.

.:*~*~*~*:.

.

Juntos

.

.:*~*~*~*:.

.

Akane suspiró mientras miraba la ventana de su habitación, habían pasado ya seis horas desde que Ranma había salido furibundo gritando que lo dejara solo. Pensó que en ese momento era lo mejor, sin embargo, ahora se encontraba algo preocupada.

Entendía de alguna forma su molestia y mal humor de estos últimos días. El convertirse en un adulto no era lo mismo al ser un adolescente. Desde que se habían casado, habían adquirido muchas responsabilidades de las que no podían huir. Y más cuando tuvieron a su primer hijo Shun. Las cosas habían salido mal, se habían endeudado para que Ranma pudiera ir a China y curarse de su maldición, cosa que no pudo hacer. Además, pidieron prestado más dinero para remodelar el dojo y habían invertido en publicidad para atraer alumnos. Sin embargo, no había funcionado, pues los alumnos que llegaron todavía eran muy pocos para poder pagar las cuentas. Sabía que para poder reflotar el dojo tendrían que esperar un tiempo, un negocio al inicio siempre significaba pérdidas. Pero sinceramente ya no se podían dar el lujo de seguir esperando. Las cuentas se acumulaban día tras día y mes tras mes. Al final, llegó una nota de embargo, la cual hizo perder la cabeza a Ranma y a ella también. Discutieron y él se fue.

Dio un suspiro de preocupación, cuando la puerta sonó de repente y lo vio entrar cabizbajo y sentarse a un lado de la cama. El silencio se hizo pesado en la habitación y solo se podía escuchar la respiración del bebé que dormía en la cuna. Akane carraspeó.

—¿Fuiste a buscar empleo?

—Sí —asintió.

—¿Y…? —preguntó ansiosa esperando una respuesta positiva, aunque la actitud de Ranma no demostraba tal cosa.

—Tengo una entrevista mañana.

—Eso es bueno —se levantó de la silla y dio unos pasos hacia donde él estaba sentado, de alguna forma sintió que debía reconfortarlo.

—Akane… —habló con congoja—. Tengo… yo… —pero calló, el pensar mostrarse vulnerable aún lo incomodaba.

—¿Tienes miedo? —pero allí estaba ella poniendo en palabras lo que él pensaba.

Ranma suspiró profundamente.

—¿Qué pasará contigo y Shun si no puedo conseguir nada? Ni siquiera pude curarme de mi maldición, ese viaje fue un desperdicio de tiempo y dinero —soltó de sopetón aguantando la respiración. Se agarró la cabeza despeinando sus cabellos y su trenza, que a pesar de los años seguía allí—. Akane yo siento que soy… soy un mal…

—Ranma, ya basta, no digas esas cosas —habló tiernamente mientras se arrodillaba frente a él y ponía sus manos en su regazo.

—Pero…

—Fue una mala inversión, lo sé, y tardará un tiempo para que nos recuperemos.

—Akane…

—Ya lo verás.

—Akane, ¿qué… qué pasará si lo perdemos todo? ¿Si nos quedamos sin el dojo, sin la casa, sin nada...? —al fin pudo expresar su más grande miedo. Ella seguro lo dejaría, tomaría a Shun, se iría y lo abandonaría.

Hubo un largo silencio entonces, ¿qué sucedería si tuvieran que irse de allí? Las cosas materiales son efímeras y pueden perderse de un momento a otro. El dinero también. ¿Realmente sería lo peor que podría suceder? Ella también había estado cavilando durante el tiempo que Ranma se fue. Se imaginó caminado junto con él y Shun en sus brazos, huyendo con sus maletas a un lugar desconocido. La nieve y el viento eran un impedimento; sí, y también lo era el sol y el calor. Y la lluvia helada sobre sus cuerpos. Sus pies dolían y se sentían pesados. La ropa que los cobijaba comenzaba a romperse. El hambre era voraz y el sueño irremediable. Pero hasta en sus peores pesadillas, podían tomarse de las manos y darse calor entre sí. Los abrazos se volvían más reconfortantes y siempre estaban juntos los tres. La relación que habían formado era irrompible e inseparable. Y al final, aquello que había encontrado, era lo que más importaba.

—Volveremos a empezar —Akane dijo con seguridad.

Ranma la miró confundido, en realidad, no esperaba una respuesta así por parte ella.

—No importa qué pase mientras estemos juntos. Lucharemos hasta el final de todas formas —agregó con seguridad.

¿Qué pasaba con esa mujer? ¿Acaso no sabía lo que estaba diciendo?

—Y no pienses que no sé de lo que estoy hablando, porque lo sé muy bien, Ranma —frunció el ceño de su rostro joven.

Hasta sus pensamientos podía leerle, ¿cuándo había logrado esa habilidad?

—Ranma… —volvió a decir con ternura acariciando una de sus mejillas—. Nos iremos y volveremos a empezar en otra ciudad si es que pasara lo peor. Pero mientras tanto, hagamos lo posible por recuperar el dinero perdido y continuar con el dojo.

Él la observó resignado.

—¿Sabes? Estuve pensando y yo también buscaré un empleo.

—Pero dijimos que no, Shun todavía es pequeño y te necesita…

—No está en discusión, tenemos que hacer lo posible, ¿escuchaste? —expresó con congoja—, tenemos…

—Lo sé —respondió sin tener otra opción—. Akane...

—¿Sí?

Se sorprendió cuando lo sintió abrazarla desesperado.

—Gracias... —susurró en su oído. Su voz sonaba afligida.

—Sí... —respondió más segura mientras correspondía su abrazo.

De pronto, percibió que la inseguridad y el enojo iban desapareciendo poco a poco, y daban paso a la esperanza. Se preguntó si esa calidez en su corazón significaba el apoyo y el amor que percibía en ella. O quizás era de él. Sí, porque Ranma nunca pensó que pudiera amar más a esa mujer.

Y pensar que imaginó que ella lo abandonaría.

Una leve sonrisa por fin apareció en su rostro después de muchos días de amargura.

.


Notas: Este es un relato algo adulto, donde quería mostrar el apoyo tan grande que es Akane para Ranma :D Shun es el hijo de ellos, ya había usado este nombre en otro fic, así que ¿para qué cambiarlo?

Espero que les haya gustado, ojalá pueda retomar otra vez la escritura, bueno, ya estoy practicando un poquito.

clairesamiya: Ahh, es que están en el manga esos momentos, te lo recomiendo, más que el anime :D Gracias por pasarte.

JHO: Gracias, reina por siempre leerme y es que hay que hacerlos madurar, sino... Un beso!

yancy: Que son historias así cortitas. Gracias por pasarte.

polarbear9: ¡Muchas gracias!

SARITANIMELOVE: Jaja, sino no sería Ranma. ¡Gracias por tu review!

Psicomari: Mi reina Mariii, más azúcar para ti. Gracias por tus palabras, sé que lo digo siempre, pero no importa :D Y ya pasó un tiempito, cómo será con este nuevo congreso, ahhh, qué terrible. Al menos ya no tienen mayoría esos indeseables. Beso y que todo te vaya bien.

Btaisho: ¡Hola! ¡Gracias por tu review en este y en otros fics míos! Un beso.

LunaGitana: Mi querida Luna, siempre hablamos mucho sobre esto. Solo me queda agradecerte por tus reviews y más por tus ánimos ahora. ¡Un beso!

.

Gracias por leer.