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—¡Hermione! —Gritó Draco hacia el primer piso apenas entró en la habitación— ¡este pulgoso está en la cama otra vez!—.
Draco fulminó con la mirada a Crookshanks y se cruzó de brazos, esperando que con ese gesto se bajara de la cama, pero el gato con toda su insolencia, solo se estiró y comenzó a lamerse una pata. Draco apretó los labios y bajó al primer piso como un huracán.
—Esa bola de pelo se burla de mí —Masculló mirando hacia arriba—.
—¿Estás hablando solo? —Le preguntó Hermione desde la cocina— ¿o sigues peleando con Crookshanks?—.
—Si ja ja, búrlate. Pero te lo digo, ese gato no quiere reconocer mi autoridad ¡...Que vivo aquí también!—.
Draco miró hacia la cocina y escuchó una pequeña risilla de Hermione. A ella le causaba gracia, pero a él no. Era como si ese bendito gato le recordara a todo momento que él no era más que alguien transitorio, y que no había sitio para él en la casa de su ama. Por eso en cada lugar que se sentaba Draco, Crookshanks llegaba detrás para ocuparlo.
Irritado, fue a sentarse al sillón para leer el diario, tenía pensado hacerlo en la cama, pero ya ni modo. Pasó las páginas hacia la sección de Quidditch cuando sintió un leve sonido en la escalera, casi imperceptible. Rápidamente bajó el diario para encontrarse con los ambarinos ojos de su némesis.
—No te atrevas —Le dijo apuntándolo con el dedo, amenazador— Lo digo en serio—.
Pero Crookshanks, ágil, se subió rápidamente a sus piernas y se le quedó viendo sin ninguna intención de moverse.
—Voy a llamar a Hermione —Le dijo Draco— Te lo advierto… —Pero el gato no se veía preocupado, maulló un poco y se acomodó en su regazo. Draco se puso furioso— ¡Ya! ¡es suficiente! ¡sal de aquí bola de pelos!—.
Draco abrió mucho su boca para llamar a Hermione cuando se atragantó repentinamente, con cara de asco comenzó a pasarse los dedos por los labios y la lengua. A pesar de todo el escándalo Crookshanks seguía en su sitio.
—¿Qué paso? —Preguntó Hermione sin entender los gestos que hacía Draco—.
—Es tu gato, no para de molestarme… me tiene lleno de pelo, acabo de tragarme uno —Hermione rió— …No sé quién bota más pelo, si tú o él—.
Hermione lo miró divertida, tomó a Crookshanks y lo sostuvo en sus brazos. Miró a su gato a la cara y comenzó a hablarle.
—No le hagas caso, solo está celoso de nuestro maravilloso pelo —Le dijo— y también está un poco malhumorado por ir de vacaciones con mis padres ¿no? —Terminó por dirigirse a Draco—.
Hermione no esperó respuesta y se fue al segundo piso con Crookshanks en los brazos. Draco se puso en pie y la siguió, no podía negar del todo lo que había dicho Hermione, pero no quería que se confundiera ni pensara que le desagradaban sus padres. Maldijo su maldito genio.
—Claro que no es por tus padres —Le dijo, Hermione acariciaba a Crookshanks en la cama, lo miró—, y por supuesto que no estoy celoso ni de tu pelo ni el de ese felpudo —Se tiró en la cama junto a ella y le acarició la espalda— ¿no has visto bien mi pelo? Los celosos son ustedes. —Consiguió sacarle una sonrisa, pero rápidamente volvió a su semblante serio— Está bien, puede que esté malhumorado por las vacaciones, pero es solo por que iremos a la playa y sabes que detesto la arena, el sol y el mar… Es simplemente antihigiénico —Draco sacó la lengua en un gesto de asco y Hermione volvió a sonreír—.
—No tiene que ver con mis padres ¿estás seguro? —Le volvió a preguntar no del todo convencida—.
—Claro que no, si así fuera te lo diría, lo sabes —Le dijo con franqueza—.
Hermione le dio un beso rápido, pero profundo en los labios, se separó de él y le sonrió, pero la sangre de Draco ya había comenzado a calentarse y un solo beso no era suficiente. Volvió a besarla, con lentitud hasta que Hermione subiera de intensidad, y lo hizo. Draco, que aún tenía la mano en su espalda, la atrajo hacia si para que quedara sobre él y sentirla sobre sus caderas, pero un fuerte maullido y una sensación de dolor los interrumpió.
—¿Pero qué…? —Preguntó Draco mirando hacia sus pies—.
Y se encontró a Crookshanks ensartado con sus diminutas garras a su pantalón. Se habían olvidado de él al completo, y entre tanto ajetreo debían de haberlo aplastado. De todas formas Draco lo miró con ojos envenenados y se contuvo de darle una patada.
—¡Vete de aquí! ¡chu! —Le dijo, pero ya no importaba, Hermione se estaba incorporando— …hey hey ¿a dónde vas?—.
Hermione se inclinó y le dio un beso, Draco se dio cuenta que sus labios seguían con el mismo calor. Trató de tomarla, pero ella fue más rápida.
—Más tarde, quiero darte algo —Le dijo tomando un artefacto negro de la mesita de noche—.
—Listo —Le dijo recibiéndolo y dejándolo en la misma mesita— Ahora ven aquí—.
Hermione rió y tomó un poco de distancia.
—Déjame explicarte primero, mañana tendrás que salir a comprar solo y no podremos comunicarnos por lechuza—.
—¿Qué? ¿por qué? —Draco se incorporó también y tuvo especial cuidado de pasar a llevar a Croockshanks con un almohadón, ignoró por completo su fuerte maullido y que lo botó de la cama— ¿y qué tengo que comprar?—.
Hermione le dio una mala mirada, pero comenzó a explicarle luego de darle con el mismo almohadón a él en la cara. Draco lo tomó fingiendo que estaba agradecido y apoyó la cabeza.
—Mañana irás a una tienda muggle a comprar la ropa necesaria para la playa, no tienes bañador, no tienes shorts, lentes de sol, filtro solar… —Comenzó a enumerar Hermione y Draco entornó los ojos—.
—Okey okey ¿qué más?—.
Hermione frunció los labios, se daba cuenta de que a Draco le importaba muy poco lo que le decía, estaba claro que quería pasar pronto a tenerla a ella entre los brazos, en vez de ese almohadón.
—No podré acompañarte por que tengo trabajo y mis vacaciones comienzan pasado mañana a diferencia tuya que comenzaron hoy. Por lo mismo te compré un celular —Le volvió a tender el artefacto negro y aplanado— …De esta forma podrás enviarme fotografías y escribirme o llamarme, sin necesidad de utilizar lechuza—.
Draco revisó el aparato, lo encendió y un leve "oh" se escapó de sus labios. Hermione comenzó a hablarle de cómo sacar fotografías, como enviarlas y cómo llamar por teléfono.
—Ahora fíjate bien, en WhatsApp tienes varios contactos que te agregué, pero solo tienes que enviarme mensajes a mí por el momento —Hermione le volvió a mostrar una pequeña esfera con su imagen— ¿Ves? Esa soy yo, al lado aparece mi nombre—.
—Ya, lo entendí —Le dijo con seguridad, porque de verdad creía haber entendido todo—.
Tomó el teléfono de sus manos, volvió a guardarlo, se levantó de la cama con rapidez, tomó sin ninguna delicadeza a Crookshanks de la cama y lo aventó fuera de la habitación, cerró la puerta y se volvió a ver a Hermione que lo miraba entre divertida, molesta y asombrada.
—No te atrevas a abrir esa boca si no es para tu placer y el mío —Le dijo antes de sacarse la camiseta. Hermione lo miró y se mordió el labio—.
Draco, aún más entusiasmado, se posó sobre ella. Sin despegar sus ojos de los de Hermione, separó ligeramente sus piernas y tomó sus muslos con fuerza atrayéndola. Hermione recorrió su torso con las manos y se aferró a sus hombros con tanta fuerza como Draco tomaba sus muslos. Crookshanks maullaba al otro lado de la puerta, pero fue Hermione quien lanzó un hechizo silenciador. Draco sonrió y besó ávidamente su cuello.
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Al día siguiente Draco estaba de tan buen humor que podría haber tomado en brazos a Crookshanks y besarlo en su peluda cara. Así de bien se sentía. Ni siquiera estaba molesto o irritado por encontrarse en una tienda muggle.
Con una sonrisa tomó el celular que le había regalado Hermione, una fotografía de ambos aparecía como fondo de pantalla, no tenía movimiento como las fotografías mágicas, pero aún así le gustaba. Volvió a guardarlo.
Rápidamente se puso a buscar las cosas que necesitaba para el viaje, escogió 3 camisetas, un short y al menos 4 trajes de baño. Draco miró todo y se dijo que con eso bastaría, se dirigió a los probadores.
Lo que primero hizo fue probarse los bañadores, partió por el que menos le gustaba, uno bastante suelto y largo, de color rojo. No le agradaba. Decidió probarse uno un poco más ajustado de color azul petróleo.
—Si, estos colores si me quedan bien... Espera —Se dijo tomándo unos lentes de solq ue había escogido— ...Si, ahora si—.
Con ese conjunto se sentía mucho mejor y tenía que reconocer que se veía bastante bien. Draco sacó el celular de su ropa y decidió tomarse unas fotos para enviárselas a Hermione. Sacó fotos de espalda, de frente, de costado. Se sonreía con picardía cada vez que cambiaba de pose pensando en lo que diría Hermione cuando las viera. Comenzó a enviarlas a dónde aparecía su nombre, se las arregló para enviarlas con un mensaje: "¿ya te imaginas conmigo en la playa?".
Dejó el teléfono a un lado y comenzó a cambiarse de bañador; de pronto el teléfono empezó a sonar y a vibrar insistentemente. Eran mensajes que estaba recibiendo. Draco volvió a sonreírse pensando en que sus fotos ciertamente habían encendido la imaginación de Hermione. Pero cuando Draco se miró en el espejo y vio como le quedaba el bañador más ajustado con forma de boxer en color verde, se dijo que con aquello si la enloquecería. Se volvió a sacar fotografías, pero esta vez un poco más atrevidas, bajando ligeramente el bañador por la parte delantera, solo para ser sugerente.
Las envió.
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Draco se dejó caer con una sonrisa satisfecha en su sillón, había decidido que solo cuando estuviera en su casa revisaría los cientos de mensajes que le había enviado Hermione, que para su sorpresa no dejaban de llegar.
Pero cuando comenzó a revisar los mensajes la sonrisa se le fue apagando del rostro. Había un montón de gente que no conocía que le había escrito. Mujeres que le comentaban con unas caritas sonrojadas, tapándose los ojos y con llamas lo bien que se veía y que claramente se imaginaban con él en la playa, pero también había hombres comentando furiosos, que lo trataban de sin vergüenza y roba mujeres.
—¿Qué rayos? —Se dijo sin entender— ¿Dónde están los mensajes de Hermione?—.
En ese momento aparecía Hermione con el pelo revuelto y las mejillas encendidas en la puerta de la casa. Draco podría haber dicho que venía de correr una maratón o de que se había partido de risa hace solo unos momentos.
—¿Por qué no me has contestado el teléfono? —Se echó a reír y Draco frunció los labios molesto— Tus fotos están increíbles, no me mal entiendas, pero… ¡Las enviaste al grupo de vecinos Draco! —Se volvió a echar a reír y se dejó caer junto a él—.
—¿Que yo hice qué? —Preguntó con un hilo de voz mirando con terror el teléfono—.
—Tuve que pedir permiso en el trabajo para venir… Sabía que no habías entendido del todo mi explicación del uso del teléfono, pero nunca imaginé que enviarías esas fotos a la primera oportunidad—.
Hermione se echó a reír otra vez y Draco, a pesar del tremendo error que había cometido y de ser el hazmerreír del lugar en el que vivía, rió junto con ella.
—Dame el teléfono, voy a borrarlas —Le dijo Hermione tras calmarse, pero se quedó como paralizada unos segundos—.
—¿En qué estás pensando? ¿Tengo que preocuparme?—.
Pero Hermione no le contestó, tomó su propio teléfono y comenzó a escribir a gran velocidad con una sonrisa. Draco entendió que no iba a borrar las fotos.
—Velo tu mismo. Voy a dejar las fotografías si no te importa —Le dio un beso rápido en los labios y se fue a la puerta— Tengo que volver al trabajo, pero cuando vuelva quiero ver personalmente como te quedan esos trajes de baño, especialmente el verde —Le guiño un ojo y desapareció—.
Draco medio sonriente, medio avergonzado se quedó mirando la puerta por dónde había salido Hermione. Tomó su teléfono y vio el mensaje que había enviado ella al grupo: "lamento los enfados y los suspiros que causaron las fotos de mi novio, no fue intencional, me las enviaba a mí, pero se equivocó. Espero que tengan unas vacaciones tan buenas como las que tendré yo".
Draco dejó el teléfono en la mesa y volvió a sonreír. No serían unas malas vacaciones después de todo.
Me he sonreído mucho escribiendo este capítulo, apenas lo imaginé tuve que darle forma. Puede que me demore en actualizar este fic como puede que no me tome nada, por que como ya he dicho, son capítulos inconexos, depende de como vaya mi imaginación. Muchas gracias a quienes tienen la historia en alerta y favoritos, pero por sobre todo a quien me dejan review: Cris James, Guest, CarVere24, Guest, Guest, Alex Pani y FerAmayaSnape. Gracias infinitas y a los Guest... escriban un nombre, ¿si? un beso.
Si llegaste hasta aquí y te gustó lo que leíste, déjame un review. Detrás de cada obra hay una gran imaginación y creatividad que son necesarias para crear y escribir un fic ¡cuesta un montón!, pero dejar un review no cuesta nada ;)
C o r Ne L ia E s c i p I ó N