Capítulo 57. Querido Terrence Graham

Este capítulo contiene cartas de la novela Candy Candy.

En una tarde de otoño me llegó correspondencia, al tener la carta en mis manos me di cuenta de que era Terrence Grandchester. Tenía dudas en abrirla pero al final decidí leerla:

Querida Candy,

¿Te estás cuidando?

Han pasado algunos años. Pasado este largo periodo de tiempo, me prometí que te escribiría, pero después, preso de las dudas, dejé pasar otros seis meses.

Sin embargo, ahora ya he tenido el suficiente valor como para escribirte esta carta.

Para mí nada a cambiado.

No sé si llegaras a leer estas palabras algún día, pero quería que al menos lo supieras.

T. G.

Después de algunos días de leer la misiva de Terry decidí escribirle:

Querido Terrence Graham,

Terry... Cada que habló contigo en mi mente, mi corazón se convierte en una fruta de sabor agridulce, lista para caer al suelo al más mínimo soplo del viento. En momentos así, me da miedo hasta respirar.

Quería felicitarte por el estreno de Hamlet.

Representas una función tras otra por petición popular, lo he leído en varios artículos. "¡El Hamlet que todos queremos ver!", "¡Una función que va más allá de cualquier expectativa!", "¡El Hamlet de Terrence llegará pronto a Inglaterra!".

El tío abuelo William habla con cariño de ti. Al principio, intentaba evitar el tema a toda costa. A veces incluso escondía las revistas que contuvieran artículos sobre ti. Sin embargo, aquello solo me hacía sufrir. Ahora me siento aliviada de que podamos comportarnos de una forma más natural.

No sé si lo sabes, Terry, pero... ¡Sorpresa! El tío abuelo William es en realidad el señor Albert.

¿Puedes creerlo? Qué historia tan maravillosa, ¿verdad ¡Y pensar que me encontré con el en Londres! Sin mencionar que, cuando me fuí del colegio San Pablo, le deje al tío abuelo William el diario en el que dejé escritos todos mis secretos, sin ocultar nada.

En otras palabras, si el señor Albert leyó mi diario eso significa que conoce casi tan bien como yo los sentimientos que tengo hacia ti. Él lo sabe todo sobre nuestro primer encuentro y sobre cómo, con el paso del tiempo... En fin, lo sabe todo.

Menos mal que el señor Albert no quiso ser actor, por que se le da muy bien mentir... hubiera sido tu gran rival en los escenarios, ¿sabes?

Cuando recuperó la memoria, no me lo contó al momento. Todavía hoy en día me quedan muchos misterios sin resolver. No obstante, a pesar de todo, sigue siendo la persona a quien le debo la vida. Creo que fue su presencia lo que me ayudó a recuperarme con rapidez.

No tienes ni idea de cuántas aventuras tuve que enfrentarme para llegar a Estados Unidos y verte una vez más. Me hubiera gustado contártelo todo con calma, pero no pudo ser. Te envié tantas cartas que nunca llegaron a tus manos... Tú me escribías a menudo, a pesar de todos tus compromisos. El destinatario sigue siendo "doña Pecosa" . Me habría gustado que tus cartas fueran más románticas en lugar de contener siempre bromas irónicas, pero al menos se que lo que sientes es real. Aunque te pases el día tomándome el pelo, tus palabras siempre están llenas de afecto y consideración. Así que te doy las gracias, Terry

A día de hoy, sigo guardando tus cartas a buen recaudo, pero soy incapaz de releerlas.

Se que viniste a visitarme al orfanato, pero, en aquel entonces, yo aún viajaba como polizón en un barco. Cuando las directoras me contaron que habías venido, sentí una gran irá descomunal. Si hubiera llegado a Estados Unidos un poco antes... Si te hubieras presentado aquí un poco después...

Lo mismo ocurrió en Chicago. Nos estuvimos persiguiendo durante mucho tiempo sin encontrarnos. En aquella época, yo estaba convencida de que recuperaríamos el tiempo perdido y de que estaríamos juntos durante mucho tiempo más.

Aquella noche, el aire era frío en Nueva York , pero la nieve que caía del cielo parecía estar caliente. Quizá solo se debiera a que aún sentía el calor de tu pecho en mi espalda.

Recuerdo lo que me dijiste. "Quiero que seas feliz ". Terry, soy feliz y quiero que tú lo seas aún más.

"Susanna a apoyado la vuelta de Terrence a los escenarios con todo su amor".

Sí, tambien he leído ese tipo de titulares .

Susanna es una persona maravillosa, ¿verdad? Me parece bonito que siga amándote más que a nada en el mundo. Y tú, que la elegiste a ella para que te acompañará durante el resto de tu vida, tambien eres maravilloso.

Sé que nunca enviaré esta carta, pero me alegro tanto de que las cosas estén yéndote bien que no he podido contenerme. He tenido que escribirla.

Terry, no olvides que en algún rincón de este país hay una gran admiradora tuya esperándote. No olvides que, cuando subas al escenario, estaré allí para aplaudirte con todas mis fuerzas.

P. D. : Terry, yo... Estaba muy enamorada de ti.

Doña Pecosa alías Tarzán

Continuara...