15. No me importa

La verde luz envolvió su visión, esa maldición era su final, lo sabía pero no tenía miedo a lo que iba a pasar, ninguno.

De pronto, una voz se oyó, lejana para Draco, pero esa voz hizo que fuera despedido contra la pared más cercana esquivando la maldición.

Cayó aturdido al suelo, al abrir los ojos no diferenció quien se encontraba frente a él. Pero la voz de su padre lo solucionó todo.

- Tú… Severus Snape- dijo recuperando su voz fría como el acero- ya veo que al final del todo eres un traidor, lógico, un traidor ayuda a otro traidor.

Snape no contestó a la acusación de Lucius, sino que su mirada se dirigió a Draco, que seguía tendido en el suelo, todavía demasiado confuso y aturdido para darse cuenta de lo que había ocurrido.

- Draco, se encuentra bien?- dijo susurrando Snape, no pensaba emplear el apellido Malfoy, frente a su antiguo camarada.

- Profesor…- fue lo único que pudo decir el muchacho.

Lucius seguía observando a profesor y alumno sin decir una palabra, en ese momento Beuer se colocó a su lado.

- Lucius…- dijo Beuer.

- Me pregunto como acabará todo esto- empezó el señor Malfoy- creo que va a ser muy interesante, y yo que pensaba que esto solo iba a ser una pequeña reunión padre e hijo.- dibujo su ya típica cruel sonrisa- supongo que te enfrentarás a nosotros, verdad Severus?

- Tus constantes provocaciones no funcionarán conmigo Lucius, aunque, claro está, que no es justo combatir uno contra uno.

Tras decir esto, la puerta trasera del salón se abrió estruendosamente, y por ella aparecieron Lupin, Moody, Tonks, y algunos magos más.

La Orden del Fénix había llegado.

- Vaya, parece ser que la injusticia se ha vuelto hacia nosotros- dijo con     un tono sarcástico Lucius, intentado disimular en temblor que empezaba a recorrer su cuerpo.

- Creo que el atacar a unos chicos de dieciséis años, faltos de experiencia es más injusto- dijo una voz detrás de la Orden- pero el atacar a su propio hijo, eso ya se sale de toda regla- Albus Dumbledore hizo presencia en la sala.

- Así que Severus Snape se ha vendido al ejército del poderoso Albus Dumbledore, muy típico de ti de ir arrastrándote, como las ratas.

Snape seguía impasible, no dio muestras de lo que verdaderamente pensaba, solo permaneció junto el cuerpo tendido de Draco. Este último seguía confundido, no comprendía lo que estaba ocurriendo allí.

- Ahora la cuestión, Malfoy, es lo que va a pasar aquí, pues has cometido un grave delito, tanto de querer confabular contra mi escuela, querer destruir a los nacidos de muggles, de secuestrar a uno de ellos y aplicarle el hechizo cruciatus,  y por último, emplear el Avra Kedavra.- el rostro de Dumbledore que siempre permanecía afable, en esos momentos, sus ojos mostraban todo el odio del mundo.- que tienes que decir a eso?

Lucius no comprendía como se había enterado del hechizo cruciatus, empleado contra Hermione, pero lo que si sabía con certeza era que su hijo había empleado bien su tiempo, le había traicionado al cien por cien, y ahora estaba perdido, jamás conseguiría escapar de allí, y lo más lógico era entregarse. Pero Beuer no pensaba lo mismo.

- Jamás permitiré que mi señor Malfoy se deje humillar por calaña como vosotros- en un repentino moviendo de varita lanzó un hechizo contra todos, pero Dumbledore hizo que se disipara sin  ningún esfuerzo, Lupin le lanzó un conjuro y Beuer cayó al suelo inconsciente, Lucius fue apresado y llevado con la Orden del Fénix para ser juzgado en el ministerio, antes de que nadie pudiera abandonar la sala, Lucius se giró y miró acusadoramente a su hijo:

- Has cavado tú propia tumba, hijo- dijo tranquilamente- al conocer tú traición ningún mago tenebroso te dejará vivir en paz- dicho esto salió del salón.

 Draco cayó exhausto y se sumió en un profundo sueño, por fin la pesadilla había terminado.

Al cabo de unos días, toda la escuela supo lo que había ocurrido en "la casa de los gritos", la incertidumbre se había apoderado de todos los estudiantes, especialmente de Slytherin, que no comprendían como su gran Draco Malfoy, había traicionado a su padre por salvar la vida de una sangre sucia, pero Albus Dumbledore no permitió que se comentara más el asunto una vez pasado unos días.

Por otro lado, la enfermería había sido el centro de reunión de muchos estudiantes, visitando a Hermione, que muy pronto fue dada de alta, pues su recuperación fue casi inmediata.

En el rincón más alejado de la enfermería, para no ser molestado por nadie, ya que todavía no había recuperado la conciencia, se encontraba Draco, sumido en un apacible sueño, y junto a su cama, un jarrón lleno de pequeñas flores silvestres que eran continuamente cambiadas por cierta chica agradecida.

Los días pasaron, y por fin, Draco despertó. Se sentía más cansado que nunca, pero se dio cuenta que no le dolía nada. A su lado, se encontraba sentado el director Dumbledore.

- Veo que por fin vuelve con nosotros, señor Malfoy- dijo con su tono afable de siempre.

- Director…- al empezar a entender las cosas, se incorporó rápidamente en la cama, pero tuvo que apoyarse levemente junto al respaldo, pues un repentino mareo se apodero de él.

- Tranquilo Draco, ahora ya no tienes porque tener miedo- le dijo tomando con su mano el hombro del joven.- supongo que querrás saber que ha pasado, no es cierto?

- La verdad es que no me vendría mal un resumen, profesor- dijo sin perder su típica ironía a pesar de las circunstancias.

- Tú padre fue juzgado y posteriormente llevado a Azkaban, allí permanecerá durante mucho tiempo- hizo una pequeña pausa para que el chico asimilara las cosas- gracias a que enviaste a la pequeña Weasley en busca de la carta que te envió tu padre, que por cierto, creo que tuvo un altercado con tus compañeros de casa para conseguirla- Draco hizo una pequeña mueca que reflejaba una sonrisa- ella pudo dársela a el profesor Snape, al contarle ella lo que os había oído decir a ti con Potter y Weasley, se puso manos a la obra y vino directamente a mí. Ya estábamos preparados a que ocurriera algo así, llegamos allí y esperamos al momento adecuado para atrapar a Lucius, pues necesitábamos una razón de mucho peso para que fuera juzgado más severamente, pues estábamos intentando desde hacía tiempo atraparlo por sus actividades como mortífago. Pero eso ya lo sabías tú. Snape consiguió interceptar la maldición imperdonable que lanzó tu padre, y lo demás ya lo conoces- el silencio reinó unos segundos entre ambos, entonces, tras divagar por sus pensamientos Draco dijo:

- Yo no pensé, que se tomaran tantas molestias para…ayudarme- dijo desviando la mirada hacia otro lado.

El profesor Dumbledore sonrió y miró por encima de sus anteojos en forma de media luna.

- Una vez, hace unos tres o cuatro años, ya me hago mayor para recordar las fechas, les dije a ciertos jovencitos rebeldes, que la escuela Hogwarts no le negaría nunca la ayuda al que la necesitara- Draco volvió la vista para mirar sorprendido al director, deduciendo a quien se refería.- Draco, supongo que pensarás que después de lo que ha pasado, estarás solo, pero no es cierto, tienes a gente que se preocupan por ti, ignorando lo que ha pasado, algunos  compañeros de Slytherin han estado intentando entrar en la enfermería varias veces para poder visitarte, creo que era Crabbe y Goyle- Draco abrió ligeramente la boca en forma de sorpresa, al fin y al cabo, ellos seguían a su lado- y no sólo ellos, tras los sucesos has ganado a mucha gente, y a partir de ahora ellos te apoyaran y tú les apoyarás a ellos.- Dumbledore suspiró y prosiguió- creo que has cambiado de bando, verdad?

Draco lentamente hizo un gesto afirmativo con la cabeza, la verdad es que nunca había elegido estar en un bando en otro, simplemente se lo habían impuesto.

- Muy bien, tenemos grandes planes para ti, Draco, y esos planes se juntan con los de Harry, Ron, Hermione y otros tantos alumnos que no hace mucho fundaron un curioso club- dijo riéndose, y cambio rápidamente con un gesto más serio- la cosas cambiaran, pero a mejor, de eso puedes estar seguro.

Draco frunció el gesto, en señal de duda , había algo ahí que no acababa de convencerle.

- Que ahora esté en un bando u otro, no quiere decir que tenga que darles uno golpecito en la espalda a Potter y a Weasley hagan algo bien verdad?- dijo con un semblante muy serio.

- Bueno, creo que podréis evitar esas situaciones, al fin y al cabo sigues siendo Draco Malfoy, y creo que ellos tampoco se sentirían muy cómodos. Pero de todo ello ya hablaremos en otro momento, descansa.- el profesor se disponía a marcharse de la enfermería, pero antes de que pudiera terminar de levantarse de la silla, la mano de Draco le agarró de la túnica.

- Yo….quería preguntar, si…

- Hermione Granger se encuentra perfectamente- dijo con una sonrisa el director- cuando la veas debes agradecerle esas flores, ha estado viniendo constantemente a cambiarlas.

Dumbledore abandonó la habitación, Draco no sabía como reaccionaría cuando viese a Hermione, él pensaba que moriría después de que ella se fuera, pero se encontraba allí, sentado en una cama, y tendría que hablar con ella tal y como le había prometido.

Esa misma tarde fue dado de alta, y pudo volver a su habitación, pero antes quería pasear, no había visto todavía nadie, pero al girar una esquina se encontró de lleno con Crabbe y Goyle, los dos le sonrieron y le dieron en pequeño golpe en la espalda, el se toco el hombro y les devolvió la sonrisa, al fin y al cabo si que podría considerarlos como amigos, ellos no le habían abandonado.

Prefirió seguir solo en su paseo, necesitaba meditar, despejarse un poco, pero no le dio tiempo a seguir muy lejos, una mano le sujetó el brazo. Harry y Ron le habían parado, pero después del gesto que tenían los dos chicos, más por parte de Ron, de duda y estrañez, Harry alzó su mano hacia Draco, el también dudando se la tendió a él, y  los dos chicos, que habían sido enemigos desde hacía casi seis años, se dieron la mano tal y como tendría que haber sido el primer día en que se conocieron.

Por su parte Ron no se la dio, simplemente le hizo una mueca que parecía una sonrisa, había cosas que tardarían en cambiar.

Bajó las escaleras principales, y para su sorpresa allí se encontraba Hermione, sentada en el penúltimo escalón, ella no se había dado cuenta que Draco estaba a su lado mirándola. Mirando al frente se aclaró la garganta, a lo que la chica dio un respingo y se giró para encontrarse con el chico cara a cara.

- Ya has salido!- dijo con voz temblorosa, no sabía exactamente como actuar, esa situación resultaba demasiado extraña.

- Bueno, habría salido antes, pero resulta que soy alérgico a las flores silvestres y tuve que quedarme para que me desintoxicaran- dijo aguantando todo lo que podía la risa.

- Qué?? Yo no sabía…yo pensé…lo siento- dijo asustada, cuando se ponía nerviosa tendía mucho a tartamudear, pero paro en seco de disculparse cuando vio que Draco estaba conteniendo la risa- serásss….Draco Malfoy, tendrías que haber sido alérgico a ellas y quedarte postrado en la cama un mes más.

- Vaya, vaya, así agradeces que te salvara la vida, jejeje- el ambiente se había apaciguado, y las cosas volvían a estar como siempre.

Ambos pasearon juntos, salieron a los terrenos de la escuela, y llegaron  al árbol donde una vez se sentaron juntos a hacer el trabajo. Draco le contó todo lo que le había explicado el director Dumbledore, y ella escuchó en silencio, interrumpiendo solamente para reprocharle sus comentarios para con Harry y Ron.

- Bueno, resumiendo, ahora no tengo un hogar donde ir, seré perseguido por los compañeros de mi padre y no se como será mi vida aquí dentro a partir de ahora.

- Pero las cosas han cambiado, no estarás solo, ahora tienes a Harry y a Ron… y a mí- las mejillas de Hermione se sonrojaron, ya no le importaba luchar contra lo que se estaba apoderando de ella, lo había comprendido cuando Draco le dijo que se marchara para salvarse, lo comprendió todo.

Draco la miró, como explicarle tantas cosas si él era el primero en no saber decirlas? Pero no estaba seguro que era lo que sentía ella, y podía ser que siguiera teniéndole en cuenta que le mintió y la utilizó.

Sus manos empezaron a sudar, se estaba poniendo nervioso, como podía resultarle tan difícil algo que en otras circunstancias abría sido pan comido? Pero claro, no eran otras circunstancias.

Hermione lo miró divertida, era gracioso ver al chico más orgulloso del mundo perdiendo la compostura en situaciones comprometidas, pero la paciencia tenía un límite y ella ya estaba llegando a él.

Ella se inclinó y agarrando el cuello de la camisa lo acercó a ella y unió sus labios con los de él. Fue un beso rápido y fugaz pero lo suficientemente aclaratorio para Draco, que todavía tenía una cara llena de sorpresa, y si se hubiera visto en un espejo en es momento se daría cuenta que parecía un inmenso idiota.

- Mira que puedes ser rarito, Draco Malfoy- dijo Hermione intentando ocultar la cara enrojecida y su nervioso, nunca se hubiera imaginado que podría hacer algo como aquello. Draco reaccionó.

- A que te refieres con eso de "rarito"? Eres tú la que me pareces la rarita.

- Bueno teniendo en cuenta que nunca te piensas las cosas para actuar… digamos que te pones nervioso cuando te sientes incómodo y…

- Cállate Granger..- esta vez el la besó, un beso lleno de ternura, tanto tiempo deseado y que por fin le era entregado, su mano se enredó en los cabellos de la chica, la otra en su cintura, atrayéndola más a él. Por fin, después de tanto tiempo de rodeos, habladurías, meteduras de pata, ella no le odiaba, ella le correspondía, pero…

Repentinamente él se separó de ella, Hermione se extrañó, pero no dijo nada, sino que se quedó mirando perpleja.

- Yo no tengo nada…no tengo nada que entregarte, nada que ofrecerte, nada…- dijo tristemente el chico, Hermione le volvió mirar divertida.

Hermione sin pensárselo dos veces introdujo su mano derecha por el interior de la camisa de Draco, posándola en su pecho.

- Granger!!!!- dijo asustado.

- Tienes esto….tú corazón…eso es lo único que yo quiero- dicho esto volvió a sacar la mano del interior de la camisa. Draco la miró y esbozó una sonrisa.

- Pues si que te conformas con poco

- Idiota.

Los dos empezaron a reír. Draco la volvió a mirar y dijo:

- Yo si quiero algo de ti

- El qué?- dijo ella, sus mejillas se tiñeron nuevamente de rojo.

- Tú nombre.

- Eh?

- Serás mal pensada, seguro que estabas pensando en otra cosa- Hermione le sacó la lengua como contestación, pero él alargó la mano y le acarició la mejilla.

- Hermione…que extraño se me hace

- Bueno, yo siempre he pensado que nunca me han gustado los cambios.- dijo ella sonriéndole

- Y que piensas ahora?-él le devolvió la sonrisa.

- Pues….que "no me importan"…Draco

Se volvieron a acercar y se fundieron de nuevo en un tierno beso, una alianza, un nuevo comienzo, una nueva aventura….pero eso chicos, es otra historia.

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Buahhhhhh, se acabó, finito, caput, no hay más, snif snif, no sé si os habrá gustado, pero yo me doy por satisfecha.

Quiero aclarar que los datos utilizados sobre la Orden de Fénix son correctas, quiero decir los componentes, esque me encantan y creí apropiado incluirlos.

Y bueno, cualquier cosilla ya sabes a traves de reviews o por correo, lo que querais, a shiro_cl@hotmail.com.

 Han sido unos tres meses de fic, pero los he disfrutado, gracias a todos los que me han escrito, a los que me han apoyado, a los que me han dado ideas, a todos, y espero que me sigais apoyando en mi próximo fic "Al Anochecer", que será bastante oscuro y misterioso(eso espero, la idea todavía no está muy pulida, jejeje)

Quiero dar especial agradecimiento a todos los que me habeis dejado reviews como: Star Ariala,  Kurai Neko, Rosa, Cygni, Koré, Melania Weasley, J@ina, Marta O., Drin, Tamara, Lolit, ross malfoy, kanoe(patri), i-chan, larvas69, y mucha, mucha gente más que opinado pero no ha dejado reviews pero yo se que habeis estado ahí. Gracias a todos.

Pues nada, ya lo dejo, aunque me pese mucho, porque le había cogido mucho cariño al hacer este fic, y….jo que si que ya me voy, que si ….

Muchos besos a tod@s y por favor seguir leyendo y disfrutando, como lo he hecho yo siempre.

Nos leeremos pronto.

"Cuán hermoso es el reino

que nos abre la imaginación"