Aquí otro corto escrito por Julieth Nobunaga (mi hermana) ¡Hurra!
disfruntenlo mucho :)
La niña consentida de mamá y papá acababa de concretar una salida con sus queridas amigas al centro de Londres para ir a bailar y ella sería quien las llevaría en el auto más lujoso que había en la mansión Hellsing: el Rolls Royce de su madre. El año escolar había terminado y como era costumbre, las jóvenes damas hacían una salida para cerrar con broche de oro el triunfo de pasar el año en limpio. Está vez, Christabel se ofreció a llevarlas y por otro lado quiso aprovechar el poder conducir el auto preferido de su madre. Cosa que era muy complicada de pedir.
0o0o0o0o0o0o0
— ¡Mamá! Hoy saldré con mis amigas al centro de Londres, ya sabes para cerrar el año escolar…Pero quería pedirte algo especial…
— Claro hijita puedes ir, pero no te prestaré el Rolls…
— ¡Mamáaa, Por favor! ¡Lo necesito! hoy seré yo quién conduzca y tienen que verme en un auto genial, o sea, ya sabes una chica genial en un auto genial.
— Cariño, ya tienes tu propio auto. — replicó Integra arreglando asuntos de trabajo en su teléfono móvil
— ¡Mamii!, pero mi auto no es tan genial como ese. Te prometo que lo cuidare. No, te lo juro, es más si quieres yo lo llevo a lavar y le lleno el tanque. ¿Siii? Por fis.
— Ummm No lo sé Chris… La última vez que se lo presté a tu hermano Christopher me lo trajo con un terrible rayón…. Y no olvides que hace unos años cuando hizo la supuesta fiesta aquí en la mansión, terminó en algo fatal; el auto prácticamente fue sumergido en la piscina
— ¡Ah! Mamá, nada de eso fue culpa mía, sabes que él es bastante tonto y descuidado con todo, excepto con el mismo claro… Ya verás que yo no. Por fis mamá. Te lo ruego
— Ummm no lo sé..
La pelinegra le hizo ojitos tiernos a su madre, acto con el que siempre lograba engañar a sus dos padres para obtener lo que quería.
— Mmm. Si me lo traes en mal estado haré que te suspendan la licencia por un buen tiempo
— ¿Eso es un sí, verdad? Gracias mamá te amo, eres la mejor, te prometo que lo traeré sano y salvo
— Eso espero, Christabel Georgette.
Integra amaba ese auto y era muy pocas las veces que dejaba que sus hijos lo condujeran. Las últimas veces le había salido muy caro gracias a su hijo mayor, por eso ella misma les compró un auto de una marca menos ostentosa para cada uno. Christabel quedó satisfecha con su auto, pero Christopher era aún más ambicioso y vanidoso así que aparte del regalo de su madre, se compró un Lamborghini sólo para irse a rodar con sus amigos y de paso hacer apuestas de cuál era el más rápido y lujoso.
0o0o0o0o0
En la noche
Christabel ya lista para salir fue a la cochera para tomar el auto prestado.
Al abrir la puerta del garaje vio a su hermano mayor limpiando los espejos retrovisores del Rolls Royce.
— Hola hermanito, ¿Mamá te pidió el favor?
— Hola Gigi … ¿Cuál favor? — preguntó el joven sin voltear a mirar a su hermana.
— Ammm pues...¿Por qué estás limpiando los espejos del Rolls?
— Bueno, es que voy de salida, tengo una reunión en la casa de Islands y tengo que irme súper elegante y bueno tu sabes el Rolls combina mejor con…
— Espera espera ¿qué dijiste? ¿Te vas a llevar el Rolls ahora?
— Pues sí, querida .— Le respondió el joven alzando una ceja
— ¡Wow alto ahí! Mamá me lo prestó a mi, yo también tengo que salir ahora para llevar a mis amigas al centro de Londres, así que quítale las manos de encima.
— Ja, tu no me das órdenes, aquí el mayor soy yo, además yo también le pedí el auto a mamá.
0o0o0o0
Unas horas antes
Integra estaba en su oficina leyendo unos informes con datos estadísticos que necesitaban bastante concentración para entenderlos, en eso llegó su querido hijo y le dijo: — Má, esta noche saldré, iré a la casa de Islands.
— Ajá ¿Y qué harás allá? —Dijo la rubia sin prestarle mucha atención
— Harán la ceremonia de nombramiento del nuevo capitán del equipo de Polo. Sir Islands movió algunas fichas para que Darryel quedará de capitán y pues yo como su mejor amigo debo ir.
— Ajá, me alegro. Por favor dale las felicitaciones de mi parte. —Dijo Integra sin despegar la mirada de los papeles.
— Okey má… Y me llevaré el auto.
— Ten cuidado. Por favor avísale también a tu padre.
— Va bene, Ciao.*
0o0o0o0o0o0
— ¿Ah? Eso no es cierto, mamá no comete la misma estupidez dos veces.
— Puff, por qué le prestaría el auto a una bebé de dieciséis años cómo tú, ni siquiera sabes conducir, necesitas que papá te dirija.
— Ay cállate Christopher. Yo ya sé conducir, el que no sabe eres tú o acaso ya se te olvidó cuando le hiciste tremendo rayón a este auto. — Señaló ella el costado del auto.
— No fue culpa mía…
— Si, esa es tu excusa.
— En fin… nos vemos mañana. Llévate el BMW para eso te lo dieron.
—¡No, Christopher! Llévate tu Maserati, para eso te lo dieron —dijo la pequeña vampira ya con la cara roja y con los cachetes inflados.
— No me vayas a hacer una pataleta Christabel, eso no funciona conmigo. —Christopher ignoro por completo a su hermana y entró al auto para luego encenderlo.
La adolescente, con toda la indignación encima optó por usar su mejor arma : La rabieta
— ¡PAPÁAA! — gritó la jovencita
El muchacho torció los ojos, se bajó del auto y esperó la llegada del vampiro mayor. Una vez que Christabel llamaba a su padre ya no había manera de escapar.
Los ojos de la niña ya estaban llenos de lágrimas y en menos de un minuto una sombra espesa empezó a salir a través de la pared. Era Alucard que llegaba a rescatar a su pequeña.
— ¿Que sucede Christabel? —Preguntó el vampiro
— Papito... Mi hermano Christopher no me quiere dejar llevar el Rolls de mamá, Ella me dijo que yo lo podía llevar… Y él simplemente lo tomo así sin más… Él es tan cruel, siempre se aprovecha por ser el mayor —dijo entre sollozos la pelinegra.
— ¡Ah, qué exagerada eres, Christabel! ¡Te acabas de ganar un maldito Oscar!
— ¿Si ves como me está hablando, papito? Es tan grosero… Buá...— siguió quejándose la niña entre lágrimas de cocodrilo.
— … dejen de hacer drama los dos, Integra les dió a cada uno un automóvil, ¿por qué demonios no lo usan?
— ¡Papi, tu no entiendes! O sea, yo necesito salir con mis amigas, me comprometí a llevarlas y traerlas… qué pensarán de mí si no las llevo en un auto genial.
— Y yo necesito ir a una maldita reunión con mi mejor amigo. Y no es cualquier reunión de mierda. O sea, que dirán los asistentes de mi.
— Christopher cuida tu vocabulario.
— Perdón Pá…
Alucard no podía creer lo complicados que eran los adolescentes y lo fácil que se ahogaban en un vaso con agua. Pero eran sus hijos y quería verlos bien, así que siempre trataba de ser condescendiente y buscaba la manera de ayudarlos en sus estúpidos problemas.
— Umm bueno… entonces haremos esto, —propuso Alucard. —Christopher, tú llevarás a Christabel con sus amigas al lugar a donde tengan que ir, las dejaras allá, luego tú irás a tu supuesta reunión y cuando ésta finalice recogerás a las chicas y las llevarás hasta sus casas. y finalmente regresarán los dos aquí en el maldito auto…
— ¡¿Qué?! ¿Me vas a poner de niñera padre?, Christabel ya está grande, ella se puede ir sola con sus amigas…
— ¡Agh! Qué hipócrita eres, Christopher. Hace rato me decías que yo era una bebé…
— Olvidalo papá, no llevaré a nadie, yo tengo el plan de quedarme toda la noche allá, es mi deber acompañar a mi mejor amigo.
— ¿Tu deber? ¿Amigo? Seguramente tú deber es con alguna mujerzuela estirada… ¡ah, sí! la prima política de Darryel. —Dijo con sorna la jovencita
— ¡Agh! Qué bocona eres Christabel…
— Ya cierren la boca los dos o hacen lo que les dije o ninguno sale esta noche. —Impuso el Rey no muerto ya harto de la situación
—…
Los hermanos se quedaron mirando sin saber qué era peor. Y en eso llegó la matrona de la mansión
— Alucard, vámonos tenemos que salir ahora mismo, hay un asunto que resolver en Westminster. Nos iremos en mi auto.
Alucard sonrió y los jóvenes quedaron desubicados ante la orden de su madre.
— Mamá pero nosotros nos íbamos a ir en el Rolls…
— Muy bien dicho hijo, "íbamos"
— ¿Y ahora que vamos a hacer? —agregó la hija menor
— No lo sé Christabel, no es mi problema. Yo tengo que salvar al mundo —respondió con sarcasmo la rubia mientras se subía al auto.
Alucard le quitó las llaves al muchacho, se subió y arrancó, mientras Íntegra por la ventana del copiloto les gritaba: —Los amamos, tengan cuidado.
Christabel y Christopher quedaron parados en el garaje con la boca abierta y viendo un chispero**
Fin
*Está bien, chao (en italiano)
**Viendo un chispero: expresión colombiana "Quedarse frustrado al no cumplirse lo que esperaba o lo que le habían prometido"