Inazuma Eleven no me pertenece, son propiedad del Level-5

Así mismo como que algunas frases usadas en parte de la historia no me pertenecen.

Esta historia la había empezado a escribir hace dos años atrás y me había bloqueado hasta ahora que fue que escuché unas canciones que concordaban con la historia.

Mientras buscaba una imagen en particular, me encontré algo en pixiv, ¿KidouxTouko TsunamixTouko? pero no la cabeza me explotó cuando vi un TsunamixKidou ALV

Ver. 1.0


¿Qué pasó con nuestra historia de amor?


Pov de Touko

Yuuto y yo habíamos terminado, bueno mejor dicho fui yo quien terminó con él, aún lo seguía amando, pero yo no estaba lista para lo que él quería proponerme. Realmente no sé cómo tuve el valor de salir corriendo de su auto y dejarlo plantado, como si no me importaran sus sentimientos, claro que me importaban.

Corrí con las lágrimas brotando de mis ojos, cuando estuve lo suficientemente lejos quité mis zapatos quedando descalza, tomé asiento en una banca y acaricié mis pies, me dolían, correr con tacones no es nada cómodo. Aún estaba pensando en él y me dolía, ¿cuánto más a él?

La noche estaba fría, tomé un taxi, cuando llegué a mi casa lo primero que hice fue subir las escaleras ignorando a mi padre, que en ese momento me preguntó "¿hija cómo te fue?" pero pasé de contarle los detalles. Me encerré en mi habitación, tiré mi bolso a un lado de la cama tomé mi teléfono y le marqué a mi mejor amiga.

- Rika... le terminé a Yuuto. - Los reclamos por parte de ella no se hicieron esperar... él es la persona más buena que pudiese haber... pero no estaba lista.

Como Rika siempre dijo, "tal vez deberías de hablar con él y decirle lo que piensas acerca del matrimonio en estos momentos."

Pero nunca tuve el valor de decir que yo quería disfrutar antes de dejar mi libertad y ser una mujer casada, quizás ama de casa y cuidar de mis hijos. Eso aún no estaba en mis planes y Kidou Yuuto quería dar el siguiente paso.

-Pienso comenzar de nuevo...- le dije a mi amiga y le cerré.

No sé cuándo me dormí, pensando en él casi hasta gastar mis energías y caer rendida. La luz del sol pegó en mis ojos y desperté, me sentía destrozada, me levanté ¿debía olvidarlo? ¿solo por mi capricho dejaría ir a la persona que más amaba? siempre fui algo impulsiva, Yuuto por su parte analizaba la situación antes de actuar, era una persona seria y firme. Yo una dama, educada, pero queriendo disfrutar de la vida con él. Pero al parecer no compartimos los mismos pensamientos.

Pasaron los días y yo seguía deprimida, hasta que di el primer paso, un viaje para olvidar. Preparé mis cosas, me despedí de mi padre y me fui de casa, un buen lugar Okinawa. Sinceramente no sabía a donde ir cuando toqué tierra, estaba perdida y no había hecho reservación en algún alojamiento. Me detuve a comprar una bebida y descansar, suspiré pensando a donde iría.

Justo delante de mí sentí como alguien se puso en frente haciendo sombra y levanté mi cabeza, lo conocía.

- ¡Tsunami! - dije alegre- ¡eres mi salvación!

- Hola, cuanto tiempo Zaizen... Y ¿qué haces por acá?

- Como puedes ver estoy en busca de un poco de libertad, diversión. Oye y ¿no conoces algún buen alojamiento por estos lados?

- Pues si quieres puedes venir conmigo, dirijo un pequeño hotel, no está lejos y como veo que no conoces a nadie y estás algo perdida...

- Bueno sería maravilloso. - dije y tomé mis cosas para ir con Tsunami, aunque él luego se ofreció a llevar mi maleta.

La brisa era agradable, el olor salado del mar, la hermosa vista y las gaviotas sobre nuestras cabezas. Una vez llegamos al hospedaje que él administraba y del cual era dueño, pude estar más tranquila ya que pensé en liarme un rato buscando un lugar donde pasar unos días. Pero por suerte me encontré con mi amigo o más bien él me encontró.

No era un lugar muy grande, ni tampoco muy pequeño, a mi parecer acogedor, terminé de registrarme y Tsunami me acompañó a mi habitación; lo último que dijo fue "Nos vemos en la cena y disfruta tu estancia."

Acomodé mis cosas en el armario, era una habitación mediana, no había mucho, unos cojines y una mesa, mi futón y almohada guardados, una ventana dando vista a la playa, tomé un cojín y lo acerqué a la mesa, me senté con mi teléfono móvil y vi tantos mensajes de Yuuto queriendo una respuesta, llamadas perdidas, estos últimos días han sido terribles para ambos. Pero es mejor así... supongo.

En una mesita se encontraba el teléfono de servicio a la habitación y una guía o menú, ella miró la habitación y el gran potencial que se le podía sacar.

Pov Normal

Touko se levantó y salió de la habitación y poder relajarse, Tsunami estaba atendiendo a unos huéspedes. Éste la miró. - ¿Necesitas algo?

- Pues quizás pueda ayudarte un poco con este lugar.

- ¿Cómo crees? Para eso tengo al personal.

- Si, pero eres mi amigo y quiero ayudar.

- Venga tu solo ve a disfrutar de las olas del mar, luego voy contigo.

Touko no tuvo más opción que ir a la playa y sentarse en una silla, suspiró al verse ahí no poder compartirlo con Kidou. Meditó y en serio que necesitaba el consejo de alguien. Al rato Tsunami se sentó junto. - ¿Qué te trae por este lugar?

- Bueno, eso mismo me estoy preguntando, no sé en qué estaba pensando cuando terminé con Yuuto.

- Así que por eso estás aquí, huyendo en vez de enfrentarlo.

- ¿Qué le digo? soy una tonta, creo que le estoy huyendo al matrimonio y eso me aleja de Yuuto.

- ¿Te pusiste a pensar en hablarlo con él? Digo él tiene derecho a saber lo que sientes.

- Si, tú y Rika tienen razón, tengo que decirle. Creo que aún puedo solucionarlo, Tsunami, gracias.

- Pues suerte.

Touko se levanta y va directo a su habitación y toma el móvil para marcarle a Kidou.

Él castaño estaba encerrado en su habitación recostado en la cama, escuchó su móvil y al ver que era Touko lo tomó rápidamente.

- Yuuto ¿podemos hablar?

- Bueno, es lo que he esperado este tiempo, una explicación.

- Es que yo... tú quieres formalizar todo y yo aún no quiero, lo pensé y aún te sigo queriendo fui una tonta aquella noche, ¿me perdonas?

- Touko, claro que te perdono, solo que me siento destrozado y tú desapareces, no me das explicaciones y pues me deshice del anillo. Creo que será bueno tomarnos un tiempo. - dijo él con una voz quebrada.

- ¿Estás bien? Te escucho muy mal, Yuuto.

- Tengo que pensar, adiós. - Kidou cerró la llamada, solo se puso a hablar consigo mismo y trató de que responder a la pregunta de Touko "¿estás bien?" – No estoy bien, ¿cómo pudiste? Solo diste media vuelta y te fuiste, tú no sufriste por lo que me hiciste, creí que después de un tiempo estaría bien, pero estoy sumido en la tristeza, todos nuestros recuerdos juntos se desvanecen así sin más.

Touko bajó el teléfono y comenzó a llorar. – No es tan sencillo vivir sintiendo este dolor, te extraño tanto, no sé qué haré si te llego a perder.

Tsunami entró a la habitación y la abrazó. – Juntos se hubieran divertido en grande, no tenías que huir del matrimonio.

- Lo sé, quería solucionarlo, pero me ha dicho que nos tomemos un tiempo. Aún lo amo demasiado.

- Te propongo que te quedes y te relajes un tiempo, cuando sea el momento verán si lo resuelven. Ahora llora y saca todo lo malo, la tristeza que llevas dentro.

Ella se aferró a la playera de Tsunami y lloró con sus fuerzas, él solo acarició sus cabellos y dejó que se desahogara. Sabía que necesitaría del apoyo incondicional de un amigo. Pasó un rato y ella fue calmándose y secó sus lágrimas con sus manos.

- Lo siento, ¿luzco fea?

- No, solo estás triste, venga te dejo que descanses yo iré a atender a los huéspedes un rato, si necesitas algo llamas por la línea.

- Bueno y gracias.

Al momento en que Tsunami abandonó la habitación ella se asomó por el balcón a contemplar las olas del mar, aquel pacífico lugar y su fresca brisa.

- A Tsunami le convendría una ayuda con este sitio y yo me encargaré de hacerle una propuesta. – miró sus cosas. – bueno ¿y el baño?

Ella tomó una guía del hotel y vio la ubicación de los baños, salió y fue al final del pasillo donde estaban así que entró a refrescarse un poco. Luego bajó y fue al restaurante del lugar, ahí estaba Tsunami con un hombre que lo ayudaba en la cocina, ella tomó asiento en la barra y miró el menú, querían tomar algún batido refrescante.

- Veo que quieres algo, ¿qué te puedo preparar?

- Pues veamos...- Touko miró las diferentes frutas y recordó a sus amigas y los sabores que les gustaba, Natsumi seguro pediría un refresco de kiwi, Aki uno de uvas, Haruna uno de Naranja y con un poco de colorante azul para hacerlo especial, Fuyuka uno de sandía, Rika uno de fresa y ella uno- Un batido de piña, por favor.

- Esta te la invito yo.

- No, Tsunami yo no puedo aceptarlo así.

- Eres mi amiga y va por cortesía de la casa y yo. - Tsunami tomó una piña y se tomó el tiempo para preparar el batido para ella, lo sirvió en una copa y adornó para hacerlo tropical, se lo dejó en la barra. – que lo disfrutes.

- Gracias. – Touko empieza a beber y a su lado había una radio portátil, abre los ojos repentinamente tras escuchar a las reinas del verano, así que le alza tantito para escuchar a Red Velvet y la canción Red Flavor, así con escucharlas y beber su batido se le iba la calor que sentía.

Touko solo escuchó hasta que acabó la canción, luego le agradeció nuevamente a Tsunami, fue directo a su pieza a descansar, para cuando fueron las cinco y media, ella bajó con un vestido corto en amarillo claro, fue a fuera a ver el atardecer. Su hermoso rostro reflejaba melancolía y tristeza, mientras estaba recostada del barandal del hotel mientras miraba el bello atardecer que se reflejaba detrás del mar, jugaba con una flor de hibisco rosada pensativa.

- Aún te amo Yuuto, tengo miedo de perderte o que no me vuelvas a hablar, yo por ser inmadura y no hablarte de lo que sentía.

Tsunami al verla un poco solitaria admirando el atardecer se acerca. – Hola... ¿disfrutando de la vista?

- Hola Tsunami, pues si, hace que piense tantas cosas este atardecer.

- Y ni se diga que hace que tu luzcas maravillosa.

- Gracias, será porque me puse este vestido amarillo, hace que yo sea parte de la puesta de sol. Es uno de mis colores favoritos.

- Ya veo. – se apoyó del barandal al igual que ella. – Kidou y tú se arreglarán, ya lo verás.

- Eso espero, no soportaría que me cambie por otra que si esté dispuesta a contraer matrimonio. Es que conozco a toda las mujeres ricas que sueñan con comprometerse con él, fui una tonta te lo juro.

- Vamos, relájate, Kidou no se casaría con una desconocida, además él te conoce desde hace mucho y pues lo veo difícil así que no preocupes tu mente.

- Oye y estuve pensando, somos amigos tu y yo, quería proponerte algo para hacer que crezca tu hotel, podemos ser socios.

- Te escucho, suena interesante eso.

Touko y Tsunami fueron a las mesas que había cerca con vistas a la playa y el mar, para hablar de inversiones, ser socios y trabajar juntos. Él aceptó y juntos levantarían el sitio.

Al día siguiente, ella se despertó y se estiró, pronto fue al baño a arreglarse ya que tenía asuntos que resolver, después fue a desayunar, se sentó en la barra junto a otras dos personas que estaban ahí.

- Buenos días- dijo, su saludo le fue devuelto por los cercanos y Tsunami que estaba atendiendo a todos. Ella tomó el menú y pidió algo ligero y un poco de jugo de naranja, al rato fue a su pieza e hizo una llamada para que comenzaran con las reformas del sitio.

En una semana comenzaría todo, el primer arreglo a las instalaciones ahora habría camas en vez de futones, baños en las habitaciones para dos, nuevas pinturas y decoraciones con estilos de sirenas.

En la tarde Tsunami acostumbraba a salir en su jeep azul a surfear, así que Touko se acercó para ir y acompañarlo.

- Quiero que me enseñes a surfear.

- Nena, ya te digo que no es algo que se aprenda hoy.

- Puedo intentarlo, además me aburro sin hacer nada.

- Bueno, llevaré una tabla extra. – fue al almacén donde tenía una gran variedad y ella escogió una en color rosa y azul verdoso, Tsunami la aseguró y ambos se fueron al lugar donde él acostumbraba a ir ya que había buenas olas que montar.

Touko llevaba sus cosas más esenciales para la playa, hablaron en el trayecto sobre las reformas, así que el decidió en ese momento que se tomaría un descanso y cerraría el lugar. Su personal se tomaría vacaciones.

Al llegar por fin ambos bajan y ella respira hondo- ¡Vaya, esto si es vida! Luego comienza a desvestirse y hace que el peli rosa se sonroje un poco por tal acción. Traía consigo un bello bañador entero, pero su espalda estaba al descubierto. – Bueno instructor enséñeme.

Ambos tomaron sus tablas y él le iba explicando, aunque notó como rápidamente le iba tomando el paso, solo faltaba el equilibrio y ya estaba.

- Vaya, vaya no sabía que eras una pequeña sirena en potencia.

- Soy buena para esto, no pensé en tomarle el ritmo tan rápido. – sonrió triunfante y con una mirada algo retadora.

Luego de un rato decidieron descansar, tender las toallas y enterrar las tablas sobre la arena. Ella solo miró al mar y sus inmensas olas, Tsunami se echó a tomar una siesta. Ella solo observó el cielo, pensó en que primeramente se había interesado por Tsunami cuando fue era más jovencita, él era muy despreocupado muchas veces y poco se daba cuenta de lo que pasaba a su alrededor, poco a poco lo fue olvidando y Kidou y ella comenzaron a salir, ambos estaban muy enamorados.

Durante su época universitaria ambos se entregaron en cuerpo y alma. Solo fue esa única vez ya que sintieron culpa al no haberse casado aún, pero fue mágico todo, algo maravilloso, ese motivo hizo que él quisiera comprometerse, solo que esta vez ella sentiría miedo a casarse pronto y arruinara todo lo que por años construyeron.

Ahí estaba derramando nuevamente lágrimas, aún sentía algo muy fuerte por él y de una forma u otra se reuniría con él y lo solucionaría.

Luego de un rato Tsunami despertó, dirigió su mirada a Touko que se terminaba de vestir, se levantó y de inmediato fue a poner las tablas en el vehículo, el lugar estaba llenándose de personas, así que fue a por unas bebidas a unas máquinas para antes de irse. Cuando se disponía a ir con Touko se encuentra a un vendedor de objetos artesanales muy bonitos, miró una hermosa tobillera de conchitas y pensó en subirle los ánimos a su amiga y le compró una.

Se acercó y le entregó su bebida. - Tengo algo más para ti. – sonrió y la hizo sentarse en el vehículo.

- ¿Qué es? - dijo, él solo se arrodilló e hizo que apoyara el pie derecho sobre su rodilla, en lo que él le ponía la tobillera, ella solo se sonrojó.

- Un pequeño presente por pasar esta tarde conmigo.

- Pues muchas gracias.

Retomaron nuevamente el viaje al hotel, ella fue a su habitación al igual que él fue a la suya ya que tenía que cambiarse para seguir atendiendo a los huéspedes.

Touko luego publicó una foto de su nueva tobillera, cosa que Rika como su mejor amiga era la primera en querer saber de ella así que vio la imagen, sus ojos se abrieron al ver la ubicación de la foto.

- ¡Oh, Dios mío! Así que corriste a los brazos de tu primer amor ¿eh? Creo que Kidou no se puede enterar de esto, aunque conociéndolo seguro ya habrá visto la foto y la ubicación de donde se encuentra Touko. – Rika solo esperaría a ver que más cosas publicaba su amiga.

El tiempo fue transcurriendo casi dos semanas después de que se empezaron las reformas en aquel hotel, un arquitecto se había encargado de hacer nuevos diseños, apenas era el principio, el nuevo tapizado de las paredes, madera pulida y brillante, alfombras muy elegantes.

Ella posteaba fotos de las reformas en progreso, algunas de ella en la playa, mientras muchas personas ya habían visto las publicaciones Kidou todavía ignoraba el paradero de Touko, la extrañaba así que disidió arreglar las cosas de una vez, fue a la Mansión y preguntó al padre donde estaba.

- Kidou, mi hija un día agarró sus cosas y se fue, solo he recibido unas cuantas llamadas.

- Yo quiero hablar con ella, dígame en donde está para ir a buscarla.

- Pues está en Okinawa.

- ¿Okinawa? Bueno ya iré allá a buscarla.

Kidou salió de aquella mansión muy pensativo ya que amigos en Okinawa tenía un montón, pero resaltaba del resto Tsunami, se negaba a creer que estuviesen juntos. Pronto se daría cuenta de que sus amigos empezaban los rumores sobre ellos dos, hasta que su hermana preguntó.

- ¿Es que no has visto las fotos que publicó? – Haruna estaba seria y muy triste por la situación que pasaba su hermano.

- Debe de haber un error, ¿ella y él?

Haruna le mostró las fotos en las que aparecía muy alegre, como si lo hubiese superado en ese tiempo separados. No se iba a dar por vencido tan fácil, sabía a donde ir por ella, así que encargó un ramo de rosas rojas. Le marcó a Touko para avisarle que iría a resolver todo con ella.

Touko muy feliz lo esperaría, ninguno de los dos mencionó lo de Tsunami.- Espero que me acepte nuevamente a su lado lo extraño tanto.- gritó emocionada.

- Vamos, te dije que se resolvería.

Kidou al día siguiente pasó a la floristería por el ramo de flores y tocó el timbre ya que el mostrador estaba vacío y no había nadie que atendiera, estaba un poco apresurado.

- Bienvenido, lamento la tardanza- dijo una chica con una gorra en la cabeza. - ¿Usted es...?

- Kidou, llamé ayer para encargar un ramo de rosas.

- En seguida se las tendré listas. - La chica se va atrás a buscar las rosas y hacer el arreglo, para preservarlas las metió en un contenedor especial de cristal irrompible que preservarían a las flores hasta llegar a su destino. - Aquí está y esta es su factura.

El entrega su tarjeta crédito y ella hace la transacción.

- Ha quedado hermoso.

- No por gusto somos los mejores en la ciudad, seguro a su novia le gusta mucho.

- Espero que si, quiero que vuelva a mi lado.

- Ah bueno, buena suerte.

- Gracias, creo que la necesitaré. - el toma de vuelta su tarjeta y la guarda, lleva todo consigo en su auto.

Tomó el ferri y solo se puso a pensar en los rumores que corrían sobre ella y su "nuevo" amor, que estaba mejor. Kidou no sabía que pensar- Touko, no me esperaba escuchar de ti jamás, ¿entonces me olvidaste al fin? Es tan difícil de creer.

Luego recibió un mensaje de Touko, que en cuanto llegara al hotel fuera a la habitación 25, el viaje fue largo, pero por fin pudo llegar.

Touko se arregló y bajó ya que llegaría al hotel en media hora. – Espero que lo resolvamos. – se dijo a sí misma, fue a tomar un poco de aire ya que con tanta remodelación y ruido la tenían algo estresada.

Tsunami al verla tan intranquila le ofreció algo de tomar. - Toma y cálmate.

- Llegará en poco tiempo y estoy ansiosa de que estemos juntos. Y he pasado este tiempo muy tranquila gracias a ti. Me he divertido tanto que mis preocupaciones casi se disipan de mi mente. - Lo que ambos no sabían es que Kidou acababa de llegar y se dirigía a buscarla- Tsunami otra ves gracias por tu amabilidad y comprensión.

- Es lo que hacen los amigos ¿no?

Ella se acerca y le da un beso en la mejilla, para posteriormente darle un abrazo y que él correspondiera, solo escuchan el sonido de unas rosas cayendo al suelo, ellos miraron en dirección de donde provenía y ahí estaba Kidou enojado, sentía rabia y decepción de lo que acababa de ver con sus ojos.