Resumen: Tras la batalla final contra Hawkmoth, Chat Noir pierde la razón al ser revelada la identidad del villano y huye con el Miraculous de Papillon. Para horror de Ladybug, después de ese incidente su compañero se convierte en su peor enemigo, Papillon Noir, quien está determinado a robar su Miraculous.
Notas:
1) Los Personajes no me pertenecen, son propiedad de ZAG Heroes, y los créditos son de Thomas Astruc y su equipo.
2) Este fin está realizado sin fines de lucro, solo por diversión.
3) Puede contener Spoilers de lo que ha aparecido en la tercera temporada
PAPILLON NOIR
CAPÍTULO 1: PRÓLOGO
Le Parc des Princes
Esa noche
Los héroes rodearon a Hawkmoth tras haber vencido a la oleada de akumas que había preparado tras una acalorada batalla que había dejado heridos a la mayoría de ellos, pero afortunadamente ninguno de gravedad. Chat Noir tenía un feo corte bajo su ojo derecho, que sangraba profusamente, y Carapace una estocada superficial en su espalda cuando se lanzó a proteger a Rena Rouge.
Tras la batalla Mayura había logrado escapar del estadio con ayuda de Hawkmoth, pero el villano principal, el terrorista que había atacado constantemente la ciudad los últimos años, estaba rodeado finalmente, sin ninguna posibilidad de escapar de los cinco héroes que portaban los otros Miraculous.
Decidida a no cometer el mismo error que cometieron cuando pelearon contra Hawkmoth en persona por primera vez, Queen Bee invocó su poder de Venin y paralizó al villano para evitar que se moviera.
Chat Noir sacudía los hombros lleno de impaciencia en un estilo muy gatuno de su parte. Estaba impaciente por terminar todo este asunto. Por fin habían vencido a Hawkmoth. Por fin sabrían su identidad y todo esto terminaría. Por fin podría revelar su identidad a Ladybug, y descubrir la de ella. Podía dejar de tener secretos, y solo se transformaría para encontrarse con su Lady.
Y justo cuando estaba pensando en ella, el chico sintió su mano deslizándose sobre la suya, y Chat Noir sonrió. Ladybug le lanzó una mirada significativa.
Ellos habían comenzado esa pelea. Ellos debían ser quienes la terminaran.
Ladybug y Chat Noir caminaron juntos hacia Hawkmoth, quien se mantenía inmóvil gracias al poder de Queen Bee. El chico estaba un poco entristecido por el más reciente rechazo de la heroína, pero había puesto sus sentimientos a un lado para poder pelear contra Hawkmoth. Ahora, toda amargura había desaparecido de lo feliz que estaba porque el villano había sido por fin vencido.
-¿Puedes hacer los honores, chaton?- dijo la heroína, apretando suavemente la mano del chico. Chat Noir asintió con una sonrisa, y con su mano libre, tomó el Miraculous del pecho del villano y lo arrancó de sus ropas.
La transformación de Hawkmoth cayó, liberando al pequeño kwami de color morado, quien cayó pesadamente en la mano de Chat Noir, junto con el Miraculous. Satisfecho de haber liberado a una víctima más del malvado villano, el chico sonrió y levantó su vista para por fin conocer a a persona detrás de la máscara del malvado Hawkmoth, solo para encontrarse cara a cara con su padre.
"No", pensó el chico mientras que palidecía mortalmente. Parpadeó para aclarar su vista, pero no había ningún error. La furiosa mirada de Gabriel Agreste estaba fija sobre él y Ladybug. Su padre había sido Hawkmoth. Su padre era un criminal y un terrorista "esto no puede ser cierto"
Pensando que su mente le estaba jugando trucos de tan agotado que estaba, se volvió a Ladybug para confirmación. La chica parecía tan sorprendida como él, soltando su mano y llevándose las suyas a la boca para ahogar un grito. No, no había estado equivocado.
Su padre, Gabriel Agreste, era Hawkmoth.
Recordaba vagamente cuando Ladybug le mencionó que ella creía que Gabriel Agreste era Hawkmoth, pero pronto la evidencia convenientemente mostró justamente lo contrario, al ser akumatizado.
Demasiado conveniente.
Justo ahora era dolorosamente obvio: Hawkmoth había perdido el Grimorio de los Miraculous, y sabía que si caía en manos de Ladybug, ésta conocería inmediatamente su identidad. Solo Ladybug lo hubiera podido saber, ya que en esos momentos Chat Noir ignoraba todo sobre el Guardián y el Grimorio.
Hawmoth era su padre. ¡Hawkmoth era su padre!
Chat Noir estaba tan sorprendido por esa nueva información, que solo regresó a la realidad cuando Ladybug apretó sus manos furiosa y le dio una bofetada que tiró al villano al suelo. Los otros tres héroes dejaron escapar una exclamación sorprendida, pero las emociones de Chat Noir estaban tan fijas en el horror del nuevo descubrimiento que apenas pudo reaccionar.
-¡Ladybug!- dijo Rena Rouge en un tono de incredulidad.
-¡Cómo te atreves a ser Hawkmoth!- gritó Ladybug, tan furiosa que hizo que Chat Noir diera un respingo de sorpresa por el coraje en su voz- ¿cómo te atreviste a hacer esto?- lo tomó de la solapa de la camisa, mirándolo con verdadero odio- ¡¿cómo le pudiste hacer esto a Adrien?!-
Chat Noir sintió un vuelco al escuchar su nombre de los labios de Ladybug. Gabriel Agreste no dijo nada; sino que mantuvo la mirada en el suelo.
-¿Cómo pudiste hacerle eso a Adrien?- repitió Ladybug, haciendo un esfuerzo por moderar su voz, pero todo su lenguaje corporal gritaba que estaba furiosa- ¡tú eras la única familia que le quedaba!¡Ahora no va a tener a nadie más, por tu culpa!-
Tanto Gabriel Agreste como Chat Noir reprimieron un escalofrío al caer en cuenta de la verdad en las palabras de Ladybug. Su madre había muerto. Su padre iría a prisión por sus crímenes. Y él, Adrien, ya no tendría ninguna familia.
El horror de haber descubierto que su padre era Hawkmoth se apoderó del héroe de negro. ¿Cómo no se dio cuenta? ¡Si vivía en la misma casa! Claro, por eso tenía tantas actividades extraescolares: no quería que lo descubriera por accidente. Se preguntaba si Nathalie o el Gorila sabrían algo. Por eso no quería que saliera de casa: él mismo estaba enviando akumas que podían lastimarlo.
La frase "tú no eres como cualquier otro, tú eres mi hijo, Adrien", la primera vez que se escapó de la mansión para ir al colegio, tenía un nuevo significado. No le importaba la demás gente de París, ni su bienestar. Solo quería tenerlo encerrado en casa, protegido de cualquier daño mientras que París ardía.
Y entonces cayó en cuenta de que Chat Noir, Adrien Agreste, había pasado los últimos años protegiendo a la gente de París de su propio padre.
El héroe se llevó su mano libre a la boca intentando reprimir una arcada. Quería vomitar. Todo esto era demasiado cruel y retorcido. ¿Porqué le tenía que pasar eso a él?¿Qué no había sufrido ya lo suficiente, perdiendo a su madre y sufriendo la indiferencia de su padre? ¿Qué más tenía que perder?
-¿Chat Noir?- la voz de Ladybug lo trajo de vuelta a la realidad.
El chico parpadeó. Tenía que mantener la cordura. No podía quebrarse. No delante de Ladybug, y mucho menos delante de Hawkmoth.
-No es nada, ma lady- dijo el chico en voz baja mientras que Queen Bee, Carapace y Rena Rouge vigilaban al villano.
Ladybug no le creyó ni por un momento. Sabía que algo malo estaba pasando. Ya había visto esa misma reacción cuando habían peleado contra el Coleccionista, cuando de igual manera había dicho que no tenía nada. No sabía porqué, pero Gabriel Agreste era importante para su compañero, y seguramente estaría decepcionado.
-Sé que es algo, chaton, a mí no me engañas- dijo Ladybug, poniendo su mano suavemente en el hombro del chico, quien se la quitó con una sacudida de sus hombros. La heroína frunció el entrecejo- ¿Chat Noir?¿Qué tienes?-
-Dije que no es nada- dijo Chat Noir bruscamente.
Al parecer Ladybug decidió no presionarlo más, y le dio un poco de espacio, por lo que el chico estuvo agradecido. No había nada que pudiera hacer o dejar de hacer para que el chico se sintiera mejor; excepto despertar de esa pesadilla, y eso no sucedería porque no era una pesadilla.
Su padre era Hawkmoth. A partir de ese día Adrien sería, efectivamente, un huérfano.
Chat Noir miró de reojo que Ladybug tomó el Lucky Charm que había utilizado y lanzarlo al aire, aplicando su Cura Milagrosa para regresar todo a la normalidad. La herida en la mejilla del chico se curó gracias a las catarinas mágicas de la chica.
No pasó ni un minuto cuando Chat Noir vio llegar a la policía, con las esposas en mano y preparados para arrestar a Hawkmoth.
"Père…"
Chat Noir no pudo soportarlo más. Aprovechando la distracción de sus compañeros, dio la espalda y comenzó a caminar hacia las gradas del estadio con la intención de utilizar su arma para salir de ahí, cuando nuevamente Ladybug lo detuvo.
-Chat Noir, espera, ¿a dónde vas?- dijo Ladybug.
-No puedo más, ma lady- dijo el héroe entre dientes- yo… tienes razón, no me siento bien. Tengo que irme de aquí-
La heroína sonrió mientras que ladeaba la cabeza, haciendo que el ácido de su estómago comenzara a subir por su esófago y darle un mal sabor a su garganta. ¿Porqué tenía que ser tan hermosa, tan perfecta?
-Supongo que tienes razón, chaton- dijo Ladybug- yo también me siento agotada, física y mentalmente. Pero creo que tú y yo tenemos que hablar en privado-
Y ahí estaba. El momento con el que Chat Noir llevaba años soñando, cuando Ladybug le revelara su identidad y él la suya. Pero ahora en vez de un sueño, era una pesadilla. Ladybug se horrorizaría al ver que la persona que estuvo peleando a su lado todo el tiempo era el hijo de Hawkmoth. No, Ladybug no podía dejarla saberlo. Jamás.
-Hoy no- dijo el chico firmemente mientras que apretaba el Miraculous de Papillon en su mano izquierda. Le quemaba. Quería salir de ahí lo más pronto posible para interrogar al kwami. Lo necesitaba- por favor, ma lady. Necesito tiempo para… asimilar esto-
Nuevamente, Ladybug borró su sonrisa y parpadeó, confundida y un poco decepcionada. Ciertamente esa no era la conducta habitual de Chat Noir, y sabía muy bien que Ladybug lo había detectado. Pero no tenía tiempo de dar explicaciones. Tenía que irse de ahí lo más pronto posible.
-De acuerdo, Chat Noir- dijo Ladybug, su voz un poco decepcionada- nos veremos después-
Chat Noir asintió, agradecido y le dio la espalda, pero por tercera vez la chica lo detuvo.
-Espera, chaton- dijo la heroína de rojo, extendiendo su mano hacia él- dame el Miraculous, lo llevaré con el Guardián-
Chat Noir dudó unos segundos, pero no abrió la mano.
-Ladybug, primero… necesito respuestas- dijo Chat Noir, haciendo un esfuerzo por no temblar de impaciencia, pero demasiado tarde: Ladybug por fin cayó en cuenta de lo que estaba pasando con el héroe: quería quedarse con el Miraculous de Papillon.
-Podemos pedirle las respuestas al maestro Fu los dos juntos- dijo Ladybug, rogándole con la mirada que no fuera por el camino que parecía estar siguiendo, de dejarse guiar por sus emociones- por favor, chaton, podemos…-
Chat Noir sacudió la cabeza y dio un paso atrás. No quería escuchar esas respuestas junto a Ladybug. No quería que el amor de su vida supiera la horrible persona que era bajo la máscara. El hijo del criminal más malvado de París.
-Chat Noir…- comenzó a decir ella.
-Lo… lo siento mucho, ma lady- dijo el héroe de negro, con lágrimas en los ojos- pero tengo que saber la verdad. No puedo esperar más. CATACLISMO-
-¡Chat Noir, no!- gritó Ladybug al ver que su compañero usaba su poder de destrucción en el campo de futbol del estadio, destruyéndolo por completo.
En el caos de la destrucción, Rena Rouge tiró del brazo de Ladybug para acercarla a Carapace, mientras que éste usaba su poder para proteger a los agentes de policía y a los otros héroes. Cuando el poder de Carapace desapareció y el polvo se disipó, vieron que Chat Noir ya no estaba ahí.
-Oh, no…- dijo Ladybug en voz alta. No solo tenía que arreglar el asunto de Adrien, ahora tendría que buscar a Chat Noir, asegurarse de que estuviera bien, y recuperar el Miraculous de Papillon.
x-x-x
Habitación de Adrien Agreste
Poco más tarde
El héroe corrió por los techos de París, ignorando las últimas palabras de Ladybug conforme se alejaba del estadio y desaparecía en la noche. Su padre era un villano. ¡Su padre era malvado! Lágrimas amenazaban con escapar de sus ojos, pero el chico se mordió el labio y luchó para mantenerlas a raya.
No podía quebrarse. Tenía que escuchar la verdad de la única persona que no le mentiría.
Chat Noir entró por la ventana de su habitación y dejó su transformación tan pronto como puso los pies en el suelo. Plagg fue expulsado de su Miraculous, y Adrien lo atrapó en sus manos sin mucha ceremonia, poniéndolo sobre el escritorio y sacando un trozo de Camembert para ponerlo junto a él.
El kwami miró alternadamente el queso y a su elegido, quien tenía el Miraculous de Papillon en la mano. No lo juzgaba por lo que acababa de hacer. Él se sentía igual que Adrien; quería respuestas. Sabía que Gabriel Agreste era una terrible excusa de padre, pero no tenía idea de que en secreto había abandonado a su hijo para lanzar akumas a París.
Plagg tomó el queso, tragándolo de un bocado, y flotó junto a su portador.
-¿Y bien, chico?- dijo el kwami mientras que se posaba en su hombro y se sacudía los bigotes- ¿qué estás esperando? Llama a Nooroo para que nos dé las respuestas que necesitamos-
-Entonces, ¿no repruebas lo que acabo de hacer?- dijo el chico rubio, alzando las cejas mientras se volvía a él. Le extrañaba que Plagg no lo hubiera amonestado por haber huido de Ladybug con el Miraculous de Papillon.
-Por supuesto que no- dijo Plagg en un tono mucho más comprensivo de lo que Adrien lo había escuchado desde que lo conoció- todo lo contrario. La chica de Tikki no sabe lo que significó para ti… saber la identidad de Hawkmoth. Pero lo entenderá cuando lo sepa, no temas por ello-
Adrien tembló levemente ante la idea de que Ladybug supiera que Chat Noir, su partenaire, era el hijo de Hawkmoth. Plagg, por su parte, frotó su cabeza contra la mandíbula del chico, ronroneando suavemente en un intento de tranquilizar a su portador. Se sentía realmente terrible por él. ¿Porqué un chico con un corazón tan puro, el mejor Gato Negro que jamás hubiera tenido, tenía que ser hijo de uno de los adversarios más temibles a los que se había enfrentado?
-Llama a Nooroo- repitió Plagg después de unos minutos al sensar que el corazón del chico se había comenzado a tranquilizar- veamos que es lo que tiene que decir al respecto-
Adrien se colocó el broche sobre el pecho, y de él surgió una esfera de luz de color morado, y volvió a ver al kwami que había salido disparado del Miraculous de Hawkmoth. El pequeño kwami temblaba tan violentamente como si hubiera estado sumergido en agua helada, y Adrien no atinó sino a cubrirlo con su otra mano.
-Shhh… no tengas miedo, Nooroo- dijo Adrien en voz baja- ¿sabes quien soy?-
-Eres el hijo de mi amo- dijo Nooroo en voz baja, y fue cuando notó la presencia de Plagg en el hombro del chico- ¿eres Chat Noir?-
-Gabriel Agreste ya no es tu amo, Nooroo- siseó Adrien en voz baja. Llamarlo "père" no le parecía adecuado ahora que sabía que era Hawkmoth. Ese hombre no era su padre, era un completo desconocido para él- ya eres libre-
Nooroo sonrió tristemente.
-Necesitamos que nos digas que sucedió antes de que te devolvamos con el Guardian de la Miraclebox, Nooroo- dijo Plagg, impacientemente- por favor, sabes bien que mi cachorro necesita escucharlo-
El kwami de Papillon asintió tristemente.
-Gabriel Agreste encontró mi Miraculous hace mucho tiempo- dijo Nooroo, cabizbajo- me ordenó explicarle todas las ilustraciones en el Grimorio, incluyendo el hecho de que la unión de los Miraculous de la Catarina y del Gato Negro confieren el poder absoluto, que hace cambiar la realidad y borrar el pasado-
"Borrar el pasado", repitió Adrien en su mente. Justamente lo que él mismo deseaba con toda su alma poder hacer, para evitar todo lo que acababa de suceder esa noche.
-Me forzó a darle mi poder para producir akumas- continuó Nooroo- corrompió mi poder para crear los supervillanos que pudieran atraer a Ladybug y Chat Noir a proteger a la población y poder robar sus Miraculous-
Adrien apretó las manos. ¿Su padre quería ese poder?¿Para qué querría ese poder absoluto? Pero el chico cayó en cuenta de la respuesta aún antes de que el kwami morado dijera algo.
-Quería usar su deseo para traer de regreso a su esposa- dijo Nooroo tristemente- quería recuperar a Emilie Agreste, y devolverle a Adrien a su madre-
El corazón del chico rubio se sintió pesado. Su padre había hecho todo eso, aterrorizado París, puesto en peligro a todos los habitantes, para traer de vuelta a su maman. Todo lo había hecho por ella, para volver a ser una familia. Comenzaba a sentirse inclinado a perdonarlo, pero sacudió la cabeza.
No, su padre había aterrorizado a la ciudad, amenazado inocentes, todo en busca de ese poder absoluto. Ladybug y él estuvieron a punto de morir varias veces por su crueldad. No podía sentir simpatía hacia alguien tan horrible.
Mientras el chico aún procesaba esa información, Plagg hizo otra pregunta.
-¿Quién más sabía sobre todo esto, Nooroo?- dijo el kwami negro interrumpiendo los pensamientos del chico rubio- ¿quién más sabía que Gabriel Agreste era Hawkmoth?¿tenía algún cómplice?-
-Su asistente lo sabía todo- dijo Nooroo, sabiendo que eso no violaría la regla de los kwamis de no poder decir los nombres de sus portadores a los otros- le ayudó en algunas ocasiones a crear akumas-
-Nathalie- dijo Adrien, reprimiendo un gemido herido- Nathalie lo sabía. Y… entonces, Nathalie debe de ser Mayura, ¿verdad?- frunció el entrecejo- ¡por supuesto!-
Los ojos de Nooroo se abrieron desmesuradamente, pero no necesitó responder. Adrien se levantó de pronto de su cama, golpeando su escritorio con su puño cerrado.
-¡NATHALIE!- gritó enfurecido. Plagg y Nooroo temblaron levemente, sorprendido de su tono. Ese grito hizo que el kwami negro frunciera el entrecejo. Por primera vez se sintió genuinamente preocupado por su portador porque sonaba casi… como su padre.
Adrien pareció darse cuenta por ello, pues se ruborizó levemente y se llevó las manos a la boca. No debía dejarse llevar por sus sentimientos. No debía convertirse en su padre.
No pasó ni un minuto cuando la asistente de su padre entró a la habitación del hijo de su jefe, visiblemente agitada, con sus mejillas enrojecidas y sus ojos de igual manera, como si hubiera estado llorando hasta que Adrien la llamó. Pero esto no le importó al chico rubio. Se cruzó de brazos y le lanzó una mirada furiosa.
-¿Me llamaste, Adrien?-
-Sé que mi padre es Hawkmoth- dijo el chico sin ningún preámbulo, mirando a Nathalie con verdadera furia- y sé que tú lo sabías todo el tiempo-
Nathalie palideció mortalmente. Adrien podía ver en sus ojos que su mente estaba corriendo para encontrar una excusa, una coartada, una explicación, pero era demasiado tarde. Adrien ya sabía la verdad. Adrien había visto con sus propios ojos lo que había pasado. La asistente miró de reojo al kwami morado en sus manos y el broche de Gabriel Agreste en su pecho.
Adrien sabía la verdad.
-Sí, es verdad, Adrien- dijo Nathalie, ajustándose las gafas- y antes de que me reclames, quiero que sepas que todo lo que hice fue por lealtad a tu padre y a tu familia-
-¿Cómo pudiste?- dijo el chico rubio- ¡père estaba aterrorizando París, y tú lo estabas encubriendo y ayudando! ¿Cómo pudiste hacer eso?-
-Tu padre quería usar el deseo de los Miraculous para traer de vuelta a tu madre y volver a reunir a tu familia- dijo Nathalie- todo lo que hizo, fue por Emilie y por ti…-
-¡Y ahora me quedé sin madre y sin padre, gracias a su brillante plan!- dijo Adrien en un tono lleno de amargura- por eso me obligó a hacer todas esas sesiones de fotos, clases de chino y de piano, ¿verdad? Para evitar que me diera cuenta que se escabullía a quien sabe donde a aterrorizar a la población de París- se revolvió el cabello con un gesto frustrado- ¡ya no sé ni en qué creer!-
Nathalie frunció el entrecejo. Sabía que muchas cosas dependían de lo siguiente que le dijera a Adrien. Dependía la imagen que el chico tendría de su padre, a pesar de que parecía estar destruida, no estaba perdido todo, pues él aún lo había llamado père. Y su libertad y su trabajo también dependían de ello.
-Puedes creer en que tu padre no quería que salieras lastimado, Adrien- dijo Nathalie en un tono suave- por eso parecía prohibirte salir en momentos un poco extraños. Él podía detectar cuando pronto hubiera una oportunidad de crear un akuma, y tenía sumo cuidado de que no quedaras atrapado en el ataque-
-¿Ah sí?- dijo Adrien, mostrándole el anillo blanco que tenía en el dedo anular de su mano derecha- pues como ves, su plan falló-
Los ojos de Nathalie se abrieron desmesuradamente al ver el anillo plateado en su mano, y pasó unos segundos antes de volver a hablar.
-¿Tú… tú eras Chat Noir?- dijo la asistente, horrorizada- todo este tiempo…-
-Así es- dijo el chico fríamente- père me estuvo atacando directamente-
-Adrien, no importa lo que haya hecho tu padre, él no tenía idea de que eras…- comenzó a decir Nathalie antes de que Adrien la interrumpiera.
-¡Y tú no solo eres cómplice de Hawkmoth, sino que también eres Mayura!- dijo Adrien, apretando tanto los puños que sus nudillos ya se habían vuelto blancos- dame una buena razón para no revelar todo eso a Ladybug y entregarte a la policía-
Nathalie tragó saliva. Esto no estaba saliendo nada bien. Si no tenía cuidado podía terminar en problemas igual que su ex jefe.
-Todo lo que yo hice fue por lealtad a tu padre y a toda tu familia- dijo Nathalie nerviosamente- yo también quería volver a ver a tu familia unida y feliz…-
-No es suficiente- siseó Adrien.
-¿Necesitas una razón para no entregarme a la policía? ¿Qué te parece esta? Tu padre me nombró tu tutor legal en caso de que algo le sucediera- continuó Nathalie- si yo también voy a prisión, no tendrás a nadie. Y como aún eres menor de edad, te llevarán a un orfanato y seguramente perderás tu fortuna y tu libertad-
Adrien frunció el entrecejo. Si lo enviaban a un orfanato, estaría aún más atrapado que como estaba en esos momentos. Se mordió el labio.
-Dame una oportunidad, Adrien- continuó Nathalie- me encargaré de los problemas legales y de la compañía de tu padre y te daré toda la libertad que quieras. Se acabaron para siempre los toques de queda, ya que no hay más peligro, además de que evidentemente te puedes cuidar solo. Cuando cumplas dieciocho años podrás hacer lo que quieras, y decides si me envías a prisión o no-
El chico rubio entrecerró los ojos mientras que ponderaba sus opciones. Nathalie tenía razón. Si la acusaba de ser cómplice de su padre, se quedaría solo y perdería todo. Además, con ese conocimiento, Nathalie no podía obligarlo a hacer nada, sino todo lo contrario, él tenía la ventaja.
-Bien- dijo el chico, resignado- lo dejaré pasar solo por esta vez-
Nathalie sonrió levemente.
-Quiero que sepas que estamos en problemas- dijo la asistente- la policía querrá interrogarnos por la situación con tu padre. Y seguramente van a querer revisar la mansión. Tendrás que guardar muy bien esos Miraculous-
-No te los voy a dar a ti- dijo Adrien fríamente, llevándose una de sus manos al pecho para proteger el Miraculous de Papillon- no confío en ti-
-No estaba sugiriendo eso, Adrien- dijo Nathalie en voz baja- y por supuesto estás en tu derecho de desconfiar de mí. Solamente… guárdalos con mucho cuidado, por tu propio bien, el mío y sobre todo el de tu padre- bajó los ojos- por más equivocado que hayan sido sus métodos, él te ama-
Adrien miró a Nathalie y no pudo evitar un poco mal por ella. La mujer había arriesgado su vida, su libertad, todo, por la familia de Adrien. Por lealtad a su padre y por intentar traer de vuelta a su madre. Y ahora que había sido descubierta, intentaba hacer todo para protegerlo a él. Una oleada de gratitud lo golpeó. ¿Cómo podría acusarla?
La asistente iba a decir algo más, pero se interrumpió al mirar a través de la ventana.
-Creo… que esta conversación tendrá que esperar un poco- dijo Nathalie mientras que sus ojos seguían fijos en la ventana- cierta heroína viene a verte…-
x-x-x
CONTINUARÁ…
¡Hola a todos! Ya estoy de regreso con esta historia. Pobre Adrien, le cayó como bomba saber que su padre es Hawkmoth y todo lo que creía era mentira. Veamos si Nathalie juega bien sus cartas para mantenerse fuera de prisión, y si nuestro héroe favorito no hace nada estúpido. Muchas gracias a todos por leer mis locuras. Abrazos a todos.
Abby L.