunque durante los siguientes meses no importaba cuanto lo hacían la rubia no quedaba en cinta y no fue hasta mucho después que entendió que estaba haciendo trampa con métodos anticonceptivos para evitar quedar embarazada demasiado pronto, aunque.. esa era otra historia, una que tardaría varias semanas en descubrir.

Lo importante es que con Yasaka ahí, las cosas fueron a mejor, sus consejos y ejercicios para Akeno y para su embarazo fueron mas que bien recibidos, de hecho ella logro estabilizar la situación en su hogar con suma facilidad, aun ahora mientras caminaba hacia su cuarto no podía dejar de alabar a la rubia quien tanto lo ayudo en esos meses, "supongo que es el conocimiento que solo consigues de la experiencia en si misma", su pensamiento era simple, pero acertado, la forma en la que Yasaka lo ayudo a el y mas importante a ella, era como si la propia kitsune hubiese pasado por un buen numero de embarazos.

Claro ese no fue la única sorpresa que ocurrió, claro esta que lo hacía feliz tener a Yasaka ahí con el y que decir de Kunou con quien solía jugar cuando tenía un rato libre haciendo sonreír a todas, especialmente a Yasaka y la futura madre Akeno, arraigando en su mentes cada vez con mayor fuerza que el castaño sería un gran padre, pero no fue hasta inicios del cuarto mes cuando finalmente sintio su vida volver a un estado mas equilibrado con los que lo rodeaban y todo empezó con uno de los antojos de Akeno que obligo al castaño a salir de casa para complacer su ultimo capricho.


Se preguntaba a donde podría ir para encontrar lo que quería su novia ese día, al parecer quería frutas exóticas bañadas en jarabe de maple sobre una cama de curry, nunca entendería en base a que surgían ese tipo de antojos, pero por su seguridad y la de todos ahí, era mejor conseguir lo que quería pronto, la ultima vez que no consiguió su antojo del día, libreo descargas y descargas de relámpagos santos por todo el lugar, no pudo sentarse en una semana sin necesitar un cojín especial para no resentir el daño sobre su trasero causado por las descargas.

El único problema era que no sabía exactamente que entendía en ese momento Akeno por frutas exóticas y eso creaba un amplio margen de búsqueda, no sería precisamente fácil calmar su antojo de ese día, pero entre mas rápido iniciara esperaba acabar igual de rápido, por eso ya se encontraba en la puerta de entrada listo para salir a cumplir con su misión.

Sin embargo en cuanto abrió la puerta se encontró con una hermosa mujer cuya mano estaba levantada al parecer con la intención de llamar a la puerta que se había congelado en cuanto lo vio y un sonrojo se esparció por su rostro, una mujer a la que no había visto en un buen rato y con quien su relación se había tornado por demás tensa.

- Gray... fia - no lo podía creer, era la mismísima Grayfia Lucifuge parada en la puerta ante el, completamente congelada por la impresión y no era la única, pues el tampoco sabía como reaccionar, las cosas entre ambos estaban muy tensas como para solo fingir una sonrisa despreocupada.

- O-Ohaiyo, Ise - ella tampoco sabía como actuar al parecer, pues su sonrisa era mas una mueca incomoda mientras la mano que tenía alzada ahora se movía de lado a lado para saludarlo, al parecer quería dar una impresión de jovialidad, pero lo que resulto estaba lejos de ser eso y no parecía que fuera a cambiar pronto.

Maldita fuera esa incomodidad que había nacido entre ambos, en cierta manera para ambos era mejor regresar el tiempo a esa época donde eran amigos, no con beneficios, solo... amigos, estaban seguros que eso eliminaría toda la tensión que existiera entre ambos en ese momento, pero solo tenían el aquí y ahora y en ese momento, ambos sentían el deseo de que la tierra se los tragase si así podían acabar con esa tensión que había entre ambos.

- Ohaiyo Grayfia-san - trato de ser formal con ella al no saber como interactuar ahora con la mujer ante el, por eso no noto debido a lo tenso de la situación el como la mujer ante la forma tan formal en la que se dirigió a ella frunció ligeramente el ceño, lo ultimo que quería era que su relación se tensara mas fingiendo que no había confianza entre ambos, - etto, ¿acaso hoy es el día libre de Grayfia-san? - una vez mas la llamo con demasiada formalidad haciendo que el ceño volviera, pero solo un segundo hasta que capto su pregunta y es que era cierto, contrario a su vestimenta habitual, en ese día Grayfia no vestía como una maid, si no como una mujer normal y eso solo ocurría cuando ella tenía sus días libres.

- ¿Eh?... si algo así - en cuanto noto a que se refería le respondió, aunque de manera vaga, quería hablar con el de varías cosas antes de entrar en detalle sobre su actual forma de vestir, - etto, ¿acaso Ise va a salir? - trataba de liberar tensión así que le pregunto lo primero que se le ocurrió que en este caso era saber sobre la aparente intención del chico por salir de casa.

- Si, tengo que ir a buscar algunas cosas... ya sabes, el embarazo de Akeno y sus antojos - trataba de quitarle el hierro al asunto y de hecho por primera vez le mostró una sonrisa real y sincera, al hacerlo causo un asentimiento de comprension en la peliplata, obviamente ella sabía sobre el embarazo de la pelinegra, todos en la mansión Gremory lo sabían, de hecho entre algunos de los mayordomos y sirvientas del lugar habían hecho una apuesta sobre el sexo del bebe y otras cosas, - ¿me quieres acompañar? - era un movimiento arriesgado de parte del castaño, pero bastante tiempo ya le habían huido a esa conversación que tenían pendiente.

La peliplata no dijo nada, solo asintió, para ella eso era justo lo que necesitaba, una oportunidad para poder hablar largo y tendido sobre muchas cosas, incluyendo claro esta, aquellas dos noches donde ella y el se entregaron a la pasión el uno a la otra, por eso cuando el castaño recibió su respuesta asintió también antes de cerrar la puerta y finalmente emprendió camino en búsqueda de aquello que estaba causando el extraño antojo de la pelinegra, esta vez acompañado por la hermosa peliplata.

Sin embargo el inicio de ese viaje fue por demás incomodo, ambos se quedaron callados, solo avanzaban por las calles tratando de encontrar como iniciar una conversación con el otro sin encontrar alguna forma de hacerlo por lo cual siempre acababan viendo al otro sin que se diera cuenta antes de volver su mirada hacia la calle, pero eso no podía durar, no debía durar, necesitaban hablar, no podían seguir así, en este momento debían empezar a recuperar su confianza en el otro y si para eso había que hablar, debían encontrar de que hacerlo, así el tema fuera la mayor de las estupideces.

- ¡¿Q-Que clima tan loco el de hoy no crees?! - Issei se reprendió mentalmente y no fue el único, su dragón también lo hizo, mas bien le grito ante su soberana idiotez, sin embargo cuando escucho la sutil y divertida risa de Grayfia no pudo evitar soltar un suspiro de alivio.

- Fu fu fu, si, ha sido un clima muy loco - la peliplata sonrió hermosamente, agradecida de que el chico fuera quien iniciara la platica pues ella no tenía idea de que decir para hacerlo y ya se sentía nerviosa ante ese incomodo silencio.

Gracias a ese estúpido comentario del castaño, pronto pudieron empezar a hablar normalmente y antes de darse cuenta ambos sonreían mientras se desatrasaban de todo aquello que vivieron durante el tiempo en el que se distanciaron, desde sus trabajos, hasta sus vidas cotidianas, bromearon entre si y en el proceso Issei pudo ver el lago mas juguetón y bromista de la peliplata, uno que no mostraba cuando era una maid, de hecho solo lo vio una vez cuando estuvo borracha y en ese entonces lo atribuyo a la misma embriaguez, por lo que verla comportarse así sin el alcohol como catalizador le parecía increíble.

Cuando llegaron al distrito comercial se la pasaron un buen rato ahí buscando lo que el castaño necesitaba y gracias a Grayfia pudo identificar algunas de las frutas mas exóticas, curiosamente y según Grayfia la mayoría de las mismas venían de las regiones mas tropicales del mundo, también aprovecharon para mirar aparadores, probarse ropa, en un momento Grayfia noto un hermoso collar de plata que le llamo la atención y cosa que Issei noto y acabo comprándoselo ante su vergüenza y negativas de aceptarlo para al final rendida al ver la terquedad del castaño lo acepto aunque sonrojada y del lado del castaño sentía que era un avance, al menos esperaba que esto no enviara el mensaje equivocado o complicara mas las cosas, pero conociendo su suerte, mejor era estar preparado, incluso cuando descansaron terminaron comprando un helado para cada uno mientras continuaban hablando de todo y de nada.

Ninguno de los dos lo dijo abiertamente, pero ambos agradecían que estaban disfrutando de esa salida tratando de evitar incomodidades entre ellos, aun así cualquiera que viera desde los ojos de un tercero parecían realmente hermanos aunque la diferencia de edad no fuera muy grande visualmente, esto se debía al hecho de que Grayfia había optado por usar la forma de Bina Leshtan cuando entraron al distrito comercial, al parecer se sentía mas cómoda en esa forma con el castaño en ese momento, tal vez una forma de escapar de los recuerdos de lo que había pasado entre ambos aunque igual el tampoco pregunto, no le parecía precisamente prudente, aun así eso no quitaba que en ocasiones cuando se les acababa el tema de conversación acabaran riendo incómodos no querían abordar 'ese' tema tan rápido,tampoco ayudaba que al comportarse así llamaban la atención de terceros, sus miradas solo aumentaban su incomodidad, todo porque empezaban a considerar lo que estarían pensando al verlos actuar como si estuvieran avergonzados ante la persona que les gusta, algo que por alguna razón, en esa zona de restaurantes, pastelerías y demás puestos de comida se solía ver mucho según recordaba el castaño.

Al final la incomodidad seguía presente solo que cuando lograban ignorarla para hablar terminaban olvidandola hasta que el silencio volvía a reinar, - etto, ¿creo que ya deberíamos volver no te parece?, deben estar esperándote - ante su recordatorio y propuesta el chico solo aintio agradecido de que podían salir de ahí antes de que las cosas se pusieran mas raras, sin embargo algo si que quedo claro en esa salida de compras para ambos, se sentía bien volver a tener esa relación previa entre ambos donde de una forma u otra podían contar el uno con la otra, era como si todo aquello que había roto su relación previa no hubiera existido nunca.

Ya con todo terminado emprendieron su regreso a casa y de hecho esa distancia entre ambos se sentía como que se había reducido gracias a la salida juntos, en cierto grado parecía que la confianza entre ellos había regresado, se sentían mas a gusto cerca del otro como antes, sin embargo, Grayfia aun necesitaba hacer algo o mas bien decirle algo para finalmente cerrar ese capitulo de la mejor manera posible, por eso cuando llegaron a una calle que estaba vacía finalmente se detuvo dejando al castaño avanzar unos pasos mas hasta que se percato de que la peliplata no estaba a su lado y miro hacia atrás para saber que pasaba.

La vio parada con sus ojos serios, era como la habitual ella, esa que siempre veía cuando se comportaba como una maid y parecía estar tratando de encontrar la manera de hablar con el, aunque no sabía de que y ciertamente que fuera de ese tema en particular le aterraba pues aun sentía que no sabía como abordarlo sin que la brecha entre ambos volviera a ampliarse, sin embargo cuando la vio suspirar supo que ya había encontrado las palabras que buscaba, aunque algo le decía que no le iba a gustar lo que escucharía

- Ise... sabes que he estado hablando con Sirzechs, ¿verdad? - asintió a su pregunta, pero se empezó a sentir nervioso, se sentía como que quería darle rodeos al asunto pero al mismo tiempo quería ser directa con el y era justamente por eso que no le gustaba la dirección que estaba tomando eso y no se estaba equivocando pues el siguiente comentario lo dejo helado, - yo... le conté sobre lo que paso entre nosotros - fue escuchar esa revelación y sintió que la sangre se le helaba, perdió fuerza en las piernas y de repente sintió como si la hoja de la guadaña de la mismísima muerte estuviera contra su cuello a la espera del momento para cosechar su alma.

- Ya-ya veo - esas dos palabras se le hicieron tan difíciles de pronunciar, demostrando lo aterrado que se encontraba en ese momento, - y puedo saber... ¿qué dijo Sirzechs-sama? - una parte de el no quería escucharlo, pero otra parte de el si, necesitaba saber que tan jodido estaba y la única que podía decírselo era la peliplata, aunque igual no dejaba de temblar como gelatina ante lo que pudiera decirle, pero se mantuvo ante ella con toda la seriedad que el miedo le dejaba proyectar debía verse imperturbable para permitirle a la mujer continuar aunque por dentro estaba pensando muy seriamente sobre en cuantas partes Sirzechs lo rebanaría luego.

- Bueno en resumidas cuentas, entendió la situación, no se porque pero ese tonto creo que ya había barajado la posibilidad de algo así, aunque por la sorpresa en su rostro mientras le contaba, estoy muy segura de que no esperaba que fuera tan pronto - no sabía como tomarse todo aquello, pero en cierta forma la entendía, Sirzechs no era precisamente alguien serio, no por nada acabo pasando vergüenzas por su culpa en mas de una ocasión, que no le diera los detalles de la suso dicha conversación no le causaba alivio precisamente, tal vez porque omitía mucho de lo que llegaron a hablar y mejor pasaba directo al punto, - aunque si me dijo que quería hablar con Ise - lo sabía, estaba muerto y ni siquiera había conocido a su hijo, ¿cuan cruel puede ser el destino?, esa era la pregunta que llegaba a la mente del chico en ese momento.

- Aibou no seas payaso - le reclamo el dragón al ver la dirección en la que iban sus pensamientos, antes de decirle que enfrentara esto como hombre después de todo, el había hecho la cama y debía dormir en ella.

- E-Entiendo, ya ha-hablare c-con el la p-proxima vez - los nervios regresaron, pero como dijo Ddraig, el había causado todo esto, no podía ser tan cobarde de huir ante las consecuencias de sus actos, el no era así, sin embargo había algo mas que quería saber antes, - y... entonces eso, ¿donde nos deja a ambos exactamente? - esa respuesta definiría muchas cosas y ambos lo sabían, fue entonces que vio como Grayfia empezó a temblar en ese momento porque al parecer no estaba muy segura de como responder sin sentir que lastimaba a alguien que le importaba, pero al mismo tiempo ambos sabían que la peliplata necesitaba sacarlo de su corazón y quizás si esperaba mas ya no tendría el valor de hacerlo.

Lentamente se acerco a el hasta quedar juntos aunque no cara a cara pues por ahora la peliplata escondía su rostro tras su cabello y mas importante mantenía la mirada gacha evitando verlo, eso lo hizo preocuparse, ella sabía lo que quería, pero de igual manera le costaba exteriorizar ese sentir por lo cual considero que lo mejor sería disculparse por pecar de entrometido con un tema tan delicado y relativamente nuevo para ambos, pero entonces cuando se disponía a hablar para decirle que no debía responder si no se sentía cómoda con eso, sintió la mano de Grayfia tomar la suya y lentamente entrelazar sus dedos con los de el, ese acto hizo que la viera desconcertado.

- Ise, yo... aun amo a Sirzechs, ha sido una larga vida a su lado ¿sabes?, es una historia que no puedo, ni quiero olvidar - no tenía que decírselo, el ya lo sabía, lo vio de primera mano, era algo que le gustaba de ella, - sin embargo en esos momentos cuando tu y yo estuvimos juntos, me sentía tan amada que mi corazón explotaba de felicidad, en ese momento yo era realmente feliz - solo entonces levanto la mirada para verlo y le permitió a el ver sus lagrimas escapar de sus hermosos ojos de rubí, acongojando el corazón del castaño al verla tan frágil emocionalmente en ese momento.

- Grayfia - no sabía como reaccionar, la parte de el que quería a Grayfia como una mujer, su mujer, le decía que la abrazara, que la besara y que le demostrara cuanto la amaba, pero su lado mas racional predominaba y ara el, hacer tal cosa solo confundiría mas a la pobre mujer, sería tanto como aprovecharse de una situación en la que el saldría favorecido a costa de la fragilidad de la mujer y eso lo haría ver como el peor de los canallas.

- Puede sonar egoísta, Ise, pero, ¿podríamos volver a ser lo que eramos antes de esa noche?, no quiero hacerle mas daño a Sirzechs - se sorprendió por sus palabras no lo negaría, una parte de el esperaba que lo intentaran entre ellos, pero podía entenderla en realidad, una historia como la suya no podía ser solo arrojada a lo mas profundo del oscura abismo del olvido solo por una noche de pasión y contrario a lo que muchos creerían de lo ocurrido aquella ocasión, para el castaño quien veía a la mujer frente a el como una hermana, lo que mas quería era verla feliz, así que con una sonrisa le respondió.

- Grayfia, no tienes que preocuparte, yo... lo entiendo, para mi eres una persona especial en mi vida y no quiero hacerte daño - no tenía caso mentirle, le dolía saber que no podía estar con ella, pero fiel a su forma de ser, anteponía el bienestar de sus seres queridos ante todo, incluso su perversión, si de esta manera podían volver a la normalidad sin perder el cariño que se tenían el uno al otro, entonces bien valía la pena, - además tienes a Millicas y debes de velar por el como su madre, ¿entonces... amigos? - era lo mejor para ambos y si el destino de verdad los quería juntos como mas que eso, entonces ya llegaría el tiempo, por eso su pregunta mientras le ofrecía la mano para sellar el trato.

Grayfia sintió felicidad ante eso, sentía que un peso se quitaba de encima de sus hombros y termino riendo al ver al chico ante el portarse como un hombre maduro mientras pese a todo no dejaba de ser un niño, - tienes razón, aun tengo a Millicas y quiero centrarme en el por ahora, no dejarlo solo, en cuanto a lo de ser amigos... preferiría que siguieras llamándome Onee-chan - lo ultimo lo dijo con burla y el se sonrojo pues recordaba haberla llamado así en el peor momento posible, pero entendía a donde quería ir la chica, quería que su relación fuera especial, como dos hermanos que se quieren, mas que como dos amigos que se cuidan.

- Entonces que así sea Grayfia... Onee-chan - fue mas vergonzoso de lo que creía que sería pero igual lo dijo y al hacerlo logro trasmitirle todo el cariño que le tenía haciéndole primero abrir los ojos y luego sonreir al verlo tan dispuesto a arreglar las cosas, entonces Grayfia noto que Issei aun extendía la mano esperando que ella le contestara y decidió darle su respuesta, no con un apretón de manos si no con algo mucho mas especial al menos así lo suponía Grayfia de su entendimiento de las costumbres humanas.

Lentamente subió su propia mano para alcanzar la del chico quien sonrió creyendo que le daría ese apretón de manos antes de sorprenderse cuando lo que acabaron haciendo fue entrelazar sus dedos meñiques, una manera que para muchos resultaba significativa a la hora de hacer una promesa y al parecer para ella también, sin embargo no fue lo único que le dio pues sin percatarse de la intención de la peliplata esta se acerco a su rostro y le dio un pequeño y rápido beso, se sorprendió de tal acto pero no le dio mayor importancia, era mejor que no lo hiciera para no complicar la cosas ni darse falsas esperanzas, lo tomaría como lo que suponía que sería, un simple agradecimiento de parte de la mujer por aceptar su egoísta petición.

- Te lo agradezco mucho, entonces Onee-chan estará a tu cuidado desde ahora Ise-chan - la sonrisa que le dedico, tan sincera y pura hizo que todo valiera la pena, tal vez no era el final que esperaba con la peliplata, pero aun así la tendría en su vida y sabía que contaría con ella siempre, - ahora, creo que ya nos retrasamos lo suficiente y debemos volver a casa, tienes algo que hacer después de todo - esa mujer no dejaba de sorprenderlo, pero eso era parte de su encanto, así que asintió de acuerdo con ella y juntos se prepararon para regresar.

- Tienes razón, Fia Onee-chan - oírlo llamarla así fue algo que le alegro el corazón, no podían deshacer lo que habían hecho, pero de alguna manera sobre esa experiencia ahora podían cimentar la base de una relación mas fuerte donde la confianza entre ambos fuera mucho mayor.

Sin embargo cuando ella se preparaba para retomar el rumbo a la residencia de Issei, este la atrapo del brazo deteniéndola haciendo que la curiosidad la invadiera respecto a que ocurría y cuando lo vio este estaba sonrojado, incluso incomodo, pero no era por ella, era mas bien como si quisiera pedirle algo pero no sabía como hacerlo.

- Ya que estamos... - no sabía como decirlo, de hecho no quería abusar de su confianza pero en serio necesitaba ayuda, - ¿podrías ayudarme con Akeno?, a veces no se como controlarla con sus cambios hormonales y me vendría bien la ayuda - estaba sonrojado o mas bien avergonzado pero enserio necesitaba ayuda, Yasaka podía ayudarlo mientras Akeno no enloqueciera, era una historia diferente cuando sus hormonas se descontrolaban, de verdad esperaba que la peliplata aceptara aunque sentía que quizás estaba abusando de su suerte.

- Fu fu, es cierto, eres un padre primerizo - no dijo mas, había olvidado que cuando Grayfia no estaba en su papel de maid podía llegar a ser bastante burlona y esto se lo recordaba, haciéndolo sentir aun mas avergonzado al ver como sus ojos brillaban con malicia mientras sus labios se curvaban en una pequeña pero divertida sonrisa.

Por suerte pronto la mujer dejo de reírse y paso a verlo con comprensión antes de asentir a su petición lo cual lo alegro, toda la ayuda que pudiese recibir en estos momento era mas que bienvenida y con eso claro finalmente emprendieron de nuevo el camino a casa, tal vez las cosas no se habían aclarado por completo entre ellos, pero haber logrado hablar de eso fue un avance significativo, para ambos.

- Etto, Onee-chan... - por alguna razon que la llamara así le gustaba demasiado, cosa curiosa considerando que el que su verdadero hermano la llamara así no le hacía gracia precisamente, aun así no dejo que sus pensamientos la hicieran divagar pues parecía que ahora el chico estaba preocupado y quería saber porque, - solo quiero advertirte que Akeno puede ponerse muy... pesada cuando se sale de control - tenía razones de peso para decirle eso, su trasero aun resentía los impactos de los relámpagos de la morena y aunque se sorprendió de tal cosa, la peliplata solo sonrió ante la preocupación del castaño por ella.

- No te preocupes Ise, dejaselo todo a Onee-chan - sonreía confiada mientras llegaban finalmente a casa, sentía confianza ahora que la tenía a su lado para ayudarlo, pero igual la preocupación no se le iba a ir así de facil, - ahora veremos si Akeno-sama se siente tan atrevida como para enfrentarme - no estaba seguro de porque, pero en este punto ya no estaba tan seguro de que fuera Grayfia de quien debía preocuparse.

De todas formas ya era tarde para arrepentirse y tampoco es que pudiera empeorar las cosas la ayuda de Grayfia, después de todo si la reina mas fuerte no podía contener a una hormonal y agresiva Akeno, nadie podría realmente, así que esperando lo mejor entro a casa rogando a quien le escuchara que fuera lo que fuera que debiera pasar, su trasero no terminara mas dañado de lo que ya estaba, aunque una vez mas, considerando su suerte, eso no era precisamente un hecho.


La ayuda que pidió al final siempre no fue precisamente como esperaba, cuando regreso a casa ese día en un principio todas lo regañaron pues había tardado en volver y Akeno empezaba a descontrolarse, pero fue Grayfia quien salvo al castaño de lo que pudiese ser un problema mayor al relatar su encuentro previo y cuando dijo que debieron hablar de algunos asuntos ninguna dijo nada mas pues suponían cuales eran esos asuntos y no querían meterse.

Aun así, todas se sorprendieron al ver a Grayfia ahí pues hace ya buen rato que no la veían en la mansión Hyoudo, pero se alegraron de tenerla ahí y dado que confiaban mucho en ella esperaban que de verdad pudiera ayudarlos a todos con el problema que era la hormonal Akeno, aun ahora agradecía que ella accediera a ayudarlos con la morena en esos días, aunque igual eso no evito que se metiera en problemas dada la forma de la peliplata para contener a su novia embarazada.

Cuando la peliplata pidió encargarse de calmar a la morena por alguna razon para el la forma en que lo dijo no le hizo mucha gracia, sentía que pagaría con creces tal cosa, luego al recibir el asentimiento de todos finalmente la peliplata fue con la chica para calmarla, lo que paso entonces aun ahora le causaba temor, pero actualmente no podría estar mas agradecido con la ayuda brindada por la hermosa doncella, pues resulta que cuando ella se encontró a Akeno fue el choque entre dos seres de alto poder y por suerte la peliplata logro someter el ímpetu de Akeno, sintieron un ambiente pesado un rato no lo discutiría pues la presión del aura de Grayfia era aterradora pero al menos logro calmar a la morena, lo mas gracioso de todo era que cuando calmo a Akeno y bajo para hablar de nuevo con ellos les dijo que se quedaría en esa casa durante el embarazo como la maid del lugar con el fin de ayudar con el lio que era actualmente Akeno, sin embargo mientras continuaba su camino a su habitación en ese momento, sonrió con ironía pues recordaba que aquella decisión de quedarse solo durante el embarazo se termino extendiendo mas allá del parto.

Sonrió amargamente al recordar que no todo fue así de simple, empezando porque Akeno ahora le protestaba todo, según ella al parecer el era un infiel, cosa curiosa considerando que ellas formaban parte de un harem, pero en su estado no entendía de razones y con la intervención de Grayfia para calmar sus berrinches, ella se desquitaba con el después cada que encontraba la ocasión electrocutandolo, así que era mejor mantenerse alerta cuando experimentaba sus cambios de humor.

Todos estaban felices de tener a Grayfia ahí, con ella y Yasaka las cosas estaban saliendo mucho mejor de lo esperado aunque igual de vez en cuando las cosas se salían de control, pero eso era cuento y aparte, luego de la llegada de Grayfia cuando ella volvió a sus funciones como maid ahora para la mansión Hyoudo al castaño se le hizo raro verla de nuevo con ese rostro estoico tan característico suyo y por alguna razón hablo con ella para decirle que no necesitaba comportarse así de rígida en la casa, eran familia después de todo y aunque la peliplata siguió igual de estricta, si noto que se relajaba un poco mas mientras realizaba sus funciones de maid.

Claro esta que el que Grayfia se quedara en casa trajo sus propios líos, empezando por tratar de evitar quedarse solos, solo por precaución para que no ocurriera nada raro entre ellos, cosa difícil si en algunas ocasiones las chicas mientras peleaban entre ellas terminaban lanzando a volar al castaño que terminaba aterrizando sobre la peliplata con su cara enterrada entre sus pechos para luego de disfrutar la suavidad terminar disculpándose y retirarse rápidamente de la sonrojada doncella y luego llego un evento el cual recordo fue el mmento en el que decidió no mas alcohol en esa casa, por su salud, pues una noche mientras iba al baño para relajarse en el agua, se topo con una ebria Grayfia ya ocupando el espacio y considerando lo que paso la ultima vez que se presento un escenario así mejor no arriesgarse.

De mas esta decir que su suerte una vez mas le jugaba una mala pasada cuando acabo en el agua con una ebria y divertida maid bromeando a su costa mientras le restregaba el cuerpo y sobre todo sus pechos por el torso o la espalda causando una reacción muy natural en el y que ella noto haciendo que se burlara de el de manera coqueta, por suerte o desgracia según se mire algunas de las chicas llegaron a tiempo para salvarlo deteniendo a la ebria mujer aunque antes de poder agradecer termino castigado de manera cruel pero al menos no paso a mayores, pero en definitiva eso le hizo esconder o incluso tirar las botellas de alcohol de su padre, solo por seguridad personal.

Fuera de ese tipo de eventos aislados resulto que la inclusión de Grayfia en sus vidas fue mas que beneficiosa, ella junto a Yasaka era quienes mejor podían aconsejarlos gracias a toda su experiencia y su aura madura infundía respeto y autoridad por lo cual la convivencia se hacía mas amena, claro salvo cuando el descontrol se apoderaba de la casa, particularmente por algún comentario del castaño que si bien tenía buena intención terminaba en una competencia entre ellas y si en eso terminaban metidas las dos mujeres mayores bueno las cosas no terminaban bien y acababan necesitando reponer algunos muebles del lugar, pero salvo esos contados casos resultaban ser figuras de autoridad bastante respetadas, incluso por chicas tan revoltosas como Kuroka.

Obviamente hubo algo que si que le costo trabajo lograr hacer sin sentir que iba a mojar los pantalones, después de todo tarde o temprano tendría que afrontar el hecho de que aun debía hablar con Sirzechs respecto al tema de lo ocurrido con Grayfia y cuando llego finalmente ese día, no hacía falta decir que ese día el chico estaba particularmente nervioso, prácticamente estaba a nada de sufrir un colapso nervioso y solo empeoro cuando finalmente se comunico con Sirzechs quien nada mas verlo mostró un rostro serio y estoico que solo lo hacía sentir que estaba mirando a su verdugo.

Recordaba esa charla como si hubiera sido ayer, donde en un punto el castaño acabo arrodillado y suplicando perdón y piedad al pelirrojo quien luego de un rato suspiro para después tratar de calmar al castaño y palabras mas, palabras menos le dijo cosas que ciertamente no se esperaba particularmente porque parecía estar en un punto entre la seriedad absoluta y esa actitud de payaso que solía tener en algunos casos, sin embargo hablando de todo un poco acabo con el castaño haciéndole una nueva promesa, esta vez siendo dicha promesa cuidar a Grayfia por el y procurar que su sonrisa jamas volviese a desaparecer, al parecer las charlas entre marido y mujer revelaron mas de lo que creía por lo que le dijo en su momento la peliplata, ademas de que en ausencia del pelirrojo debía de ser Issei quien hiciera el papel de protector de Millicas, básicamente que fuera su hermano mayor, estaba seguro de que el quería decir su figura paterna pero al final prefirió no hacerlo, recordó sus razones, sus motivos para tal petición, aun ahora lo hacía entristecer, pero el le prometió hacerlo y no se retractaría de esa promesa, aunque claro esta hablar con Millicas fue... incomodo en mas de una forma, especialmente por la forma tan directa de hablar del pequeño príncipe de los Gremory.

Como fuera, si lo pensaba bien, pese a todas las batallas, los errores, las perdidas por las que había pasado, al final se podría decir que su vida había resultado mejor de lo planeado, encontró el amor, gano prestigio, formo una familia, tenía un hijo, mirando hacia atrás, tantos sacrificios habían valido la pena pues le habían traído la felicidad de la que gozaba actualmente al lado de su mujeres.

Continuo caminando hasta pararse frente a la puerta de su habitación, donde se encontro con que lo estaba esperando Grayfia quien lo miraba de forma burlona lo que lo hacía sonrojar, el sabía bien porque, después de todo del otro lado de esa puerta sus chicas lo estaban esperando pues hoy como bien había dicho antes, se cumplía un año desde su primer celo y como todo ciclo tiende a repetirse luego de determinado tiempo, este también lo hacía, de hecho esta vez todas sus chicas estarían presentes, pues al igual que en el año pasado, su celo se manifestó desde mucho antes por medio de comportamientos extraños pero conocidos para dos mujeres que identificaron eso como que su celo se aproximaba y esta vez ninguna tenía intención de perdérselo, así que por las próximas dos semanas iba a estar muy ocupado.

- Se amable con ellas Ise, algunas aun no son nuevas en esto y no están acostumbradas - era irónico que fuera precisamente una de las mujeres con quien compartió su primer celo ahora estuviera ahí haciendo las veces de hermana mayor y consejera en cuestiones de sexo, aunque igual lo agradecía, su relación con Grayfia había cambiado mucho en ese año, de amigos a hermanos y ahora confidentes, era para no creer pero aun así se sentía mas que feliz con ese desarrollo, - bueno, sera mejor que me vaya a mi habitación, ambos sabemos que no es buena idea que este cerca en estos momentos - al decir eso llevo su mano derecha hacia su vientre cerca de su entrepierna y cuando Issei vio esto le invadió la vergüenza pues sabía bien a que se refería, aquella noche en el baño de su casa cuando vio de nuevo a la peliplata desnuda noto que en su vientre bajo estaba un extraño patrón en color plata que el conocía bien, era su marca aunque a diferencia de las demás en ella era tenue, casi imperceptible.

Según Ddraig era como una marca incompleta pero igualmente permanente que la marcaba como candidata a ser su mujer o algo por el estilo, la verdad era que estaba tan avergonzado y también un tanto triste ese día por las consecuencias de sus acciones que no presto mucha atención, pero si recordaba esto, cuando el chico estuviese haciendo el amor con sus mujeres era mejor que la peliplata no estuviese cerca pues las feromonas soltadas durante el acto serían como un llamado para ella para completar la marca y en su temporada de celo sería incluso mas fuerte ese deseo, entonces era mejor que mantuvieran distancia durante esas fechas, para ambos fue una sorpresa pero entendieron las implicaciones y considerando que esto era algo que no podía deshacerse era mejor no tirar mas de la cuerda.

Entonces mientras divagaba la peliplata se acerco a el y le dio un beso en la mejilla cargado de afecto que lo desconcertó haciéndolo mirarla confundido mientras ella le sonreía calidamente, - es un amuleto para la buena suerte, aunque creo que no eres tu quien la va a necesitar, ¿verdad Ise? - luego cambió su sonrisa a una mas burlona mientras se alejaba caminando sensualmente no sabía si de manera consciente o no pero la vio irse hasta que se perdió en una esquina.

Su relación cada día se hacía mas fuerte, eran confidentes que no se escondían nada, contaban mucho el uno con el otro y ciertamente vivían agradecidos con el otro por su ayuda no importa cuan pequeña fuera la misma, a veces así parecía que eran casi que mas que amigos y menos que novios, tal vez la palabra era amantes aunque claro, sin el sexo de por medio y aunque el castaño nunca lo diría, en ocasiones no podía evitar imaginarse un futuro donde la peliplata y el de verdad pudieran tener algo mas, "tal vez algún día", fue el pensamiento que le llego mientras veía por donde se fue la mujer antes de sacudir su cabeza para alejar esos pensamientos, tenía algo mas que hacer como para distraerse con fantasías, entonces miro de nuevo a la puerta y lentamente la abrio para entrar a su cuarto

Entro ansioso y ya con su sangre corriendo a mil por no mencionar que su polla estaba dura como diamante suplicando dejarla salir de su encierro y cuando estuvo finalmente dentro de su mas que amplia habitación el espectáculo que le esperaba era glorioso, magnifico, sublime, no había realmente una palabra que fuera suficiente para expresar tanta belleza, pues ahí frente a el, todas sus mujeres lo esperaban algunas desnudas y otras con cosplay erótico para atender a su amado dragón, les hecho una mirada a todas recreando su vista en cada una de ellas, todas un mundo aparte de las demás, así entendió aquel dicho que dice que en la variedad esta el placer y en su caso nunca mejor dicho.

Ah si, cabía mencionar que habían dos mujeres entre ellas que destacaban mas que las demás y era por sus abultados vientres y eran Yasaka y Kuroka quienes de hecho se encontraban embarazadas, cosa que sorprendió a las chicas y solo hizo llorar a Rias pues ella aun no lograba quedar en cinta haciéndole berrinches a Issei que el solo lograba calmar llevandola a la cama y amándola hasta desfallecer, con Yasaka, bueno tenía una deuda que pagar por las atenciones hacia Akeno durante su embarazo y con Kuroka, bueno, digamos que con ella se aplicaba el dicho de que tanto va el cántaro al agua que al fin se rompe, tanto sexo desenfrenado con esa gata lasciva y ninfomana tarde o temprano tendría que rendir sus frutos y la pelinegra no podía estar mas feliz, ademas de que ambas youkai por alguna razón ahora no podían pasar un día sin beber su leche, necesitaban muchos nutrientes según ellas, pero era difícil saber si era la verdad o solo una excusa de su parte para su desbordado apetito sexual.

Ahora Yasaka con siete meses y Kuroka con seis, se presentaban ante el desnudas y de hecho abas luchiendo sus rasgos youkai dandoles un aspecto particularmente erótico, en el caso de Kuroka el movimiento tan insinuante y seductor de sus colas lo emocionaban y con Yasaka la esponjosidad de sus nueve colas era algo que la hacía ver incluso mas hermosa, al parecer esa rubia sabía muy bien como sacarle provecho a cada una de sus armas de MILF en definitiva ambas presentaban un estado por demás obsceno, con sus pechos llenos de leche que el chico aprovechaba cada que podía para beber y ansiosas de servir a su esposo, amo y señor.

No eran las únicas, de hecho todas lo esperaban ansiosas y en algunos casos para aumentar su excitación restregaban unas con otras para seducirlo no solo con el acto en si, también con los dulces e incitantes gemidos que escapaban de sus labios ante su osadía.

- Ise, eta vez si, asegurate de embarazarme - Rias le pidió cuando se acerco a el y con un beso empezó a desnudarle hasta detenerse en su polla la cual se llevo a la boca para estimularla aun mas para placer del chico.

- Hoy de seguro Issei me dará un hijo fuerte, lo puedo sentir - Xenovia lo dijo con seguridad y confianza, aunque también temerosa, después de todo, solo sabía de la intensidad del celo en el castaño por los relatos y si ya de por si cuando lo hacían normalmente era intenso y placentero, esta experiencia podría ser incluso algo que la enloqueciera.

El castaño ya no podía resistir mas, agradecía que en ese momento tanto Kunou como Kurenai estaban protegidos por los sellos de silencio, pues lo que estaba por pasar iba a ser ruidoso, por eso cuando Rias se separo y volvió con las demás el castaño no le quito el ojo de encima, a ninguna de hecho, pero especialmente a Rias a quien nunca dejo de devorar con su mirada su carnoso culo que se movía insinuantemente ante su vista poniéndolo mas ansioso y cuando se reunió con las demás, volvió su cuerpo hacia el para tenerlo de frente antes de que todas dijeran como un coro ensayado.

- ¡ISE!, ¡POR FAVOR ÁMANOS MUCHO ESTA NOCHE! - el sonido sincronizado de todas sus chicas ahí reunidas pidiéndole que las tomara era como un mantra demasiado poderoso como para contenerse o resistirse y sin ser consciente de ello pero sus chicas si, sus ojos se tornaron rasgados y de color esmeralda, lo cual solo podía significar una cosa.

Su celo una vez mas había iniciado y por las próximas dos semanas ellas serían las receptoras de toda esa pasión, ante ellas el chico sonrió como un depredador hambriento, para soltar un solo comentario y luego avanzar hacia su paraíso personal.

- Mierda, aquí vamos otra vez - aquella noche sería la primera de muchas en las que las chicas llegarían incluso a olvidar su propio nombre.

FIN


Y con este epilogo damos por finalizada finalmente esta historia, como ven el epilogo esta ambientado un año después del primer celo y a las puertas del segundo donde se cuentan algunos pormenores de lo que paso cuando todos despertaron a la mañana siguiente y los meses subsecuentes a esa experiencia, ¿que les pareció?, ¿les gustó?, ¿convenció el como cerro la historia?, ¿querían ver mas embarazadas?, dejemenlo en los comentarios.

Como les dije anteriormente junto con el final de esta historia tambien se cierran las votaciones de la encuesta y como ya todos se lo deben de haber imaginado las ganadoras son las MILFs cocineras, así que esa sera la siguiente historia que actualizare para los fics ambientados en el universo de DxD, seguida por la historia de Domination Dragon (titulo tentativo, escucho otras propuestas basado en la breve sinopsis que di hace algunos capitulos para esa historia) y luego una dificil decisión producto del empate entre Shotaryuutei y Dark Desire, ya veremos con cual de las dos arranco antes y finalmente cerrando con Daughter's sin, Mother's debt, tengo trabajo por delante al parecer.

Y como soy un dios generoso (referencia a 300), también planeo sacar la historia del trió Himejima, pendiente de titulo, ademas de una versión muy a mi estilo para la saga de Shinmai Maou no Testament donde escribiré como ya dije a mi manera lo que fueron los contratos de siervo maestro entre Mio, Zest y Chisato con Basara, muy probablemente una de estas dos historias extra salga muy a la par que la de la MILfs, así que estén pendientes.

Ahora si sin mas que decir me despido hasta la próxima actualización y sin mas demora la respuesta a los reviews del capitulo anterior.

Reviews:

Fernando Murillo

Gracias, aun siento que me pase con lo que plasme en ese capitulo, pero igual me alegra saber que gusto, trate de imaginar lo que pasaría si corriera como debía el canon, un montón de chicas sexys y un pervertido súper lascivo metidos en la misma cama, bueno al menos creo que estaremos de acuerdo en que eso tierno precisamente no iba a ser, en cuanto a Akeno y Kuroka si, quería algo que pareciera sacado de esas parodias chibi de series anime donde pese a todo lo que prima es la comedia. A Grayfia no quería que fuera cosa solo del acostón del momento pero tampoco como en un NTR que de tanto que te la follas le rompes la mente y acaba amando ser follada mas que otra cosa, por eso si te das cuenta trate de terminar de cerrar la relación entre ellos para que tuviese impacto no coloque mucho de lo demás como con Millicas pues no me pareció realmente importante, aunque si tienes razón, recuerda que en el canon Millicas prefiere al Oppai Dragon que al Satan Rojo así que no le veo mucho conflicto de intereses a que el castaño se vuelva el padre de Millicas, aunque la parte del embarazo si paso, solo que no de la forma que creo que esperabas. Al final el epilogo solo es un año después aunque si se muestra mucho recuerdo, al menos de los eventos mas importantes a considerar desde mi punto de vista, todo contado por el castaño quien es el protagonista que cierra el epilogo, ¿que te pareció?, ¿te gusto?

Te deseo suerte también y agradezco tus palabras, me gusta una buena historia como la de DxD que encontró un buen equilibrio entre muchos aspectos y por eso cree esta historia donde se basa en muchos eventos canon pero dándome libertad para algunas ideas propias, ademas quiero que mis historias no sean solo una mas de esas que siguen la formula cliché ya sabes cual, así que me esfuerzo por reforzar las personalidades mientras avanzo en la historia mezclando romance y sabrozura.

Forbidden-000

Gracias Bro espero este epilogo te guste también.

Zeldris995

Tiene mas suerte que todos en este jodido mundo en realidad.

antifanboy

Supongo que todos tienen su derecho de odiar a alguien y sus razones a de tener, aunque no veo porque a este Issei en particular.

No se a que te refieres con exageración al personaje, simplemente es un refuerzo y adaptación a la naturaleza lasciva del mismo Issei para acoplarlo a situaciones especificas, lo de que las chicas se entregan, bueno de entrada la forma en que lo dices suena muy mal y luego esta el hecho de que olvidas que igual esas chicas lo aman y si te fijas al canon salvo Grayfia con quien si me tome libertades la gran mayoría ya están listas para dar ese paso, ademas por si no te diste cuenta, desde el principio se remarco que Issei era el prota de la historia, entonces que tiene de raro que todo el argumento este centrado en el, no veo la lógica en esta supuesta justificación a tu odio por el personaje.

Como dije, todos tienen derecho a odiar a alguien, aunque como te repito no veo el motivo realmente.

No veo lógica en que si el personaje dices esta tan bien construido y cumple su función igual lo odies, es como decir que odias al villano que hace que toda la historia funcione, mas si dices que la historia es brillante, es una contradicción en todos sentidos, en cuanto a las escenas las hice realistas en cierto modo donde todos disfrutan del momento, sin embargo me siento ofendido al ver que supones que lo que trato de transmitir en esas escenas es que las mujeres de Issei no bajan de tanques de semen y nada mas, vamos que si disfrutan mucho del sexo, pero es porque están con el hombre que aman, no son unas putas, sin importar la raza de los personajes que es a lo que también voy.

Creo que tienes un concepto muy errado en cuanto al folclor nipon, especialmente con los youkai, no se de donde estas sacando que en el folclor japones youkai como los zorros o los gatos son prostitutas, me huele a que eso te lo sacaste de un hentai, en la realidad y para que lo sepas, eran seres muy diferentes, algunos incluso con orígenes muy oscuros y crueles, de hecho y para que te des cuenta de la, perdón por la expresión, estupidez que estas diciendo, los kitsune son los mensajeros de los dioses, por lo cual te recomiendo que si no sabes sobre un tema mejor no opines no sea que quedes mal.

Como dije, estas en todo tu derecho de odiar a un personaje si es que se te viene en gana, pero no trates de justificarlo con datos basura que parecen sacados o bien de un hentai o quizás y espero equivocarme, de alguno de los fics de traición del fandom, si es que se le puede llamar así, de DxD donde pintan a Yasaka y Kuroka como no menos que unas fulanas que le abren las piernas a cualquiera, en cuanto a lo del súper hombre, eso me huele a complejo, mas considerando a las preciosidades que lo aman y con quienes comparte el placer y el amor.

Rias y Akeno no son en ningún caso mojigatas, no se de donde te sacas eso, ambas son muy provocativas y ambas están desde hace ya rato listas para lo que sigue, de hecho Akeno en el canon en su momento pensaba que Issei y Rias cada noche hacían el delicioso, que debido a sus inseguridades pasadas y actualmente porque la guerra que se les viene encima les han reducido tiempo para ellos es diferente, pero no creas ni por un momento que no tienen la intención de cruzar esa linea que son nuevas en el amor eso es diferente, pero mojigatas, ni de chiste.

No se en que te basas para decir que Kuroka es una mujer florero, la verdad no veo de donde es que sacas tu información, Kuroka es indomable, siempre lo fue porque siempre pudo ver las intenciones oscuras de todos los que se le acercaban, luego llega Issei con quien a pesar de su primer encuentro tan desastroso igual la termina aceptando, abriéndole las puertas no solo de su casa, si no también de su corazón, no se que mas decirte, se explica solo.

En serio, de donde estas sacando la información con la que argumentas esto, para tu información, Yasaka venía desde mucho antes de su aparición en Hero mostrando que tenía la intención de ser una de las mujeres de Issei, que tras la temporada de Hero y ver lo mucho que gusto el personaje finalmente decidieran dar el paso es diferente, pero desde hace rato que en la novela Yasaka ya había mostrado sus cartas, en este punto me empiezo a preguntar si siquiera lees las novelas de DxD o solo basas tu conocimiento en lo que aparece en los fics, que dicho sea de paso muchos demuestran lo poco que saben de DxD al tomar como canónico toda la bazofia revuelta que termino siendo Born, en cuanto a lo de Serafall, sinceramente no encuentro donde están las bases para esa afirmación tuya, como con mucho de lo que argumentas hasta este punto.

Nunca a demostrado que no es una mujer, ¿pues que se supone que pensabas que era?, incluso en el canon ella muestra esa seguridad en lo que tiene y la coquetería digna de una mujer de su categoría, ahora que encontró a su pareja ideal, porque no explotar esas habilidades, en la novela y esto es lo que me hace pensar que no la lees de verdad, Yasaka incluso casi se lo monta con Issei en un baño frente a su hija, esa mujer exuda erotismo y tu vienes y dices que es personaje de una novela para chicos de 13, uy si, porque a un chico de 13 le van a dejar leer sobre tetas, desnudos, sexo, mutilaciones, sangre, asesinatos, homicidios, te hundes cada vez mas viejo.

Ay amigo, no se de donde sacas eso, Grayfia una chica dolida que usan para chistes sexuales, creo que solo vez lo que quieres ver, que no es mucho dicho sea de paso, el trasfondo de Grayfia actualmente en la novela es exquisito, literalmente una mujer que realmente no se halla al sentir que perdió mas de lo que gano después de todo y la forma en la que trata de salir adelante, falnderizando, no veo donde esta ocurriendo eso y mucho menos lo de que la están usando solo para estrangular al ganzo, vamos si es de los pocos personajes serios de toda la obra que están al lado de Issei, por el contrario a su manera encuentra en Issei y en la relación que han construido entre si, un pilar sobre el cual sostenerse en este momento de debilidad emocional para ella, no veo como puedes encontrar la motivación para estrangular al ganzo ante una situación así.

En este fic no se donde es que ves eso que dices que ves, casi que estas diciendo que la pinto como si fuera una ofrecida y eso me ofende, en serio me ofende, ademas si, se que solo ha pasado un año, pero un año tiene 365 días y cada día puede presentar muchas situaciones, en un año es mucho lo que pueden haber fraternizado o tu porque crees que Grayfia le pidió que la llamara hermana cuando estaba borracha, sinceramente no veo ninguno de tus argumentos como validos o siquiera como argumentos, pero oye si es lo que quieres pensar estas en todo tu derecho.

Tienes una manera muy retorcida y hasta un tanto enferma de interpretar la historia, lo sabes ¿no?, pero al menos es la primera parte que medio tiene coherencia en todo lo que has dicho, con Grayfia se presenta una rara oportunidad de jugar desde un angulo diferente, aunque no como lo describes, pero si en cuanto al factor emocional diferente que ella presenta dada su situación actual.

No se en que te basas para suponer que lo olvida, de hecho lo tiene muy presente, es literalmente lo que aqueja su corazón, donde es que estas viendo un escenario tipo NTR donde la mujer en turno en cuanto le meten la polla decide que es mejor la polla que el amor no se, pero te puedo asegurar que eso no es lo que yo plasmo aquí y si eso es lo que estas viendo, no lo toes a mal pero te aconsejo que te busques un buen terapeuta porque tienes problemas.

Ves las cosas desde un angulo errado supongo yo, pero es tu forma de verlo y ya no voy a discutir mas contigo por eso, en lo personal tanto Issei como Grayfia son personajes que trate de plasmar la complejidad de la situación que atraviesan si les gusta como quedo, bien, si odian al prota de la historia también, es problema muy suyo, si les genera asco entonces no lo lean y si les causa calentura pues es porque logran visualizar muy bien las escenas y por ende he cumplido con mi trabajo como escritor al plasmar lo mejor posible tales momento y me siento orgulloso, pero no creas ni por un momento esto esta enlazado de alguna manera a Grayfia, que si es la que mas plasma en la situación a nivel emocional dado su contexto tan particular eso no lo niego, pero no es ni por asomo nada de lo que dices.

Estas enfermo, en serio y que le guardes rencor a un personaje a ese punto de desearle cosas así es en el mejor de los casos patético, pero yo no te voy a juzgar por tus gustos tan... peculiares.

Gracias por decir que el trabajo esta bien logrado aunque las razones por las que lo dices no estén ni cerca del verdadero motivo, pero como dije antes, gracias.

Nop, ese odio es solo tuyo y no tiene mayor fundamente que ¿celos quizás?, pero te lo repito, si quieres odiar al personaje estas en todo tu derecho, solo no trates de hablar por los demás como si los conocieras o sus gustos porque no es así.

Pd: Si este tipo de fics no son de tu agrado pues al parecer si no son personajes canon no son de tu agrado, valga la ironía pues la idea del fanfiction es tener la libertad de interpretar a un personaje fuera del canon, entonces la solución es simple, no lo leas y zan se acabo, si quieres que los personajes se apeguen al canon, entonces solo lee el canon y te evitas tantos supuestos disgustos.

Ignasio365

Mas que nada Akeno y creo que principalmente por el chiste del collar, Rias por otra parte creo que le molesta es que Issei solo con estornudar esta consiguiendo mas mujeres, aunque considerando como termino con el vientre tan lleno, te puedes preguntar ¿si no debería de estar agradecida de tener ayuda para lidiar con ese insaciable dragón?

Gracias, me alegra que te gustara y espero que este epilogo también te gustase.

Creo que no tienes tan bien medidos los tiempos ¿eh?, soy impredecible, muajajajaja, no ya enserió, me alegra haber podido sacar este ultimo capitulo mas rápido y si, nos veremos cuando lo de las MILFs, que espero no sea tan lejos en tu calendario, tenme un poco mas e fe ¿no?

zeta12345

Es un final cerrado como ves, se terminan de forjar las relaciones que faltaban y termina justo donde empezó, solo que ahora si no son solo unas cuantas privilegiadas las que van a disfrutar, mas cerrado que eso no se como.

Cuidate tu también, mas ahora que empiezan a levantar restricciones y la gente sale abocada creyendo que ya paso todo.