Recibí mp, pidiendo continuación, pero honestamente creo que no dejé pie a ello. En fin, después de pensarlo por cierto tiempo, encontré una manera de darle una continuación al fic, espero que les guste :)

Si no, pueden dejarlo simplemente como un ONE SHOT.

SALUDOS.


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LOS PERSONAJES DE NARUTO NO ME PERTENECEN SON PROPIEDAD DE MASASHI KISHIMOTO.

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CAPÍTULO 2: Y… ¿DE QUIÉN SE TRATA?

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Siempre que necesitaba un consejo acudía ahí, las personas normalmente temían de algún espectro o cosa sobrenatural, pero no ella y menos cuando se trataba de su propia familia.

Desde el día que supo sobre él y en base a lo que su padre le había contado sobre la historia familiar, su mente había permanecido abierta a nuevas cosas, leyó un libro sobre criminales en donde precisamente estaba su tío Itachi, su frustración aumentaba cada que leía en algún lugar que no era más que un traidor, la sangre le hervía y muchas veces deseo el poder gritar que no era verdad lo que decían de él, que Itachi Uchiha era un héroe que lastimosamente había sido presa de las circunstancias.

Después de ese día, se convirtió en un ratón de biblioteca en busca de nuevos jutsus y de su perfeccionamiento. Su necesidad y las ganas de poder convivir en vida con él la habían orillado a tomar una drástica decisión.

Una noche, logró infiltrarse a la sección prohibida y ahí se encontró con varios libros bastante interesantes; con emoción y cierto miedo a ser descubierta, tomó uno de jutsus prohibidos y otro sobre los peores criminales, los metió a su mochila y sigilosamente salió del lugar. Esa noche tendría el tiempo suficiente para leer lo más que pudiese; su padre había salido de misión y su madre tenía una reunión con su sensei Tsunade Senju.

En cuanto llegó a su habitación, sacó los libros y comenzó a ojearlos, hasta que se detuvo cuando vio su imagen;

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Itachi Uchiha, el que masacró a todo su clan, el ninja desertor de la hoja - decía el título.

Criminal clase S/Akatsuki.

Orden: Asesinarlo en cuanto se le vea.

Habilidades: shuriken jutsu, amo del genjutsu, jutsus de fuego, hábil en taijutsu.

Kekkei genkai: Sharingan.

Precio por su cabeza: 900,000,000 yenes.

Nota: No se recomienda enfrentarlo solo.

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De nuevo y tal cual sucedía siempre que miraba una difamación de tal magnitud, terminaba arrugando la nariz —Bakas — pronunció con desprecio, arrancando con furia la hoja del libro de la infamia y continúo revisando. Unos minutos más tarde en el mismo libro de criminales leyó otro nombre bastante familiar "Orochimaru" el cual lo describía como un ninja perverso que había logrado de alguna manera perfeccionar una técnica del segundo Hokage, denominada Edo tensei o resurrección impura, la cual era capaz de regresar a la vida a alguien ya fallecido. En ese momento los ojos de la pequeña Uchiha brillaban de felicidad; la noticia era excelente, Sarada festejó por un momento y se centró en conocer todas las cosas sobre ella, dejó de lado el libro sobre criminales para buscar en el de jutsus prohibidos y tras ojear y revisar por unos minutos, con alegría la encontró y comenzó a leer detenidamente; el porcentaje de éxito era casi del 100% y su ilusión creció mucho más, sin embargo en cuanto leyó que se trataba de una técnica penada, su regodeo se esfumo por completo; dentro de todos los esos párrafos había uno en especial que contenía las palabras más desagradables que pudiese leer en la vida "sacrificio humano", sus ojos ahora vidriosos y repletos de desesperanza, descontento y sumidos en profunda tristeza comenzaron a secretar un líquido transparente salino que con dolor comenzó a recorrer sus mejillas; la única posibilidad de conocerlo en vida era a través de una técnica que implicaba la muerte de alguien. Se dejó caer de rodillas y suspiró mientras sus lentes se empanaban cada vez más.

— ¿Y… ahora?.

Se quedó ida por unos cuantos minutos, viendo hacia el horizonte sin objetivo alguno, su mente comenzó a formular posibilidades o métodos mucho más viables para traerlo de nuevo al mundo sin la necesidad de sacrificar a alguien y aunque no sabía exactamente cómo funcionaba se encargaría de averiguarlo al precio que fuera.

Tomó los libros y los escondió debajo de su cama, después se puso de pie, limpió sus ropas y cuando levantó la cabeza supo lo que debía hacer.

Eran las nueve de la noche y aprovechó la ausencia de sus padres para ir a donde se encontraba la persona que sabía podía ayudarle.

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En aquel "restaurante" las puertas se estaban cerrando cuando su compañero de equipo Mitsuki la vio detrás del vidrio— ¿Sarada chan? — pregunto abriéndole la puerta para que pudiese entrar. Orochimaru quien se encontraba limpiando las freidoras, volteo hacia ellos, en cuanto escuchó su nombre. Levantó una ceja al ver que llegaba sola, su mirada le decía que ella estaba en busca de algo, pero ignoraría el hecho hasta que saliera de la propia boca de la Uchiha.

Sacó una tabla y comenzó a cortar algunas papas— ya no son horas, pero puedo hacer una excepción por ser la hija de Sasuke — comentó encendiendo de nuevo el fuego mientras Mitsuki volvía a cerrar la tienda.

—No he venido a eso— dijo en voz baja acercándose al sanin.

—Me pregunto ¿Qué es lo que querrá Sarada Uchiha? —le interrogó sin dejar de mirarla. Mitsuki amablemente le acercó una silla para que se sentara.

La Uchiha lo observó todavía dudosa de lo que estaba a punto de preguntarle, pero ya no había marcha atrás, de algún modo iba a descubrirlo y si no era a través de Orochimaru, entonces de quien fuese, aunque lógicamente las cosas le serían más fáciles si el papá de Mitsuki cooperaba con ella.

—Orochimaru sama— expresó tragando saliva, acto que no pasó desapercibido por el hombre que echaba unas cuantas papas a la freidora

—Te escuchó— le respondió, viendo como su compañero se acomodaba en una silla junto a ella.

—Necesito saber más sobre…—pausó, mirándolo fijamente a los ojos, Orochimaru comenzó a verla con preocupación, pensó en un principio que le preguntaría sobre su tormentoso y terrible pasado de su padre, sin embargo, dejó caer una cuchara cuando la escuchó hablarle sobre la resurrección impura. Sarada y Mitsuki observaron con sorpresa la reacción de Orochimaru, éste a su vez, sonrió ladinamente, levantó la cuchara y tomó otra sirviéndoles la tanda de papas que recién salían.

—Extraño que una niña pregunte por ese tipo de cosas, es un tema tabú debido a su complejidad y la terrible realidad que se esconde detrás, ¿no es así?— ella asintió y él dibujo una sonrisa, esa era exactamente la respuesta que buscaba—y también es obvio que alguien rompió las reglas y utilizó sus ojos para infiltrarse en el área restringida— insinuó haciendo que la chica le desviara la vista enrojecida. Sabía perfectamente lo que había hecho y como lo había logrado. Hasta cierto punto disfrutaba sacarla de control avergonzándola— ¿tu padre sabe sobre esto?— le preguntó viendo como negaba sin abandonar su posición anterior.

— Salió de misión y no sé cuando regrese.

— Ummm… lo siento, no puedo ayudarte— respondió haciendo que la Uchiha voltease a verlo inmediatamente— espera a que tu padre regrese y si él lo permite, entonces te diré todo lo que quieras saber sobre el Edo tensei.

— ¡Por favor Orochimaru sama!— suplicó levantándose y colocando las manos sobre la mesa, para posteriormente tranquilizarse y volver a tomar asiento agachando la cabeza. Mitsuki compasivamente colocó una mano sobre su hombro y Orochimaru suspiró ante su reacción. Odiaba tener la respuesta que buscaba y no poder revelarla, pero si Sasuke se enteraba iba a tener problemas— Si usted no me dice, entonces tendré que… obtener las respuestas que necesito en otro sitio—Orochimaru la miró fijamente. Esa quizá era una ¿amenaza?. Posiblemente, pero no cambiaba el hecho que ella se mostrase tan decidida a buscarlas, incluso si debía abandonar la aldea para conseguirlo, estaba seguro que lo haría.

— ¿Para qué quieres saber? —volvió a preguntar el sanin. Sarada volvió a levantar la cabeza, si estaba pidiéndole ayuda entonces debía ser justa y confesarle sus planes, después de todo era la opción más factible que tenía por el momento.

—Quiero, necesito… conocer a alguien y que se quede con nosotros— confesó, apretando los puños y los dientes. Mitsuki abrió la boca sorprendido.

Orochimaru por el contrario no había reaccionado ante el hecho, era lógico, así funcionaba la técnica, no obstante tenía cierta curiosidad por saber ¿de quién estaba hablando?. Apagó el fuego y se sentó con ellos, los vio comenzar a comer, tomó una papa e inexpresivo le pregunto— y… ¿de quién se trata?

—De mi…mi…—tragó saliva, intentando contener el sentimiento que le generaba su mención— de… I- Itachi Ojisan— dijo con la voz entrecortada.

Orochimaru se quedó con la boca abierta, soltando la papa que tenía en sus dedos, Mitsuki alternaba la vista entre su padre y su compañera sin entender nada.

— ¿Itachi? —cuestionó el albino, viendo como su padre comenzaba a sonreír, mientras la Uchiha luchaba por contener sus lágrimas.

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Continuara…