-¡Garras fuera!- El gatuno kwami abandonó el anillo del chico al instante y miró a su alrededor.

-Sabes que soy el primero en alentar cualquier acto de rebeldía con tal de sacarte de esa jaula que tu padre llama "rutina", pero hasta yo sé que esto es una locura.- comentó Plagg al comenzar a seguir al chico mientras este subía escaleras arriba con sigilo.

-Lo sé.

-Vas a meterte en muchos problemas...

-Lo sé.

-Y no hablo sólo de que puedan atraparte y pases el resto de tu vida en prisión, o peor aún, que tu padre se entere de dónde te metiste.

-Lo sé.- Las palabras de su pequeño amigo no parecían distraer a Adrien de su propósito. Este caminaba con pasos firmes sin siquiera molestarse en voltear a verlo.

-Ladybug podría molestarse contigo...

-No se veía molesta en esa foto...- aseguró el chico.

-Esa niña no debió tomarla. Si no la hubieras visto, no estarías metido en esto ahora.

-No, Plagg.- respondió el rubio al detenerse finalmente frente a una puerta específica.- Es todo lo contrario. Gracias a Alya, es que sé que tengo una oportunidad y cómo aprovecharla.

Los dos se adentraron en la habitación de seguridad, que era apenas iluminada débilmente por las pantallas de las cámaras de seguridad. Adrien se acercó a la computadora e insertó la memoria que tenía con él.

-No dudes que seré el primero en salir corriendo de aquí si nos metemos en problemas.- prometió el kwami.

-Te conozco demasiado bien para saber que tu conciencia te hará regresar.- respondió su portador con una sonrisa.

-¿Y esperas que nadie se acerque a la oficina hasta que encuentres lo que buscas.

-Espero que nadie se acerque hasta que copie lo que necesito. Ya revisaré los vídeos de seguridad en casa.

Un poco ansioso por la clandestinidad de todo aquello, se apresuró a escudriñar entre los archivos de seguridad de esa semana. Su corazón dio un vuelco al ver por fin en la pantalla la razón por la que había corrido todo ese riesgo, pero se detuvo al escuchar pasos de botas en la lejanía hacerse más y más notorios.

-Adrien...- llamó Plagg ocultándose en su camisa.

-Sólo unos segundos...- murmuró el chico fijando su mirada en la pantalla mientras arrastraba el archivo con desesperación hacia su memoria.

El ruido de los pasos se hacía más y más cercano hasta llegar a la habitación. Abriendo la puerta de la oficina, el guardia de seguridad observó el lugar con cuidado y entró, se sentó cómodamente en la silla frenta a las pantallas y se dispuso a quedarse allí por el resto de la noche.

Lo que jamás pudo imaginar es que estuvo a tan sólo unos instantes de descubrir a un testarudo chico que por amor se las arregló para, utilizando sus poderes de una forma totalmente irresponsable, infiltrarse durante la noche en un importante edificio con el fin de llevar a cabo una teoría que llevaba ya dos días dando vueltas en su cabeza.

Dos felinos ojos verdes brillaban en la oscuridad, observando desde el techo como el sujeto en uniforme de seguridad comenzaba a quedarse dormido. Sigiloso, descendió con ayuda de sus garras por la pared y sin hacer ni un solo ruido, cerró la puerta tras él al dejar la oficina.

La preciada memoria era volteada una y otra vez entre los dedos de Adrien una vez que este se encontraba en la tranquilidad de su habitación.

-¿Te molestaría explicarme ahora de qué se trata todo esto?- pidió Plagg intrigado en su hombro.

-La fotografía de Alya...- murmuró el chico.

-Vamos, Adrien, que no es la primera vez que besas a Ladybug y lo olvidas todo, sólo para darte cuenta después por un medio público.- reprochó el kwami.

-No, Plagg. No lo que hay en ella, sino la fotografía como tal.- explicó.- Ninguno de los dos recuerda ese beso, lo que significa que fue tomada antes de que Laybug lanzara su poder para reparar todo.

-Creo que eso es bastante obvio.

-Sí, pero me dio una idea... Su poder no eliminó la fotografía, una que fue tomada antes y que capturó algo que sucedió antes también.

-No eliminó la fotografía...- repitió el kwami comenzando a procesar su hipótesis.- Entonces quizás no eliminó...

-Los videos de seguridad del edificio.- completó Adrien levantando victorioso la memoria.

-Entonces... ¿esperas ver como ambos seguramente dieron vueltas por el edificio sin tener idea de qué estaba pasando?

-Es más que eso. Poco antes de que Oblivio me disparara, hay dos cosas que recuerdo.- comentó él.- Usé mi cataclismo y Ladybug su amuleto encantado. Estuvimos bastante tiempo en ese lugar, es imposible que nuestros poderes estuvieran activos hasta el momento en el que recuperamos nuestra memoria.

-Mmm... Debieron detransformarse en algún momento y volver a transformarse.

-Y ese momento en el que quedamos con nuestras identidades secretas al descubierto del otro.. está en alguna de las grabaciones de las cámaras de ese día...- concluyó Adrien insertando el preciado objeto de color azul en el monitor de su computadora.

Puede o no que lleve dos días viendo y reviendo el episodio y que de por casualidad se me haya quedado algo por ahí que haya querido exponer en un fic... eso y que no quería que se me comieran la idea XD

Y no, no tengo idea de qué sigue. Es decir, literal se me ocurrió hace un par de horas y me puse a escribir. Iba a ser un one shot, pero la verdad es que podría ser interesante explorar esto un poco más...