Vuelvoooooooooooo! hola hace mucho, pero mucho tiempo que no escribía un fanfic, y pues ya lo extrañaba, han pasado muchas cosas en mi vida, pero aquí traigo algo que se me ocurrió del maravilloso Mayusumi Chihiro, espero que les guste y que las personitas que me leían no me odien mucho.

Parte 1

Rakuzan, de todas las opciones que habías visto fue la que te llamó la atención, sabías que era una escuela bastante buena y prestigiosa, en deportes y lo académico, en realidad solo asistirías ahí porque estaba cerca de tu casa y no te apetecía tomar viajes largos. Sí, no había mayor motivación, tus amigas decían que te envidiaban porque irías al mismo instituto que el capitán de la Kiseki no Sedai, se equivocaban, conocías a Akashi, bueno casi todos en Teiko hablaban de los prodigios, pero no, esa no era motivación para ti, es más te daba lo mismo él.

Ya era el primer día de clases, habías llegado temprano para poder ver a tus anchas el lugar, de hecho habías llegado demasiado temprano, comenzaste a caminar por las instalaciones de Rakuzan, el lugar era inmenso, por lo mismo te podrías perder si caminabas a locas, así que decidiste parar un poco y esperar a que llegasen más personas para la ceremonia de bienvenida a los de primer año, por lo mismo empezaste a caminar al gimnasio donde se haría la ceremonia, ninguna de tus amigas de la secundaria se había inscrito al mismo instituto que tú, así que encontrar alguien con quien entablar conversación sería complicado, ya lo sabías en la secundaria había sido difícil encontrar personas que entendieran tu personalidad. Caminabas distraída viendo a todos lados y le viste, era un chico de cabello grisáceo que caminaba desganado, en una fracción de segundo sus miradas se cruzaron el pareció sorprendido por ello, quizás porque incluso algunas personas caminaban a su alrededor y casi no lo notaban, pero tú le veías claramente, en realidad veías lo que llevaba en su mano, era una novela ligera que habías tratado de conseguir hacía mucho tiempo pero no lo habías logrado, tus ojos brillaron y comenzaste a caminar hacia él, pero la campana de inicio tocó, por la sorpresa y el tumulto que se aglomeró perdiste de vista aquel chico.

-Rayos, bueno después de esto le buscaré, aunque no parecía de primero-mascullaste y entraste al gimnasio.

La ceremonia paso tediosa, como la imaginabas, aparte de los murmullos de todos, porque el encargado del discurso de los de primero había sido Akashi, ya estabas acostumbrada de ello, en Teiko había sido lo mismo, bostezaste en tu lugar.

Ya terminada la ceremonia te dirigiste al salón en el que estarías, veías como ya se formaban grupos de personas, quizás por tu actitud desganada aun nadie te hablaba y tú tampoco lo hacías, llegaste al fin a tu salón buscaste un lugar cerca de alguna ventana en el primer asiento, te gustaba ver por la ventana mientras hacías tus exámenes, y te gustaba escuchar al sensei de cerca.

-Veo que estamos en el mismo salón (T/N)-san, espero nos llevemos bien- de repente frente a ti estaba el peli rojo, ex capitán de Teiko Akashi Seijuro, saludándote, un momento él, ¿te conocía?

-¿Akashi-kun?, no pensé que estaríamos en el mismo salón, también espero nos llevemos bien- le devolviste el saludo, él tenía un aura extraña que te daba escalofríos, pero tampoco ibas a ser mal educada y no le devolverías el saludo, también sentiste muchas miradas sobre ti, lo que te puso un poco nerviosa, después de todo hablabas con familiaridad con alguien bastante conocido.

-Nos vemos luego (T/N)-san- se despidió de ti, y salió del salón, cuando ya no se veía una gran cantidad de estudiantes se abalanzó hacia dónde estabas sentada y comenzaron a hacerte preguntas.

-Hola, ¿cómo te llamas, eres amiga de Akashi-sama, de donde se conocen, sabes si sale con alguien?-te preguntaban todos a la vez.

-Soy, soy, soy (T/A) (T/N), nos conocemos desde la secundaria, pero no somos amigos cercanos, así que no hay mucho que pueda decirles de Akashi-kun- lograbas responder-so…solo, nos conocemos de vista, creo.

Y tras decir eso varios dejaron de hacer preguntas, quizás no les parecías interesantes, un par de chicas se quedaron junto a ti, una que se sentaría en el asiento al lado tuyo y la otra que estaría en el de atrás, se presentaron como Kawamura Kioko una chica de baja estatura, ojos grandes color verde menta y cabello del mismo tono, y Tazami Ume, de ojos caramelo, un poco más alta que la peli verde su cabello de un brillante color marrón, ellas al contrario de los demás no estaban muy familiarizadas con el tema de las Kiseki no Sedai así que no te agobiaban con preguntas sobre el peli rojo, pero sí que conocían a Kise, ya que puede que no le gustase mucho el básquet, pero sí les gustaba la moda y por eso le conocían, les contaste que estabas en una clase diferente de él y que tenía muchas seguidoras y era complicado hablarle, que más de una vez una de tus amigas trato de acercarse pero solo logró que le dijera "hola".

-Sí que debía ser un caos, esa secundaria-resopló Kioko-aunque me hubiese gustado estar ahí.

-Tienes razón Kio-chan- dijo Ume.

-Perdona (T/A)-san, nosotras somos amigas desde la primaria, por eso nos tratamos con familiaridad, si quieres puedes llamarme por mi nombre no me molestaría- te sonrío con dulzura Kioko.

-Sí, (T/N)-chan, de verdad queremos ser tus amigas, al parecer no eres buena relacionándote con otros.

-U-chan-la regañó la otra-perdónala ella no tiende a pensar en lo que dice.

-No hay problema, es verdad no soy buena hablando con personas desde la nada y si ustedes no me hablaban, yo nunca lo habría hecho, asique también pueden llamarme solo por mi nombre, pero antes deben saber que…-sí, debías decirles, algo que quizás las alejaría de ti de inmediato, pero no pensabas esconder quien realmente eras solo porque un par de personas te acepten, no eso sí que no-quizás después de que sepan las cosas que me gustan y mi forma de ser ya no quieran hablarme-las miraste ellas parecían no entender nada-me gusta mucho leer novelas ligeras, manga y comic, ver anime hasta altas horas de la noche y me encantan los otome games, para muchos soy una friki despreciable-habías cerrado los ojos mientras se los decías, no querías ver la cara de desaprobación por parte de ellas.

-..-no había respuesta aun y comenzaste a abrir lentamente los ojos.

Al levantar la mirada las dos chicas se te quedaron viendo y estallaron en carcajadas, no podían parar, tú simplemente estabas congelada en tu lugar.

-Es…eso…eso está bien (T/N)-chan, no tienes que preocuparte por ello-te contestaba Kioko limpiando una lágrima que se había escapado por la risa repentina.

-Ti…tiene razón, a nosotras no nos importa eso, pues veras, aquí como nos ves, a Kio-chan le gusta mucho ver programas de lucha, eso también es raro.

-Y a Ume le encantan los programas de concursos, así que (T/N)-chan no tienes que sentirte avergonzada.

-Además, das ese aire, ya sabes, por un momento pensé que nos dirías que eras una loca maniática de la higiene o que eras una asesina a sueldo, cosas que tampoco son malas.

-Gracias, de verdad gracias-luego de unos segundos de silencio volvieron a estallar en risas, habías encontrado un muy buen par de amigas.

Las primeras horas de clase pasaron en presentaciones tanto de ustedes y de los que serían sus maestros, habías quedado con tus nuevas amigas, que después de que terminaran todas las clases irían a un lugar a tomar un refresco y poder conocerse más, pensabas en ello mientras mirabas distraída la ventana, cuando recordaste al chico de la mañana, estaba por comenzar el receso del almuerzo así que aprovecharías esa instancia para buscarle.

-(T/N)-chan, ¿comemos juntas?-te preguntó Kioko, acercando su silla a tu lado.

-Lo siento Kioko-san pero quiero ir a dar una vuelta primero, ya sabes dentro de mis rarezas me gusta inspeccionar todo- le sonreíste.

-¿Quieres qué te acompañe?, aunque Ume es una floja y dudo que quiera ir a dar una vuelta.

-Kio, no digas cosas malas de mi cuando no estoy, pero es verdad el solo ir por este zumo de fresa me dejo agotada.

-Está bien puedo ir yo sola, además también quiero un zumo y quiero ver los carteles de los clubes que hay, para ver en cual me inscribiré.

-Está bien (T/N)-chan, no olvides al finalizar las clases nos vamos por unos helados y postres- te gritó Kioko, ya que estabas saliendo del salón.

-¡Entendido!-gritaste de vuelta.

Caminaste sin rumbo fijo, era demasiado grande el lugar así que para que no te cansaras decidiste ir a la azotea para tener una vista general, al abrir la puerta esta te deslumbró un poco, tallaste tus ojos para que se acostumbraran a la luz.

-Este lugar es enorme-exclamaste, seguías mirando el lugar, luego pasaste la mirada a la azotea y tu vista se cruzó con la de un peli gris que estaba sentado, a pesar de que su rostro no mostraba algún tipo de emoción, viste atisbo de sorpresa en sus ojos cuando se percató que le veías, desviaste la mirada avergonzada, pero cuando ibas bajando la vista, ahí estaba, era el chico que leía la novela ligera que no habías logrado conseguir-¡oh! ¡Eres tú!- corriste y te paraste frente a él.

-¿Nos conocemos?- te miro con notable desconcierto.

-Perdón, soy (T/A) (T/N) de primer año, pensaras que estoy loca pero, antes de la ceremonia vi que estabas leyendo una novela y sentí curiosidad porque no he podido conseguir precisamente esa-le indicaste la ligera que descansaba en sus manos.

-¿No son demasiadas confianzas para un desconocido y más si es un senpai?-te miró casi sin expresión, tu simplemente repasabas, las palabras que te decía.

-¡¿Sen…sen…senpai?!

-Que ruidosa-murmuró-Mayuzumi Chihiro tercer año-se presentó, pero algo llegó a su mente de improvisto, si bien era lo primero que te preguntaría, se dejó llevar por lo que le decías-espera un segundo, ¿tú me viste entre toda la gente?

-¿Eh? Claro, ¿por qué senpai?-no comprendías hacia donde iba la pregunta-senpai, nuevamente me disculpo por interrumpirlo y molestarlo, pero de verdad deseo saber dónde la consiguió- trataste de insistirle poniéndote en cuclillas para verle mejor a la cara.

-El dueño de la tienda donde las compro me reservó una, como sabrás es la más esperada desde hace mucho tiempo, pero era la última. No tengo ni idea donde puedas conseguir otra.

-Ya veo-dijiste desanimada, de verdad deseabas leer esa novela, desde que la habían anunciado la esperabas, quizás solo debías conformarte cuando saliera en digital y leerla desde la computadora, que claro para ti no era lo mismo-nuevamente disculpe senpai, gracias por la información, me retiro.

-(T/A), ¿verdad?- te llamó- si quieres puedo prestártela cuando termine de leerla- no sabía muy bien cómo es que eso había salido de sus labios, él no era de establecer ese tipo de familiaridades.

-¡¿De verdad senpai?!- te agachaste nuevamente a la altura del peligris y tomaste sus manos entre las tuyas-muchísimas gracias, es el mejor senpai del mundo-le decías alegre.

-De verdad eres ruidosa-murmuró, a lo que tú solo le diste una sonrisa.