En cualquier otro momento, ninguno de los dos hubiera podido explicarlo, pero en ese instante todo tenía sentido. La manera en que sus manos encajaban juntas como si fueran engranes hechos para permanecer unidos, el cómo casi podían sentir cómo sus corazones se movían en sincronía y ese pequeño de jevu en el instante en el que él presionó sus labios contra los de ella.

Fue algo mágico, aún cuando se trató de un beso corto. Ella misma regresó el gesto, ganándose un suspiro por parte del chico. En unos segundos ambos abrieron sus ojos simultáneamente al momento de separarse.

-¿Tú también...?- preguntó ella en voz baja. Adrien asintió aún con sus frentes juntas. Los dos habían tenido esa sensación de que todo estaba bien, de que justo eso era lo que debía pasar en ese instante.

En total silencio ambos se encaminaron al lugar mencionado. Allí en una banca los jóvenes tomaron asiento y tras tomar suficiente valor, Adrien finalmente sacó su teléfono.

-¿Estás lista...?- preguntó, sintiendo algo de arrepentimiento al abrir una ventana para que la chica se echara hacia atrás con su decisión de descubrir lo olvidado. Pero todo fue dejado a un lado cuando sintió como ella tomaba su mano y ejercía un poco de fuerza, mientras con la otra tomaba el otro extremo del aparato para presionar el inicio de la reproducción con su pulgar.

Ocho minutos, ese era el aproximado de la compilación que el chico había hecho de sus apariciones en las cámaras de seguridad. Marinette no despegó ni un momento los ojos de la pantalla, mientras que su compañero no los despegaba de ella. Intentaba descifrar una especie de reacción, pero era inútil descubrir algo más que concentración en la expresión de la chica.

Al concluir el vídeo, ninguno de los dos medió palabra al instante. Ella dejó ir su agarre del celular y Adrien lo depositó en su mochila de entrenamiento. Al voltear hacia ella, casi pudo jurar oír los engranajes en su cabeza intentando colocar todo junto de nuevo, desde su último recuerdo antes de perder el conocimiento hasta el instante en el que despertaba tomada de las manos con Cat Noir.

El chico puso una mano en su hombro intentando llamar su atención, ella lo miró y ambos intercambiaron una leve sonrisa. Poco más de un año de secretos se había venido abajo en instante, y sin embargo, no se sentía mal para nada.

Marinette rodeó su cuello con sus brazos y descansó su cabeza contra su pecho. El corazón de Adrien retumbaba con fuerza contra su oído, lo que la hizo sonreír. Con una mano colándose por su nuca y enredándose entre sus cabellos, ella buscó relajarlo. Suavemente ella deslizó sus dedos entre sus hebras, separándolas una y otra vez.

Se dio cuenta de que sus esfuerzos funcionaron en cuanto una respiración profunda del chico contra su rostro y cómo sus brazos correspondían a su abrazo al fin. Adrien plantó un beso en su cabello y se quedó allí un momento.

-Voy a matarte...- murmuró ella de pronto. Él comenzó a reír.

-Creí que Fu era quien se encargaría de eso.

-Eso no me quita el derecho a mí de hacerlo, grandísimo irresponsble...- afirmó ella con un todo tan dulce que era imposible sentirse temeroso.

Adrien comenzó a reír y la abrazó con más fuerza.

-Tengo una media hora antes de que mi padre comience a intentar dar conmigo de nuevo para que regrese a casa.

-Suena como el tiempo justo para una vuelta por la ciudad.- respondió ella finalmente soltándose del abrazo para sonreírle entusiasmada.

El tiempo se fue volando. Un sonriente dúo de adolescentes en mágicos trajes se acercaron al cabo de un rato a la mansión Agreste, intentando no llamar la atención de nadie a su alrededor. Cat Noir abrió desde afuera la ventana de su habitación con una manía ya bien aprendida y se adentró en esta. Su compañera se sentó en el marco.

-Bueno...- dijeron ambos al mismo tiempo, riendo al percatarse de esto.

-Esto va a ser una locura...- comentó Adrien.- ¡Por fin sé quien es la chica de mis sueños! Es increíble.

-Por favor. Pudimos con esa información en un sólo día y nos las arreglamos para tener una relación bastante estable, según parece.- rió ella.- Creo que nos irá bien.

El chico asintió con una sonrisa, dejándose ser cuando ella tomó su rostro y lo besó con ternura.

-Buenas noches, Marinette...- murmuró él.

-Buenas noches, Adrien...- La heroína tomó camino a su propio hogar.

-Es gracioso...- comentó Plagg finalmente haciendo aparición luego de darle su espacio con la chica.

-¿Qué cosa?- preguntó Adrien.

-Te prometí que no dudaría en ser el primero en salir corriendo si nos metíamos en problemas... y ya lo había hecho...

Wattpad, cariño, ¿por qué diablos tienes el botón de "Guardar" tan jodidamente pegado al de "Publicar"...? ¡Me publicó el capítulo a medio escribir! Casi me da algo...

Y pos, con esto acabamos este fic completamente random actualizado de forma compulsiva... Y antes de que vengan con la insistidera de que los siga, le recuerdo que aún tengo que terminar dos más y terminar tres one shots. Si quieren que siga trabajando con el resto, se aguantan...

Además de que sólo eso tenía para esta historia. En serio fue bastante impulsiva, ¡que iba a ser un one shot!