Buenaaas! Aquí traje la actualización! Antes que nada, quería rectificar algunas cositas que se me pasaron de alto en el anterior capítulo… y en el anterior!
*Desmembrizado no existe, la palabra es desmembrado n.n
*No es equipamento, sino equipamiento O_O en serio suena mejor de la otra forma pero bueno, es lo correcto…
*Los personajes secundarios sí que importan, pero no quería darle mucho hincapié en ellos en el anterior capítulo, pero a partir de ahora tendrán más actividad.
Y para explicar las razones por las que me demoro escribiendo… muchas veces lo tengo listo a tiempo pero en mi país no tenemos internet en "todas partes", o sea, no funciona ni a nivel de móvil y ni siquiera se nos permite tener Wifi en las casas. Solamente hay Wifi en los parques con internet disponible, aunque restringido, en cual tiene una velocidad como máximo de 2Mb/s lo cual es muy deprimente. Quiero decir, mi país, un país tropical exuberantes en lluvias, no puedo salir constantemente al parque, además que cada hora de internet vale un dólar, y es muchísimo, porque el salario normal de un trabajador aquí en Cuba es de unos 20 dólares al mes (18 US al mes, lo cual se tiene que dividir en comida, electricidad, etc.… pero ya esos son otros temas, prefiero no meterme en política). Deprimente. De igual forma, estoy estudiando ahora mismo para obtener la carrera que quiero así que tengo que darle más prioridad a eso que al resto de las cosas.
De todas formas, no pretendo dejar este fic a medias ni mucho menos dejar Fanfiction… sólo les pido que me tengan un poco de paciencia!
Y dicho esto, empecemos!
El Verdadero Héroe de Hyrule
Capítulo III
Los trajes de las Princesas
Durante la trayectoria, las jóvenes princesas evitaban al máximo mirar al pobre Héroe que tenía todo su orgullo literalmente en el suelo; mientras que el Rey estaba contando una de esas tantas historias que tanto Link como Zelda habían sido víctimas de oír ya más de una vez, y ahora era el turno de la pobre Mipha.
―¡Y entonces, justo cuando pensé que no podría hacerlo― decía el Rey con entusiasmo― LA METÍ HASTA EL FONDO! El grito de ella se escuchó tan alto que todos los que estaban cerca tenían que taparse los oídos.
―Siento pena por el chófer, que ha de escuchar esto e imaginarse cosas que no son― pensó Zelda.
El Rey le contaba a Mipha la historia de cómo había asesinado a la Madre Araña Gonma en sus tiempos de juventud... hace mucho, muuuucho tiempo. Pero cualquiera que escuchase las frases del Rey sin saber el tema antes, lo malinterpretaría (precisamente por ello lo puse como el primer diálogo XD).
―¡Ya hemos llegado!― gritó el chófer.
Los viajeros salieron del carruaje para encontrarse con la primera imagen del Reino Zora, que bien podía verse la estructura elevada y la gigantez de los detalles. El color azul abundaba en el reino, casi hasta dolían los ojos de verlo. Era de destacar que ciertamente la arquitectura del reino era la más extravagante, aunque hermosa, de Hyrule.
Mipha acompañó a sus invitados a la entrada del Reino, donde comenzaba con las tiendas y los mercaderes, mientras fueron subiendo las largas y pequeñas escaleras, hasta llegar a la gran cópula central que tenía forma de pescado, donde los esperaban el Rey Zora Dorphan y el pequeño príncipe, Sidon.
―¡Bosphoramus!― gritó el Rey Zora que se levantó de su trono con los brazos abiertos.
―¡Dorphan!― llamó el Rey de Hyrule hasta acercarse a su amigo y darle un fuerte abrazo― ¡Cuánto tiempo, amigo!
―¡Has engordado!
―Ya te tocará en un par de años, ya te tocará.
Y no sabía cuánta razón tenía el Rey, si supiera que dentro de un siglo el Rey Zora sería tan grande y gordo que jamás podría levantarse del trono, porque literalmente abarcaría todo el espacio del salón... Pero bueno, volviendo a lo que estábamos.
―Link, Zelda... Él es mi padre, el Rey Zora, Dorphan― dijo Mipha―. Y este chiquitín de aquí es mi hermanito Sidon.
Ajá, ese chiquitico que en unos cien años sería probablemente el doble de tamaño que Link y que sería el hablar de todas las chicas del reino zora debido a su indudable belleza... (Jamás pensé que diría eso de un pescado XD) Y ahora no era más que un adorable y tierno chiquitín.
―Padre, él es Link, el Campeón Hyliano, y Héroe de Hyrule― presentó Mipha.
El Rey Zora miró con una determinación casi abrumadora al joven Héroe, quien trataba de ocultar su vergüenza bajando su cabeza. Ésta se supone que debía de ser una introducción épica… pero estaba en pelotas.
―Me han hablado mucho de ti, joven...― decía Dorphan―. ¡Pero nunca había escuchado que eras exhibicionista! Aunque no te preocupes, en esta región no existen los prejuicios, ya que ninguno de los zora lleva calzones.
Y ahí es donde comienzas a preguntarte... ¿Los zoras tienen partes genitales? Porque la verdad andan prácticamente desnudos y si no fuese por el rostro y la voz no se podría diferenciar entre un hombre y una mujer... Ejem, ejem, disculpen por irme del tema todo el rato, enseguida volvemos a lo que estábamos.
―Estoy ansioso por saber de lo que eres capaz, hijo mío― decía el Rey Zora.
―Hablando de eso... ¿Cuál es el problema que necesita urgentemente nuestra ayuda?― preguntó el Rey.
―Sí, seguro... "nuestra"― pensaba Link sabiendo que le tocaría todo el trabajo sucio.
―Verás...― explicaba el zora― Últimamente han aparecido muchos octoroks por aquí... Y se han tragado a muchos zoras.
―¿Y acaso eso tiene algo que ver con la preparación de las Bestias Divinas?― preguntó Link, incrédulo.
―Jajaja― reía el Rey de Hyrule nervioso―, no hagas preguntas tontas, hijo...― ¿Por qué los reyes tenían la manía de llamarle hijo? Quizás era un misterio que jamás se podría resolver...― ¡Obviamente es por "eso"!
―¿Por "eso"?
―¡Por "eso"!
―Ahhhh...claro... Por ESO...
―¡Exacto!
―Qué diantres es "eso"...―se preguntaba Zelda.
―Porque la aparición de estos animalitos podría significar que Ganon está cerca... Y como enemigos al fin, deberíamos desaparecerlos, porque pueden funcionar como espías estratégicamente situados para informarle a Ganon nuestras posiciones― dedujo Link.
El Rey lo miró desentendido, pero le siguió el juego asintiendo varias veces.
―¡Claro que es eso...! ¡No es que haya pensado que los octoroks se tragarían a la Bestia Divina ni nada por el estilo! ¡Jajaja!
―Mi padre es tonto― pensaba Zelda a la vez que se golpeó su frente con paciencia.
―¡Por supuesto! ¡Yo tampoco hubiese pensado eso jamás! ¡Jajaja!― reía Dorphan.
―Son dos idiotas― pensó Mipha.
―En todo caso, descansen por hoy. Han dado un largo viaje e imagino que estén agotados... Mipha, mi querida hija, lleva a nuestros invitados a sus aposentos.
―Sí, padre.
La joven acompañó a Link y Zelda a las habitaciones correspondientes. El Rey decidió quedarse hablando un rato más con Dorphan, tenían serios temas que discutir.
Mipha se encargó de buscarle un traje zora que pudiese usar, aprovechando la oportunidad para dárselo, ya que tenía planeado regalarle esos ropajes en algún momento... Según la tradición zora, los ropajes deben entregarse a su futuro esposo.
El traje encajaba perfectamente en Link, incluso pasaba desapercibido como un zora más. Pero para Zelda, esto era una declaración de guerra.
En el momento en el que lo vio vestido de esa forma, supo las intenciones de Mipha... Pero lo que realmente le molestaba era que Link había aceptado el traje y por tanto también su propuesta de matrimonio... aunque ni ella misma sabía que estaba molesta.
La cena transcurría con normalidad, sí... O al menos eso quería pensar Link. Tal vez no fuese tan difícil si no hubiera mujeres zora bailando sobre la mesa, pisoteando la comida, haciendo un canto lírico tan profundo y misterioso que sonaba justamente como un avestruz, a la vez que daba volteretas al estilo matrix.
Sí, raras costumbres la de este reino, raras costumbres...
―Entonces, Link, veo que has aceptado el traje de mi hija― decía Dorphan mientras se llevaba a la boca un bocado acabado de pisotear por la bailarina.
―Ehh... Sí, no es que fuese precisamente de mi agrado... Pero supongo que es mejor que no llevar nada.
―¿¡Qué insinúas!?― saltó― ¡ACASO OSAS DESAGRADAR DE LOS ROPAJES QUE MI HIJA TE DIO?!
Link, preocupado, sin entender la razón por la cual el Rey Zora estaría tan molesto, siguió explicándole.
―No quise decir que me desagrade, perdóneme. Solo quería decir que no estoy acostumbrado a llevar este tipo de ropas por lo que me resulta algo incómodo, pero lo cierto es que es un traje muy elaborado.
―Oh, entiendo, entiendo... Discúlpeme usted a mí, había olvidado que no solías llevar ropa.
Link no sabía por qué pero tenía el presentimiento de que ese hecho no sería olvidado con facilidad...
Mipha soltó una risita inocente.
―Entonces, Rey Dorphan― dijo Zelda, quien también esperó a que la bailarina pisoteara su plato para llevarse una cucharada a la boca―. ¿Cómo deberíamos empezar la expedición mañana?
―Tenemos localizados a los octoroks que están ocasionando problemas. Les daremos la ubicación y del resto se encargan ustedes.
―Eso suena taaaaan complicado― protestaba Link, ya que estaba esperando una de esas típicas aventuras en las que debían dirigirse al nido de los monstruos y derrotar a un octorok gigante... Como siempre, era algo mucho más simple.
―Pero, como bien usted escuchó... Link se siente incómodo con ese traje...―decía la princesa de Hyrule en un tono sospechoso―. Lo cierto es que sería muy molesto para él luchar contra los octoroks en esas condiciones...
―¿De qué diantres habla la mocosa esta?― pensaba Link.
―Como imaginé que esto pasaría... He preparado un traje que Link pueda llevar sin inconvenientes en la batalla.
―¡Es una declaración de guerra!― pensó Mipha― Princesa Zelda, con todos mis respetos...de ser así, Link no estaría cómodo con el traje que le hizo, por su clara y concisa necesidad de exhibición.
―¿Pero de qué hablan?! No entiendo una mierda...
―¡Pues si lo ves de ese modo, lo correcto sería que Link no llevase ninguno de nuestros trajes!― saltó Zelda.
―¡Estoy de acuerdo!― saltó Mipha.
―Por supuesto... Están discutiendo sobre qué ropas debería llevar Link sin siquiera pensar en lo que él quiere― dijo el Rey de Hyrule―. ¡Nuestro héroe tiene sus defectos... No es capaz de luchar sin mostrar sus partes... Pero debemos aceptarlo tal y como es!
El Rey tonto como siempre, que él mismo sabía que Link no era exhibicionista pero era tonto del todo.
―Oigan, aquí hay un error, yo no soy exhibic...
―¡OHHHH...!― Gritaron Zelda y Mipha al unísono― ¡No debes sentirte avergonzado, acéptate tal y como eres!
Link no entendía lo que estaba pasando, pero parecía que las chicas tenían algo entre manos así que decidió dejar las cosas como estaban, a fin de cuentas, realmente no le importaba la opinión que tendría el Rey Zora de él, aunque la verdad no parecía importarle nada de esto.
Entonces vio que una de las bailarinas se acercaba a su bocado y lo tomó antes de que le pusiese un pie arriba, llevándoselo a la boca y masticándolo con gusto. No se percató de que la música se había detenido, al igual que el baile de las jóvenes quienes al igual que los presentes en la mesa lo observaban quietamente como piedras.
Todos lo miraban con repudio y fue entonces que comprendió que no debía comerse un bocado antes de ser aplastado.
Lo retiró de su boca dejándolo nuevamente en el plato, así mordisqueado y lleno de su saliva, y la música y el baile continuó, haciendo que la bailarina hiciese su trabajo y seguidamente permitir que Link de llevase el asqueroso bocado a sus labios.
―Lo cierto es que así sabe mejor...― pensó. No era como se imaginaba a los famosos bocaditos, pero sí, eran muy ricos.
o―o―o―o―o―o―o
La noche cayó y cada uno de los invitados se había dirigido a sus habitaciones, excepto Link, que estaba dando una vuelta por el Reino ahora solitario, sólo con el brillo de la luna acompañándolo en su recorrido de exploración, ya que todo el pueblo yacía durmiendo, o al menos eso pensaba hasta que vio una pequeña figura destacarse en la lejanía luchando con su lanza contra el viento.
―¿Qué haces aquí, pequeñín?― preguntó Link, acercándose al príncipe.
―¡Entreno!
―¿A estas horas?
―¡Debo proteger a mi ciudad de los octoroks! ¡Necesito ser fuerte!
―Para eso estamos nosotros los Campeones, yo, tu hermana...
―¡No puedo dejarles todo el trabajo! ¡Si puedo ser de ayuda... lo seré!
Link sonrió ante su respuesta. A pesar de ser pequeño, tenía esa actitud tan grande... Se quedó un rato observándolo, dándole consejos sobre sus movimientos, ayúdandolo a entender mejor cómo empuñar una lanza, hasta que ya era demasiado tarde y ambos fueron a dormir.
o―o―o―o―o―o―o
El joven héroe se vio forzado a andar desnudo nuevamente, incluso se atrevía a decir que comenzaba a adaptarse. Cada mujer zora que pasaba a su lado no podía evitar hablar sobre su indudable virtud y por ende causar un estrago en toda la ciudad.
Quién pensaría que Link sería popular incluso entre las mujeres zora... Gajes del oficio XD.
Zelda y él iban caminando en dirección a su primer destino... Pero no intercambiaban conversación y de hecho la situación comenzaba a ponerse un poco tensa.
―Zelda, ¿se puede saber por qué tienes ese rostro tan amargado?― preguntó Link, tratando de romper la tensión.
―¡Hmp! ¡No preguntes estupideces!― respondió sin mirarle al rostro.
―Y ahora qué hice...
―¡Eso es más que obvio!
―Zelda, mírame.
―No puedo.
―Quiero que me mires.
La princesa se sonrojó y lo empujó bien lejos, mirándolo a los ojos.
―¡Pervertido! ¿Cómo te atreves a decirle eso a tu princesa?
―Solo quería que me miraras.
―¡Ya he visto suficiente!
Era obvio que ambos se referían a temas diferentes y siguieron sin darse cuenta de ello durante un largo camino. En realidad, Zelda tenía ese rostro de amargura porque Link había aceptado el traje de Mipha... Y mucho antes de eso, había preferido cenar con Mipha que con ella. Claramente, Link sentía algo por Mipha y eso la molestaba.
En cambio, la realidad era que Link no tenía ni puta idea de lo que el traje en sí significaba, y sobre lo de la cena, ya todos sabíamos de qué se trataba (aunque al final terminó siendo muuuy extraño, pero los bocados estaban ricos).
Se habían encargado ya de unos cuántos octoroks, cuando en una investigación de uno de los cadáveres Zelda se percató de que todos tenían un patrón común: habían estado comiendo besugos óseos, los cuales provocaban que su defensa aumentase.
―¿Qué crees que signifique eso?― preguntó Link. Era interesante verlo tan serio y sumergido en el tema cuando estaba totalmente en pelotas.
―Puede significar muchas cosas, pero tratándose de animales sin inteligencia, no creo que sepan que ingerir esto les aumente su defensa.
―¿Qué sugieres?
―Es probable que todos tengan una guarida en común, un escondite, un nido, donde se reúnen... Y al parecer, en ese lugar abundan estos peces... ¿Se te ocurre algún lugar?
―¿Es algo que puedas ver en tu Sheikah Slate?
―Veamos...
La princesa sacó el ingenioso artefacto y comenzó a interactuar con él hasta encontrar información viable.
―En el mar de Lanayru, hay una cueva cerca... Pueden esconderse ahí y cazar en el mar.
―Vayamos allí.
Fin del Capítulo
Hasta aquí dejo este capítulo, lo cierto es que es un poco más serio que los anteriores pero los próximos serán igual de tontos...!
Especial agradecimientos a Princesa Camison, iiulssmarsali, y EdCa por haberme dejado un comentario y apoyarme, ustedes son los que hacen que escribir tenga sentido para mí, muchísimas gracias, en serio, no saben cuánto apoyo me dan!
Para el siguiente capítulo habrá bastante Zelink y quién sabe, quizá se caliente un poco la cosa jejeje e.e
SPAM! Pásense a leer mi fic The Legend of Zelda: Hypnea Necklace! No es precisamente uno cómico, de hecho es bastante profundo, creo… pero léanselo! ¡Es una orden del Rey de Hyrule XD!
Muchos besooos!